Una familia unida
Capítulo 9
Tu hijo es un fenómeno
Me había llamado la atención el porte de su verga, pero no pensé que fuera un verdadero semental en la cama
Cada vez que follamos me hace acabar por lo menos unas cinco veces antes de el
Con esa resistencia deja contenta a cualquier mujer
Mi madre podrá probarlo luego pues le ofrecí hacer un trío y dijo bueno
Uyy hijta, gracias por acordarte de mí. Le voy a sacar todo el semen al muchacho
No te creas mami, tiene demasiada resistencia. Un animal en la cama
Bueno, veremos qué tal es esta joyita cuando lo pruebe
Tengo una idea que espero les agrade, especialmente a ti, Angela
¿Qué tienes pensado, muchacha?
Cuando Luis esté culiando con mi mami y conmigo, entras tú y te unes a nosotros
No sé. Me produce cosas
Tranquila, confía en mí. Yo lo manejaré de manera que todo sea natural
Bueno, que sea lo que tiene que ser
Las mujeres siguieron mamando zorras y tetas alentadas por la posibilidad de contar con la verga de Luis para las tres.
Al día siguiente, Angela no podía sacar de su cabeza lo planificado por Vanesa para lograr que ella se acostara con su hijo. La posibilidad de ser penetrada por esa verga que no se apartaba de su mente desde que la viera, la excitaba de manera increíble y después de lo sucedido con Mónica y Vanesa no le parecía tan pecaminosa la idea de tener sexo con su propio hijo. El morbo de acostarse con su hijo se le empezó a hacer atrayente y se le hacía difícil tener que esperar para lograr su deseo. Era tanto el deseo que la idea del incesto despertó en Angela que decidió que ese mismo día haría todo lo posible por conquistar a su joven hijo y probar esa verga que tanto le atraía. Si Vanesa había gozado tanto con el pico de su hijo, ella lo haría mucho más debido al tiempo que llevaba sin darse un buen polvo.
Durante la tarde se mostró con una faldita corta que resaltaba sus hermosas piernas, espectáculo que no pasó desapercibido a su hijo, que no perdía detalle de las extremidades que su madre mostraba con tanta generosidad.
A la hora de la cena, cuando servía a su hijo, su blusa, a la que le faltaba un botón superior, mostraba sus generosos pechos, un par de globos que se mostraban generosamente. A estas alturas Luis estaba seguro de que su madre se le estaba insinuando pues nunca antes había tenido un comportamiento tan abiertamente sensual.
Esa noche no pudo resistir más y vestida con una enagua que resaltaba las bellas formas de su cuerpo, se plantó delante de su hijo y le propuso:
Luis, tengo miedo de dormir sola
Si quieres te acompaño, mami
Eso quería pedirte, mijito. Gracias
Luis no necesitaba que su madre dijera nada más y tomó al vuelo sus palabras como una posibilidad. Si ella había estado toda la tarde insinuándose no cabía duda que esta invitación tenía una intención que a estas alturas no le era tan oculta a Luis. Angela, por su parte, estaba feliz de que le resultara tan fácil lograr tener a su hijo en su cama, sin imaginar que el muchacho deseaba follar con ella tanto como ella deseaba follar con el.
Luis estaba consciente de las malas relaciones entre sus padres y no se le pasaba desapercibido que su madre no tenía relaciones sexuales desde hacía varios meses, por lo que debería estar muy sensible en materia sexual a las insinuaciones que recibiera. Y el sabía cómo despertar el deseo en una mujer con ese pedazo de verga que se gastaba y e apetito insaciable que mostraba cuando estaba follando .
Esa noche Luis se acostó en el dormitorio matrimonial y espero ansiosamente la llegada de su madre, que a contraluz le mostró las hermosas formas de su cuerpo aún joven que se traslucía por la seda de la enagua. Después de conversar un rato, ella apagó la luz de su lámpara, se dio vuelta y le dio la espalda a su hijo, después de darle un beso en la mejilla, pero peligrosamente cerca de los labios. Luis se acomodó junto a su madre, abrazándola por la cintura y ambos quedaron en la posición conocida como de “cucharita”. El estaba seguro que su madre fingiría dormir para darle confianza y así poder efectuar sus avances sobre el culo que se apretaba a su estómago.
Al cabo de unos minutos Angela empezó a respirar como si estuviera durmiendo, pero teniendo cuidado de poner su trasero contra la verga de su hijo para excitarlo. Este levantó la tapa de la cama y pudo apreciar el exquisito culo de su madre que estaba semi tapado por la enagua que se había subido “casualmente”, por lo que Luis sacó su verga del pijama y lo puso entre los muslos maternos, apretándose con suavidad para no “despertar” a su madre, que seguía feliz los movimientos de su hijo. Ella quería jugar a que dormía y el estaba dispuesto a seguirle el juego, que le resultaba excitante.
Una de las manos de Luis empezó a subir y empezó a acariciar suavemente los senos de su madre, en tanto su instrumento entraba y salía de entre los muslos de Angela, que se apretó más aún a su hijo, que sintió las nalgas de su madre golpear su estómago con cada empujaba que daba a su verga entre los muslos maternos, que hacían las veces de una cueva por su suavidad. El sabía que ella fingía dormir y continuó el juego pues deseaba verla soltarse y pedirle que la follara. La quería completamente rendida rogando que le metiera el pico.
No pudiendo aguantar los deseos que le daban los movimientos de su hijo, Angela se movió y él sacó de inmediato su polla, temeroso de que se hubiera equivocado y ella pudiera enojarse. Pero, afortunadamente para el, ella solamente se movió y quedó de espalda, con las piernas semi abiertas y su enagua a la altura de su cintura. Era evidente la actitud de entrega que había adoptado y Luis esperó ansiosamente que su madre volviera a respirar acompasadamente, y cuando ella parecía volver a entrar en el país de los sueños, cosa que el muchacho no creyó ni por un momento, la destapó y se puso entre sus piernas, poniendo su pico contra la vulva materna que, para su sorpresa, estaba sin calzón. Puso la cabeza de su verga en la entrada de la zorra de Angela y empezó a empujar, suavemente, lentamente.
Ese fue el momento que ella eligió para “despertar”
¿Qué haces, hijo?
Su cuerpo empezó a moverse imperceptiblemente, sin que Luis se percatara de ello, pero su verga sintió el estímulo de los labios vaginales y quedó completamente parada, dispuesta a meterse en la cueva de su madre.
Pero hijo…..
Y su cuerpo seguía moviéndose, ahora de manera más ostensible. Luis comprendió y decidió llegado su momento de gloria.
Mami, quiero culiarte
Pero soy tu madre
Pero deseas que te culee, ¿verdad?
Hijo….
Los movimientos de Angela eran evidentes, ya no se recataba para alentar a su hijo, haciendo como si estuviera follándolo.
Pídemelo, mami
Angela no aguantó más y dejó de lado todo recato.
Mételo
¿Quieres que te culee? Dilo, mami
Culéame, hijo. Hazlo ya, mételo
Luis empezó a meter poco a poco su tremendo instrumento en el lubricado túnel de su madre, cuyos tejidos se distendieron para dar paso al invasor, que se fue alojando entre las húmedas paredes de la cueva de Angela.
Luis empezó a meter y sacar su enorme verga de la zorra de Angela, que la apretaba completamente, dada las dimensiones de la barra que entraba y salía sin pausa, golpeando en cada embestida el clítoris de esta, que empezó a acabar una y otra vez casi sin detenerse.
Siiiiii, mijitoooooooooooo
¿Te gusta la verga de tu hijo, mami?
Eres lo máximo, hijoooooooooooooooo
Y puedo hacerte acabar hasta que te canses de hacerlo
Ricoooooooooooo. Aghhhhhhhhhhhhh
Angela siguió acabando hasta perder la cuenta y finalmente quedó semi desmayada en la cama intentando recuperar el aliento junto a su hijo que seguía con su polla completamente parada.
¿Es que no te cansas de tenerla parada, hijo?
Es que tu me calientas mucho, mami, y no quiero acabar aún.
¿Quieres que mami te la chupe?
Guaaaauuuuuuuuu. Genial
Angela abrió todo lo que pudo su boca, pero solamente pudo meter la cabeza de la verga de su hijo. Aun así, chupó con tanto entusiasmo que finalmente logró que el pedazo de carne empezara a escupir finalmente sus chorros de semen, que cubrió completamente el rostro de ella, que nunca en su vida había visto tanto semen en una acabada.
Eres increíble, hijo
¿Te gusta que sea así?
Me encanta, cariño
Que bueno, mami, pues puedo hacerte muy feliz
Gracias, mi niño lindo
Esa noche Angela se durmió feliz porque su hijo la había puesto al día terminando con su período de abstinencia sexual, haciéndola acabar tantas veces que finalmente perdió la cuenta de las veces que se sintió desfallecer de tanto gozar.
Mónica y Vanesa no imaginarían que ella se había adelantado y ya había probado hasta la saciedad la tremenda verga de su hijo, por lo que ese sábado, cuando, de acuerdo a lo planificado, se suponía que el las sorprendería follando, ella no la probaría por vez primera sino que volvería a gozar con el apetito insaciable de Luis, que le demostró ser un excelente sustituto de su marido. Es más, había salido ganando con el cambio, en todo sentido.
Ese sábado fue temprano a la casa de Mónica, donde Vanesa y ella se escondieron en la pieza de la muchacha a la espera de Luis, que cuando llegó fue recibido por una Mónica vestida tan sugerentemente que parecía una puta recibiendo un cliente.
Antes de la media hora los amantes estaban encatrados, y Vanesa y Angela escuchaban los gritos de gozo de Mónica cuando recibió la tremenda tranca de Luis en su cueva que, acostumbrada a las vergas de proporciones, estaba feliz de alojar este tremendo invitado.
Cuando estimaron que Mónica había gozado suficientemente, y considerando el aguante de Luis, Vanesa salió y se dirigió al dormitorio de su madre para unirse a esta y a Luis.
Angela esperaría aún otra hora antes de unirse a ellos.