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Los secretos de la familia Martínez (capítulo 5)

en Sexo Virtual

[RESUMEN DE LOS CAPÍTULOS ANTERIORES: Tres compañeros me llevan una noche a un Club. Allí compartimos a una mujer en una orgía. Por cosas del destino resulta que esa mujer es Noemí Martínez, madre de Lourdes Martínez, una chica tímida de mi clase. Haciendo un trabajo de Filosofía en su casa, descubro el pastel. Una felación hecha en su coche de camino a mi casa tiene que servir para que cierre la boca. Pero no quiero renunciar a ella. La deseo demasiado. Con la invitación de Lourdes a una boda, veo la oportunidad idónea para acercarme a ella. Lo que no entraba en mis planes era tener a Lourdes a mi lado todo el rato. En esa boda fue donde hicimos el amor y donde comenzó mi relación, por el momento no muy definida, con ella.]

La mirada de Noemí Martínez hablaba por sí sola. No le había gustado nada que hubiese estado a solas con su hija, y menos hacerlo después de que le hubiese prometido mirarla y poco más. Lourdes no pudo más que despedirse con una sonrisa, ligeramente avergonzada por la frialdad repentina que presentaba su madre.

Aquel lunes fue algo raro en el instituto. Muchos se sorprendieron cuando le di un par de besos a Lourdes, sabiendo que la única relación que nos unía era un pobre trabajo de Filosofía. Sin embargo a lo largo de la semana se fue disipando el desconcierto y todo el mundo pudo saber que Lourdes era una persona muy simpática aunque algo tímida. Eso no cambiaba de manera tan rápida. Aún no habíamos definido nada, aunque tarde o temprano tendríamos que hablar de lo nuestro.

Pasé la tarde con ella, con la excusa de estudiar, para que hablase conmigo como solía hacer siempre. Descubrí que me gustaba escuchar y oír como hablaba, porque lo decía todo de una manera que era difícil aburrirse. Al finalizar la tarde le pregunté si se conectaría, pero no pudo asegurarme nada. Lo cierto fue que me alegré mucho al ver que aparecía por allí…

-Marty_McFly dice: ¡Hola!

-(*)Lourdes(*) dice: Hola guapo.

-Marty_McFly dice: ¿Qué tal?

-(*)Lourdes(*) dice: Bien, gracias. =) ¿y tú?

-Marty_McFly dice: Bien, me conecté esperando que entraras un rato…

-(*)Lourdes(*) dice: A ver si al final te vas a aburrir de mí…

-Marty_McFly dice: Eso es imposible…

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Ah sí? ¿Y eso por qué? =)

-Marty_McFly dice: Porque de ti es difícil que uno se canse… si eres muy lista, guapa y simpática; ya lo sabes.

-(*)Lourdes(*) dice: ¿De verdad lo crees o aprovechas ahora que no te veo para mentirme?

-Marty_McFly dice: Ja ja. Te lo prometo. Además, te lo podría prometer también mientras me ves haciendo el gesto.

-(*)Lourdes(*) dice: Si ya sabes que me fio de ti…

Por un instante se me pasó por la cabeza lo que sería más correcto respecto al asunto con su madre, pero luego me pareció una locura tan sólo el hecho de haber pensado en decir nada.

-(*)Lourdes(*) dice: Por cierto, ¿por qué a tu amigo le llaman Suneo?

-Marty_McFly dice: ¿A Miquel? Porque tiene así un poco la cara como un zorro, ya sabes…

-(*)Lourdes(*) dice: Ahm… No, la verdad es que no…

-Marty_McFly dice: Sí, el Suneo de Doraemon, que tiene un poco cara de zorro…

-(*)Lourdes(*) dice: Cara de zorro…

-Marty_McFly dice: Sí, mira…

Marty_McFly está iniciando una videollamada.

-Marty_McFly dice: Atenta.

Hice unos ademanes muy tontos y unos gestos que pretendían dibujar la cara de un zorro.

-(*)Lourdes(*) dice: Ja ja. Vale, vale… Pues sí que es verdad que tiene un poco de… Qué malos…

-Marty_McFly dice: Ha merecido la pena hacer el tonto por verte reír.

-(*)Lourdes(*) dice: Siempre me rio mucho contigo…

-Marty_McFly dice: Para mí da igual como te vea, a través de una cam, en una fotografía o a mi lado… Siempre estás preciosa.

-(*)Lourdes(*) dice: Yo prefiero tenerte cerca, así es mejor mirarte.

-Marty_McFly dice: Sí, porque desde aquí no aprecio esos dos lunares de tu cuello…

-(*)Lourdes(*) dice: Pero qué dices, si no tengo lunares en el cuello… :$

-Marty_McFly dice: Sé que sí, tienes dos en la parte izquierda que están casi juntos… Pero no te preocupes, que te adornan muy bien el cuello.

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Sí? ¿Y dónde más tengo lunares listo?

-Marty_McFly dice: Tienes uno muy pequeño en el brazo y uno al lado de la oreja, y… cerca del pecho también tienes…otros.

-(*)Lourdes(*) dice: Así que era a eso a lo que te dedicabas, ¿no? ¿A contar los lunares que tenía en el cuerpo? Ja ja. =)

-Marty_McFly dice: Creo que me dediqué a algo más.

-(*)Lourdes(*) dice: Mañana podrías venir un rato a casa, por la tarde…

-Marty_McFly dice: Ya tengo el caramelo en la boca, ahora ‘‘sólo’’ tendré que esperar hasta mañana.

-(*)Lourdes(*) dice: Pero si tampoco serviría de nada que te dijese lo que llevo puesto debajo, porque lo otro ya lo estás viendo…

-Marty_McFly dice: Es que he estado todo el día tomando apuntes y claro… no me he podido fijar en ese… ¿tanga blanco?... que llevabas puesto.

-(*)Lourdes(*) dice: Ni de lejos…

-Marty_McFly dice: ¿bragas rojas?

-(*)Lourdes(*) dice: No… :$

-Marty_McFly dice: Necesito una pista…

-(*)Lourdes(*) dice: Una pista… Seguro que te gustaría quitármelo con la boca.

Aquella frase fue la definitiva para que notase por completo el empalme que estaba teniendo. Miré hacia donde estaba enfocada la cámara, quizá se viese algo…

-Marty_McFly dice: Eso no me descarta ninguna…

-(*)Lourdes(*) dice: Pues no pienso decírtelo…

-Marty_McFly dice: Pues yo no pienso quitarte la ropa interior con los dientes mañana. Bueno…sí.

-(*)Lourdes(*) dice: Además… yo sería capaz de acertar a la primera tu ropa interior sin tanta historia.

-Marty_McFly dice: ¿Sí?

-(*)Lourdes(*) dice: Sólo necesito que me digas a qué hora te has duchado hoy.

La confianza que mostraba Lourdes me hizo dudar por un momento, pero aquellas palabras inocentes que escribía me gustaban.

-Marty_McFly dice: A las ocho.

-(*)Lourdes(*) dice: Llevas unos boxers azul oscuro. ¿Quieres la marca?

Lo había adivinado. No sabía todavía como, pero la chica había sido capaz de acertar con una pista que ni siquiera yo entendía.

-Marty_McFly dice: Ilumíname Julia Verne: ¿cómo lo has sabido?

-(*)Lourdes(*) dice: Muy fácil. La última vez que fui a tu casa tenías la ropa doblada en la cama. Eres tan despistado que no te habrás molestado en guardarla en su sitio. Me fijé en que la mayoría era ropa interior, y como hoy estamos a miércoles… Si no me equivoco habían naranja, gris, los marrones que llevabas esta mañana y los azules que llevas ahora. (Vaya parrafada te he puesto…)

Desde luego era una chica muy lista y observadora. Tenía razón en todo, y me llevé una agradable sorpresa al ver que ya me había calado.

-Marty_McFly dice: Eres fantástica…

-(*)Lourdes(*) dice: Yo creo que me merezco un premio…

-Marty_McFly dice: Pídeme lo que quieras.

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Por qué no te quitas la camiseta?

Me encantó ver su dedo pasar por sus labios mientras aguardaba una respuesta. Enviaba un par de miradas a la cámara que empezaban a seducirme. No tuve reparo en quitarme la camiseta que llevaba y quedarme con el torso desnudo.

-(*)Lourdes(*) dice: La próxima vez podrás elegir tú el premio… si ganas, claro…

-Marty_McFly dice: Si eliges premios así voy a dejarte ganar…

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Te gustaría dejarme ganar?

-Marty_McFly dice: Sí, aunque me gustarían más otras cosas.

-(*)Lourdes(*) dice: Dime una, la primera que se te venga a la cabeza.

-Marty_McFly dice: Eso que estoy pensando no puedo hacerlo a través de una pantalla…

-(*)Lourdes(*) dice: Seguro que sabes hacer otras cosas…

-Marty_McFly dice: Eso lo tendrías que decir tú…

-(*)Lourdes(*) dice: Seguro que ya te habrás dado cuenta… ¿no?

-Marty_McFly dice: Algo he intuido, sí…

-(*)Lourdes(*) dice: Y para que no digas que soy mala, te daré otra oportunidad. Si adivinas de qué color es mi sujetador me quitaré la camiseta yo también.

-Marty_McFly dice: Mm…a ver…

-(*)Lourdes(*) dice: Sólo tienes que utilizar un poco de perspicacia…

Apenas sabía lo que abarcaba esa palabra, y menos en esa situación, pero la respuesta se me cruzó como una buena idea en el momento oportuno.

-Marty_McFly dice: No llevas…

-(*)Lourdes(*) dice: Y que hayas suspendido en Castellano… no lo entiendo.

Lourdes echó un vistazo a la puerta antes de posar cada mano en el lado contrario y levantarse la camiseta verde de manga corta que llevaba puesta. Sin esfuerzo alguno y con lentitud se deshizo de ella, sacando su pelo suavemente y dejándome ver aquellos pechos firmes y grandes.

-(*)Lourdes(*) dice: Mira, aquí está el lunar que asegurabas que tenía…

Se señaló con el dedo índice un lunar que tenía cerca del pezón derecho. En aquel momento me hubiese gustado ser ese dedo índice que había viajado desde sus labios a su pecho.

-Marty_McFly dice: ¿Y yo no tengo premio por haber acertado eso?

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Qué quieres…? :$

-Marty_McFly dice: Me gustaría ver esa ropa interior que no he llegado a acertar…

-(*)Lourdes(*) dice: Son unas bragas amarillas, ¿ves?

Con la mano izquierda se estiraba ligeramente las bragas amarillas para que salieran del pantalón gris que vestía.

-Marty_McFly dice: ¿Siempre te pones tan guapa para ir a dormir?

-(*)Lourdes(*) dice: Si pienso que voy a hablar contigo sí… aunque tampoco sabía que iba a quitarme la camiseta.

-Marty_McFly dice: Me gustan mucho tus pechos…

Lourdes volvió a pasear su dedo índice por sus pezones y a tocarse ligeramente los pechos, acariciándolos suavemente mientras la otra mano apartaba el pelo que le caía por la zona de la clavícula. Hubiese matado por ser ese dedo.

-(*)Lourdes(*) dice: Si estuvieses aquí, ¿qué me pedirías?

-Marty_McFly dice: Te los besaría directamente.

-(*)Lourdes(*) dice: Aún me acuerdo de lo que hicimos en el césped…

-Marty_McFly dice: Aquel día estabas preciosa. Eres muy guapa Lourdes, creo que no me voy a cansar nunca de decirlo.

-(*)Lourdes(*) dice: Pensé que no iba a hacértelo bien…

-Marty_McFly dice: Eso estuvo más que bien…

-(*)Lourdes(*) dice: Pase lo que pase nunca te voy a olvidar, sabes… Tú has sido el primero y eso nunca se olvida.

Me quedé parado. Ella no era consciente, pero siempre acababa con algún remordimiento por recordar que me había tirado a su madre. Podría haberme excusado pensando que no sabía quien era, pero aquella felación en el coche… era plenamente consciente.

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Qué pasa? Creo que has visto un fantasma…

-Marty_McFly dice: No, es que… me pongo tonto cuando pienso en ello.

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Y no quieres ponerte más tonto?

Sin esperar respuesta se quitó los pantalones, dejándome ver por completo unas bragas amarillas que cubrían sus intimidades con gracia y que llamaban a acariciarlas y ponerles la mano encima.

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Las ves bien?

Movió ligeramente la pantalla del ordenador y se alejó un poco. La vista era más que perfecta.

-Marty_McFly dice: Me gustaría pasarte la mano por encima, tienen pinta  de ser muy cómodas y seguro que son muy suaves…

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Quieres que lo compruebe?

Un dedo circuló lentamente desde abajo hasta arriba, dibujando una tímida raja, la que separaba sus labios vaginales. Aquella línea ascendente sirvió también para que mi pene se volviese más duro, como si aquel dedo mágico lo hubiese levantado. Lourdes abrió las piernas y se mordió otra vez el dedo, mirándome con unos ojos inocentes.

-Marty_McFly dice: Yo me dedicaría a dibujar esa vagina con la lengua…

Me quité los pantalones. Mi erección era muy evidente e incluso me sorprendió ver claramente una mancha allí donde acababa mi pene. Lourdes me había producido un líquido pre seminal con todo aquello.

-(*)Lourdes(*) dice: Me gusta mucho ver como se te marca…

-Marty_McFly dice: Esto es lo que pasa cuando pienso en ti…

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Quieres ver lo que pasa cuando yo pienso en ti?

-Marty_McFly dice: Ardo en deseos.

Pero no fue yo quien ardió. Lourdes no esperó más para bajar su mano hasta las bragas, abierta de piernas, y acariciarse levemente con una mano. Cerraba los ojos por momentos, pero los abría y miraba a la cámara cuando se acordaba de que yo estaba observando todo.

-(*)Lourdes(*) dice: ¿Te gusta que me toque?

-Marty_McFly dice: Sí…esa manito se está dando el festín que me gustaría darme a mí…

-(*)Lourdes(*) dice: Pero si tú has visto más que esta mano… ¿o ya no te acuerdas de esto?

La tuve apartándose ligeramente la ropa interior y mostrándome su coño, depilado y limpio como lo solía llevar, con unos labios desnudos y apetecibles.

-Marty_McFly dice: No podría olvidarme…

Sin pensarlo más me masturbé. Aquel líquido nacido de mi punta me manchó los dedos en un primer momento, pero no me detuvo.

Lourdes introdujo su mano por debajo de las bragas, en pleno contacto con su vagina. Su cara era un poema. Se tocaba arriba y abajo, lentamente y luego más rápido, hasta que decidió tocarse en círculos y en un solo punto. Yo sabía lo que significaba aquello: había encontrado su clítoris.

-Marty_McFly dice: Me encantaría oírte, pero si encima que está cerrado con pestillo y alguien escucha gemidos…

-(*)Lourdes(*) dice: Llámame… así podremos hablar más bajo.

-Marty_McFly dice: ¿De verdad?

-(*)Lourdes(*) dice: Sí…llámame y piensa que estoy allí contigo, piensa en como lo vamos a pasar mañana…

-Marty_McFly dice: Tócate, por favor…

Los movimientos de Lourdes no cesaron, y verla bastaba para que mi erección no decayese. Mis dedos me temblaban ligeramente y tuve que borrar dos veces antes de acertar en poner el nombre en la agenda. Miraba su cara, pensaba por qué demonios no empezaba  a dar el tono. Lourdes cerraba los ojos y abría tenuemente las piernas. Se había bajado un poco las bragas y las había dejado a la altura de las rodillas.

Me pareció un castigo eterno el que mi móvil no funcionase y colgase directamente. Seguía mirando a Lourdes, que seguía con sus juegos y se tocaba con la palma de la mano.

Al fin dio tono, y no acabó de dar el segundo que Lourdes cogió el teléfono, frenando su ímpetu.

-Mis padres también están en casa, pero creo que deben estar viendo la tele o… no sé- fue lo primero que me dijo.

Aquel ‘‘no sé’’ me hacía saber que estaba disfrutando, bajando la guardia con sus atención.

Vi como siguió tocándose, y escuché por fin sus gemidos. Eran música para mis oídos, un sonido que me estimulaba para coger mi pene y moverlo. El placer fue mayor al zarandearlo de nuevo después de haber parado.

-Mañana pienso chupártela…

-Sí…

-No te la he chupado nunca, quiero saber qué se siente…

-Me pienso comer la piel de tu cuello a mordiscos, más vale que tengas algún jersey de cuello alto para taparte…

-Sigue… dime más cosas guapo…

Veía a Lourdes tocarse en su silla y oía sus gemidos y sus suspiros en susurros. Su voz sonaba muy cálida y más acogedora, e incluso oírla por ese medio me producía un escalofrío.

-Te voy a enseñar a ser mala…

-Pero si tú no eres malo…eres malísimo.

-Deseo metértela… no puedo parar de mirarte por la cam y me vuelvo loco pensando en penetrarte…

-Mi mano no es suficiente… me gusta más lo que tienes tú.

Le enseñé mi pene a Lourdes, mientras sus dedos juguetones entraban dentro de ella.

-Mm…

-Como me pones Lourdes…

-¿Cuántos dedos quieres que me meta? Sólo dime un número y lo haré…

-Tres.

Fiel a su palabra, vi como sus tres dedos abrían ligeramente su vagina y eran introducidos dentro.

-Así, eso es…

-Me gusta…ojalá fuese tu pene…-me susurró.

-Métete otro… ¿puedes?

Lourdes me miró por la cámara. Le costaba tener que susurrar todo aquello, ya no podía estarse quieta. Me enseñó cuatro dedos, sacando la mano de su coño. No duró nada allí afuera, porque los apuntó a su entrada y se los metió lentamente a la vez que oía suspiros por el móvil.

Prácticamente su mano entera luchaba por entrar. Veía sus bragas tensas que bajaron ligeramente por debajo de sus rodillas.

-Sigue Lourdes…

Movió sus dedos en círculos. No decía nada, únicamente gemía y aguantaba como podía el teléfono.

-Sigue Lourdes…no sabes como me pone…

No pudo más y cerró los ojos. Sus piernas estaban muy abiertas y su pecho botaba ligeramente con cada movimiento. Me masturbaba rápidamente sin dejar de mirar la pantalla. Oí un golpe en el auricular cuando mi semen salió disparado, caliente y espeso. Controlé mi emoción y mis gritos.

Pude ver el momento justo en el que Lourdes tenía un orgasmo y se tensaba en la silla…

La quería. No podía negar que quería a Lourdes Martínez, pero me mataría si supiese lo que llegué a hacer con su madre. Lo malo era tener que reconocer que cada cosa que decía me recordaba a lo que había hecho.

¿Qué iba a hacer? ¿Estaría dispuesta Noemí a hablar conmigo?

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