Capitulo: 10 Dos Castigadas
Recogí a Javier, el extrañado se subió.
Javier: varón negro, ¿Qué ocurre?
Gabriel: vamos a castigar a una desobediente
Javier: ¿me dejara participar?
Gabriel: solo en el rapto, como siempre
Javier: ¿y si le dejo mis servicios, por 50?
Gabriel: no, solo en el rapto
Javier: ¿alguna vez, quizá?
Gabriel: quizá
Por el camino recogimos a Lion
Lion: ¿Cuál es el plan?
Gabriel: aun no lo se
Lion: vamos bien (dijo irónicamente)
Gabriel: tranquilo, se me ocurrirá algo
Lion: eso, espero…
Poco después, recogimos a Drc de la casa ocupa, que traía las cosas que había dejado mi padre, intento presentarse pero Lion dijo que prefería que no hubiera datos por medio, así que no llego a preguntar a Javi, que estaba deseando que le presentara.
Gabriel: para evitar nombres, seréis, sicario, espía y detective.
Javier: vale, encantado, de trabajar con vosotros, espía y detective
Lion: lo mismo digo
Drc: yo también, pero mañana me olvidare de vosotros.
Lion asintió y Javier lo observo sin decir nada.
Llegamos a la puerta del restaurante negro
Gabriel: a ver, espía, tu misión es la de reconocimiento.
Javier: ¿y la mía?
Gabriel: veamos primero el terreno
Lion: voy, toma (me dio un comunicador de oreja) yo llevo otro, púlsalo y te oiré, así podremos hablar.
Gabriel: suerte
Lion: no la necesito
Todos observamos cómo se movía, Lion en dirección al restaurante negro, parecía un tipo normal y corriente y sin embargo, era el que más preparado estaba para esto. Una vez que entro pasamos a la vista de la cámara que le había situado en el bolsillo, se dirigió a una mesa cercana a Yolanda y se sentó, cuando la cámara, las enfoco, vi que estaba con dos amigas y dos guardaespaldas detrás.
Lion: me parece que lleva cuatro guardaespaldas, los que no se ven, esta uno en la puerta de entrada y otro en la puerta del baño
Gabriel: maldita sea, será difícil
Lion: sí que lo será, si.
Gabriel: ya se, espía, ¿puedes encargarte del amigo del baño?
Lion: podría dejarlo inconsciente sin que nadie me viera y dejarlo inconsciente, unas horas.
Gabriel: te lo agradecería, no falles.
Lion: no, por favor, yo nunca fallo.
Gabriel: espera, no todavía.
Lion: dame una señal
Gabriel: Detective, ¿Qué drogas tienes?
Drc: de todo, ya lo sabes…
Gabriel: espía, ¿algún guardaespaldas tiene un vaso en la mano?
Lion: si, dos, el de la puerta y uno de los que está detrás de la chica
Gabriel: detective, ¿tienes algo que puedas hechar en la copa y que no lo deje inconsciente solo allí, volando?
Drc: si, déjamelo a mí, ¿a cuál de ellos?
Gabriel: al de la puerta, a mi señal los dos, ¿vale?
Lion: vale
Drc: vale
Drc se bajo del coche y se apoyo en una esquina cercana al local.
Javier: ¿y yo que hago?
Gabriel: eh visto pasar a un coche de policía, varias veces, así que tenemos que… hacer que los guardaespaldas salgan, así que, quiero que rompas un cristal de un coche sin que nadie te vea, luego entras en el local como si nada y haces de Javier de la cuadra de nuevo.
Javier: de acuerdo, me encanto ese papel
Gabriel: vale, rómpelo, yo voy al baño.
Desde la cámara de Javier vi como agarraba un pedrusco, mientras entraba para ir al baño
Gabriel: espera, Espía, ahora deja inconsciente a ese cabron y pon en el baño de mujeres, que está estropeado que entren en el de hombres, Detective droga a ese tipo ya, sicario, espera el listo de detective y entonces rompe el cristal.
Desde la cámara vi como Lion, iba al baño, hacia que el guardaespaldas le dejara paso y al darse la vuelta le tapaba la boca, pulsaba un lugar en el hombro y el tío, no se revolvía ni nada, caía inconsciente al instante.
Lion: listo
Gabriel: vete a la furgoneta y llévatela a la parte de detrás del restaurante
Lion: considéralo hecho
Drc: listo, el tío estará volando en cuanto le dé un trago
Escuche como la alarma de un coche sonaba, como las sirenas de la policía sonaban, desde la cámara de Drc que estaba en la barra, vi como los dos guardaespaldas que estaban junto a Yolanda salían afuera a ver qué pasaba, confiando en que estaban tanto el del baño como el de la puerta principal.
Javier: de la cuadra entra en escena (dijo mientras se cruzaba en la puerta con los dos guardaespaldas que casi se lo llevan por delante)
Al acercarse a Yolanda, Yolanda sospechaba lo que significaba, que él estuviera aquí, pero su mejor amiga lo confirmo.
Javier de la cuadra: hola, Yolanda, ¿te acuerdas de mí?
Yolanda: creo que sí, vagamente, pero si.
Mejor amiga: oye, ¿tú no fuiste el que dejaste a mi amiga, con el tipo que se la llevo al otro?
Yolanda: si, creo que si…
Otra amiga: ¿Dónde están tus guardaespaldas?
Gabriel: mierda, maldita sea…ahora que, sal de ahí, Javier, sal de ahí.
Javier de la cuadra: no, yo no fui, me largo
Yolanda: no te vayas, espera.
Javier de la cuadra: me sigue, Dragón Negro
Gabriel: llévala al baño
Haciendome caso, la empezó a llevar al baño, ella lo iba siguiendo, llamándolo
Gabriel: Detective, vete a la esquina, te recogeremos allí
Drc: vale, allí estaré
Javier entro en el baño
Gabriel: ponte ahí de espaldas
El me hizo caso y en ese momento, Yolanda entro tras el
Yolanda: ¿tienes algo que ver con el Dragón Negro?
Javier de la cuadra: no, déjeme
Yolanda: ¿Qué querías de nosotras?
Javier de la cuadra: …
Yolanda: ¿te gusto?
Y en ese momento, la atrape con un trapo de cloroformo por detrás, ella se resistió un poco y callo inconsciente.
Gabriel: cógela y métela en la furgoneta
Arriesgándome un poco, con una máscara, salte tras ellos y me monte en la furgoneta, recogí a todos y hasta salir de allí, no me quite la máscara, tuvimos un momento de excitación por haberlo conseguido, tras eso deje a Lion donde lo recogí y a Javier, donde la recogí, así que solo Drc lo presenciaría todo. Llegamos a la cabaña, mientras que Drc demostraba su entusiasmo.
Drc: ¿Qué le vas a hacer?
Gabriel: ya lo veras, tengo varias sorpresas.
Drc: estoy deseando verlo
Gabriel: y lo veras, amigo, y lo veras.
Llegamos a la cabaña, me ayudo a cargarla y al bajar, le dije a mi amigo que no hablara en ningún momento, atamos a Yolanda, le puse el antifaz y la desperté, con un mejunje juntándomelo en el dedo y entonces se despertó.
Yolanda: Dragón negro, ¿estás ahí?
Lo que más morbo me daba de la situación es que Sofía podía oírlo todo, pero tampoco podía participar, ni ver nada y Drc podía verlo todo y oírlo, pero no podía hacer ni decir nada. Yolanda, lo único que recibió por respuesta es un beso, que le confirmo, que era yo.
Yolanda: he estado esperando esto, follame, follame otra vez, préñame de nuevo
Pero, las cosas no iban a ser, como quisiera ella, conociéndola además, eso la pondría. Metí mi polla entre sus tetas y comencé a pajearme con sus tetas.
Yolanda: ¡noooo! Eso no, no lo desperdicies, dámelo en el coño
Sofía estaba empezando a mojarse, a pesar de que tenía cara de celosa. Seguía utilizando sus suaves, grandes y blanditas tetas, para pajear mi polla, mientras que ella, seguía pidiéndome, de todas las maneras habidas y por haber, que me la follara.
En el momento en que me corrí en su cara, en sus tetas y entre ellas, vi como la muy guarra se relamía mojada perdida.
Yolanda: no pienso dejarte follarme cuando quieras, porque no has querido cuando has podido
La cogí por el pelo, provocando que ella se callara al instante e hiciera un gemido de miedo
Gabriel: ¿Aun no has entendido, que aquí no mandas tú, mando yo?
Yolanda: no me la meterás
Gabriel: eso ya lo veremos, si estas chorreando, guarrilla
Ella se cayó la boca colorada, con el chocho bastante mojado se lo puse en la entrada y apreté un poco, los labios exteriores cedieron para dejarlo pasar pero los interiores no y al fijarme en Yolanda vi que estaba apretando la entre pierna, me estaba retando y eso no lo podía consentir. Empecé a apretar con fuerza la polla, cedió un poco, pero por poco no llego a entrar, ella empezaba a ponerse colorada, demostrando que no aguantaría mucho y que era la primera vez que lo hacía. Cuanto más apretaba yo, mas cedía y mas mojada se ponía. Seguí apretando aunque sentía que me la iba a partir en dos, en un momento tuvo que respirar y el chocho se abrió del todo, dejándome pasar de fondo, provocando que ella tuviera su primer orgasmo y que yo me abrazara a ella jadeando en su oído, mientras tenía su propio orgasmo, entre jadeos, gemidos y suspiros…
Yolanda: sácamela cabron
Gabriel: me voy a correr en tu interior, durante tres días, esta vez te preño, si o si.
Yolanda: ¡no!
Gabriel: poco me importa tu voluntad, cuando salgas de aquí, no podrás tomarte la píldora del día después, ya habrán pasado las 72 horas.
Yolanda: eres un cabron maquiavélico
Sin embargo, al oír todo eso se había puesto mucho mas mojada, empecé a follarmela, sin sacarla del todo y metiéndosela hasta el fondo, intentaba volver a apretar el chocho, para evitar que entrara de nuevo, pero como no la terminaba de sacar lo único que hacía es darme más placer, pronto le estuve gimiendo en el oído, mientras que se lo comía y le comía el cuello, poniéndola más cachonda, al hacerle algo que no quería y en lo que se sentía indefensa. Empecé a acelerar el ritmo, ella empezó a tener un orgasmo, lo que le hizo contraer el chocho rítmicamente involuntariamente, dándome el placer que necesitaba, para terminar por correrme en su interior, a la vez que ella gritaba: “¡¡noooo!!” yo le gritaba en su oído: “¡Siiiii!” y luego deje que su chocho rebañara todo mi semen, dentro de ella, en silencio, mientras que ella, ahora con sus fluidos mezclados con los míos, suplicaba que se la sacara y que la dejara en paz.
Gabriel: veo que aun no entiendes…
Yolanda: no, no, si entiendo, ¡sácamela!
Grito, mientras comenzaba a follarmela de nuevo, sin dejarla descansar, si quiera.
Mientras que sus gemidos, se hacían notar, por toda la sala
Veía como Sofía estaba chorreando de escuchar solamente esto.
Y cuando la hice tener un par de orgasmos y me corrí dentro otra vez, ella no dijo nada, absolutamente, nada, solo lloraba, así que le quite la mordaza a Sofía le di un morreo en la boca, le toque el chocho, para provocarle un gemido, luego junto a ella me olí la mano para que lo escuchara y subí para arriba con Drc, para cenar, dejándolas ciegas, pero sabiendo que había otra tía al lado.
Mientras subíamos, solo pude escuchar…
Yolanda: ¿Quién eres?
Sofía: Sofía ¿y tú?
Yolanda: yo Yolanda
Poco después las deje solas.
Yolanda: ¿has estado escuchando todo?
Sofía: si…
Yolanda: qué vergüenza, ¿y por qué no dijiste, nada?
Sofía: estaba amordazada
Yolanda: ¿y te la ha quitado, ahora?
Sofía: si, seguro que quiere que nos conozcamos, este no hace nada, por nada
Yolanda: seguro y a mi quiere preñarme, sea como sea.
Sofía: es mejor que le hagas caso en todo, así te hará menos daño, disfrutaras más y te liberara antes.
Yolanda: ¿es tu primera vez?
Sofía: mi segunda ¿y tú?
Yolanda: también mi segunda, ¿Qué hiciste tu, para que te raptara?
Sofía agradeció el gesto a Gabriel, no hubiera soportado que tan solo la raptara una vez y a Yolanda dos veces seguidas.
Sofía: no lo sé, ¿y tú?
Yolanda: tomarme la pastilla del día después
Sofía: ¿a quién se le ocurre?
Yolanda: no sé, me pone desobedecer, me pone ser una niña mala
Sofía: ¿entonces qué vas a hacer, vas a hacer que te vuelva a raptar, siempre?
Yolanda: no lo sé… pero si me viene una necesidad, buscare la forma, de que me rapte otra vez.
A Sofía le daba lástima esta chica, no era tan fuerte como ella y le había creado el Dragón Negro una dependencia de ser forzada, ser lastimada, si no, no se ponía, si no, no era feliz, ella lo había asumido dentro de su personalidad, mientras que esta chica, lo había adquirido, para poder soportarlo.
Sofía: ¿y por qué no, sales con él?
Yolanda: ¿con quién?
Sofía: con la persona normal, debajo del dragón negro
Yolanda: lo intente esta mañana, pero me hecho de su consulta
Sofía: ¿Qué es medico?
Yolanda: no puedo decirte que es, lo quiero demasiado para traicionarlo.
Sofía se mordió los labios, estaba comprobando la fidelidad de la chica y era alta, además se sentía un poco, identificada con esta chica, no hubiera soportado estar sin Gabriel, una vez que la soltó, encontrarlo gracias a Jenny, fue un regalo del cielo y no quería perderlo nunca, pero claro, compartirlo con una tercera chica, lo dificultaría todo.
Sofía: ¿Piensas entonces hacer que te rapte una y otra vez?
Yolanda: si
Este Gabriel lo sabía y quería que Sofía le diera su permiso, sin embargo, Jenny era otro cantar, ella sospechaba muchas cosas, pero no sabía nada, finalmente, si seguían así, tendrían que contarle, a pesar de todo, no podía dejar a esta chica así, aunque no le gustaba la idea de compartirlo, no quería que se arriesgara raptando seguidamente una y otra vez a la misma, eso lo haría predecible y lo perdería para siempre.
Sofía: yo soy una de sus mujeres y si quieres, te doy permiso para salir con el.
Yolanda: ¿Qué, en serio, cuantas tiene?
Sofía: por ahora dos, contigo seriamos tres y esperemos que se quede el numero, ahí.
Yolanda: ¿crees que el querrá?
Sofía: esta mañana te hecho de su consulta, porque nos quiere y es fiel a su manera.
Yolanda: entiendo, entonces…se lo diré, cuando llegue
Sofía: no, por dios, ¿no te gusta jugar?
Yolanda: ¡Me encanta!
Sofía: pues no se lo digas hasta el final, quiero ver adonde llega con su juego
Yolanda: uf y yo también, es imaginármelo nada más y ya me pone
Sofía: no sabes cómo me ha puesto de cachonda y de celosa, oíros follar.
Yolanda: ¿lo siento?
Sofía: ¿lo sientes?
Yolanda: no mucho, en verdad, jodete y muérete de envidia, zorra.
Y ambas rieron, mientras tanto arriba…
Subí para mear, cenar y despedir a Drc, ya había visto, la parte publica de la sesión.
Drc: ha estado bien, corto, pero me he hecho dos pajas de campeonato
Gabriel: me alegro, amigo, siento decirte, que el resto de la sesión, es privado
Drc: soy tu nuevo fan, empezare a leer los periódicos, para saber de tus andadas
Gabriel: ¿leer? Si pensaba que tu solo usabas el periódico para tus porritos
Drc: y así era, ahora tendrá dos usos, así los uso, mejor y reciclo.
Gabriel: ¿reciclas? (me reí) ¿quieres quedarte a cenar, antes de marcharte?
Drc: no esperaba menos de un amigo
Gabriel: ¿amigo? Tú no tienes de eso
Drc: eh, eso no es verdad, los billetes de quinientos, son mis mejores amigos
Gabriel: no me jodas y los míos…
Nos pusimos a cenar y durante la cena, surgió un tema, que no esperaba.
Drc: Quiero hacerlo
Gabriel: ¿el que?
Drc: Alguna vez, quiero violar a una chica
Eso provoco mis risas
Gabriel: ¿creí que eras un mero observador?
Drc: a veces el que observa, si le gusta lo que ve, quiere participar.
Gabriel: ¿y por qué me lo cuentas a mi?
Drc: bueno… tú eres el experto
Gabriel: ¿me pides consejo o ayuda?
Drc: un poco de ambas
Gabriel: si yo te ayudara, seria con mis condiciones
Drc: se que tus condiciones son:
- Ayudar a la chica a mejorar su vida
- Preñarla para perpetuar la sangre de tu linaje
- No matarla, ni hacerle ningún daño
¿me falta alguna?
Gabriel: que bien me conoces, hijo de puta
Drc: la primera y la tercera, me parecen bien, pero me gustaría morirme, sabiendo que soy solo yo, la segunda, ¿podría remitirse?
Gabriel: si quieres la preño, yo por ti
Drc: vale, me parece bien.
Gabriel: El consejero Negro entra en acción.
Drc: ¿nunca has pensado tirarte a una negra, por qué tienes una obsesión con todo lo negro?
Gabriel: si, que lo pensado, si, ya surgirá, no hay prisa.
Tras eso, lo lleve a la puerta y lo despedí, con la promesa de que pronto, haríamos eso, cerré bien cerrada la puerta, frotando una mano con la otra con ansia, lleve un solo plato de comida, para abajo, ellas estaban hablando, cuando escucharon que abría la puerta y comenzaba a bajar, se callaron.
El olor de flujos diferentes inundaba la sala, pero el de la comida empezó a asomar, sobre sus respectivos olores, que aunque parecidos, eran totalmente diferentes.
A las dos, les rugió el estomago.
Gabriel: veo que ambas tenéis hambre
Sofía: si, Dragón negro
Yolanda: mucha, no me dejaste terminar de cenar
Gabriel: hagámoslo como un juego, me la vais a chupar tan solo usando las bocas, porque no desatare ni una mano a ninguna de las dos, la que se lleve el semen y se lo trague entero, cenara, la otra se llevara el castigo. ¿Lo habéis comprendido?
Sofía: si
Yolanda: si…
Gabriel: no vale hacerme daño o haceros sangre, por lo demás, podéis usar la boca o la cabeza, como queráis, para evitar que vuestra rival gane, la que rompa la regla, perderá automáticamente y se llevara doble castigo (junte sus cabezas a la mía, poniéndola en medio de las suyas y con un tono siniestro que las hizo temblar, dije)y en este caso, los castigos, no serán placenteros…
Luego puse la polla en medio y guie sus cabezas hasta el lateral de su cabeza, y dije: “tiempo” para mi sorpresa ambas empezaron a jugar con la lengua, Yolanda de lado a lado y Sofía de arriba a abajo, jugando con su separación de lengua. A veces sus lenguas se tocaban, pero ninguna hacia amago de retirarse, ni de asco, el morbo de ver cómo me la lamian ambas a la vez, me la termino de poner dura y en poco tiempo, estuvo completamente húmeda con dos salivas diferentes. Al poco Yolanda, se adelanto a Sofía metiéndosela en la boca primero, con la cabeza solo dentro, apretó sus labios a su alrededor y empezó a jugar con su lengua, alrededor, absorbiendo, como si fuera a salir así, el semen. Sofía, siguió lamiendo de arriba abajo y cuando llego de el borde hasta la punta, lamio la boca y la cara de Yolanda, al darse cuenta que Yolanda se le había adelantado, la empujo con su cabeza, provocando que Yolanda soltara mi polla por la sorpresa, momento que aprovecho, Sofía para metérsela hasta la mitad en la boca, sabiendo mucho mas lo que me gusta y de paso sea dicho, mamar una buena polla.
Mis gemidos no se hicieron esperar, cuando Yolanda abrió la boca, para meterse casi todo el lateral de la polla y empezar a jugar con su lengua por dentro. Sofía seguía intentando metérsela entera, cuando Yolanda, la mordió, haciendo que Sofía saltara y Yolanda busco la punta, lamiendo mi polla hasta el final y se lo metió también hasta la mitad, mi polla en un momento estaba en la boca de una y en un momento en la boca de otra, esto era el cielo, cada vez se hacían más sonoros mis gemidos y eso que yo no era de gemir. Sofía volvió al ataque, le busco la oreja y se la mordió, Yolanda grito, soltó, la empujo con la cabeza y se la metió en la boca, casi hasta el fondo, de lado, por la posición, que había acabado. Estaba a punto de correrme, chocaron de frente, así que Sofía se retiro, Yolanda, más dura que Sofía se la metió en la boca hasta el fondo, Sofía empezó a empujar, provocando que Yolanda me la chupara girando sobre sí misma, estaba a punto de correrme, cuando empujando y empujando Sofía fue haciendo retroceder a Yolanda, esta agarro el piercieng de la punta de mi polla pero al notarlo y yo gritar de dolor, soltó y Sofía, se la metió en la boca, hasta el fondo, provocando que me corriera a borbotones en su boca, gritando de placer.
Sofía sonrió, con la polla aun dentro de la boca y Yolanda se quejo.
Yolanda: noooo…por poco, maldita sea.
Cuando termino de comer Sofía, busco su boca y le comió la boca, compartiendo el semen, que aun no se había tragado.
Yolanda: ¿esto, vale?
Gabriel: solo para ponerme cachondo
Yolanda: eso, no lo necesitas, eres un campeón.
Le quite el antifaz a Sofía para que comiera y le solté una mano.
Gabriel: come, yo mientras tanto, voy a premiar a Yolanda, por perder
Yolanda: ¿Qué me vas a hacer?
Gabriel: ahora lo sentirás en tu cuerpo
Yolanda: ¿mas tatuajes o piercieng, no por favor?
Gabriel: ya sabes que cuanto más me lo pidas, mas lo hare
Yolanda: ¡noooo!
Gabriel: no me hagas amordazarte
Yolanda: vale, seré buena…
Gabriel: eso espero
Sofía mientras tanto comía en silencio, mirándonos a ambos sin decir nada
La ate para que no se moviera nada.
Gabriel: ¿anestesia?
Yolanda: ya sabes que no, no te dejare ganar
Gabriel: que te gusta que te mal traten preciosa
Yolanda: ¡no! Me gusta que lo hagas tú
Ella sonrió, yo sonreí y Sofía nos miraba con celos.
Prepare todos los materiales mientras que ella esperaba en silencio. Y Sofía miraba bastante interesada mientras que, seguía comiendo.
Cuando empecé a hacerle el piercieng en el ombligo, haciéndole el ojo al Dragón Negro que tenía tatuado, ella grito de dolor, hasta que lo termine de hacer.
Gabriel: ¿tanto te dolió?
Yolanda: ese ha dolido
Gabriel: pues te has mojado, más.
Yolanda: calla, idiota.
Gabriel: ¿calla, idiota? ¿Sabes con quien estás hablando, pequeña?
Yolanda: si, con Gabriel, mi Dragón Negro
Gabriel: no me vas a ablandar por eso…
Yolanda: ¿Qué me vas a hacer ahora?
Gabriel: ya lo notaras…
Le di la vuelta, la puse con el culo en pompa y ella pensaba que le iba a hacer otra cosa…
Yolanda: eres un guarro
Gabriel: aun no, eso viene después
Yolanda: ¿entonces?
Gabriel: ¿anestesia?
Yolanda: no…
La ate bien, para que no se pudiera mover lo mas mínimo Y me dedique a tatuarle una mano en la nalga, como si la hubieran nalgueado y otra mano tocándole el chocho, cuando acabe, ella no había soltado ni un grito y cuando acabe…
Sofía: qué bonito
Yolanda: ¿ha quedado bien? Quiero verlo
Sofía: si, ha quedado muy bien
Gabriel: te permitiré verlo, pero me debes una.
Yolanda: vale… ¿tú no haces nada gratis?
Gabriel: no, nada que no quiera hacer yo.
Le quite el antifaz y se lo enseñe todo, a ella le gusto.
Yolanda: es bonito
Gabriel: ahora te toca a ti, Sofía
Sofía: ¿Qué me vas a hacer?
Gabriel: tranquila, a ti te voy a castigar menos
Sofía: ¿por qué me castigas?
Gabriel: ¿recuerdas cuando te pregunte sobre algo y te negaste a decirme?
Sofía: pero luego te lo conté en la cena
Gabriel: eso ya no valía
Sofía: bueno, a mí si ponme, anestesia
Gabriel: voy
Le hice un tribal, de una rosa negra, trepada por una draconiana blanca, que le subía hasta el ombligo y le bajaba hasta el comienzo del chocho, una vez le hizo efecto la anestesia y le puse piercieng en los pezones. Ella no noto nada y cuando se vio…
Sofía: qué bonito el tatuaje, ¿Qué le has hecho a mis pechos?
Gabriel: ¿no te gusta?
Sofía: tendré que probarlo
Gabriel: lo vas a probar, ahora que no notas nada.
Sofía: ¡que malo eres!
Gabriel: (con una sonrisa maquiavélica) si, lo soy
Me tire sobre ella, mientras nos besábamos, le apretujaba los pechos aunque ella no notaba nada, por eso lo hacía sin contemplaciones excepto en los pezones, que estaba sensibles por el reciente piercieng, aunque le había puesto cicatrizante especial, era bueno, no milagroso. Empecé a refregársela por el chocho, estaba tan mojada que me costaba no metérsela ya mismo.
Sofía: dios, solo siento los besos, tengo el chocho y las tetas dormidas…va ser como si te follaras a otra.
Gabriel: eso es lo divertido
Ella me seguía los besos con mucho interés, me empecé a centrar en sus pezones, mientras que empezaba a metérsela sin que ella apenas se inmutara. Empecé a follarmela, sin dejar de besarla y cada vez amasando mas sus tetas, entre mis manos, ella me acariciaba a mi también y no dejaba que me quitara tampoco, a pesar de no notar, casi nada. Yo iba acelerando mas mi velocidad, centrándome en mi, ella empezó a jadear un poco mostrando que ahora algo si que sentía, le empecé a comer el cuello y ella me mordió el hombro, mientras que le tocaba el pelo, soltando sus tetas al fin, mi polla a pesar de todo, estaba rodeada de bastante liquido y de un chocho que se ajustaba perfectamente a ella.
Al poco me corrí, dentro de ella, me heche la colonia de las setas en mi polla…
Gabriel: cómemela
Sofía: tráela
Nada mas empezó a chupármela, empezó a encadenar orgasmos uno detrás de otro, ella con cada orgasmo abría la boca, para respirar y luego continuaba con su labor, hasta que me la puso dura del todo de nuevo, entonces me separe de ella, dejándola respirar y me acerque a Yolanda.
Yolanda: ¡no! A mi déjame en paz
Gabriel: no sabes lo caliente, que me pone esta postura
Se la empecé a meter en el chocho que tenia chorreando desde detrás le entro con facilidad y automáticamente, empezó a gemir como una loca y tener orgasmos uno detrás de otro, ella al menos acababa de su orgasmo, antes de tener el siguiente, le tocaba las tetas, le comía el cuello, hasta que me corrí dentro de ella y ella se corrió sobre el colchón. Ambas estaban jadeando sin respiración y yo, ya no podía más, así que me despedí de ellas.
Gabriel: hasta aquí llego el juego hoy, chicas, mañana, me tomare una viagra y seguimos.
Sofía: te queremos contar algo
Yolanda: tengo el permiso de tu mujer, para ser tu tercera chica
Gabriel: ¿en serio, me lo estáis diciendo?
Yolanda: en serio…
Sofía: si, en serio.
Gabriel: voy por la viagra ahora, esto hay que celebrarlo…
Tras horas follando con las dos, ya sueltas, Yolanda resistiéndose y Sofía ayudándome a violarla y dejándose hacer por mí, caímos inconscientes los tres…