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15 meses de sufrimiento y degradación (2/2)

en Dominación

Para poder seguir el hilo de este relato, es aconsejable leer previamente el capitulo 1.

 

Capitulo 2.- Sometida a su hijo y posteriormente preñada

Podía sentir perfectamente cómo mi hijo Fran me lamía, chupaba y mamaba mi coño… Y así estuve entregada a él hasta que una oleada incontrolada de placer, justo en el momento en que Fran me chupaba bien mi clítoris, me hizo explotar... Mi cuerpo se enroscó y comencé a temblar por la gran corrida que me provocó.   

Con toda la coacción y todo el miedo que estaba teniendo, apenas sospesaba la inmoralidad de estos actos... Acabo de tener mi primer orgasmo real a los cuarenta y tres años de edad, provocado por mi hijo… Incluso cuando apoyé la cabeza en la mesa, tratando de pensar lo que mi cuerpo acababa de hacer, la posible desaparición de mi esposo me liberó de no tener que explicarle nada de todo esto.

Lentamente mi respiración volvió a la normalidad justo cuando vi que Fran se levantó entre mis piernas… Mi vagina estaba totalmente expuesta... Pude sentir la humedad empapada entre mis piernas.

‘Debería tratar de cubrirme, al menos cerrar las piernas, para ocultar la evidencia de mi orgasmo’, pensé... Pero mis piernas no respondían.

Levanté de nuevo la cabeza… Fran estaba mirando mis areolas mamarias ahora dilatadas… Vi que tenía el rostro mojado por las secreciones que expulsé de mi coño.

Su polla estaba muy tiesa... Mi hijo acababa de darle un tremendo orgasmo oral a su PROPIA madre... Y su cuerpo respondió… Estaba claro que no hay límites de fornicación entre madre e hijo... Ninguno.

- "¡HAZLO! Fran... Tu madre lo quiere... Tú necesitas dejar de ser virgen", le ordenó Kemal… Pero esta orden no fue necesaria porque al parecer Fran no necesitaba que se lo ordenasen.

Sentí cómo la cabeza del pene de mi hijo tocaba la entrada de mi vagina... Intenté evitarlo pero no pude ofrecer apenas resistencia... La cabeza de su polla me separó los labios vaginales y entró sin problema alguno por la sobreabundancia de mi propia lubricación… No pude hacer nada por lo húmeda que tenía la vagina.

Cerré los ojos con fuerza… Clavé las uñas en la madera rugosa de la mesa y mi mente gritó: ‘NOooo’.

Pero a Fran no se le podía parar... Su pene me empaló hasta la empuñadura... Me llenó, estirando las paredes de mi vagina... Podría jurar que estaba tocando mi cuello uterino… La polla de mi hijo estaba enterrada profundamente dentro de su propia madre.

Mi mente se aceleró ante la idea de irme al infierno por esto que estábamos haciendo pero no tenía otra opción… Me dije que todo esto era bajo la amenaza de quitarnos la vida.

Casi de inmediato, Fran comenzó a empujar... Mi hijo estaba realizando movimientos de mete y saca, golpeando sin piedad, el orificio vaginal de su madre, sin darse cuenta de que se había cometido tabú… La expresión de su rostro se contrajo para igualar la intensidad de sus embates.

Pero mi cuerpo de nuevo no lo rechazaba, sino que se acomodaba completamente a sus embates... Mis esperanzas de no cruzar la última línea de la inmoralidad se vieron frustradas cuando mi hijo se puso rígido y disparó un chorro caliente de su semen en lo más profundo de mi coño.

‘¡Oh, Dios mío!... ¡Fue mi culpa!’, pensé de inmediato... Inconscientemente sólo quería que me diera un empujón más... Eso es lo que mi cuerpo me dijo aunque mi cerebro estaba gritando que se detuviera... Pero mi cuerpo ganó... El último empujón hizo que mi cuerpo tuviera otro orgasmo... Creo que fue un orgasmo discreto... No quería que Fran, o Lois, y especialmente Melak, supieran que mi cuerpo ansiaba esta depravada conducta sexual que estaba teniendo.

Fran continuó llenando el útero de su madre con eyaculaciones descendentes a medida que disminuían sus empujes.

Podía sentir el semen de mi hijo llenando todas y cada una de las grietas del interior de mí coño... Y, de pronto, entré en pánico… Desde hace años que no llevo un control sobre embarazo.. Mi cerebro corrió a calcular cuando fue mi último período… ¿Hace dos semanas o fueron tres?

En pocas horas todo había sido terrible... Los guerrilleros irrumpiendo en nuestras vidas en medio de la noche… Mi esposo probablemente muerto… Nuestra hija violada delante de mí… Y yo siendo obligada a realizar actos indescriptibles de degradación sexual con mi propio hijo… Y ahora, las posibles consecuencias de la última acción que podrían durar toda la vida’, pensé horrorizada.

Abrí mis ojos... Sentía que el pene semi-flácido de mi hijo todavía estaba incrustado profundamente en mí… Él continuaba moviéndose dentro de mi coño, en lugar de retirarse… Y me di perfectamente cuenta de que volvía a meterla y sacarla cada vez más profunda.

Oh, Dios mío... No... Otra vez, no... Notaba como la polla de mi hijo se estaba endureciendo de nuevo’, pensé angustiada por lo que imaginaba iba a pasar.

Un minuto después empezó a sacudirme con un mete y saca a un ritmo tranquilo, moviéndose como para saborear más cada empuje… Sus manos agarraron mis pechos, palpándolos, apretándolos y pellizcando mis pezones, mientras metódicamente me follaba.

Ya no era su madre... Yo era su objetivo sexual… Quise decirle algo pero la mirada de su rostro me dejo claro que no lo habría disuadido… Además, Marek estaba justo a mi lado, mirando sin perder detalle.

Me quedé allí inmóvil, aceptando como me follaba, durante muchos minutos antes de decidir poner algo de mi parte para así poder intensificar su lujuria y ayudar a terminar esto antes.

Así pues, mis caderas comenzaron a balancearse con sus empujes… Luego, oscilé mi parte inferior del cuerpo en sintonía con mi balanceo… Vi que eso era efectivo porque el ritmo de mi hijo aumentó... Lentamente al principio... Luego más rápido, más fuerte, más violento… Su agarre a mis tetas ahora era casi doloroso pero, por alguna razón, eso hizo que nuestros cuerpos aumentaran de ritmo, al tiempo que una ola de placer comenzó a formarse en lo más profundo de mí.

No sabía cuánto tiempo tardaría, pero las olas se hacían más y más grandes con cada empuje… Entonces sucedió... No pude contener el grito que salió de mi garganta... Tuve un tercer orgasmo… Esta vez duro y largo… Mis dedos se clavaron profundamente en la espalda de mi hijo mientras mis piernas lo envolvieron con fuerza justo cuando él comenzaba a tirar de nuevo chorros de semen caliente dentro de mi coño.

Mi cuerpo me había traicionado de nuevo.

Fran sacó su polla de mi vagina seguida por una corriente de su semen... Yo estaba tan agotada que no podía moverme.

Mientras me estaba recuperando, mis ojos recorrieron el salón... Vi que Lois estaba de pie con los ojos abiertos… Su boca también estaba abierta pero cubierta con su mano.

‘¿Qué he hecho?... ¿Cómo le explico esto?... Tuve un violento orgasmo fornicando con su hermano,... mi hijo’, pensó aterrada.

Marek le dio una palmadita a mi hijo en la espalda y le dijo:

- "Buen trabajo, Fran... Te dije que tu madre quiere tu polla y ya ves que no me he equivocado... Te dejaré que te la folle mas veces."

Mi cerebro captó el mensaje... ‘¿Quién es él para decir que me puede entregar a alguien,... especialmente a mi hijo?’, pensé de nuevo.

Empecé a protestar por su decisión:

- "¿Preferirías que te entregara al resto de mi ejército?", me preguntó Kemal.

- "Pero... Pero él es mi hijo", protesté de nuevo.

- "¿Y a mi, qué, que sea tu hijo", fue todo lo que respondió Kemal.

A medida que avanzaba el día, Kemal permitió que Lois y yo nos cubriéramos con bata después de que nos ducháramos.

Dado que ambas nos dimos una ducha al mismo tiempo, me dio la oportunidad de pedir disculpas a Lois por habernos metido en esta situación… También nos permitió un breve momento para lamentarnos por la pérdida de mi esposo y su padre.

Lois fue muy pragmática que yo en cuanto a los acontecimientos que se estaban produciendo, incluso comentó la perdida su virginidad y lo asqueroso que le resultaba tener en su boca una polla de una persona de mas de cincuenta años de vida en la boca,... pero que esto no fue la primera vez.

- "¿Qué?"… Me quedé totalmente sorprendida.

- “Mamá, ¿por qué crees que todavía era virgen?... Aparentemente, la mayoría no son como Fran, a quien conozco muy bien y hay que darles algo para que disfruten con una porque si ni se van con otras", explicó mientras hacía un movimiento de abrir la boca y meterse un par de dedos dentro hasta el fondo... – “Cómo te habrás dado cuenta Fran, ahora tiene la resistencia de un caballo.”

- "Esas cosas nunca deberías haberlas hecho y menos con tu hermano... Es un tabú... Un pecado... Yo me entregué a Fran porque no podía dejar que te lastimaran", le dije tratando de disculpar mis acciones pero criticando las suyas ahora que me las había insinuado.

- "Mamá... No tienes que disculparte de nada"… Lois me tranquilizó con sus palabras pero me dejó descolocada cuando añadió… - "¡Pero lo que vi fue una escena bastante caliente!"… Y se rio.

El resto del día, Kemal nos hizo ser sus sirvientes personales, haciéndole las comidas y limpiando... Mientras, sus compañeros se tomaron libertades con Lois y conmigo, aunque sólo nos palpaban mucho y todo lo más, metían un dedo o don en nuestros orificios.

Cuando llegó la noche, Kemal nos llevó escaleras arriba.

Le dijo a Fran que me llevase a su habitación, mientras señalaba a Lois la dirección del dormitorio de mi marido y mío... Kemal le ordenó a un guardia que vigilara el pasillo y luego detuvo a Fran diciéndole:

- "Procura que tu madre esté llena de tu semen... Lo comprobaré por la mañana."

Esperaba que esta perversión hubiera terminado... Pero no… Supongo que otra vez tendré que follar con mi hijo... Pero , al menos ahora, estaba sola con él y tal vez podamos descubrir cómo hacer lo impensable.

La timidez y la reserva de Fran duraron menos de media hora... Acostada en su cama individual dándole la espalda, pude sentir su polla endurecerse contra mis nalgas.

Su mano se movió debajo de mi bata, agarrando mi teta izquierda.

- "Nooo... Nooo, Fran... Soy tu madre", protesté mientras intentaba apartar su mano.

- "Sí... Pero lastimará a Lois si no lo hacemos"… La última parte sobre Lois ya no fue tan convincente para mí.

Veinte minutos más tarde, mi hijo estaba descargando lo que sería la primera de muchos corridas que tiro dentro de mí coño.

Era insaciable... Las dos primeras veces me las arreglé para enmascarar un nuevo orgasmo que tuve y ya iba por el tercero del día… La tercera vez que me follo no pude disimular el placer que me daba... Y la cuarta vez que me jodió, gritaba como una posesa, sin importarme que mi hija Lois y Kemal me escucharan.

Su quinta corrida fue una corrida en mi garganta... Me dejé manejar como él quiso y al descargar su semen en mi boca dejó escapar un grito de placer… Luego cayó sobre mí y comenzó a lamerme el coño y tampoco pude contener el placer... Pensé que iba a ahogarlo.

Al final los dos conseguimos dormir un poco, pero por la mañana, cuando Kemal irrumpió en la habitación, fue obvio que mi coño estaba totalmente lleno de semen de mi hijo… Había un gran charco debajo de mis muslos que tuve que abrir para la inspección.

Cuando me levanté, tuve problemas para caminar... Nunca he tenido esta experiencia... Mi vagina se sentía como si estuviera chorreando continuamente y todavía tenía el sabor persistente del semen de mi hijo en mi boca.

La siguiente semana más o menos fue más de lo mismo… Me di cuenta de que esta sería mi vida a partir de ahora... Estaba siempre muy agotada por el ‘vapuleo’ continuo en la mañana, tarde y noche.

A Fran lo amaba por ser mi hijo, pero yo también era su concubina o como Kemal me llamaba: ‘bolsa de semen’ de mi hijo.

Mi ducha diaria con Lois ofrecía un respiro y una dosis de ser madre.

Lois me dijo que los primeros días con Kemal, él sólo la violaría oralmente, pero luego comenzó a tener relaciones sexuales vaginales o sea a follarla... Ahora, una semana después, Kemal, nos reunió a ambas y nos dijo que iba a follar con ella al menos tres veces al día y que yo estaría presente desnuda y danzando obscenamente para calentarlo... Una tarea asquerosa por mi parte y difícil para Lois ya que él tenía cincuenta y seis años... Estaba claro que quería preñarla.

De una manera más bien fraternal, casi como amigas atrapadas en situaciones similares, le dije a mi hija:

- "Al menos, Lois, no eres como tu hermano y te obligan a follar... Creo que Fran tendría relaciones sexuales continuamente si pudiera descubrir cómo comer y dormir mientras me folla”, le dije.

Las dos nos echamos a reír... El libertinaje accedió completamente en nosotras a partir de estos momentos y perdimos todo tipo de pudor.

Unos días después me desperté enferma... Esperaba que fuera la gripe pero cinco días después de tener episodios continuos de madrugada, caí en la cuenta… ¡Debía estar embarazada!

Incluso a pesar de esto, Fran nunca disminuyó la velocidad... Todos los días estaba como obsesionado para ver cuántas veces podía correrme dentro en mí... Finalmente tuve que decirle que pensaba que estaba embarazada.

Y él debió habérselo dicho a Kemal, porque un médico apareció y me hizo muestras de sangre y una muestra de orina.

No necesitaba la confirmación de un médico, pero una vez que lo hizo, Fran tomó un descanso de nuestra fornicación.

Los primeros días fueron un alivio ... pero a medida que pasaban, mi mente me jugaba una mala pasada… ‘¿Ya no era deseable porque estaba embarazada?’, llegué a pensar sin importarme el hecho de follar con mi propio hijo… Hasta ahí de bajo había caído.

Cuando pasó el primer mes, Kemal nos convocó una reunión… Éramos Fran, Lois y yo... Kemal nos explicó nuestra futura agenda.

El primer shock fue cuando Kemal anunció que Lois estaba embarazada... La había dejado preñada… En estos momentos yo pasaría a ser abuela, y madre al mismo tiempo, mientras que Lois iba a ser madre, tía y tener un nuevo hermano… Mi hijo Fran iba a ser padre, tío y hermano otra vez… Todo una autentica locura y aberración.

Luego vinieron las órdenes.

- "Fran, ahora que has preñado a una mujer, ese será tu nuevo trabajo... Traeremos mujeres para que tú te las folles y las preñes... Ellos te darán bebés estadounidenses"… Kemal hablaba en serio.

- "Tù, madre, llevarás el primer hijo de Fran como expiación y vendrás a nuestro país siempre que te llame porque quiero que tengas nuevos bebés con mis camaradas... Y por la misma razón también serán bebés norteamericanos al nacer allí.”

- "Lois, mi hermosa niña, llevarás a nuestro bebé a Norteamerica... Tendremos más, pero habrá también que compartirte con mis camaradas."

- “Y ahora que tanto la madre como la hija están embarazadas, hay que darles la oportunidad para que otras personas aprovechen sus hermosos cuerpos… Espero que ambas daréis sexo a quien os lo pida... Ellos sólo necesitan mi permiso y si no quedan satisfechos recibiréis una buenas palizas que os lo recordarán de por vida"… Lois y yo quedamos aterrorizadas por el futuro que nos esperaba.

En ese momento alguien llamó a la puerta. Un guardia entró con una mujer joven a cuestas... Tendría a lo sumo veinte años, vestida de campesina, pero limpia.

Kemal la señaló hacia Fran... Una inesperada punzada de celos se apoderó de mí… Vi que Fran me miró con aprensión por un momento y luego tomó el brazo de la chica y se dirigió con ella hacia "nuestra" habitación.

- "Vamos a comenzar y no perder el tiempo", sonrió Kemal y con su mano me agarró fuerte…Quince minutos después, Kemal estaba metiendo su gruesa polla en mí coño… Su cuerpo pesado y apestoso lo sostenía aplastado contra mí… Mientras me follaba, me pregunté cómo podría haber soportado Lois tanto peso sobre ella.

Menos mal que su follada sólo duró unos pocos minutos antes de gruñir y dejar que su esperma entrara en mi coño... Pero no quedó del todo satisfecho por lo que era obvio que exigiera que le levantara de nuevo su pollón... Hice todo lo que pude para levantar su polla fea, gorda y maloliente con mi boca... Pensaba que si Lois podía hacerlo, yo también lograría hacerlo.

Me dolía la boca, tras casi una hora de todo tipo de manipulaciones en su pollón… Finalmente estaba listo para volverme a follar.

Kemal me ordenó girarme, separó mis nalgas y metió su pulgar en mi ano...Me puse rígida de inmediato… Nunca me la habían metido por el culo.

- "Aaah... ¡Todavía soy virgen!", exclamé, mientras la cabeza de la polla gorda de Kemal empujaba con fuerza contra mi agujero del culo.... Voy a follar el agujero de este culo virgen y si opones resistencia lo abriré de todas formas causándote daño."

Hice mi mejor esfuerzo para relajarme usando la misma técnica que cuando le di a mi hijo su primera garganta profunda…El extremo gordo de su polla abrió lentamente mi ano... Podría haberlo hecho con violencia pero al ver como yo colaboraba me lo metió poco a poco.

Pronto, mi canal rectal se acomodó y Kemal me estaba montando metiendo su polla y sacándola... La incomodidad de ser invadida analmente cambió a una sensibilidad diferente y prontome encontré sus empujes siendo respondidos por los míos.

Cuando él se corrió, yo también me corrí... Su semen caliente lleno el interior de mi recto, lo cual me indicó que le hice disfrutar mucho.

Luego, me la saco del culo, me hizo girar, sina darme tiempo para disfrutar de mi orgasmo,agarró mi cabeza y metió su polla en mi boca, ordenándome, "Límpiamelo bien".

Lo hice, a pesar de lo asqueroso que me resultó... Creí que tuve la gran suerte de que me dejase y se fuera, pero cinco minutos después, uno de sus guardias entró... Y comenzó todo de nuevo.

Y mi hija Lois también sufrió el mismo calvario que yo... Cada día, durante nuestra ducha, nos contábamos todo lo que estaban haciendo con nosotras y como disfrutaban con nuestros cuerpos llenando todos nuestros agujeros con abundante cantidad de semen.

Cuando llevábamos ocho meses de embarazo y sufriendo cientos de folladas, enculadas y mamadas, Kemal lo paró todo.

Una semana después, Lois dio a luz a gemelos... Un niño y una niña... La pasó mal, pero la doctora era bastante buena y se aseguró de que lo que se rompió se solucionara lo mejor posible.

La juventud me sorprende... Cuando mi nueva hija nació un par de semanas después, Lois había perdido casi todo su peso  que había aumentado en el embarazo... A mí me costó un mes más o menos para ponerme en forma.

El incentivo fueron las palabras de Kemal que jugaban continuamente en mi cabeza: ‘Eres valida mientras puedas concebir’.

Lois y yo discutimos esto durante nuestra ducha diaria... Ambas pensamos que debíamos concebir de nuevo... Pero aparte de las continuas actividades a tientas, no nos obligaron a recibir ningún esperma…Nuestros cuerpos ahora estaban completamente recuperados de nuestros embarazos, tras haber dado a luz a nuestros hijos.

De hecho, sentí que mi cuerpo estaba más en forma de lo que había estado en años.

Pasó otro mes… Y tal vez Kemal sintió que nosotras ya no éramos “botín de guerra”.

Por otro lado, mi hijo, Fran, estaba ahora ‘trabajando’ sobre lo que parecía un suministro interminable de chicas y mujeres... Al principio, Kemal hizo que a cada chica o mujer se la follara durante varios días seguidos, pero después de un mes y medio, sólo le dejaba follar cada día con una persona diferente.

Y, no sólo Kemal, sino también el resto de sus tropas parecían llevarse muy bien con Fran... Él era su amigo y pronto se hizo evidente que Fran había aprendido su lenguaje, ya que parecía discutir cada conquista con ellos, contándoles hasta el mínimo detalle de como disfrutaba con ellas… Me resultaba repugnante.

Mi hijo se estaba convirtiendo en su héroe... Y entonces, Kemal decidió demostrar a todos que todavía él era el jefe.

Kemal le dijo algo a Fran y éste giró su cabeza en mi dirección... La expresión de cara de Fran no era ni siquiera un reconocimiento de nuestra relación familiar... Se acercó a mí y puso sus manos sobre mis hombros, presionándome hasta obligarme a ponerme de rodillas.

- "Madre, muéstrale aquí a todos cómo disfrutas de la polla de tu hijo", dijo Fran con un tono dominante y sin un toque de moral.

Mi mente, completamente desorientada, aceptó el hecho de que  todavía era de su propiedad y que le debía obediencia ciega.

Su polla rebotó contra mi cara... Minutos después, mi hijo se estaba follando mi boca con impunidad, siendo totalmente irrelevante que se lo hacía a su propia madre… Me di cuenta que en este tiempo había adquirido una gran experiencia.

Cuando se corrió, empujó mi cabeza hacia atrás sosteniendo la punta de su polla en la parte delantera de mi boca abierta, mostrando a todos, incluyendo a Lois, cómo podría llenarme la boca con su esperma porque así lo quería hacer.

- "Aaah... Madre, muéstranos a todos la cantidad de leche de tu hijo que puedes tener en la boca", ordenó Fran con la intención de humillarme al máximo.

Aunque tuve una punzada de vergüenza, hice lo que me dijo, girando lentamente mi cuerpo con la boca abierta, mostrando a todos el volumen del semen de mi hijo retenido por mi boca.

Luego lo tragué... y dije:

- "Gracias", con humildad mirando a mi hijo Fran.

Me dio una palmadita en la cabeza como si fuera su perro favorito... Por cualquier razón, me sentí obligada a sentir que me aceptaban... Ahora sé que me había incrustado psicológicamente en este rol y que mi hijo ahora era uno de ellos y complacerlo mejoraría mi situación... Haría cualquier cosa por él.

- "Madre, lo hiciste bien conmigo y continúas mostrándonos tu entrega a mí… “Ahora necesitamos que nos muestres a todos tu valía”, comenzó a decirme Fran como si yo fuera una subordinada de él en lugar de su madre.  

Se hizo a un lado y vi a un joven que dio un paso adelante… Mi hijo me dijo:

- “Este es Bilak, el único hijo de un héroe de nuestra causa… Llevarás a su hijo… Será un orgullo para ti y para todos nosotros.”

Bilak fue traido ante mí… Era apenas un poco más alto que yo, bastante tímido, con melena y bigote.

Hubo un momento de asombro por mi parte cuando noté que mi hijo le estaba dando mi vientre como regalo a este joven... Pero este asombro pasó rápidamente... Yo quería complacer a mi hijo... Así que cogí la mano de Bilak y la guie hasta mi vientre para que lo palpase.

Bilak tardó tres días en comenzar a controlarse… De hecho, su primera eyaculación apenas llegó a mis labios vaginales… Su primera descarga de semen depositada dentro de mi coño no ocurrió hasta la mañana siguiente, temprano… El joven pene joven de Bilak era muy sensible y se corría con mucha facilidad.

Su falta de control en eyacular la suplía su juventud, que ofrecía una recuperación casi instantánea… Y así, en una semana ya me follaba varias veces al día disfrutando con ello… Al final de la tercera semana con Bilak, comencé a encontrarme mal… Mi hijo estaría orgullosa de mí por lo pronto que me dejó preñada.

El reconocimiento médico y la confirmación de mi embarazo llegó una semana después y, una vez que se le dije a Bilak, se sintió orgulloso de convertirse en padre y lo celebró dándome una serie de folladas.

Durante este tiempo que pasé con Bilak, apenas ví a Lois… Ella no acudía a nuestras duchas diarias y tuve mucho miedo de que le hubiera ocurrido algo malo… Al fin nos vimos y quede muy tranquila.

Ella me contó que Kemal la había prestado al presidente de los rebeldes, que se la folló numerosas veces… Ella también estaba embarazada de nuevo.

A partir de ahora, Lois y yo fuimos separadas de la población general y nos pusieron en una vivienda sola para nosotras dos… Nos dieron ropa nueva, nos alimentaron de verdad y empezaron a tratarnos de manera completamente diferente hasta el extremo que cuando uno de los guardias, a los que creía que iba a follarme, cerró mis piernas abiertas cuando le ofrecí mi vagina… Él sacudió la cabeza, levantó una mano y nos dijo a Lois y a mí, que ambas estaban prohibidas tocarlas.

¿Sería porque las dos estábamos embarazadas desde hace un mes?

Esa pregunta tuvo respuesta ese mismo día... Un hombre bien vestido nos visitó y nos dijo que representaba a un país limítrofe con lazos con nuestro país y que estaban negociando para liberarnos... Dijo que nuestro país no sabía nada, por lo que si nos iban a liberar, no deberemos jamás denigrar a los rebeldes por todo lo que nos han hecho... De lo contrario, los que se queden atrás podrían estar en peligro.

Lois y yo estuvimos de acuerdo... Pero, ¿qué pasaba con Fran?... No se le encontró en ningún lugar en los últimos días…Nos dijeron que podría unirse a nosotras dos más tarde, ya que estaba con otro grupo de rebeldes en ese momento.

Kemal entró y nos entregó a nuestros bebés… Sin decir una palabra, se dio la vuelta y se fue.

Una semana después escribí esta historia… Una historia terrible que no termina aquí porque tras nacer nuestros respectivos hijos fuimos reclamadas las dos a volver si queríamos ver a mi hijo y hermano con vida… Y volvimos a sabiendas de lo que iba a pasar… Y paso… Nos dieron a ambas un tremendo repaso que nos dejaban destrozadas todos los días y que continuó hasta volvernos a dejar de nuevo preñadas… Y está vez también colaboró mi hijo en todas las largas sesiones en las que nos agotaban.

Pero no fue sólo esta vez, sino las veces que el canalla Kemal nos reclamó para que volvieramos… ¿Y qué teníamos que hacer sino volver?

 

F I N

 

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