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Lluisín (El Equipo U)

en Textos de risa

Nota: "El Equipo A" (España) = "Los Magníficos" (América Latina)

En 1972, cuatro de los mejores hombres del ejército americano que formaban un comando, fueron encarcelados por un delito que no habían cometido. No tardaron en fugarse de la prisión en la que se encontraban recluidos. Hoy, buscados todavía por el gobierno, sobreviven como soldados de fortuna. Si tiene usted algún problema y se los encuentra quizás pueda contratarlos... EL EQUIPO A.

Más tarde, en 2006, cuatro de los mejores estudiantes de una universidad española que no formaban más que una panda de pesaos y cansinos conocieron a un carismático joven. No tardaron en trabar amistad con el apuesto universitario. Hoy, tras aprobar sus respectivos exámenes, viven amargándome la vida para que apruebe. Si tienes algún problema y te los encuentras ¡HUYE! ¡CORRE! ¡ESCAPA! ¿A qué te vas a quedar? ¿A medir la densidad del aire? ¡ANDA Y PÍRATE! ¡NO DEJES QUE TE AYUDEN!... EL EQUIPO U

Si alguien quiere saber quién coño compone el "Equipo U" que vaya al siguiente relato:

La oshcuda pdofecía: http://www.todorelatos.com/relato/47662/

Y ya que estamos, os pido... ¡Qué coño! OS ORDENO que os leáis el resto de relatos, por orden cronológico (del más antiguo, el primero, p'alante, por si no ha quedado claro), y me dejéis el comentario pertinente:

El Cabrón de la Facul: http://www.todorelatos.com/relato/39045/ 

Y como dijo el Pocholo: http://www.todorelatos.com/relato/39562/ 

¿No lo tienes en deuvedé?: http://www.todorelatos.com/relato/41057/

Fútbol es fútbol: http://www.todorelatos.com/relato/41923/

SSA: Sujeto Sexualmente Activo: http://www.todorelatos.com/relato/46821/

Algunos hombres verdes: http://www.todorelatos.com/relato/47358/

¡Y ahora! ¡Tós callaos! ¡Silencio! ¡Tú, sí tú, el chaval de Asturias, que te veo, deja de reírte, coño, que esto es serio! ¡Shhhhh! Callaos. Lo estoy viendo todo en blanco y negro. Creo que estoy teniendo un Flash-back.

- Estamos aquí para que apruebes. Como todos nosotros somos buenos estudiantes y no vamos a tener demasiados problemas en pasar a segundo, vamos a hacer que tú pases de curso.- Dijo Moni.

¿Quién le iba a decir a la Moni que eso de que yo aprobara le iba a costar más que calzarse un sujetador de la talla ochenta sin hacerlo reventar?

Y es que, tengamos un poco de visión global y observemos al equipo:

Una tía buena con unas tetas que es mirarlas y ya puede decir misa que no escucho, un tipejín vestido de Frodo con serios problemas de dicción, un mastodonte de más de cien quilos que se cree que la Plaza Roja y el mar Rojo hacen esquina, y un frikazo de la electrónica que se cree gracioso por saberse los chistes de Arévalo tenían que conseguir que yo aprobara el primer curso de Historia.

¡Jódete Tom Cruise! ¡Toma Misión Imposible!

Lección uno: Y el eshtudio osh hadá dibres...

- Bueno, Lluishín.- me dijo el tipejín del disfraz de Frodo al que, en un alarde de originalidad llamaré... Frodo.- Como ya nosh ha dicho Mónica que tu habitación esh un shobedano deshashtre, hemosh decidido que, de ahoda en adelante, tu lugad de eshtudio shea... ¡Eshte!- concluyó, abriendo una gran puerta que daba a una sala enorme llena de estanterías con un montonazo de libros y más vacía que la cabeza de Bush.

- Amos, no me jodas, Frodo. ¿La biblioteca?- exclamé.

- ¡Sssshhhhhhhhhh!- La biblioteca estaba vacía, claro, a excepción de la bibliotecaria, que tenía un perfil de grulla reumática que para qué.

- Lo sentimos.- se disculpó la Moni por todos nosotros.

- Bueno, shaca losh apuntesh que tengash- me dijo Frodo cuando nos hubimos sentado.

- ¿Los qué? No, yo no gasto de eso.- contesté.

- Bueno... Puesh losh papelesh que osh han ido entdegando losh maeshtrosh a lo ladgo del cursho...

- Pues va a ser que no. De papeles lo único que tengo son papel de fumar... pa' los porritos... Je... pero creo que aquí no se puede fumar. ¡EH, DOÑA URRACA! -Le grité a la bibliotecaria, que me miró con los ojos inyectados en furia.- ¿AQUÍ SE PUEDE FUMAR?

- ¡No! ¡Ni se puede gritar ni fumar!- me espetó la bibliotecaria, que se daba cierto aire a la señorita Rottenmeier.

- Ya ves... nos han cortado el rollo. No se puede fumar.

Frodo intentaba asimilar la situación. Luego me miraba con cara de mala leche y todo. Y luego volvía a intentar comprender la situación por que no le entraba en la cabeza que la naturaleza, en diecinueve años, no hubiera reparado todavía el error que cometió al dejarme nacer.

- Bueno... no pasha nada...- dijo, tras hacer unos ejercicios de respiración para tranquilizarse.- ¿En qué matediash eshtásh matdiculado pada pedidle losh apuntesh a tush compañedosh?...

- Ni idea.

- ¡Pedo bueno!- Frodo tenía ya un tick nervioso en el ojo.- ¿Tú que hash eshtado haciendo dudante todo el cudsho?

- Jugar al mus. ¿Te hace una partidita?

¡Madre mía lo que nos costó hacer que Frodo se recuperara de su ataque de nervios! ¡El niño! ¡Empezó a maldecir, a estirarse de los pelos, a insultarme...! Entro lo feo que es y el vocabulario que empleaba, estuvimos a punto de llevarlo al cura, por que juro que era clavaíto a la niña de la peli del exorcista.

Pero eso no fue todo. Además me tocó lidiar con la bibliotecaria, que se nos encaró toda decidida ella.

- ¡Les he dicho que guarden silencio! ¡Van a molestar al resto de estudiantes, despojos intelectuales!

- ¿Pero que has dicho?- le grité.- ¿Qué resto de estudiantes, pedazo de momia deshidratada? ¡Aquí no hay ni Dios! ¿Y sabes por qué?

El "Equipo U" se lanzó hacia mí e intentó detenerme. Xenxo me agarró de la camiseta, Moni me decía que me callara, Frodo se retiró a un rincón a balancearse mientras se abrazaba las rodillas, Ximo me tapó la boca... Pero logré escabullirme de su gran y sudada (sobre todo sudada, qué tío más asqueroso) mano y soltarle una sarta de verdades a la señorita Rottenmeier.

- ¡Por que no soportan verte la cara de bruja resentida que te gastas, tía fea! ¡Que además de vieja eres fea! ¡Y estirada! ¡Que eres estirada en todo excepto en las arrugas, vieja fea estirada!

(Aquí iba un intercambio bilateral de insultos demasiado fuerte para los sensibles oídos de esta generación, por lo que la censura ha decidido meter tijera y pasar directamente a la siguiente escena)

- ¡Dejadme! ¡Dejadme que le parta la cara!- gritaba yo mientras mis amigos me arrastraban fuera de la biblioteca.- ¡Japuta! ¡Eso de "oligofrénico y fenilcetonúrico" lo será tu puta madre, momia, más que momia! ¡Ven si tienes lo que hay que tener! ¡Eso no me lo dices en la calle, cabrona de mierda!

En fin... el "Equipo U" tuvo que admitir que no íbamos a poder volver a esa biblioteca en muuuuuucho tiempo.

 

Lección dos: Técnicas agresivas de memorización

Ximo tuvo la idea de ir a su casa. Mientras yo los seguía, mis compañeros cuchicheaban entre sí y luego asentían. No me molaba un pelo. No me enteraba de lo que querían hacerme... ¿Pero por qué tenía que aprobar? ¡Si tuviéramos que aprobar los exámenes no existirían las recuperaciones! ¡Es de cajón!

En fin... a lo que íbamos.

- Pasa.- me dijo secamente Ximo mientras abría la puerta de su piso.

Su casa resultó ser una triste estancia de poco menos de treinta metros cuadrados sin más decoración en las paredes que las manchas de humedad y alguna que otra cucaracha que practicaba barranquismo por el gotelé.

- Es... Es una casa muy bonita- si tenéis huevos le decís a un tío de más de cien quilos y de uno noventa y tres de altura que su casa es una mierda. ¡Venga! ¡Valientes! Atreveos, que yo prometo ir a vuestro entierro.

- Siéntate ahí.- Me señaló una silla y me senté. Cuando me quise dar cuenta, todo el mundo desapareció de allí excepto Ximo, que se puso una camiseta del Ejército español.

- Joer, Ximo... no sabía yo que tú habías ido a la mili...

- ¡SILENCIO RECLUTA!

- ¿Recluta? ¿Quién Recluta? No, yo soy Lluisín.

- ¡¡SILENCIO RECLUTA!!- repitió él. La vena del cuello se le hinchaba, la cara se le enrojecía por momentos, y a cada grito soltaba una de perdigones saliveros que me hicieron lamentarme de no haberme cogido el paraguas. Pero coño, que Ximo era muy grande, yo muy pequeño y el hijoputa me acojonaba.

- ti teñó...- balbucí.

- ¡BIEN RECLUTA! ¡AHORA COGE ESOS MALDITOS LIBROS!- sobre la mesa cayó un gigantesco ejemplar de la Historia de los Siglos de Oro, otro de historia del S. XX, otro de Historia Antigua... así toda la Historia pasito a pasito. Joder, si yo tenía que haber nacido cuando los romanos, que no había una mierda de Historia.

- ¡RECLUTA! ¡LE HE DICHO QUE COJA ESOS LIBROS!- repitió a voz en grito

- Vale, chacho, vale.- obedecí y los cogí.- ¿Dónde los pongo? ¿Tienes que guardarlos o algo?

- ¡ABRE EL JODIDO LIBRO Y PONTE A LEER!- De repente, sacó un bate de béisbol de un armario, golpeó la mesa con fuerza (coño, la mierda de casa que tiene y la peazo de mesa maciza de mármol que se gasta el jodío) peligrosamente cerca de mí, y en ese momento, extrañamente y al tiempo que los cojones se me ponían de corbata, tuve la irremediable necesidad de ponerme a leer.

Empecé a observar detenidamente cada hoja, imbuyéndome de los Misterios de la Historia, mientras que, de vez en cuando, na más para "animarme" (o simplemente pa' joder, quién sabe), Ximo soltaba un nuevo estacazo a la mesa. Cuando él pegaba, yo reafirmaba la postura y seguía aprendiéndomelo toíto, toíto aún más rápido...

Así durante dos largas horas. Al acabarme los libros, me parecía que la cabeza tenía toda la intención de estallarme de un momento a otro. Entonces Ximo, amenazante con el bate de béisbol que hacía chocar en su mano repetidamente, empezó con las preguntas. Y yo, con las respuestas (obviamente).

- ¡La constitución de 1812, señor!...- contestaba yo acojonaíto del todo.- ¡Isabel la Católica, señor!... ¡Trotski, señor!... ¡La batalla de Almansa, señor!... ¡El Imperio Austro-Húngaro, señor!... ¡Francisco de Quevedo, señor!...

En esto que entró al comedor Xenxo y preguntó.

- ¿Cómo va Lluisín, Ximo?- Contrariamente a lo que yo pensaba, Ximo se echó a llorar sobre el hombro de Xenxo.

- Maaaaaaaal... buaaaaaaaa... no ha dado ni una... ¡Me ha dicho que el Cid Campeador conquistó el Imperio Austro-Húngaro! ¡Y que el libro sagrado de los budistas es la constitución de 1812! ¡Y mejor que no sepas lo que ha dicho de Trotski! Buaaaaaaa... no vamos a poder hacer que apruebe... buaaaaaaa...

Jo. Ximo acababa de desmoralizarme. ¡Qué poquito tacto tenía, joder! ¡Yo que iba tan contento respondiendo todas las preguntas!

- Entonces, sólo queda una cosa por probar.- dijo Xenxo. Hizo una llamada y salió de la casa para volver a los cinco minutos con una cinta de cassete en la mano.

 

Lección cuatro: tácticas alternativas de aprendizaje

Fuimos hasta la casa de Xenxo, por que dijo que tenía un plan. "¿De huevo o de vainilla?" pregunté. "Un plan, no un flan, Lluisín", respondió él, y nos fuimos a su casa.

Si el piso de Ximo era el paradigma de la tristeza, Xenxo se llevaba la palma de los frikies. Tenía las paredes de su cuarto literalmente forrada, en orden alfabético, por los pósters de: Dragonball, El Señor de los Anillos, La Guerra de las Galaxias, Las supernenas, Matrix, Naruto, Oliver y Benji, Operación Triunfo, Pokémon, Ranma, Sailor Moon, Star Trek, Starcraft, Torrente, Warcraft, Xena, Yu-Gi-Oh y todas las películas de Álex de la Iglesia, además de ser posiblemente la única persona en el mundo que tiene un póster de Andrés Pajares.

- ¿Sabes qué es esto?- Me dijo Xenxo extendiéndome un walkman y la cinta.

- ¿Algo que ha quedado obsoleto desde que llegaron los diskman y los reproductores mp3?

- Esta noche.- continuó él, haciendo caso omiso a mi duda existencial.- antes de irte a dormir, te pones esta cinta, que me ha pasado un compañero tuyo de carrera, con todo el temario de los Siglos de Oro, y mañana te lo preguntaremos. La memorización subliminal es un truco que tiene relativamente buenos resultados. Si lo escuchas mientras duermes, puedes lograr memorizarlo completamente.

- Es decir... ¿Que lo único que tengo que hacer... es dormir?- Xenxo acababa de descubrirme "El Dorado", la Atlántida, las minas del Rey Salomón y el Santo Grial todo de una.- ¿Por qué nadie me dijo que ésto existía? ¡Es una conspiración del rectorado, lo sé! ¡Malditos bastardos confabuladores!- grité, alzando el puño con fervor revolucionario.

Después de dos horas despotricando contra el fascismo sobre los medios de comunicación universitarios practicado por la cúpula de la Universidad, "El Equipo U", hasta los cojones de mí, me tapó la boca y me inmovilizó en una silla. Luego llamó a mis padres y les dijeron que me quedaba a dormir en casa de Xenxo.

- Pero yo no puedo dormir si no es en mi camita...- me quejé.

- Tengo una idea.- dijo Xenxo.

- Vale ¿Cómo vas a hacer que me duerma? ¿No querrás drogarme verdad? ¿Eh?

- No. No te voy a drogar.

- ¡Mierda! ¡Va, seguro que tienes algo por ahí! ¡Que nos conocemos! ¡Somos colegas!

- Que no.- Xenxo cogió un pedazo libraco y se acercó a mí.

- ¡OYE! ¿No querrás dejarme inconsciente con un golpe de libro?

- Cállate, joder. Voy a leerte, como a los críos...- Dijo, y empezó a leer.- "Ocho años de gobierno" por José María Aznar...

- Jjjrrroooooncccc.... fiufiufiufiufiu... Jjjrrrooooooncccc...-caí roncando yo creo que entre las palabras "Gobierno" y "Por".

- Dulces sueños...- dijo él, poniéndome los cascos y apretando al "play".

Al día siguiente, cuando desperté, el Equipo U ya estaba presente en el salón de Xenxo, justo delante mío.

- Vale Lluisín.- me dijo Xenxo.- ¿Preparado para hacer la prueba?

- ¿Pero ya? ¿Así de sopetón sin café ni vaselina? ¡Joer qué bruto...!

- Veeeeeenga, Lluishín, que no tenemosh tiempo.- lo apoyó Frodo.- A ved... ¿Qué mujed, que decía cumplid una mishión de Diosh, lidedó a los fdanceses en su lucha contda losh ingleshesh en el siglo quince?

- ¡Jerónima!- grité yo.

- ¡¿JERÓNIMA?!- repitieron al unísono.

- ¡Jerónima! ¡Lo tuyo no es un nombre! ¡Lo tuyo es una venganza!- continué berreando en pleno trance.

- ¿Qué?- Exclamó la Moni asustada.- ¿Qué le pasa, Xenxo? ¿Qué le has hecho a mi Lluisín?

- ¡Moni!- me dirigí a mi chica.- ¡Déjame, que te "acarisie" el chow-chow! ¡Yo tengo un perro salchicha, que es bastante juguetón, que se pone mu contento cada vez que ve a un chow-chow!...- seguía gritando yo, cambiando de canción.

- ¡Uala nen! ¡Uala nen, la que hemos armado!- Se echaba las manos a la cabeza Xenxo.- ¿A que me he equivocado y le he puesto la cinta de los Mojinos Escozíos en vez de la del Richy? ¡Mírala! ¡Uala nen, uala nen!

- ¡Queremos ser! ¡Queremos ser! ¡Burbujitas del anuncio de Freixenet!- gritaba yo por el pasillo de casa de Xenxo.

De repente, alguien me dio un golpe de kárate estilo Bruce Lee en la cabeza y lo vi todo más negro que los cojones de Machín.

-Va, traérmelo a mi casa.- escuché decir a la Moni.

 

Lección cuatro: La energía cármica del conocimiento. Resumiendo... Ooooummmmmmm

Me desperté en una estancia decorada con tonos pastel. Flotaba en el aire un aroma dulce pero indescriptible. En las paredes, una multitud de cortinas del mismo color decoraban la estancia. Ante mí, Moni permanecía sentada, con las piernas cruzadas, y vestida con una túnica naranja. Tenía los ojos cerrados y la melena recogida. La brisa movía algunos pétalos de flores que yacían en el suelo.

- ¿Pero quién me ha metido en la sala fumatorio de Bob Marley?- pregunté yo, antes de avanzar al estático cuerpo de mi tetona particular.- Moni... eh, Moni...- la Moni no me contestaba.- Oye, Moni ¿Te ha dado un yuyu o qué?

Me acerqué lentamente y me arrodillé ante ella. Su cara tenía un semblante de placidez que me recordaba al rostro de felicidad que se le quedaba tras toda una noche de tratamiento "Bartoliniano".

- Moni...- susurré. Ella abrió los ojos tan de repente que me dio un susto del copón.- ¡Cojones Moni! ¡No me pegues esos sustos!- le dije, mientras bajaba de la cortina.

- Lluisín... he llegado a la conclusión que tu mente está bloqueada por un chi negativo. Yo te ayudaré a canalizar el conocimiento para que lo asimiles.

- Nena... ¿Tú has estado lamiendo sapos? ¿Te queda alguno?

- Lluisín, hazme caso, siéntate y abre tu mente... ¡Lluisín, joder, deja de fumarte el incienso y préstame atención!

- ¿Eh? ¿Qué dices? Jooooo, que estaba pillando un colocón de la hostia. Me tienes que decir a qué camello le compras tú esto.- contesté yo, dejando el incienso de donde lo había cogido.

- Lluisín, siéntate que te recuerdo que te estás jugando el tiki-taka.

- ¡Coño!- Cuando mi sombra se quiso dar cuenta, yo ya estaba sentado.

- Vale, ahora cállate. Ahora me conectaré contigo telepáticamente...

- ¿Conectarnos telepáticamente? ¿Que es eso? ¿Vamos a probar una postura nueva o algo por el estilo?- sin responderme más que con un bufido, Moni cerró los ojos, y de repente noté una especie de fuerza poderosa intentando entrar en mi mente, leyendo mis pensamientos... y entonces la Moni dijo:

- El cerebro al que usted llama está apagado o fuera de cobertura. Por favor, cuelgue y vuelva a llamar.

- ¡¿Queloqué?!- exclamé yo, y mi chica volvió a nuestro mundo.

- A ver, Lluisín. Esto que ha pasado es imposible. Debes tener un bloqueo de la hostia. Deja tu mente en blanco, hazme caso, cari, debes liberarte de las formas.

- ¡Hostia, espérate que esto me lo sé! ¡Es del anuncio de Bruce Lee!- empecé, antes de comenxzar en el inglés más macarrónico desde que alguien dijo "hemos dedicado la noche de ayer y esta mañana en trabajar en ello exactamente".- Empty your mind. Be formless, shapeless. Like water. You put water into a bottle and it becomes the bottle. You put in a teapot, it becomes the teapot. Water can flow, or it can crash. Be water, my friend!

- ¡A tomar por culo el Nirvana!- exclamó la Moni cabreada, levantándose de un salto y lanzándose hacia mí.

- ¡SOCORRO!- pedía auxilio yo mientras Mónica me dejaba nuevo a base de guantazos.

- ¡Yo te mato! ¡Te mato! ¡Vas a ver como luego te lo tomas en serio! ¡Yo te mato!

El resto del "Equipo U" tuvo que entrar en la estancia y, entre los tres, inmovilizar a la Moni. ¡Qué tía! ¡Claro, como no follaba conmigo tenía las energías al máximo! ¡Si ya se lo decía yo, que ella no iba a soportar tanta abstinencia! ¡Que con tanto vicio es imposible aguantar!

- ¡Cogedla que me mata!- gritaba yo, desde un rincón, mientras Ximo hacía lo posible por contener a la leona de mi novia.

- Shi esh que esh imposhible... Esh imposhible que apduebe...- se lamentaba Frodo contemplando la escena.

- A ver, cacho inútiles.- les increpé yo.- ¿Queréis dejar de hacer el idiota y, por una puta vez, hacerle caso a quien sabe?

- ¿Pero qué vas a saber tú?- me gritaba Xenxo mientras Ximo seguía intentando que la Moni no se soltara. Y lo que le estaba costando. Mi Moni es una fiera.

- Almas de cántaro...- les dije yo.- Deberíais saber que, durante el Bachiller, no compré ni un puto libro de texto.

- ¿Y?- preguntó Frodo interesado.

- Y que, aún así, aprobé primero, segundo y el examen del selectivo. Y con una nota de siete y medio.

- ¡Es verdad!- cayeron todos en la cuenta.

- ¿Pero cómo?- preguntó, aún más interesado, Frodo.

- Dejadme que os lo enseñe...- les dije yo y...

SEGUIRÁ CONTINUANDO...

 

 

Y os vuelvo a dejar con la intriga. Si alguien quiere saber cómo va a continuar esto, que me cuelgue un comentario de esos de "¡Oh, que bueno eres, Lluisín! ¡Eres el puto amo! ¡Me río un montón contigo y de mayor quiero ser como tú!". También se aceptan comentarios de "Caronte, hijo de puta, deja de explotar al pobrecito Lluisín y págale un sueldo decente". Bueno, que eso. Que si os ha gustado, poned un comentario diciéndomelo. Y si no os ha gustado... mandadle virus al correo de Caronte, pero en los comentarios decid que os ha gustado que si no me enfado.

Venga, que tengo que superar el número de comentarios del relato más comentado de Caronte.

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