…así que salí por una escalera trasera y dando un pequeño rodeo accedí a un oscuro pasillo que conducía al patio pasando por la puerta del cuarto de la despensa, que así llamaban al lugar en el que Julio dormía la siesta. Iba a tientas pues era realmente oscuro si el patio estaba cerrado como ocurría en verano por el calor, no pude avanzar más so riesgo de ser visto por las mujeres que tranquilamente descansaban en el patio en penumbra, no podía entrar al cuarto. Elisa estaba sentada frente a mí y de espaldas a la escalera por la que se suponía que teníamos que bajar mi tío y yo, por esa razón no le debía importar la posición, sentada en un balancín con los pies en el mismo asiento y las rodillas levantadas ofrecía un maravilloso espectáculo a quien saliera por el pasillo, en teoría sólo su marido. En la penumbra del patio se resaltaba el blanco de sus bragas bajo la amplia falda que de normal casi le llegaban a las rodillas, sus piernas me producían una atracción indescriptible y verla así era una sorpresa inesperada, descartada la idea inicial, ahora era el momento idóneo para hacerme una paja más por Elisa y esta vez no pensaría en ella, la estaría viendo desde la oscuridad seguro de no poder ser visto. Sólo sacármela por la bragueta y ya la erección era tremenda, no podía dejar rastro así que saqué mi pañuelo del bolsillo y terminé de sobármela para correrme en él…
..Veía aquel coño rosado rodeado de pelo negro acariciado por sus divinas manos y mis manos a su vez acariciaban mi tieso pene que mojado y a punto de explotar me provocaba un placer que en ninguna de mis anteriores pajas había alcanzado. Cuando ella, entre jadeos y espasmos llegó al orgasmo, yo estaba tan a punto que tuve que retenerme como pude, pero al ver los movimientos reflejos de la zona cercana a su ano provocados por el tremendo orgasmo que ella misma se había trabajado, noté que me iba a correr sin remedio y para culminar el acto imprimí un movimiento más rápido a mi mano con la que al instante noté los chorros de semen que pasando por mi verga iban a parar al pañuelo que previsor, portaba en la otra mano...
.