CRONICAS DE VHAALZORD
Libro - 1
Capitulo- 3
Dos días después, tras vender Dhi todo lo conseguido de las partidas de Lantares eliminados, consiguió una más que respetable cantidad de dinero de las comerciantes que acudieron a la aldea para negociar. Detrás nuestro en esa zona quedaron muchísimas interrogantes en todo el mundo, acerca de Dhi, acerca de mi, acerca de nuestra relación, acerca de lo que sus mayores pretendían con los rumores que corrieron sobre ella obviamente para todas ahora completamente falsos… Todo esto era algo que ambos sabíamos que correría por el resto de aldeas de la zona, extendiéndose como un incendio por la hierba seca hasta al final alcanzar la propia aldea de Dhi junto con todas las demás de las Talkinq, que era lo que queríamos, por eso quedarnos tan alto número de días como invitados, para dar tiempo a que todo se cocinase y de paso ampliar el misterio.
La última noche me toco continuar mis clases de sexo con Dhi, era un hembra en celo, cuando se desnudo pude ver como su sexo estaba completamente húmedo, como algunas gotas escurrían de él yendo hacia abajo por su piernas de lo caliente que estaba. Fue terminar de desnudarme y echarse sobre mí para que se la metiera… me costó un poco quitármela de encima para que me dejara a mi llevar la iniciativa ya que solo quería que se la metiera por donde fuera, pero que se la metiera, según ella necesitaba sentirse invadida de macho… La verdad es que si, la pobre era un poco bruta, cuando salto sobre mi casi me da en cierta parte muy dolorosa para un hombre.
Logre que se tumbara voluntariamente y que me dejara hacer, máxime cuando vio que me disponía a practicarla sexo oral como la ultima vez, en la que tanto disfruto. Reconozco que ayudado por ciertos hechizos sobre ella todas sus terminaciones nerviosas estaban muy sensibilizadas para recibir placer, así que según mis labios y mi lengua se posaron sobre su sexo alcanzo un orgasmo demoledor, corriéndose de forma copiosa, pareciendo que se estaba meando de la cantidad de flujo que soltó. Entonces llego el momento que ella quería, colocándome sobre ella la penetre lentamente pese que ella intento por todos los medios que se la ocurrieron que se la clavara de golpe en un inútil intento de evitar la agonía de sensaciones placenteras que para la pobre suponía ese lento recorrido de mi pene ensanchando su joven y húmedo coñito.
Una vez por completo en su interior en lugar de empezar rápidamente a embestirla me tome mi tiempo para arrancar lentamente, permitiéndola ir preparándose para lo que se le avecinaba sexualmente hablando conmigo. Sentía como se deshacía en mis brazos ante mis embestidas, costándola enormemente controlarse para evitar correrse enseguida ante mis profundas, suaves y por momentos veloces movimientos… Mis embestidas eran rítmicas, llevaban marcando un tempo sobre ella, enloqueciéndola poco a poco al encontrar el ritmo preciso para ella. Estuvo descontrolada del todo hasta el momento mismo de correrse, momento en que me mordió de forma salvaje el hombro… aumentando la presión de sus mandíbulas al sentir los chorros de mi leche golpeando en lo más profundo de su sexo, haciéndola alcanzar un nuevo y devastador orgasmo, quedando demolida sobre las pieles.
Desafortunadamente para ella todavía no había terminado con ella, aunque os aseguro que no protesto en lo más mínimo cuando sintió que todavía pensaba continuar la fiesta con ella, es mas su cara se alegro ostensiblemente al verme tan dispuesto. Logre convencerla de que se colocara a cuatro patas, situándome tras ella, dilatándola el culito mientras mis labios se dedicaban a tratar su sexo de forma oral ante sus exclamaciones continuas de placer. Cuando creí que estaba lista para su primera experiencia anal se la introduje hasta el fondo… La encanto, pero para mi sorpresa lo que más la encanto según ella fue el dolor que sintió al atravesar su orificio con mi grueso pene, incluso se lamento de que no hubiese sido más alto todavía para poder gozar todavía más.
Me situé sobre su espalda pasando un brazo por su cintura para ir con mi mano a quedar sobre su coño, mientras la embestía cada vez con más rudeza y alteraba mis hechizos lo suficiente como para que sintiera más dolor al sentirme entrar y salir de su culo. Mientras tres de mis dedos se la follaban sin piedad, mientras mi polla destrozaba su culito, mi pulgar torturaba si clítoris sin piedad, machacándoselo sin parar… llevándola con todo esto a un orgasmo que la dejo destrozada, cuando la alcanzo plenamente pego un alarido tremendo… Se derrumbo semiinconsciente sobre sus pieles debido al orgasmo, entonces lance sobre ella un hechizo para que descansara, retirándome yo a mi vez a mi sitio a dormir un poco, dejándola allí tumbada llena por todos sus agujeros de mi leche, chorreando la misma tanto de su coño como de su culo. La expresión de su cara al dormir era de una placidez total y absoluta. Al día siguiente cuando nos levantamos me aseguro que quería mas todas las noches que se pudieran, que le había encantado, os aseguro que me toco repetir con ella todas y cada una de las noches que tardamos en llegar a la aldea de Dhi. Poco a poco se fue convirtiendo en una amante tan experta como insaciable del todo, gustándole en cierta forma el dolor al hacerlo, le gustaba cierto nivel de violencia con las embestidas, que la encularan sin casi preparación... tenía unos gustos muy definidos, y cada vez iba sabiendo mucho mejor que quería y como lo quería, aunque debo de reconocer que conmigo si se dejaba llevar por mi casi siempre. Durante todo el viaje de regreso follamos por la noche de la forma más salvaje que os podáis imaginar, ciertamente Dhi era del todo insaciable, lo que más la gustaba era que se la metiera por su culito sin dilatárselo, haciéndola todo el daño posible, pero una vez acostumbrada la volvía loca que a la vez que la destrozaba el culo con mis embestidas, la machacara el coño hasta hacerla correrse como una burra… dejándola muerta del todo por el orgasmo.
Cuando llegamos de vuelta para asombro de todo el mundo que nos consideraba muertos de antemano, Dhi tras indicarme que me fuera para casa se marcho a informar a las matriarcas sobre la misión que la encargaron. Por lo que comento al regresar la escucharon atentamente su informe pero la dio la impresión de que no la creían lo más mínimo sobre lo que conto, o bien que ya tenían informes de otras fuentes que consideraban más fiables que los de ella. Me comento también que la preguntaron sobre si se había enterado u oído algo sobre ciertas partidas Lantares eliminadas en los bosques donde estuvo, por lo que me dijo sonriendo cuando les comento que ella junto conmigo era quien las había eliminado todas las matriarcas se echaron a reír tomándoselo como una broma de ella… quedando así la cosa. Otra sorpresa mas fue cuando se dieron cuenta de la enorme cantidad de dinero con que Dhi había regresado de su “patrulla”… las matriarcas empezaron a mirarla nerviosas al darse cuenta, ese dinero las indicaba que quizá, y solo quizá Dhi no las había gastado ninguna broma, aunque desecharon la idea por imposible…
Durante la semana siguiente desde la aldea se enviaron mensajeras hacia las demás para cambiar datos sobre los Lantares, dejando el problema de Dhi para mejor ocasión, ya que al regresar viva les seguía planteando el mismo problema que cuando se fue. En el ambiente de la aldea había tensión, con las matriarcas era obvio que se estaban temiendo una invasión de los Lantares o algo parecido, fuera lo que fuera lo de los Lantares claramente tramaban algo que seguro sería perjudicial para las Talkinq. Durante toda la semana Dhi y yo nos alejábamos de la aldea como dos horas de tiempo en cualquier dirección con el fin de entrenar sin que nadie nos viera…, cuando calculamos que volverían las mensajeras o llegarían las de otras aldeas con noticias, incluyendo las nuevas sobre la “inexperiencia” de la jovencita que enviaron a morir a los bosques, Dhi pidió permiso para poder ausentarnos unos días de la aldea, algo que consiguió sin esfuerzo ninguno, digamos que no contaban con ella para lo más mínimo, incluso las alegro, lo que fue como una bofetada para Dhi dada la tensión que había en el ambiente y que no se permitía a ningún guerrera ausentarse sin causa muy justificada.
Justo esa semana tal y como preveíamos llego un grupo de cuatro mensajeras de la aldea donde estuvimos, las cuatro guerreras que Dhi salvo que también como esperábamos cuando hablamos con ellas al despedirnos se las compusieron para ser ellas las que mandaran a la aldea de Dhi, ya que claramente nos dijeron que era una pena que no siguiéramos allí para poder continuar entrenando con nosotros dos. Si como nos temíamos y paso venían ellas, además de los datos que las matriarcas solicitaron también llevarían mensajes de agradecimiento por mandar a Dhi como colaboración para mantener seguros sus bosques, sin contar con el testimonio de primera mano de ellas mismas de la ayuda de Dhi y de su entrenamiento con ella en su aldea, incluyendo el hecho de que yo era un mago. Vamos, que preferíamos estar fuera de circulación cuando a las matriarcas las explotara la bomba en los morros.
Por lo que después averiguamos las matriarcas escucharon en silencio todo lo que estas dijeron sobre Dhi y sobre mí, en los dos días siguientes se volvió a repetir la misma historia, solicitando además varias de las aldeas de por allí que fuera reenviada de nuevo a los bosques para continuar con su misión, ya que ella sola había logrado intranquilizar a los Lantares mas que todas sus partidas juntas según lo que habían logrado averiguar de los escasos Lantares capturados, ellos tenían todo tipo de prevención sobre que había pasado con sus partidas desaparecidas, o más correcto sería decir, con sus partidas masacradas, dado que como las paso a ellas al principio no había huellas de ningún tipo, obviamente en toda esta conversación y peticiones el esclavo era ignorado del todo, asumiendo que iría con su ama. Todas ellas confirmaron a las matriarcas que Dhi sola conmigo era la partida misteriosa de guerreras Talkinq que creían que durante dos meses elimino partida Lantar tras partida Lantar sin dejar rastro de ningún tipo a su paso y que todas las aldeas estaban intentando encontrar para saber quiénes y de cual de todas las aldeas eran. Confirmándolas a las matriarcas, al menos una veintena de bajas a manos de Dhi, incluyendo varios magos. Me hace gracia imaginar cómo se debieron de quedar con todo esto las matriarcas, seguro que se temían ser víctimas de una pesadilla… Mandaron a Dhi a morir o a que hiciera un milagro, pero seguro que debieron de pensar, “vale queríamos que hiciera un milagro, pero joder es que esto se pasa…”. La panzada a reír que se pego Dhi cuando la dije esto haciendo burla de las matriarcas, eso la ayudo a sosegarse mucho después de lo mas que se sintió por culpa del desprecio de permitirla salir con el alivio que mostraron por poder perderla de vista.
Inmediatamente las matriarcas mandaron varias mensajeras en su busca para que regresara a la aldea de inmediato y que se presentara ante el consejo de la misma nada más llegar. Detecte la presencia de las mensajeras con bastante antelación a su llegada, de acuerdo con nuestros planes las ofrecimos un espectáculo que no se esperaban cuando nos “encontraron”. Se encontraron con los dos entrenando juntos, un esclavo y una guerrera, algo de lo que habían oído rumores, pero dado el salvajismo del entrenamiento que hacíamos permanecieron escondidas observándonos como lo hacíamos… durante dos horas permanecieron completamente inmóviles para no ser descubiertas por nosotros. Mi sondas mentales revelaron que estaban las tres mensajeras conmocionadas por el entrenamiento que estaban presenciando, no creyendo íntimamente ninguna de ellas ser capaz de soportarlo más allá de unos instantes, y Dhi llevaba más de dos horas con el… sin contar con que yo estaba a un nivel todavía más alto que el de Dhi, ya que ejercía de maestro de ella y desde luego de tullido nada de nada, lo que todavía las dejo mas alteradas y desconcertadas, deseando por otra parte poder estar al nivel que estaba Dhi, o como mínimo poder entrenar como ella… ser la mejor era la meta de cualquier guerrera Talkinq y lo que veían de Dhi hacia que se les pusieran los dientes larguísimos. Ni que decir cuando después de terminar Dhi las pido de una voz que salieran que ya habían visto lo que querían quedando sorprendidísimas de que se dirigiera a ellas… Como no lo hacían lanzo contra ellas los dos colmillos de la luna, clavándolos para su sorpresa entre las tres que estaban detrás de un tronco tumbadas una junto a otra espiando, los colmillos cayeron justo entre ellas, a la altura de sus espaldas, dejándolas claro que primero sabíamos que estaban ahí todo el rato y segundo que Dhi las hubiera podido matar en el acto de haberlo querido así, dejándolas todavía en una mayor confusión con respecto a ella y lo que habían visto, sobre sus propios deseos… podríamos definirlo como confusión total.
Cuando regresamos a la aldea nos salieron al encuentro las cuatro mensajeras, pidiendo permiso a Dhi para tomarme prestado para ir a la zona de entrenamiento de las guerreras de la aldea conmigo, según dijeron ya habían solicitado el permiso a las matriarcas concediéndoselo. Cuando llegamos allí las guerreras que estaban entrenándose dejaron de hacerlo para mirar que hacían allí esas cuatro con el esclavo tullido de Dhi de los que corrían todo tipo de rumores, de lo primero de lo que se dieron cuenta es de que de repente el tullido ya no lo era, que iba totalmente normal. De lo segundo una vez empezada la practica con las cuatro es que pese a ser muy buenas y estar perfectamente sincronizadas como habían podido ver, me había deshecho de las cuatro con terrible facilidad, lo tercero es la deferencia que las cuatro me profesaban pese a ser un esclavo, me trataban como si fuera su maestro o algo similar lo que no las hizo la menor gracia a ninguna. Cuando Dhi regreso iba acompañada de varias de las matriarcas de la aldea, a petición de las cuatro guerreras y la autorización de las matriarcas, paso a entrenarse con ellas, ahí ya me costó más derrotarlas a las cinco porque las otras cuatro ofrecían un punto de seguridad para Dhi y no me permitían acercarme con facilidad, recordad que no se trataba de usar magia, solo usaba contra ellas mi bastón, pero pese a todo lo hice sin que lograran tocarme en ningún momento dejándolas a mi vez inconscientes a las cinco con mis golpes. Que decir de la cara de todas las presentes cuando después de echarlas agua por encima a las cinco para despertarlas las monte una bronca de cuidado a las cinco que agacharon las cabezas avergonzadas, multiplicando su castigo durante el resto del entrenamiento por sus fallos, corrigiéndoselos constantemente, siendo el entrenamiento de lo mas sádico para todas ellas… pero aun así os garantizo que las que nos estaban viendo hubieran dado un brazo por poder aguantar como ellas, sin contar con su cada vez mayores deseos de entrar y unirse a ellas, dado lo competitivas que eran entre sí, dado que estaban viendo a las cinco mejorar de forma lenta, dolorosa y muy, muy humillante para ellas, pero en definitiva mejorar como nunca lo habían visto antes, obteniendo claros resultados y eso era para ellas lo principal de todo. También los rumores sobre Dhi y el ver como poco a poco tenían que ir admitiendo que era todo verdad influía en ellas de forma muy poderosa para querer participar también… pese a no gustarlas la situación lo mas mínimo por sus costumbres… pese a ir en contra de todo en ellas mismas… su deseo cada vez más claramente empezaba a poderlas. La parte negativa de todo esto, es que Dhi estaba mostrando el valor real de su esclavo para quien fuera su dueña… os aseguro que más de una y de dos me empezaban a mirar incluso con cierta ansia y codicia…
Para mi sorpresa la jefa de guerreras de la aldea muy seria me pido permiso para entrar con su partida a entrenar con las cinco… incluso las matriarcas se sobresaltaron con la deferencia de la voz de esta. Vi como Dhi sonreía cuando lo oyó, por lo que luego me dijo ante el trato tan “extraño” que tenia conmigo esta la llamo la atención nada más regresar, indicándola Dhi que no se engañara conmigo, que la realidad es que además de su esclavo era su maestro, que pese a todo me debía cierto respeto aun siendo su esclavo, y este debía de ser total cuando entrenábamos ya que como maestro no tenia precio, lo que no la gusto a este en lo mas mínimo. Pero por lo visto cuando esta vio el entrenamiento, el trabajo que estaban haciendo, quiso probar lo buenas que eran esas cinco con mis enseñanzas y creedme que quedo satisfecha de lo que comprobó, siendo ella también perfectamente consciente de la ventaja de ser mi ama, de mi “valor” como esclavo. Esa era la parte negativa de todas estas exhibiciones tan necesarias para los objetivos de Dhi, y creedme que ella también estaba empezando a darse cuenta de que más de una empezaba a dar muestras de sentir ciertos deseos de ser mi dueña…
Entro con su partida habitual de siete guerreras dejando fuera a la maga que las acompañaba siempre… para asombro de todas pocos momentos después habían mordido el polvo todas y cada una de las siete sin lograr herir a ninguna de sus contrincantes… además me fije que la guerrera se había dado perfecta cuenta que la razón de la derrota era la forma de pelear de Dhi, para ellas resultaba letal del todo. Las llevaba a romper su formación para intentar acabarla y eso a la postre les resultaba fatal al quedar aisladas frente a alguien para quien eso es su habitad natural de pelea, sin embargo cuando la presionaban se refugiaba en la formación de sus compañeras llevándolas entonces ante sus espadas, dejando siempre a alguna de ellas vendida siendo rematada por la formación de estas, que para mas colmo se mostraban funcionando como una sola, como si supieran en todo momento lo que iban a hacer sus compañeras sin necesidad de mirarlas. Cuando quedamos a solas Dhi me pidió si podría entrenar a todas las guerreras que quisieran hacerlo… la dije que sí pero que con mis condiciones.
Sinceramente pensé que no iría casi ninguna con esas condiciones que puse, las mismas que con Dhi, pero la jefa de guerreras las coloco a todas a entrenar conmigo desde el día siguiente, incluyéndose ella misma, como digo se había dado cuenta del “valor” del esclavo, gustara o no gustara, se dio cuenta de que tal y como Dhi la dijo, como maestro no tenia precio. Para colmo de todo el asunto no creo sinceramente que ninguna de ellas se hiciera de rogar al ver la oportunidad, la verdad es que antes de que Dhi y yo partiéramos todas las guerreras la habían aceptado como una más, evidentemente el comprobar de primera mano lo que sufría todos los días a mis manos por haberlas tocado a ellas durante lo algo más de una semana que entrenaron ayudo bastante, pero debo de reconocer que si bien fue agotador en esa semana hice como quería Dhi, que progresaran lo suficiente como para tomársela de lo mas enserio. Como ya he dicho al comprobar la dureza de lo que había tenido que aguantar para llegar a ser como era de buena y como ellas mismas estaban mejorando, la jefa de guerreras empezó a mostrarse cada vez mas meditabunda para mi gusto, por otra parte vi que claramente estaba tomando notas para seguir ella entrenando así a sus guerreras… viendo la franca mejoría que todas ellas llevaban, aunque también reconozco que todas por mi empezaban a desarrollar una mezcla de odio y respeto como maestro por lo duro que era con todas. Después de todo esto Dhi acababa de ganarse el respeto de todas y cada una de las guerreras de su propia aldea, porque creedme que solo fue algo más de una semana, pero más de una y de dos de ellas se alegraron de nuestra marcha por culpa del entrenamiento, estaban todas machacadas vivas, no podían ya mas y veían además que Dhi no aflojaba el ritmo para nada pese a ser todavía más duro y cruel con ella que con el resto, el primer paso para Dhi ya estaba dado.
Por lo que Dhi me conto la situación se había vuelto muy seria en esa frontera, las partidas Lantares habían aumentado de numero y de tamaño, en vez de ser de cinco, seis o siete individuos se habían duplicado, incluso en algún caso triplicado en número por lo que el gran consejo según los rumores se temía una invasión por lo que pidieron a las distintas aldeas que mandaran guerreras a los bosques para intentar contrarrestar a los Lantares mientras las demás se empezaban a organizar por si había guerra contra ellos al final. Ante las peticiones una semana después el consejo de la aldea había decidió volver a enviar a Dhi a los bosques de nuevo… esto era justo lo que yo quería que pasara, esta vez Dhi tendría en si fijos los ojos de muchas Talkinq, sus logros no podrían ser discutidos por nadie, poco a poco se podría ir encumbrando si antes no moría en el intento, pero para evitar que eso pasara ya estaba yo, no pensaba permitir que ningún imbécil Lantar me fastidiara mi experimento o mi diversión. Esa última noche en la aldea Dhi fue invitada junto conmigo a una fiesta en honor de las cuatro guerreras que la atendieron cuando estuvo en su aldea, digamos que algo para agradecerlas sus atenciones para con Dhi… la invitación partía de la jefa de las guerreras de la aldea, lo que me mosqueo sobremanera por todo lo que antes dije de su actitud, más o menos sabía lo que me podía esperar de dicha fiesta, y creedme que no era algo que me agradara, intente que Dhi la rechazara pero se negó de pleno, me puso en mi sitio como esclavo, acudiendo astutamente para ello a nuestro acuerdo lo que me hizo menos gracia todavía porque me dio la impresión de que se le estaban empezando a subir los humos y que tantas palmaditas en la espalda estaban empezando a afectarla y no de forma positiva precisamente.
Yo fui uno de los esclavos elegidos para servir las bebidas y comida en la fiesta. Tal y como yo había supuesto acertadamente, a medida que corría el alcohol por las venas de las distintas mujeres la cosa se empezó a desmandar poco a poco, al final a unas palmadas de la jefa de guerreras entraron varios “machos” poderosamente “armados” que se distribuyeron entre las mujeres, yendo dos de ellos directamente a por Dhi ante las señas de la anfitriona. Debido a la bebida Dhi no estaba plenamente en sus cabales, pero al decirme con tono cortante antes de entrar que me comportara como un verdadero esclavo, que no quería que la desobedeciera y dado que sus ordenas fueron que no hiciera nada que no me ordenase… ni me moví para evitar lo que estaba seguro que pasaría con Dhi. Lo que ella no sabía es que ya me encargaría de aclararla algunas cosas cuando llegáramos solos al bosque… estaba empezando a necesitar de algunas lecciones adicionales de mi parte.
Momentos después podía ver mientras servía mas alcohol como la jefa de guerreras no me perdía de vista mientras uno de los machos la estaba haciendo una espectacular comida de coño… se notaba que la empezaba a llegar el orgasmo porque cada vez se notaba que la costaba mas y mas concentrarse en mi y no en su propio placer. Una cosa era relación maestro alumna y otra muy distinta una sentimental entre ama y esclavo para las Talkinq, y más en una guerrera, esta última no la consentirían bajo ningún concepto. Me observaba tan fijamente porque en esos momentos Dhi estaba gritando enloquecida de placer ensartada sobre uno de los machos, cabalgándolo de forma desaforada mientras un segundo macho la atravesaba el culo sin piedad con su enorme miembro justo lo que a ella mas la gustaba sentir, todos los machos eran hombres magníficamente dotados, obviamente esclavos seleccionados para una única cosa, dar placer a su dueña o a quien esta decidiera. La jefa de guerreras no me perdía de vista, seguro que estaba esperando ver algún indicio de celos en mi o algo similar, lo que podría ser desastroso para Dhi… pues desde luego que lo llevaba claro, ya me gustaría a mí ser capaz de sentir algo, aunque fueran celos. El problema que yo veía en esta fiesta es que esta jefa había manejado hábilmente a Dhi a su antojo, si la situación entre nosotros hubiese sido otra distinta podría habernos colocado en una muy difícil situación, pero ninguno de los dos dimos otra sensación distinta de cualquier otra habitual entre amo y esclavo. No penséis que hubieran castigado a Dhi o me hubieran matado a mi, a estas alturas todas ellas sabían que Dhi y yo éramos demasiados valiosos como para perdernos por eso, pero sí que mi propiedad más que probablemente hubiera pasado de manos para “evitar el escándalo”, sin que Dhi hubiera podido hacer absolutamente nada para evitarlo… creo que como yo podéis imaginar a que manos hubiera pasado seguramente el esclavo, como dije anteriormente, era una de las que se habían dado perfecta cuente de mi valor como maestro...
Cuando al amanecer termino la orgia de las guerreras estaban todas ellas cubiertas de semen seco de los machos, dudaba que hubiera alguna de ellas que no los hubiera probado a todos y cada uno de los diez que entraron para hacerlas disfrutar, incluida Dhi que se los paso a todos por la piedra, o que ellos se la pasaron a ella que no diré cual de las dos cosas fue. Cuando todo término tuve que acompañarla de regreso a nuestra casa, ayudándola allí a limpiarse de todos los restos que llevaba encima después de lo vivido, la verdad es que estaba que daba asco, entre semen seco y flujo seco suyo además del de alguna guerrera con la que también se había puesto en plan lésbico… Por fortuna para ella la naturaleza con el paso del tiempo había dotado a las Talkinq de un método natural de anticoncepción propio, una Talkinq era capaz de decidir si tenía descendencia o no, no podía quedarse embarazada cuando deseaba pero al menos si podía impedirlo, de forma que no existía entre ellas eso del embarazo no deseado.
Al día siguiente Dhi y yo nos pusimos en marcha rumbo de regreso a los bosques de Khal-tor-Khild, me lo pase genial durante los quince días que pasamos hasta llegar allí, Dhi no era capaz de decidir cómo hablar conmigo de lo que paso la noche de la “fiesta” a que la invitaron. Cuidado que no digo que estuviera arrepentida de nada de lo que paso en ella al fin y al cabo yo solo era un esclavo según su mentalidad con lo que no tenia porque darme ningún tipo de explicación o sentirse “rara”, pero claramente se mostraba muy incómoda con el hecho de que yo hubiera presenciado todo el espectáculo que dio allí adentro con los machos que entraron para satisfacerlas. La impresión era clara, temía en cierta medida por nuestro acuerdo, no era tonta y se daba cuenta de que en estos momento ya no era discutida entre las suyas, es más, empezaba a ser respetada, empezaban a tenerla en cuenta, pero estaba claro que también se había dado cuenta de que no era eso todo lo que yo pretendía, también la estaba dando en cierta forma una clase de política y era lo bastante inteligente para saber que si quería restaurar su clan yo era un punto muy valioso, mis conocimientos, lo que la podía transmitir a ella, mi propia persona como mago, pero sobre todo lo que yo estaba consiguiendo ella tenía dudas de que lo hubiera logrado igual, por eso era también consciente que aquello que paso delante mío podía ser un patinazo de su parte en toda regla.
Además yo sabía también como dije antes que necesitaba una lección, que todavía la faltaba algo para que entendiera la gravedad que podía tener, incluso algo tan inicuo a su vista como ese patinazo, debía de apañármelas para darla algún susto, debía de comprender el peligro que toda acción apresurada y sin meditación adecuada, o datos concretos podía suponer para ella dada la fragilidad del terreno que pisaba, para lo que quería lograr. Para eso quizá podría servirme la experiencia vivida en la orgia con las otras guerreras, aunque se dio cuenta de que la intentaban manipular, esto lo hizo demasiado tarde, realmente pudo ser un autentico desastre para ella y todavía no se había percatado del todo de la intención real de la maniobra que intentaron con ella. Además se sabía muy buena en lo que hacía, esa era otra cosa que todavía debía de hacer con ella, debía de comprender lo frágil que realmente era como guerrera en el mundo, me estaba empezando a dar la impresión de que se le estaba empezando a subir a la cabeza lo buena que era... algo en lo que ciertamente tenia razón, sin duda era la mejor indiscutible por el entrenamiento que había recibido de mi, ninguno de los pueblos de toda esta zona central del gran continente estaba preparado para enfrentarse a la forma de combatir de Dhi, algo totalmente novedoso en esta zona. Para que os hagáis una idea del tamaño a que me refiero con Gran Continente, imaginaos el tamaño de África, Europa y Asia multiplicado por diez. Este mundo, planeta o como lo queráis llamar, sería como unas 30 veces el tamaño de la tierra pero más o menos con la misma gravedad... la región a la que nos estamos refiriendo aquí seria como unas 15 veces la península ibérica, en esta región habitan una docena muy larga de pueblos digamos que "nómadas" fijos en sus enormes territorios, todos llevándose no demasiado mal por lo general con los demás, pero cada uno teniendo sus distintos amigos adorados, como la “amistad” existente entre Talkinq y Lantares.
Las instrucciones de las matriarcas para Dhi fueron en cierto modo curiosas, incluso yo tuve mis dudas de si fueron un error o simplemente lo dejaron a su elección por no saber qué hacer realmente con su especial situación, situación que curiosamente fue propiciada por ellas mismas, así que simplemente la dijeron que debía de volver a los bosques para ayudar a las aldeas de esa zona contra los Lantares, para cualquier otra Guerrera Talkinq eso significaría una orden para toda su partida, o si se mencionara alguna aldea acudir allí para junto a sus compañeras integrarse con las de allí, o ponerse a sus órdenes o algo así, pero al hacérselo a Dhi, y dado que la vez anterior la mandaron sola a los bosques, que no pertenecía a ninguna partida y que no era nada especifica al tratarse solo de ella, Dhi podía tranquilamente por "considerar" que las órdenes eran similares a las primeras el irnos por nuestra cuenta los dos solos de caza a los bosques, que fue justo lo que ella unilateralmente decidió en el acto. También tubo la inteligencia de al ver la oportunidad no pedir aclaraciones, o ampliación de las instrucciones, cualquier veterana hubiera sabido los límites a las órdenes recibidas, pero ella fue también consciente que su "inexperiencia" la serviría de escudo para casi todo lo que pudiera hacer y que no agradara a "sus mayores"... Realmente me estaba sorprendiendo lo rápido que aprendía y como se empezaba a desarrollar en ella una mente "política" y manipuladora, algo que la seria de extrema utilidad, y totalmente necesario por otra parte si de verdad quería restaurar su casi extinto clan.
Nos adentramos en los bosques, comprobando que efectivamente las partidas Lantares se habían incrementado, tanto en cantidad de las mismas como en el número de componentes. Dhi me volvió a dar otra sorpresa mas al decidir que deberíamos ir hacia la parte más intrincada del bosque, donde la densidad del numero de arboles compensaría en cierta medida la diferencia numérica con las partidas Lantares, en un sitio así nosotros dos podríamos enfrentarnos con ciertas garantías a partidas de diez, doce, catorce o incluso dieciséis Lantares... En esa zona no podrían aprovechar de forma efectiva su número y su coordinación entre ellos para la lucha, ya que los arboles se lo impedirían. Los caballos por otra parte servirían para llevar víveres, agua, etc... Pero en esa zona tampoco podrían ser usados para cobrar ventaja sobre nosotros dos si lo intentaran y así sorprendernos usando su velocidad o intentar cobrar ventaja con ellos, claro que eso también valía al revés, pero en caso de intentarlo era más fácil coordinar dos caballos que una decena de ellos sin que acabaran chocando entre ellos mismos entre los árboles. Veía a Dhi muy tranquila, segura de sí y tomando las decisiones como entre Amo y esclavo normales... esto era algo que podía aprovechar para picarla en su orgullo y darla una lección que sería mucho mejor para ella que aprendiera de mi antes de que lo hiciera por otros medios con resultados fatales para ella y su aun no renacido Clan...
Una vez nos adentramos en las profundidades del bosque, fui poco a poco recibiendo información de partidas Lantares por la zona, ninguna bajaba de doce miembros, y claramente estaban a la caza de las Talkinq... de hecho y por los "recientes" y sangrantes trofeos que alguna de ellas llevaban era evidente que estas ya habían tenido algunos tropiezos con ellas, siendo estas las que llevaron la peor parte al no ser capaz de detectar ningún Lantar herido. Poco a poco fui pinchando a Dhi intentando que saltara su orgullo de Guerrera Talkinq y Ama mia... o al revés, que tanto me daba, lo que necesitaba era que saltara en el momento preciso, además solo en ese preciso momento es como únicamente me sería útil que estallara, para poder darla la lección que necesitaba cada vez más claramente. Como podréis suponer obviamente cuando ese momento llegara pensaba ayudarme de ciertos conocimientos de manipulación mental que conocía para hacerla explotar, pero para que eso funcionara ella debía de estar... digamos que calentita, calentita para poder anular el poco control que la restara para evitar liarla. Muchos Lantares como recuerdo de las victimas Talkinq o de otros pueblos que habían matado se llevaban un dedo, según el pueblo del que fuera él o la muerta, en el caso de las Talkinq era el dedo corazón de una de sus manos. Elegí para darla la lección a Dhi al grupo que mas apéndices de este estilo llevaba según mis informaciones, así de paso me divertiría un poco también yo... un grupo de 18 Lantares con tres magos, uno de ellos además bastante poderoso he de decir.
Dhi decidió que ese grupo era demasiado grande para nosotros, yo entonces me puse a pincharla en serio, burlándome de ella, aumentando la carnicería sobre ella cuando supe que estaban ya lo bastante cerca como para que cualquier discusión en alto nos descubriera... al final logre que Dhi perdiera la paciencia conmigo, haciendo que explotara contra mí, poniéndose por encima mío como guerrera y mi ama. Llego al extremo de decirme con voz ahogada y cargada de rabia poco contenida que no me necesitaba, que ella era ya prácticamente tan buena como yo, que éramos casi, casi igual de poderosos, que solo mi experiencia me daba ventaja. Monto tal escándalo (cualquier cosa que no fuera el más absoluto silencio y ausencia de movimiento en esas circunstancias era un escándalo) que los Lantares no pudieron por menos que descubrirnos, en especial los magos ya que retire en parte la protección mágica que nos encubría en ese preciso momento. Desgraciadamente para ellos paso algo con lo que yo también contaba por adelantado que ellos verían, una sola Guerrera Talkinq excesivamente joven únicamente acompañada de un esclavo... como se suele decir peccata minuta, o un bocadito fácil, un entretenimiento para ellos, la pobre sin duda se creería mayor y había ido a caer en sus hambrientas manos, mi sonda revelo que pensaban claramente que les vendría bien porque estaban, digamos de forma educada, que hambrientos de hembra.
Me levante de donde estaba poniéndome de pie, avanzando hacia ellos sin ocultarme entre los intentos desesperados de Dhi para que me ocultara corriendo para que no me mataran, porque según dijo ella desde el principio eran demasiados incluso para nosotros dos, amplié con un pequeño conjuro la modulación de mi voz aumentando los de protección sobre ella a la vez para dejarla totalmente cubierta de cualquier posible ataque mágico para no tener que preocuparme por eso. Como digo module mi voz asegurándome que todos ellos me oyeran a la perfección y que de paso los magos se dieran cuenta de que yo también lo era para que ellos se centraran solo sobre mí. Les pedí que se retiraran si no querían morir a nuestras manos, los guerreros se empezaron a reír a carcajadas, pero los magos no, ni por asomo, un mago que se precie jamás tomaría a otro a la ligera, así que les advirtieron a sus compañeros que yo también era un mago, que me mataran en el acto poniéndose ellos sin dilación a la tarea también, pero ellos sin bromas ni cachondeos de ningún tipo mientras los guerreros seguían riéndose... los magos me lanzaron tres hechizos, uno por cada uno de ellos, uno para derribar mis más que probables barreras, otro para confundirme a base de un latigazo de energía que me golpearía tras caer estas o estar muy debilitadas, no dejando me concentrarme, y el siguiente como una jabalina de energía que me mataría debido al trabajo de los dos anteriores, todo perfectamente planificados salvo por un pequeño detalle sin importancia..., que todos ellos fallaron, estrellándose contra mis barreras sin ser capaces de nada de nada. Por el contrario los tres magos estallaron en una impresionante bola de fuego cada uno de ellos, quedando totalmente calcinados en el acto. Fue entonces cuando los guerreros dejaron de tomarnos a broma pese al aviso anterior de los difuntos magos. El problema que tuvieron estos es que normalmente para lanzar un hechizo de energía debías de bajar tus defensas en ese momento... salvo que supieras como hacerlo, claro... y yo sabía cómo, pero es que además también sabia más de tres o cuatro trucos para hacerlo sin necesidad de emplearme a fondo haciéndolo así, ya que era algo agotador mentalmente para el mago y requería de un enorme poder que no considere necesario utilizar, así que use un truco que me funciono a la perfección, mala suerte para ellos, buena para mi, ¿o no?.
Tras los magos, inmediatamente después tres guerreros se quedaron sin cabeza al estallarles esta antes de que se pudieran aprestar a combatirme e integrarse en la formación con sus compañeros. Cuatro más fueron segados por mi Shilkka antes de que se dieran cuenta de que el bastón se había convertido en un arma por arte de magia. Cuando vi que la formación se había completado entonces a su espalda convoque algo que seguro que al girarse para ver qué era lo que gruñía tras ellos debió de parecerles salido de una pesadilla. De repente justo a sus espadas habían aparecido como por arte de magia también (que curioso, ¿a que si?) cuatro enormes... digamos que algo parecido a un Lobo, eran cuatro enormes Lobos Espectrales de los gélidos paramos del Frio Norte, su tamaño seria como el de un poni grande o quizá puede que un poco más grande incluso que eso. Sus patas delanteras tienen solo tres dedos, el central súper desarrollado y del que sale una garra retráctil capaz de destripar incluso a alguien con una armadura de cuero... sus colmillos con como dagas de afilados y de tamaño, imaginad algo solo un poco más corto que los colmillos de un tigre dientes de sable pero perfectamente encajados en su enormes bocas, quedando como si fueran colmillos solo algo más grande que los de un lobo normal en perspectiva, así que imaginad su tamaño. A una seña mia los cuatro se lanzaron sobre los Lantares, arrancando literalmente las cabezas a dos de ellos, y destrozando a otro en la primera embestida que dieron contra ellos... En un momento al intentar defenderse de los lobos destrozaron la formación, cosa que aproveche con la Shilkka metiéndome entre ellos, matando a otros dos más, cortándolos por la mitad para terror de sus compañeros al verlos caer la parte superior del torso y quedar en pie las piernas y cintura durante unos instantes. Para mi sorpresa entonces otros dos cayeron abatidos con sendos colmillos de la luna, y un tercero acuchillado por Dhi, que parecía haberse recuperado uniéndose a la pelea por su espalda.
De los tres restantes Lantares se ocuparon los Lobos cuando les dieron la espalda para defenderse de Dhi y de mí, no les dio tiempo a nada de nada... los lobos se encargaron de ellos en segundos. Después de todo esto me ocupe de los Lobos, a los que calme con caricias antes de desconvocarlos, ya que una vez sin Lantares que destrozar querían lanzarse sobre Dhi, estaban gruñéndola, mostrándola los colmillos todavía ensangrentados a una Dhi que por cierto estaba inusualmente pálida... creo que en ese momento y por primera vez se dio cuenta de la diferencia real existente entre los dos. Justo antes de desconvocar a los lobos y mientras los acariciaba, gruñendo estos de satisfacción mientras no quitaban ojo a Dhi, sin dejar de estar todo el tiempo enseñándola los colmillos amenazantes, le dije a Dhi que desde ese mismo momento había una cosita que tenía que tener de lo más claro desde ya, la dije a la próxima salida de tono de ese estilo la mataría, o me encargaría de que la pasara algo mucho peor todavía antes de que muriera, todo esto sin dejar de acariciar a los Lobos que la miraban con ansia, deseando que les permitiera saltar sobre ella para literalmente devorarla, eso sin contar que con un pequeño hechizo muy discreto la hice llegar también los deseos de los cuatro lobos sobre lo que les gustaría que les permitiese hacer con ella. Tras decirla esto, tras usar el hechizo, y estando convencido que había recibido el mensaje de los más alto y claro, desconvoque a los Lobos volviendo como si nada a mis tareas de esclavo ante una atónita y creo que por primera vez en su vida asustada Dhi, creo que lo de los Lobos fue superior a ella, quizá incluso puede que me hubiera pasado un poco, pero una cosa es segura, recibió el mensaje perfectamente. Cuando se repuso acudió a mí para disculparse tanto por su salida de tono (evidentemente ella no sabía que ayudada por mi magia, sino sinceramente dudo que lo hubiera hecho) como por su comportamiento en la aldea cuando la orgia, que era consciente de que nos había puesto en peligro de forma innecesaria y alocada, por culpa de su orgullo, además para mi sorpresa si se dio cuenta ella sola de las verdaderas intenciones para invitarla, el conseguir mi propiedad, aunque lo que esa guerrera idiota tan listilla no sabía que hubiera sido su sentencia automática de muerte, una cosa era Dhi, y otra las demás Talkinq. Solo la dije que si lo entendía perfecto, pero que tuviera en cuenta lo que le había dicho antes, un nuevo resbalón como alguno de esos dos y la mataría sin dudarlo. Creedme que en su pálida cara vi claramente que se tomo muy, pero que muy enserio mi advertencia...
Después de recoger todo lo que pudiera ser luego útil para venderlo junto con retirar todos sus trofeos de los muertos... Dhi hizo algo que me sorprendió... y no sabéis hasta que punto, desde luego estaba aprendiendo a marchas forzadas a recuperarse de las “sorpresas” en tiempo record, y para mi más absoluta alegría poco a poco veía además que nunca cometía dos veces el mismo error... y eso era algo esencial para lo que pretendía de ella. Entonces me hizo una pregunta... pregunta que me sorprendió porque no pensé que en esas circunstancias se atreviera a ella, ya que si sabía que iba teniendo sus sospechas sobre mí, como yo daba desde el principio por supuesto que antes o después pasaría al ser Dhi miembro del Clan Esghiberdh.
- Dhi: ¿Me puedes decir tu verdadero nombre?
- Yo: ¿Cómo?
- Dhi: Tu nombre, no solo Val, el nombre completo... aquel que te pusieron tus padres al nacer, con el que te bendijeron tus dioses...
- Yo: Vhal-Ayl-Zordys, ese es mi nombre completo, el que mis padres me pusieron al nacer...
De reojo mientras seguía a lo mío sin dar indicios de estar vigilándola estrechamente, vi a Dhi inspirar profundamente... inhalar todo el aire que pudo con fuerza para evitar inútilmente en lo posible que yo me diera cuenta del sobresalto que sufrió al oír mi nombre completo, intentando mantenerse todo lo estoica posible, note como inhalo aire hasta que le dolieron los pulmones... Dado que cuando me hizo la pregunta le lance una sonda mental para saber por donde pensaba ir, aunque era innecesario porque me lo temía desde el principio, no me costó nada saber lo que pasaba en su cabeza desde que oyó el nombre... solo una cosa martilleaba constantemente en su cabeza, solo eso ocupaba todos y cada uno de sus caóticos pensamientos, solo eso, solo un nombre... "VHAALZORD"
CONTINUARA
CONTINUARA