Este relato es algo mas pesado quizas, pero, es muy importante porque tiene mucho trasfondo que en capitulos siguientes dara mucho juego.

Capitulo 5: Trabajando Duro

Mientras yo me dirigía a la mesa de la parejita, la rubia junto a la morena salieron con 1 bolsa grande de las que yo, subí anteriormente una en cada mano, cada una de las camareras llevaba una. Al llegar a la mesa de la parejita el chico dijo:

Chico: la cuenta, por favor.

Axel: Enseguida, os la traigo chicos

Yo me gire para ir al gerente a por la cuenta, cuando la chica antes de irme me dijo:

Chica: tú en que horario trabajas ¿guapo?

Yo me gire sorprendido por su pregunta, entonces con una sonrisa en la cara, amablemente le respondí:

Axel: pues de camarero trabajo todos los días, excepto el domingo, desde cuatro de la tarde a las 12 de la noche y el sabado de: 8 de la tarde a las 12.

Chica: gracias, guapo.

Axel: cuídala, que tienes una joya de novia.

A él no le gusto nada mi broma, no dijo nada por no aguarle la fiesta a la novia, porque a ella le encanto y acabo mas encantada conmigo aun. Como uno no se los puede ganar a todos, a veces basta con ganarse al adecuado de la pareja, yo me dirigí a Antonio y le dije:

Axel: la cuenta de la mesa: 12, Antonio.

Antonio: enseguida.

A los pocos segundos me dio el ticket, que ponía 3 Euros, cada refresco costo 1’50, yo se lo di:

Axel: son 3 Euros

Ella saco su cartera, me dio los 3 Euros en mano y al pasar por mi lata de propinas: dejo caer 2 cosas que no vi de lejos. Como aun no tenia que nada que hacer y tenía que pasar para darle el dinero a Antonio, pase a mirar:

Axel: 6 Euros de propina, wau.

Se acercaron las 2 camareras, ambas amablemente me dijeron:

Camarera Morena: Hola encantada, soy Celia.

Axel: yo soy Axel

Nos dimos 2 besos normales y corrientes.

Camarera Rubia: Hola, yo soy Noelia

Axel: Encantado, Noé

Celia: Bueno como nos vamos a repartir las mesas

Axel: ¿antes como lo hacíais?

Celia: pues seis para ella y seis para mí.

Axel: entonces es sencillo, cuatro para cada uno

Noé: yo me quedo de la 9 a la 12

Axel: ¿y eso?

Noé: así mas tarde me da el fresquito.

Celia: vale, pues yo me quedo de la 5 a la 8

Axel: entonces yo las que quedan de la 1 a la 4.

Celia: suerte en tu primer día

Noé: si, eso suerte

Axel: gracias, chicas.

Por ahora no entraba nadie más y las chicas de la mesa nº 4 estaban distraídas hablando, riéndose y todo eso. Eran ya la 1, aun las chicas seguían distraídas y no había entrado nadie más, por ahora.

 Yo extrañado ya, que pasaba el tiempo pero no entraba nadie, me acerque a las chicas que estaban distraídas hablando, para preguntarles:

Axel: Chicas, ¿esto es siempre así?

Celia: esto a esta hora, está solo. Pero luego veras a la hora de comer, a la hora de merendar, a la de cenar, esto se convierte en una locura, lo peor es cuando llegan los partidos los sábados.

Axel: comprendo, gracias Celia.

Noé: de nada, que estés aquí nos hará las cosas mas tranquilas

Y Celia añadió algo por lo bajini, que no me llegue a enterar, pero supuse que esa era la idea, que yo no me enterara, porque eso podría ser algo sobre mí. Eran ya la 1 y cuarto de la mañana, cuando las dos chicas de la mesa nº 4 me llamaron:

Chicas: camarero, ven.

Al hablar las dos a la vez se rieron como si fuera coincidencia, aunque parecía más bien practicado. Yo me acerque a ellas con la sonrisa en la cara, diciéndoles:

Axel: sois la envidia de todas las gemelas de la zona, jejeje.

Ellas se miraron, como diciendo: ostias, nos ha pillado, ¿tanto se nos nota?. Y luego se rieron conmigo, tras esto una de ellas dijo:

Chica 1: Yo quiero ahora una cervecita, con otra tapita de ensaladilla rusa, que me ha gustado

Axel: me alegro que te gustara jeje, ¿y tú qué quieres guapa?

Dije mirando a la otra

Chica 2: no, tengo ganas de nada mas, gracias.

Axel: pues entonces marchando.

Me dirigí al cocinero y le dije:

Axel: otro pedido para la mesa nº 4, una cerveza de barril y otra tapa de ensaladilla rusa

Cocinero: Enseguida, Axel.

Cuando me di la vuelta, una parejita de adultos, entraron en el mesón y se sentaron en la mesa nº 11, Noé corriendo fue a atenderlos. Estuve hay esperando, fijándome en mi mesa y en qué tal le iba a ella, pues no había mucho más que hacer, limpie la mesa 12, Noé me miro y me dijo solamente moviendo la boca:

Noé: gracias Axel

Yo lo consideraba mi deber, la verdad, yo lo ensucio, yo lo limpio.  Le guiñe un ojo y luego fui a la mesa 4 a recoger lo que ya no estaban usando, de paso les pregunte.

Axel: ¿deseáis algo más guapetonas?

Chica 1: yo no, yo aun espero que me traigas la cervecita, jeje.

Axel: no te preocupes, que en cuanto este, yo te la traigo.

Dije con una sonrisa, cuando me iba a ir, la otra chica me dijo:

Chica 2: bueno si insistes, yo quiero. . .un cubata de Martini con Limón y otra tapa de ensaladilla rusa, ¿vale guapo?

Axel: venga, del tirón.

Yo lleve todas las cosas sucias a Antonio, el cual se lo dio a la chica friega platos que se encargaba solo de eso y de la limpieza, luego clave el tiquet mientras decía:

Axel: Cocinero, un cubata y otra tapita para la mesa nº 4

Cocinero: Enseguida, lo otro ya esta.

Axel: gracias.

Cogí lo de la primera chica y se lo di:

Axel: la cervecita y la tapita, para mi niña solterita.

Ella sonrió, pero su amiga me dio una torta en el culo, entonces ambas rieron.

Axel: oju, que lista mas salido

Ella me saco la lengua estilo broma y yo me fui, no vaya a ser que eso fuera a más. Parece ser, que si, que tenia buen culo, como me dijeron un par de veces en mi vida, porque Paola borracha fue directa a mi culo y ahora esta chica, cuando estaba ensimismado en mis pensamientos, dos cosas me despertaron.

Cocinero: lo de la mesa nº 11 y la mesa nº 4, ya están.

También vi entrar a: un grupo de diez chicas, que fueron a la mesa 10, también juntaron la 12 y la 11, porque no cabían, si no.

Celia: que suerte tiene Noé

Axel: pues sí, ella hasta arriba y yo con una mesa.

Celia: al menos tú ya llevas, dos mesas, yo las de la mañana y ya está.

Bueno cogí lo de la mesa nº 4 y se lo lleve.

Axel: aquí tenéis, el cubata y la ensaladilla rusa.

Chica 1: Anda, tráenos una ración de ensaladilla rusa.

Axel: marchando, os ha gustado la ensaladilla, jeje.

Chica 1: Entre las tapitas y  la ración vamos a salir las dos comidas de aquí.

Axel: Bueno, eso es bueno, que os vayáis satisfechas.

Chica 2: mi mano está satisfecha (dijo en un tono, pijo)

Yo ante eso, me puse colorado, pero le dije

Axel: ¿sí?, bueno pues eso tiene que ser mutuo, ¿no?

Le cogí una teta, no tenía mucho, pero oye, coger una teta gratis, mientras trabajo, no tiene precio, mientras me iba riéndome y de reojo me fije y rece por su reacción: Se rieron las dos, eso era buena señal. Yo me fui a la barra de nuevo, vi a Noé muy agobiada llevando cosas para la mesa de las diez chicas y vi que Celia, no la ayudaba.

Axel: una ración de ensaladilla rusa para la nº 4.

Cocinero: enseguida.

Yo ayude a Noé, que ya sudaba, jadeaba del esfuerzo, la que consiguió decirme un:

Noé: gracias por ayudarme

Axel: no me ha costado nada

Le guiñe un ojo y me fije en la puerta por si entraba alguien y en mi mesa, por si necesitaban algo. Aun nada, volvía a estar aburrido, ya eran las 2, llevaba trabajando dos horas más o menos y llevaba poca clientela, tendría que ir ganándomelos paso a paso.

Un mensaje del whatsapp, me saco del ensimismamiento:

Paola: me voy a ir a comer con las compañeras, ¿vale amor?

Oye, al menos se estaba portando, me lo explicaba todo, yo le escribí y le dije:

Axel: vale, cariño, disfruta.

Entro una parejita normal, que se sentaron en la mesa nº 6, Celia me miro,

Axel: toda tuya

Ella suspiro, pero dijo con una sonrisa.

Celia: mi turno

Cocinero: lo de la mesa nº 4 ya está.

Yo lo cogí y fui a la mesa 4, tras dejar el plato en la mesa:

Chica 1: dice mi amiga, que si tienes novia.

Chica 2: que cabrona, eres zorra, te dije que lo preguntaras tu.

Yo lo pensé un momento, si decía que si, ya no vendrían aquí, más aquí para verme a mí, si decía que no, podría joder el trabajo de Paola, porque esto era un pueblo y como tal los rumores corren a una velocidad bastante alta. Yo decidí, no mentir, ni decir la verdad, ocultar información.

Axel: tengo algo por ahí, pero nada serio.

Chica 1: ¿ves, te lo dije?

Chica 2: Bueno, vale tu ganaste la apuesta.

Axel: ¿apuesta?

Chica 2: si tú estabas soltero, tendría que besarte, ¿te importa?

Axel: no

La tía me metió un morreo, sin espera ni dilación me metió su lengua en mi boca, con tanto esmero que hasta logro ponerme, me la metió con muchas ganas y una vez dentro la movió como loca, su boca sabia a alcohol y a ensaladilla rusa, yo aprovechándome un poco, la cogí por el culo, que al llevar minifalda, sin quererlo la falda se subió sola y toque el culo por la ropa interior que llevaba un tanga, luego se sentó bastante cortada.

Chica 2: ahora pensaras que soy una guarra (dijo bastante rayada)

Axel: para nada, eres buena chica, dame tu nombre y tu número anda.

Chica 2: ¿enserio lo quieres?

Axel: si, si no quieres dármelo, lo entiendo

Ella corriendo me dijo:

Chica 2: yo me llamo Soraya y este es mi número.

Yo lo apunte y luego volví a la barra.

Antonio: ¿no veas eh, cabroncete?

Axel: ¿qué?

Pregunte bastante colorado, aunque en el fondo ya sabía lo que iba a decirme.

Antonio: en un día te besan, coges una teta, te cogen el culo, coges el culo y consigues un numero, como todos los días sean así, vas a gastar la poya.

Axel: hablando de eso

Le conté a Antonio, como buen amigo que era lo que me paso anoche y lo de esta mañana, luego le dije:

Axel: ¿tú qué piensas que paso?

Antonio: joder, como estas desde que has llegado tío, pues no lo sé, pero algo seguro, tu amiga no es tan modosita, como quiere dejarte ver que es.

Axel: bueno, no sé, no me ayudas mucho, me dices lo que yo ya sospechaba.

Las dos mesas de Noé, se fueron dejándole de propina algo, Ella se acerco y se sentó en un taburete de la barra, sudada.

Noé: ufff, no podía más.

Antonio: pues descansa que ahora vendrá la avalancha.

Axel: ¿avalancha?

Antonio: a las dos de la tarde, dos y cuarto o dos y media. Esto se llena entero, pero no solo eso. . .es que tengo que coger a la gente de pie y darles cita, por cierto, voy a añadir la tapa de ensaladilla rusa a los carteles, dádmelos y hago doce nuevo

Celia: yo me encargo, que no tengo mucho trabajo.

Cuando iba a seguir hablando Soraya me llamo, yo fui, entonces me dijo:

Soraya: la cuenta guapo, por favor.

Yo le sonreí, entonces me fije en ella, para averiguar si la iba a llamar de verdad o no. Mientras le dije sin rechistar:

Axel: Ahora mismo, os traigo la cuenta, guapetonas.

Pues la chica era más altita que yo, mediría un metro setenta al menos, lo mejor tenia era la lengua, que era una leona con ella, era rubia con el pelo recogido en una coleta, los ojos azules y los labios los tenia pintados de azul, supongo que para contrastar con sus ojos, lejos de molestar molaba. También me fije en que vestía muy arreglada, para salir a dar una vuelta, con una mini falda azul flojito, un escote blanco, que la verdad le pegaba mucho, aunque no tenía apenas tetas. Aparentaba unos 25 años, me dio pena que se fuera tan pronto, pero además que se habrían gastado una pasta, querrían obviamente evitar la supuesta “avalancha”, que aun no se veía por ninguna parte y eran ya al menos las dos, de la tarde. Mientras me dirigía a la barra, para decirle a Antonio:

Axel: Antonio, la cuenta de la nº 4.

Antonio: Espera un momento enseguida la saco, toma, aquí la tienes.

Yo leí la cuenta: 2 nesteas a 1’50 Unidad, 1 cerveza a 2 Euros Unidad, 1 cubata delux a 10 Euros Unidad y 1 ración a 4 Euros Unidad, precio total: 19 Euros.

Axel: guau, que caro. . .

Dije para mí mismo, les lleve la cuenta y ellas dijeron:

Chica 1: ¿a medias como siempre?

Soraya: si, ¿porque no?

Cada una me dieron 9 Euros con 50 Céntimos y al pasar por mi lado, Soraya me dio un pico, mientras me susurraba en el oído:

Soraya: te has ganado una buena propina, cariño

Chica 1: anda, cuidando a tu príncipe azul, que bonito.

Soraya: cállate, guarra.

Y juguetearon hasta llegar a mi lata, mientras yo limpiaba y me llevaba las cosas de la mesa, me fije en mi lata, pero sobre todo en las chicas, para ver quién me echaba. Solo me hecho, la que se había liado conmigo, cuando fui a mirarlo, me había echado 2 Euros, bueno, algo es algo.

Axel: 8 Euros, algo es algo.

Celia: no te preocupes campeón, que ganaras más, mucho más.

Axel: gracias, Celia.

De repente fuera se empezó a escuchar mucho ruido, yo mire extrañado a Celia y ella sonriente me dijo:

Celia: cuidado que ya viene la 1ºparte de la avalancha.

Empezó a entrar tela de gente, el gerente tuvo que salir a poner orden y organizar el, las mesas. En la mesa nº 1, se sentó un hombre, súper bien vestido, que al pasar por mi lado Antonio me dijo:

Antonio: este da buenas propinas.

Yo sonreí, mi amigo me trataba con algún que otro privilegio, bueno era normal, no vinimos veces aquí gracias a mi, en el pasado más de diez personas todos los días a tomar algo toda la tarde y a comer incluso. En la mesa nº 2, me sentó a: Una parejita de menores de edad, el iba vestido normal y ella con ropa del chino, en la mesa nº 3, me sentó: Una pareja adulta, mejores vestidos aun que el primero. Al pasar por al lado Antonio me susurro:

Antonio: son nuestros mejores clientes, no la cagues.

Y por ultimo en la mesa nº4: un padre, una madre y 2 niñas, con pinta de pobres. Yo me dije a mi mismo:

Axel: por orden de importancia

Y me fui directamente a la pareja adulta, a estos les hable como si fueran dioses:

Axel: Buenas, perdonen mi tardanza, ¿desean algo los señores?

Hombre: Si, yo deseo la botella del mejor vino que tengan, ¿el cual es?

Yo mire la carta:

Axel: en cuanto a calidad precio, es la reserva de Valdepeñas del 89, en cuanto a calidad: la reserva del chateau del 70.

Hombre: gracias por el consejo, chico. Pero tráeme la botella Chateau reserva del 70.

Con eso me di cuenta, porque eran los mejores clientes del mesón, porque el dinero no era problema para ellos.

Axel: enseguida

Mujer: yo quiero solo un Martini con soda, sin hielo, pero batido, no mesclado.

Axel: todo, apuntado. ¿Desean algo de comer?

Hombre: en cuanto nos traigas las bebidas, abriremos apetito observando la carta.

Axel: de acuerdo

Me fui a la barra con la cara de asustado y dije:

Axel: que difíciles son, han pedido cosas carísimas

Antonio: ¿cómo va la cosa?

Axel: bien, bien. Toma dile a la dueña que prepare esto

Antonio: ya mismo

Yo me fui a atender ahora al de la mesa nº1.

Axel: Buenas tardes caballero, ¿que desea?

Caballero: Pues, ¿podría decirme que se ha pedido ese caballero?

Axel: Si, pues un Chateau reserva del 70

El miro la carta y puso cara de uf que caro, yo bajito le dije:

Axel: podría usted pedirse la Chateau, reserva del 89, que es mucho más económica y hace un equilibrio entre precio calidad.

Caballero: muchas gracias, señor

Axel: Axel, para los amigos soy Axel.

Caballero: entonces Axel, yo para los amigos soy Esteban

Axel: ahora que me fijo tienes acento italiano, bueno. ¿Deseas algo más?

Esteban: ¿Ellos, han pedido algo más?

Axel: no, aun no.

Esteban: Entonces, nada por ahora, cuando ellos pidan ven a verme.

Yo apunte esto, me fui y le dije:

Axel: Antonio, pídele a la jefa un Chateau del 89 también.

Antonio: huy como está la cosa, parece que te hubieras hecho su amigo.

Axel: está bien, le he ayudado, bueno tío, voy a atender otra mesa, a ver qué tal las propinas.

Antonio: hoy seguro que bien.

Me fui a la mesa de la parejita joven.

Axel: ¿Qué deseáis chicos?

Chico: Yo quiero un plato combinado de costillita con patatas y huevo

Chica: yo quiero solo una ración de patatas

Axel: ¿y de beber?

Chica: Una coca cola para mí

Chico: una fanta naranja

Axel: ¿y que tapa queréis?

Chico: Elígelas tu cariño

Era obvio que la comida de ella, iban a ser las patatas y las tapas, había que portarse bien con la gente, así que pensé yo le voy a decir al cocinero que las cargue mas.

Chica: ¿Qué tapa llenan más?

Me pregunto a mí, yo le aconseje:

Axel: pídete una ensaladilla rusa y un. . .Barquito.

Chica: gracias, pues eso.

Lo apunte y apunte también, tapas grandes.

Axel: ponle un 25 % más a las tapas de la mesa nº 2

Algo borde me dijo:

Cocinero: ¿y eso porque?

Axel: porque te lo digo yo

Dije algo cabreado

Antonio: haya calma, ¿Qué te pasa Axel?, no te había visto así, déjame pensar, nunca.

Axel: me enfada que el tipo se pida de comer para él y deje a la novia mirando. Que quieres que te diga, al menos le deja las tapas y si con eso tiene que comer, pues se las vamos a agrandar un pelín gratis, que a nosotros no nos cuesta nada.

Antonio: bueno vale, está bien. Cocinero hazle caso a Axel en lo que te diga a partir de ahora, ¿entendido?

Cocinero: Entendido. . .

Parece ser que el también había oído la historia y se sentía mal, por haberse puesto chulito. Yo le dije a mi amigo:

Axel: gracias Antonio, me voy a atender la mesa que me queda.

Antonio: tranquilo, hombre.

Yo le hice una señal de Okey con el dedo, mientras me iba a la mesa nº 4.

Axel: perdonen la tardanza, es que estamos hasta arriba, ¿Qué deseáis?

Hombre: no te preocupes, queremos una fuente de Patatas fritas, una fuente de Filetes de cerdo y una fuente de ensalada, También queremos una jarra de cerveza y una de coca cola.

Axel: Apuntado, enseguida se lo traen.

Me fui hacia la barra, entonces pude dirigir una mirada al resto del bar, había gente de pie esperando, todas las mesas llenas, las chicas de un lado para otro, entonces la jefa subía con las cosas para la mesa 1 y para la mesa 3. Me acerque a la jefa, le cogí las cosas de la mesa nº 3 y mientras me dirigía hacia la mesa, la jefa me dijo:

Jefa: te dejo lo de la mesa nº 1 en la barra

Axel: de acuerdo, jefa.

Me dirigí a la mesa, Noelia me intercepto y me susurro:

Noé: Cuando llegues hasta el, Descórchale con este corcho la botella, déjale que la huela él y la mujer y luego échale un chorrito en la copa, para que lo pruebe, luego dejas la botella allí y te vas a esperar que te llamen.

Axel: gracias por el consejo, ¿Por qué me lo has dado?

Noé: porque antes me ayudaste.

Nunca pensé que ayudar a alguien podía darte algo bueno, pues hasta ahora solo me había causado que me traicionaran, me dieran una patada en la espalda, en sentido figurado claro o una puñalada trapera. Ella se fue sin mirar, pero yo me fui mirándola a ella, no me esperaba eso y la verdad a mi no era fácil sorprenderme, dado lo intuitivo que era. Llegue al fin a la mesa, descorche el vino suavemente y con extremo cuidado, si partía una de esas, prácticamente no cobraría este mes, si no me echaban, que sería lo más seguro. Le deje oler el vino, ambos de deleitaron con el olor, incluso el dijo algunas frases en francés alabando el vino: tales como oh lala y cosas así, que yo no entendí, luego le eche un chorrito de vino en la copa, lo que el degusto, volviendo a hablarle a la esposa en francés y yo los deje solo dejándoles la botella hay, les deje “intimidad”.

Me dirigí en el momento a la barra para coger lo de la mesa nº 1, pero entonces:

Cocinero: listo el menú de la nº 2

Como iba por rango de importancia, seguí en lo que estaba haciendo

Axel: ahora, iré

Me dirigí a la mesa nº 1 directamente, al llegar cuando iba a seguir el mismo modo, Esteban me dijo:

Esteban: a mi sin tanto rollo, yo soy más normal, a mi me dejas la botella y yo me sirvo, ¿Qué te han pedido algo ya?

Axel: que va, aun nada.

Esteban: entonces, hasta luego, cuando ellos te llamen y pidan, vente para aquí.

Yo no sé porque era así, lo que si me di cuenta que quería imitarles, supongo que cada uno, siempre tiene a alguien arriba al que desea parecerse. . .volví a la barra, para coger las cosas de la mesa nº 2, Me fije en las tapas, eran un 33 % más grandes, algo era algo. Al llegar con miradas disimuladas a él, con mala cara, la serví primero a ella, sonriéndole y diciendo:

Axel: las damas primero.

Ella al ver las pedazo de tapas, puso carita de feliz y el puso cara de extrañado mirándome, pero como yo actué con naturalidad, no se dio cuenta que las habíamos inflado por ella.

Axel: que aproveche

Chico: gracias

Chica: que aproveche, guau que tapas tan grandes.

Axel: si es que aquí, te comes, 2 tapas y ya estas comido.

Chica: tenemos que venir mas por aquí, cariño.

Chico: si, nena, las veces que tú quieras.

Axel: veniros mañana, que seguro que puedo hablar con la jefa, para hacer alguna oferta, guapa.

Chica: vale, gracias.

Mentí, una mentira piadosa no le hace daño a nadie, bueno me fui a la barra a esperar que me llamara alguien o al pedido de la mesa nº 4. Yo me fije en lo feliz que era ella con sus patatas y sus tapas, mientras el comía sin darle una migaja.

Axel: dame unas aceitunitas Antonio

Antonio: que buen corazón tienes, Axel.

Axel: que le hago, soy así, no lo puedo evitar.

Me dio un plato de marrón, de estos de barro con 12 aceitunitas. Me acerque a ella y dije:

Axel: regalo de la casa

Ella puso una cara aun más feliz, pero como parecía que no se lo creía me pregunto:

Chica: ¿de verdad?

Axel: claro, todo para ti.

Ella cogió un par de ellas, bastante feliz, luego yo me fui hacia la barra, entonces vi a Celia y Noé un poco cansadas, sudadas, también estaban algo apuradas, así que yo las ayude sin problema hasta que cuando estaba a media ayuda, el cocinero me llamo, cuando me acerque:

Cocinero: tío, siento lo de antes, te garantizo que no habrá más problemas entre nosotros. Aquí tienes las tres fuentes de comida para la familia de la mesa cuatro y las dos jarras.

El me ofreció la mano, yo se la estreche y luego cuando cogí dos, de las tres fuentes, aparecieron Celia y Noé de la nada, Celia cogió la fuente que quedaba y Noé las 2 jarras. Yo sonreí al comprender que ellas querían ayudarme a mí, al igual que yo en cuanto las veía cansadas o que no podían con algo las ayudaba, esto era trabajar, esto era vida para mí. Llevamos sin ningún problema la comida a la mesa, yo como soy muy impulsivo, me deje llevar cuando habíamos soltado sobre la mesa, las cogí a las dos por la cintura y le di primero a la rubia un beso muy fuerte en el cachete, ella correspondió poniéndose colorada, pero al girarme para besar a la morena, no esperaba que ella se girara para mirarme, así que nos dimos un fuerte pico. A lo que ella solo se rio y yo me puse colorado, luego las solté y ellas sonriéndome se fueron a hacer su trabajo.

Axel: ¿desean algo más?

Niña 1: papa, papa se han dado un beso en la boca

Hombre: hija, eso es como en las pelis, porque son familia y son americanos.

Yo sonreí ante el comentario de la niña y la mirada asesina del padre.

Niña 2: mama, se le han puesto los colores como en el dibujo de hoy.

Mujer: eso es porque le da vergüenza.

Hombre: no te preocupes, todo bien, si te necesitamos, ya te llamamos.

Axel: que aproveche

Hombre y Mujer: gracias

Yo ahora me fui a la barra, me senté, estaba cansadito, Noé y Celia, estaban hay también.

Celia: menudo beso me has dado, jejeje.

Axel: ¿es que, ah quien se le ocurre mirarme?

Celia: a mí, jajaja.

Noé: pues no te creas, que yo casi me giro.

Axel: Bueno, tampoco se ha muerto, nadie.

Antonio: Axel, siento interrumpir tu descanso, pero tu mesa nº 3, te reclama.

El tipo mejor vestido del local, junto con su mujer, tenía la mano levantada, yo no tarde apenas nada, pero ya estaba allí.

Axel: ¿Qué desean los señores?

Hombre: Yo deseo el filete de carne de toro, con patatas gratinadas, también queremos de 1º sopa de marisco con un poco de todo

Mujer: yo quiero cola de toro de 2º con dos huevos fritos.

Hombre: queremos pan, aceitunas, una tabla de jamón de pata negra, de la mejor calidad.

Mujer: y quiero también salsa especial del chef, al gusto de él.

Axel: todo apuntado, en cuanto este, se lo traigo.

Cuando me estaba yendo hacia la barra la escuche decir a la mujer:

Mujer: tráeme otro coctel, igual.

Axel: apuntado.

Llegue a la barra y le pase el ticket al cocinero.

Axel: te traigo trabajo, para la mesa nº 3

Cocinero: enseguida me pongo con ella

Yo me fui a la mesa nº 1, Esteban sonrió y me dijo:

Esteban: veo que te has acordado, ¿bueno que han pedido?

Axel: Bueno una sopa de Mariscos con un poco de todo, un filete de carne de toro con patatas gratinadas, salsa especial al gusto del chef y para picar, pan, aceitunas y una tabla de jamón serrano de pata negra, de la mejor calidad.

Esteban: pues quiero una sopa de mariscos con un poco de todo, un filete de carne de toro con patatas gratinadas, la misma salsa especial al gusto del chef y para picar, pan, aceitunas y una tapita de jamón serrano de pata negra de la mejor calidad, que yo no como tanto.

Axel: apuntado, en cuanto este te lo traigo.

Al volver a la barra, la parejita de la mesa nº 2, me llamo. Yo fui sin ninguna clase de problema, al llegar:

Chico: la cuenta, por favor.

Mientras limpiaba la mesa, pensé: como me entero si ella se ha quedado satisfecha, ya esta, les pregunte:

Axel: que, ¿os habéis quedado con hambre?

Chico: para nada

Chica: estoy llena

Luego me fui con los vasos y platos hasta la barra, se lo di a la friega platos y le dije:

Axel: Antonio, la cuenta de la mesa nº 2.

Antonio: me apuesto algo, a que le has preguntado si se han quedado con hambre

Axel: joder, que bien me conoces macho y eso que tampoco me he pasado siquiera un año aquí, he tenido amigos de tres o cuatro años que me conocían peor que tu.

Antonio: uno que se fija en todo

Axel: ¿tú no sabrás leer los labios no?

Antonio: ¿yooo? De donde sacas eso, hombre.

Le había pillado, porque tras decir esto, se rio. Al darme el ticket, yo me fije en el precio: 14’5 Euros, al darles la cuenta el pago sus 9 Euros y ella pago 5’5 Euros, esto me repateo pero bueno, no podía hacer nada más, ya había hecho lo que podía. Esta vez ambos echaron propina en mi lata, cuando me fije había 20 Euros, entre lo que echaron y los 6 Euros que habían ya, dentro de la lata.

Me acerque a la mesa nº 2, limpie la mesa y acto seguido, Antonio me llamo:

Antonio: en cuanto se queden tus cuatro mesas libres, están esperando once chicas para comer, ¿vale?

Axel: Vale, Antonio.

Espere hay alrededor de veinte minutos, hasta que la familia de la mesa nº 4, me llamo. Yo fui del tirón, para preguntarles que deseaban:

Axel: ¿Qué desean?

Hombre: nada, la cuenta.

Axel: enseguida

Le empezaba a pillar el vicio y el gusto a esto, no era difícil, era cansado, pero no difícil, era pan comido, la verdad, se podía ligar encima, lo ultimo pero no lo peor, es que era muy remunerado. Volví a la barra, pero para mi sorpresa, Antonio ya tenía el ticket en la mano.

 Axel: oju, tú y tus habilidades raras.

Yo mire el precio: 52 Euros, bueno, se lo di, el tipo no se extraño y me lo dio.

Axel: Bueno, hasta pronto

Niñas: hasta pronto

La mujer y el Hombre, echaron en mi lata dinero, cuando mire había 27 Euros, me lleve poco a poco todas las cosas de la mesa hasta la barra, limpie la mesa nº 4 y luego me senté a descansar un rato, tras 5 minutos, sentado me llamo la pareja de la mesa nº3.

Yo fui hacia la mesa, estaba el ya bastante borracho:

Hombre: quiero la cuenta, pero antes de irnos quiero invitar a las personas del mesón a un cubata, que lo diga el gerente por megafonía y me lo añadís a mi cuenta.

Axel: Enseguida, señores.

Yo les quite los platos de la mesa, dejándole solo las copas, luego lo lleve todo hasta la barra.

Axel: Antonio, que quieren invitar a todo el mesón a un cubata, gratis. Que se lo añadamos a la cuenta.

Antonio cogió la megafonía para decir:

Antonio: Perdonen las disculpas de la molestia acústica, pero los señores de la mesa nº 3, les invitan a todos a un cubata en la barra, ahora.

Tras la avalancha en la que  mi amigo, sirvió los cubatas, me dio el ticket por fin, se habían pedido 33 cubatas, el precio me dejo flipado: 976 Euros, se habían gastado. Yo les di el ticket y él me lo dio todo en dos billetes de 500.

Hombre: Quédate la vuelta.

Axel: gracias señor

Yo me dirigí a la barra:

Axel: Antonio, dame la vuelta, que me la han dado para mí.

Antonio: pero ahora mira tú caja de propinas.

Sobraron 24 Euros que Antonio me dio en mano, pero al girarme, echaron algo en mi caja, cuando me acerque eran 500 Euros, yo eche los 24 Euros dentro y conté el dinero que había dentro: 551 Euros. Yo mire a Antonio con los ojos desorbitados, por el dinero que había dentro.

Axel: Joder, gracias por colármelos a mi

Antonio: no te preocupes, se que te hace falta el dinero, para mantenerte aquí este mes, de todas formas te tocaba a ti por ser el nuevo.

Yo lo abrase, aun así seguí dándole las gracias un rato mas, algo emocionado. Al rato, cuando ya se me había pasado, me llamo el de la mesa nº 1, me acerque y me dijo:

Esteban: Bueno, Axel, encantado tío. La cuenta cuando puedas.

Axel: ya mismo, tío.

Me fui a la barra, me acerque a mi amigo, el cual con una sonrisa tenía ya el ticket preparado, yo mire el precio: 371 Euros, me acerque le di el ticket, el me dio justo el dinero, pero al llegar a mi caja de propinas soltó dinero, cuando me acerque habían: 100 Euros mas, 651 Euros en total.

Esteban: hasta luego, tío

Axel: hasta luego

Cuando me acerque a mi amigo Antonio, me vio la cara de flipado, entonces el me dijo:

Antonio: No te esperes que la propina de todos los días, sea así, estos tipos vienen una vez a la semana más o menos y cada semana le toca a un camarero. Lo que pasa que pueden venir también en otro turno, en los que hay otros camareros, esto pasara cada dos o tres meses, más o menos.

Axel: Ya veo, es como un sueldo extra, ¿no?

Antonio: algo así, bueno juntamos tus cuatro mesas, que el grupo de once chicas, te están esperando.

Entre los dos limpiamos, también vaciamos la mesa nº 3 y la mesa nº 1, luego entre los dos, pusimos las cuatro mesas en horizontal juntas, luego Antonio, las acomodo y les dijo:

Antonio: perdonen la espera, aquí les dejo con su camarero personal.

Todas empezaron a decir bromas sobre mí, tales como “uhhhhh un camarero para todas nosotras”, “que cosas podremos pedirle”, “¿así que tu trabajo es servirnos, no guapo?” y muchas cosas más, así.

Axel: Bueno, ¿qué deseáis todas?, poneros de acuerdo y ahora me llamáis, ¿vale?

Una chica contesto:

Chica 1: Si, ahora te llamamos.

Yo me fui a la barra a descansar, vi a Celia y Noé, todavía de aquí para allá, durante quince minutos estuve pensando en mis cosas, mirando el mesón y estuve sentado en los taburetes de la barra. Hasta que una chica me llamo alzando su mano, yo me dirigí hacia ellas, al llegar les pregunte:

Axel: Bueno, ¿Qué queréis tomar?

Chica 3: Bueno, queremos de beber 8 Coca colas, 1 Fanta naranja, 1 Fanta limón y 1 Nestea.

Axel: ¿Qué tapas queréis?

Chica 2: 4 barquitos, 3 serranitos, 2 Aceituneros, 1 Panadero y 1 Ensaladilla rusa.

Axel: apuntado ¿y de comer que queréis?

Chica 4: Pues haber: 1 plato combinado de patatas fritas y croquetas, 3 platos combinados de Costillas con huevo y patatas, 4 Ensaladas, 1 sándwich mixto y 2 Hamburguesas simples.

Axel: apuntado, en cuanto este os lo traigo.

Al llegar a la barra, le di el ticket a mi amigo Antonio:

Antonio: ¿Qué cansado?

Axel: no, solo es que tengo muchas ideas para mejorar este negocio, por eso estoy pensativo.

Antonio: estas de suerte, una o dos veces al mes, la jefa pide consejo a sus empleados, para hacer ofertas, añadir cosas al menú y cosas así.

Axel: haber, con un poco de suerte, ella me escuchara.

Antonio: ella si son buenas ideas, suele escuchar a todo el mundo, lo que pasa que estos empleados, no suelen dar ideas y menos aun buenas ideas.

Axel: hombre yo para hablar, digo algo con sentido.

Antonio: ahora me has dejado intrigado a mí, ¿Qué ideas se te han ocurrido?

Axel: aun tengo que trabajarlas más, pero ofertas, tapas que se cobren,  pero claro, para cobrarlas tienen que ser buenas, incluso el cine, está en las afueras de Puertollano, quizás podríamos de 10 a 12 alquilar una peli, que eligieran la gente en un test antes de irse, hacer menús de cine y  hacer una especie de sesión golfa, al menos los viernes.

Antonio: no están nada mal esas ideas, ¿Qué clase de tapas y de ofertas?

Axel: Pues no sé, por ejemplo: menú cine: cena, refresco y palomitas, al precio de: 8 Euros, Menú ahorro y/o Infantil, almuerzo, patatas y refresco: 5 Euros, menú almuerzo/cena: entrante, 1º plato, refresco, tapa y postre: 15 Euros.

Antonio: guau, que de ideas chico, tenemos a un genio en el mesón.

Cocinero: aquí tengo todas las cosas de tus mesas, Axel.

Yo empecé a llevarlo todo, hasta que acabe de llevarlo todo a las mesas, entonces me fije, que el mesón, ya estaba algo mas vacio, las mesas estaban todavía llenas, aun había gente esperando de pie, pero muchas menos.

Axel: Si, deseáis algo mas, llamadme, guapas.

Ellas siguieron con el cachondeo, pero las di por enteradas cuando me respondieron, luego me senté a esperar en los taburetes.

Antonio: le he comentado tus ideas a la jefa y me ha dicho que mañana mismo hablara contigo.

Axel: tener un jefe amigo, tiene sus ventajas, jejeje.

Antonio: no se, puede ser.

La verdad eran ya las tres y media de la tarde, me rugía el estomago bastante, pero hasta que no se fueran mis clientes o me dijera la jefa de irme a comer, no podía hacerlo.

Antonio: ¿Qué hay hambre, no?

Axel: eso parece. . .

Antonio: ya te acostumbraras.

Axel: todo es acostumbrarse.

Al poco vi a la jefa, escribiendo en un ladito de la barra, arrancando papeles de una libreta, arrugándolos como hecha una furia y tirándolos a la papelera. Antonio y yo nos miramos sin entender nada, pero al poco Antonio hiso un gesto como si pillara lo que pasa ya y me dijo:

Antonio: tranquilo, es tan solo que a la jefa no se le da bien las cuentas y todos los meses, se pasa así, 7 días o 10 días.

Axel: que pena, no haber acabado el grado medio de administrativo, si no podría ayudarla.

Antonio: hombre. . . si sabes algo, podrías probar, no pierdes nada ¿eh?

Axel: ¿tú crees?, lo malo es que me equivoque.

Antonio: ella se equivoca todos los años, nunca le cuadran las cuentas, ¿Por qué lo dejaste?

Axel: es sencillo. . . el grado medio se me daba bien, pero también, tenía que conocer leyes y eso se me daba fatal. Podría haber aprobado una parte, pero la otra nunca.

Antonio: entiendo, venga ve a hablar con la jefa, que quizás te puedas ganar algo mas, trabajándole de administrativo, los domingos.

Yo no muy convencido, me acerque a la jefa y ella seguía maldiciendo esos malditos papeles, palabras textuales. Yo le dije:

Axel: Jefa, quizás los domingos, yo podría hacerle un par de horas de administrativo y eso. . .

La jefa, me miro bajando por su nariz las gafas de leer, por encima de las gafas y con una mueca enfadada me dijo:

Jefa: ¿me estás diciendo que yo llevo dos horas, rebanándome la cabeza, pensando en cómo hacer esto y que tengo a un administrativo en el bar?

Axel: noooo, no le estoy diciendo eso.

Ella ahora me puso una cara sarcástica, puso una cara más enfadada aun y sin hacerme esperar mucho me dijo:

Jefa: ¿entonces qué demonios me estás diciendo?

Yo mire a Antonio, el cual con las manos me animo a decírselo y aunque yo ahora en este instante estaba pensado:              quizás no ha sido buen momento para decírselo, debería haberme esperado. . .

Axel: pues vera. . .

Jefa: ¿Qué veré?, chico, suéltalo ya, que no te voy a comer.

Axel: yo no termine el grado medio de administrativo, pero di un tercio del grado medio y algo se, además. . . se me daba muy bien.

Jefa: aja, pues. . . antes de irte habla conmigo, te daré los papeles que tienes que arreglar, si me lo haces bien, firmamos tu contrato.

Cuando fui a hablar

Jefa: Claro que tú sueldo aumentara, no te preocupes.

Yo no iba a decir eso, pero bueno, prefería callarme, no fuera a ser que encima de no subírmelo, me lo baje. Yo sonreí, pero antes de irme le dije:

Axel: oye jefa, ¿a qué hora salgo hoy?

Jefa: a las 8, ya que has entrado a las 12. A las 7, haz tu trabajo de jefe de almacén, venga a trabajar.

Bueno volví al trabajo justo cuando las chicas me estaban buscando con su mirada, yo me dirigí hacia ellas.

Axel: hola chicas, ¿me echabais de menos?

Todas dijeron que si, estilo de broma algunas, estilo en serio otras y el resto con la cabeza, porque hablar, no hablaron.

Axel: ¿bueno, que queréis?

Chica 10: Queremos una ronda de 11 cervezas y 11 ensaladillas rusas.

Axel: os ha gustado esa tapa ¿eh?

Todas dijeron a coro

Chicas: ¡siiiiiiiii!

Axel: pues enseguida os lo traigo

 Yo me lleve en dos o tres viajes todas las cosas, luego limpie la mesa y luego le pase la hoja al cocinero en el tablón.

Axel: Cocinero, un pedido para mis mesas de nuevo.

El mesón ahora estaba a mitad de aforo, ya Celia y Noé no iban tan apresuradas, pero aun tenían que estar atendiendo algunas mesas. A los pocos minutos, de estar sentado esperando, el cocinero me dijo:

Cocinero: todo listo, aquí lo tienes todo Axel.

Axel: gracias, pisha.

Cocinero: ¿¡Pisha!?

Antonio: una forma de hablar los gaditanos.

Cocinero: ah ya veo, pues vale picha

Yo pensé buen intento, pero no, no es así. De todas formas repartí las tapas y las cervezas, entonces una chica me pregunto:

Chica 8: ¿por dónde vas a salir tu, este sábado?

Axel: por el diávolo

Chica 9: ¿y eso?

Axel: Pues por varios motivos: la primera vez que entre en una discoteca, fue esa discoteca, porque me trae recuerdos buenos sobre todo y la tercera pero no menos mala, porque conozco al dueño.

Chica 10: es una pena esa discoteca, antes era muy buena

Axel: ¿antes?, ¿Qué le ha pasado?

Chica 11: pues no sé, de ir todo bien, de repente puso a veinte Euros la entrada y claro, ya no hay ambiente.

Axel: Pues tendre que arreglarlo, hablare con el.

Chica 12: te deseo suerte, desde que se busco novia, no sale nunca.

Axel: no me hace falta que salga, yo entrare.

Chica 3: Pues dile adiós a 20 Euros

Axel: intentare evitar pagar, jejeje.

Chica 1: Oye, de donde eres que tu acento nos tiene intrigadas a todas

Chica: 3: eso, eso.

Chica 7: si dínoslo

Axel: Pues soy, gaditano.

Como era normal, todas se pusieron a gastar las típicas bromas sobre Cádiz, a hablar sobre Cádiz y luego a hablar sobre mí. No me había puesto más colorado en la vida, eran muy buena gente, estuvimos un rato charlando, hasta que ellas dijeron:

Chica 1: bueno, gaditano guapo, ya nos veremos.

Ellas fueron a que Antonio directamente les cobrara y dos de ellas, me echaron propina, Yo mire el tarro pero ya era imposible contarlo, había demasiado dinero. Tras salir ellas, la jefa nos llamo a Celia y a mí, ambos nos miramos y fuimos sin rechistar.

Jefa: Tenéis media hora libre, no tardéis mucho, que en esa media hora tenéis que descansar, comer y todo.

Celia: gracias jefa

Axel: uf menos mal, ya no podía más.

Luego, Celia se iba a ir hacia el almacén

Celia: ¿te vienes conmigo?

Axel: tengo que ir antes, a la farmacia de aquí, al lado.

Celia: si quieres te acompaño.

Axel: venga, vale, gracias.

Ambos salimos del mesón, nada más poner un pie afuera notamos el calor abrasador que hacia fuera, tal y como lo esperaba, adentro estaba puesto el aire acondicionado, por eso entraba tanta gente en el mesón, de camino a la farmacia, ella iba a mi lado andando, entonces ella comento:

Celia: menos mal, que está cerca que si no. . .

Axel: que si no, nos morimos por el camino, ¿no?

Ella me sonrió, con una sonrisa algo picaresca la verdad y luego entramos en la farmacia, que también tenía aire acondicionado, supuse que el aire acondicionado era  algo normal y necesario aquí, entre adentro, Celia entro justo a mi lado, esperamos la cola que había dos clientes, ya en cola, pero los atendieron rápidamente. Entonces llego mi turno y yo tímidamente le dije:

Axel: una pomada para  curar el quemazón de partes sensibles masculinas, por favor.

Farmacéutico: tiene que tener un poco de más cuidado en lo que haga con su novia (hablando de Celia, evidentemente)

Celia: no, yo no. . .

El farmacéutico volvió a interrumpir:

Farmacéutico: menos excusarte y más cuidarlo en la cama, que eres una leona, pobrecito. Bueno si tienes que usarla hoy mismo (echándole una mirada a ella mala, a lo que ella correspondió poniéndose colora), te aconsejo la de efecto rápido.

Axel: Bueno, deme la de efecto rápido, lo que pasa es que ella no

Farmacéutico: no, no, yo no quiero saber nada, son 55 Euros la crema, pero si te la juntas ahora y esta noche, la tendrás perfecta. (Echándole una mirada más a Celia)

Se le notaba que era mariquita, lo que pasa que yo no tengo ningún problema, siempre y cuando respeten, yo respeto igual, una cosa es que a mí no me vaya eso, pero todo el mundo tiene derecho a tener la orientación sexual, que él quiera. Yo mire a Celia, que estaba bastante avergonzada y de vez en cuando me echaba miradas asesinas, yo como iba a saber que iba a pasar esto.

Yo pague con la tarjeta de crédito, me dio la factura y nos fuimos, justo al salir, Celia empezó a andar furiosamente adelante, al yo seguirla, ella me miro mal y me dijo:

Celia: no he pasado mas vergüenza en mi vida, eres un cabron, por tu culpa me han puesto de lo que no soy, si lo llego a saber no te acompaño.

Axel: oye, yo qué culpa tengo, ha sido el, yo no dicho nada, el no me ha dejado explicárselo.

Celia: Bueno a mi tampoco. . .

Axel: Bueno no te enfades, por favor, que no quiero llevarme mal con nadie y menos en el trabajo.

Ella relajo su paso, porque ya casi habíamos llegado al mesón, supongo que pensó que era cierto, que no había sido mi culpa, porque yo no había dicho nada, parecía pensativa, no dijo nada mas, mientras yo la miraba suplicante, esperando una respuesta, cuando puso un pie en el mesón, se giro quedando ella y yo, frente a frente, entonces sonrió y me dijo:

 Celia: ¿Qué harías para que yo te perdonara?

Axel: bueno no sé, pide tu y ya veremos.

Celia: hombre, ¿creo que me merezco una recompensa por el mal rato que me has hecho pasar no?

Axel: si, si.

Celia: vente al almacén, conmigo.

Me ofreció su mano de espaldas, yo la cogí su mano, con mi mano, mientras pensaba: soy un poquito tonto, de bueno soy tonto, todo el mundo me mando nea. . . Pasamos por todo el Mesón, yo me fije en que los pocos clientes que había, se ocupaba fácilmente Noé, Noé miro hacia nosotros, sonrió y luego siguió a lo suyo. Luego bajamos las escaleras hasta el almacén, ella se paro en la puerta, me ofreció con las manos entrar, yo entre, ella entro detrás mía y luego cerro con llave desde dentro. Se le puso una carita de chica mala, sonriente, que me llego a producir un poco de sensación de inseguridad, como si no me sintiera ahora mismo demasiado seguro, encerrado con ella en el almacén.

Reuniendo un poco de valor, tragando saliva fuertemente y respirando algo agitado, le pregunte:

Axel: ¿Que me vas a hacer, Celia?

Ella iba dando pasos lentos hacia mí, cruzando sus piernas, al andar entre sus propias piernas, mientras yo iba dando lentos pasos hacia detrás.

Celia: ¿Cuánto te importa llevarte bien conmigo?, ¿un poco, algo medio o mas bien mucho?

Axel: no se, medio.

Celia: ¿Qué te ha pasado en la poya, porque te duele?

Ella se paró un segundo, mirándome hacia mi parte, al no ver nada, porque no estaba empalmado, siguió andando y yo retrocediendo:

Axel: no se, anoche dormí con una chica, he tenido un sueño porno bastante realista y me he despertado con bastante dolor en la poya.

Ella sonrió, se relamió y me dijo:

Celia: vamos que se ha llevado media noche follandote, parece mentira que seas tan inocente.

Axel: no, soy inocente, es que no tengo pruebas. . .

Choque contra la pared con mi espalda, yo mire para detrás agobiado, volviendo luego mi mirada hacia ellas, viéndola más cerca a cada paso, trague saliva difícilmente y ella siguió hablando igualmente:

Celia: eres un poco tonto, ¿no?

Me dijo estirando su mano, tocándome la punta de la nariz con el dedo índice:

Axel: no sé qué decirte. . . yo creo que no.

Ella siguió avanzando, ahora con una sonrisa aun más amplia, ya estaba cara a cara, frente a mi, aun no estábamos pegados pero casi.

Celia: esto te va a doler un poco, pero. . . si quieres que te perdone, quien algo quiere, algo le cuesta. . . ¿vale, guapo?

Yo asentí con la cabeza, apretándome por atravesar la pared del fondo del almacén, con resultado nulo obviamente. Ella dio un paso más, rosando con sus tetas ya mi pecho, tendría una cien al menos, no es que estuviera mejor que Paola, pero no estaba mal, me gustaban igualmente, ella también era muy guapa, media justo lo que yo media, quizás centímetro arriba, centímetro abajo, el pelo negro liso, que le llegaba por los hombros, sus ojos eran azules,  lo que más me intimidaba es que ahora mismo estaban clavados en mi.

Era bastante delgada lo que hacía contraste con sus tetas grandes, lo que a ella la hacía parecer más pequeña y a sus tetas más grandes. En contra de todo pronóstico, ella dio un paso más, dejando su estomago pegado al mío, sus tetas apretujadas contra mi pecho, su parte contra mi parte, puse cara de dolor, mientras mi poya reaccionaba ante el estimulo, que subía forzosamente, ella sonrió al notar como mi poya presionaba contra su chocho por subir y ella empezó a bajar arrodillándose, rozando mas y aumentando mi sensación de dolor, aunque al refregar en su rajita para subir y al llegar a sus tetas disfrute pero también me dolió mas.

Al llegar mi poya a la altura de la carita de Celia, ella se mordió los labios, porque ahora si se veía mi gran tamaño

Celia: no te preocupes, que seas tonto o no. . . Te duela o no. . .también vas a disfrutarlo.

Con su boca me abrió la cremallera del pantalón, dejando salir mi poya enfundada en el bóxer, ella se enfurruño un poco, como enfadada por tener que con sus manos quitarme el botón del pantalón y también el cinturón,  acto seguido mis pantalones cayeron hasta mis tobillos. Ella se relamió, mordió mi bóxer y con su boca saco mi poya del bóxer, recibiendo un poyazo en la cara de rebote, luego bajo mi bóxer hasta los tobillos, tan solo con su boca.

Entonces se quedo mirando mi poya como deslumbrada, se volvió a morder los labios y entonces me dijo:

Celia: ¿estás preparado?, tu amiga es muy listilla, jejeje.

Axel: Preparado. . .

Cerré los ojos, intentando mentalizarme para soportar lo que se me venía encima. Cuando los abrí, vi que ella sonreía mirándome a los ojos desde ahí abajo. Puso carita de mala, acto seguido empezó a darme lametones, que me dolían más que gustaban, yo apreté los ojos para aguantar el dolor, como era normal primero empezó con lametones pequeños a la cabeza de mi poya, pero luego empezó a lamerla desde abajo hasta arriba, aumentando peculiarmente el escozor que notaba, mientras con sus manos se hacia una coleta.

Ella como parecía que disfrutaba de mi dolor, también me la lamio por los lados, lejos de terminar pronto como yo hubiera deseado esta vez, parecía querer alargarlo todo lo posible, luego mientras lamia a ratos, intercalaba con besitos y cuando me la agarro con una mano para bajarme el pellejo de la poya, para que la cabeza asomara, no pude evitar, dar un bote y decir:

Axel: sssssstttt

Celia: Resiste, quejica.

Axel: es que duele. . .

Celia: pues si quieres que te perdone, aguanta.

Ella se metió la cabeza entera en la boca, me escoció mucho, pero al notar la lengua juguetear con mi cabeza, la boca humedeciéndose y el tacto de sus labios rodeando mi poya, no pude evitar disfrutarlo un poco, también. Ella mientras me lamia toda la cabeza, empezó a moverme el pellejo suavemente desde arriba para abajo, hice el amago de moverme y quejarme, pero cuando me iba a mover y a quejar, ella me hecho una mirada que parecía significar: cómo te muevas, no te perdono. Entonces aguante, mordiéndome la lengua, los labios, mirando para otro lado, también cerré los ojos y tuve que pensar en otra cosa. Ella siguió aumentando el ritmo de moverme el pellejo, mientras iba sintiendo mas gusto, también aumentaba el dolor, cada vez iba más rápido y más, y  aun más, hasta que dudo que pudiera ir mas rápido.

Hasta que no pude evitar quejarme:

Axel: ah, para, me duele, aug, agh.

 Ella lejos de parar, continúo, yo intente empujarla para que me la soltara, pero ella me mordió, entonces me estuve quieto, quejándome:

Axel: para, que me vas a hacer daño.

Ella siguió y siguió, hasta que no pude resistir mas el dolor y empecé a llorar, fue una sensación intensa, pero extraña a la vez, porque mientras empecé a llorar, me empecé a correr también en su boca, ella chupo con más ganas aun, tanto que quito su mano de mi pellejo y empezó a mamármela, mientras yo me corría y lloraba. Al empezar a mamármela me empezó a doler más, pero ella al verme llorar, me la limpio con la lengua, sonrió, aunque esta sonrisa ya no era de disfrute y apiadándose de mí, me dijo:

Celia: perdona, no pensé que te doliera tanto, anda dame la crema y te la pongo.

A mí se me escapo una mirada asesina, aunque al menos se había ofrecido a ponerme la crema. . . Mi poya se me había hinchado un poco, ahora la tenia de un color rojo fuerte, notaba una quemazón, sin tocarme siquiera, antes solo me dolía cuando me empalmaba o me tocaban. Lo que pasa que también me picaba un poco, sobre todo los huevos, señal de que se había bebido las últimas gotas de semen que me quedaban en los huevos y mis huevos estaban fabricando más. Yo algo dolorido le di la crema, ella la cogió, se hecho  la crema en una mano, soltó el tarro en una mesa que había, que era de plástico de la marca pepsi y se junto las dos manos, para esparcir la crema en las dos manos.

Luego con una suavidad, cariño y dulzura, de la que pareció antes carecer, me junto la crema al ritmo de mis quejas, cuando me impregno la poya entera, por dentro del pellejo y por fuera. Me empezó a soplar, lo que me alivio un poco, y feliz me dijo:

Celia: bueno no te hagas tanto la víctima, que en el fondo te ha gustado.

Axel: Si. . . en el fondo

Celia: Bueno ahora tenemos que esperar un poco a que se te seque, ¿traigo comida para los dos?

Axel: si, por favor. . .

Celia: ¿Qué te traigo?

Axel: Un sándwich mixto con patatas fritas y una coca cola

Celia: venga, ahora vuelvo, ¿no te vayas eh?

Axel: no, como si pudiera irme. . .

Ella se fue hasta la puerta del almacén, se giro una última vez para mirarme mientras se quitaba la coleta y se dejaba el pelo liso, se le escapo una sonrisita, me contemplo un rato, luego abrió la puerta y tras salir, cerro tras ella. A los pocos minutos, volvió ella con 1 bandeja del mesón, tras entrar volvió a cerrar con llave y dejo en la mesa de pepsi, mi plato, mi vaso, también dejo un plato de espaguetis y una cerveza, que serian para ella, luego de todo eso pregunto a mi poya.

Celia: ¿cómo esta mi poyita?

Axel: ¿tu poyita?, mal me duele. . .

Celia: tú que eres muy quejica, bueno, no es pequeñita, es de cariño, tranquilo.

Axel: si quejica, si la tengo como un pepino de hincha que la tengo, pero colorado como un tomate, ¿dices que cariño le tienes?, pues yo pienso que un poco mas y te la cargas.

Celia: si la tienes como un pepino mejor, pero vale es verdad. . . no me gusta que la tengas como un tomate, tu color de piel es más bonito. Bueno mira el lado bueno ya te he perdonado, anda vamos a comer, que nos queda poco para volver a trabajar.

Empezamos a comer, mientras yo le contaba la apuesta con Paola, intentando yo sacar provecho de esto, ella sonrió con la boquita algo manchada ahora de tomate, pero claro, ella también quiso sacar provecho.

Celia: hummm. . . ¿me estas pidiendo que te deje hacerme una foto en bragas y que trabaje el resto del día sin bragas?, eso te saldrá caro.

Axel: ¿piensas cobrármelo después de lo que he sufrido, para que me perdonaras?

Celia: déjame pensar, mmm. . . si

Axel: que mala eres, bueno y ¿qué quieres a cambio?

Celia: un día que este buena, quiero tener una cita con esta poyita. (dijo mirándome la poya)

Axel: hecho. . .pero, las bragas y la foto la necesito ahora.

Celia: vale, hay trato, que con la tontería has disfrutado tu y yo me he quedado mojada, dijo tocándose un hilillo de flujo que le bajaba por la pierna.

Axel: mejor, así le dará credibilidad, al asunto.

Ambos sonreímos, luego seguimos comiendo hasta terminarlo, en silencio. Tras terminar de comer, ella se desnudo, mostrándome una piel bastante blanquita ahora que me fijaba, quedándose solo en bragas, unas bragas negras de encaje, dejando a las tetas sin su funda, desafiando a la gravedad, con los pezones apuntando hacia arriba y quedándose rectas, yo me hubiera puesto, pero me dolía tanto la poya, que no pensaba en nada sexual ahora. Le hice la foto y ella acto seguido me dio las bragas, que yo olí, el olor a coño no era tan fuerte como el de Paola, pero igualmente me gusto, mientras ella se agachaba a recoger su ropa,  fue cuando las olí, para que no me viera olerlas y luego ella empezó a vestirse de espaldas como si tuviera la vergüenza que antes no tuvo.

Me vestí de nuevo, aprovechando que la crema ya se había secado, aunque mi poya seguía roja como un chorizo, ya al menos no estaba hinchada, ella se dio la vuelta y me dijo sonriente:

Celia: Anda lleva tú, las cosas a la barra, que yo tengo que repintarme y acicalarme un poco, no vaya a ser que tenga una mancha inesperada.

Axel: Bueno, pero no te acostumbres, que lo voy a hacer porque tú lo hiciste antes por mí.

Ella me sonrió, se fue hacia la puerta del almacén, abrió la puerta, pero ella cerró la puerta sin salir.

Axel: ¿Qué pasa Celia?

Celia: es que me siento un poco mal, tú has sido sincero conmigo y yo contigo no he sido muy sincera. . .

Yo puse una cara un poco de confundido, porque la verdad no entendía a que se refería, al menos no en ese momento.

Axel: no te entiendo, ¿a qué te refieres?

Celia: ¿recuerdas como se puso el de la farmacia, recuerdas que te eche las culpas?

Yo temiéndome lo peor, con cara seria, le conteste:

Axel: si. . .lo recuerdo.

Celia: él se puso así, porque me conoce y ya he ido con dos o tres chicos a esa farmacia, por lo mismo.

Yo iba a hablar, pero entonces ella me dijo:

Celia: Espera, déjame explicarme. Yo soy ninfómana, estoy con un chico de royo, pero él no me toca, no me da lo que necesito, te mentí, porque quería, no, porque necesitaba poya, llevo tres meses sin follar y para una chica como yo, eso es demasiado, discúlpame por hacerte daño, pero no aguantaba más.

Yo estaba dolorido, cansado, confundido y aturdido, me había mentido, me había utilizado y aunque me había gustado, junto al dolor que había sufrido, con su consiguiente morbo provocado, desde el pecho me empezó a llegar una sensación de dolor, pero no un dolor físico, estaba como dolido. Continuara. . .