Capitulo: 5-B Jenny esta confusa

Tras llegar a la casa y mentir a mi amiga, me sentí fatal, pero claro estaba en juego mi Gabriel, no estaba muy contenta con lo último que me había enseñado sobre el pero, a él no podía fallarle, aunque eso significara incluso mentir a mi amiga. Aunque estaba algo confusa, en parte quería alejarme de él, en parte no soltarle más, mañana tendría un día entero para pensar, uf cuanta falta me hace para aclararme.

Cuando estaba pensando, Gabriel con una frase me saco de mis pensamientos y por primera vez le temblaba un poco su varonil y confiada voz.

Gabriel: Jenny ayúdame a llegar al baño, Sofía tráeme de la tienda el cicatrizante que me regalaste por favor.

Al decir eso y al añadir por favor, supe que pasaba algo que no nos quería contar.

Jenny: ¿pasa algo?

Gabriel: no, nada

Yo mire suplicante a Sofía que tampoco parecía habérselo creído y ella le insistió con su pedante inteligencia que tanto me gustaba.

Sofía: algo pasa, tú no sueles pedir las cosas por favor.

Además antes de que el replicara le añadí para respaldar a mi amiga:

Jenny: además te tiembla la voz y a ti nunca te tiembla.

El puso una cara de que fuera a perder el conocimiento, además durante un par de segundos, su cuerpo peso mucho y lo agarre mas por amor, que por fuerza, entonces me asuste.

Jenny: ¡Sofía trae el puto cicatrizante!

Chille a mi amiga para que reaccionara, la cual salió corriendo al instante sin enfadarse por la situación que algo habría notado, yo empecé a llevarlo a su cama él con un hilillo de voz me dijo:

Gabriel: no, a la cama no, al baño, que la cama se mancha.

Yo lo mire con cara de asesina, mientras él me sonreía y no pude evitar decirle:

Jenny: anda, genio y figura hasta la sepultura.

El rio haciendo un gruñido de dolor y yo seguí seria mirando hacia delante de la preocupación, no me importaba nada más, solo que él se salvara.

Cuando vi que miraba para abajo pensé que se iba a desmayar pero no, llego hasta su cama, aunque era mala señal que un chico contestón, no conteste, significaba que solo le quedaban fuerzas para andar, así que me apresure en dejarlo de la manera más cómoda y más suave posible en la cama.

Entonces al tocarle la cabeza, me mire la mano la que estaba llena de sangre, nunca he visto tanta sangre pero esta no tenía muy buen color, me acojone y al llegar Sofía le dije:

Jenny: tía, tenemos que llamar a un medico Gabriel esta grave.

Sofía: no te preocupes, esto servirá.

Jenny: ¿tan bueno es?

Sofía: lo es

Sofía se lo echo en los brazos que empezaron a cicatrizar del tirón para sorpresa de ambas que nos mirábamos entre nosotras, luego en la cara que desaparecieron sin dejar marca al minuto, entonces le dio la vuelta y vio la sangre que caía de su cabeza, le echo y esta tardo un poco mas pero, a los segundos empezó a cicatrizar, dejando de salir sangre poco a poco, lo desnudo, para comprobar que no tuviera más heridas y entonces algo mas tranquilas, cada una nos pusimos a un lado de él y tras preguntarle algo, llego lo inevitable el interrogatorio:

Jenny: ¿contigo fue tan efectivo?

Sofía: no tan rápido, pero si tan efectivo.

Jenny: ¿Crees que lo invento el padre de Gabriel y hizo algo para que les afectara mas a ellos?

Sofía: puede ser. . .

Jenny: ¿Crees que el dragón negro es uno de ellos o que es amigo suyo?

Parecía que Sofía no sabía que contestarme en esta última pregunta, miro para abajo y entonces zash empezó el interrogatorio:

Sofía: ¿Qué ha pasado realmente hoy Jenny?

Yo mire para otro lado, no quería contárselo, pero sabía que no podía mentirle, además el estaba dormido y no se enteraría, así que llorando en su hombro le conté toda la cita, con pelos y señales hasta el punto en que “jugo” a violarme.

Entonces Sofía como siempre hizo la pregunta que yo me negaba a hacerme y que en este momento era la más adecuada para el momento.

Sofía: ¿y todavía lo quieres? El es así y no va a cambiar ni por ti, ni por mí, así que responde.

Un atisbo de duda me recorrió entera como si fuera un impulso, ¿aun lo quería? La verdad no estaba segura, lo había traído aquí a cuestas a costa de mi espalda, pero bueno todo había sido muy rápido para pararme a pensar, la verdad es que no estaba segura de nada.

Jenny: no lo sé. . .  la verdad me vendría bien mañana, salir sola emborracharme y tomar el aire.

Sofía sonrió y me dijo:

Sofía: pues hazlo.

Jenny: lo hare, pero no quiero que él se entere.

Sofía: si vuelves más tarde, se enterara

Jenny: retrásalo anda, retrasa tu cita, por fa.

Sofía: ¿y a donde lo llevo?

Jenny: ¿al karaoke?

Sofía: sabes que no me gusta cantar en público. . .

Jenny: dale la sorpresa y hazlo por él, no creo que haya mucha gente, jeje.

Sofía: tienes hasta las 4 y media, ¿ni un minuto más, eh?

Jenny: gracias.

Le di dos besos a mi amiga se lo había ganado y estuvimos toda la noche cuidándole hasta que cada una nos quedamos dormidas, ella abrazada a él y yo en el sofá de al lado, hoy no quería dormir con él, quizás mañana lo dejaría, aunque se había abierto a mí, no sé si me había gustado lo que había visto.

***Pensé todo esto mientras terminaba de quédame dormida mirando a Gabriel y a Sofía a su lado que por primera vez, yo no estaba celosa***

Cuando se escucho el portazo, di un brinco en la cama y me levante bastante asustada, entonces mientras yo me preguntaba en voz alta las cosas, Sofía entro algo turbada en la habitación.

Jenny: ¿Qué pasa, que hago aquí?

Sofía: nada, Gabriel se ha ido y supongo que te habrá puesto el.

Jenny: ¿Por qué ha dado ese golpe?

Sofía: porque le dicho que se fuera y no volviera hasta la cena.

Yo pensé que mi amiga estaba loca, que nos iba a dejar a las dos preñadas solteras, sin trabajo y con un bebe en las narices, toda mi vida se derrumbaba por no haber mantenido la boquita cerrada, ahora no tenía ganas pero tras pensar y salir, ya hablaría yo con Gabriel.

Jenny: (sorprendida) ¿estás loca, porque has hecho eso?

Sofía: porque desde lo que me contaste, no tengo ganas de estar con él.

Jenny: se dará cuenta de que te lo he contado. . .

Sofía: me da igual, no está bien lo que te hizo.

La verdad la odie por esto, yo había confiado en ella, ella a cambio me había dejado vendida y con el culo al aire, esto no me estaba gustando, se estaba cargando nuestra amistad y es lo único que tendríamos si Gabriel nos dejaba, por el día de hoy que seguro lo haría.

Jenny: él lo hizo jugando (lo defendí)

Sofía: eso no es un juego.

Bueno un juego muy normal la verdad es que no lo era no, pero un juego sexual podría serlo, quién sabe. . . pero para mis adentros intentaba quitarle la culpa que el ya tenía.

Jenny: ¿y tu cita?

Sofía: eso te lo prometí, así que sigue en pie. . .

Yo la verdad pensé que Sofía lo estaba flipando, lo echas de su casa y esperas que luego quiera tener una cita contigo, no sueñes tanto, que él no creo que sea tan tonto, por mucho que te quiera.

Jenny: después de esto, no creo que quiera.

Sofía: pues un peso que me quito de encima, lo he estado pensando y si tú lo dejas, yo lo dejo.

Sera Zorra. . . lo vamos a hacer polvo y ella tan pancha, donde está tu consciencia, ¿Dónde la dejaste?, porque vamos, con novias como tu quien quiere enemigas, vamos.

La abrase porque en el fondo me sentí apoyada aunque no me gustara lo que pensaba hacerle a Gabriel, ¿será que en el fondo aun lo quería?, bueno lo importante es que necesitaba tiempo para mí, la verdad me apeteció hablar del pasado y hablamos de él tumbadas ambas en la cama, hasta que Sofía decidió irse al sofá y yo decidí quedarme aquí para pensar en todo lo que me torturaba.

Para pensar me gustaba ponerme guapa a la vez, así que saque todos mis materiales y empecé por: pintarme las uñas, luego continúe peinándome,  me depile sin que nadie se enterara, me cambie de ropa y tire la ropa rota, eso si la chaqueta de Gabriel, la bese, la aplaste contra mi cara como si fuera dándole un abrazo a él y finalmente la guarde con bastante ternura, la verdad siendo sincera me sorprendí a mí misma y bueno finalmente me tumbe en la cama a pintarme las uñas de los pies, me quede tumbada hasta que se me secaran, pensando en lo de anoche, se me mojaron las bragas y me quede dormida.

Me desperté rondando las 8 de la tarde, yo termine de arreglarme justo a la hora que se despertó Sofía y entonces ella empezó a arreglarse mientras yo veía la tele, ya preparada para salir y porque no decirlo, para que me viera mi Gabriel, justo a las 10, llamaron a la puerta, yo me puse nerviosa la verdad, pensé que era Gabriel.

Cuando Sofía abrió, nos encontramos con la sorpresa desagradable de que no era él, era un hombre algo parecido a él, pero bastante más mayor, vamos su padre.

El nada más entrar nos vio, frunció el seño y nos dijo muy serio:

Padre: ¿Dónde está mi hijo?

Ambas nos miramos serias, esto era una situación algo desagradable, cuando yo iba a responder Sofía me corto, diciéndome:

Sofía: puedes bajar a la tienda y cerrar la puerta, ahora te llamo.

Esto me gusto menos aun que lo de antes, pero, ya tenía bastante con lo de ayer, no tenía ganas de tener más problemas, así que se dio la vuelta echando tan solo un vistazo atrás, viendo como el padre de Gabriel las miraba con algo de malicia, porque no era tonto y sabría que algo pasaba, según me imagine yo.

Abrí la puerta, salí de la sala cerrando la puerta tras de mí, en parte suspire de alivio y en parte resople furiosa, baje a la tienda y me senté en el ultimo escalón con cara de pocos amigos, cosa que no paso desapercibida por Esteban un trabajador de mi. . . de mi. . ., de Gabriel, no sabía cómo llamarlo la verdad en este momento.

Esteban: un mal día, ¿no?

Jenny: malísimo

Esteban: yo estoy preocupado el jefe no ha vuelto y esto es muy raro, el señor es un hombre de costumbres.

Jenny: ¿Qué hace el jefe cuando está deprimido?

Esteban: mmm. . . lo mío no es pensar, pero sé que bebe.

Jenny: ya veo. . . ahí 10.000 bares en Madrid, no eres de mucha ayuda.

Esteban: lo siento, Raúl o la otra empleada que no recuerdo su nombre y eso que su turno siempre viene antes del mío, lo sabrían, pero yo no. . .

Entonces lo entendí todo, nadie contrataría a este tipo, sin embargo Gabriel lo hacía, mi chico tenía sus peculiaridades pero en ningún momento me había hecho un daño real o intencionado, en el fondo era bueno, pero necesitaba más tiempo para pensar, para desahogarme, para quizás probar otra cosa.

Entonces cuando iba a contestarle, la puerta de arriba se abrió, al tiempo que Sofía bajito decía algo que no llegue a enterarme, yo me empecé a levantar y mientras subía, le guiñe un ojo a Esteban, al tiempo que le dije:

Jenny: no te preocupes, me has ayudado mucho.

Al subir vi perfectamente la cara de Sofía que estaba muy molesta y la cara del padre muy enfadado, entonces agradecí no haber estado ahí, al pasar junto al oído de Sofía le susurre un:

Jenny: Gracias

Y ella en respuesta me guiño el ojo, pasamos un par de horas de charla, pero no de charla normal, de una charla bastante tensa en la que la única que estaba intentando hacer algo por la reconciliación era yo, con frutos inútiles, nunca se me había dado bien estas cosas, esas eran cosas de Sofía, pero últimamente no era ella misma, ni yo tampoco era yo la verdad. . .

Eran las 12, los tres estábamos bastante preocupados, lo llamamos los tres al móvil, pero él nos colgaba a todos, tras hacerle 8 llamadas el padre, 6 llamadas yo y 4 llamadas Sofía, apago su teléfono o se quedo sin batería, viendo que era inútil esperar y que la hora se me echaba encima, aunque no quería dejar a solas a estos dos, no tuve más remedio, porque necesitaba salir y mucho.

Jenny: disculpadme, voy a salir a dar una vuelta  y tomar el aire.

Para mi sorpresa tras decir esto, Sofía me guiño el ojo, la verdad se nos notaba a ambas que estábamos preocupadas y el padre que cada vez estaba más mosqueado, me despedí de Sofía con un beso en el cachete y un abrazo, al padre le di dos besos había menos confianza, así que me fui dejando atrás a estos dos, ya no me importaba solo beberme mi alcohol, bailar como una loca y que pasara lo que tuviera que pasar. . .

Nada más salir pedí un taxi, a los 15 minutos aproximadamente llego el taxi, me monte en el copiloto como siempre hacia y le dije:

Jenny: vamos al parque donde esta permitido beber

Taxista: en marcha.

Tras 5 o 10 minutos estaba allí eran las 12 y 25 apenas la gente empezaba a llegar según se veía desde fuera.

Jenny: ¿Cuánto es?

Taxista: son 5’85 Euros

Jenny: tome 6 y quédese la vuelta.

Taxista: gracias y buenas noches.

Jenny: buenas noches.

Cogí mis botellas del asiento y empecé a entrar en el parque, ahora que me daba cuenta, había perdido la costumbre de salir sola en tan poco tiempo, tenía un poco de miedo escénico, cada vez fui andando más lento y más lento, hasta que me fui a dar la vuelta y al darme la vuelta me choque contra un chico como por arte de magia o por el azar del destino, el era más alto que yo, no demasiado solo unos 5 o 8 Centímetros, no más.

Al estar pegada a él, note que estaba excitado y que tenía un tamaño considerable, además me estaba mirando con sus cristalinos ojos azules hacia mis ojos, mi cara estaba casi pegada a la suya, me fije en su pelo rubio peinado estilo niño rico, su aliento olía a menta, era bastante atractivo y lo mire sin separarme de el de abajo a arriba dándome cuenta que estaba fibrado, vamos que tenía un cuerpazo, entonces el me dijo sin separarse de mí:

Chico rubio: ¿adónde vas tú sola, preciosa?

Jenny: ¿adónde vas tú solo, guapetón?

Chico rubio: iba a ver a mi novia, pero me he encontrado con esta chica tan atractiva delante y me estoy pensando si ir a por mi novia o decirle que llegare mas tarde. . .

El estilo de otra chica hubiera sido darle un guantazo y decirle, cabron, vete con tu novia, no seas pone cuernos, pero mi estilo era bien diferente, quizás sea una guarra o una puta, pero a cambio mi coño lo disfruta.

Jenny: ¿y a qué esperas para decirle eso?

Chico rubio: bueno, ven y ahora se lo digo.

Sin soltarme la cintura, empezó a llevarme ante un coche con los cristales tintados, entro en el tras meter la llave y me dijo:

Chico rubio: entra atrás y ponte cómoda.

Yo sin pensarlo si quiera, entre en la parte de atrás y empecé a desnudarme mientras el tío, empezaba a llamar por teléfono al tiempo que me hizo el gesto de silencio, se puso el dedo en los labios haciendo el típico sonido de shhhh.

Chico rubio: cariño, he cogido caravana y quizás tardare una media hora en llegar

Yo al oír eso le hice una señal de que más, entonces el recalco:

Chico rubio: quizás 1 hora mas como mucho

Yo le hize una señal de que mas o menos, mientras me quedaba en ropa interior por fin.

Chico rubio: bueno alrededor de hora a hora y media, ya sabes como es esto.

(Ella dijo algo)

Chico rubio: si, siento la tardanza lo siento amor mio.

(Ella dijo algo)

Chico rubio: no te preocupes que tu nene, te lo compensara, ¿vale?

(Ella dijo algo)

Chico rubio: hasta luego

Y tras eso colgó, mirándome con los ojos desorbitados y poniendo una mirada de pervertido que me éxito, aunque ya lo estaba, pero no por él, por Gabriel y la maldita noche anterior.

El paso con un ágil movimiento a mi lado y respirando hondo que ya olería en el coche cerrado algo a coño, me dijo algo cortado:

Chico rubio: ¿te has puesto cómoda eh?

Jenny: bueno, si, ¿tú me lo dijiste no? (sabiendo perfectamente que no se refería a esto)

Chico rubio: bueno, yo no me refería a esto, pero no está mal

Jenny: ¿ah, no? No lo sabía jeje. (Me encantaba hacerme la tonta, los pobres infelices se lo creían todo)

Chico rubio: ¿Cómo te llamas?

Jenny: Jenny ¿y tú? (haciéndome la cortada fingí sonrojarme era obvio que muy cortada no era, pero también se lo creyó).

Chico rubio: Ricky me llamo Ricky, ¿te importa que yo me acomode también?

Jenny: bueno, es tu coche y yo estoy en ropa interior, lo ideal sería que tu también te pusieras cómodo, ¿no?

El asintió y tímidamente se empezó a desnudar hasta quedarse en slips, del slips salía la cabeza de su rabo, el cual no le cabía en el slip, al verlo me fije que la tenía algo más grande que la de Gabriel aunque más delgada, yo me apoye en la puerta derecha y con mis pies envueltos en mis medias y con cara de niña traviesa empecé a acariciarle la cabeza de su rabo con mis pies, me encantaba jugar a ser la guarrilla de la noche y lo estaba haciendo, quizás no era tan malo que a Gabriel le gustara jugar, quizás al final de todo haríamos hasta buena pareja.

El tío tenía cara de asustado supongo que iba muy rápido para él, entonces le baje los calzoncillos con los pies y los puse bajo sus huevos para que se aguantara solo, y empecé a pajearle con ambos pies, con uno paraba a veces para acariciar su polla por encima y luego continuaba, al poco su cara de susto se empezó a convertir en cara de placer, al poco empezó a resoplar y al poco gimió al tiempo que decía:

Ricky: para Jenny, que me voy a correr.

Jenny: córrete en mis pies, no me importa

Al poco el chico volvió a gemir, mientras se estiraba al correrse y la mayoría de gotas cayeron sobre mis pies, al notar eso caliente en mis pies me puse algo mas, pero bueno, saque de mi bolso unas toallitas y nos limpie a ambos.

Ricky: mmm. . . morbosa, experta y higiénica, me ha encantado, ¿Cuándo repetimos?

Jenny: jajajaja, ¿crees de verdad que esto ha acabado?

Ricky: yo pensé que si, ¿no ha terminado?

Jenny: esto nene, no ha hecho más que comenzar. (al tiempo que me subía sobre él con una pierna a cada lado y refregando la humedad de mis bragas con su polla fuera del calzoncillo, mientras recuperaba su tamaño perdido)

Ricky intento besarme, pero yo le hice la culebrilla mientras le dije:

Jenny: seré infiel no tonta, no pienso ni quiero enamorarme de ti, así que haremos lo que tú quieras, menos besos.

Ricky: ¿lo que yo quiera?

Jenny: lo que tú quieras (su tamaño ya había sido recuperado, estaba empalmado con todo su esplendor)

Ricky: ¿me haces una cubana? Que mi novia no puede hacérmela, pero tú vas sobrada de tetas.

Al tiempo que me tocaba las tetas, yo disfrute de su caricia y de su dureza mientras me refregaba, pero yo ya no era tonta últimamente había aprendido más que en años.

Jenny: nene, yo no soy tonta, si te hago la cubana me vas a decir que no quieres nada mas y me vas a dejar con el calentón, así que hazme antes algo a mí y luego te hare tu cubana, como premio.

Ricky: veo que te lo sabes todo. . . mmm. . . ¿qué quieres que te haga?

Jenny: un cunnilingus, un dedo, un polvo, lo que quieras pero déjame satisfecha si de verdad quieres repetir alguna vez.

¿De verdad estaba dispuesta a repetir o me lo estaba tirando porque se parecía un poco a Gabriel?, tendría que hacer algo mas con otro chico, para cerciorarme luego.

Ricky con desgana me puso a un lado y empezó a besarme las tetas, mientras por abajo metió las manos en mis bragas y empezó a pasar un dedo por la rajita de mi chochito, yo empecé a suspirar mientras me mojaba un pelín mas y cerré mis ojos, lo cual fue un craso error, empecé imaginar a Gabriel sobre mí, entonces abrí los ojos y me fije bien en que era Ricky y no Gabriel quien me lo estaba haciendo y empecé a sentir un poco de morbo.

Al poco empezó a pegarme bocaditos en las tetas y me metió un dedo, que se deslizo hasta el fondo con suavidad y al instante de lo mojada que estaba, a mí se me escapo un suspiro cuando comenzó a hacerme esto.

El con la otra mano intento quitarme el cierre del sujetador, pero con resultados nefastos, mientras que empezaba a hacerme pequeños chupetones en las tetas, sin dejar marca eso si al tiempo que empezaba a moverme el dedo dentro y de dentro para fuera y de fuera para dentro, consiguió algún gemido, pero, aparte de que me mojara mas y mis pezones se marcaran a través del sujetador poco mas logro, no era comparable a Gabriel la verdad, pero bueno al menos ponía empeño.

Yo le ayude a quitarme el sujetador abriendo el broche y empezó a comerme el pezón, a la vez que me metió un segundo dedo y los movía dentro, cuando sacaba uno, metía el otro y a veces metía y sacaba ambos a la vez, ahora sí consiguió varios gemidos, entonces él se separo de mis pechos sin parar los dedos para decirme:

Ricky: mmm. . . mi novia ya habría tenido más que un orgasmo.

Jenny: calla y no pares. . .  (Le agarre la cabeza y se la volví a pegar a mi pezón con mi respiración entre cortada)

Al volver a hacerlo el yo gemí y al meterme el tercer dedo, empecé a temblar, pero al contrario que haría Gabriel que seguiría el paro, alejo su cara de mis pezones y saco sus dedos, nada más que me miro como temblaba, me arqueaba y gemía, la verdad me molesto un poco, pero bueno no le dije nada, por su culpa mi orgasmo fue bastante corto, pero al menos consiguió que tuviera uno, que hasta que no conocí a Gabriel no sabía ni que existía.

Me dejo un tiempo para que recuperara mi respiración gesto que agradecí y cuando ya estaba bien, me dijo:

Ricky: ¿Qué me he ganado mi premio?

Jenny: si, no ha estado mal (con una sonrisa)

Ricky: ¿Cómo que no ha estado mal?, ¿he hecho algo mal a caso?

Jenny: si, cuando una mujer tiene un orgasmo no quiere que pares y la mires, quiere que sigas.

Ricky: pues mi novia me dijo que parara y la mirara

Jenny: pues tu novia esta enchochada de ti y no se merece que le hagas esto.

Vi un pequeño gesto de culpabilidad lo que me recordó que era yo la que mas tenia que callar.

Ricky: bueno, tienes razón, pero tú no eres quien para hablar.

Jenny: tienes razón

Ricky: ¿terminamos y nos olvidamos de todo esto?

Jenny: echo

El me lamio el canalillo del escote, mientras yo lo miraba extrañada y le tocaba su polla para que no bajara, al tocársela me di cuenta que estaba a punto de reventar y que la tenía hasta mojada, al poco al ver mi gesto me dijo:

Ricky: ¿Qué? Estoy mojando el canalillo para que resbale bien, venga ya puedes empezar linda.

Me puse de rodillas y el la metió entre mis tetas yo apreté la una contra la otra y empecé a hacerle una jugosa paja con ellas gracias a su trabajo se deslizaba bien, entonces el comenzó a suspirar, a la vez que yo aumentaba el ritmo, entonces gimió un par de veces y esta vez no me aviso y se corrió sobre mis tetas y mi cara, pero ahora si me molesto.

Jenny: ¿te parecerá bonito no?

Ricky: no pensé que te molestara cariño, retiro lo dicho si hace falta dejo a mi novia y me voy contigo, pero por favor, quiero repetir.

La verdad esta proposición me sorprendió bastante, pero no lo dude ni un minuto no le llegaba a la suela a mi Gabriel, así que le respondí muy claramente.

Jenny: pues te quedarías solo tirado, ha estado bien no te lo niego y quizás repitamos mas, pero, yo tengo novio y eso no va a cambiar.

Ricky: ¿quieres mi número?

Jenny: espera que me lo limpie y ahora lo apunto (con cara molesta)

Ricky: ¿te has enfadado?

Jenny: no (me limpie con toallitas)

Ricky: ¿entonces qué te pasa?

Jenny: oye pequeño, no me seas tonto, hemos tenido sexo y ya está, no te enamores de mí, ni te preocupes por mí.

Ricky: vale, entendido.

Nos intercambiamos numero yo me fui hasta una esquina oscura, me quite las medias manchadas y las tire a la basura, comprobé que no se me viera nada y al comprobar que no, me fui al centro de la plaza a beber, allí estaba él con su novia enrollándose, yo le sonreí y él me guiño el ojo, pase la siguiente hora bebiendo ya eran las 3, pero a mi tras beberme una botella casi yo sola y haberme acostado con un tío, ya no me importaba mucho la hora y buscaba mi siguiente víctima, le había pillado el gusto a esto de robar novios ajenos y ya que era solo un día, lo viviría al máximo.

Entre en una discoteca y la verdad estaba muy llena de gente, busque la mejor victima de la discoteca y la encontré en una esquina bailando con su novia de lejos, se dieron algunos besos para cerciorarme de que eran pareja y ella se fue al baño, vi como entraba y me acerque a él, tenía poco tiempo y tenía que ser efectiva.

El había dejado de bailar y se había apoyado en la pared, yo empecé a bailar delante de él, provocando bastante, para ver si me miraba y si por supuesto que me miro, me pareció ver que hasta se excitaba, así que sin dudarlo mucho me puse a su lado y le dije:

Jenny: ¿Qué tu novia se fue al baño, no?

Victima: s. . .sí.

Jenny: ¿quieres que te haga compañía o se puede enfadar?

Victima: bueno se puede enfadar, pero no me gusta estar solo.

Jenny: bueno, pues si quieres compañía, puedes aprovechar estaré en la esquina más oscura del parque, donde follan las parejas, ah toma, por si quieres olerlas o guardar un recuerdo si no te atreves.

Descaradamente me quite las bragas y se las di, el se quedo atónito y yo mientras me dirigía a la salida de la discoteca, eche una última mirada hacia detrás y me fije que las estaba oliendo, uf como me puso eso de cachonda y lo peor que al mojarme, algunas gotas caían por mi entre pierna al andar, llegue a donde había quedado con él y no paso ni un solo minuto cuando lo vi aproximarse a él.

Jenny: oh has venido. . .

Victima: sería tonto si no hubiera aceptado tu proposición

Jenny: ¿bueno que deseas hacerme?

Victima: ¡¿follarte?!

Jenny: ¿tienes condón cariño?

Victima: por supuesto, era para mi novia pero. . . ahora tendrá un mejor fin.

Me acerque a él, le toque la polla mientras le puse el cuello, para que el aprovechara y me lo comiera, me lo empezó a comer, me cogió el culo por dentro de la falda y como no llevaba bragas, disfrute de su caricia en mis nalgas.

El tío puso cara de salido y empezó a meterme puntazos mientras yo le comía el cuello a él y el a mí, le agarre del culo y él me dijo:

Victima: puf ponme el condón ya nena, que voy a explotar.

Yo se la saque, este la tenia pequeñita usaba condones tamaño pequeños, pero bueno merecía la pena jeje,  se lo puse con mucho tacto y me puse en pompa, el se arrimo a mí y yo le ayude a apretar contra el lugar adecuado, acto seguido se me metió del tirón, estaba bastante mojadita y eso si había que decirlo, el chaval embestía con toda su alma y me tocaba el clítoris a la vez, aunque apenas notara su penetración por el condón y por ser pequeñita lo compensaba un poquito, la verdad.

El al poco empezó a suspirar, yo le ayude yendo a contra marcha, lo que me provoco suspiros a mí y a él gemidos directamente, para mi sorpresa aguantaba como un campeón, tanto que al poco empecé a gemir yo, mientras el seguía con sus gemidos y ahora sus gemidos y los míos se volvieron más bajitos pero más interiores y mientras yo tenía mi orgasmo el eyaculaba dentro del condón, pero este no fue tan desconsiderado y me comió el coño, mientras siguió con su mano en mi clítoris lo que me provoco que me corriera, pero mientras llenaba la arena de mis fluidos al correrme, se me saltaron un par de lagrimas porque mi primer corrida no fuera con Gabriel.

Tras reponernos ambos, el se quito el condon y me dijo dulcemente:

Victima: ¿me la limpias?

Jenny: toma, límpiatela

Le pase una toallita, mientras me limpiaba y recuperaba el aliento, vi su gesto apesadumbrado y le dije:

Jenny: anda, bueno te la limpio yo pero por lo bien que te has portado (yo sabía a que se refería con la boca, pero cogí la toallita y se la limpie así)

El a pesar de eso, sonrió y me dijo:

Victima: ah sido un muy buen polvo, pero, no quiero hacer esto mas, tengo novia, la quiero y no quiero tener que arrepentirme más que de esto, ya es suficiente para mí.

Jenny: gracias

El se quedo un poco trastocado por mi gracias tan sincero, pero es que me había dado una lección y ahora ya no tenía ganas de follarme a ninguno mas, solo a mi Gabriel, estaba segura que quería volver con él, tampoco quería mas fiesta solo quería que él me quisiera y no tenerme que arrepentir más que de esto, le di un pico dejando al chaval algo confuso y con los ojos abiertos de par en par y empecé a irme, dejándole solo con mi recuerdo, con el polvazo que le eche y con mis braguitas mojadas, preferí irme andando para ir pensando por el camino, el cómo lo arreglaría todo mañana.

Al llegar a la casa, había llorado, reído y rezado incluso por el camino, fue 1 hora de camino, más que nada porque di algún rodeo, me daba algo de miedo lo que me fuera a encontrar por aquí.

Serian las 5 de la mañana más o menos, Había tenido una noche divertida, llena de emociones y quizás se había pasado de la raya, también de la hora, pero bueno, eso la había ayudado a decidirse y no estaba segura de si repetiría una noche como esta, pero si estaba segura de que no dejaría escapar a Gabriel, La luz de la casa estaba apagada y con la copia de las llaves que tenia Gabriel en su casa, abrió sin muchos problemas, entro con total sigilo y para eso, se quito las botas de tacón, iba descalza, subió las ruidosas escaleras de la tienda, sin hacer demasiado ruido, llego al salón, se sentó un rato, para pensar en lo que se encontraría en el cuarto de Gabriel, suspiro y empezó a desnudarse, dejando su ropa bastante tirada la verdad, por los movimientos de quitarse la ropa y la borrachera que llevaba, se quedo tumbada un rato mirando el techo y pensando en sus cosas, hasta que se puso en pie, tropezándose con algunas cosas, miro para arriba, pidiendo que no se despertara Gabriel, solo le faltaba que ella decidiera seguir con él y el la dejara, por colarse en su casa a las tantas.

Entonces fue más o menos en silencio, ya que no se conocía aun la casa, hasta el cuarto de Gabriel y abrió la puerta, para encontrarse por sorpresa, que no estaban y que nadie había re hecho la cama, entonces molesta porque su cita acabo antes y porque su amiga seguía en la calle, llamo a Sofía a su móvil, para averiguar si les quedaba mucho y qué coño estaban haciendo.

Pero para su sorpresa el móvil, sonó en un cuarto a un cuarto de distancia de ella, dejo de llamar, para mirar que había sin despertar a nadie, al asomarse los vio a ambos, abrazados y sonrientes, era consciente que por su escarceo se había perdido la reconciliación, pero esperaba que hubiera una para ella mañana, decidió dejarlos solos y se fue a dormir al otro cuarto de invitados, tras dar muchas vueltas en la cama, concilio el sueño, aunque no descanso muy bien. . .