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Culto a la polla negra (2/4)

en Interracial

Para poder seguir el hilo del relato se aconseja leer antes el Cap-1

 

Culto a la polla negra (2/4)

 

 

-       Anna….. La protagonista del relato.

-       Vilma…. Abogada y amiga de Anna que la lleva a engolfarse… Es una golfa.

-       Layla y Debra…. Amigas de Vilma y engolfadas a la polla de Jason.

-       Lisa….. Secretaria lesbiana de Vilma.

-       Jhon…. Marido de Anna… Guardia de prisión y cornudo.

-       Dele…. Marido de Vilma….Guardia de prisión y cornudo.

-       Jason… Preso convicto que se folla a todas las mujeres de guardias.

 

 

Capitulo 2.- Mi amiga me prepara para mi engolfamiento

Una hora después, cuando Jhon conducía el coche para ir a casa, hice algo que no había hecho en años: saqué su polla y se la chupé.

- "Ooooh", gimió mientras conseguía ponerle dura su polla.

Estuve chupándosela durante el trayecto hasta que metió el coche en el garaje... Cuando salíamos del coche, le dije:

- "Fóllame, ahora mismo."

- "¿Aquí en el garaje?", me preguntó.

- "Sí", exigí, quitándome las bragas y metiéndolas en mi bolso antes de inclinarme sobre su mesa de trabajo.

- "¿Sabes que la niñera está en casa?", preguntó tentativamente.

- "Sí… Date prisa y fóllame", exigí, cachonda, levantando mi falda para ofrecerle mi coño.

- "¿Qué te ha pasado?" preguntó, mientras se movía detrás de mí.

- "¿No puedo querer tener una gran polla en mi coño?", pregunté.

- "Claro que puedes"… Estuvo de acuerdo con ello, mientras me metía con facilidad su polla dentro de mi coño mojado.

- "Oooh… Golpéame fuerte, Jhon", gemí, con ganas de que me follara duro... Las muchas cosas que me dijo Vilma me hicieron tener el coño completamente mojado y con ganas de demostrarle que estaba equivocada.

- "Tenemos que hacer esto muchas más veces", se quejó mientras me golpeaba con fuerza.

- "De acuerdo", gemí mientras sentía que mi orgasmo estaba creciendo rápidamente… Por lo general, sólo me corro con su lengua en el clítoris o con un juguete en el coño... Pero esto fue emocionante... - "Ahora golpea fuerte mi coño", le dije.

- "Ya lo estoy haciendo", me respondió gimiendo, mientras bombeaba su polla dentro y fuera de mí.

- "Más fuerte", exigí, preguntándome por primera vez cómo me sentiría follada por una polla más grande… Sus 18 cm siempre habían sido más que suficientes para mí, pero de repente quería más, quería que él me la metiera más profunda… Yo quería que la tuviera más grande... Quería que fuera más gruesa… Pero eso es lo que había.

- "Para… Lo haré yo misma", dije frustrada… Y comencé a rebotar en su polla tratando desesperadamente de hacer posible lo imposible…

Estuve un par de minutos de furioso rebote y él gruñó y disparó su carga de semen dentro de mí... Yo seguí montándolo, pero no me pude correr… Frustrada, me bajé de él, me giré, lo empujé al suelo y puse su cabeza en mi coño, exigiendo:

- "¡Lame mi coño hasta que me corra!"

Y él obedeció… Entonces es cuando me di cuenta de que se estaba comiendo su propio semen que me había tirado dentro de mi coño... Sin embargo, yo estaba tan desesperada por correrme, que no me importó que lo hiciera.

El recuerdo de la conversación erótica que tuve con Vilma y la lengua de mi esposo me provocó un tremendo orgasmo mientras sostenía su cabeza profundamente enterrada en mi coño y gritaba, olvidando que estábamos en el garaje y que la niñera en la casa pudiera oírnos.

Me siguió lamiendo hasta que lo solté y le dije, mientras lo miraba:

- "Creo que deberíamos entrar en casa… Pero prepárate para continuar esta noche”, le sonreí, levantándolo y besándolo.

- "¿Tengo buen sabor de boca?", me preguntó, riendo.

Dos horas más tarde, ya en el dormitorio, todavía cachonda, follamos de nuevo... Le exigí que me jodiera duro, que me golpeara fuerte y que me 'perforara'… Sin embargo, no me importó lo duro que me jodiese porque tampoco conseguí correrme.

Una vez que Jhon se corrió, se desmoronó… Así que me fui al baño y terminé lo que no pudo conseguir él con su polla, utilizando mi vibrador e imaginándome, en mi clímax, que era una gran polla negra que me golpeaba y me daba el orgasmo que mi marido no podía.

El lunes, mi coño estaba tan calvo como el día que nací y tengo que admitir que me veía muy atractiva así de depilada… Esa misma tarde del lunes, Vilma me llamó y me pidió que fuera a cenar con ella mientras Kyle y Jhon estaban en el trabajo… Estuve de acuerdo, entusiasmada con lo que podríamos hablar y hacer, claro.

Llegué a su casa con el vestido azul que había usado ese día en el trabajo y las mismas medias lujosas de la noche anterior, sintiéndome bien sin saber por qué… Ella todavía estaba con su ropa de trabajo, un traje negro con una falda recta hasta la rodilla… Me saludó con un abrazo y me dijo que estaba encantada de que cenásemos juntas.

Me llevó a la cocina, sirvió dos copas de vino y charlamos durante veinte minutos… Ya estábamos en nuestra segunda botella de vino, bien encaminada hacia la borrachera, cuando preguntó cómo me había "ido" mi brasileña, refiriéndose al depilado de mi coño.

- "Me ha quedado tan suave como la de un bebé", bromeé.

- "Luego lo compruebo", sonrió ella, haciéndome sonrojar.

- "Eres muy mala", dije juguetonamente, cautivada por ella.

- "No te lo puedes ni imaginar lo mala que soy… Será mejor que lo veas con tus propios ojos", dijo ella.

- "Vale", dije curiosa y nerviosa.

Cogió mi mano y me llevó a su habitación, como lo había hecho la última vez, aunque ahora se bajó la falda.

¿Querrá que tengamos sexo?’, pensé.

Vilma se volvió hacia mí y me dijo:

- "Tengo que quitarme estas ropas de trabajo para estar cómoda.”

- "No hay problema", asentí, mientras miraba sus medias hasta el muslo y su coño desnudo que, por supuesto, no tenía pelo.

- "¿Así que follaste a Jhon cuando llegaste a casa?", me preguntó con una sonrisa descarada, mientras se desabotonaba la blusa.

- "Comencé en el camino hacia casa", le respondí con deseo de impresionarla.

- "¿Qué hay pues de tus necesidades?" preguntó, arrojando su blusa en una cesta, mostrando tetas pequeñas y firmes y sin sujetador.

- "No lo dejé correrse… Al llegar a casa le hice que me follara en el garaje", sonreí, mientras miraba su perfecto y delgado cuerpo… Estaba segura de que ella tenía treinta y tantos años como yo, pero su figura parecía la de una adolescente.

- "Bien hecho", aprobó mientras agarraba una bata, manteniendo su muslo es alto.

- "Él se corrió primero", añadí.

- "Siempre lo hacen", intervino ella, mientras ponía un disco de música en su reproductor.

- “Como no me había corrido, lo puse de rodillas y sostuve su cabeza entre mis piernas hasta que me corrí", le expliqué.

- "Muy bien hecho… ¿Así que le hiciste comer un pastel de crema?", aprobó ella.

- "¿Un qué?", le pregunté.

- "Un pastel de crema… Eso es ‘un coño cubierto de semen’", repitió, mientras se sentaba en la cama y palmeaba un lugar a su lado.

- "Qué buena definición", bromeé, mientras me sentaba junto a ella en la cama, justo donde había palmeado.

- "Supongo que lo es", rio Vilma.

- "Quiero mostrarte algo, pero puede sorprenderte, eh?", me dijo después de una pausa.

- "Más que saber que eres swinger, que follas con hombres negros y das por el culo a tu marido?", le respondí, preguntándome qué más podría haber.

- "También como una buena cantidad de coños negros y tengo algunas mascotas lesbianas", agregó… Y me dio una mirada que indicaba que estaba apuntando a una nueva mascota: yo.

- "Oooh", dije, con mi cara ardiendo de rojo, una vez más cautivada por ella, preguntándome por primera vez cómo sería lamer un coño.

- "Soy una mujer completamente sumisa a los hombres y mujeres negros pero también busco sumisas entre las blancas", asintió con la cabeza, mientras presionaba Play y ponía la música en marcha.

- "¿De verdad?", le pregunté, aún encontrando difícil entender a esta mujer segura de ser sumisa y dominante a la vez.

- "Mira… Este es un video de mi primera vez en el cuarto de visita conyugal de la prisión", me dijo, poniendo una mano en mi pierna y la otra apuntando a la gran pantalla plana que había en la pared.

- "¿Te follaste a tu marido en el trabajo?", pregunté, cuando la imagen de la habitación de la prisión todavía estaba vacía.

- "Nooo… A la carcel voy a follar… Pero con él", dijo ella haciendo pausas hasta que un hombre negro y grande salió en pantalla.

Mis ojos se agrandaron… Ella me estaba mostrando una cinta de sexo... ¿Por qué?

- "Estoy trabajando en su caso en este momento, aparte de follar con él", dijo ella.

- "Oooh", exclamé justo cuando ella apareció también en pantalla.

- "No voy a mentirte… Ahí estaba nerviosa por ser la primera vez", me confesó Vilma… - "Y eso que ya me habían follado un buen número de hombres desde que me casé, pero, eso sí, siempre con mi marido delante."

- "¿Tu marido no estaba allí?", le pregunté.

- "Jason no permite que un marido vea a su mujer, la primera vez… La segunda vez, si él se lo pide, deja que lo vea todo", me explicó Vilma.

- "Oooh", dije, mientras miraba la pantalla con asombro.

Ven aquí, puta’, ordenó el hombre negro.

No podía imaginar que alguien se saliera con la suya llamando puta a Vilma... Ella tampoco comento nada en ese momento, ya que dijo:

Por favor, no me llames por mi nombre y tampoco me digas puta’, le exigió Vilma a Jason.

- "Al principio me resistí a que me llamara puta, pero rápidamente me acostumbré a ello",me susurró al oído, Vilma, mientras veíamos las imágenes en la televisión.

Te llamaré como me dé la gana’, dijo, viendo como se bajaba el pantalón naranja de la prisión para mostrar una enorme polla.

- "Oooh"… Me quedé sin aliento, mientras miraba su polla.

- "A mi me pasó lo mismo… Y tan pronto como vi su enorme polla, supe que tenía que tenerla y él podría llamarme de cualquier forma por muy despectivo que fuera con tal de tener yo esa polla.", me dijo Vilma abrazada cada vez más a mí.

La observé en el televisor mientras se acercaba a él, se arrodillaba y alcanzaba su polla… Él la detuvo y le dijo:

Dime que quieres, puta’, le preguntó sarcásticamente Jason.

Quiero chupar esta enorme polla que tienes’, le respondió Vilma, pareciendo estar completamente hipnotizada por ella.

- "¿Te gusta?", me preguntó Vilma, mientras veía en la pantalla como se metía la polla en su boca.

- "Es enorme", dije, evitando responder a la pregunta, pero reconociendo lo obvio.

- "No hay nada más agradable que tener una polla así en la boca", dijo, mientras colocaba su mano en mi cabello y pasaba los dedos por mi espalda.

Vi en la pantalla como la polla se endurecía en su boca y me estremecí mientras ella continuaba acariciando mi espalda con un toque sensual... Me pregunté cómo sería tener esa polla tan enorme en mi boca.

- "En este momento habrías hecho cualquier cosa por tener su polla en tu boca… ¿A qué sí?”, me susurró en mi oído.

- "Si", respondí con un escalofrío recorriendo mi columna tanto por su aliento caliente como por la enorme polla que estaba mirando.

- "Fue confuso e increíble, pero al instante me encantó permitirle que me llamara puta… La mayoría de las mujeres las trata de la misma manera, incluyéndote a ti el día que estés con él, querida", me dijo.

- "No lo sé si seré capaz", dije, mientras miraba la pantalla con asombro... Me sentí celosa de Vilma al poder servir esa enorme polla.

Lo que me resultó muy extraño fue que lo respetaba mucho... Ella era una abogada inteligente y una mujer sensata que no se amedrantaba por nada, pero aquí estaba siendo humilde y agradable con este criminal convicto cuyo aspecto proclamaba a todas luces que no era ajeno a utilizar la violencia si fuera necesario.

De repente vi en la pantalla del televisor como la agarró de la cabeza y comenzó a follarla por la boca… Entonces Vilma me dijo:

- "No estaba preparada para eso… Su polla es más del doble del tamaño de la de Kyle y suelo chupársela pocas veces"… Y añadió:

- “Nunca me habían usado así... Antes de esto, nunca hubiera permitido que me follaran la boca de esta forma tan salvaje.”

Mientras yo observaba a Vilma en la pantalla tomar esa polla en su boca, no pude evitar preguntarme si podría yo hacer lo mismo.

Respira por la nariz, puta tonta’, le ordenó, mientras le abofeteaba la cara con su enorme salchicha negra.

Sí, señor’, contestó Vilma, mientras se la metía de nuevo en su garganta, muy adentro, con los huevos pegados a su cara.

- "¡Guau!", dije asombrada, mientras veía desaparecer como por arte de magia, los 25 cm de polla que tenía.

- "Tu boca puede tragar mucho si relajas la mandíbula", me explicó.

- "No puedo imaginarme tragando esa serpiente", dije, mientras observaba en el televisor como su enorme polla desapareció por completo en la boca de Vilma, mientras sus huevos golpeaban, de nuevo, su barbilla.

- "Confía en mí, tú también te lo tragarás todo", dijo, mientras pasaba otra vez sus dedos por mi pelo y mi espalda... Ella añadió:

- "Yo siempre he sido la dominante en el dormitorio, pero Jason me mostró mi lugar... Quería complacerlo… Necesitaba complacerlo... Anhelaba obedecerle... En realidad, hoy, todavía ansío obedecerlo.”

- "De ninguna manera yo podría tragar eso", le dije, mientras veía en la tele como Jason se levantaba y cogía a Vilma como si fuera una muñeca de trapo y la arrojaba sobre la cama obligándola a ponerse a cuatro patas, diciéndole:

Dime lo que quieres, puta’, ordenó, mientras se ponía detrás de ella.

‘Quiero tu enorme polla negra metida mi coño blanco’, dijo Vilma, con una desesperación que parecía completamente auténtica.

- "En ese momento, mientras su polla hurgaba entre mis labios vaginales, hubiera hecho cualquier cosa para que me empezara a joder", me susurró Vilma en mi oído.

- "Ya lo veo, ya", me reí con torpeza, mientras observaba cómo la enorme polla se deslizaba dentro de su coño.

Cuando comenzó a follarla, Vilma le grito frases como estas:

‘Ooooh… Me encanta tu gran polla negra’… ‘Folla a la puta blanca’… Y después de solo un par de minutos, tal vez menos, ella gritó: ‘Dios mío… Ya voy a correrme… No puedo aguantar más.’

- "Me corrí cinco veces… Y tuve oleadas de placer ascendente… Todas las mujeres merecemos sentir el gran de placer de ser un juguete total para un hombre dominante, un hombre real, un hombre negro", me explicó, mientras tiraba de mi oreja con sus labios.

Dejé escapar un suave gemido… Mis orejas son una poderosa zona erógena, pero también me cautivó la gran puta que estaba viendo hacer la escena porno más caliente que había visto nunca.

- "La más caliente de todo fue cuando me golpeó con su polla con tanta fuerza que todo mi cuerpo tembló... Y temblé aún más cuando me llamó todos esos nombres desagradables, nombres que arrancaría las pelotas de cualquier otra persona por llamarme cualquiera de ellos... Además, me daba palmada en el culo, algo que no me había gustado el par de veces que me las dieron… Estaba tan caliente que fue cuando me di cuenta de que no quería ningún respeto de él… Todo lo que quería era que él me tratara como una puta barata", concluyó.

De repente, Vilma palpó mi culo y me susurró al oído, cuando su pantalla alcanzó uno de sus múltiples orgasmos, lo siguiente:

- "Apuesto a que también te encantará, ¿no, puta?"

Me sorprendió que Vilma me llamara 'puta', pero ella tenía razón… En ese momento tenía muchas ganas de sentir esa enorme polla en mí coño... Sin duda él también podría correrme con esa polla metida hasta el fondo dentro de mí coño.

Vilma continuó su ataque verbal y físico contra mí mientras besaba mi cuello y ahuecaba mis pechos… Ella también dijo:

- "Seguro que te encantaría ser su próximo juguete de follar, ¿no?"

Gemí, no por la pregunta que me hacía, sino sus labios en mi cuello y sus manos en mis tetas.

- "Lo sabía… Abre las piernas, puta", ronroneó ella, mientras me lo ordenaba.

No sé por qué, pero obedecí sin pensarlo... Tal vez fue el video, tal vez fueron sus palabras y su toque sexual, o su fuerte y poderosa personalidad, pero lo cierto es que abrí mis piernas de par en par, dándole un fácil acceso a mi febril coño.

Luego movió su mano entre mis piernas y fue directamente a tocar mis bragas empapadas.

- "Caramba, estás bastante empapada, Anna", me dijo.

Yo tartamudeé y sólo fui capaz de gemir:

- "Yo-yo-yo... Ooooh."

- "Supongo que te gustaría tener esa gran polla en este apretado coño"… Lo evaluó bien mientras me lo frotaba lentamente.

- "Mejor aún, dime en voz alta, ¿quieres su polla?", me exigió decirlo, mientras abofeteaba mi clítoris y mi coño a través de mis bragas.

- "Dios, sí quiero su polla", gemí, temblé y tuve un orgasmo intenso.

Mientras, en la pantalla del televisor, Vilma tenía su tercer orgasmo y le decía:

Seré tu puta cuando quieras.’

- "Eres una zorra sumisa, Anna", me susurró al oído ella, todavía burlándose implacablemente de mi coño mojado.

Finalmente, acepté que era una sumisa y le respondí:

- "Sí, tienes razón… Me encantaría tener una gran polla negra en mi coño… ¡Y quiero decirte ahora, que he venido a que me folles!"

- "¿Quieres que te folle, puta?... Pues eso esta hecho", me dijo, mientras se levantaba de la cama, se quitaba la bata, se dirigía a su cómoda y sacaba un enorme consolador negro con grandes huevos falsos y una ventosa en la parte inferior.

En la pantalla del televisor, veía como Vilma se corría por cuarta vez mientras susurraba: ‘Así, por favor… Aaaah… Aaaah… Aaaah.

Para mi sorpresa, Vilma puso el consolador contra mis labios y me ordenó:

- "Chupa mi gran polla negra, puta."

Una vez más, sin vacilar, hice lo que ella me dijo, mientras abría la boca y movía el juguete… El dildo era tan gordo que me atraganté y lo retiré.

Vilma me regañó:

- "Necesitas practicar mucho si quieres tomar la enorme polla de nuestro Amo"… Dicho esto, empujó de nuevo el grueso dildo en mi boca mientras apretaba mi teta con la otra mano.

Oh, sí, me corro otra vez´, escuché el gritó Vilma en la pantalla, mientras ella me miraba con el consolador metido en mi boca… Era su quinta corrida seguida.

No podía creer que Vilma le estuviera permitiendo usarla así pero lo estaba viendo con mis propios ojos… También noté su implicación para que yo algún día estuviera tomando la enorme verga de Jason... Noté que ella se refería a él como "nuestro Amo" y no sólo a mí Amo.

¡Tampoco podía creer lo emocionada que se sentía al ser usada así!

Mi coño nunca estuvo más húmedo... Notaba que estaba segregando una gran cantidad de flujo.

Ella movió su mano libre en mi coño y lo frotó, haciéndome gemir teniendo la polla-díldo dentro de mi boca.

- "Cógelo y chúpate tú misma", me ordenó.

Me hice cargo del consolador y me moví como la puta obediente que de repente era, metiéndome sin pensar el enorme consolador en mi boca una y otra vez mientras ella llevaba ambas manos a mis bragas.

Levanté con entusiasmo mis caderas de la cama para que ella pudiera quitarme la prenda empapada.

Luego me sorprendió de nuevo cuando enterró su cara entre mis piernas y lamió mi coño... Gemí en voz alta en el instante en que su lengua hizo contacto… Era la primera vez que una mujer me lamió el coño… Y Dios… Se sintió increíble.

Escuché a Vilma en la pantalla del televisor, rogando:

´¡Dispara tu semen en todo mi rostro de puta blanca!

Y en veinte segundos de su lengua en mi coño, me corrí… Dejé caer el consolador sobre la cama mientras gritaba:

- "¡Oh Dios mío!... Este era el orgasmo más intenso que jamás pude recordar haber tenido.”

Vilma me cogió el coño con brusquedad mientras gruñía:

- "Este es sólo el comienzo de tu entrenamiento para el Amo Jason, puta".

"Oh, Dios", gemí, sin saber si esto era un juego de rol o si ella realmente me imaginaba uniéndome al club de putas de "nuestro Amo"... En este momento, estaría tan de acuerdo en todo que un segundo orgasmo parecía estar a punto de llegarme, y eso que el primero aun estaba empezando a desvanecerse.

Visto el video, me derrumbé de nuevo en la cama y comencé a mover mis caderas entregándome por completo a la lujuria y la recompensa fue mi segundo orgasmo… Tuve que agarrarme a la almohada para silenciar mis gritos.

Y cuando ella lamió mi clítoris mientras bombeaba la polla dentro y fuera de mí, me corrí de nuevo, gritando tan fuerte que la almohada no hizo ningún tipo de trabajo ahogando mi euforia… Era mi tercer orgasmo.

Vilma dejó el consolador dentro de mí, se subió a la cama, arrancó la almohada de mis manos y sofocó mis gritos con un frenético beso.

Continué gritando en su boca hasta que mi orgasmo finalmente se calmó y nuestro largo beso se volvió tierno y dulce cuando me probé por primera vez en sus labios.

Cuando ella rompió el beso, me disculpé:

- "Lo siento mucho, Vilma... No soy lesbiana."

- "Anna, no se trata de que seas lesbiana, bi o heterosexual... Se trata de descubrir tu sexualidad plena y, lo que es más importante, tu propósito en la vida", me dijo sonriendo.

- "¿Mi propósito en la vida?", le pregunté.

- "Sí… Como te he dicho, eres un sumisa… Me obedeciste en parte por una insaciable lujuria, pero también porque está en tu ADN... Ahora te obsesionarás con la polla negra... Y también fantasearás con obedecerme un poco más."

- "No estoy segura", dije, mientras mi cabeza se despejaba de los tres intensos orgasmos consecutivos que había tenido.

- "Confía en mí", dijo, mientras se sentaba a horcajadas en mi cara poniendo su suave coño al alcance de mi boca.

- "Eres una sumisa, y a partir de hoy eres mi sumisa…. Ahora, lame mi coño, mi puta sexy."

No quería aceptar que tenía razón, pero la orden dada, me sentía obligada a obedecer... También me cautivó por completo su control seguro sobre mí y por su olor.

Necesitaba probar su coño… Así que me incliné un poco y lamí su coño mojado y fluido.

- "Buena chica… Sólo haz lo que sea natural", gimió ella.

Y así lo hice… Lamí entre sus labios vaginales, encontrando una humedad excesiva que atormentaba mis papilas gustativas… Y moví mi lengua de un lado a otro, igual que Jhon me hacía cuando estaba allí.

- "Oh, sí… Muy bien… ¿Seguro que eres hetero, Anna?", preguntó Vilma mientras gemía.

Lamí su coño, saboreándolo… Y pensé que estaría de nuevo entre sus piernas cada vez que chasqueara los dedos o me hiciera señas para ello... Bromeé, entre palabras respondiendo:

- "Ya no estoy seguro de serlo."

Mientras yo lamía su coño, ella me dijo:

- "La mayoría de los hombres blancos ven la poderosa personalidad y las enormes pollas que tienen los negros… Eso los hace cuestionarse si alguna vez podrían realmente satisfacer a una mujer como lo hace un pollón negro y se dan cuenta de que si quieren que su esposa esté realmente satisfecha sexualmente, tienen que permitirles que follen con negros… Me refiero a Kyle y creo que Jhon lo haría también."

La escuché mientras le lamía el coño, tratando de imaginar una conversación en la que le preguntaba a Jhon sobre tal cosa... Como si leyera mi mente, ella me dijo:

- "Cuéntale a Jhon que Kyle y yo somos swingers y pregúntale qué pensaría si tú también quisieras que lo fueseis los dos... Luego, pregúntale qué pensaría si en un intercambio se incluyera a un corpulento negro con una enorme polla... Mira cómo reacciona… No sus palabras, sino su expresión facial… Luego mira su polla... Apuesto mil dólares a que se le pondrá dura como una roca."

No respondí… Yo, lamía y lamía, completamente enamorada de su coño... Ella agarró la parte posterior de mi cabeza y comenzó a moverse en mi cara… Seguí lamiendo lo mejor que pude mientras sus gemidos se hacían más fuertes.

Pasaron un par de minutos más antes de que de repente salpicara mi cara con su semen... Fue una sensación completamente diferente de tener un facial de un semen masculino… Lamí ansiosamente su semen... Su sabor ahora era más fuerte... Y adictivo.

Una vez que terminó saciada, me soltó la cabeza y me felicitó:

- "Buena chica, mi pequeña zorra... Eres un chupadora innata."

- "No puedo creer que acabo de hacer eso", le dije, sintiendo su humedad en toda mi cara.

- "¿Lo disfrutaste?"

- "Curiosamente, si que lo disfruté y mucho."

- "No es extraño... Es que estás descubriendo más de quién eres y planeo ayudarte a descubrir toda tu verdad", dijo ella, tirándome hacia atrás para besarme apasionadamente.

Le devolví el beso y luego, una vez vestidas, bajamos y bebimos un poco más de vino, mientras charlábamos y recuperábamos fuerzas.

 

Continuará....

 

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