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La infame vida de una recien casada (Cap 1)

en Dominación

Capitulo 1.- La sorprendente noche de bodas

Pierre Dupont tuvo la gran suerte de conocer a Anna, una jovencita rubia, de ojos azules, con pómulos sonrosados, boca sensual con dientes blancos e igualados, que con apenas diecisiete años quedó locamente cautivada de este hombre de mundo, con una importante fortuna, a pesar de la gran diferencia de edad, pues él contaba con treinta y siete años, es decir, perfectamente podría incluso ser su padre… Eran veinte años de diferencia entre ellos.

Y, como en tantas ocasiones, el dinero todo lo puede… La familia de la Anna, que al principio se escandalizaron con el noviazgo, luego cambiaron totalmente de opinión y aceptaron a este caballero de aspecto deportivo, con mucho dinero para hacer feliz a su hija.

Pierre tenía prisa por poseer y disfrutar de la inocente Anna y, aunque ya venía palpándola, le planteó, dos meses antes de cumplir sus dieciocho, la decisión de pedir su mano a sus padres, a lo cual ella sin dudarlo accedió… Hablaron de boda y de su viaje nupcial por el país, Francia, visitando a sus amigos para que la conocieran y al final, una vez descansados, viajarían juntos para enseñarle un país lejano y sus más recónditos lugares muy poco conocidos por el turismo… Eso se lo guardaba como secreto y sorpresa

Sus padres, conocieron poco a su futuro yerno, ni de donde salía esa fortuna que, al parecer, tenía, pero veían con buenos ojos la petición formal de mano y lo enamorados que parecían estar… Para que no se “escapara” lo que pensaron era un “chollo” para el bienestar de su hija, tras cumplir esta los dieciocho años celebraron la ceremonia nupcial, pagada, claro está, por el novio… Y todos ignoraban la vida licenciosa y sin escrúpulos de este hombre y que su inocente esposa iba a sufrir por el resto de su vida, tal y como Pierre lo había planeado con el fin de disfrutar y enriquecerse con ella.

Después de la ceremonia civil, vino como era normal una celebración para toda la reducida familia de ella y una pareja amiga de su ya marido, Pierre… En el transcurso de la misma, Anna conoció a esa pareja íntima amiga de Pierre presentadas como Camile y Adrien, de más o menos la edad de él… La pareja insistió que en París había mucha diversión nocturna y le insistieron que fuesen a su casa para tomar las últimas copas en la intimidad, fuera del ambiente familiar que habían tenido hoy… Y Pierre aceptó prescindiendo de los deseos de su esposa de estar solos en esta primera noche nupcial, esperando que terminasen pronto y se fuesen.

Ya en el apartamento de los amigos de su esposo, un ático de lujo con unas vistas maravillosas de París, Anna conoció Fleur, la sobrina de la pareja, de edad similar a ella, que desde pequeña la habían tenido a su cuidado porque sus padres estaban separados.

Pronto hubo música, destaparon botellas de champagne, se hicieron brindis deseando todo tipo de felicidad a los novios y, con este ambiente las cinco personas se movieron al ritmo de la música… En un momento del baile, Fleur atrajo hacía sí a Pierre, al tiempo que Adrien estrechaba a Anna entre sus brazos y ésta asombrada notaba cómo las manos del hombre bajaban hacia abajo, cogían firmemente sus nalgas e incrustaba su bajo vientre entre los muslos de ella, para que sintiera la dureza de una gran polla.

Viendo lo que sucedía Anna buscó con la mirada a su reciente esposo y vio como Fleur, le estaba desabrochando los botones de la camisa y con sus manos le acariciaba sus pezones, al tiempo que ella intentaba zafarse de los labios de Adrien que pugnaba por besarla en la boca… Estaba escandalizada de lo que pasaba… No salía de su asombro.

Camile, que bailaba sola contemplando las escenas, se acercó por detrás a la pareja y dirigiéndose a Anna, le dijo:

- Déjate hacer, querida… Adrien no te morderá.

Como si esta frase encerrara un extraño mensaje, Anna intento despegarse del abrazo de Adrién, con tan mala suerte que al separarse tropezó con la mano de Camile que sostenía la copa de champagne, haciendo que esta fuese a estrellarse contra el suelo.

Todos dejaron de bailar y dirigieron sus miradas hacia Anna, que asustada no acertaba a disculparse y simplemente dijo:

- Lo siento… Lo siento.

Camile adoptó un aire severo y acercándose a Pierre le reprochó:

- Espero, que ahora que eres su marido, sabrás imponerle a esta jovencita, que es tu mujer, un castigo ejemplar por la torpeza que acaba de cometer, como yo se los impongo a Fleur cuando comete una falta como la que Anna acaba de cometer.

Pierre se acercó a Anna y le espetó:

- Anna, quiero que pidas disculpas a Camile por lo que acabas de romper y le pidas que sea ella quien piense el castigo que se te debe imponer por tu torpeza.

Anna no salía de su asombro al escuchar las palabras de su marido pero ante el temor de agravar la tensa situación que se había creado, se acercó a Camile y le dijo:

- Discúlpame la torpeza, Camile… Perdóname y dime como puedo reparar el daño causado.

- Te perdono Anna, pero como castigo deberás aceptar jugar a cara o cruz, tu destino de esta noche.

Las palabras de Camile sorprendieron a Anna y al mirar a su marido, éste le hizo comprender que debería aceptar el reto.

- ¿Qué destino, Camile?,… preguntó intrigada Anna.

- Si pierdes, deberás aceptar todas mis órdenes desde este mismo momento hasta mañana por la mañana, justo el momento de iniciar vuestro viaje de bodas… Y si ganas, decide tú cuando quieras irte de nuestra casa.

- De acuerdo, acepto,… Camile.

Adrien se acercó a las dos mujeres y sacando una moneda del bolsillo, se la enseño a ambas y dijo:

- Por ser tú, Camile, la que has sido humillada, creo que debes tener la opción de ser la que elija… ¿Qué pides?

- Cruz,… dijo Camile.

La moneda saltó por los aires y cayo de nuevo en la mano de Adrien que la mostró a ambas… Había salido cruz y es que esa moneda estaba trucada y por las dos caras había una cruz… Camile sonrió y cogiendo a Anna del brazo, le dijo:

- Querida, vas a pasar por extraños momentos, pero te aseguro que muy pocas personas han disfrutado tanto como vas a disfrutar tú y tu esposo Pierre… Lo recordarás siempre… Te lo aseguro.

Y dirigiéndose a Fleur, le preguntó:

- ¿Cómo está la habitación de arriba?

- Preparada como siempre, tía Camile.

- Bien… En este caso no perdamos tiempo,… dijo Camile al mismo tiempo que abría una puerta y mostraba una empinada escalara que subía hacia arriba.

Primero fue Adrien quien abrió la marcha, seguido de Anna y Camile para continuar con Pierre y Fleur, que cerró la puerta tras ella... Una vez allí los ojos de Anna contemplaron una dependencia muy sobria apenas amueblada.

Tía y sobrina empezaron por desnudar a Anna que sin fuerzas para protestar veía como tanto su esposo Pierre, cómo su amigo Adrien, contemplaban excitados la escena mientras sus ropas caían a sus pies… Primero fue su blanco vestido de ceremonia, después el sujetador de encaje blanco y finalmente un coquetón tanga, también blanca, que cubría su peludo coño.

Anna quedó tan solo con las medias, también blancas, sujetas por unas finas ligas, los blancos zapatos de tacón y el velo de novia todavía sujeto a su pelo rubio.

- ¿Qué vais a hacerme?... Me siento humillada y me habéis desnudado… Tengo miedo… Quiero irme,… dijo Anna mirando a su esposo.

- No tengas miedo, querida… Recuerda que has perdido y debes obedecer mis ordenes… Lo primero que vamos hacer es lavar bien tus tripas con un magnifico enema que Fleur va preparar especialmente para ti… Y después, cuando estés limpia, prepararé otros juegos que, seguro, nos tendrán entretenidos contigo toda la noche.

- Anna, si me quieres, tienes que aceptarlo todo,… respondió Pierre.

- Claro que te quiero, Pierre,… respondió Anna.

- Entonces…. Camile continúa con ella, le dijo Pierre.

Camile se dirigió a un armario y abriéndolo extrajo un aparato en forma de pene y entregándose a su marido Adrien, le dijo:

- Úntame bien esta cánula de lavativa… Tiene que entrar todo entera dentro del culo de la novia.

- Nooo… Eso nooo,… grito Anna al escuchar estas palabras.

- Es inútil que grites en esta casa… Nadie te va a oír y tendrás que hacer todo lo que te pidamos esta noche… Así que obedece y siéntate despacio sobre la cánula… Nosotros te ayudaremos a clavártela y hacer que tu ano se abra para alojarlo en tus intestinos.

La cánula, una vez engrasada por Adrien fue colocada sobre el soporte de un banco de madera en posición vertical… Su aspecto, tanto por su forma, cómo por sus dimensiones y su color, eran idénticos a las de un pene de los denominados “de semental”… Incluso su base se apoyaba en dos gruesos cojones… Por debajo del banco aparecía un delgado tubo de goma que se encontraba conectado a un deposito colgado arriba de la pared.

Anna, con lagrimas en los ojos, fue retrocediendo hasta que sus pies tropezaron con el banco donde se encontraba la enorme cánula para penetrarla analmente.

Ayudada por su marido, fue abriendo sus piernas hasta quedar sobre el enorme pene, que completamente erguido apuntaba al centro de las nalgas buscando el orificio anal.

Camile, se colocó a espaldas de Anna, apoyó sus manos sobre los hombros de la recién casada y empujó hacia abajo, indicándole con su presión que debía comenzar a descender.

Anna flexionó entonces las piernas hasta que se ano entró en contacto con el enorme pollón de goma.

- Inclínate un poco hacia delante… Te entrará mejor,… le dijo Camile.

Pierre, su marido, presionó sobre Anna para que obedeciera la orden recibida y la joven desposada inclinó su cuerpo ofreciendo su culo al sacrificio… Pero cuando Anna sintió la punta que se apoyaba sobre el ano y le causó dolor, intentó levantarse, pero Camile seguía apoyándose fuertemente sobre sus hombros empujándola hacia abajo e impidiendo su escapatoria.

- Nooo… Dejadme, por favor,… repitió una vez más Anna.

- No, querida… Ya te hemos dicho que debes ser obediente y tragar todo el contenido que te hemos preparado pero antes debes abrir bien tu culo, le dijo Camile.

- Vamos, Anna, demuéstrales a mis amigos que eres una esposa obediente… Empuja un poco y verás como te entra el pollón.

- Nooo… Por favor, Pierre… No me obligues a estooo… Te obedeceré siempre pero no me obligues a sufrir este tormento.

- Si, querida, -le volvió a decir Camile- debes hacerlo por las buenas… Si no,… Pierre se verá obligado a castigarte y al final acabarás obedeciendo y clavándote el pollón dentro del culo… Sé inteligente y ahórrate que tu marido te de una paliza.

Asustada por lo que terminaba de escuchar, Anna empujó cuanto pudo hacia abajo, a pesar del intenso dolor, contra la cabeza de la cánula, hasta conseguir que esta se abriera un pequeño paso a través de los apretados músculos del esfínter anal.

El orificio anal se abrió cuanto pudo para dejar pasar el aparato con figura de gran pollón pero debido a su tamaño encontró una fuerte resistencia para seguir introduciéndose dentro de sus intestinos.

Camile, viendo esto, decidió relajar la presión que estaba haciendo sobre los hombros de Anna y permitió que ésta se levantara un poco pero impidiendo que lo hiciera totalmente… Con una señal, indicó a los dos hombres que se colocasen a ambos lados de Anna y le levantasen de los muslos de forma que sus pies no tocasen suelo… Esto provocó de inmediato que todo su cuerpo gravitase sobre la punta de la cánula… Luego le dijo a Fleur que comprobase si el pollón estaba encajado perfectamente dentro del agujero del culo.

- Está encajado perfectamente, tía,… le dijo Fleur.

Entonces Camile empujo un poco más… un poco más… un poco más… Y lentamente el pollón fue abriéndose paso hacia el interior del intestino de Anna, al tiempo que su cuerpo descendía centímetro a centímetro hasta alcanzar la base del aparato.

Los empujones de Camile se acompañaban con los gritos de Anna, que sentía cómo le abrían el culo y el pollón se clavaba cada vez más y más profundo.

- Bastaaa… No puedo maaas… Me está desgarrandooo… Aaaayyyy.

- Aguanta un poco más, querida… Casi lo hemos conseguido… Ya  tienes casi todo el pollón dentro,… le dijo Camile.

Los veintisiete centímetros del gran “pene de semental” quedaron totalmente alojados dentro del culo de Anna… La penetración se había realizado con gran éxito.

Todos observaron atentamente ls entrecortada respiración de Anna, que intentaba compensar el dolor que el “pene de semental” le provocaba con rápidos y entrecortados jadeos… Su boca se abría intentando aspirar el máximo de aire al mismo tiempo que las ventanas nasales intentaban compensar con rápidas aspiraciones las bocanadas que entraban y salían de su pecho.

Los pezones de Anna se erguían muy duros como muestra inequívoca del grado de excitación en que se encontraba su cuerpo, mientras ella seguía jadeando y llorando en silencio.

- Ves Anna como al final has conseguido tu objetivo… Tienes el culo muy abierto y tu vientre está ya dispuesto para recibir la caliente lavativa que Fleur ha preparado con mucha delicadeza para ti,… le dijo Adrien sonriente.

- Si algo tienes de bonito, Anna, es su culo… Pierre tiene una gran suerte de tenerte como esposa… Tienes un culo para disfrutar mucho de él y te aseguro querida, que esta noche todos disfrutaremos con tu culo,… sentenció Camile.

- ¿Qué cantidad de agua tenéis pensado meterle a nuestra querida novia?,… le preguntó Adrien a Camile.

- Le he dicho a Fleur que llene el depósito con sólo tres litros por ser esta la primera vez… Creo que es la primera vez que le dan un enema… ¿No es así, Anna?,… le preguntó.

- Siiii… Es la primera vez,… contesto Anna sollozando.

Poco a poco Anna se fue acostumbrando al dolor de la dilatación y su respiración se fue haciendo cada vez más pausada a medida que su cuerpo se habituaba al pollón de semental que ocupaba sus intestinos

Adrien, a una señal de su esposa Camile, giró una pequeña llave que había en la parte de arriba del tubo de goma y rápidamente el agua caliente comenzó a inundar con fuerza los intestinos de la desposada Anna, que abrió sus labios para emitir un grito como señal de que estaba sintiendo cómo el agua caliente la invadía.

- AAAAAGGGGG,… grito Anna.

Su primera reacción fue levantarse del banco donde estaba sentada, pero Camile había previsto su movimiento y la sujetó fuertemente por los hombros para evitar que se moviera lo más mínimo, mientras Anna abría la boca buscando a través de sus bocanadas mitigar el dolor que la penetración de la enorme cánula, y ahora el torrente de agua caliente, le hacia más que padecer, sufrir… Y mucho.

Pierre, excitado viendo la escena de cómo era sometida su jovencita esposa, se desabrochó sus pantalones y sacando el grueso pene que tenía se lo acercó a la boca de Anna… Ésta se negó pero entonces Camile sujetó fuertemente su cabeza y la mantuvo en posición correcta para que su amigo empezara a refregar la enorme cabeza de su pene por los labios de su esposa.

- Vamos, querida, chúpale la polla a tu marido… ¿No ves cómo esta de excitado?... Si no se la chupas tú, será Fleur la que le dará placer y recibirá su semen… Vamos, no seas tonta y bésalo… Así… Así… Muy bien… Otra vez… Otra vez… Muy bien, Anna… Eso es, déjalo que se hunda dentro de tu boca… Bien… Bien… Lo estas haciendo muy bien.

Mientras tanto, el agua caliente la seguía penetrando abriéndose paso por el interior de sus tripas y haciendo que su vientre se hinchara poco a poco a medida que el contenido del recipiente disminuía… Y, así, lentamente fue transcurriendo el tiempo… Cuando todavía quedaba un litro en el recipiente, los dolores que el cuerpo de Anna sufría eran cada vez más y más fuertes y su desesperación por zafarse de la gran cánula que la penetraba eran cada vez mayores.

Pero las manos de Camile, seguían presionando sobre sus hombros para que permaneciera sentada e impedir que se pudiera levantar lo más mínimo del banco de tortura donde estaba empotrada… Y, al mismo tiempo, las penetraciones bucales de su marido dentro de su boca se iban acentuando por momentos a medida que estaba consiguiendo más y más placer.

- Vamos cariño, abre bien tu boca… Hazme disfrutar y trágate todo mi semen,… escuchaba decir a su esposo Pierre.

- Muy bien Anna… Así… Perfecto… Sigue mamándole la polla… Así… Así… Perfecto… Sigue chupándosela… Chúpasela bien a tu marido… Trágate todo lo que te va a tirar en la boca,… le decía Camile.

Anna chupaba profundamente todo el pene de su marido, que excitado al máximo había colocado sus manos a ambos lados de la cabeza de su mujer y apoyándose en ella la movía como si se la estuviera follándosela por la boca provocándole arcadas.

Ahora, las últimas gotas del enema terminaron por pasar del recipiente al vientre de Anna que estaba completamente hinchado, tensando la piel y haciendo resaltar las venas azules que se dibujaban sobre su blanca piel.

- Estas preciosa, Anna –le dijo Camile-… Ahora Fleur te hará unas fotos para que tengas un recuerdo de este momento y si alguna vez tienes una hija podrás enseñárselas para que vea como fue tu primera noche de bodas y cómo supiste darle placer a tu marido.

Un torrente de esperma cálido y pegajoso inundó en esos momentos la boca y la garganta de Anna, que fue tragando lentamente, gota a gota, todo el semen de Pierre y logrando ella su primer orgasmo por las convulsiones que se produjeron en su cuerpo y la salida de un pequeño chorro de orina incontrolada… Todos lo vieron y rieron.

Ahora Fleur se colocó frente a Anna y con la cámara en la mano disparó repetidas veces mientras que el semen de Pierre, que no había podido ser tragado por Anna, resbalaba entre la comisura de sus labios.

Llena por arriba y por abajo Anna se debatía desesperada por el dolor, las nauseas y la vergüenza de pensar el espectáculo que daría si su marido y sus amigos la vieran defecar, por lo que reteniendo al máximo sus dolores viscerales con lagrimas en los ojos suplicaba que la liberaran de esta horrible tortura que estaba sufriendo.

- Por favor… Dejarme… No puedo más… Qué dolooor… Mi vientre va a estallar.

- Vamos Anna, aguanta un poco más… Dentro de un par de minutos te ayudaremos a desempalarte y podrás vaciar los intestinos,… le dijo su esposo Pierre.

- Pero no sueltes ni una sola gota porque sino, con tu lengua, tendrás que limpiar aquello que escapó de tu vientre,… le dijo Camile al tiempo que sus manos bajaban hacia sus pechos, acariciaban sus tiesos pezones y los estiraban… Después, bajaron hacia el vientre y lo apretaron con fuerza provocándole nuevos dolores a la destrozada novia.

Después, pasando sus manos por debajo de las axilas de Anna, intento ayudarla a levantarse, pero ésta muy dolorida y temiendo que se intensificara o que al levantarse se le escapara líquido contenido en su intestino, no ayudó a la acción y prefirió quedarse clavada sobre la cánula.

- Nooo… No… No… No… Déjame… No puedo levantarme porque creo que se me saldrá todo,… dijo compungida Anna.

- Pobre de ti si se sale líquido,… le amenazó su esposo.

- Si sueltas una sola gota, me veré obligada a utilizar la paleta de castigo y te aseguro que no te gustará,… añadió Camile.

Anna, presionó el cuerpo hacia arriba con sus piernas e inició el desenculamiento… Lentamente la cánula fue resbalando fuera del intestino hasta que comprendiendo que estaba desenculada del todo, miró con ojos de súplica a su marido y le dijo:

- No podré aguantar… Por favor… No podré aguantar todo esto en mi cuerpo… Es la primera vez y se me va a escapar.

- Pobre de ti si se te escapa líquido,… volvió a escuchar a Camile.

Anna, sujetándose su hinchado vientre con ambas manos y apretando con todas sus fuerzas los esfínteres del orificio anal, inició una marcha lo más rápida que pudo hasta el cuarto de baño situado en el otro extremo de donde se encontraba… Fue sentarse en la taza del wáter y de inmediato comenzar a evacuar de sus entrañas los tres litros de agua junto con las heces que tenía acumuladas… Fleur, la estaba acompañando.

Mientras, su esposo Pierre y el matrimonio amigos, bajaron las escaleras y fueron al salón, sonriendo y brindando de nuevo por la novia.

- Por el culo de Anna,… exclamó Camile.

- Para que esta noche sirva para que recibas una esposa abierta a todos los placeres,… recalcó Adrién.

Y mientras bebían y comentaban lo sucedido, Fleur seguía en el baño, al lado de la avergonzada Anna ayudándola a que dejara escapar chorros y chorros de agua y excrementos de su cuerpo.

Transcurridos unos quince minutos, aparecieron las dos de nuevo en el salón… Fleur detrás de la desnuda Anna… Empujó a esta hacia el grupo que permanecía con las copas, charlando y riendo… Ella había sido lavaba y maquillada de nuevo por Fleur que la mostraba orgullosa de cómo había quedado pero la tensión y el sufrimiento se veían reflejados por las enormes ojeras alrededor de sus ojos.

Lentamente se acercaron al grupo y Adrien, tomándola de la cintura la atrajo hacia sí y besándola en la boca le introdujo la lengua hasta lo más profundo que pudo, saboreándola toda.

- ¿Cómo te encuentras, querida?... ¿Estas ya preparada para seguir ofreciéndonos el placer de disfrutar de tu cuerpo?,… preguntó Camile con la mayor naturalidad.

Anna, rota por tanta humillación sufrida y el tormento tan doloroso a la que había sido sometida bajo el consentimiento de su marido, bajo los ojos y de nuevo las lagrimas brotaron de sus ojos, diciendo:

- Basta… Por favor.

- ¿Qué dices, querida?... ¿Cómo vamos a dejar de disfrutar de una noche tan importante como esta en la que por primera vez vas a ser follada por tu esposo, al que vamos ayudar para que disfrute al máximo con tu cuerpo tan apetecible,… contesto Camile.

- No perdamos más tiempo y pasemos al dormitorio,… dijo Adrien.

El grupo, con Anna, con la cabeza baja sabiendo a qué iba, se dirigió por un pasillo hacia una puerta que quedaba al fondo… Fleur entró la primera y encendió las luces… A la vista de Anna, se encontraba una espaciosa habitación, lujosamente decorada, una enorme cama y grandes espejos que decoraban las paredes y el techo... Fleur cogió de la mano a Anna –que se dejó llevar- y la tumbó sobre la cama… Y lentamente, mientras la contemplaba, se  fue quitando la ropa hasta quedar desnuda ante ella.

Tras un primer movimiento de repulsa, Anna se dio cuenta de que no podía oponer ninguna resistencia ya que estaba convencida, después de lo que había pasado, que fuese cual fuese su voluntad esta no contaba para nada y que sólo la voluntad de su marido y la de sus amigos era la que se imponía… Así que resignada se dejo acariciar y besar.

Lentamente Fleur fue recorriendo con sus besos y lengua el cuerpo de Anna… Primero fue su rostro, después su cuello y sus hombros, luego sus pechos que se ofrecían como montículos rematados por gruesos pezones, que respondieron muy bien a sus lamidas y chupadas… Mas tarde la lengua fue descendiendo hasta llegar al ombligo y finalmente descendió veloz hasta los labios vaginales.

Con todas estas caricias, Anna se encontraba muy excitada y se contorneaba en la cama con los brazos abiertos intentando prolongar el placer que le estaba dando Fleur, mientras que el trío restante estaba disfrutando viendo la escena lésbica.

Camile se desnudó y desnudó a Pierre, al tiempo que su esposo también hacía lo mismo… Pronto las grandes pollas de ambos estuvieron tiesas y Camille se arrodillo ante ellos y comenzó a darles una buena mamada, mientras que en la cama Fleur, le prodigaba grandes lametazos al coño y clítoris de Anna… Viendo como se estaba respondiendo, les dijo:

- Ya la tenéis a punto… Disfrutar con ella.

Pierre se acercó a su mujer y tendiéndose sobre ella buscó con la cabeza del pene la entrada de su todavía virgen coño y empezó a restregarle el glande en la raja abierta de Anna hasta que lentamente fue encajándose en la abertura vaginal que se abría y cerraba espasmódicamente a medida que su placer aumentaba.

Cuando Pierre se dio cuenta que su esposa estaba muy excitada y lista para el coito, le sujetó con ambas manos sus nalgas y aferrándose a ellas empujó con fuerza y clavó de golpe su tremendo pene en su coño, besándola al mismo tiempo y ahogando el grito que salió de su garganta, quedándose completamente quieta y muy tensa por la tremenda estacada que había recibido de su esposo.

Metida la polla de Pierre hasta la base, éste esperó a que Anna se recuperase y agarrado como estaba a sus nalgas fue girando lentamente haciendo que su mujer le siguiera en su movimiento, sin dejar de estar ensartada, hasta quedar tumbado de espaldas y con Anna encima de él… En esta posición el amplio culo de Anna se ofrecía a sus amigos y Fleur arrodillándose ante las nalgas de la novia empezó a lamerle el ano para excitarla más, lubricarlo y prepararlo para una nueva penetración.

Terminado esto, Adrien se colocó entre las nalgas de la novia, esperó a que Pierre abriese al máximo el orificio anal y, una vez logrado, puso su endurecida polla a las puertas del ano… Y sin más, la penetró… Ahora Anna había quedado con dos grandes pollas en sus dos orificios y comenzó a sentir tremendas sacudidas que desembocaron en continuos orgasmos… Y así estuvieron hasta que sintió como tanto su esposo Pierre, como el amigo de él, Adrien, descargaron chorros de esperma en sus orificios… Pero,, ambos continuaron follándosela hasta que sus pollones se fueron poco a poco relajando.

Mientras, Camile y Fleur, se habían colocado cada una de ellas unos dobles falos, que al mismo tiempo que penetraban profundamente sus coños, presentaban dos grandes penes listos para follarse a Anna

Y la escena se repitió… Cuando Pierre dejó el cuerpo de Anna, su coño fue de inmediato ensartado por el gran pene artificial de Camile, que llevaba muy bien ajustado por correas a su cintura… Y situándose en la misma posición en la que estaba su marido Pierre, volvió abrir todo lo posible el ano para que su sobrina Fleur, le clavara hasta el fondo el gran pene artificial que llevaba colgando.

De nuevo Anna se sintió ensartada en sus dos agujeros pero esta vez la follada era mucho más intensa y las oleadas de placer que empezó a sentir no tenía nada que ver con lo que apenas unos minutos antes su marido y Adren le habían hecho sentir… Lentamente pero sin pausa ambas folladoras le provocaron una serie de orgasmos continuos y convulsiones incontroladas.

- AAAAAH... Basta… Basta, por favor… AAAAAH… No puedo más.

Pero tanto Camile como Fleur no hacían caso y seguían con sus movimientos de meter y sacar sus terribles pollas buscando, ahora, su propio placer y despreciando las súplicas de Anna.

Fleur, medio incorporada y sujeta a la cintura de Anna, hundía, sin ninguna compasión, una y otra vez con rápidos movimientos el duro pollón clavado en el culo de Anna, mientras que su tía Camile hacía lo mismo en el coño de Anna, la cual se descomponía chorreando sin parar flujos y meados, que se le escapaban de su cuerpo involuntariamente y se desesperaba gritando como una posesa.

Camile y Fleur alcanzaron sus orgasmos, casi al mismo tiempo, cuando la cara de Anna era una mueca destrozada por la cantidad de orgasmos que había tenido… Su esposo Pierre y su gran amigo Adrien, contemplaban la escena sentados en sillones, riendo de satisfacción.

Aquella noche, fue la primera de una serie de largas noches en las que Anna, por decisión de su marido Pierre, deberá soportar toda una serie de humillaciones y degradaciones, sino quería soportar castigos repugnantes por no cumplir las exigencias que le ordenaban… Ahora, poco a poco, se daría cuenta de lo que su marido esperaba de ella, arrastrándola a convertirla en su esclava sumisa… Y no sabia bien, lo que realmente le esperaba porque se horrorizaría.

 

Continuará….

 

 

 

 

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Forzada a ser esclava (4)

La hija de la portera (Capitulo 2)

La hija de la portera

El adiestrador de esclavas

Gigi, mi yegua

Forzada a ser esclava (3)

Forzada a ser esclava (2)

Forzada a ser esclava