miprimita.com

El adiestrador de esclavas

en Sadomaso

 

El adiestrador de esclavas

 

(Un corpulento negro, recibe el encargo de capturar a una muchacha y domarla para convertirla en esclava, por lo cual, además del placer sexual que ello conlleva, cobrará por ello)

 

Wendy llevaba esperando muchas, muchas horas en una postura tremendamente incomoda… Recordaba como aquella noche, mientras caminaba de regreso casa, fue obligada a entrar en la parte posterior de una furgoneta por un corpulento individuo negro de aspecto escalofriante, amenazándola con una navaja, a la vez que le mantenía un trapo empapado en la cara que la iba dejando, poco a poco, sin fuerzas y que al final se desmayó.

 

Ahora, ya despierta, se encontraba encorvada hacia delante, con los brazos estirados al máximo por atrás y las muñecas atadas juntas… Sus ojos sólo veían unos horribles zapatos de gran talón que no eran suyos y un palo que trababa su cuello a los tobillos… Llevaba también un gran vibrador metido en la boca.

 

En la tortuosa postura en la que se encontraba no podía levantarse ni agacharse, ni moverse, ni apenas respirar, pero sufriendo espantosos calambres en sus largas y bonitas piernas desnudas por las muchas horas de espera.

 

“¿Qué hacía ella allí?”... Desde que se despertó, Wendy se hacía ésta y otras preguntas.

 

Unos pasos y un salvaje latigazo en las nalgas terminaron con tan aterradora e inquietante soledad y espera… Y allí empezó otro tipo de agonía… Otra mucho peor y mucho más obscena.

 

Posiblemente era el hombretón negro que la raptó, pensó Wendy… Éste, tiró el látigo al suelo para que ella lo viera y cogiéndola de las caderas, la penetró de un solo golpe por el ano, provocándole un tremendo dolor… Y el hombretón comenzó a explicarle su situación en breves palabras.

 

- Bienvenida a mi escuela, esclava… Alguien a quien conoces muy bien me encargó domarte y adiestrarte como esclava sexual… Yo soy tu domador o tu adiestrador, como quieras llamarme.

 

Las palabras retumbaron huecas en los oídos de Wendy… El tremendo dolor ocasionado por la salvaje penetración, tras tantas horas de agónica postura, le impidieron comprender en primera instancia… El hombretón negro lo sabía y, tras un breve silencio, continuó detallando sus siniestras intenciones mientras seguía dándole por el culo, frenéticamente.

 

- Primero romperé en mil pedazos tu rebeldía y luego te enseñaré todo lo que un coño adiestrado debe saber hacer para darle el máximo placer al hombre al que perteneces… Será un verdadero placer para mi enseñarte… ¡Ya verás!… Aunque no sea tanto para ti... Jajaja.

 

Las risas del hombretón, su gran pene penetrándola y desgarrándole el culo, las horas de sádica inmovilidad y el terrible espanto que sentía por lo que acababa de escuchar, terminaron con la escasa resistencia de Wendy que perdió el sentido poco antes de que el espeso y fétido esperma anegaran sus entrañas.

 

Cuando Wendy despertó, todo su cuerpo era un marasmo de dolor y sufrimiento hasta el extremo de desear la muerte… Ahora el hombretón negro le había cambiado de posición… Ahora se encontraba boca abajo atada por las muñecas y tobillos a los extremos de una barra que colgaba del techo… Y de sus pezones,  colgados de sendas pinzas dentadas que se clavaban en ellos, pendían dos kilos de plomo de cada uno de ellos, que los estiraban dolorosamente.

 

Mientras Wendy se hacía una idea de la nueva postura en la que se encontraba, escuchó de nuevo las palabras de su torturador negro:

 

- Lo de darte por el culo fue la primera lección, esclava… Ahora toca la segunda… Vas a limpiar esta bonita pollaza con tu lengua… La limpiarás de arriba abajo sin olvidar ningún rincón y lo harás con el máximo esmero y entusiasmo que seas capaz hacerlo.

 

Con tremendo asco y con los ojos clavados en el negro miembro sucio de esperma y de restos de su propio intestino, Wendy abrió la boca no para obedecer sino para suplicar... Pero antes de que nada pudiera decir nada, el hombretón negro agarró brutalmente a la chica del pelo y le aplastó por un instante la cara a sus gigantescos, apestosos y oscuros genitales.

 

Agotada por la salvaje postura en la que estaba y la brutalidad con la que era tratada, Wendy empezó a recorrer con la lengua la asquerosa polla del negro entre lágrimas de amargura… Jamás en la vida se imaginó en tan humillante y nauseabunda tesitura… Mientras pensaba en esto, bañaba de saliva, de extremo a extremo, la pollaza tremendamente dura del negro, tal y como le había sido ordenado.. Y lo hizo sin descanso durante más de media hora.

 

Con el paso lento de los minutos, le empezaron a doler las mandíbulas pero el pánico que tenía le hacía seguir moviendo su cabeza y deslizar sin descanso su lengua a lo largo del tremendo pollón… Al mismo tiempo, tremendas sacudidas recorrían sus hombros agarrotados; sus brazos, en extrema tensión, le dolían terriblemente; su espalda doblada hacia atrás como un arco tensado,  sus tetas estiradas por las pesas y sus piernas acalambradas, completaban toda una horrorosa agonía de sufrimiento continuo.

 

En un determinado momento escuchó nuevas ordenes de su adiestrador que sabía, debería cumplir a rajatabla.

 

- Ahora te pondrás a mamarme el glande, sólo el glande y poco más… Pero, OJO, cada vez que te lo ordene, la engullirás entera… No te gustará, lo sé… Pero una esclava debe aprender a tragar una polla hasta casi asfixiarse y en eso consiste ahora tu aprendizaje… Mamar, tragar a tope y saber respirar para mantener la polla totalmente metida en la boca y no asfixiarse… Comencemos… Venga, dilata bien la boca para que entre y prepárate para separa al máximo tus mandíbulas para que toda mi polla entre lo más profundo posible en la garganta… Y, por tu bien, acostúmbrate y hazlo poniendo el máximo entusiasmo si no quieres que te de una buena tanda de latigazos, le ordenó finalmente.

 

Cuando esa orden llegó, Wendy dejo de mamar y abrió la boca todo lo que pudo permitiendo, a duras penas, y entre arcadas, que el grueso y largo pollón de su adiestrador penetrase desgarrándole casi los labios y desencajándole las mandíbulas… Cuando su adiestrador detuvo la penetración, vio con horror que aún le quedaba mucha polla por tragar… A continuación, sintió cómo su adiestrador tiraba salvajemente del pelo hasta abrirle más la garganta y poderle meter unos buenos cinco centímetros más dentro de la boca.

 

En respuesta a esto, Wendy sacudió la cabeza y el cuerpo desesperadamente tratando de librarse pero lo único que consiguió fue torturarse aún más los pezones pinzados con las pesas y atormentar también sus brazos y piernas tan salvajemente distendidos… El adiestrador adelantó las caderas y metió un par de centímetros más, disfrutando de las reacciones que producía la empalada garganta de la esclava.

 

Justo cuando Wendy comenzaba a desmayarse por falta de aire, su verdugo negro se retiró y sacó la polla de la boca de la chica… Contó hasta cinco y se la metió de nuevo con furia redoblada atravesando la torturada faringe que seguía abierta de par en par en busca del aire que le faltaba… Wendy alzó los ojos al rostro de su verdugo y trató con todas sus fuerzas de suplicarle con la mirada para que parara de maltratarla, mientras sufría violentos espasmos que la hicieron mearse… Y, por supuesto, vómitos… Muchos vómitos.

 

Preso de excitación por todo esto, su adiestrador logró hundir totalmente su grueso y largo pollón hasta sentir los labios de la aprendiz de esclava pegados a sus cojones… Al acacharse el verdugo pudo distinguir claramente el relieve del pene en la garganta de su víctima.

 

- Como te fije, tienes que ir aprendiendo a controlar respiración y dilatación bucal porque es muy importante que lo realices a la perfección… Ten en cuenta que tu valor como esclava subirá como la espuma, al igual que mi prestigio.

 

Wendy miró a su verdugo con odio en sus ojos pero esa expresión apenas duró un par de segundos… Su preparador le hundió de nuevo la polla en su garganta y vuelta a empezar de nuevo… Y así estuvieron gran parte de la noche, al termino de la cual, el aprendizaje había mejorando por la “buena predisposición” de la victima que no tenía más remedio que acatarlo.

 

- ¿Qué te parece, esclava, cómo has aprendido?... Creíste al principio que te sería imposible lograrlo y ya has visto que con “voluntad e interés” has logrado en unas horas un importante avance… Aunque aún te quedan muchos días de trabajo, porque prisa no tenemos… Tu estancia aquí no será precisamente breve… Pasaremos tú y yo mucho tiempo juntos, enseñando y aprendiendo… ya verás cómo al final, lograré de ti que seas una excelente esclava… Y ahora, para terminar por hoy, vamos al remate final.

 

El adiestrador metió de nuevo la polla en la garganta de Wendy y comenzó a un mete y saca frenético hasta que la denigrada joven notó que algo caliente y espeso llenaba su estómago a rebosar… El negro torturador se la sacó despacio de su boca y simplemente le ordeno:

 

- ¡Limpia!

 

Y Wendy limpio y limpio hasta que se la dejo muy reluciente…

 

Después, las luces se apagaron y la dejaron sumida en una profunda oscuridad, hambrienta y quizá con mucho tiempo por delante para pensar… ¿Cuánto volvería a seguir torturándola?... ¿Hasta cuanto podría soportar tanto sufrimiento?... ¿Para quién estaba siendo entrenada y preparada?... ¿Cuánto tiempo duraría su preparación para terminar siendo una esclava?... Estas y otras muchas preguntas pasaron por su mente agotada… Ante tanta barbaridad, sufrimiento y tortura, lo mejor que podía hacer es seguir colaborando al máximo para terminar lo antes posible con todo esto…

 

Y cuando menos se lo esperaba, la luz se encendió en la cámara donde se encontraba… Su adiestrador llevaba en la mano dos cuencos que depositó en un rincón del suelo… Luego la soltó y Wendy apenas se sostenía ayudada por el enorme negro… Sintió como le esposó sus muñecas a la espalda y la arrastró cerca de los recipientes… Vio como en uno de ellos había agua y en el otro una pasta que le recordó comida para perros.

 

Mientras me desataba y me colocaba como él quería, me dijo: Por ahora estas respondiendo a mis órdenes, aunque de momento lo he logrado a base de tenerte atada en posturas muy dolorosas… Por tanto, todavía falta mucho para doblegar totalmente tu voluntad y que lo aceptes voluntariamente y con diligencia sin importarte el dolor y sufrimiento que tu adiestrador y tu Amo te puedan causar… Piensa que para hacer de ti una buena esclava debes asumir esto y más porque tu vida a partir de ahora es una entrega constante para lograr que se disfrute al máximo con tu cuerpo… Y al final, lo conseguiré… Lo que tarde, dependerá de ti.

 

- Ahora debes alimentarte bien y descansar pues dentro de unas horas habrá que seguir… Y lo sabes…  Tienes que lograr alcanzar un buen nivel de sumisión y que me sienta satisfecho de tus avances… Me pagan para conseguir que puedas cumplir sin problemalos caprichos que tu Amo me ha encargado que consiga de ti… Y esa debe ser nuestra única meta... La mía y la tuya.

 

 

Y sin añadir nada más, apagó las luces, dejándome comiendo en la más absoluta oscuridad… Y allí, desnuda, agotada, dolorida por todas partes y tendida en el suelo, me dormí.

 

 

Continuará….

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Mas de yanine10

Lesbiana novata

El examen uretral de Yadira

Cornudo, ¿un presentimiento que fue realidad (2/2)

Cornudo, un presentimiento que fue realidad (1/2)

Yo, dominanta y tú, sumisa

Los terribles y sádicos piratas de Berbería (6)

La sospecha de la esposa embarazada

Cedí a mi esposa al club Coco Bongo (4/4)

Cedí a mi esposa al club Coco Bongo (3/4)

Cedí a mi esposa al club Coco Bongo (2/4)

Cedí a mi esposa al club Coco Bongo (4)

Hermanas

Marta y su masturbación estilo japonés (2/2)

Marta y su masturbación estilo japonés (1/2)

Mi mamá y yo entregadas al mismo hombre

Chica en un tarro de cristal

Un Amo negro

Control de orgasmos

Ejecutiva dominada

A mi esposa le gusta la webcam

Diversión entre adultos (2/2)

Diversión entre adultos (1/2)

Condenada a trabajos de cantera

Sometida por una lesbiana dominante

Amor de madre, amor de hijo

Un marido sumiso moldeado a su gusto

Un día de amor entre mujeres

La historia de mi esposa Marta

Convertida en una ponyGirl para toda su vida (2/

Convertida en una ponyGirl para toda su vida

La sesión de fotos de Adele

Feliz día del nudista

Buscando una polla negra para mi esposa

Entregando mi coño a una lesbiana (2/2)

Entregando mi coño a una lesbiana (1/2)

Sentada en el regazo de mi hijo

El sometimiento de Fanny

Preparando la mercancía para su uso

La incontinencia de María

Forzada a ser un juguete sexual (2/2)

Forzada a ser un juguete sexual (1/2)

Quien es tu mamá ahora?

En poder de una pareja negra

El primer momento dorado de Natalia

Tiempos difíciles para Sandra

Y

Al final consiguió doblegarme y hundirme (3/3)

Al final consiguió doblegarme y hundirme (2/3)

A mi abuela le gusta

Al final consiguió doblegarme y hundirme (1/3)

Culto a la polla negra (4/4)

Mamá cautiva de un hombre tribal

Culto a la polla negra (3/4)

Falso embarazo

Culto a la polla negra (2/4)

Culto a la polla negra (1/4)

Nudistas por casa

A ella le gusta como la someto

15 meses de sufrimiento y degradación (2/2)

15 meses de sufrimiento y degradación (1/2)

Ella me rebajó a ser una criada especial (3/3)

De mi hijo, soy sus manos y algo más (8/8)

Ella me rebajó a ser una criada especial (2/3)

De mi hijo, soy sus manos y algo más (7/8)

Ella me rebajó a ser una criada especial (1/3)

De mi hijo, soy sus manos y algo más (6/8)

De mi hijo, soy sus manos y algo más (5/8)

De mi hijo, soy sus manos y algo más (4/8)

De mi hijo, soy sus manos y algo más (3/8)

De mi hijo, soy sus manos y algo más (2/8)

De mi hijo, soy sus manos y algo más (1/8)

Coacción a una joven madre

Una técnica de señal de TV, marimacho

Mamá, mi hermana Susi y yo

La infame vida de una recien casada (Cap 7) FINAL

El triste destino de mi esposa (3/3)

El triste destino de mi esposa (2/3)

El triste destino de mi esposa (3/3)

El furor uterino de mamá

Mi mujer, con 52 años y ahora lesbiana (2/2)

Mi mujer, con 52 años y ahora lesbiana (1/2)

Mamá pillada por la cámara de video

Por el impago de un préstamo a un sicario (2/2)

Por el impago de un préstamo a un sicario (1/2)

Por fumar porros con mi novia y mi madre

Una equivocación que se paga muy cara

Lactancia y sexo con un negro, todo a la vez

Una noche para recordarla siempre

Jugando a ser mi bebé

Un caso típico de histeria clitoriana

Donna entra a trabajar para mi

Violando a madre e hija (Cap 2/2)

Violando a madre e hija (Cap 1/2)

Mi papá es mi proxeneta

Diana y el placer del enema

Venganza sibilina

Mi sumisa madre

La infame vida de una recien casada (Cap 6)

La prueba de casting teatral de Ellen

La joven ninfómana

Discretas madres lesbianas

La infame vida de una recien casada (Cap 5)

Hermafrodita

Mamá es una escort

La infame vida de una recien casada (Cap 4)

Leche materna

Mamá

Una tarde perfecta para disfrutar

La infame vida de una recien casada (Cap 3)

La infame vida de una recien casada (Cap 2)

Desaparecida

Un completo masaje oriental

La infame vida de una recien casada (Cap 1)

Los terribles y sádicos piratas de Berbería (Cap 5

Los terribles y sádicos piratas de Berbería (Cap 4

Los terribles y sádicos piratas de Barbería (Cap 3

Los terribles y sádicos piratas de barbería (Cap 2

Los terribles y sádicos piratas de Berbería (Cap.1

La hija de la portera (Capitulo 3)

Forzada a ser esclava (4)

La hija de la portera (Capitulo 2)

La hija de la portera

Gigi, mi yegua

Forzada a ser esclava (3)

Forzada a ser esclava (2)

Forzada a ser esclava