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Por el impago de un préstamo a un sicario (2/2)

en Sadomaso

Por el impago de un préstamo a un sicario (2/2)

 

 

Capitulo 2

Mientras Piwi, en tono burlesco, le anunciaba una pequeña rebaja de su deuda por toda las degradaciones que estaba obligando a realizar a la familia, los gruñidos de Eddie continuaron al ritmo del movimiento de nalgas de su hija pequeña Juana que ahora empujaba hacia abajo para empalar su coño en la virilidad de su padre.

El bonito cuerpo de la joven temblaba cada vez que sentía su tronco caliente y duro dilatar su coño... Ella nunca antes había tenido metida una polla tan grande... A pesar de su juventud, ninguno de los tres novios que ella había tenido podía compararse en circunferencia y longitud con la enorme polla de papá.

Ella gimió y suplicó a Piwi que la liberara de la polla de su padre.

- "Por favor, no dejes que se corra dentro de mí", le suplicó.

Piwi deslizó sus manos por la parte inferior de los pechos de Juana, ahuecando las tetas de la chica mientras lamía uno de los delgados hombros.

- "Tranquila, pequeña… Cállate y folla... Hazlo o la vida de papá no valdrá mucho… No, con una bala en la frente."

Ese escalofriante recordatorio mantuvo a la chica rubia sorbiendo la polla entre sus piernas, moviéndose desesperadamente mientras sus labios vaginales se pegaban al pubis de su padre cada vez que se la clavaba hasta la empuñadura.

Finalmente, Eddie no pudo soportarlo más, a pesar del constante esfuerzo por contener su eyaculación y cuando el culo de Juana tocó fondo en su regazo y su coño descansaba completamente en su entrepierna, gruño y rugió, gritando:

- "Noooo"… La polla de Eddie comenzó a dar violentas sacudidas producidas por una oleada de descargas de semen en el interior del joven coño de su hija... Mientras, Piwi, al percatarse, presionó con fuerza las caderas de la linda rubia con ambas manos, asegurándose que su coño permaneciera completamente penetrado hasta que toda la descarga de semen de su padre terminara por vaciarse profundamente en su coño.

- "¡Oooh, papá!... ¡Nooo!... “Te has corrido dentro"… Ella lloró y su cuerpo temblaba cuando Piwi la empujó contra el pecho de su padre... Entonces la polla de Eddie se salió del coño y el semen comenzó a escapar del sexo de la joven adolescente rubia.

Piwi puso, inmediatamente, dos dedos entre los labios hinchados, acariciándolos mientras con su otra mano jugaba con el clítoris hinchado de la chica... Luego, le metió los dos dedos y continuó bombeando ese coño joven al tiempo que acariciaba su clítoris hipersensible hasta que ella chilló y, con su cabeza pegada al pecho de su padre, se corrió por segunda vez.

Eddie sintió que su hija pequeña se estremecía contra su cuerpo cuando ese segundo orgasmo le llegó... No podía creer todo lo que había sucedido en la última media hora… Era una depravada cautividad de sexo forzado digna de las imaginaciones más surrealistas.

- "Nooo… Te mataré, hijo de puta", gritó Eddie, pero esta bravata que le dijo se disipó rápidamente al ver a Sirra entrando en el salón con un brazo alrededor de su hija mayor… Las manos de Lupe todavía estaban atadas por delante de ella y parecía muy aturdida… El semen corría por sus muslos internos y había brilló en su vello púbico.

- "Hemos jodido bien a esta chica... Creo que por esta noche hemos terminado, jefe… Ha quedado muy follada."

Piwi cogió la cara de Lupe y le dio un apasionado beso mientras la chica gemía.

- "Llámalo ‘beso de despedida’, perra"… Al retirarse, el cruel líder de la pandilla se volvió hacia el padre indefenso… Metió la mano en la bolsa de lona que había sobre la mesa y sacó su arma.

- "Bueno, Eddie, parece que no puedes pagar tus deudas y ya sabes lo que le sucede a las personas que no cumplen sus promesas conmigo."… Y apuntó con el arma a la cabeza de Lupe.

- "¡¡NOooo!!"… El llanto de Eddie atravesó la casa.

El alto y apuesto líder de la pandilla comenzó a acariciarse la barbilla, como si reconsiderara su brutalidad.

- "Hmm, tienes razón, Eddie... Puedo apreciar eso en un hombre... ¿Sabes?, tal vez aún no hayamos terminado."

Hizo un gesto a Crook y Sirra diciendo:

- "Traed a estas dos zorras aquí y ponerlas frente al sofá."

Crook cogió a Lupe y Sirra a Juana.

- "Obligarles a las dos a arrodillarse, con el culo levantado"... Piwi hizo que las dos chicas se posicionaran al estilo perrito, la una frente a la otra... Luego se fue detrás de Lupe y le ordenó a Sirra que fuera detrás de Juana.

- "Crook, saca el lubricante de mi bolsa."

Lupe y Juana se quedaron heladas al escuchar esto.

- "No, no...", rogó Lupe, mirando detrás de ella... Pero Piwi ya había entregado su arma y ​​estaba vertiendo el lubricante a lo largo de su gran polla, haciéndola relucir con los aceites mientras lo extendía sobre su tronco largo y grueso... Luego vertió un poco en el pequeño agujero en forma de estrella, metió dos dedos cubiertos de lubricante en su culo y bombeó suavemente, hacia adelante y hacia atrás, ensanchando el agujero del ano de Lupe.

- "Aaaah… ¡Nooo, por favor!", dijo ella.

Los ojos de Piwi vagaron por el hermoso cuerpo de Lupe… Su mano libre se deslizó entre sus piernas para acariciar su sensible clítoris.

- "He querido follar este culo apretado desde el momento en que te vi, niña… Y lo voy hacer frente a papá… De esa forma él puede apreciar cada momento del enculamiento que te voy a dar."

-  "¡Nooo!"… Las manos atadas de Eddie presionaron con fuerzas intentando soltarse pero estaba fuertemente atado... Crook tenía el arma de Piwi y ahora se mantenía alejado como un centinela, preparado para cualquier cosa si las chicas intentaban resistirse.

Lupe gimió cuando sintió la fuerte presión de la cabeza de la gran polla de Piwi en la entrada de su ano… Él, dio un pequeño empujón y luego se paro... A este le siguió un nuevo empujón, esta vez un poco más contundente, escuchándose un fuerte gemido de los labios de Lupe cuando sintió que toda la gran polla, como un bate de béisbol, había entrado totalmente a través de su agujero anal.

La hermosa adolescente había respondido bien a la lubricación de su ano… La polla de Piwi la taladraba una y otra vez, moviéndose  más profundo con cada empuje... Finalmente, después de unos minutos de intensos empujones, Piwi tenía todo su pene dentro de su culo y sus testículos golpeaban suavemente las nalgas de Lupe con cada penetración total que hacía.

- "Mmmm ... ¡Joder!... Me la estás apretando muy fuerte, perra... Es una sensación muy agradable"... Piwi se detuvo con su polla bien metida en el ano de Lupe y miró a Eddie... El hombre estaba mirando al suelo, abatido y humillado.

- "¡Crook!... Procura que papá preste atención"… Crook se acercó, golpeando a Eddie con la culata del arma, que gritó de dolor y levantó la cabeza, con los ojos fijos en Lupe mientras miraba los pechos de su hija balancearse con cada empuje del gran pollón de Piwi introducido en su intestino.

Mientras tanto, frente a Lupe, casi cara a cara, el cuerpo de Juana se estremecía por los esfuerzos del pollón de Sirra por metérselo todo dentro del culo… Sus testículos golpeaban sus glúteos bien formados con cada embestida… Agarró los hombros de la chica mientras la empujaba, tirando de su cuerpo hacia atrás para meterle al máximo su polla... Los chillidos de Juana llenaban el salón y su cuerpo temblaba con el enorme pene penetrado dentro de su ano demasiado pequeño.

- "Oooh... Aaaah… Uuuggg", gimió Juana... "¡Paraaa, por favooor!"

- "¿No es esto una cosa especial ver a dos hermanas compartiendo juntas una bonita y nueva experiencia?",  dijo Piwi…. - "Lupe, besa a tu hermanita… Quiero ver un beso de amor... ¡Muéstranos a todos cuánto la amas!... ¡Ahora!"

Lupe gimió  y se inclinó hacia adelante, besuqueándose con su hermana, tal y como le había ordenado, pero manteniendo toda la polla de Piwi metida en su culo.

- "Vamos, perra… Bésale ahora tú, pero con lengua", gruñó Sirra, golpeando duramente las nalgas de Juana con la palma abierta de su mano.

Juana gimió y obedeció, abriendo la boca para aceptar la lengua de su hermana… Las dos adolescentes se besaron y besuquearon mientras los dos hombres, de forma brutal, metían sus gruesas pollas en sus apretados orificios anales con gruñidos de placer.

Viendo todo esto, la polla de Crook se puso tiesa y dura como una barra de acero y se acercó a Eddie, apuntando el arma hacia las dos chicas.

- "Mira a tus hijas, Eddie... Están teniendo las mejores enculadas de sus vidas… Y todo gracias a ti… Si no hubieras sido un idiota y le hubieras devuelto el dinero a mi jefe, nada de esto estaría sucediendo ahora"... El sentido de culpa en la cara de Eddie parecíó satisfacer al matón, que rió y luego se arrodilló junto a Eddie, con tono agradable y simpático y le dijo:

- "Apuesto a que te preguntas dónde está tu preciosa Fernanda."

Las orejas de Eddie se plantaron ante la mención de su esposa.

- "Oh, sí... ¿El jefe no te ha dicho nada?... ¿O, sí te lo ha contado?... Todos hicimos turno follándola hasta que se desmayó agotada… Ahora está atada desnuda como tú en una silla en nuestro cuartel general, viendo a través de cámaras que ves ahí en la sala de estar.

- Ahora ella lo ve todo, hermano... Ha visto lo que has hecho tú aquí, follando con sus dos hijas… Apuesto a que ella no estará feliz, Eddie.”

Crook se levantó de nuevo, satisfecho con la devastadora conmoción que su revelación había cimentado en la cara de Eddie mientras volvía su atención a la escena sexual que se desarrollaba ante sus ojos.

- "Aaah… Esta linda perra me está ordeñando muy bien!"… Las manos de Sirra se extendieron por las nalgas de la chica mientras empujaba hacia adelante su gran polla metiéndosela hasta la empuñadura y estallando dentro de su ano.

- "Aaah... Toma mi semen, perra… Te lo tiro dentro ese lindo culo que tienes"... Sirra, se estremeció durante casi un minuto y al final todo el peso de su cuerpo descansó sobre la jovencita rubia... Juana gimió, sintiendo el calor del semen de Sirra dentro de su dolorido culo.

- "Uuugg!", suspiró ella, temblando de alivio mientras él se retiraba.

Pero Sirra no le dio mucho tiempo para recuperarse... Inmediatamente la arrastró hacia donde estaba su padre.

- "Es hora de la segunda ronda, puta… Súbete otra vez a la polla de papá... Verte follar por el culo fue más excitante de lo que pensaba y el pobre necesita desahogarse de nuevo.”

Tremendamente avergonzado, Eddie bajó la vista hacia su polla rígida, tiesa para que todos lo vieran.

- "No... Yo no… Esto no es…"… Eddie no sabía qué decir… Su cuerpo lo había traicionado de la manera más clara y rotunda... Él negó con la cabeza frenéticamente mientras Sirra ayudaba a una dócil Juana a montar su polla… Su coño palpitante pronto bajó rápidamente sobre su tronco rígido... Quedaba claro que las folladas anteriores le habían dejado el coño muy dilatado.

- "Venga… Rómpele su coño, papá"... Eddie gimió al sentir el apretado coño de su hija agarrar la circunferencia del tronco de su gran pollón... Esta vez fue peor que la anterior, porque ahora Juana estaba frente a él y sus ojos atormentados miraban a los suyos mientras comenzaba a bombear su coño hacia arriba y hacia abajo como lo había ordenado su cruel captor… Ella tenía sus manos sobre los apoyabrazos para apalancarse y sus jóvenes pechos rebotaban mientras se empalaba en el pene grueso de su papá.

- "Así, puta... Dale un buen ritmo… Bombea rápido a la polla grande y dura de papá… ¡Venga!"

- "Dile a papá lo mucho que te gusta esto", intervino Crook.

En silencio, los ojos torturados de Juana le dijeron 'Lo siento, papá' y los de su padre, 'Perdóname, hija'.

Cumpliendo lo ordenado por Crook, la joven rubia gimió mientras su coño encerraba el miembro de su padre y dijo en voz alta:

- "Oooh papá, me encanta follar esta polla tuya... Esta muy dura y caliente en mi coño… Lléname con tu semen... Por favor."

Un ruidoso SMACK se escuchó en el salón… Era Crook que golpeaba con el látigo, las nalgas de Juana, haciéndola retorcerse en la polla de su papá y golpear la longitud de su tronco con más sensaciones.

- "Hazlo más convincente, perra… Quiero que tu padre sepa cuánto te gusta ese pollón que tiene"... Juana gimió, bombeando su coño más fuerte y elogiando la polla de su padre mientras le suplicaba que la follara más fuerte.

Mientras tanto, la penetración de Piwi en Lupe iba muy bien, sin ninguna resistencia por su parte... Él, miró a la joven rubia que estaba jodiendo en el regazo de su padre, y se le ocurrió una nueva idea maquiavelica.

- "¿Sabes lo que he pensado, puta?... Nos vamos a unir a la fiesta de papá y tu hermana pequeña."

Lupe suspiró con alivio temporal cuando Piwi sacó su polla de su dolorido ano… Él la arrastró y la hizo arrodillarse al pie de la silla donde estaba atado su padre… Su rostro quedaba a unos centímetros de las nalgas de su hermana Juana, que ahora rebotaban arriba y abajo mientras la polla de su padre aparecía y desaparecía en su coño adolescente.

Piwi le señaló la corriente de semen que manaba del culo de Juana.

- "¿Ves ese semen que sale del culo de tu hermana?... Tienes que limpiarlo con tu lengua, perra."

Los ojos de Lupe se abrieron con horror… Ella ya había hecho cosas de las que se arrepentiría siempre, pero nunca antes había lamido el trasero de alguien… La idea la repelió.

- "¡No! ¡No lo haré!",  lloró negándose Lupe... Piwi acarició su culo abriendo sus nalgas, mientras miraba su hinchada abertura anal.

- "Me obedeces, voy a lo fácil y sólo follaré tu coño mojado... Desobedeces y tu culo será lo que follaré de nuevo... ¿Qué decides, puta?"

Lupe gimió.

- "Eres un monstruo… De acuerdo… Está bien... Prefiero que me folles mi coño."

Ella empujó su cabeza hacia delante y su lengua probó el sabor salado del semen mezclado con las secreciones vaginales y el sudor que salía del culo de Juana... Luego su lengua lamió más intensamente dentro de la estrecha abertura de su hermana cuando se dio cuenta de que Piwi estaba cumpliendo con su parte del trato… Le había metido hasta el fondo de su coño, su gran polla y le daba frenéticas embestidas.

Finalmente, con un gran gemido, Lupe escuchó a su padre gritar su corrida... Y, casi de inmediato, Juana se corrió también… La constante masturbación de Sirra sobre su clítoris lo había acelerado e intensificado... Padre e hija se corrieron con intensidad… Sus cuerpos se retorcieron, mientras los jugos masculinos y femeninos brotaban y se entremezclaban.

Eddie miró a los ojos de su hija pequeña mientras se hundía en su regazo, sintiendo que el caliente y rezumante semen de su padre llenaba cada centímetro de su interior.

- "¡Mira que desastre has hecho, estúpida perra!"… Sirra arrastró a Juana fuera del regazo de su padre... El área de la entrepierna de Eddie estaba todo mojado de todo tipo de fluidos con fuertes olores... Los labios de Lupe, tenían una mezcla del semen del culo de Juana con el semen de su padre y el flujo del coño de su hermana.

- "Es una buena perra, Sirra... Está aprendiendo y es obediente", le dijo Piwi, mientras acariciaba los flancos de su hermana Lupe y continuaba follándosela… Finalmente, la agarró por el cuello con una mano y con la otra le masturbó su clítoris firmemente con sus dedos.

Todo perfectamente sincronizado hizo que Lupe comenzara a chorrear su coño sobre el pene de su captor… Y con un chillido sordo mientras sorbía los restos de fluidos que cubrían la polla de su padre, que le habían obligado hacer, Lupe se convulsionó y corrió, temblando su cuerpo de una forma muy exagerada.

Justo cuando estaba a punto de suspirar de cansancio, Piwi gruñó anunciando a todos su corrida.

- "Aquí tienes, perra… Otra oportunidad de dejar tu bonito coño embarazado... No creo que vivas lo suficiente como para preocuparte por ello".

Lupe gimió cuando sintió el semen caliente de Piwi disparar profundamente hacia su útero, llenando su hendidura ya empapada.

- "Por favor, detente ya... Nos habéis jodido a las dos… Hiciste que papá nos joda también… ¡Por favor, por favor!... ¡Déjanos ir!"

Lupe rogó esto mientras sentía la polla del Piwi contraerse dentro de su coño, liberando un chorro de semen seguido de otro y otro... Finalmente Piwi se la saco de su coño y colocó a Lupe en el suelo sobre su espalda, abriéndola de piernas y observando con satisfacción cómo su semen brillaba entre sus labios del coño.

- "Mmm. Mirad todo esto... Es absolutamente hermoso... Y ahora, ¿en dónde estábamos?"

Juana estaba arrodillada en el suelo junto a la silla donde estaba atado su padre, mirando la polla ablandada después de su corrida.

- "Dame la pistola, Crook"… Piwi cogió el arma de la mano de Crook... Se arrodilló y presionó el cañón del arma entre los hinchados labios sexuales de Lupe... Los ojos de la joven se abrieron con terror.

- "¡Por favor… No dispares!"

Piwi levantó la vista hacia el rostro completamente derrotado de Eddie... Sus ojos estaban más allá de la desesperación... Habían entrado en una fase completamente diferente donde incluso la posibilidad de la esperanza había desaparecido hacía tiempo.

- "Sabes… Iba a matarte a ti y a tus dos putas calientes una vez que mis hombres y yo nos hubiéramos divertido."

- "Por favor, no me mates!... Por favor… Seré tu esclava sexual si lo deseas… Te follaré cuando quieras y como quieras", le suplicó Lupe.

Piwi bajó la vista hacia la chica con alegría en sus ojos.

- "Hmm… Qué oferta más tentadora… Tu coño cachondo termina de derramar más jugos sobre mi polla"… Miró hacia abajo y vio su pene colgando, mojado con sus jugos recientes… - "Pero no… No quiero ese ofrecimiento tuyo, puta… De hecho, he disfrutado tanto que me siento francamente recompensado y generoso."

El líder de la pandilla sacó la pistola del coño de Lupe y se puso de pie, haciendo señas a Crook y Sirra... Luego se inclinó frente a Eddie y miró fijamente a los ojos torturados del hombre.

- "¿Sabes lo qué he pensado, Eddie?... Creo que has aprendido tu lección... ¿Has aprendido tu lección?", le preguntó.

- "¡Sí… Si la he aprendido!", respondió Eddie... "Por favor, haz lo que quieras conmigo… Perdona a mis hijas."

Piwi negó con la cabeza y le dijo:

- "El lloriqueo  te hace viejo, amigo... No, no lo entiendes… Dejo que esto cuente como el pago de tu deuda conmigo... Tienes que vivir… Por supuesto, si tu familia dice una palabra de lo que pasó aquí hoy a cualquiera, y me refiero a CUALQUIERA..."

- "No. No lo haremos", dijo Eddie, con tono desesperado cortándole.

Piwi sonrió burlonamente mientras metía la pistola en su cintura.

- "Si tu devolvieras mi generosidad siendo un soplón, entonces tendríamos una segunda ronda de todo esto, y sería mucho, mucho más duro… ¿Entiendes lo que digo, Eddie?"

- "¡Si lo entiendo!", le contesto de inmediato… ‘Oh, Dios’, pensó Eddie… ‘¿Sería posible que les dejara sobrevivir?’

- "Está decidido, pues"… Piwi le susurró algo a Crook y Sirra... Los dos hombres sonrieron ante lo que les había dicho y cogieron de la bolsa que estaba encima de la mesa, dos largos y gruesos vibradores  acanalados, de color rosa.

Procedieron a atar las muñecas de Lupe a uno de los pies del sofá y las muñecas de Juana al otro pie del sofá… Luego ataron uno de  tobillos de cada hija a los pies de la silla de su padre y el otro tobillo a muebles cercanos... Y sujetaron fuertemente, con cinta adhesiva, los pies de la silla de Eddie para asegurarse de que no se moviera.

Los tres hombres se apartaron, admirando su trabajo... Dos guapas adolescentes desnudas extendidas en el suelo y su padre desnudo, también atado al sillón, sin poder hacer nada por ayudarles.

- "¿Qué estás haciendo?... ¡Pensé que dijiste que nos dejarías ir!", le preguntó Eddie.

Pero Piwi lo ignoró… Se volvió hacia sus hombres y les dijo:

- "Está bien… Llenad esos coños."

Unos segundos más tarde Crook empujó el largo y rosado dildo entre los labios vaginales de Lupe... Ella gimió al sentir que el dildo llenaba su interior pegajoso… Mientras tanto, Sirri empujó el otro enorme dildo rosa entre los muslos de Juana, admirando la forma en que los labios de su empapado coño pringado de esperma lo aferraba.

- "Ahora, encenderlos."

Y ambos hombres pusieron los vibradores al máximo y luego los aseguraron con una correa delgada que conectaba el vibrador al clítoris de cada chica, provocándoles una gran excitación continuada.

El efecto fue inmediato… Juana y Lupe comenzaron a gemir, retorciéndose con el poco movimiento que podían tener mientras los vibradores comenzaban a bombardear sus coños y clítoris adolescentes con sensaciones embriagadoras.

Piwi se volvió hacia Eddie con una gran sonrisa iluminando su cara y ledijo:

 

- "Decidí dejar a tus hijas un regalo de despedida… Espero que no te importe, Eddie... Tú puedes ver a tus putillas hijas retorcerse y correrse una y otra vez."

Piwi se giró al escuchar un grito… Era Juana que mostraba el rostro agitado mientras el jugo de su coño se derramaba sobre el suelo… Había tenido el primero de los orgasmos de esta nueva etapa.

- "Es posible que necesites tener que pasar el trapo por el suelo cuando todo haya terminado", se rió Piwi, que miró el reloj en la pared, calculando algo en su cabeza.

- "Según mi estimación, nos llevará quizás 4 horas regresar a nuestra sede donde está tu caliente esposa... La dejaremos ir para que ella vuelva aquí para desatarlos a ti y a tus jóvenes perras... Eso serán ocho horas, más o menos, para que disfrutes de las vistas y los olores de tus dos hijas chillando con un orgasmo tras otro… Hmm. Estoy casi celoso de dejarte aquí solo contemplando esto."

Se giró para irse, con Lupe gimiendo detrás de él.

- "¡Por favor no te vayas!... ¡No nos dejes así!... ¡Oooh… Oooh... Oh, Dios... Aaaah!"… El coño de Lupe no podía aguantar más y gimió cuando éste se apretó incontrolablemente en el enorme dildo, provocándole, al igual que su hermana, el primero de los orgasmos de esta nueva etapa, mientras sus jugos salpicaban el suelo.

Los tres hombres recogieron todo y se subieron  al coche… Crook le dijo:

- "¿Estás seguro de que fue una buena idea dejarles vivos, jefe.”

- Tranquilo Crook... ¿No viste la vergüenza en los ojos de Eddie?... Sus hijas nunca hablarán y menos el pobre Eddie… Además, quiero que sufra de por vida... Se lo merece… Después de estafarme y derrochar cada peso que le presté, tendrá que vivir pensando en lo que le pasó hoy y esa es el tipo de justicia que me gusta ver."

La cara llena de cicatrices de Piwi estalló en una sonrisa burlona mientras ponía el coche en marcha, pisaba el acelerador y se alejaba a toda velocidad, hacia su cuartel general donde le esperaba desnuda Fernanda a la que quizás le dieran una ultima follada antes de dejarla ir en busca de su familia

La mala cabeza de su marido les había llevado a esta lamentable situación que tampoco olvidarían mientras viviesen.

F I N

 

 

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