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De mi hijo, soy sus manos y algo más (4/8)

en Amor filial

Para poder seguir el hilo del relato deben leerse los tres capitulos anteriores

Capitulo 4.- Mi coño también me sirve para aliviar a mi hijo

A la mañana siguiente, Lisa se despertó temprano... Se abrochó alrededor de la cintura la trasparente bata que llevaba… Anoche, después de darle a su hijo una buena mamada, tuvo tanta prisa por frotarse el coño que ni siquiera se quitó las ligas y las medias… Simplemente se había arrojado sobre la cama y se había masturbado hasta el orgasmo antes de caer en un sueño profundo pensando en Adam.

Lisa se sentó y se quitó la sudada bata y la arrojó al suelo… Puso las manos por detrás de su espalda para desabrochar el sujetador de media copa que se puso… Se lo quitó y lo dejó caer también sobre el costado de la cama... Luego se quitó el liguero y se recostó, levantando cada pierna para quitarse las medias... Después de quitárselo todo, dejó escapar un suspiro y frotó las marcas que el sujetador le había dejado bajo sus pechos.

Cuando su mente volvió a recordar la noche anterior, sus dedos masajearon sus pezones y se estremeció cuando se los pellizcó... No podía creer que había chupado la polla de su hijo... Pero lo había hecho… Y en poco tiempo, Adam se despertaría con otra erección y sabía que yo lo haría de nuevo… Y una y otra vez, todo lo que él quisiera... Ella deseaba hacérselo tanto como él, que se lo hiciera.

Cerró los ojos y gimió suavemente mientras su mano se deslizaba a través de su peludo pubis para tocar su coño ya húmedo... Pensó que le gustaria, de nuevo, chupar la polla de su hijo y quería que él lo pidiera... No, aún mejor, quería que él le ordenara hacerlo… Ella gimió de nuevo cuando se metió dos dedos en su húmedo coño.

En ese momento, algo la hizo abrir los ojos y allí estaba Adam, de pie desnudo en la puerta, mirándola.

Instintivamente Lisa cerró sus muslos.

 "A-Adam", tartamudeó… - "Yo,... yo sólo…", se interrumpió, sin saber qué decir.

Adam entró a la habitación… Sus manos vendadas colgaban a los costados… Su gran polla estaba completamente erecta, sobresaliendo de su delgado cuerpo como un asta de bandera… Sus ojos estaban abiertos de sorpresa y emoción.

Lisa se rió avergonzada cuando se sentó, balanceando las piernas en la cama… Su brazo se movió por encima de sus pechos, cubriendo su desnudez.

- "Supongo que me pillaste", dijo.

- "¿Estabas... 'relajándote', mamá?", preguntó roncamente.

Lisa se sonrojó, pero sintió que su tensión se calmaba.

- "¿No pensarás que sólo los chicos lo hacen?", preguntó ella.

- "No, claro ", respondió Adam... "Nunca pensé que lo hicieras tú."

- "Bueno, lo hago de vez en cuando", admitió Lisa.

‘Ocasionalmente’, pensó ella para sí misma... Se había masturbado más en la última semana que en los últimos diez años... ‘Y todo por tu hermosa polla’, pensó decirle, pero en cambio sonrió maliciosamente y torció el dedo, llamándolo… Ella separó sus rodillas mientras él se acercaba y, sin decir una palabra más, se la metió en su boca caliente.

Lisa sonrió para sus adentros ante el gemido de sorpresa que Adam soltó… Ella enganchó sus piernas detrás de sus pantorrillas y apretó sus firmes y jóvenes nalgas con fuerza, ayudando a sostenerlo mientras sus rodillas amenazaban con doblarse.

Ella comenzó a chuparlo en un ritmo lento y sensual, trabajando sus labios y su lengua sobre toda la longitud de su gran polla, alternando pequeñas y cortas sacudidas con otras largas y profundas caricias que dejaban sus labios alrededor de la base del tronco y su nariz acurrucada en su vello púbico.

En solo unos minutos, las técnicas expertas de su  madre lo llevaron a correrse... Ella saboreó el semen de su hijo mientras él gemía y empujaba su polla en su boca con insistencia, llenándola con el semen caliente que expulsaba a chorros... Cuando ella hubo bebido la última gota, dejó que su pene se le saliera de la boca con un chupeteo.

Adam se arrodilló sobre sus rodillas y Lisa abrazó su cabeza contra su pecho desnudo mientras él se inclinaba contra ella... Lisa presionó su mejilla en la parte superior de su cabeza y lo meció suavemente, mientras su respiración volvía a la normalidad.

- "¿Mamá?", preguntó Adam en voz baja después de un tiempo.

- "¿Si, cariño?", le respondió con pregunta.

- "¿Podría verte… Me gustaría mucho?" preguntó en voz baja.

El estómago de Lisa dio un salto... Ella no tenía que preguntar qué era lo que quería ver… Ante su vacilación, Adam se separó e intentó alejarse… - "No importa", murmuró, el rechazo evidente en su voz.

Lisa rápidamente atrapó su rostro entre sus manos y él giró sus ojos hacia los de ella.

- "Puedes ver lo que quieras, cariño", dijo sonriéndole tiernamente ante su expresión de esperanza… - "Te diré algo", continuó… - "¿Qué te parece si termino lo que estaba haciendo cuando entraste?"

Los ojos de Adam se iluminaron de emoción.

- "¿En serio?... ¿Y puedo mirar?"

Lisa se rió suavemente en respuesta... Puso las almohadas detrás de ella y se recostó en la cama, con los pies todavía en el suelo a cada lado de su hijo arrodillado.

Mientras Adam miraba ansiosamente, ella comenzó a apretar sus pechos, amasándolos... Luego, jugueteó con sus pezones erectos, pellizcándolos y retorciéndolos hasta que se levantaron rígidos... Adam seguía observando todo con avidez.

Sus ojos siguieron los dedos de su madre mientras ésta los arrastraba lentamente por sus pechos y luego sobre su vientre... Podía ver que estaba conteniendo la respiración mientras los bajaba y a través del triángulo oscuro de su vello púbico y iban a la vagina que esperaba su llegada.

Frotó lentamente, arriba y abajo, las yemas de los dedos por su húmeda raja, suspirando de placer erótico… Su madre estaba increíblemente excitada… Vio que su hijo estaba a escasos centímetros de su coño abierto y la miraba cómo se masturbaba… Lisa todavía tenía el sabor del semen de su hijo en la boca... Ella respiró hondo y temblando soltó un gemido mientras deslizaba dos dedos dentro de su empapado coño por los flujos que soltaba.

Mientras Lisa se masturbaba lentamente, notó que Adam se inclinaba más, tratando de ver más allá de su mano… Levantando sus piernas, enganchó sus talones en el borde del colchón y se deslizó hacia abajo hasta que su culo quedó a mitad de la cama… Luego retiró las rodillas, abriendo las piernas lo más que pudo... Colocó sus dedos húmedos en sus labios vaginales y le dijo a su hijo:

- "¿Puedes verlo bien?"… le dijo Lisa gimiendo de lujuria y abriendo sus labios hinchados para mostrarle el brillante color rosa del interior de su coño.

Adam asintió, incapaz de hablar, manteniendo sus ojos clavados en su coño bien abierto… Estaba tan cerca que ella podía sentir su cálido aliento en su coño… Estaba lo suficientemente cerca como para poder oler su lujuria... Entonces ella hundió sus dedos dentro de su coño.

- "¡Oh Dios… Estás muy mojada, mamá!", le escuchó decir.

Lisa se quedó sin aliento, ni qué contestar… Metió sus dedos dentro y fuera varias veces.

- "¿Ves lo mojado que está, Adam?" gimió, sacando sus dedos y sosteniéndo el coño abierto hacia él para que se lo viera bien.

Lisa sintió una leve sacudida en su cuerpo cuando la lengua de Adam se lanzó hacia adelante para probar los jugos que goteaban.

Ella se matuvo abierta de piernas cuando Adam volvió a lamerla, mirándole su cara en busca de cualquier señal de protesta… Al no recibir ninguna, comenzó a lamerle el jugo que salía de su coño.

Lisa observó embelesada, tocando con sus dedos la lengua de su hijo, y se contorneó para que sus labios vaginales sintieran bien la caricia de la lengua… luego suspiró cuando la dejó deslizarse por toda su raja y comenzar a lamérsela.

Lentamente ella bajó su mano hacia abajo, atrayendo más a Adam hacia  su coño… Cuando los labios de éste tocaron su vulva, ella, con sus dedos, separó sus labios vaginales empujando su enorme coño hacia la boca de su hijo... Su lengua de inmediato la atravesó, metiéndola todo lo pudo en su agujero vaginal.

Lisa gimió de placer.

- "¡Oh, dios… Síiiii!... ¡Lámeme!... ¡Lame el coño de mamá!... ¡Oh si!... Mi clítoris, cariño, por favor!... ¡Lame mi clítoris!"

Ella retiró la piel, haciendo que su clítoris se saliera de su capucha y guió la cabeza de su hijo hasta que su lengua lo lamiera frenéticamente.

- "¡Oooh, ahí!... ¡Justo ahí!... Justo ahí, bebé!... ¡Mamá va a correrse!... ¡Vas a hacer que mamá se corra!... ¡Siiii, bebe!... ¡Sí!... ¡Sí!... ¡Síiiiiiii!... ¡Me estoy corriendooo!", gritó de placer cuando un intenso orgasmo sacudió su cuerpo con olas de pura dicha sexual.

Y todavía Adam siguió lamiendo, pasando su lengua por el pequeño botón ultra sensible mientras el orgasmo de Lisa se calmaba... Incapaz de soportar más, Lisa se enderezó, sacando la boca de Adam de su entrepierna... Ella lo abrazó, jadeando mientras recuperaba el aliento… Con los ojos cerrados, lo sostuvo contra ella mientras se estremecía de placer.

Cuando se recuperó del orgasmo más intenso que había tenido en años, Lisa gradualmente se dio cuenta que la gran polla de Adam estaba muy tiesa de nuevo, pegada a su muslo... Se quedó helada cuando vio que la deslizaba hasta ponerla a escasos centímetros de su vulva todavía temblorosa.

Como el abrazo se mantenía, Adam lo aprovechó para presionar ligeramente su gran polla hacia delante y lo colocó en la entrepierna de su madre.

Lisa se quedó quieta… Su mente estaba en sentir a la tiesa polla de Adam buscar para poder clavársela... Incluso con todo lo que había hecho con él en los últimos días, ¿podría llegar hasta el final, rompiendo el tabú madre-hijo?... ¿Podría follar con su propio hijo?, pensaba mientras tanto sin saber la respuesta.

Justo en ese instante la hinchada polla de Adam encontró su orificio vaginal intentando separar los labios resbaladizos del coño de su madre, que permanecían pegados… Lisa se estremeció por la sensación y Adam dejó escapar un pequeño gemido de frustación.

Lisa empujó los hombros de Adam, alejándolo lo suficiente como para poder mirarlo directamente a los ojos… Ella podía ver la necesidad de querer follarsela... Y, sin pensarlo más, Lisa atrajo su rostro hacia ella y le dio un prologado beso en la boca… Era el beso de una amante y le metió su lengua también... Pudo saborear ella misma el gusto de su propio coño... Y Adam respondió besándola con entusiasmo

Mientras se besaban, Lisa se agachó y agarró la polla dura y palpitante que continuaba tratando de encontrar el camino hacia su coño babeante, moviéndola arriba y abajo por la hendidura para lubricarla bien… Cuando la cabeza estuvo firmemente encajada en la entrada de su coño, ella soltó su  gran polla y deslizó ambas manos para agarrar sus firmes nalgas... Jadeando, rompió el beso y movió su boca cerca de su oreja, susurrandole:

- "Ahora… Métemela, ahora."

Y ella gimió en su oreja cuando la polla erecta entró en su coño hasta quedar incrustada en él y llenandola por completo.

- "Oooh, Dios", gimió... - "Tienes la polla muy grande... Oooh, es muy grande… Haces que mi coño se sienta muy bien… ¿Te gusta, cielo?... ¿Te gusta estar dentro del coño de mamá?

La única respuesta de Adam fue un gemido estremecedor que lo decía todo... Lisa le pidió que sacara su polla de su coño que la tenía clavada totalmente… Luego, cogiéndolo de nuevo, y con más fuerza, éste se la volvió a clavar hasta el fondo.

- "¡Oooh… Así, cariño!... Dentro y fuera… ¡Fóllame!... ¡Folla a mamá con tu gran polla dura!... ¡Sí!... ¡Sí!...¡Síiii!... ¡Tan fuerte como quieras!... ¡Fóllame, duro!

Adam no necesitó más indicaciones… Rápidamente empujó su furiosa erección contra ella y su polla se hundió de nuevo en el coño babeante de su madre.

- "Dime que te gusta", instó Lisa... "¡Dime que te gusta follarme!"

- "¡Síiii!", respondió jadeando Adam... "¡Estoy disfrutando mucho!… “Es lo mejor que me has hecho, mamá… Me voy a... Me voy a... "

- “¿Vas a correrte en el coño de mamá?, le dijo ella.

- "¡Síiii!", exclamó… - "¡Me voy a correr!... ¡Me voy a correr!... ¡¡Me estoy corrieendoooo… AaaUuuGgg!"

Adam bombeó su polla con toda la intensidad que pudo, arrojando su esperma caliente en el coño de su madre llenando la misma vagina que le había dado el paso a la vida… Ella aguantó incluso cuando, al mismo instante, tuvo un intenso orgasmo que la hizo temblar de pies a cabeza.

Lisa sostuvo a Adam abrazado a ella… Sus pechos sudados se agitaban uno contra el otro… Su polla aún se mantenía dentro de ella mientras ambos jadeaban en busca de aire… Ella lo había hecho… Ella había follado con su propio hijo… Y de repente sintió miedo... Él lo había querido y ella había visto eso en sus ojos... Pero, ¿qué pensaría él de ella ahora todo había pasado?

Lisa lo agarró con fuerza, temerosa de soltarse, temerosa de siquiera mirarlo a la cara… Y así se mantuvo por mucho tiempo... La polla de su hijo se ablandó dentro de ella, pero ésta lo abrazaba tanto que no pudo escapar de su coño... Tenía miedo de moverse e incluso miedo de hablar.

Finalmente Adam bostezó y le dijo con naturalidad.

- "Tengo ganas de orinar."

Con cautela y con miedo ella se volvió hacia él y vió amor en sus ojos y una pequeña sonrisa en sus labios… De hecho, presionó sus labios sobre los de ella y le dio un beso algo tímido.

Suspirando de alivio, Lisa sonrió y le devolvió el beso… Luego se apartó de ella y su pene salio de su vagina llena de esperma… Riéndose, ambos se pusieron de pie, sólo para abrazarse de nuevo mientras los dos caminaban hacia el baño... De repente Adam la besó de nuevo, esta vez con intensidad y con lengua… Un beso de amante que le robó el aliento a su madre.

- "Te amo, mamá", le dijo con una sonrisa.

- "Yo también te amo, cariño"… Lisa le sonrió feliz y lo llevó desnudo al baño.

 

Un par de horas más tarde, Adam se dejó caer en el asiento al lado de su madre camino a su sesión de cura en el hospital.

- "Me hubiera gustado quedarme hoy en casa", murmuró.

- "Lo sé cariño, pero tenemos que ir si queremos que tus manos mejoren", le dijo su madre.

- "Me gusta que seas mis manos", dijo sombrío.

- "Oh, cielo… Qué bonito", le respondió colocando su mano con en su muslo... - "Siempre estaré a tu lado... Además…", soltó una risita y añadió… "No te gusta que yo sea tu mano cuando llega el momento de 'relajarte'... Cuando tus manos se pongan bien, igual te ayudaré a "relajarte", si quieres."

- "¿Lo harás?", preguntó Adam, animándose un poco.

- "Prometido", respondió Lisa con una sonrisa.

Adam le devolvió la sonrisa, pero pronto se entristeció otra vez.

- "No quiero ir hoy... Me duele."

- "Lo sé", respondió Lisa... "Mañana es domingo, así que no tienes terapia… Hagamos un trato: vas a terapia todos los días y los domingos te daré una recompensa especial."

- "Qué tipo de recompensa", preguntó Adam con mucho interés.

- "Lo que quieras", respondió Lisa... "Seré tu esclava dispuesta a todo lo que me pidas que haga."

- "¿A todo?", preguntó con escepticismo.

- "¡Sí!"

- "¿Incluso si quiero lo qué hicimos esta mañana?"

Lisa se sonrojó de vergüenza, pero respondio:

- "Incluso eso, si me pides que lo haga."

Adam sonrió feliz ahora y su mente su puso a trabajar... Ella le dio unas palmaditas en el muslo mientras volvía su atención hacia el hospital que quedaba a la derecha… Entró al parquing y después de subir un par de niveles, encontró un espacio y se detuvo.

Después de aparcar, Lisa salió y dio la vuelta para abrirle la puerta a su hijo... Él la miró, con la aprensión escrita en su rostro, y cuando ella se inclinó para desabrocharle el cinturón de seguridad, descubrió la razón.

- "¿Qué es esto?", preguntó ella, mirando hacia abajo un enorme bulto que sobresalía de la parte delantera de sus pantalones cortos.

- "Tengo un pequeño problema", respondió Adam con tímidez.

- "¿Un pequeño problema?"… Lisa arqueó las cejas.

- "Estaba pensando..."… Se calló.

- "Sí, puedo ver lo que estabas pensando", respondió de forma seca… - "Piensa en otra cosa, Adam."

- "No puedo… ¿Cómo se supone que voy a caminar por los pasillos con este bulto?... Sabes que no desaparecerá."

- "Oh, Dios mío"… Lisa sacudió la cabeza con exasperación... Después de lo sucedido esta mañana, su pene debería haber estado caido... Las maravillas de ser un adolescente, pensó sacudiendo la cabeza… Ahora, ¿qué iba a hacer ella?

Se levantó y miró por el estacionamiento… Las únicas personas que vio eran una pareja mayor que se alejaban de su automóvil y se iban al ascensor… Lisa esperó a que subieran, echó otro vistazo y luego se arrodilló.

Adam la miró mientras ella alcanzaba el cierre de sus pantalones cortos... Ella solo se encogió de hombros y le lanzó una mirada de resignación y después de una breve vacilación, y una mirada nerviosa a su alrededor, él levantó su culo para que ella se bajara los pantalones cortos y la ropa interior... La polla de Adam saltó libre, dura como una roca.

Lisa la agarró en su mano, mirando una última vez y luego bajó su cabeza sobre su regazo... Adam gimió cuando ella cerró su boca sobre su tiesa polla e inmediatamente comenzó a mover su cabeza hacia arriba y hacia abajo… Con su mano apretó la base del tronco con fuerza y concentró su succión a la mitad superior, con la intención de que se corriera lo más rápido posible.

Ella movía su cabeza chupando con fuerza, con rápidos movimientos, y en apenas un par de minutos, logró que Adam se pusiera rígido y disparase su carga de semen en la boca de su madre.

Lisa se tragó la leche caliente de su hijo hasta la última gota y luego, le lamió la polla… Rápidamente le colocó sus pantalones cortos en su lugar y le ayudó a salir del coche... Hurgando en su bolso, sacó un Kleenex y comenzó a limpiarse la boca, cuando escuchó la puerta de un coche que se cerraba de golpe... Girándose rápidamente, Lisa vio a una chica muy cerca de ella... Ningún coche había subido desde que habían llegado, por lo que ella había estado sentada allí todo el tiempo.

Era una chica guapa, de unos veinte años como mucho, vestida como hippie, con una falda larga, chaqueta de cuero con flecos a pesar del clima estival, sandalias en los pies y una diadema sujetando su largo cabello oscuro… Caminó hacia el ascensor, pasando junto a Adam y Lisa.

- "Así se hace, semental", le dijo la chica sonriéndole a Adam y guiñándole un ojo al pasar.

Adam le devolvió la sonrisa… Su ego aumentó ese momento pero Lisa escondió su cara totalmente ruborizada… Se quedaron inmóviles hasta que la chica se fue… Entonces Adam soltó una risita cuando sus ojos se encontraron con los de su  madre... Ella dejó escapar una risita avergonzada, escondiendo la cara entre las manos.

- "Vamos, semental", le dijo finalmente, dirigiéndose a los ascensores

Esa noche, mientras ayudaba a Adam a acostarse, él volvió a preguntarle lo que había dicho sobre recompensarlo el domingo.

- Sentándose en el costado de su cama y agarrando su polla ya dura, ella le sonrió mientras comenzaba a acariciar su tronco palpitante y le dijo:

- "Seré tuya para lo que me mandes hacer... Cualquier cosa que quieras… Cualquier cosa que me ordenes hacer, diré 'Sí, Amo'... Cualquier cosa."

Lisa podía ver la emoción en los ojos de su hijo, pensando con todas las posibilidades… Y ella también sintió una oleada de excitación, y su coño se mojó al instante, al pensar en lo que él podría ordenarle que hiciera y en lo que esperaba que él le ordenara que hiciera... Ella estaba masturbándole su tieso pene, luchando contra la urgencia de saltar sobre él y montarlo hasta que se corriera dentro de ella, llenándola de semen candente, haciéndola correr, haciéndola gritar.

En ese momento, Adam levantó el culo de la cama y su polla entró en erupción, disparando semen al aire… Rápidamente Lisa bajó su cabeza y cogió la cabeza de su crispada polla en su boca, cerrando sus labios alrededor del palpitante glande mientras ella continuaba masturbando el tronco frenéticamente, ordeñando su dulce semen en su boca.

Cuando se tragó la última gota, soltó el pene y lamió todo el semen que había caido en el vientre, los huevos y en sus dedos, mirándolo a los ojos mientras chupaba seductoramente cada dedo.

Cuando terminó con su limpieza, besó a Adam en la boca y su lengua se deslizó para encontrarse con la suya, dejándole probar su propio jugo… Finalmente, se levantó de la cama, tapando con las sábanas so desnudo cuerpo de su hijo.

- "Te veo mañana, 'Amo'", sonrió justo antes de apagar la luz y se fue a su cama.

 

Continuará...

 

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