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De mi hijo, soy sus manos y algo más (2/8)

en Amor filial

Para poder seguir el hilo del relato debe leerse el Capitulo I

 

Capitulo 2.- Mis manos siguen aliviando cada vez mejor a mi hijo, o sea, masturbándolo.

- "¿Mamá… Mamá, despierta."

Lisa se despertó lentamente, parpadeando a la luz del brillante sol de la mañana… Levantó la vista y vio a Adam de pie junto a su cama.

-  "Es hora de levantarte", le dijo su hijo.

- "Buenos días, cariño", murmuró su madre, bostezando y estirando su cuerpo lánguidamente… Había dormido maravillosamente, después de ese delicioso orgasmo que tuvo al masturbarse.

Sus ojos se abrieron cuando los acontecimientos de la noche anterior volvieron en un instante a su mente... Se sonrojó cuando recordó acariciar la polla de su hijo, corriénndolo con su mano, y las cosas que había estado fantaseando más tarde mientras se masturbaba.

Ella notó que los ojos de su hijo seguían recorriendo su cuerpo… Mirando hacia abajo, se sorprendió al darse cuenta de que todavía estaba completamente desnuda sobre las sábanas… Quiso coger el edredón y cubrirse más, pero no quería que Adam pensara que había algo malo en la desnudez… Entonces, ella se sentó y alcanzó su albornoz, que todavía estaba a los pies de la cama.

- "Tengo que ir al baño", le dijo Adam dándole la espalda mientras ella se ponía la bata.

- "Claro, cariño", dijo Lisa, levantándose de la cama y siguiéndolo hacia el baño... Ella pasó a su lado y levantó la tapa del inodoro, pero él se detuvo en la puerta del baño.

- "No puedo orinar todavía, mamá", murmuró Adam… Ante la mirada asombrada de su madre, se encogió de hombros impotente, sonrojándose... - "Tengo la erección de la mañana?", le explicó, mirándose a sí mismo.

Lisa miró hacia abajo y notó la deformación de la parte delantera del pijama de su hijo... Al mirar reaccionó con un pequeño sobresalto, pero mantuvo la calma.

- "Oh, ya veo… ¿Cuánto tiempo piensas que tardará en bajarse?", le preguntó

- "No sé", respondió encogiéndose de hombros otra vez… - "Por lo general... ya sabes"… Hizo un gesto impotente con la mano vendada, subiendo los ojos tímidamente para mirar a los de ella.

- "¿Todas las mañanas, también te masturbabas?", preguntó incrédula, levantando las cejas.

Su única respuesta fue una sonrisa tímida y un sonrojo creciente.

- "Entonces, ¿necesitas que,... te 'relaje' de nuevo?", preguntó.

Él se encogió de hombros sin comprometerse, pero ella podía ver el deseo en sus ojos.

- "Está bien", dijo ella… - "Pero sólo dame un minuto", añadió ella, sonriendo ante la mirada ansiosa que le cubría el rostro… "Yo también tengo que orinar y no tengo que preocuparme por ninguna 'erección de la mañana'."

Mientras ella lo miraba expectante, pareció darse cuenta de repente de que estaba esperando que él se fuera.

- "¡¿Tengo que salir?!" preguntó… Y una sonrisa traviesa se extendió por su cara... - "No es justo... Tú te quedas cuando yo meo."

Lisa se rió de él, feliz de verlo de buen humor… Ella no sabía si era ante la perspectiva de otra masturbación o simplemente estar en casa después de tanto tiempo en el hospital… Pero estaba contenta de verlo feliz.

- "Supongo que tienes razón", respondió ella.

Y se dio la vuelta, levantando el dobladillo de su bata mientras se sentaba… Sabía que él podía verle la curva de su culo y probablemente su vello púbico de color marrón rojizo, pero se dijo a sí misma que no era gran cosa… ¡Qué porras!, la acababa de ver totalmente desnuda hace unos momentos... De repente, se le ocurrió preguntarse cuánto tiempo podría haber estado parado allí mirándola desnuda antes de despertarla… Echando un vistazo a su abultada entrepierna, se preguntó si lo que quería era estrictamente una meada o deseaba una nueva masturbación.

Consciente de sus ojos sobre ella, lo miró mientras soltaba su orina y comenzó a sisear en la taza del inodoro.

- "Entonces, ¿dormiste bien?", le preguntó, haciendo una pequeña charla.

- "Sí, genial", respondió... - "Mejor que en el hospital… Allí te siguen despertando toda la noche."

- "Estoy contenta de que estés en casa, cariño", le dijo, arrancando un poco de papel higiénico mientras el chorro de su orina se reducía a un hilo... Cuando terminó, metió la mano entre las piernas para limpiarse… luego se levantó y dejó que su bata volviera a su lugar… Ella pulsó el inodoro, luego bajó la tapa y se volvió hacia su hijo.

- "Está bien, ven aquí, tigre… Veamos si podemos arreglarte"... Ella lo colocó frente al inodoro y se inclinó para bajarle su pijama… Su polla saltó mientras se le bajaba…  La tenía a escasos centímetros de su rostro… Lo suficientemente cerca para sentir que el olor a hombre le marease la cabeza... Ella lo miró momentáneamente, sorprendida una vez más por el tamaño y el grosor de la misma… Tuvo el impulso repentino de metérsela en su boca, pasar su lengua por la suave dureza y chuparla hasta que su caliente semen llenase su boca... Las fantasías de la noche anterior volvieron a abrumarla.

Lisa respiró hondo... Pensó que estaba haciendo esto para aliviar las frustraciones de Adam… Ella necesitaba mantenerlo en un estado de ánimo propicio para su recuperación y para evitar que se deprimiera.

Lo sentó en el inodoro y se arrodilló frente a él… Tirando de su pijama hacia abajo, se lo quitó… Luego le separó las rodillas y se puso entre sus musculosos muslos.

Ella quiso mostrar calma pero aun así su mano tembló ligeramente mientras agarraba la gran polla erecta de su hijo... Él ya estaba respirando pesadamente a través de sus labios separados cuando ella comenzó a acariciar el tronco, luchando por mantener un aire de desapego, segura de que Adam se horrorizaría si supiera los pensamientos incestuosos que había estado teniendo... Pero fue difícil… Su polla era suave como la seda, pero dura, caliente y palpitante mientras aumentaba el ritmo de sacudidas con su puño.

Ella estaba sudorosa con la pesada bata que llevaba... El sudor le caía por su frente y también podía sentirlo que bajaba por sus axilas… Le costó sólo unos minutos más que la noche anterior, pero su brazo, al no estar acostumbrado a este movimiento repetitivo, se estaba cansando en el momento en que Adam se corría.

Él apretó los dientes y gruñó… Sus piernas inconscientemente apretaron los costados de su madre mientras levantaba su grupa del asiento y arqueaba su espalda... Su polla se convulsionó en su mano y el semen se disparó en el aire.

Ella continuó masturbándolo, deslizando su mano rápidamente arriba y abajo de su tronco, mirando fascinada como un chorro tras otro de semen blanco salía por la punta… ‘Qué barbaridad… Cuanto semen… Habrá tirado tanto o más que anoche’, pensó ella…. El semen cayó por todas partes, cubriendo su mano y la parte delantera de su bata… También, las ingles y el vientre de su hijo… Ella siguió acariciándolo hasta que su orgasmo se calmó y él colapsó en el inodoro con un gemido bajo.

Sin hablar, Lisa se levantó del suelo y fue al lavabo... Enjuagó el semen caliente de su mano, luego mojó una toallita y se limpió las gotas de la bata lo mejor que pudo antes de volver con Adam... Ella lo limpió, sonriéndole tranquilizadoramente cuando sus ojos se posaron nerviosamente en su rostro… Su pene se volvió medio duro otra vez mientras lo lavaba, así que lo dejó caer sobre su muslo, decidiendo darle un momento para recuperarse.

- "Ahora relájate, cariño", dijo acariciando su mejilla… - "Voy a buscar algo para ponerte y luego te ayudaré a orinar, ¿de acuerdo?"

Él asintió, sonriendo tímidamente hacia ella... Salio de baño, cruzó el pasillo hacia su habitación y cogió ropa interior y pantalones cortos... Eso sería suficiente hasta la hora de su cita en el hospital.

Él se levantó cuando ella regresó al baño... Ella se acercó y levantó la tapa del inodoro… Esperó para que Adam se pusiera en posición, luego tomó su pene recién relajado y lo apuntó a la taza del inodoro… Ahora se estaba convirtiendo en una experta en apuntarlo a donde quería.

Lisa se había dado cuenta de que si Adam se sentaba a orinar, probablemente no necesitaría que ella se lo sostuviera, pero algo le impedia ahora sugerirselo... Aunque odiaba verlo lastimado, le gustaba el hecho de que la necesitaba… No se había sentido tan cerca de él desde que era un bebé… Cuando terminó, ella lo limpió con una hoja de papel higiénico, le puso la ropa interior y los pantalones cortos y luego se lavó las manos y lo ayudó a cepillarse los dientes.

- "Ahora, mira la tele mientras me ducho y luego prepararé un poco de desayuno", le dijo cuando terminó con él... Ella lo acompañó a la puerta del baño, le dió una palmadita en la parte trasera y cerró la puerta.

Ya sola, respiró profundamente, apoyándose contra la pared… Se quitó la bata manchada de esperma dejando que cayera al suelo… Al mirarse vio que un poco del semen blanco y espeso había aterrizado en su pecho... Lo cogió y se quedó mirándolo fascinada... Antes de darse cuenta de lo que estaba haciendo, su pulgar estaba en su boca y saboreaba el esperma de su hijo, soñando que era su polla lo que estaba chupando.

- "¿Mamá?"… Escuchó.

Lisa se sobresaltó y se sacó el pulgar de la boca... Sus brazos instintivamente intentaron cubrir su desnudez, cruzando sus tetas y cubriendo su entrepierna.

- "S-sí?", respondió con voz temblorosa.

- "¿Podemos comer tostadas con mermelada para el desayuno?", preguntó desde el otro lado de la puerta.

- "Claro, cariño", respondió, ruborizándose sintiéndose como si la hubieran pillado a pesar de que no podía haber visto lo que había estado haciendo... - "Salgo en unos minutos, cariño."

- "De acuerdo, mamá… Por favor, date prisa… Me muero de hambre."

Después de que él se fuese, Lisa se metió rápidamente en la ducha y en breve tiempo ya estaba preparando el desayuno.

Poco después del desayuno, Lisa y Adam cruzaron el último obstáculo de la vergüenza... Adam necesitaba volver a usar el baño, sólo que esta vez tenía que defecar... Lisa lo acompañó al inodoro y luego esperó en el pasillo para darle algo de privacidad… Afortunadamente, él no estaba demasiado avergonzado cuando terminó y la llamó… Tuvo que levantarse y agacharse para poder dejarse limpiar el ano... El contacto íntimo que ya habían compartido en ocasiones anteriores le ayudó a la indignidad de la situación.

A la hora establecida, ella lo llevó al hospital... Cuando llegaron a casa, Adam durmió una siesta, después de haber tenido que tomar una pastilla para calmar el dolor tras su cura... Cenaron bien y luego miraron la tele hasta que llegó el momento de la ducha.

Esta vez, Lisa iba con la camisa y los jeans que llevaba todo el día... Pensó que no tiene sentido empapar otro camisón... Adam no discutió esta noche, aparentemente ansioso por entrar a la ducha… Lisa lo desnudó, puso las bolsas de plástico sobre sus manos y luego lo ayudó a entrar en la bañera.

Mientras ella lavaba su cuerpo, trató de evitar pensamientos impuros en su cabeza, lo cual le resultaba casi imposible... Para el momento en que llegó a la última parte, sus genitales, la polla de Adam ya la tenía completamente tiesa.

Ella enjabonó la zona dándole una mejor limpieza que la noche anterior… Cuando su mano se deslizó sobre su polla dura como la piedra, pensó que lo mejor sería masturbarlo allí y así evitar el lío más tarde… Pero cuando envolvió su mano en el grueso tronco y comenzó a acariciarlo con esa intención, Adam la detuvo.

- "Uff, mamá", dijo vacilante… - "Preferiría esperar"… Cuando su madre lo miró, él explicó - "Me gusta más que me lo hagas en la cama"… Él se sonrojó levemente, diciendo "¿De acuerdo?"

- "Lo que quieras, cariño... Tú eres el jefe, yo sólo soy las manos", le dijo sonriéndole... Y él también le sonrió… Lisa enjuagó el jabón de su cuerpo… - "Cuidado", le advirtió mientras lo ayudaba a salir de la bañera… El suelo estaba mojado y su camisa estaba empapada... ‘Tiene que haber una mejor manera de lavarlo’, pensó.

Secó a Adam, le puso desodorante en las axilas, lo peinó y le cepilló los dientes… Mientras tanto, su pene se mantuvo firme todo el tiempo, sin dejarse caer ni un ápice… Era la anticipación de lo que estaba por venir y ella hacía todo lo que podía por ignorarlo a pesar de que sabía que pronto lo tendría en su mano.

Cuando todo terminó, Lisa cogió la toalla que sabía que necesitaría en breve y siguió a Adam que caminaba desnudo a su habitación… No podía apartar los ojos de su apretado culo mientras iba detrás de él... Adam parecía completamente cómodo estar desnudo frente a ella, incluso estando empalmado... Se sentó en el borde de la cama y observó cómo ella ponía la toalla sobre la mesita de noche.

- "Quisiera no usar pijama", le dijo cuando vió que ella se acercaba al tocador y abría el cajón… - "Así, una vez menos que tengas que vestirme como si fuera un niño pequeño."

- "Ok, pero creo que hay una gran evidencia de que no eres un niño pequeño", respondió Lisa, arqueando una ceja mientras miraba deliberadamente hacia la polla que se levantaba obscenamente de su ingle.

Él sonrió, ruborizándose nuevamente, y Lisa cerró el cajón... Volviendo a la cama, apoyó las almohadas contra la cabecera y lo hizo reclinarse contra ellas, luego se sentó en el borde de la cama, frente a él.

- "¿Estás listo?", le preguntó.

Adam asintió con la cabeza con entusiasmo, lamiendo sus labios... Un suave suspiro escapó de ellos cuando Lisa envolvió sus delgados dedos alrededor de su inmensa erección… Una gran excitación atravesó el cuerpo de Lisa que le llegó directo a su coño ahora humedecido... Mirando la polla, comenzó a masturbarlo arriba y abajo sobre su tronco tieso... Pronto se preparó para darle golpes rápidos que le provocaban a su hijo, gran excitación.

Mientras bombeaba la polla, Lisa notó que los ojos de Adam seguían mirando persistemente su pecho, donde su sujetador era visible a través de la tela húmeda… Cuando su brazo comenzó a cansarse después de unos minutos de bombeo constante, pensó cómo podría ayudarlo a correrse… Aminoró el ritmo masturbatorio y se encontró con los ojos de su hijo que la miraba.

- "Lo siento cariño", dijo… "¿Te importa si me quito esta camisa mojada?... Es muy incómodo."

- "Claro, mamá… Está bien", respondió y sus ojos traicionaron su emoción ante la perspectiva.

- "Gracias, cielo", le dijo... Dejando momentanemente de agarrar su polla, Lisa se quitó la camisa... - "Tiene que haber una forma en que pueda darte una ducha y no empaparme toda", continuó fingiendo no darse cuenta de sus ojos hambrientos sobre ella… - "Tal vez debería usar un impermeable, ¿qué opinas?", bromeó… Pero la atención de Adam estaba en sus pezones que se asomaban a través de la tela elástica mojada de su sujetador.

- "Sabes… Voy a quitarme esto también", dijo, alcanzando detrás de su espalda para desenganchar el sujetador… - "Está tan mojado como mi camisa"… Observó los ojos de Adam agrandarse mientras sus grandes pechos caían libres… - "Esto es mucho mejor", dijo alargando la mano para agarrar la polla palpitante de su hijo… Sus ojos se movieron nerviosamente a la cara de su madre… Al ver que ella lo miraba, se sonrojó de nuevo y desvió su mirada de su desnudez.

- "Puedes mirar si quieres, cariño", le dijo Lisa suavemente… - "Sé que a los hombres os gusta ver tetas"… Ella sonrió de manera tranquilizadora cuando los ojos de su hijo la volvieron a mirar tímidamente y luego se fueron a sus pechos.... Sus pezones, rojos como la sangre, estaban erguidos, gruesos y rígidos… Las aureolas eran grandes... Ella volvió a mirarlo… - "¿Te gustan?", le preguntó.

- "Son preciosos", susurró Adam roncamente, mirando con asombro... - "Mejor que cualquiera que haya visto en la tele."

- "¿Incluso mejor que en esas revistas que escondes debajo de tu colchón?", preguntó ella, dándole a su polla un juguetón apretón.

Él levantó la vista sorprendido, pero rápidamente estalló en una amplia sonrisa cuando vio su expresión burlona.

- "Por Dios, mamá, conoces todos mis secretos", se rió, y luego volvió su mirada a sus abundantes pechos… - "Sí, incluso mejor que cualquiera de ellas."

- "¡Gracias!", bromeó su madre… Y comenzó a masturbarlo de nuevo... Rápidamente aumentó la velocidad, deslizando su puño arriba y abajo por el enorme tronco... Sus pechos colgantes se sacudieron con sus movimientos rápidos, excitándolo aún más.

Él la miró embelesado, con la boca y los ojos muy abiertos, clavados en sus pezones bailarines, haciendo pequeños movimientos de empuje con sus caderas mientras ella bombeaba su palpitante y temblorosa polla… Al poco tiempo, su cuerpo se puso rígido, lanzó un gemido, y su polla comenzó a arrojar semen en el aire.

Cuando los chorros finalmente disminuyeron, Lisa recogió el paño y secó todo el semen caliente y resbaladizo, muy consciente de los ojos de Adam que seguían mirándole los pechos desnudos… Ella rápidamente subió las sábanas y lo tapó en la cama, moviéndose rápida para que no viera cómo le temblaban las manos… Le dió un beso de buenas noches en la frente y se apresuró a salir de la habitación, recogiendo su ropa mojada en el camino… Apagó la luz y dejo la puerta abierta.

Se detuvo en el pasillo y se apoyó contra la pared, jadeando mientras las visiones del pene de su hijo llenaban su cabeza... Se giró lentamente y presionó su rostro y sus pechos contra la fría pared… Bajó una mano para tocarse su entrepierna a través de sus pantalones vaqueros y mordió la toalla para sofocar el gemido que escapó de sus labios.

Ella gimió de nuevo cuando sus dedos encontraron su coño empapado... El sabor del semen de Adam sobre el trapo llenó su boca y, sabiendo que él estaba sólo a unos pasos de distancia, aumentó su deseo incontrolable... Apretó su ahora tieso clítoris entre dos dedos lubricándolo con los espesos jugos que se filtraban copiosamente de su humeante coño… Sus pezones sensibles rasparon la pared enviando descargas eléctricas directamente a su caliente coño, provocando otro gemido de éxtasis.

Hizo una pausa cuando oyó el chirrido de los muelles de Adam, preguntándose si él podría oírla, pero ese pensamiento solo aumentó su excitación… Parte de su ser quería que él la escuchara, que se levantara de la cama y la viera masturbándose... Ella gimió mordiendo la toalla mientras hundía dos dedos en su anhelante coño y seguía masturbando su clítoris.

Se imaginó a Adam saliendo de su habitación, con su polla tiesa y dura mirándola mientras ella se masturbaba cada vez más rápido... Ella no se movió cuando él apareció… Permanecía de pie, con sus tetas pegadas a la pared y su culo sobresaliendo… Él se puso detrás de ella y le metió implacablemente su gran polla dentro de su coño… Se corrió brutalmente cuando se imaginó que él la follaba duro y rápido, empujándola contra la pared con poderosos golpes.

Cuando se recuperó un poco de su orgasmo, recogió su ropa mojada que había caído al suelo y se fue al baño… ‘Al diablo con limpiar esta noche todo esto’, pensó, sintiéndose agotada… Colgó las prendas húmedas sobre la barra de la ducha, y luego se volvió hacia el lavabo... Mientras se cepillaba los dientes, se miraba en el espejo, preguntándose quién era esa que la miraba con el rostro enrojecido y los ojos desorbitados.. Cuando terminó, se sentó en el inodoro a orinar… Luego salió al pasillo y entró a su habitación.

Empujó sus pantalones vaqueros y sus bragas hacia abajo y los pateó mientras cruzaba la habitación… Luego se dejó desnuda sobre su cama… Estaba demasiado cansada para ponerse un camisón… Demasiado cansada incluso para quitar las sábanas… Que Adam la encuentre desnuda otra vez por la mañana, ya no le importaba... De hecho, pensó mientras se quedaba dormida: ‘Quiero que lo haga, que me vea totalmente desnuda’.

 

Continuará...

 

 

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