Capitulo: 11 La Lesbiana

                Me despertó al día siguiente la luz del sol entrando por el único ventanal que daba afuera, las chicas también, se comenzaron a despertar y en ese momento con seriedad, les di un beso en la boca al incorporarse.

Gabriel: necesito los otros dos días, a solas

Yolanda: ¿Qué te pasa?

Sofía: ¿estás agobiado?

Gabriel: no, no ha sido bastante repetir

Sofía: ¿te ayudamos?

Yolanda: ¿estás loca?

Sofía: bueno, si no quieres tu, lo hare yo

Yolanda: ¿y en que podríamos ayudarle?

Sofía: sencillo, el manda y nosotros obedecemos

Yolanda: vale, contad conmigo

Gabriel: ¿y qué vais a querer a cambio?

Sofía: yo el resto de mi cita

Yolanda: Fingir que me raptas una tercera vez

Gabriel: vale, ya tengo una idea, Yolanda no puede salir, porque esta raptada, pero Sofía nadie sabe que ha sido raptada, ¿Qué os parece, si traemos a una chica de Chueca, aquí?

Sofía: ¿y cómo piensas hacer que disfrute?

Gabriel: para algo estáis vosotras, ¿no?

Sofía: eres un genio, mi amor

Yolanda: eres muy inteligente

Empecé a preparar el desayuno, tras los besos de rigor, mientras que las chicas hablaban entre ellas… cuando sonó mi móvil…

Lion: ¿has leído el periódico?

Gabriel: no, ilumíname.

Se escucho como Lion cogía el periódico y empezó a leerme: “El Dragón Negro rapto a Yolanda de nuevo, ella le desobedeció y el cumplió su promesa, a pesar de estar en un restaurante lleno de gente, de ir acompañada de cuatro guardaespaldas de una calidad más que interesante, nadie vio, oyó ni olio nada raro, solo un conocido de las chicas, que solo una amiga de Yolanda reconoció, pero que por lo visto no tenía nada que ver, porque él se largo, entonces Yolanda fue al baño y desapareció, los guardaespaldas a uno lo drogaron, a otro lo dejaron inconsciente con una sofisticada llave y a dos de ellos, los sacaron a la calle con una distracción, se tiene en mente que el dragón negro no trabaja solo, el padre le da un día de plazo, para que la devuelva sana y salva, si no la devuelve en ese plazo dice que contratara a alguien, para que vaya contra él y bla, bla, bla… ”

Lion: ¿quieres que lo vigile?

Gabriel: me has leído la mente

Lion: ¿bueno y qué tal?

Gabriel: tengo una novia nueva

Lion: no vas a ganar para mantenerlas…

Gabriel: bueno, avísame con cualquier cosa.

Lion: hecho, jefe.

Cuando colgué sin despedirme, tenía a las dos, una a cada lado, súper interesadas en quien era…

Sofía: ¿Quién te llamaba?

Gabriel: nadie, un amigo

Yolanda: ¿Qué amigo?

Gabriel: uno que tu no conoces y que además me ayudo a raptarte

Yolanda: ¿ah sí?

Sofía:  y encima te lo suelta en la cara

Gabriel: si, ¿y qué vas a hacer?

Yolanda me beso y acto seguido, Sofía. Sabían que insistir no llevaría a nada, así que volvieron a lo suyo, mientras yo terminaba el desayuno. Hablando de cosas de chicas que no eran importantes para esta historia. Al poco llegue con un zumo de naranja natural, pan recién hecho, mantequilla, mermelada, y café con leche.

Yolanda: ¿es siempre así?

Sofía: bueno, en su casa no tiene estas cosas de campo, pero si, casi siempre hace el desayuno él, es un sol

Gabriel: me queréis por el estomago

Sofía: sabes que no, tonto.

Yolanda: eres un sol, quien lo diría que entre la oscuridad ahí luz

Gabriel: es lógico, la sombra tiene que venir de algún lado.

Sofía: si, pero no todos son como tú, algunos son pura oscuridad

Yolanda: si… si no, no, existirían leyes

Gabriel: supongo que tendréis razón.

Desayunamos juntos entre cariñitos entre los tres…cuando habíamos acabado.

Yolanda: bueno, ¿cuál es el plan?

Gabriel: tu, haz lo que quieras, pero, no salgas a la calle, yo voy a darle el resto de su cita a Sofía, que se lo merece

Yolanda: bueno… todo sea por estar contigo (puso cara de pena)

Sofía: gracias, amor. (Me beso en los labios)

Gabriel: te prometo que la primera cita, después de la cita de doble, será contigo

Yolanda: bueno…

Sofía: oye…

Gabriel: ¿Qué?

Sofía: bueno, nada, me conformo.

Sofía y yo nos duchamos juntos, donde nos acariciamos y besarnos sin hacer nada,  luego nos despedimos durante una hora, liándonos los tres, de Yolanda, que la dejo satisfecha de momento, y luego nos dejo irnos a regañadientes, Sofía y yo pasamos por una farmacia y compre viagra.

Sofía: ¿y eso?

Gabriel: para esta noche…

Sofía: ah

Tras eso, fuimos a tomar un helado, cogidos de la mano

Gabriel: ¿de qué lo quieres?

Sofía: ¿de qué sabores ahí?

Dependienta: Tenemos tres tipos de chocolate, chocolate con leche, chocolate con galleta, chocolate negro… (Tras una lista enorme de sabores)

Sofía: quiero un cucurucho de chocolate,  con chocolate con leche, ¿y tú quieres algo?

Gabriel: ¿yo?

Sofía: si, ¿vamos a compartirlo, no?

Gabriel: ¿no quieres uno para ti sola?

Sofía: no, prefiero compartirlo contigo

Gabriel: entonces, está bien, yo quiero Vainilla.

Dependienta: marchando

Sofía: mmm…vainilla, que buen gusto tienes (me dio un beso en la boca)

Gabriel: claro, estoy contigo

Dependienta: aquí lo tienen, son cuatro euros.

Sofía lamio el helado y lo puso entre los dos, empecé a lamer el helado como ella, pero lo quito sin previo aviso y nos metimos un lametón, con los distintos sabores del helado en la lengua, ella se rio y lo puso otra vez, la agarre por la cintura y entre lamida y lamida, comenzamos a hablar, mientras paseábamos sin un destino claro.

Gabriel: que romántica eres

Sofía: dime eso, cuando te cabalgue una noche a solas en la cama, vaquero (mientras me agarraba la polla ahí en medio

Gabriel: que guarra eres

Sofía: ¿guarra?

Gabriel: si, pero me encanta (la última parte se lo susurre en el oído)

Sofía: entonces está bien, seré tu guarra romanticona.

Gabriel: eres la mujer de mi vida

Sofía: no digas eso

Gabriel: ¿por qué?

Sofía: no es justo para Jenny y Yolanda, ellas te quieren

Gabriel: y yo a ellas, pero a ti mas.

Sofía: yo quiero más a Jenny que a ti

Gabriel: si, pero a Jenny no le haces estas cosas (le pegue un bocado a ambos helados y empecé a jugar con el helado en un beso, muy guarro, húmedo y pasional, entre ambos)

Sofía: estás loco

Gabriel: si, pero por ti

Sofía: no, estás loco de verdad, pero como una cabra

Gabriel: ¿también te tiras cabras?

Sofía: muy gracioso

Gabriel: no estaba de broma

Sofía: no te pongas tan serio, me das miedo

Gabriel: (me reí)  me gusta causarte ese efecto

Sofía: a mí no, que me lo cauces

Gabriel: ¿por qué, no?

Sofía: porque me intimidas y no es justo, que yo no te intimide a ti

Gabriel: la vida no es justa, ni para Jenny, ni para Yolanda, ni para ti, ni para mí.

Sofía: ¿adónde quieres llegar?

Gabriel: Bueno, Jenny quiere que la quiera, Yolanda que solo tenga tiempo para ella, tu no se que buscas…y  yo, quiero raptar, violar y cambiar a todas las chicas, pero la ley no me deja, ¿Qué habrá de malo en eso?

Sofía: ¿ves, como estás loco?

Gabriel: nunca dije que estuviera cuerdo, pero tú estás loca por este loco, ¿o me equivoco?

Sofía: así que no sabes, que es lo que quiero yo, ¿eh?

Gabriel: mmm…que helado tan bueno

Sofía: no me cambies de tema idiota

Gabriel: ¿por qué, no? Si tú lo has hecho también, estúpida.

Sofía: idiota, te amo

Gabriel: ¿te amo?... yo también, estúpida.

 Y nos metimos un beso, de los que aceleran el pulso y que si estuviéramos solos, hubiéramos hecho más que besarnos. La tarde se desarrollo con igual ritmo durante toda la tarde, cuando se acercaba la noche, volvimos a la furgoneta y la prepare, para la operación, antes de ella, la prepare mientras conversábamos, sobre ello.

Sofía: ¿Qué me estás haciendo?

Gabriel: primero, poniéndote más sexy, mas provocativa

Sofía: (nerviosa jugaba con su pelo) ¿Cuál es el plan?

Gabriel: vas a atraer a la lesbiana a una trampa, para que juguemos los cuatro con ella

Sofía: ¿y si sale mal?

Gabriel: no pasa nada, raptaremos a otra

Sofía: no digo eso ¿y si me pillan?

Gabriel: (risita) ¿Cómo te van a pillar que lo llevas escrito en la cara?

Sofía: ya, supongo que tienes, razón.

Gabriel: solo hay dos condiciones, la víctima, la elijo yo

Sofía: ¿y la otra?

Gabriel: yo veré todo lo que hagas y oiré todo lo que te rodee, quiero que me escuches y que sigas los pasos que yo te pida.

Sofía: vale, pero creo, que yo sé mejor ligarme a una lesbiana, que tu.

Gabriel: hagamos una cosa, primero, lo intentas tu y luego yo, ¿vale?

Sofía: vale, pero si gano yo, quiero un tatuaje de un dragón negro femenino en la espalda

Gabriel: ¡¿qué?!

Sofía: si soy tu ayudante, quiero una prueba

Gabriel: mmm…no

Sofía: si no me portare mal, para que me raptes otra vez

Gabriel: (mire para el lado molesto) lo pensare

Sofía: quiero algo más que palabras vacías

Gabriel: ¿Qué quieres? (Dije enfadado) hagamos una cosa, depende de cómo te portes hoy

Sofía: vale, esa lesbiana que te guste, es mía.

Gabriel: vale, quiero ver eso.

Sofía: (me toco la polla que ya estaba creciendo) ¿te pone eso, eh?

Gabriel: no puedes imaginarte, cuanto

Sofía: mmm…me estoy poniendo cachonda

Gabriel: guarda tu necesidad, para que la chica te vea ansiosa

Sofía: eres malo…

Gabriel: todo esfuerzo tiene su recompensa, aunque ya te lo compense la noche anterior, esta mañana y esta tarde

Sofía: mmm…quiero más

Gabriel: tú siempre quieres mas, eres peor que un tío

Sofía: ¿ah, eso piensas? ¿Por eso me has elegido para esta “misión”?

Gabriel: puede…quizás

Sofía: eres un cabron, porque te quiero que si no…

Gabriel: ¿Qué si no, qué?

Sofía: te ligabas a la lesbiana tu solito

Sabia donde darme para que me doliera, esta Sofía era una chica muy especial, muy inteligente, observadora y sobre todo, muy perspicaz. Quizá era eso lo que me enamoraba de ella, quizá es porque para mí, siempre he notado que la media de inteligencia femenina es bastante baja, sin embargo, Sofía era la persona más inteligente que conocía, después de mi, nadie era más inteligente que yo, bueno, para mí, nadie era más que yo, en nada, absolutamente, nada.

Gabriel: ya, pareces una lesbiana, sexy.

Sofía: que te follen

Gabriel: gracias, igualmente

Sofía: eso quisiera yo

Gabriel: nada, hasta mañana, nada.

Sofía: bueno, dame dinero

Gabriel: toma, ¿cien euros, te vale?

Sofía: ¿así que en esto gastas nuestro dinero?

Gabriel: si

Sofía: me gusta, es interesante y deja unos recuerdos…inolvidables

Gabriel: estás loca

Sofía: quizá por eso, hagamos buena pareja. (Mientras cerraba la puerta de la furgoneta)

Desde la cámara y la ventanilla, de la furgoneta, a la vez.

Ella iba caminando sexy, por chueca, obviamente, buscando guerra, moviendo mucho las caderas, la camiseta medio desabotonada, dejando medio escote fuera, que se le veía hasta el sujetador y anudada para dejar a la vista su ombligo, después llevaba una falda que dejaba poco a su imaginación, unas medias de red, que estaban aguantadas a su ropa interior por un ligero, pero que no llegaban hasta arriba, dejando a la vista a veces sus nalgas al caminar y si se agachaba un poco, su diminuto tanga blanco, blanco, para que se notara lo mojada que estaba y la chica, pensara que era por ella y para rematar, los labios rojo fuerte, con el resto de maquillaje muy leve, para centrar su atención en sus labios y dos trenzas que le hacían una cara muy inocente, que eran el remate de la ecuación.

Me había tenido que aguantar para no follarmela allí mismo en la furgoneta, ni un pelo en ninguna parte, la había depilado entera, solo le quedaban sus cejas y el pelo de su cabeza, le quite hasta los pelos de los brazos, para atraer a una lesbiana, de buen gusto, a ver qué encontrábamos por Chueca, algo más que decente, tendría que haber. Sofía no tardo en entrar en el primer local, pero como lo imaginaba había más gais, que lesbianas y las que habían parecían tíos, para eso, raptaba a un tío, Sofía llamo la atención de todas, pero le dije que saliera y fuera al siguiente.

Algo peor paso en el siguiente, solo tíos, en el siguiente, solo había lesbianas, pero ninguna me gusto, así en varios, en uno entramos y vimos a una mujer de una calidad increíble, pero se liaba con un chico y una chica, así que no me valía, esa la dejaríamos para otra vez, y en el ultimo. Cuando yo ya no tenía esperanzas ningunas, solo Sofía contemplaba alguna, vimos una chica, preciosa, una morena, que se tapaba media cara a pesar de ser un bombón, con rasgos asiáticos, labios carnosos, el pelo quedaba entre pecho y ombligo, hablando de pechos… eran de los que cabían y llenaban justamente la mano, buenas curvas a pesar de ser asiática y un culo respingón muy sexy, sin embargo, vestía como un chico, camisa blanca con mangas recogidas y pantalón vaquero ceñido.

Gabriel: esa, esa

Sofía: ni me ha mirado…

Gabriel: ponte a su lado

La estaban molestando unos chicos que no parecían gais, más bien heteros que la habían visto y no la dejaban en paz, ella agachaba la cabeza demostrando que le afectaba bastante que la vieran como una mujer y al ponerse Sofía a su lado, la miro de reojo, pero no dijo nada, agacho la cabeza de nuevo, hasta que…los chicos repararon en Sofía y uno de ellos, le toco a Sofía el culo, por debajo de la falda.

Lesbiana: (le dio un manotazo en la mano) Deja a mi novia, gilipollas.

El tío se encaro con ella, incluso creí por un momento que tendría que interceder

Chico: demuéstrame que es tu novia

Lesbiana: no tengo porque hacerlo

Chico: es mentira, amigos

Lesbiana: mira para que os marchéis y te calles ya.

La lesbiana se dio la vuelta y le susurro a Sofía “lo siento” y Sofía le negó la cabeza y susurro “no importa” y se dieron un pico

Chico: (apretando sus cabezas) bésala profundamente

No es que hicieran caso, es que no tenían más cojones, así que se besaron apasionadamente, sus manos acariciaron sus cuerpos mutuamente.

Chico: ala, se han puesto cachondas

Al soltarlas, ambas tosieron, mientras se estaban recuperando, los chicos bromeaban entre ellos, vi como la lesbiana, se abrazaba con Sofía. Cuando el camarero, homosexual, se metió, harto ya de tanta tontería.

Camarero: chicos, abandonad el local o llamo a la policía

Chico: nos veremos, novias

Y se fueron riéndose entre ellos, Sofía miro a la lesbiana y ella le devolvió la mirada y la sonrió.

Lesbiana: ¿estás bien?

Sofía: si, gracias a ti.

Lesbiana: besas bien

Sofía: tu también (jugando con su pelo)

Lesbiana: ¿estás nerviosa?

Sofía: bueno, es que nunca me he besado con una desconocida

Lesbiana: te entiendo, yo me llamo Sonia, ¿y tú?

Sofía: Yo, Sofía

Sonia: mmm…nuestros nombres empiezan por S, quizá es el destino

Sofía: ¿el destino? ¿Tú crees?

Sonia: no se (la agarro por la cintura) ¿quieres una copa?

Sofía: no se si está bien dejarme invitar, por una chica que acabo de conocer

Sonia: ¿no y dejarte meter su lengua hasta la campanilla esta mejor?

Sofía: (risita) si te pones así…

Sonia: Andrés, que no le falte bebida a la chica

Andrés: de acuerdo, ¿Qué quieres Sofía?

Sofía: ron con coca cola

Andrés: marchando

Sonia: que buen gusto tienes

Sofía: no lo voy a tener, si me puesto a tu lado

Sonia: así que me elegiste tu a mí, ¿eh?

Sofía: puede

Empezaron a tontear, hasta que no tardaron mucho en volver a liarse, una vez que la tenía en el  bote, Sofía le dijo que iba al baño y una vez en el baño…

Sofía: ¿Qué hago, ahora?

Gabriel: sácala a la calle y dale el caramelo, que te di, antes.

Sonia: ¿con quién hablas? (le paso los brazos por encima de los hombros rodeándola y besándole el cuello)

Sofía: nada es mi padre,  que es muy pesado, ¿vamos a mi casa, nena?

Sonia: ¿no vas un poco rápido?

Sofía se dio la vuelta, la beso en los labios y metió la mano por dentro de su vaquero, notando que estaba mojada, entonces Sonia dio un paso hacia detrás impresionada y Sofía dijo mordiéndose los labios, muy sugerente.

Sofía: ¿rápido? ¡Si estas, mojada entera!

Sonia: ¿y tú?

Sofía: no lo sé…compruébalo, tu.

Sonia: mmm… (Llevo la mano con limitada timidez bajo la falda de Sofía que no hizo movimiento alguno de retirarse y empezó a acariciar su tanga, comprobando que estaba mojada entera) estas muy caliente y mojada, nena.

Sofía: mmm, tú me pones así (dijo gimiendo ante su tacto)

Sonia: ¿yo, si no hice nada?

Sofía: ¿vamos a casa?

Sonia: no sé, no se…

Sofía empezó a comerle el cuello, a refregar sus tetas con las de Sonia y siguió con la mano, acariciando su chocho, mientras que Sonia le mordía el hombro y le seguía con el refriegue de pechos, tocándole el culo piel con piel y el chocho sobre el tanga a la vez.

No tardo mucho en claudicar….

Sonia: vale, vamos a tu casa…

Sofía: vamos, anda (riéndose)

Sonia: ¿de qué te ríes?

Sofía: de que no te ha costado mucho rendirte

Sonia: normal…me has encandilado con tus encantos

Sofía: ahora voy a tener la culpa yo de todo

Sonia: si…la tienes tú

Ambas se besaron, mirándose tiernamente y se cogieron el culo cruzando los brazos, las vi pasar cerca de la furgoneta.

Gabriel: ahora es el momento

Sofía: ¿cariño, quieres un caramelo?

Sonia: ¿insinúas que mi aliento, huele mal?

Sofía: no, tonta eres (riéndose)

Sonia: anda, dame ese caramelo

Sofía se saco el caramelo del sujetador

Sonia: ahora sí que lo quiero

Sofía: que tonta eres (le dio el caramelo y pronto estuvo en su boca)

Sonia: mmm…esta bueno

Sofía: ¿a qué sabe?

Sonia: a ti (iba a besar a Sofía, cuando se mareo y quedo en los brazos de Sofía)

Me puse la máscara y ayude a Sofía a meterla en la furgoneta, mientras que ella, con los ojos cerrados decía: “llévame a casa, me encuentro mal” y las metí juntas detrás y salimos a gran velocidad de allí, le cambie el color a la furgoneta otra vez, la matricula y para casa. Sofía se quedo con ella todo el camino, incluso mientras la pintaban la furgoneta, acariciándola y cuidándola, con la cabeza sobre sus rodillas.

Al llegar a casa, lo prepare todo, las ate a las 3, desnudas y tras saludar a Jenny efusivamente, que se había aburrido como una ostra, pero que aún seguía aquí, demostrándonos que era sincera del todo.  La espere desnudo, a que ella se despertara, estaba atada y tenía una venda en los ojos, antes había planeado mi jugada con las chicas, para que ninguna, olvidara nada.

Al poco ella empezó a dolerle la cabeza y al ver que no se podía mover, empezó a llorar y gritar...

Gabriel: soy el Dragón Negro, os he raptado, pero si me obedecéis, saldréis vivas de esta

Sonia: ¡¿Qué dices?!

Sofía: amor, ¿estás aquí?

Yolanda: ¿Quiénes sois?

Gabriel: bueno, vale ya de presentaciones…

Sonia: (me interrumpió) ¿pero qué quieres de nosotras?

Gabriel: lo primero, no me interrumpas (le di con la polla en la cara)

Sonia: ¡Agh que asco!, ¡¿qué haces?!

Gabriel: lo segundo calla y escucha

Sofía: cariño, hazle caso, a ver que quiere

Sonia: vale…vale…

Yolanda: sigue, ¿Qué quieres de nosotras?

Tras dejar un momento de silencio viendo si cumplían. Empecé a hablar.

Gabriel: voy a violaros, voy a embarazaros, voy a tatuaros y a haceros piercieng, pero si os portáis bien, os soltare con vida.

Todas fingieron sufrir con lo que les estaba diciendo, pero las reacciones de Sonia, fueron divertidas, cuando dije que las iba a violar, ella trago aire haciendo ruido del susto, pero cuando dije que la iba a preñar, su sonido fue bestial y rompió a llorar, poco le importo, en comparación, aunque tampoco le gusto que fuera a estrenar su cuerpo impoluto, cosa que a mí, me provocaba una poderosa erección.

Sonia: te dejare hacerme lo que quieras…si sueltas a Sofía sin hacerle nada.

Sofía: no lo hagas, Sonia (Sofía seguía con el juego)

Sonia: ¡cállate, nena!

Gabriel: ¿Cómo dices?

Sonia: ya lo has oído

Gabriel: veo que no entiendes la situación, no está en tu mano, si te hago lo que yo quiera o no, las tres, me pertenecéis, no estás en situación, de negociar.

Sonia: pero cuando me sueltes, seré libre.

Gabriel: te estaré vigilando

Sonia: vale…pero hay algo que no tendrás si no aceptas mi oferta

Gabriel: ¿el qué?

Sonia: colaborare, si no la violas

Gabriel: ¿colaboraras, por completo?

Sonia: por completo, nena, ¿tú me ayudaras a cuidar a su crio?

Sofía: lo hare, nena.

Sonia: soy tuya

Gabriel: mmm…no me lo dirás dos veces.

Tarde un poco en acercarme

Sonia: no me hagas rogarte

Gabriel: no lo hagas, aunque eso me pondría mucho

Sonia: ¿no te pone suficiente conseguir lo que ningún otro tío ha conseguido? ¿Tirarte a una lesbiana, que vaya a colaborar?

Gabriel: …claro, supongo que si…

Me puse sobre ella, ella se movió incomoda al notar mi polla dura apoyada sobre sus labios exteriores, no estaba nada mojada y la fui soltando, dejándole solo una pierna agarrada, iba a quitarle el antifaz, pero ella me detuvo.

Sonia: no me lo quites, me pone más, así

Gabriel: vale, como quieras, a mi me da lo mismo.

Sonia: guíame, un poco, es mi primera vez con un hombre

Gabriel: tú déjate llevar

Sonia: vale, lo intentare (dijo no muy convencida)

Me puse a besarla, al principio…sus labios permanecían cerrados, juraría que reprimía un sentimiento de asco, pero luego los fue abriendo, sin abrir los dientes en un principio y empezó a corresponderme el beso sin muchas ganas. A la vez empecé a refregarle la punta por la entrada, lo que la hizo dar un respingo y hacer el amago de cerrar las piernas pero cuando le dije “me voy a follar a Sofía, las abrió de nuevo con lentitud, aunque se la notaba al borde de un colapso nervioso y asqueada, se dejo hacer, pero no se mojaba. Luego, empecé a tocarle los pechos y el culo, pero tenía la misma reacción, me fui a separar un poco molesto, porque no estaba funcionando. Ella al notarlo, me agarro con sus piernas, para que no me retirara, empezó a acariciarme y abrió la boca finalmente y empezó a  besarme con lengua, poniendo interés, aunque se notaba que no tenía ganas, hice el amago de metérsela, pero estaba muy cerrada y muy seca, no entraba, para entrar me iba a tener que partir la polla, ella al notar mi intento se quejo de dolor, sin parar.

Empecé a intentar excitarla, tocándole el clítoris, los pezones, comiéndole el cuello y en un principio funciono, incluso conseguí que suspirara, pero luego se volvió a resecar del tirón, era más una especie de bloqueo mental, que una cosa física, porque los estímulos físicos funcionaban de básico, pero al instante se cerraba el efecto y era más contraproducente, que producente. Cuando note que funcionaba y que empezaba a excitarse y a mojarse, intente metérsela, conseguí meter la cabeza con gran dolor por parte de ambos, pero al instante lo note seco otra vez y tuve que sacárselo, la saque con sangre en la cabeza, aunque no había entrado ni siquiera la cabeza entera.

Gabriel: esto no está funcionando…

Sonia: ¿Qué esperabas? ¿No tienes lubricante, por ahí?

Gabriel: si…

Sonia: pues úsalo

Busque el tarro de lubricante, cuando pensé, soy idiota, lo deje a mano.

Gabriel: lo he pensado mejor, vas a chupármela

Sonia: oh por dios, no.

Gabriel: si por casualidad, se te ocurre mordérmela o algo parecido, te prometo, que no saldréis vivas de esta.

Sonia: vale, tráela ya, quiero acabar rápido.

Gabriel: vamos, haya.

Me tumbe sobre ella en postura de 69, le puse la punta de la polla en la boca, que ella mantenía cerrada, mientras que yo comencé a lamer el chocho por fuera, pasando por su clítoris y llegando hasta su entre pierna, ella al principio la olio e hizo como si tuviera una arcada, yo pare de lamerle el chocho un segundo, para decirle.

Gabriel: si vomitas, os voy a castigar a las tres

Sonia: vale…lo intento…tranquilo, dame tiempo

Yolanda: venga, que tu puedes

Sofía: hazlo por nosotras, nena.

Las palabras de Yolanda, pero sobre todo las palabras de Sofía, fueron las que le dieron fuerza para seguir, abrió la boca, se tapo la nariz, con una mano y con la otra le hizo de tope a la polla para que no entrara del todo y guiarla ella, con suavidad, mi polla fue entrando en esa cavidad. Mientras que yo ya le había abierto el chocho y empezaba a lamerle la entrada, con un dedo acariciaba su clítoris, consiguiendo otra vez, pequeños suspiros, cuando se sacaba la polla para respirar.

Gabriel: deja que entre entera, para que se llene de saliva y nos haga de lubricante natural

Sonia: vale…

Quito la mano y empecé a meterla con suavidad, provocando toses por su parte, arcadas, pero finalmente, aguantaba como una campeona y sus manos descansaban nerviosamente en mi culo. Yo mientras ya le había metido la lengua en el chocho y su clítoris había crecido un poco, incluso me pareció oírla gemir un poco, pero luego paro como enfadada consigo misma.

Al rato, me puse otra vez como antes, nos fundimos en un beso, que fue el detonante de que se pusiera cachonda, ya que mi boca, sabia a coño, a su propio coño, le toque las tetas y el culo, se la puse en la entrada, empecé a apretar y como estaba mojada, por primera vez, mientras que gemía en contra de su voluntad, empecé a metérsela, aun así, fue difícil, ya que no estaba mojada del todo y que por lo que parecía era su primera vez. Ya que la sacaba llena de sangre, al principio hizo un mohín de dolor y de asco al notarla dentro, se centro mas en el placer que le estaba dando mi boca, mis manos se centraron en sus pezones y lleve una de sus manos al clítoris e hice que la moviera, al hacerme caso y entre mis embestidas que pronto hicieron que tocara fondo en su chocho, pronto su cara de asco y de dolor, se torno en una de placer y de culpabilidad.

Al fin estábamos follando, al fin estaba mojando, al fin me estaba dando placer, una lesbiana, lo había conseguido, había conseguido el sueño de cualquier hombre hetero, aunque yo no fuera hetero.  Pronto sus gemidos se hicieron oir en toda la sala y me corri dentro de su chocho, haciéndola sentir un fuertísimo orgasmo, que mientras que yo me escurría dentro de ella e iba parando poco a poco, fui muy tierno con ella, ella a su vez, le costaba respirar, arqueo su espalda y pareció volverse loca, de placer, no podía hablar, solo temblar.

Gabriel: y esto no ha acabado, voy a hacerte sentir, lo que es el placer carnal, con un tio como yo.

Me heche, no solo lubricante en la polla y a ella en el boquete del culo, sino que me heche lo que quedaba de la colonia de las setas

Gabriel: hoy te voy a hacer gozar como una perra.

Sonia: no…por…favor…mas…no… (Dijo haciendo un gran esfuerzo, porque el orgasmo seguía) por…ahí…no

Gabriel: créeme, pronto, me suplicaras, que no pare

Le subí las piernas a mis hombros, a lo que ella no pudo hacer nada de resistencia, ya que no le quedaban fuerzas en el cuerpo, hacía tiempo que Yolanda había empezado a tocarse y Sofía no lo hacía pero estaba muy cachonda, le quite el antifaz a Sonia y ordene a la vez.

Sonia: ¡Noooo!

Gabriel: míralas, ¡Masturbaos!

Sofía empezó a hacerlo, la vista de Sonia iba entre una y otra, aunque en Sofía se paraba más y la miraba más veces, pero Yolanda era otro bono de excitación. Le puse la polla en la entrada del culo aprovechando que estaba distraída y empecé a apretar a pesar, de que estaba súper cerrada, mas cerrada aun que su chocho, que ya era decir y ella grito al hacérselo sin contemplaciones, entro hasta el fondo de una sola estocada por el lubricante y por las colonia de las setas, empezó a encadenar orgasmos uno detrás de otro, sin necesidad de moverme.

Gabriel: ¡Tócate! (le ordene)

Sonia: no puedo

Gabriel: ¡Que te toques! (Le lleve la mano a su clítoris y la otra a su pecho, pero apenas se mantenía consciente, como para tener que tocarse)

Así que lo hice yo, mientras ella ya no gemía, jadeaba, suspiraba como una loca y empecé a follarme el culo de ella sin contemplaciones, mientras los gemidos de Sofía y Yolanda empezaron a oírse en la sala y el olor a tres coños diferentes inundo mis fosas nasales, no tarde mucho en correrme en su culo, mientras que ella, gritaba, al notar el semen caliente, iba a sacársela, pero me cogió fuera de si por el cuello, quito sus piernas de mis hombros, llevo mi boca hasta la suya y antes de besarme…

Sonia: follame, hijo de la gran puta

Me metió un violento beso, que por poco no perdemos algún diente en el proceso, fuera de si, busco la penetración, incluso agarrándomela ya que no lo conseguía tirando de mi hacia arriba y se la metió en el chocho, volviendo a tener orgasmos uno detrás de otro, empezó a moverse y a apretar las piernas como si tuviera una sensación extraña y en el momento en que me volví a correr tras follarmela dándoselo todo y cayendo exhausto sobre ella, ella saco su boca de la mía para soltar…

Sonia: ¡¡Me meo!!

Se corrió sobre mí y quedo inconsciente del brutal esfuerzo,  con sus piernas abiertas y mi semen goteando de su culo y sobre todo de su chocho. Me limpie, del semen dentro de su boca, que había quedado un poco entre abierta.

Sofía: ¿Qué tal?

Gabriel: me ha encantado follarme a una lesbiana

Yolanda: no le cojas el gusto, que ahora te toca follarme a mí

Sofía: y a mí

Gabriel: ahora vuelvo, voy a tomarme una viagra…

Yolanda: tranquilo, de aquí no me muevo

Sofía: aquí estaré

Baje dispuesto a darles lo suyo a mis chicas, primero le di a Sofía y jugamos a las violaciones, lo que puso mucho mas a Yolanda y por último se lo hice a Yolanda, me arrastre hasta Sonia, la ate bien y me dormí, junto a las tres, al día siguiente, fui el primero en despertar, les heche cloroformo a las tres y me las lleve al motel y con una carta para cada una, las solté en la misma habitación, abrazadas las tres. Con Sonia en medio y las otras a cada lado. Me fui para casa, tras poner la furgoneta de otra forma y vi a Jenny, cuando llegue…

Jenny: ¿Dónde está Sofía, que os ha pasado?

Gabriel: nos rapto el Dragón Negro, a mi me acaba de soltar aquí, no sé qué ha pasado con Sofía…

Jenny: ¡¿Qué?! ¡¡¿¿ Qué??!!...

Gabriel: que…

Jenny: si, ya te oí, ¿Qué has hecho esta vez, Gabri? Sé que él, eres tú.

En ese entendí todo, Jenny ya sabía mi secreto, se lo conto Sofía en algún momento, fueron demasiadas emociones juntas, sufrí un mareo y me desvanecí allí mismo, mientras que ella, gritaba.

Jenny: ¡Gabriel! Ayúdame Raúl

mi empleado salió del cuarto de trabajo y todo se me hizo borroso por momentos…