… y ella, que tenía que notar su erección se le abrazaba y lo rodeaba con sus piernas. Julio le propuso echar un polvo allí mismo dentro del agua, como me confesaría al día siguiente cuando me contaría todos los detalles, pero Elisa, ante mi presencia, se negaba al principio pero no por eso dejaba de provocarle frotándose contra su cuerpo y sin dejar de sobarle la polla.
Poco a poco Elisa se fue calentando cada vez más pero pesaba mucho mi presencia para dar el paso definitivo, Julio le susurró al oído unas palabras mientras con sonrisa pícara me miraban a mí que me encontraba a escasos 2 metros de ellos, según parece la convenció explicándole que puesto que ya me debía estar masturbando, me podían dar verdaderos motivos para hacerlo y que en todo caso, yo no les vería más que las cabezas y que lo que ellos tenían que hacer era disimular. Enseguida vi que se besaban y dejaban de sonreír, Julio le ayudó a sacarse los tirantes del bañador para que yo no notara nada y ella se despojó del resto del bañador dejándoselo sin sacar de una pierna, él hizo lo mismo y ella se le colgó al cuello para ser penetrada fácilmente. Yo observaba sus caras y en ellas se podía ver, incluso con la poca luz existente, el placer que se estaban dando, ya suponía que Elisa, por su mirada intensa y sus sensuales y gruesos labios, era una mujer ardiente pero aquella noche quedó patente sobre todo cuando, olvidándose de mi presencia, cambió de estar colgada del cuello del marido a abrazarse a él con intensos movimientos incontrolables que dejaron a la vista casi al completo sus pequeños pero hermosos, firmes y sensuales pechos. Supuse que me enteraría del momento en el que uno u otro o los dos a la vez llegaran al orgasmo, lo estaba esperando y deseando porque en mi masturbación ya hubiera llegando al final de no ser por esperarlos, no tuve que hacerlo mucho y como suponía, no pudieron o no supieron o no quisieron disimular como en un principio se habían propuesto y la pareja llegó al éxtasis entre jadeos y espasmos más que visibles que me provocaron…