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Por el impago de un préstamo a un sicario (1/2)

en Sadomaso

Por el impago de un préstamo a un sicario

 

Capitulo 1

Nos encontramos en Costa Careyes, al sur de Jalisco, México, en la carretera que conecta Manzanillo con Puerto Vallata… Al contemplar una aislada casa de playa que se encuentra en un acantilado, con su fachada de piedra multicolor y sus enormes ventanales que reflejan la luz de la luna, uno no puede adivinar los depravados acontecimientos que se están desarrollando en su interior.

Un hombre, Eddie, gemía lastimeramente… Su cuerpo desnudo estaba cubierto de numerosas marcas rojas por el azote constante del látigo… Estaba sentado a una silla robusta y ancha, con las muñecas atadas por detrás del respaldo y los tobillos a las patas de la silla.

- "Es suficiente, Crook... Puedes darle un momento de descanso a tu brazo”, le dijo Piwi, el jefe de una de tantas pandillas sureñas, mientras negaba con la cabeza la actitud del padre y luego miró a las dos jóvenes hijas del cautivo sentadas en el sofá frente a él… Le dijo:

- "No deberías haberme engañado, amigo… Sabes perfectamente como las gastamos… Te presté dinero y esperé a que me  devolvieses mi préstamo y sus intereses... Tuviste 12 meses para pagar y ¿qué me has pagado?... ¡No me has dado, NADA!",… ¿Pensabas que no daríamos contigo, imbécil?, le dijo Piwi amenazadoramente.

- "¿Qué piensas, hacer?, le preguntó su secuaz Crook… Deberíamos follarnos a sus hijas... Demuéstrale lo que sucede cuando se burlan y mofan de todos nosotros, jefe", matizó.

- "¡No… Por favor!... ¡No les hagas daño a mis hijas!", suplicó Eddie retorciéndose en sus ataduras y mirando con pánico a sus indefensas hijas, de 18 y 20 años de edad, pensando en su posible desgracia.

Ambas chicas iban con bikini... Estaban en la casa, de vacaciones en la playa, disfrutando de un bonito día de sol y cuando regresaron, estos hombres les tendieron una emboscada.

"Queridas hijas", pensó Eddie… "¿Qué puedo hacer para salvaros?"

- "¿Quieres que dejemos a tus hijas en paz?... De acuerdo, entonces… ¿Tienes el dinero para pagarme, Eddie?"

Piwi, el jefe del grupo, se acercó a la mayor de las dos hijas, Lupe… Ella tenía un cuerpo esbelto, pechos medianos y cabello largo, teñido de color rojizo... Era guapa, con ojos de color verde, como los de su madre.

- "Por favor, no la toques… Es a mí a quien debes castigar… ¡Yo soy el que no te devolvió el dinero!", le rogó Eddie.

Las muñecas de Lupe estaban atadas a la espalda y tenía cinta adhesiva en la boca... Ella gimió cuando el cuchillo de Piwi brilló fuera de su funda… Él, cortó la parte superior de su bikini, dejando que la tela cayera y sus pechos quedaron a la vista de todos... Palmeó uno de ellos y pellizcó el pezón entre su pulgar y su dedo índice… Lupe cerró los ojos, gimiendo a través de su mordaza.

- "¡Para!", le gritó Eddie.

- "Me detendré cuando me devuelvas mi dinero."

Piwi se arrodilló, deslizando el plano de su cuchillo por debajo de la cintura de las bragas de Lupe… Los ojos de Lupe se agrandaron de miedo y su cuerpo se tensó al sentir la fría hoja contra su piel... luego sintió que le arrancaba la braga con un golpe brutal... La tela desapareció, dejando al descubierto sus pelos púbicos finamente recortados y la hendidura de su coño adolescente, expuesta también a la vista de todos.

- "Mmm… Mira que hija más guapa y fina tienes, Eddie... Ella va a devolverme parte del dinero que te presté de otra forma"… Piwi se rió, mientras Eddie quedaba petrificado al escuchar estas palabras.

- "¡Nooo, por favor!... Dame más tiempo... Te devolveré el dinero... ¡Todo!... ¡Lo juro!"

Piwi procedió a quitarse la camisa sin mangas y los pantalones vaqueros... Luego se quitó las botas, los calcetines y se bajó los calzoncillos, arrojando todo a un rincón de la habitación… Ahora estaba desnudo y con su polla erguida… Se volvió hacia Eddie y le dirigió una mirada significativa.

- "He estado aceptando promesas vacías tuyas desde hace 3 meses, Eddie… Dame ahora dinero o esto se va a volver muy interesante."

Eddie se esforzó mentalmente en busca de alguna respuesta… Había agotado sus dos cuentas bancarias por su vicio al juego… Y no era solvente financieramente, un secreto que había estado ocultando a su esposa Gloria y a sus hijas... Tampoco tenía dinero escondido, ni nada que pudiera aprovechar para pagar... La desesperación se apoderó de él y bajó la cabeza avergonzado.

- "Por favor… No... No tengo el dinero para pagarte ahora."

El jefe la pandilla hispana suspiró teatralmente.

- "Me lo imaginaba…. Ahora parece ser que tendré que cobrar de otra manera."

- "¡Por favor, no les hagas daño a mis hijas!... Haré lo que quieras."

Piwi se giró, arqueando las cejas y le dijo en tono burlón:

- "Oooh… En serio?"… Se volvió hacia Lupe, y una mano ahuecó su coño mientras le ponía el cuchillo en la garganta… - "¿Y tú, jovencita, si le quito la cinta de tu bonita boca, vas a ser una buena chica y harás EXACTAMENTE lo te digo?"

La hermosa morena asintió frenéticamente con la cabeza mientras lloraba.

- "De acuerdo"… La cara de Piwi cambió con una horrible sonrisa… Arrancó la cinta de la boca de la joven y la arrojó a un lado mientras ella se retorcía de dolor… Luego la agarró por el cuello y la arrastró hacia su padre atado a la silla y la puso de rodillas.

- "Oh, Dios mío"… Lupe dijo esas palabras mientras miraba la polla de su padre… La tenía completamente tiesa… Era repugnante verlo… Y lo era también para su padre darse cuenta de que ver desnuda a su hija había despertado la erección de su polla… Ella no podía creerlo y casi se desmaya al ver la gota perlada de pre-semen en la punta del pene de su padre.

- "Lame la polla a tu padre, pequeño coño… Hazlo", le ordeno Piwi.

Lupe miró a su captor y le respondió casi como un gemido:

- "¡Tú, no puedes hablar en serio!"

Piwi se arrodilló a su lado y le puso el cuchillo en el pezón izquierdo y le gritó al oído:

- "¿Quieres que me divierta cortándote el pezón?... ¿Te cuesta oír mis ordenes, perra?... ¡Te dije que mames la polla de tu padre!"

- "Está bien… Está bien!... ¡Por favor, no nos lastimes!", gimió Lupe... Se inclinó hacia delante y cerró los ojos cuando su lengua hizo contacto con la rígida polla de su padre... Lentamente lamió hasta la punta de su pene, luego arremolinó su lengua alrededor de la punta, la misma técnica que utilizaba con su novio… Hacer esto era denigrante, pero ella tenía que hacer lo que el matón quería o podría lastimarla a ella o a su padre.

Lupe cubrió lentamente la polla de su padre con sus labios y fue deslizándose hacia abajo mientras su lengua acunaba la parte inferior de su pene... Pronto, los sonidos de succión comenzaron a llenar la sala de estar mientras la joven sorbía el tronco de la gran polla de su padre.

Mientras, Piwi, que estaba sujetando su cabello hacia atrás para no perder detalle, le paso su cuchillo a Sirra, su otro sicario, y se arrodilló detrás de Lupe, que pronto sintió cómo sus dedos masturbaban su clítoris y ocasionalmente los deslizaba entre los labios vaginales de su sexo... Horrorizada escuchó:

- "Ooooh… Ya no puedo esperar mucho para sentir este coño abrazando mi polla dura y gruesa… Mmm… ¿Te gusta el sabor de la polla de papá, eh?"… Piwi susurraba esas desagradables palabras mientras Lupe continuaba moviendo su boca hacia arriba y hacia abajo, sintiendo la gran polla de su padre metida profundamente en su boca... Sus labios formaron un aro hermético al mamársela debido a su gran grosor… Su lengua lamia y recorría la superficie de la polla cuando necesitaba recuperar fuerzas y tomar aire.

A una orden de Piwi, ella, de inmediato, movió su lengua sobre la punta bulbosa y luego se metió la polla de nuevo, llegando con sus lindos labios casi hasta los huevos de su padre, tragando y sorbiendo más fuerte que antes a pesar de las arcadas que ello le provocaba.

- "¡Mira Eddie la habilidad que tiene tu puta hija chupándote la polla… Ver un espectáculo como este puedo aceptarlo como pago de una parte de tu deuda… Sigue así pequeña que aún me queda ver como trabaja tu coño."

- "Aaaah... ¡Nooo!", gimió, Eddie... - "Cariño, detente… No lo escuches"... Eddie sintió la vergüenza florecer en lo profundo de su ser... Gruñó más fuerte mientras veía la cabeza de Lupe balanceándose arriba y abajo, recibiendo el pre-semen que salía de la polla de su padre mientras la apretaba con los labios y succionaba más fuerte.

- "Ya está bien… Eso es suficiente, puta… Ahora que tiene la polla bien lubrificada, es hora de montarte encima de ella."

La espantosa orden de Piwi, el jefe de esta cuadrilla, fue seguida por su secuaz Sirra, ayudándolo a subir a la adolescente en el regazo de su padre y forzándola a sentarse a horcajadas sobre él, mientras Crook, el otro sicario, alineaba la polla de Eddie debajo de los labios vaginales de su hija.

- "¡Parad esto!", chillo, Lupe... "¡Por favor… Nooo!"

Ella se retorció y se agitó, pero con sus muñecas atadas a su espalda no había mucho que pudiera hacer… La adolescente gimió al sentir que su coño se metía con fuerza en la erección de su padre… Su apretado coño joven envolvió la polla de papá como un guante ceñido.

- "¡Ooooh, por favor… Sacármelo!", gimió ella mientras Piwi, con una mano, acariciaba los testículos de Eddie y con la otra, palpaba las tetas de Lupe.

- "¡Ni lo pienses… Ver esto me calienta muchísimo”, le respondió Piwi.

Lupe quedó sentada en el regazo de su padre con su coño estirado por la gruesa polla que tenía metída.

- “Dile a papá lo bien que te sientes, teniendo su polla en tu estrecho y húmedo coño… ¡Díselo!"… Piwi hizo un gesto a Crook para que le diera su cuchillo y, de inmediato, la fría hoja de acero presionó la garganta de su padre.

Lupe gimió aterrada.

- "Empieza a decírselo, chica… Hazlo o le corto la garganta a papá."

Piwi se movió, presionando el cuchillo en la garganta de Eddie, mientras observaba el pánico en los ojos de la hija… Los pechos de la chica temblaron cuando comenzó a apretar el duro miembro de su padre, deslizando su coño hacia arriba y hacia abajo… Su cuerpo la traicionaba mostrando el placer que involuntariamente sentía... Continuó deslizando lentamente su coño húmedo sobre la polla de su padre, bombeando en su regazo como una puta desvergonzada.

Lágrimas llenaron sus ojos, pero ella rehusó darle a Piwi y a sus dos matones, la satisfacción de verla llorar… Sintió una extraña calidez en sus entrañas e intentó ignorarla... Su coño palpitó cuando sintió que la polla de su padre la estiraba más con cada deslizamiento hacia abajo… Estaba haciéndose cada vez más gorda por el placer que ella le daba.

- "Aaaah" suspiró Lupe mientras se preguntaba si esta pesadilla de alguna manera podría ser real... Desgraciadamente, si lo era.

- "Mmm... Perfecto”, dijo Piwi… - “Crook, ayuda a esta zorra a correrse mientras monta la polla de papá"... Crook se arrodilló junto a la joven y mientras ella continuaba montando la polla de su  padre, el sicario se acercó y comenzó a frotar hábilmente el clítoris de la chica.

- "¡Aaaah!", jadeo Lupe mientras su pecho se agitaba y sus tetas subían y bajaban con fuerza rebotando en el regazo de su padre.

Piwi se echó hacia atrás, mirando el bien proporcionado culo de la adolescente atada, subiendo y bajando, mientras su coño engullía la rígida polla del padre con un ritmo endiablado… El jefe de la pandilla sonrió muy satisfecho de lo que veía.

- "Este es un buen comienzo pero, por supuesto, la noche aún es joven… Crook, date prisa… Quiero ver a la zorra correrse con la polla de papá dentro de su coño."

Crook escupió sobre sus dedos y usó la saliva como lubricante para darle placer de manera más efectiva… Y así, frotó con más ímpetu el clítoris de la joven… Mientras tanto, se arrodilló hacia adelante, lamiendo los pezones de la chica y chupándolos con fervor, despertando más sensaciones a medida que los gemidos de la adolescente aumentaban.

- "¡Por favor, ya basta!", gritó Lupe… "Esto es denigrante."

- "¡Parad esto, bastardos enfermos!", continuó ahora protestando Eddie con desesperación... El padre observó impotente cómo el pubis de su hija y el suyo se unían en cada embestida, y todo el tronco de su polla desaparecía dentro del coño de su hija.

La mirada atormentada de Eddie se posó sobre las tetas de Lupe que rebotaban continuamente y un deseo de chuparle esos pezones le pasó momentáneamente por la cabeza pero lo reprimió de inmediato sintiendo gran vergüenza por este pensamiento tan libidinoso.

Soy un monstruo’, pensó para sí mismo... 'Esto esta muy mal.'

Su polla palpitaba zumbando con un deseo reprimido de descargar semen, pero las paredes del coño de Lupe le abrazaba y le ordeñaba su polla continuamente.

En ningún momento, Piwi había soltado las muñecas de la chica, y sus manos se agarraban a los brazos del sillón para poder sacar el coño de su larga polla y luego dejarse caer con un gruñido primario.

- "¡Dile a tu papá que te folle!... ¡Dile cuánto te gusta su polla follando a tu joven coño!"… Piwi colocó la parte plana del cuchillo sobre una de las mejillas de Lupe... El solo contacto fue suficiente para estimular su obediencia instantánea.

- "Papá, me encanta que tu polla se deslice por mi coño", dijo ella mientras volvía a clavarse su polla… - "Me gusta follarte, montar tu polla y sentirla dentro de mí", suspiró… Sus pezones estaban dolorosamente duros mientras Crook continuaba mordiéndolos y lamiéndole las areolas, al tiempo que sus dedos continuaban implacablemente masturbando su clítoris… Ella seguía segregando sus jugos que caían hacia abajo y lubrificaban el falo de su padre.

- "Córrete ya en el regazo de tu padre!”, le ordeno Piwi cogiendo el látigo y golpeando con fuerza las nalgas bien formadas de la chica, haciéndola tambalearse y retorcerse sobre la polla de su padre.

Imposible de aguantar más, Eddie se puso rígido cuando su polla comenzó a tirar chorros de semen directamente en el útero de su hija... Al mismo tiempo, la oleada de calor y los implacables dedos de Crook provocaron en Lupe un enorme orgasmo... La joven chilló mientras sus jugos salpicaban el regazo de su papá y su coño se convulsionaba impotente alrededor del pollón de su padre mientras su cuerpo se apretaba a su progenitor.

Durante aproximadamente veinte o más segundos, padre e hija se olvidaron de todo y se centraron en su orgasmo mutuo... Poco a poco, Lupe se dio cuenta de que su coño tembloroso y la polla palpitante de su padre se suavizaban lentamente en lo más profundo de su sexo.

'¡Oh, Dios mío… ¿Qué acabo de hacer?, se preguntó Lupe horrorizada y avergonzada… Bajó la mirada cuando Crook la sacó del regazo de su padre… Un largo rastro de semen brotó de su coño… Y ella vio también, el flujo que segregó su coño cubriendo cada centímetro del pollón de su padre.

- "No ha sido esto un mal comienzo", dijo Piwi con naturalidad… Puso a Lupe de espaldas en el suelo y sus brazos sobre su cabeza... Luego la forzó a poner sus muslos abiertos de par en par, para mirarle el coño… De entre sus labios salían riachuelos blancos lechosos.

- "Mira lo que hiciste Eddie, por follarte a tu propia hija... Eres un bicho raro"… Hubo una risa burlona en el tono de la voz de Piwi.

- "Escucha… Ya te divertiste... Ahora déjanos ya"… La voz de Eddie se quebró, su cuerpo todavía estaba agitado, frustrado y avergonzado después de su reciente corrida... Sus ojos tristes estaban tratando de llamar la atención de Lupe, pidiéndole perdón... La atractiva chica miró a su padre, todavía aturdida por la experiencia, y le expresó tácitamente lo que esperaba.

- "Habéis visto esto... Padre e hija se han unido en un acto sexual forzado… ¿No es eso bonito?"… Piwi se levantó… Sus ojos oscuros brillaban maliciosamente... Hizo que Lupe se pusiera de pie y le ató sus muñecas por delante, lo cual era al menos una pequeña mejora.

- “¿Por qué me vuelves atar?", le preguntó gimiendo ella.

- "Crook, Sirra… Podéis llevaros a esta zorra a la habitación de ahí lado y follárosla con dureza… ¡Hacerlo así para que papá pueda oírla gritar!"… Lupe comenzó a agitarse cuando ambos sicarios la cogieron cada uno de un brazo y la empujaron hacia el dormitorio contiguo a la sala de estar.

Pronto los sonidos de los gemidos de Lupe y los golpes de una polla balanceándose entre los muslos de la chica, se oyeron desde el dormitorio a la sala de estar... El horrible sonido rompió el corazón de Eddie y le gritó a Piwi:

- "¡Bastardo enfermo!... ¡Te dije que haría todo lo que quisieras si no las lastimases!"

- "Escucha… Suena como si estuvieran lastimando a tu hija… Ella ya ha tenido una polla esta noche…. Apuesto a que le encanta, que su coño tenga ahora la polla de Diego. ¿Es así, Crook?", le contestó burlonamente.

Y Crook le contestó desde la otra habitación, diciéndole:

- "Ooooh sí, Jefe… La raja de la zorra es agradable y viscosa para mí… ¡Eddie la lubricó muy bien, Jefe!... ¡Ella está tomando mi polla como una perra cachonda!"

Los gemidos de Lupe continuaron escuchándose, mientras ahora Piwi se encamino hacia la atractiva rubia que todavía estaba sentada en el sofá… La joven estaba aterrada después de todo lo que había visto... Era tan guapa como su hermana, con una nariz de forma más delicada, ojos azules y cabello rubio que le caía por la espalda.

- "Ahora es el turno para el coño más joven... ¿Has disfrutado el espectáculo hasta ahora, pequeña?"

Juana, que así se llamaba la adolescente negó con la cabeza, tartamudeando.

- "P-p-¡por favor, nooo!... ¡Tiene que dejarnos ir, señor!"

- "No puedo hacerlo… Tengo que recuperar mi dinero", gruñó Piwi.

Él cortó su sujetador de bikini y sus bragas, prescindiendo de ellos, usando el mismo salvajismo que había usado con Lupe... Luego se arrodilló entre las piernas de la chica, lamiéndole su joven coño... Su lengua se metió entre sus labios vaginales mientras sus dedos masturbaban su clítoris.

- "¡Aaaah!... ¡Para!", gimió Juana mientras el jefe de la pandilla lamía vorazmente su sexo… Piwi se maravilló de sus delicados labios y del ligero vello púbico rubio mientras sorbía hambriento en su coño.

- "¿Por qué me tengo que parar?... Ahora verás cuando pruebes lo bueno, pequeña zorra?"

Piwi sacó algo de una bolsa que había al lado del sofá… Al principio Juana no sabía qué era… Luego se dio cuenta de que era una especie de objeto penetrante… Era un dildo… Y sus ojos se agrandaron cuando se dio cuenta de que estaba destinado a ser metido en su ano.

- "Esto que ves es una colita, cariño... ¿Alguna vez has tenido algo así metido en tu culo?... ¿No?... Bueno, pues felicidades por ser esta tu primera vez."

Piwi lubricó la punta del dildo con la lengua y luego lo empujó hacia el fondo del ano de la chica, incluso mientras seguía chupando y sorbiendo en sus húmedos labios vaginales.

La joven rubia se retorció y sus manos comenzaron a empujar para intentar apartar su entrepierna de la cara del jefe de la pandilla.

- "¡Oooh!", gimió Juana ruidosamente, consciente de que Piwi le estaba metiendo el dildo en el culo, estimulándola con lengua dentro de su coño… Ella ahora, estaba goteando jugos que le sabían exquisito en el paladar de Piwi... El jefe hispano alargó sus brazos para masajear los pechos de la chica, ahuecándolos firmemente mientras su lengua sondeaba aún más profundamente en su coño.

- "Mmm... Esto es todo por ahora, puta… Deja que papá mire mientras tú chorreas los cremosos jugos de tu coño para mí."

- "¡Nooo!... ¡Detente!... ¡Te mataré!", rugió Eddie, indefenso mientras miraba la cara excitada de su hija y vio sus pezones ponerse tiesos cuando Piwi los pellizcó con sus dedos, aumentando sus gemidos.

- "MMmm ... Estás muy mojada, puta", gruñó mientras chupaba con fuerza su coño, pellizcando su clítoris y luego acariciándolo con frenéticos lamidas de su lengua hasta que ella no tuvo más remedio que rendirse… Piwi hundió dos dedos bruscamente en su coño y los movió frenéticamente intentando provocarle un orgasmo.

- "¡Oooh… detente!... ¡Saca tus dedos!", gimió Juana... "Me estás haciendo... ¡Oooh, Dios!"

- "Correte, perra… Dije que te corrieras para mí… ¡Hazlo ahora!"… Piwi pellizcó los pezones de la chica con fuerza mientras su rostro se salpicaba con el flujo vaginal que Juana tiraba y su cuerpo se retorcía en el sofá perdiendo completamente su control… Se había corrido.

Su padre veía la esbelta desnudez de su hija que se convulsionaba como un animal moribundo mientras su coño arrojaba sus jugos directamente en la cara de Piwi y el líder de la pandilla lamía hasta la última gota como si fuera la delicadeza más sabrosa del planeta.

A Juana le tomó casi veinte segundos quedarse inmóvil, tras agitarse su cuerpo y dejar de temblar… Para entonces Piwi seguía lamiendo los últimos vestigios de su flujo, acompañado de ese olor penetrante que se había metido en sus fosas nasales.

- "Esto fue increíble, pequeña zorra... Ahora creo que le debes a papá una disculpa por no compartir tu corrida con él."

Piwi miró a Eddie justo cuando éste se dio cuenta de que su hija Juana tenía una mirada extraña en sus ojos.

Eddie miró hacia abajo y lo que vio realmente lo horrorizó… Su polla había vuelto a crecer hasta convertirse en una furiosa erección, completamente recuperada de su anterior orgasmo.

Ver a su hija menor correrse a borbotones en la cara de su captor lo había destrozado sicológicamente, aunque la gran erección de su polla indicaba que todo eso lo excitaba de sobremanera.

Quiso llorar de desesperación cuando vio que Piwi empujo a Juana hacia adelante, con su mano, agarrándole la nuca mientras le ordenaba ir hacia su padre y luego darse la vuelta.

- "Por favor, lo estoy haciendo… No seas tan rudo", suplicó Juana, que miró hacia atrás al pene palpitante de su padre, alto y erguido como una lanza.

- "Siéntate, perra… ¡Métetela en tu coño!" siseó Piwi... La hermosa rubia suspiró mientras lentamente bajaba su coño sobre la gran polla de su padre.

Eddie se vio forzado a mirar el culo adolescente de su hija menor, hasta que su coño se situó sobre su polla... Sus gruñidos agonizantes se unieron a los gemidos de Juana cuando sus labios vaginales aferraron fuertemente la polla de su padre... El cuerpo de Juana movía hacia arriba y hacia abajo su bien proporcionado trasero mientras ella follaba sobre ese falo hambriento.

'¿Que puedo hacer, papa?... Tengo que obedecer a este sicópata por el bien de mi hermana y por el tuyo', pensó mientras se degradaba.

Los gemidos de Juana crecieron cuando su coño no pudo aguantar más y tuvo un segundo orgasmo, tan intenso como el anterior.

Atado a la silla, indefenso y ahora completamente desmoralizado, Eddie era vagamente consciente de una nueva presencia en la habitación… Crook entró, completamente desnudo, con su polla brillante, colgando mientras caminaba.

- "Yo ya he terminado, jefe… ¡Vaya, coño apretado que tiene Lupe… Sirra va a follársela ahora"… Los gemidos de Lupe se habían convertido en chillídos, y todos los podían oír perfectamente lo que, sin duda, Sirra le estaba obligando a decir a gritos:

- "¡Oh, por favor, fólleme, señor!..¡Déle fuerte a mi caliente coño!... ¡Aaah!... ¡Aaah!"

- "Parece que tu hija Lupe se está divirtiendo demasiado", gruño Piwi.

- "Naaa, jefe… Lo normal", sonrió, Crook… - "Antes de venir aquí, empecé a golpearla con mi cinturón diciéndole que sería mejor que cantara las alabanzas de Sirra y mendigara que se la follara bien fuerte o yo volvería y le pondría el culo ensangrentado… Después de algunos golpes bien dados, aprendió muy bien su lección."

La sonrisa triunfante de Piwi se reafirmó tan retorcida como siempre.

"Bueno... Estoy seguro de que papá puede apreciar lo especial que es todo esto… Ahora está escuchando a una de sus hijas follar duro mientras su otra hija rebota como una puta desvergonzada en su polla cachonda!... Creo que esto has pagado ya una décima parte de lo que me debes, Eddie... ¿No lo ves generoso por mi parte?

Continuará

 

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