Autor: Salvador
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La inocente Selena ( 7 )
Ricardo quedó más que satisfecho cuando Selena le contó los pormenores de la noche que pasó con su amiga Andrea después que le confidenciara los detalles de sus relaciones con su tío. La niña había cumplido muy bien las instrucciones que le diera y los resultados fueron más que alentadores, pues Andrea demostró tener una naturaleza tan ardiente como su sobrinita. Siendo ambas jóvenes, era natural que sus cuerpos estuvieran predipuestos al sexo, por lo que no era de extrañar que a las confidencias siguiera una excitación que las llevó a masturbarse juntas, bajo las sábanas de sus respectivas camas.
Para Ricardo las muchachitas habían dado un importante paso al superar las barreras de la timidez en materia sexual. De ahí en adelante no les sería extraño masturbarse estando la otra presente. Y eso le daba posibilidades insospechadas que deseaba aprovechar para su satisfacción. Y él lo que deseaba era tener a las dos muchachitas para él. Deseaba tener esos dos cuerpos juveniles entregándose al sexo, ya fuera con él o entre ellas. De hecho, lo que Ricardo anhelaba era pervertir a las niñas, ser su guía en el camino de perversión que deseaba hacerlas recorrer.
Y para ello contaba con la inocente complicidad de Selena.
"Fue increíble cómo las cosas sucedieron tal como lo habías predicho, tío"
"Cariño, es que conozco el alma humana y sé de sus reacciones"
"Yo dudaba de que Andrea pudiera excitarse y sin embargo así sucedió"
"Mi vida, es que tú actuaste de una forma muy seductora"
"¿Seductora?"
"Si, amor. Era imposible quedar indiferente a lo que tu contabas y a lo que sentías"
"¿A lo que sentía?"
"Mi cielo, tu estabas excitada y, aunque no te dabas cuenta, Andrea lo notó"
"¿Tu crees?"
"Fue tu excitación lo que la llevó a masturbarse también esa noche"
"Eres increíble, tiito lindo"
"La increíble eres tu, mi cielo"
Selena tomó la verga de su tío y empezó a mamarla, con la ansiedad de un corderito en la ubre materna. Había depurado la técnica mamatoria y Ricardo sintió los efectos de esa deliciosa chupada a que era sometido su miembro, regalándole a la muchachita un orgasmo que hizo que su cara quedara cubierta de semen, lo que le produjo satisfacción por el hecho de haber logrado que su querido tío hubiera acabado con su boca.
Ricardo la empujó con suavidad para que quedara de espalda en la cama y abriéndole las piernas y haciendo a un lado su tanga, sin sacarle la faldita, le metió su lengua en la vulva y empezó a moverla dentro, hasta alcanzar el clítoris de su sobrinita, que reaccionó inmediatamente y le hizo soltar sus líquidos en la boca de su tío. El cuerpo de Selena se estremecía con las sacudidas mientras su cuerpo experimentaba el orgasmo que le regalaba la boca de su tío.
Ricardo se puso de espalda en la cama y con su herramienta erecta, apuntando el techo, le pidió a la niña que se parara frente a él, con un pie a cada lado de su cuerpo. Cuando ella estuvo parada sobre él, mirándolo con cara interrogadora, él le pidió que se agachara lentamente, hasta quedar en cuclillas. Cuando ella logró la posición que le pidiera su tío, la entrada de su sexo tocaba la cabeza de la verga de él, que la tomó de la cintura y le pidió que se dejara caer.
Y ella se dejó caer.
El falo de su tío se introdujo en su vulva, incontenible, llenándola completamente. Y cuando ella quedó sentada sobre él, con su verga completamente hundida en su cueva de amor, la muchachita le miró a los ojos sonriente, feliz con el pedazo de carne llenado su interior. Sintió que el instrumento de su tío hundido en su sexo la hacía sentir una verdadera mujer, capaz de soportar algo tan grande como era ese trozo de carne que su boca había saboreado momentos antes.
"¿Te gusta sentir mi cosa dentro tuyo, amor?"
"Si, tiito, me encanta"
"¿Ves que tu cosita linda podía aguantar toda mi verga?"
"Cierto, tío, nunca lo hubiera imaginado"
"Ahora vas a disfrutarlo plenamente"
Tomándola de la cintura la hizo subir y bajar, de manera que la verga entraba y salía de la vulva de la muchachita, que ayudaba los movimientos poniendo todo su empeño en ello, con lo que su cuerpo hacía flexiones que ayudaban al tío a meter y sacar su instrumento de la juvenil cueva de la sobrinita.
"Ay, tíiito, qué ricoooooo"
"Sigue, mi amor, sigue"
"Rico, tioooooooo"
"Toma, toma, mijitaaaaaaa"
"Siiiiii, tiiiiiooooo"
"¿Te gusta?"
"Ricooooooo"
Ricardo aumentó sus metidas y sacadas y la niña no pudo resistir más tanta goce y sus movimientos se hicieron alocados, hasta que finalmente se rindió en un orgasmo increíble, que le hizo expeler chorros de líquido seminal que cayeron sobre la falda de Ricardo, como prueba de su rendición al amor.
Con la verga aún dentro de la muchachita, Ricardo se incorporó y tomándola de las nalgas la apoyó contra la pared siguió bombeándola. Selena estaba clavada contra la pared y sus pies en el aire, sostenida por las nalgas, mientras su tío la follaba lentamente, haciendo durar el gozo de estar haciendo feliz a una muchacha tan joven como era su sobrinita, que no pudo resistir las embestidas de su tío y le regaló un nuevo orgasmo, esta vez sin poner los pies en tierra.
Mientras la muchacha acababa, su tío la llevó a la cama nuevamente y empezó a follarla de la manera tradicional. Ella con sus piernas abiertas y apretándole por la cintura, se abrazó a su tío y le besaba apasionadamente mientras éste imprimía velocidad a sus metidas y sacadas. Sus bocas desesperadas se besaban ardientemente, como si de esos besos dependiera sus vidas. Sus miradas reflejaban el ardor de sus cuerpos y el deseo que les inundaba.
Cuando sintieron que el momento crucial venía, dejaron de besarse y sus rostros se separaron para quedar frente a frente, observando con ansiedad el proceso que se terminaría en el próximo orgasmo. Querían captar el ardor y el deseo en el rostro de la otra persona y ver como el éxtasis del orgasmo final deformaba sus facciones. Los besos fueron reemplazados por las palabras de pasión.
"¿Sientes cómo te entra y te sale mi verga?"
"Siiiiii, tíiiiiito"
"¿Eres feliz, mi vida?"
"Siiiiiiii"
"¿Más que cuando te pajeaste con Andrea?"
"Siiiiiiii"
"Imagina que estamos los tres, mi vida"
"Mmmmmmmm"
"¿Te imaginas los tres haciendo el amor?"
Ella no dijo nada, pero el orgasmo fue más elocuente que las palabras. Su cuerpo se estiró y cerrando los ojos dejó escapar toda la vitalidad que había en su interior, en tanto Ricardo, acicateado por sus propias palabras, no pudo resistir la excitación y terminó por volcar todo su semen en el interior de su sobrinita.
Una vez repuestos de tanta agitación, se abrazaron.
"Quiero darte otra tarea, mi vida"
"Usted ordena, mi amo. Yo obedezco"
"Por favor, mi vida, si no es para tanto"
"¿Cuándo quieres que sea esta nueva tarea?"
"Cariño, la próxima vez que vayas en el bus con Andrea, de vuelta a tu casa"
"A ver"
"Vas a explicarle a ella cómo lo hiciste la vez anterior para excitarte en el bus"
"¿Y?"
"Proponle que hagan lo mismo, las dos"
"Bueno"
"Pero hay más, mi cielo"
"Algo me decía que no iba a ser tan simple"
"Cuando estén excitándose una al lado de la otra, aprieta tu hombro al de ella"
"¿Algo más?"
"Trata de ir ese día con falda corta y deja a la vista parte de tus muslos"
"Pero tío ."
"Tranquila, amor. Deja que ella te mire las piernas mientras se excita"
"Eres un bandido, tío"
"Cuando le hables, acerca tu boca a su oído de manera que sienta tu aliento"
"Ufffff"
"Verás que el efecto te dejará más que satisfecha, cariñito"
"No sé si me atreva, tío"
"Te vas a atrever pues la idea te atrae"
"Mmmmm, tienes razón"
"Ya verás que será una hermosa experiencia, amor"
"Si tu lo dices"
"Confía en mí, mi vida. Hasta ahora no te he decepcionado"
"Tienes razón. Me has convencido, lo haré"
"Déjate llevar y conocerás nuevas sensaciones, desconocidas"
"Ya, tío. Lo haré"
Quedaron de verse después que Selena hubiera cumplido con la tarea encomendada y se despidieron anhelantes del resultado del plan urdido para lograr los favores de Andrea, que ignorante de las intenciones de la pareja, sólo pensaba en las increíbles sensaciones que había sentido la noche en que se masturbó al lado de su amiga. No imaginaba que era el objetivo de Ricardo, el tío de Selena, que estaba utilizando a ésta última para seducirla.