miprimita.com

Cambio de Personalidad - 12

en Hetero: General

                         Cambio de Personalidad - 12

El Domingo por la mañana desperté con una agradable sensación, no tarde mucho en darme cuenta que era debido a que mi querida esposa estaba chupándome la polla con delicadeza, como si no quisiese despertarme. Le deje hacer durante un par de minutos y luego la retire para colocarnos finalmente de modo que pudiésemos hacer un 69. Mientras su boca, lengua y labios trabajaban sobre mi pene y testículos, por mi parte lo hacía sobre su sexo, su culito y el clítoris, todo ella sin dejar de acariciarla suavemente el cuerpo. Una vez nos corrimos en la boca del otro, sin más miramiento que decirle un simple gracias, me largué a la ducha silbando una cancioncilla.

Desayunamos todos juntos, mientras que yo me dedicaba a mi hija, podía ver de refilón el modo en que ambas hermanas se estaban mirando, y no de un modo amistoso precisamente. Ese domingo procure hacerme omnipresente ante mi mujer, de modo que ni tuviese ni ocasión, ni oportunidad de enfrentarse a su hermana por el hecho de habernos espiado mientras follábamos. Si bien el día paso bien y tranquilo, la noche no tuvo nada de ello, ya que aunque a mi entender un poco forzados, Ana se empeñó en que echásemos un par de polvos de modo relajado antes de quedarnos dormidos abrazados, o más bien, ella a mí en realidad.

Los tres primeros días de la semana fueron de lo más tranquilos, aunque si note que Azucena me esquivaba un poco, supuse que por efecto de la más que posible discusión con Ana en la oficina a cuenta de su acción Voyeur cuando estábamos follando. Fue el miércoles casi a última hora, cuando ambas llegaron a casa vi las caras que Ambas traían y supe en el acto que alguna cosa había ido mal en el trabajo. Ana parecía estar enfadada pero apoyando a Azucena, sin embargo esta estaba pálida, apretaba los puños con rabia.... Me senté con calma en una silla en el salón mientras jugaba con la niña a los caballitos sobre mi pierna, esperando pacientemente a que ambas mujeres regresasen de ponerse cómodas para tratar de saber que ocurria. No me hizo falta preguntar en absoluto, una rabiosa Ana me lo soltó todo por la boquita, poniendo de paso a su padre a caer de un burro...

Cuando pareció que ambas estaban más calmadas fue cuando me decidí a intervenir, sopesando cuidadosamente lo que iba a decir, o no y hasta qué punto mostrar en realidad mis cartas en este asunto. Me dirigí directamente a Azucena que era quien a primera vista parecía tener el problema, procure ir con muchísimo cuidado al hablar...

  • Si he entendido bien, tu padre te ha puesto en la tesitura de que si no dimites antes de este viernes de tu puesto, te tendrás que atener a las consecuencias que te acarreara para tu reputación profesional tu fulminante despido el mismo lunes a primera hora, ¿no?
  • Si, si no dimito, el lunes me echara a la calle sin derechos de ningún tipo y con un expediente que me complicaría mucho el poder buscarme algo del mismo nivel. Evidentemente si decido retirar mi demanda de divorcio, no ocurrirá nada... ¡¡¡¡Maldito Cabrón!!!!
  • Y siguiendo con lo que habéis dicho, a ti -señale a mi esposa-, te ha amenazada con seguirla por el mismo camino si no te mantenías al margen, ¿correcto?
  • Tal y como lo has dicho, ese malnacido... –ambas hermanas estaban que mordían.
  • ¿Y vuestra madre que opina de esto?
  • Nada, no puede hacer nada, lo ha intentado, ha tratado de convencerlo de que no lo haga, pero solo ha conseguido acabar llorando y muy enfadada con él -dijo rabiosa Azucena.
  • Ya. Es interesante eso que decís, pero me pregunto una cosa, ¿cómo de duro estáis dispuestas a jugar para evitarlo? –pregunte con tono suave.
  • ¿Estas diciéndonos que existe un modo de evitar mi despido? -pregunto Azucena, mirándome repentinamente con los ojos muy abiertos.
  • Sí, eso mismo he dicho, existe un modo de evitarlo. Bien, en realidad seria entre vosotras dos, bien solas o junto con vuestra madre, lo que sería aún mejor. Pero repito mi pregunta, ¿cómo de duro estáis dispuestas de jugar contra vuestro padre para conseguirlo? –alce la mano para evitar que hablasen y poder advertirlas-. Y procurad pensarlo detenidamente pues una vez que empecéis no habrá vuelta atrás.
  • Todo lo duro que sea necesario... hasta las últimas consecuencias, él ha empezado esto -replicó Ana enseguida, Azucena por su parte solo asintió a lo dicho por su hermana.
  • Está bien, pero una vez que empecéis no podréis dar marcha atrás, os advierto. La solución es muy simple, y parece mentira que siendo como sois de inteligentes a ninguna de ambas se os haya ocurrido. Lo teneis en las manos…
  • Perdona pero creo que no te seguimos… -dijo Azucena mirando a Ana, que asintió.
  • Vuestros contratos, si los miráis detenidamente veréis que están más o menos “blindados”, y si pensáis un poco en cómo funciona la empresa de vuestra familia, hubieseis visto como por ello vuestros puestos solo dependen del consejo de accionistas, y no de vuestro padre o del director que en cualquier momento esté al frente de la misma. Resumiendo, por mucho que amenace o que le gustase hacerlo, él no os puede despedir. A efectos legales de acuerdo a vuestro contrato, dependendeis del consejo, y no del Director nombrado por el mismo. En ese sentido vosotras y el mismísimo puesto de vuestro padre están básicamente al mismo nivel, los tres dependéis en del consejo.
  • No dices más que tonterías -objetó Ana de mala leche-. Mi padre es el presidente del consejo de accionistas, y como tal nos puede despedir en cuanto este se reúna. Te recuerdo que es quien lo dirige por si no te habías enterado -me replicó Ana, en ese momento sonó el teléfono levantándose a cogerlo.
  • Mi hermana tiene razón –admitió Azucena.
  • Quizá, pero eso vuestro padre por mucho que quiera no pude hacerlo de la noche a la mañana sin una serie de requisitos previos. Si no recuerdo mal sobre los estatutos de vuestra empresa en este caso y para poder hacerlo necesitara una reunión del consejo más una votación abierta del mismo obteniendo una mayoría simple.
  • Eso únicamente lo retrasaría todo unos días más...

En ese momento Ana colgó con la cara pálida. Volviéndose a nosotros soltó una especie de gemido de dolor y nos dijo que era del hospital *****, que avisaban de que su madre estaba ingresada por causa de un accidente doméstico. No es necesaria decir que vestimos rápidamente a Clara y los cuatro nos marchamos a la carrera en el coche de Ana a ver qué pasaba con Carolina, mi suegra, madre de ambas hermanas y abuela de mi niña. Cuando llegamos estaba en una habitación, según su médico, al que encontramos precisamente saliendo de ella. no parecía ser nada más grave que unos cuantos hematomas, pero que no obstante se quedaría esa noche en observación. Cuando estuvimos a los pocos minutos con ella, no pude evitar dejar de mirar fijamente a mi suegra, quien llevaba un camisón de tirantes, dejando ver claramente el producto de su "caída" por la escalera, y que conste que ni por un instante dude de que de verdad tambien hubiese pasado lo que decía. Quien sí se asustó hasta que pudo besar y abrazar a su abuela fue mi pequeña Clara.

Carolina explico cómo había ocurrido todo, el problema que tenía yo con su historia es que no todo lo que estaba viendo me pareció que se debiese a ello. Como ya os conté, yo hago artes marciales desde siempre, concretamente Fullcontact, un deporte de contacto y que pese a las protecciones que usábamos solía dejarte bastantes marcas de morados cuando hacías combates, especialmente si te tocaba con alguien duro al golpear. Alguna de ella en los brazos, muy parecidas a un par que se apreciaban en los de mi suegra. Tenía mucha información sobre mis suegros, sabia más que de sobra de ambos como para poder hundir su matrimonio llegado el caso. De hecho, cuando me plantee la opción del divorcio y antes de desecharla del todo, investigue con discreción e intensidad a toda la familia, enterándome de muchos de sus secretos y chanchullos, algunos muy serios, luego como ya expliqué, mi falta de valor, mi hija..., las excusas para no enfrentarme a la situación que vivía. Sin embargo, y pese a que León ya me obligo a advertirle sobre levantar la mano hacia Ana, nunca hubiese pensado nada de esta faceta suya con su esposa, porque estaba casi convencido de ello, parte de esos cardenales eran obra suya.

Las tres estaban hablando, cuando Ana y Azucena le dijeron de avisar a su padre sobre el accidente, Carolina trato de quitárselo de la cabeza. Arguyó que ambos habían discutido fuertemente por causa del divorcio de Azucena, y que si le veía, volvería a hacerlo al no ver las cosas iguales. Por el modo en que Carolina me miraba de reojo, me pareció más como si no quisiese decir nada por estar yo o la niña delante que otra cosa, de modo que me salí con ella de la habitación con la excusa de ir a por algo de beber a la máquina de la planta. Cuando regresé como unos diez o quince minutos después, las tres estaban calladas, pero en las caras de Ana y Azucena se leía con claridad la furia que les atenazaba y que trataban de disimular.

Tras ver aquello como prácticamente una confirmación de mis sospechas, después de meditarlo en silencio con mucho cuidado, considere que este "fortuito" accidente de Carolina, podía ser para mí un auténtico golpe de suerte en toda regla al ponerla también a ella al alcance de mi mano. Fui consciente de que debería ir con pies de plomo en mi siguiente movimiento, y este dependería de quien de las dos hermanas se decidiese a quedarse esa noche con mi suegra. Al decidir Ana que se quedara con mi suegra, me obligué a centrarme en que esa no fuese Azucena para poder pasar a mi siguiente movimiento. Tras decidir al final por ellas mismas quien se quedaba, dejando a Ana con su madre, Azucena, Clara y yo regresamos a casa, nosotros dos en silencio casi todo el camino, y la niña dormida en su silla, en el asiento trasero.

  • ¿Qué opinas? -rompió el silencio Azucena.
  • Que también es cierto que tu madre ha caído por la escalera.
  • Ya veo, tú no crees que tanto golpe solo sea por eso, ¿verdad? -se mordió el labio.
  • Hay un par de morados en su hombro que no me han parecido que sean de una escalera precisamente. Yo he tenido alguno muy parecido por golpes de Fullcontact cuando entrenaba con alguien especialmente duro. Pero solo es una apreciación mía y el medico tampoco ha dicho nada al respecto
  • Ese medico es amigo de Papa, le he reconocido, es uno de sus habituales del Campo de Golf. Quizá si no es todo muy claro... De todos modos no entiendo por qué por mi divorcio mi padre a... -se mordió el labio nerviosa, callándose apresuradamente. Decidí dar un empujoncito.
  • Estas pensando que quizá también haya salido a colación durante la discusión por tu divorcio alguna infidelidad de tu madre, o quizá de tu padre y que por ello se ha llegado a este extremo, ¿no? -pregunté, haciendo que Azucena me mirase con la boca abierta.
  • No sé de qué me hablas... -tragó saliva.
  • Venga ya Azucena, no me mires como si te pillase de sorpresa. Ambos tienen sus líos, lo sabes tan bien como yo o como Ana, otra cosa es que prefiráis las dos mirar hacia otro lado.
  • ¿Desde cuándo estas enterado y que sabes sobre ello? -apretó los dientes.
  • Estoy enterado de sus "indiscreciones" desde hace bastante, y se más de lo que te imaginas sobre los dos. Lo que reconozco que no me esperaba de tu padre es esto de ahora...
  • Eso no nos lo esperábamos nadie... nunca creí que fuese capaz de ponerle una mano encima a mi madre.
  • Ya el día de la cena le levanto la mano a Ana y me vi obligado a intervenir, pero reconozco que creí que solo era un pronto por la situación. De todos modos, tu padre nunca ha sido lo que ha aparentado...
  • Por tu tono de voz, supongo que ni a mi hermana ni a mi nos gustara casi nada de lo que sabes sobre nuestro padre, ¿o me equivoco?
  • Para nada, no te equivocas en nada. Lo que se de vuestro padre no creo que os guste a ninguna de la dos, ni tras lo visto hoy, posiblemente a vuestra madre.
  • Esto no puede seguir así, mi madre no puede volver con mi padre...
  • Como ya os dije antes de esa llamada del hospital, todo esto se puede arreglar, incluido lo de vuestra madre y lo que este le ha hecho. Pero mi pregunta para llevarlo a buen término sigue en pie, ¿cómo de duras estáis dispuestas a ser con él?, solo que ahora mismo aquí también está incluida vuestra madre y tampoco ella podría retroceder después.
  • Si mi padre de verdad le ha pegado, y las dos la hemos creído cuando nos lo ha contado, te aseguro que estamos dispuestas a todo lo que sea necesario para alejar de nosotras a ese hijo de puta. ¿Qué tenemos que hacer? -la voz de Azucena sonó muy decidida.
  • Está bien, os ayudare a conseguirlo. De momento mañana en cuando entres a la oficina convoca una reunión de la junta de accionistas, pero no antes de asegurarte de que Ana y tu madre estén aquí, en esta casa.
  • Eso no servirá de nada...
  • Créeme que sí, sí que lo hará, convócala junto con la presencia en la misma de los abogados de la empresa y dos notarios, ero dos con los que habitualmente no trabajéis. Pero antes de eso es necesario que estéis las tres fuera de sus manos. Ese día yo os acompañare a dicha junta. Bueno, ya estamos en casa... -dije entrando en el garaje.

Lo primero nada más entrar en casa fue encargarme de acostar a mi pequeña, que no se había despertado desde que salimos del hospital, la jodía era como una marmotilla cuando tenía sueño. Saque conmigo al salón el monitor del comunicador por si Clara se despertaba, dejándole encima del mueble, mientras miraba a Azucena, que estaba de pie, nerviosa, cruzando y descruzando los brazos sin parar, como sin saber exactamente qué actitud debería de tomar. Me pareció el momento adecuado para dar el siguiente paso adelante, me acerque a ella y sin decirle nada de nada, simplemente la abrace contra mí, como si tratase de apoyarla o consolarla. Si bien al principio hizo un gesto extraño como de querer soltarse, tras susurrarle al oído unos "Shhhh", venga tranquila que no pasa nada, relájate, venga respira despacio..., etc. En un momento dado sus brazos se cerraron en torno a mi cintura y su cabeza se apoyó de modo firme sobre mi pecho.

Una vez me pareció que se relajaba, seguí susurrándole al oído palabras de apoyo mientras procuraba que mi aliento terminase sobre su piel, erizándosela con cada silaba que pronunciaba. Empecé a acariciarle la espalda con mis manos, a recorrerla con dos dedos de abajo hacia arriba, unos segundos después pude notar como sus pezones se endurecían contra mi pecho. Retire entonces un poco mi cabeza hacia atrás para poder mirarla mientras la afirmaba con fuerza contra mí, busque sus labios con los míos. Recorrí con la punta de mi lengua los suyos para terminar mordisqueándole suavemente el inferior y darle un tironcito al soltarlo... de su boca escapo un gemido.

  • No... no... no podemos... -gimió.
  • Shhhhhh... déjate llevar... -nuevamente volví a buscar sus labios.
  • Pero... Ana... -jadeó.
  • Shhhhhh... ella no está aquí...
  • Es mi... hermana... no está bien...
  • Shhhh... relájate... recuerda que somos un matrimonio liberal... no pasa nada... disfruta...

Volví nuevamente a ocupar sus labios, solo que esta vez aproveche que estaban entreabiertos para ir en busca de su lengua y enlazarla con la mía. Podía sentir perfectamente su excitación, al igual que ella la mía, puesto que tenía mi erección pegada contra ella. Sentía como movía sus caderas levemente y como trataba de apretar con fuerza sus piernas entre ellas, pero a la vez, su lengua jugaba con la mía sin la menor oposición por su parte. Fui desplazándome lentamente hacia el mueble, sujetando el comunicador de Clara por su antena, moviéndome despacio hacia mi habitación sin dejar de besar y acariciar a Azucena, arrastrándola conmigo.

Al llegar a la misma me dirigí con mi preciosa acompañante contra la cómoda, de modo que pude dejar sobre ella el monitor del intercomunicador de Clara. Luego de ello acomode lo mejor que pude a Azucena para permitirme centrarme en su falda, concretamente en los botones y la cremallera de la misma, recibiendo rápidamente el mismo tratamiento por parte de ella con mis pantalones. Antes de lo que se tarda en leerlo fue lo que tardamos ambos en dejar esa ropa en el suelo, centrándonos luego, yo en su blusa y ella en mi camisa. Una vez la ropa dejo de ser un problema nos centramos en nuestros cuerpos. Si yo por mi parte introduje las dos primeras falanges del dedo corazón en su coño, ella por la suya se entretuvo en mordisquearme los pezones, además de con una mano, menearme suavemente la polla.

Estaba semis entada sobre la cómoda, jadeante mientras con el dedo la penetraba el coño, sin embargo no quería aquello. No pretendía follármela y ya estaba, lo que yo quería, era hacerle el amor tomándome mi tiempo hasta hacerla disfrutar. El problema que tenía es que estaba muy excitado y que sus manejos estaban llevándome más rápido de lo que yo pensaba hacia la cima de mi propio placer, algo que no podía permitirme. Lo único que se me ocurrió en medio de la nube de placer que sentía, fue sacar mi dedo y con ambas manos levantarla por la cintura, luego dirigirme hacia la cama y soltarla sobre ella de golpe mientras terminaba de deshacerme de mi ropa. Con ella tumbada sobre su espalda, abierta de piernas, con estas flexionadas y la cabeza serializada mirándome jadeante con ojos llenos de lujuria, supe exactamente que era mi oportunidad con ella.

Me lance a por su sexo, metiendo mi cabeza entre sus piernas, atacando directamente con mi boca su clítoris mientras cerraba mis brazos contra sus muslos para evitar que me pudiese apartar o partir la cabeza. Estuve durante unos buenos minutos comiéndole el coño, usando mi lengua para penetrarla y mis labios para torturar su inflamado clítoris hasta el mismo instante de correrse en un grito abonito que me preocupo por si había despertado a la niña. Mientras ella balbuceaba tratándose de recuperarse del orgasmo yo me quede estático mirando al monitor del comunicador para verificar que no se escuchaba nada de ruido procedente de la habitación de Clara. Cuando me di por satisfecho con mi escucha me centre en el cuerpo de Azucena, empecé a lamerla ascendiendo desde su sexo hasta sus pechos, estrujándoselos y torturándolos con mis manos, para a la ves mordisqueárselos alternativamente con mis dientes, dándoles pequeños tironcitos. Por su parte no cesaba de gemir y acariciarme la cabeza hasta el instante en que me pidió que la follase de una vez.

Avance con mis labios sobre su cuello, deteniéndome en el nacimiento de sus hombros para luego pasar directamente a la barbilla, situándome mientras entre sus piernas, colocando el glande sobre su raja, limitándome a pasarlo por toda ella sin llegar a introducirme. Centre mi boca en la suya, me hice con sus manos, entrelazando sus dedos con los míos y obligándola a estirarlas en cruz mientras seguía jugando sobre sus sexo con mi glande, ampliando esas caricias hasta llegar a su clítoris, rozándoselo mientras le mordisqueaba sus labios y ahogaba con mi boca sus gemidos y jadeos. Azucena trataba como podía de alzar sus caderas en un desesperado intento por penetrarse ella misma sin conseguirlo, cuando considere que su estado de frustración era el que yo quería, empecé a empujar lentamente, muy despacio, abriéndome paso en su interior con deliberada lentitud, provocando que su cuerpo cada vez se arquease más al sentirse invadido por mi pene.

Una vez estuve completamente en su interior me detuve, quede parado sobre ella sin dejar de besarla, tratando de retener mi eyaculación de ese modo, ya que estaba al borde de explotar, igual que ella. Cuando creí que ya estaba “a salvo”, empecé a moverme en su interior entrando y saliendo prácticamente del todo con extrema lentitud en cuatro de cada cinco veces. Eran cuatro penetraciones lentas por una rápida, dura y hasta el fondo, como si fuese una puñalada. Con cada penetración rápida Azucena soltaba un gritito que terminaba ahogado en nuestras lenguas, enredadas mientras pasaban de una boca a otra. Gracias a ese ritmo desesperante, conseguí estar una buena cantidad de minutos follándomela, provocando que quisiese más de mí, desgraciadamente llego un momento en que mis testículos empezaron a dolerme por la acumulación a la que se estaban viendo sometidos y tuve que terminar con mi “juego”.

Cuando por fin nos alcanzó el orgasmo ambos estábamos agotados, quedamos abrazados respirando agitados, recobrando el resuello. Por mi parte trate de quitarme de encima suyo pero no me dejo, de hecho me dijo al oído que quería seguir sintiéndome de ese modo durante un ratito más. Lo malo es que me obligaba a estar un poco izado a pulso para no aplastarla, cosa que solucione retirándome de su cuerpo y limitándome a descansar mi cabeza sobre su pecho, cosa que por sus caricias creo que debió de gustarle pese a su anterior petición. Mientras estaba así descansando me dije a mi mismo que me había gustado esta forma de follar tan lenta y pausada, con Ana nunca había podido mantenerla hasta el final, pues siempre terminaba por pedirme más “brío”, que le diese más caña para no dormirse… sin embargo con Azucena había sido… simplemente genial. Lo malo es que todo lo bueno se termina antes o después, en esta ocasión acabo con la primera frase que pronuncio Azucena una vez nos recuperamos… “Aquiles, tenemos que hablar de esto”…

  • ¿De qué tenemos que hablar? –pregunté mirándola, temiéndome la respuesta.
  • De lo que le acabamos de hacer a mi hermana –replico mientras se incorporaba de la cama.
  • No creo que la hayamos hecho nada…
  • ¿Ah no?, ¿tú no crees que el habernos acostado los dos ya es haberle hecho algo?
  • Mira Azucena –me senté en la cama-, sé que eres perfecta conocedora de las condiciones que Ana impuso en nuestro matrimonio, y soy consciente de que posiblemente lo sepas desde el principio, ¿o me equivoco? –la mire fijamente a los ojos.
  • No, en eso tienes razón… y créeme que ya en su momento le dije que no era una buena idea pese a lo que a ella le pareció -esquivo mi mirada, pareciéndome que se ponía un poco a la defensiva.
  • No trato de culparte de nada, no te pongas a la defensiva por algo que no era asunto tuyo, no te estoy tratando de culpar o de hacer que te sientas mal. Lo que intento decirte, es que fue la propia Ana quien impuso su criterio de tener un matrimonio abierto a acostarnos con otras personas.
  • ¿Aquí también, en su cama? –me preguntó sarcástica.
  • No, aquí no, pero ella misma abrió esa veda cuando la sorprendí follando con el marido de mi jefa en esta misma cama.
  • Si, vale, pero yo soy su hermana, no una persona cualquiera, esto no sería nada agradable si se enterase…
  • Si, tienes razón, eso no te lo voy a negar. Pero también hay una cosa que es cierta, que Lina mi mejor amiga, además de alguien importante para mí que estaba pasando una pésima situación que ella aprovecho para follar con ella solo por hacerme daño. Y soy consciente de que eso lo sabes…
  • Pero…
  • Sin peros Azucena. La diferencia es que en este caso yo no tengo la menor intención de decirle nada porque no quiero que pueda pasarlo mal de forma innecesaria pese a ser ella quien inicio este juego. Ella en cambio se cuidó mucho de que yo tuviese una idea muy clara de lo que paso con mi amiga, esperando que lo pasase mal, ¿o me vas a decir que no? –replique con todo cinismo.
  • Ya, lo entiendo… -se levantó de la cama con cara de póker.
  • No, si me pones esa cara está claro que no entiendes. En tu mano está el que Ana se entere de esto o no, pero quiero que tengas clara una cosa Azucena. Yo solo he hecho el amor con dos mujeres, una es Ana, la otra has sido tu esta noche, y con ella eso es algo que no hago desde hace muchísimo tiempo, ahora solo follamos, por lo menos por mi parte.

Azucena no dijo nada, se limitó a mirarme y a marcharse a su habitación a dormir. No pude evitar que mis ojos se clavasen en su culo mientras salía de la habitación, era un pecado mirar ese movimiento de sus glúteos, duros como piedras, o el cimbrear de sus caderas. La verdad es que me hubiese encantado abalanzarme sobre ella, pegarla contra la pared y follármela allí mismo sin ninguna otra consideración, pero sabía que el tratar a mi cuñada como si el follar los dos fuese solo un polvo más, sería un error. Si mi esposa, Ana, tenía un auténtico cuerpazo, desde luego su hermana no le iba a la zaga.

Por la mañana cuando sonó el despertador me prepare para marcharme a trabajar, pensando en todo momento en como iría el día y en lo que me esperaba ese mismo lunes, o más bien, en lo que podía esperarme que pasase. Me marche en el coche pensando que en media hora se levantaría Azucena, en una hora llegaría la cuidadora de Clara, momento en que mi cuñada se marcharía a trabajar. Y desde ese mismo instante, cualquier cosa podría ocurrir tal y como estaba la situación.

CONTINUARA

Mas de Shadow

Lilim - 10. ¿Justicia o Venganza?

Lilim - 9. Willem van der Decken

La Boda - 9 (Final)

La Boda - 8

La Boda - 7

La Boda - 6

La Boda - 5

La Boda - 4

La Boda - 3

La Boda - 2

La Boda - 1

Lilim - 8. Kunoichi

Lilim - 7. RATTS

Lilim - 6. Vida Cotidiana

Lilim - 5. Wulfgar

Lilim - 4. Alas Oscuras

Lilim - 3. Coral

Lilim - 2. El Inicio

Lilim - 1. Ashur, el Maldito

Crónicas de Vhaalzord - Libro 27 (final) - 5

Crónicas de Vhaalzord - Libro 27 (final) - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 27 (final) - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 27 (final) - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 27 (final) - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 26 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 26 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 26 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 26 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 26 - 1

Confederación Imperial Galáctica - Libro 5

Cambio de Personalidad - 18 (Final)

Cambio de Personalidad - 17

Cambio de Personalidad - 16

Cambio de Personalidad - 15

Cambio de Personalidad - 14

Cambio de Personalidad - 13

Cambio de Personalidad - 11

Cambio de Personalidad - 10

Cambio de Personalidad - 9

Cambio de Personalidad - 8

Cambio de Personalidad - 7

Cambio de Personalidad - 6

Cambio de Personalidad - 5

Cambio de Personalidad - 4

Cambio de Personalidad - 3

Cambio de Personalidad - 2

Cambio de Personalidad - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 25 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 25 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 25 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 25 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 25 - 1

El Salvaje - 15 (Final)

El Salvaje - 14

El Salvaje - 13

El Salvaje - 12

El Salvaje - 11

El Salvaje - 10

El Salvaje - 9

El Salvaje - 8

El Salvaje - 7

El Salvaje - 6

El Salvaje - 5

El Salvaje - 4

El Salvaje - 3

El Salvaje - 2

El Salvaje - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 24 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 24 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 24 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 24 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 24 - 1

Eloy y Marisa - 13 (Final)

Eloy y Marisa - 12

Eloy y Marisa - 11

Eloy y Marisa - 10

Eloy y Marisa - 9

Eloy y Marisa - 8

Eloy y Marisa - 7

Eloy y Marisa - 6

Eloy y Marisa - 5

Eloy y Marisa - 4

Eloy y Marisa - 3

Eloy y Marisa - 2

Eloy y Marisa - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 23 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 23 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 23 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 23 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 23 - 1

Rubén - 14 (Final)

Rubén - 13

Rubén - 12

Rubén - 11

Rubén - 10

Rubén - 9

Rubén - 8

Rubén - 7

Rubén - 6

Rubén - 5

Rubén - 4

Rubén - 3

Rubén - 2

Rubén - 1

Confederación Imperial Galáctica - Libro 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 22 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 22 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 22 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 22 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 22 - 1

Decisiones - 12 (Final)

Decisiones - 11

Decisiones - 10

Decisiones - 9

Decisiones - 8

Decisiones - 7

Decisiones - 6

Decisiones - 5

Decisiones - 4

Decisiones - 3

Decisiones - 2

Decisiones - 1

Confederación Imperial Galáctica - Libro 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 21 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 21 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 21 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 21 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 21 - 1

Un clavo saca a otro clavo - 11 (Final)

Un clavo saca a otro clavo - 10

Un clavo saca a otro clavo - 9

Un clavo saca a otro clavo - 8

Un clavo saca a otro clavo - 7

Un clavo saca a otro clavo - 6

Un clavo saca a otro clavo - 5

Un clavo saca a otro clavo - 4

Un clavo saca a otro clavo - 3

Un clavo saca a otro clavo - 2

Un clavo saca a otro clavo - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 20 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 20 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 20 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 20 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 20 - 1

Alex - 12 (Final)

Alex - 11

Alex - 10

Alex - 9

Alex - 8

Alex - 7

Alex - 6

Alex - 5

Alex - 4

Alex - 3

Alex - 2

Alex - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 19 - 5 (final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 19 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 19 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 19 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 19 - 1

La Teniente - 11 (final)

La Teniente - 10

La Teniente - 9

La Teniente - 8

La Teniente - 7

La Teniente - 6

La Teniente - 5

La Teniente - 4

La Teniente - 3

La Teniente - 2

La Teniente - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 18 - 5 (final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 18 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 18 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 18 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 18 - 1

Enmendando un error - 8 (final)

Confederación Imperial Galáctica - Libro 2

Enmendando un error - 7

Enmendando un error - 6

Enmendando un error - 5

Enmendando un error - 4

Enmendando un error - 3

Enmendando un error - 2

Enmendando un error - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 17 - 5 (final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 17 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 17 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 17 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 17 - 1

El adivino - 7 (final)

El adivino - 6

El adivino - 5

El adivino - 4

El adivino - 3

El adivino - 2

El adivino - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 16 - 5 (final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 16 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 16 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 16 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 16 - 1

El tamaño importa - 11 (Final)

El tamaño importa - 10

El tamaño importa - 9

El tamaño importa - 8

El tamaño importa - 7

El tamaño importa - 6

El tamaño importa - 5

El tamaño importa - 4

El tamaño importa - 3

El tamaño importa - 2

El tamaño importa - 1

Confederación Imperial Galáctica - Libro 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 15 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 15 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 15 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 15 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 15 - 1

Atracción Mutua - 7 (Final)

Atracción Mutua - 6

Atracción Mutua - 5

Atracción Mutua - 4

Atracción Mutua - 3

Atracción Mutua - 2

Atracción Mutua - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 14 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 14 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 14 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 14 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 14 - 1

Diomedeidae - 9 (final)

Diomedeidae - 8

Diomedeidae - 7

Diomedeidae - 6

Diomedeidae - 5

Diomedeidae - 4

Diomedeidae - 3

Diomedeidae - 2

Diomedeidae - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 13 - 5 (Final)

Con los ojos del alma - 5 (Final)

Con los ojos del alma - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 13 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 13 - 3

Con los ojos del alma - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 13 - 2

Con los ojos del alma - 2

Con los ojos del alma - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 13 - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 12 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 12 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 12 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 12 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 12 - 1

Mi historia con mi novia - 8 (Final)

Mi historia con mi novia - 7

Mi historia con mi novia - 6

Mi historia con mi novia - 5

Mi historia con mi novia - 4

Mi historia con mi novia - 3

Mi historia con mi novia - 2

Mi historia con mi novia - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 11 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 11 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 11 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 11 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 11 - 1

El Veneciano - 7 (Fin)

El Veneciano - 6

El Veneciano - 5

El Veneciano - 4

El Veneciano - 3

El Veneciano - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 10 - 5 (final)

El Veneciano - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 10 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 10 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 10 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 10 - 1

Tiempo de libertad 15 - Fin

Tiempo de libertad 14

Tiempo de libertad 13

Tiempo de libertad 12

Tiempo de libertad 11

Tiempo de libertad 10

Tiempo de libertad 9

Tiempo de libertad 8

Tiempo de libertad 7

Tiempo de libertad 6

Tiempo de libertad 5

Tiempo de libertad 4

Tiempo de libertad 3

Tiempo de libertad 2

Tiempo de libertad 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 9 - 5 - (Fin)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 9 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 9 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 9 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 9 - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 8 - 5 - (Fin)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 8 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 8 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 8 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 8 - 1

Nuestro destino 6 - (Fin)

Nuestro destino 5

Nuestro destino 4

Nuestro destino 3

Nuestro destino 2

Mi chica quince 10 - (Fin)

Nuestro destino 1

Mi chica quince 9

Mi chica quince 8

Mi chica quince 7

Mi chica quince 6

Mi chica quince 5

Mi chica quince 4

Hasta el día de hoy 66 - Epilogo

Mi chica quince 3

Mi chica quince 2

Mi chica quince 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 7 - 5 (final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 7 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 7 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 7 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 7 - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 6 - 5 (Fin)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 6 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 6 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 6 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 6 - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 5 - 5 (Final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 5 – 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 5 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 5 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 5 - 1

Laura - 9 - (Fin)

Laura - 8

Laura - 7

Laura - 6

Laura - 5

Laura - 4

Laura - 3

Laura - 2

Laura - 1

Timidez - 5 - (final)

Timidez - 4

Timidez - 3

Timidez - 2

Timidez - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 4 - 5 (final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 4 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 4 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 4 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 4 - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 3 - 5 (final)

Crónicas de Vhaalzord - Libro 3 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 3 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 3 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 3 - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 2 - 5

Crónicas de Vhaalzord - Libro 2 – 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 2 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 2 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 2 - 1

Crónicas de Vhaalzord - Libro 1 - 5 (Fin)

Cronicas de Vhaalzord - Libro 1 - 4

Crónicas de Vhaalzord - Libro 1 - 3

Crónicas de Vhaalzord - Libro 1 - 2

Crónicas de Vhaalzord - Libro 1 - 1

¿Por qué a mí? – 5 – Final

¿Por qué a mí? - 4

¿Por qué a mí? – 3

¿Por qué a mí? - 1

¿Por qué a mí? – 2

Hasta el día de hoy 65 - Fin

Hasta el día de hoy 64

Hasta el día de hoy 63

Hasta el día de hoy 62

Hasta el día de hoy 61

Hasta el día de hoy 60

Hasta el día de hoy 59

Hasta el día de hoy 58

Hasta el día de hoy 57

Hasta el día de hoy 56

Hasta el día de hoy 55

Hasta el día de hoy 54

Hasta el día de hoy 53

Hasta el día de hoy 52

Hasta el día de hoy 51

Hasta el día de hoy 50

Hasta el día de hoy 49

Hasta el día de hoy 48

Hasta el día de hoy 47

Sombras del Pasado 13 – Final

Hasta el día de hoy 46

Sombras del Pasado 12

Hasta el día de hoy 45

Sombras del Pasado 11

Sombras del Pasado 10

Hasta el día de hoy 44

Hasta el día de hoy 43

Sombras del Pasado 9

Sombras del Pasado 8

Hasta el día de hoy 42

Sombras del Pasado 7

Hasta el día de hoy 41

Sombras del Pasado 6

Hasta el día de hoy 40

Sombras del Pasado 5

Hasta el día de hoy 39

Hasta el día de hoy 38

Sombras del Pasado 4

Hasta el día de hoy 36

Sombras del Pasado 3

Hasta el día de hoy 36

Sombras del Pasado 2

Sombras del Pasado 1

Hasta el día de hoy 35

Hasta el día de hoy 34

Hasta el día de hoy 33

Hasta el día de hoy 32

Hasta el día de hoy 31

El semental

Hasta el día de hoy 30

Hasta el día de hoy 29

Hasta el día de hoy 28

Hasta el día de hoy 27

Hasta el día de hoy 26

Hasta el día de hoy 25

Hasta el día de hoy 24

¿Sabes con quien hablas?

Hasta el día de hoy 23

Hasta el dia de hoy 22

Hasta el día de hoy 20

Hasta el día de hoy 21

Hasta el día de hoy 18

Hasta el día de hoy 19

Veinte días - 4

Veinte días - 3

Hasta el dia de hoy 17

Veinte días - 2

Hasta el dia de hoy 16

Veinte días - 1

Hasta el dia de hoy 15

Rehaciendo mi vida 7 - Mirando hacia el futuro

Rehaciendo mi vida 6 - Los motivos de Ainoa

Rehaciendo mi vida 5 - Sombras del pasado

Hasta el dia de hoy 14

Rehaciendo mi vida 4 - Recibiendo señales...

Rehaciendo mi vida 3 - Mi jefa, el iceberg

Rehaciendo mi vida 1 – La puta de mi novia

Rehaciendo mi vida 2 - La Dama de las Nieves

Hasta el dia de hoy 13

Hasta el dia de hoy 12

Hasta el dia de hoy 11

Hasta el día de hoy 10

Hasta el dia de hoy 9

Un balonazo en los testiculos

Hasta el día de hoy 8

Hasta el dia de hoy 7

Hasta el dia de hoy 6

Hasta el dia de hoy 5

Hasta el dia de hoy 4

Hasta el dia de hoy 3

La falta de comunicación 3

Hasta el dia de hoy 2

La falta de comunicación 2

La falta de comunicación 1

Hasta el dia de hoy 1

Cuando los deseos se hacen realidad

Mi lado oscuro 6

Mi lado oscuro 5

Mi lado oscuro 4

Mi lado oscuro 3

Mi lado oscuro 2

Mi lado oscuro 1

Mala suerte 4

Mala suerte 3

Mala suerte 2

Mala suerte