TIEMPO DE LIBERTAD - 3

Cuando salieron las dos no pude evitar decir que la leona esa noche se iba a poner morada, una de las amigas de mis vecinas riéndose me dijo que lo mismo la leona se llevaba un chasco con su apetitosa presa y había patinado con su caza, tras esto se echaron a reír todos ellos. Yo la verdad es que pensándolo un poco me dije que lo mismo no les faltaba razón, que como se pusiese bruta con Helena esta era capaz de arrancarla las uñas con una tenazas... y los colmillos con alicates por muy leona que fuese, pues menudo genio que se gastaba.

Estuvimos otra hora riéndonos y contando anécdotas, pero sobre todo nos reímos lo que no está en los escritos con Alma y con Sandra. Resulta que Alma estaba con un cabreo de órdago, por lo visto una antigua compañera-enemiga del instituto la había invitado a un fiesta la mar de pija, por lo que dijo se iba a prometer con un imbécil de cuidado con mucha pasta, y había invitado a todas sus "mejores amigas" del instituto para restregárselo por los morros. Además en un sitio chic, de pedigrí como dijo Sandra riéndose.

Estaba que echaba chispas, era el fin de semana siguiente y todavía no sabía con quien ir, según dijo Sandra riéndose su prima estaba buscando un chico con pasta y cochazo para llevarlo con ella, así la daría un poco de su propia medicina. Todos nos empezamos a reír a carcajadas ante la cara de pocos amigos de Alma con lo que contaba riéndose su prima Sandra.

- Amiga: Llévate a Miguel, es guapo y todo un partido...

- Alma: ¿Pero tú has visto su coche...? Tiaaaaa... que como mínimo tengo que ir en un mercedes... aunque sea de los cutres...

Nuevas risas de todos y de todas, incluidos Alma y yo. Lo cierto es que se estuvieron riendo de la pobre todo lo que quisieron dándola nombre tras nombre, todos los que le nombraban por lo que contaban de ellos eran a cual más estrambótico. Después empezaron con que llevara una novia, o un novio con pluma... no os digo las carcajadas que dábamos.

En ese momento vi que Helena volvía a entrar al local... no pude evitarlo y dije...

- Yo: Pues mira, parece que teníais razón... caza frustrada de la Leona... no le ha debido de ir bien con su presa de hoy…

- Alma: ¿Y eso? (Con un gesto de cabeza le señale a Helena)

- Amiga: Ves, ya dije que esa morena no le iba a durar nada de nada, jajajajaja... se ha quedado con hambre y ha tenido que regresar a por mas... no creo que volvamos a ver a la morena mas por aquí en una temporada hasta que dejen de señalarla tras este batacazo...

Se empezaron a descojonar todos ellos de risa. No dije ni media, más que nada porque estaba en Shock, la leona no era la morenaza como yo pensé, la leona... era Helena, mi jefa. Mis ojos no podían despegarse de ella, era misión imposible... estaba como hipnotizado, tanto que todos se dieron cuenta, convirtiéndome en el blanco de las chanzas y risas del grupo.

- Alma: Jajajajajaja, deja de devorarla con la vista, que el león pareces tú

- Sandra: Que esa esta fuera de tu alcance, créenos...

- Amigo: Mira, ya tiene a dos chicas y un chico entrándola... imposible que tú hagas nada...

Siguieron con el cachondeo, vimos como "la leona" se iba con un chico y una chica, esta vez las risas fueron porque según ellos después del patinazo de la morenaza debía de querer asegurarse de que al menos le aguantasen al comérselos uno tras otro. Ni os digo las carcajadas y el cachondéito que se monto. Para rematarme Alma soltó la gracia... y para picarla le entre al trapo...

- Alma: Miguelito... ¿si consigo que te acerques a la Leona para poder atacarla con posibilidades que me das?

- Yo: Te soluciono lo del fin de semana que viene, aunque tenga que arruinarme alquilando un coche para que la des en los morros... jajajajaja...

- Alma: (Se puso seria) Es en serio... si es así trato hecho, pero yo decido el coche y como te vistes...

Me puse también de lo más serio mirándola fijamente, todos los demás se quedaron callados mirándonos a ambos. Todos estaban esperando mi contestación, treinta segundos después estaban empezando otra vez con las risas metiéndose conmigo...

- Yo: Trato hecho... yo te soluciono el problema del fin de semana que viene con tu "amiga" y tú me ayudas a acercarme con garantías a la Leona.

- Sandra: Jajajajajajaja... que cachondeo que os traéis, jajajajajaja...

- Yo: Sera tu prima en todo caso, yo hablo totalmente en serio...

- Alma: No te quepa duda de que yo también hablo completamente en serio...

- Sandra: Venga ya, será una broma, ¿no?

Alma y yo mirándonos fijamente negamos con la cabeza, dejando claro de que teníamos los dos un trato. Todos empezaron a pedir que pusiéramos las condiciones para ellos poder hacer una porra y apostar si conseguiríamos o no nuestros objetivos, quien sí y quién no. Cuando nos íbamos en mi coche los tres para casa...

- Alma: Estas seguro de esto... un coche como el que estoy pensando te saldrá por un pico, un BMW, un Mercedes o un Audi te será caro de alquilar, piénsatelo...

- Yo: Tu tranquila que no es ningún problema...

- Sandra: Tío piénsatelo, en serio...

- Yo: Lo tengo más que pensado... pero tenemos que hablar antes de nada, cuando lleguemos nos vamos los tres a mi casa

- Sandra: Mira tú que listo... lo que quieres es...

- Yo: No pienso en follar con las dos si es lo que estas pesando Sandra... (Pensé para mí que no en ese momento al menos) no es eso, y lo digo en serio.

Cuando llegamos aparcamos el coche en su sitio, uno de los dos que estaban libres, ya que el mas resguardado estaba ocupado por mi Mustang, debidamente tapado por su funda, por no vérsele no se le veían ni las gomas de las ruedas. Podría pasar perfectamente por cualquier coche grande, nadie sospecharía del coche que realmente está ahí tapado, por eso compre es funda, porque disimulaba muy bien las formas del coche. Las dos hicieron un comentario sobre el cretino que dejaba en el parking una antigualla tapada con esa lona... me hizo gracia que estuvieran convencidas que era un coche antiguo, un antiguo Chrysler, Ford Taunus o algo así de grande y viejo según ellas.

Cuando entramos en mi casa les ofrecí algo para tomar, café, Te… lo que fuese menos alcohol… Alma y Sandra se pensaban que me estaba echando para atrás y se reían, me levante llevándomelas a mi habitación, abriendo mi armario que estaba muy bien surtido de prendas de excelente calidad y además se notaba muy a las claras, diciéndolas a las dos que se quedaron mirando con la boca abierta, más todavía cuando empezaron a hurgar…

- Yo: ¿Creéis que algo de esto servirá para la cena?

- Alma: Pero… pero tío… todo esto vale una pasta… pero como tienes…

- Yo: ¿Servirá o no Alma?, solo eso…

- Alma: Claro… si, por supuesto…

- Sandra: Es incluso excesivo… es… increíble…

- Yo: Vale, ahora vamos a por el coche, acompañadme… (Me volví antes de salir de la habitación) Solo os pido que nada de todo esto se sepa fuera de vosotras dos… inventad lo que queráis, pero nada, ¿vale?

- Alma: Si claro… no hay problema…

- Sandra: Claro…

Salí delante de ellas cogiendo las llaves de casa y las del Mustang del cajón donde estaban guardadas, me preguntaron que donde íbamos a esas horas, que no entendían que quería hacer ahora para buscar el coche. No las dije ni media, solo hable al entrar de nuevo en el garaje…

- Yo: El coche tiene que ser por narices un Audi, un Mercedes o un BMW, no podría ser por ejemplo un corvette, un Mustang o algún deportivo así…

- Alma: Claro, eso sería todavía mejor, presentarnos con uno de esos deportivos americanos sí que estaría genial, daríamos la campanada del todo, pero haber donde encuentras tu un coche de esos para alquilar… aparte de la pasta que tendría que costar hacerlo…

- Sandra: Desde luego Miguel, dices cada cosa…

Cuando llegamos al garaje nos dirigimos a mi coche, como primero estaba el habitual se situaron las dos para montarse en el creyendo que nos íbamos a ir fuera… no pude evitar sonreír al verlas… además que me apetecía darme una vuelta en el Mustang, me encantaba conducirlo y darse una vuelta por la noche podía ser genial…

- Yo: ¿A donde vais?, tranquilas que no vamos en ese…

- Sandra: Entonces…

- Yo: Ayudadme a retirar la funda de mi chiquitín…

- Sandra: No me jodas que el cascajo es tuyo…

- Alma: Oye que quiero ir en un coc…

Cuando tiramos de la funda dejando al descubierto el coche se quedaron las dos de piedra, con la boca abierta de par en par. Abrí las puertas con el mando y dirigiéndome a ellas tras dejar la funda en un lado solo les dije…

- Yo: Montad…

Las dos se montaron al instante, salí del garaje con cuidado, empezando a circular por la ciudad haciendo rugir su motor, moviendo los más de 800 caballos de su motor especialmente preparado, era una gozada conducirlo después de más de 20 días desde la última vez que lo saque al asfalto. Miraba de reojo a Alma que era mi copiloto, y por el retrovisor a Sandra, las dos iban alucinadas, sin terminar de creérselo…

- Yo: (Con un tono irónico) ¿Alma crees que mi Mustang Shelby Cobra te servirá como medio de transporte…?

- Alma: (Saliendo de su estupor) Si claro, es genial, es… increíble… es que no me lo creo…

- Sandra: Pero como Miguel, como puede ser tuyo, debe de costar unos 60.000 €…

- Yo: De hecho, este mío en concreto, vale bastante más de 100.000€, digamos que tiene sus especiales peculiaridades con respecto a los demás de la serie… (No pude dejar de pensar que hasta cierto punto casi se podría decir que mi Shelby lo habían hecho por encargo y como dije, por bastante más, pero que bastante más de 100.000€)

- Alma: Tío… ¿quién coño eres…?

- Yo: Alguien que heredo una alta cantidad de dinero y decidió intentar conseguir un sueño… (Y no me refería precisamente al coche) pero os digo lo de antes, por favor nada a nadie sobre esto, y sobre el coche bajo la funda muchísimo menos, ¿vale?, ¿por favor?

- Sandra: No diremos nada a nadie tranquilo…

Alma se empezó a reír a carcajadas pensando en la cara que iba a poner su queridísima “amiga” cuando la viera conmigo, más todavía cuando viera el coche en el que íbamos a ir, según Alma la iba a dar un ataque. Según opinaba, un BMW, un Mercedes o un Audi en Europa lo podía tener cualquiera con dinero, pero un Mustang Shelby como el mío que no estaba a la venta aquí no, un coche americano era una rareza, no cualquiera se acordaría de ellos para comprárselo… juraría que la cabrona se estaba relamiendo solo con pensar en restregárselo por los morros.

Al día siguiente, me desperté o mejor dicho me despertaron a medio día, tuve el enorme placer de tener de invitadas para comer a mis dos queridísimas vecinitas, Alma y Sandra. Lo cierto es que estuvimos hablando los tres sobre el asunto de la cena a la que tendría que ir con Alma, a la vez que ambas intentaban sonsacarme sobre mi carísima ropa de marca y sobre todo, sobre mi coche, mi Mustang.

De mi conversación con las dos saque varias conclusiones con respecto a lo que me esperaba en la cena. Alma estaba claro que odiaba a muerte a su "amiga", también estaba claro que esta amiga era todo un angelito, por lo que me conto Sandra, le había levantado a Alma uno de sus novios, también me estuvieron explicando todo lo que la señorita había hecho en su época de instituto... menuda serpiente que era el angelito.

Pero sin duda la verdadera razón por la que Alma la odiaba a muerte me la conto Sandra una vez que Alma se fue un momento al baño. Por lo que me dijo Sandra, su odio era por haberla quitado de entre los dedos a un chico por el que se quedo muy colgada en el instituto. Era un tío muy tímido muy amigo de ella, poco a poco Alma se fue quedando colgada de él, de su forma de ser, de cómo era el chaval... Su querida amiga se metió por medio seduciéndolo, arrastrándolo tras de ella como un perrito, el tío era muy inteligente y un excelente estudiante, gracias a él la arpía logro aprobar el curso sin problemas, una vez lo exprimió bien lo tiro a la basura.

El problema es que lo tiro humillándolo, se lo monto con dos tíos en una fiesta delante de los morros del chaval, cuando este la reclamo se estuvo burlando de el todo lo que quiso, menospreciándolo y ridiculizándolo... el chico menos de un mes después se intento suicidar, sus padres se lo llevaron tras eso mudándose, por lo que me dijo Sandra, su prima perdió todo contacto con él, y eso siempre ha sido algo que jamás perdono, ha perdonado, ni perdonara a esa tía. Ese es a grosso modo el motivo por el que Alma la odiaba a muerte. Todo esto me preocupo, me estaba temiendo que Alma pudiese intentar alguna estupidez en esa cena, iba a tener que estar muy pendiente de ella.

El Lunes en la oficina las compañeras que estuvieron conmigo el sábado y que sabían que me fui con Estela, con su novio y con la otra compañera de Estela me estuvieron preguntando por qué paso por la mañana sin que las contestara, remitiéndome a que tenía mucho trabajo, que hablaríamos durante la comida. Durante la media hora en que estuvimos comiendo todos juntos, Estela incluida, nos preguntaron por lo que paso. Las hizo muchísima gracia saber que deje al novio de Estela tirado en el sofá de su casa como un fardo, y a una Estela con un cabreo de narices que estaba con la sana intención de calentar agua para echársela por encima para escaldarlo, tal lo mimoso que se puso con su compañera y amiga del trabajo.

Estela me agradeció en un aparte que hubiese sido tan discreto con lo que sucedió entre ambos, le dije la verdad, que no había porque, que no pretendía perjudicar su relación o su reputación en la empresa por hablar de más. La que vi que se quedaba tranquila en cierto modo tras la comida fue mi compañera Carol, creo que se estuvo temiendo que alguna... y me olio que se pensaba en mis dos vecinitas, se me había beneficiado tras marcharse ella. Pienso que no quería perder su trabajo de captación de todo este tiempo conmigo. Me hacía gracia Carol, no pensaba que buscara en mi una relación estable, sino más bien un compañero de cama exclusivamente y estaba tanteando el terreno para ver cómo era... quizá buscando lo discreto que era o no era con las cosas. Ya sabéis lo que pasa con los líos en el trabajo y los rumores, sobre todo para las mujeres, enseguida a la mínima empiezan a tacharlas de zorras, golfas y demás... ya sabéis, lo de siempre.

El miércoles por la tarde coincidí con Estela en el ascensor, entramos los dos en el en la planta baja y por lo que parecía los dos íbamos a la misma planta, a la sexta. Esa planta a esas horas estaba prácticamente desierta ya que el horario de esas oficinas terminaba sobre las tres y media de la tarde más o menos y eran casi las cinco ya, nuestra hora de salir.

Fuimos cada uno a lo que teníamos que hacer en la planta, cada uno en un extremo, yo fui al extremo contrario del edificio a llevar unos papeles que me mando Helena. Cuando regresaba a los ascensores me encontré a Estela saliendo del servicio de señoras, con la puerta abierta y ella en medio me miro con una mirada muy intensa... me dirigí hacia ella mirando que nadie nos viera, la empuje hacia dentro del mismo... Ella retrocedió hasta tropezar con la encimera donde estaban los lavabos del servicio, una vez allí se quedo quieta mirándome, con los ojos brillantes y jadeando levemente.

Cuando llegue a su altura me pegue a ella, restregándola mi paquete, sujetándola por la cintura mientras mi boca buscaba la suya y nuestras lenguas se entrelazaban. Nos separamos jadeantes, mirándonos a los ojos mientras mis manos le levantaban la falda buscando bajar unas bragas que para mi sorpresa me encontré que no llevaba... Me sonrió con lascivia, la sujete con fuerza sentándola en la mesa mientras me retiraba un pelín y me sacaba la polla del pantalón con prisas... Nada más ponerla en la entrada de su coño, Estela se abrazo a mí con fuerza, diciéndome al oído...

- Estela: Fòllame cabròn, fòllame como la otra noche...

- Yo: (Metiéndosela de golpe hasta el fondo) Toma polla... Estelaaa...

- Estela: Aggghhhhhh... siiiiii.... ahhhh...  dame, dame duro...

Empecé a follàrmela todo lo duro y rápido que pude. Durante casi cinco minutos estuvimos follando los dos como animales en el servicio, estuve embistiéndola a lo bestia mientras ella se abrazaba a mí y pasaba sus piernas por mi cintura, gimiendo bajito en mi oído, jadeando con mis embestidas, poniéndome mas brutote de lo que ya estaba. Justo cuando estaba a punto de correrme junto a ella me moví para intentar salirme, entonces...

- Estela: No te salgas... tomo la píldora... córrete dentro... lléname de leche... llenameeeee....

- Yo: Arghhhhhh... tomaaaaa lecheeee...  ahgrrrrrrrr...

Me corrí en su interior de forma abundante, fue un señor polvazo el que eche con Estela. Quedamos abrazados durante unos segundos, jadeantes, mientras mi pene se salía de su interior al deshincharse. Tras esto nos estuvimos limpiando con papel higiénico. Estábamos en eso...

- Estela: Creo que desde ahora voy a dejar de usar vaqueros o pantalones para venir a trabajar...  empiezo a ver las ventajas de las faldas o las minifaldas...

- Yo: (Irónico) Tú crees...

- Estela: Jajajajaja, si, si creo, si podemos coincidir algún que otro día "llevando papeles" desde luego que si...

- Yo: (La abrace contra mi) Eso se pude arreglar Estelita... pero la próxima vez... (Puse mis labios sobre su oreja, apretándola contra mí para que sintiera mi nueva erección) te pienso romper el culo además del coño (la di un mordisquito en la oreja que la hizo estremecerse)

Después tranquilamente salimos del servicio, bajando juntos en el ascensor donde nos separamos al llegar a mi planta. Yo llegue a mi mesa pensando en cómo estaban complicándoseme las cosas, y lo bien que me lo estaba pasando con todo esto. Me estaba follando a Estela, cosa que no pensaba dejar de hacer mientras ella quisiera, tenía en mente follarme a mi jefa, también follarme a Carol, a la cuarentona apetecible del viernes anterior que como finalmente se me pusiese a tiro también pensaba calzármela, al igual que Alma o Sandra que como pudiese ya os digo que también tenía la sana intención de follàrmelas, porque con esas dos hasta el momento solo había mucho cachondeo, mucha confianza, pero solo hasta un límite muy definido, aunque quizá no os este dando esa impresión. Con todas pensaba ir de legal, solo sexo y nada más, no pensaba usarlas ni nada por el estilo, aunque claro, tampoco tenía pensado contarla a ninguna de ellas que me iba a estar follando a las demás si podía, una cosa es ser legal, y otra idiota.

Quizá esto que acabo de explicaros os sorprenda, pero lo cierto es que tratándose de mujeres hasta cierto punto soy un "experto"… en según qué pelajes, claro. Estando forrado, perteneciendo a una de las familias más ricas de los EEUU, podéis imaginaros la caterva de zorras que podían haber estado en su momento tras de mí en plan caza al rico para llevármelo al huerto. Esto digamos que agudiza tus instintos, agudiza tu inteligencia y por narices aprendes a manipular a las mujeres... o eso, o te mantienes célibe para no cagarla, y yo sinceramente no tenia espíritu de célibe, de modo que podía ser un autentico cabronazo si me lo proponía. Quiero dejar muy claro que nunca me he aprovechado de ninguna chica decente, ni me había aprovechado de mi posición para intentar presionar a nadie o deslumbrar a ninguna con mi dinero para follàrmela. Pero os digo desde ya, que con todas las zorras caza fortunas que habían ido a por mí me había comportado como el hijo de puta número uno, las había usado, me las había follado, las había utilizado, había destruido la reputación de más de una (si es que la habían tenido alguna vez), había hecho autenticas perrerías con algunas de ellas y luego las había tirado a la basura cuando me canse de verles la cara. Esto os lo cuento para que luego no os sorprendáis conmigo pensando que soy un alma cándida y pura, si me atacan, me defiendo y si se intentan aprovechar de mí, me vengo.

Durante toda la semana estuve observando discretamente a Helena, controlando hasta la mas mínima de sus manías, gestos, forma de vestir, comportamiento... en fin, todo lo que hacía con el fin de tener el mayor número posible de datos sobre ella cuando llegara el momento de acercarme a "la leona". El sábado tenia la cenita de marras con la adorable "amiga" de Alma, suponía que sería algo bastante tenso lo que me esperaba, de modo que el viernes tenía pensado descansar tranquilo en casita sin salir esa noche, solo descansar.

Ese mismo viernes por la tarde a última hora, me las ingenie para subir de nuevo unos papeles a la sexta planta, también para que llamaran desde allí para que Estela subiese un instante para recoger unos documentos para entregar. Yo llegue antes que ella al piso, entregue mis papeles ocultándome para que no me viese cuando ella salió del ascensor. Cuando paso junto a mí sin darse cuenta yo me moví raudo hacia el servicio de señoras como el miércoles anterior. Ese día me asegure de cuanta gente quedaba en la planta, encontrándome con la mas que agradable sorpresa de que solo había hombres, en la planta no había ni una sola mujer que nos pudiese pillar en su servicio.

Según paso Estela por delante de la puerta la abrí, sujetándola por la cintura con una mano y por la boca con la otra, después de decirla al oído que era yo empecé a besarla el cuello provocando que soltara algún que otro gemido. La lleve en vilo contra el mueble de los lavabos, haciendo que se apoyara en ellos, situándome tras ella, levantándola la falda y bajándola de golpe las braguitas que llevaba puestas, ella ayudo moviendo las piernas cuando estas estuvieron a determinada altura para que terminaran cayendo por sí mismas al suelo... puse mi polla en la entrada de su coño...

- Estela: Métemela... cabròn... fòllame... ahhhhhhssssrrrrr....

No me hice de rogar, tampoco la conteste, guarde mis energías para después de que se corriera y mi polla estuviese bien lubricada con sus propios jugos. Se la metí hasta el mango, de un solo golpe, a lo bestia como había descubierto que a ella le gustaba. Empecé a moverme en su interior, fòllandomela sin parar, pero con mucha menos energía que la vez anterior, más pausado, más relajado, con unas embestidas más suaves, guardando fuerzas para lo que vendría después.

- Estela: Pero dammmmeeee... mas fuerteeee... cabronnnn... mas fuerteeee... argggggg... mas fuerteeeee... joderrrrr.... rompemeeeeee cabronnnnnn...  rompemeeeeee.... maricaaaaaaaa.... (Le tapaba la boca como podía, estaba desatada)

Pese a todo lo que me pedía que la diera y sus insultos varios por no darla con saña, no hice el menor caso, seguí con mi ritmo para mayor enfado de Estela, que quería que se lo hiciera igual de bestia que el miércoles anterior. Pese a todo se corrió unos minutos después. Fue entonces cuando sospechó lo que le iba a suceder a continuación e intento evitarlo sin conseguirlo...

Puse mi polla en la entrada de su culo mientras la sujetaba con fuerza por la cintura con una mano apretándola contra mí y con la otra la tapaba la boca para que no chillara. Ella intentaba zafarse de mí como buenamente podía sin conseguirlo, entonces...

- Yo: Ahora Estelita... zorrita mia... es cuando te voy a destrozar como tu querías... te la voy a meter hasta... el... fondooooooooo... (Se la metí de golpe hasta la empuñadura por el culo)

- Estela: Arghhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh... uhmmmmmmmmmmmmmm... aggghhhhhhhhh... (empezaron a caerle lagrimas de dolor por las mejillas)

Me empecé a mover de inmediato, dándola por el culo con todas mis fuerzas, moviéndome como un salvaje. La mano que tenía en su cintura se perdió entre sus piernas para ocuparse de su coño, mientras que la otra seguía tapándola la boca para ahogar sus gritos. Poco a poco su cara paso lentamente del dolor al placer. Cuando de su boca ya solo se escapaban gemidos y jadeos ahogados retire mi mano, sujetándola por uno de sus hombros con el fin de poder hacer fuerza y poder darla con más saña...

- Estela: Eres.... un... arhhhffffffff... hijo de puta... me has... destrozadoooo... afffggggggg... el culooooo... agghhhh... pero comooooo... me follasssss.... ahggggggg... cabrooonnnnn.... aggghhhh... sigueeee.... ahhgggggggg...

Estaba dándola todo lo fuerte que podía, llego un momento en que creí que mis músculos iban a reventar antes de que pudiéramos corrernos. Al final logramos un orgasmo casi simultaneo, según nos separamos Estela se giro, me soltó una bofetada para después meterme un morreo de escándalo...

- Estela: Eres un hijo de puta, no se te vuelva a ocurrir hacer algo así otra vez sin mi permiso...

- Yo: (La abrace contra mí con fuerza) Que te quede muy clarito Estela... (Le tire del pelo obligándola a levantar la cabeza) que eres mi putita, te romperé el culo, te follare o lo que me dé la gana cuando quiera... (Le metí dos dedos en el coño) Estas chorreando otra vez... si no tuviésemos que volver ya volvería a romperte el culo...

- Estela: Ahhhhhh.... noooo...

- Yo: (Moví mis dedos con rapidez en su coño, llevándola a un nuevo orgasmo) No... ¿Qué?... zorrita...

- Estela: Ahhhhhhhgggggg... siiiiii... (se quedo abrazada a mi jadeante) eres un cabròn... pero me tienes loca... has hecho que me volviera a correr como una puta... (Trago saliva) no sé donde me llevara esto, pero de momento quiero que me sigas follando así... me matas de las ganas… (Me pego un morreo de campeonato)

Tras esta nueva sesión nos separamos para volver a nuestros puestos de trabajo. Tenía a Estela comiendo en la palma de mi mano, sabía por experiencia que esta relación posiblemente duraría mientras durara el morbo entre los dos, después, bueno, después simplemente dejaríamos de ser amantes para otra vez volver a ser únicamente compañeros de trabajo. Durante toda la semana Helena estuvo de lo más tranquilita y relajada, se ve que aquellos dos con los que se fue la dejaron la mar de "mansa", me fui a casa pensando en la cena que tenía al día siguiente con Alma.

Cuando llegue a casa no me dio tiempo casi ni a ponerme cómodo, a los cinco minutos tenía en mi casa a mis dos queridas vecinitas, y por las pintas se iban a auto invitar a cenar una vez más. Traían un montón de bebidas, un cortador de pizza y fotos, montones de fotos según Alma para que conociera a la zorra de su amiga y más o menos quien era cada una de las que irían a ella... no os digo como me quede con aquello. Empecé a tener claro que Alma tenía alguna idea en su cabecita para aquella fiesta, y me estaba temiendo que pudiese intentar alguna estupidez, porque si algo tenía más que claro es que a su querida "amiga" la odiaba con toda su alma.

CONTINUARA