Capitulo 9 La noche más esperada

                No esperábamos encontrarnos a Concha tan pronto, estuvo a punto de pillarnos haciendo cosas en su casa, menos mal que acabamos antes, pero que nos hubiese pillado haciendo manitas era también malo podía hacerse ideas equivocadas, yo a esa mujer la quiero como a una segunda madre, no quiero hacerle daño ni a ella ni a su hija, su hija sabe lo que ahí, pero, la madre sigue queriendo unirnos para que todo sea como antes, pero el pasado, pasado es.

Didi: hola mama, ¿adónde fuiste?

La madre puso una sonrisa, me miro a mí, que estaba colorado y la miro a ella que imagino estaba igual y dijo:

Concha: no hace falta que disimuléis mas, se que ha pasado algo ahí arriba

Cuando yo iba a hablar, me hizo una señal con la mano de que parara y me dijo:

Concha: se que aun no sois nada y quizás no lo seréis nunca, pero, dejadme tener esperanza, ¿vale? Por ahora me conformo con esto.

Didi y yo nos miramos, hicimos un cabeceo positivo, decidiendo así, seguir como si nada. Tenía que aceptarlo había algo que con Paola no había familiaridad, pero también había que aceptar que no es lo mismo un amor que está naciendo, que uno que está reviviendo, no comienzan con la misma fuerza ni con el mismo deseo.

Axel: Mañana tenemos que comer los 3 juntos, he venido a veros a las dos, no solo a didiana

Didi: si, me encantaría

Concha: vale, ¿pero qué te hago de comer?

Axel: mi plato favorito, ¿recuerdas cual es, no?

Concha: echo, claro que si ¿Por qué lo preguntas?, ¿mañana a qué hora?

Axel: ¿a las 3? Porque otras no se acordaban

Didi me metió un codazo en el costado con disimulo

Axel: ¡au! Bestia…

Los dos nos miramos de reojo, nos reímos y la madre, nos acaricio en la cara por el lado contrario a cada uno, nos dio un beso a mí en el lado izquierdo y a ella en el derecho.

Concha: estaré haciendo la compra hasta las 2 y media, pero si quieres venir a ver a Didi antes esta es tu casa, ¿ya lo sabes, no?

La madre y yo, nos dedicamos una sonrisa de complacencia y por ultimo Didi y yo nos miramos, yo le guiñe el ojo descaradamente delante de la madre y ella se rio, mientras que la madre me acariciaba la cabeza, le conteste.

Axel: no te preocupes, lo sé.

Concha: suerte en el mesón, hasta luego chicos

Axel: eso espero, hasta mañana

Didi: hasta luego mama

Al salir de la casapuerta íbamos separados, porque era la calle más concurrida de todo el pueblo, al ser la calle que lo cruza, el mesón estaba subiendo una cuesta leve pero continúa desde aquí, al pasar por la peluquería de Paola de reojo mire sin poder evitarlo, vi a Paola preparándose para entrar, parece que se me puso carita de tonto, porque Didi me dijo.

Didi: ¿es ella?

Axel: ¿eh, que?

Didi: ¿que si es la que te gusta, ahora?

Axel: ¿Por qué lo dices?

Didi: bueno, primero porque yendo junto a mí, nunca has mirado a otra y segundo porque así me mirabas a mí, cuando te deje.

Dado que ella me dejo justo cuando comenzaba a enamorarme de ella, hasta ahora nunca estuve con una chica de la que estuviera enamorado, quizás alguno si lo lograron, pero yo no, yo tuve que conformarme con chicas que solo me atraían o que solo me gustaban.

Axel: si, ella es.

Didi: ¿me la presentas?

Axel: ¿para qué?

Didi: quiero darle mi visto bueno, por si consigue quitarte de mis manos

Axel: vale, como quieras.

Nos planteamos cruzar por el paso de peatones que ahí justo en la mitad de la cuesta, yo estaba bastante nervioso en realidad, me sonaba muy raro lo que Didi había dicho pero no podía hacer nada, porque decirle que no, sería una bobada, vendría ella más tarde sola a la peluquería donde suele venir y en realidad sería peor el remedio que la enfermedad. La verdad ignoraba si había otra más en el pueblo,  pero, antes de cruzar le dije:

Axel: se buena, ¿vale?

Didi: tranquilo, siempre lo soy.

Axel: bueno, con Jairo no lo fuiste.

Didi: mis motivos tendría, ¿no crees?

Axel: quizás, yo soy muy bueno, así que conmigo no los tienes, ¿no?

Didi: mmm, ¿tu bueno, cuando? (risas)

Yo le sonreí, mientras pensaba en realidad siempre lo soy.

Axel: crucemos, confió en ti.

Ella al decirle eso, me dio la mano y luego me la soltó a modo de caricia. De repente Paola me miro, se me acerco con una sonrisa en la carita, me dio dos medio picos muy dulces, para decirme luego:

Paola: ¿Quién es tu amiga?

Didi: soy su ex.

Al decir eso, yo le puse una mirada de reproche a Didi que ella ni miro, estaba demasiado ocupada escrutándose con su nueva rival, Paola me miro algo confundida, al tiempo que su sonrisa desaparecía, por una mueca incomoda.

Paola: ah yo soy Paola, una amiguita de él, no sé si te habrá dicho que me está conociendo.

Didi: si, ya lo sé y me lo ha dicho,  pues cuidado que donde hubo fuego quedan cenizas.

Paola: no te preocupes, que un fuego grande, apaga un fuego pequeño

Acercaron sus cabezas, Paola mirando hacia arriba y Didi mirando hacia abajo, en ese momento, yo actué, vi que se iban a matar allí mismo, a la altura del escote metí una mano por cada lado y las separe, no fue queriendo pero era el impulso que me dio, me lleve un guantazo de cada una, la verdad no sé ni cual dolió mas, ni me importa.

Paola: huy, lo siento Axel

Didi: déjame compensarte, Axel

Axel: mmm, mira que ya me dijo mi padre, no te metas entre 2 gatas, que siempre sales arañado, para una vez que no me lo merezco, recibo.

Paola: solo era un pique sano, ¿me perdonas?

Didi: solo era midiendo fuerzas, Axel. ¿Nos perdonas?

Axel: si… ¿sano para quién?, ¿para vosotras, no? Porque lo que es para mí…

Ambas me abrazaron mirándose mal

Axel: quita, que me voy, Paola nos vemos esta noche y Didi nos vemos mañana.

Mientras me iba, mirándome por el móvil si me habían dejado marca, mientras me iba pude escuchar sus últimas palabras, me dejaron solo un poco colorado, pero bueno, no me lo merecia.

Didi: cuidado, que como tardes mucho me lo llevo para mí

Paola: no te preocupes, si esta noche lo veo yo, no tu.

Seguramente siguieron peleando pero yo ya no escuche más, desde el principio supe en realidad que esto iba a salir mal, pero al estar yo suavice las cosas entre ellas en medida de lo posible, exceptuando la ostia que me lleve, claro, que con eso no contaba.

Llegue justo a y media al trabajo, nada más entrar fui saludado por la jefa y por Antonio.

Antonio: ¿Qué te ha pasado?

Axel: nada, peleas de gatas.

Antonio: (risas) ¿y saliste tu escaldado?

Axel: si, por meterme en medio ¿y mis compañeras?

Jefa: se han puesto malas, ¿puedes hacer tu solo toda la tarde y por la noche te ayudamos Antonio y yo?

Pensé que remedio…

Axel: eso esta echo

Jefa: bueno, ¿que querías enseñarme?

Le enseñe los papeles de la contabilidad y del almacén, tras pensárselo un poco

Jefa: vale, lo voy a pensar esta semana, la semana que viene te contesto, ¿vale?

Axel: vale

Jefa: hasta ahora

Antonio: yo me quedo a echarle una mano

Jefa: Antonio, ¿¡y la vuelta que me prometiste y los mandados!?

Axel: no pasa nada Antonio, ve.

Ambos se largaron aunque Antonio mirando hacia detrás con penita, pero bueno igual estaban dejándome a mí a cargo de atender, cobrar y buscar las cosas del almacén, solo estaban los cocineros para echarme una mano, hoy la gente protesto, yo me estrese bastante la verdad, no tuve descanso de media tarde que hoy sobre todo me hacía falta, pero aguante fielmente hasta mi hora de salida, lo peor fue la hora de la cena, pero gracias a dios, Antonio hizo bastante y la jefa ayudo un poco solamente, porque estaba examinando mis papeles o esa fue su escusa.

Hoy mi lema fue, quien algo quiere, algo le cuesta, lo peor es que yo estaba derrotado, no tenía ganas de nada y había quedado con Paola, además vino a recogerme detalle que agradecí en lo más profundo de mi alma, no es por dramatizar pero hoy había sido el día mas duro de mi vida laboral.

Paola: ¡holaaa, Axel!

Me dio 1 pico que como siempre me sorprendió

Axel: hola, Pao, ¿Qué tal el día?

Paola: te veo desganado, deduzco que el tuyo hoy duro

Axel: uf, duro no lo siguiente, ha sido horrible.

Paola: ¿aun así, quieres salir?

Axel: ya sabes que sí, que quiero.

Paola: aish mi niño, que monoso eres

Me abrazo con mucha fuerza y yo en contestación le bese la frente, se me agarro de la cintura y fuimos así paseando hasta el hotel, ella fue contándome todo lo que había hecho en la peluquería de camino y que le caía mal mi ex, aunque dijo que tenía buen gusto y yo le conteste: “sino mírame contigo”.

Paola: aish que cosas dices Axel

Axel: digo la verdad

Paola: pues dime la verdad, ¿Quién te gusta ella o yo?

Axel: esa no es la pregunta correcta

Paola: ¿ah, no y cuál es?

Axel: ¿Cuál te gusta más de las dos?

Paola: mmm, ah comprendo, ¿y cuál?

Axel: tu, tonta.

En ese momento no me dijo nada, pero,  la vi sonreír de oreja a oreja, el resto del tiempo de camino le fui contando mi duro día tras la “caricia” de ambas en mi cara.

Y justo en la puerta, me dijo: “no te preocupes, cena bien, arréglate bien, que ahora nos vemos, yo voy a arreglar tu día y hacer que sea la mejor noche de tu vida.

Haciéndole caso, me emperifolle todo lo que pude,  me puse pijo aunque no era mi estilo una camisa blanca de marca, con decoraciones, pantalón vaquero negro, cinturón blanco de rayas de tigre y mocasines negros, el pelo de punta por arriba y detrás, colonia, champú, gel, desodorante y desodopie olor a caramelo.

Abajo me tome 2 cafelitos, una bebida energética, un sándwich mixto y tarta de chocolate, para obtener toda la energía posible, volví al cuarto, me vi a Paola, bebiéndose todo el mini bar.

Axel: he deja algo para mi

Paola: vale, toma esto.

Bebió un trago y me lo paso por la boca, creo que eso mientras nos enrollábamos con toda la pasión, mientras mi aparato subía, me despertó más que todo lo que había tomado abajo.

Paola: gracias, por el café (risas)

Me puse como un tomate, me lave los dientes, corriendo y luego, nos llevamos cada uno en la mano un gin tonic, yo le ofrecí mi brazo, ella lo cogió con bastante brutalidad.

Axel: Paola, tranquila, aun ahí noche por delante.

Paola: para mí una noche, es poco guapetón.

Axel: eso es porque no has probado una conmigo, tigresa.

Bajamos bebiendo por los pasillos, hablando de que yo quería quedarme solo hasta las 4 y ella que quería luego continuar la marcha en la habitación que dejo 2 botellas para luego, al bajar, cogimos un taxi del hotel, yo me iba a montar de copiloto pero ella me dijo una oferta suculenta que claro, no podía rechazar.

Paola: Axel, allí no, aquí conmigo por fa

Axel: voy

Taxista: ¿adónde van?

Axel: al diávolo

Nada más sentarme junto a Paola que hoy llevaba un vestido rosa, una liga blanca, con el pelo ondulado por las puntas, que la hacía encantadora y una colonia que olía a miel, se me puso a horcajadas sobre mi y antes de que pudiera decir nada, me estaba metiendo el mejor beso de mi vida, yo mientras a tientas, nos puse el cinturón para que el taxista no nos dijera nada, le cogí el culo, le acaricie los muslos, la cintura, pero ella me llevo una mano a su espalda y otra a su pecho derecho.

Además de refregarse conmigo todo lo que pudo y más, mojándome el pantalón como ninguna mas podría hacerlo y poniéndome una erección del tamaño de un caballo. En todo el viaje solo paro una vez para respirar y decirme:

Paola: así te voy a tener toda la noche

Axel: no me…

Me volvió a besar, sin dejarme acabar la frase, pero si termine el pensamiento: “ seas mala”, al pasar un tiempo, poco después, el taxista nos interrumpió.

Taxista:  (sonido de carraspeo) ya llegamos, señores.

Paola se intento quitar de encima, pero el cinturón no la dejaba, yo la quite, ella se puso de lado y rápidamente cruzo las piernas, ella era una artista de estas cosas, eso estaba claro.

Axel: ¿Cuánto es?

Taxista: 5 euros

Le di los 5 Euros y una propina de 1 Euro por haberse portado y no habernos dicho nada.

Me Salí por la izquierda, para ayudar a salir a Paola por la derecha, que menos mal que lo hice, porque casi se cae por sus tacones rojos.

Paola: Axel, me has salvado la vida, te quiero.

Axel: (risita tonta) que exagerada eres, pero también te quiero.

Primero me puso una mirada que me volvió loco y luego me dio un beso, que cada uno es mejor  que el anterior, era una superdotada y hoy estaba en mis manos,  fuimos agarrados por la cintura hasta la puerta, que estaba en una calle llena de pubs, era la única discoteca de Puertollano, la única que seguía abierta, pero iba a cerrar o eso me dijeron.

Cuando íbamos a entrar, el tipo de la entrada un tipo calvo, de 2 metros por lo menos pero gordito me dijo:

Portero: ¿invitación?

Yo me asome por los cristales y estaba casi vacía, primero iba a intentar convencerle por las buenas, luego iba a probar por las malas porque aquí esto no podían decírmelo a mí, que conozco al dueño.

Axel: venga hombre, si esta vacio.

Portero: si no tienes invitación, nada.

Axel: también tengo dinero.

Portero: por 20 Euros te paso que no tengas la invitación.

Axel: ¿¡20 Euros!?

Paola: venga hombre, no nos fastidies la fiesta.

Portero: si o eso o me enseña tu chica las tetas

Eso ya me molesto, se había pasado de la raya, al final no iba a llamar a Sergio, lo iba a arreglar yo mismo.

Axel: Paola, puedes apoyarte sobre el coche, ¿nena?

Paola: será idiota... (Enojada) vale nene (carita feliz)

Nada mas soltarla me puse muy pegado a él y le dije:

Axel: discúlpate con Paola

Portero: ¿y si no quiero, vas a obligarme?

Axel: ehhhh.... déjame pensar, ¡sí!.

Rápidamente puse el puño cerrado en forma de zarpa de gato, para hacer más profundo mi golpe, lo estire hacia detrás para ganar fuerza, y le di un golpe seco en la boca del estomago, cuando el golpe hizo efecto, se doblo como una alcayata, di un paso hacia delante y le di un codazo en la nuca sin pillar demasiado impulso para no hacerle demasiado daño pero sí, que fuera suficiente para hacerlo caer, finiquitando así la pelea, hice mi saludo personal, cerré mi puño izquierdo, lo rodee con la mano derecha y me incline en símbolo de respeto.

No lo hice por nadie, porque sé que él no lo vio, que Paola estaba un poco en plan que ha pasado aquí, pero en el tiempo que Paola había gritado:

Paola: ¡¡Axel, no!!

Ya el calvo había sido derribado y yo tan normal le dije:

Axel: ¿vamos?

Paola: pero, los demás porteros llamaran a la policía

Axel: no te preocupes, pasemos adentro, yo le explico a Sergio y toda irá bien.

Le ofrecí mi mano, ella la cogió demostrando su confianza en mí, ahora solo faltaba no defraudarla que Sergio se acordara de mí y no hubiera cambiado, volviéndose estúpido o algo así.

Al entrar  pasamos sobre el portero que estaba en el suelo tirado encogido de dolor, había un par de grupitos, todos con chicas guapas, como me imaginaba, Sergio no estaba en la barra como siempre, eso era raro, también había unas 4 personas solitarias, con pinta de tener dinero y 3 gitanos, que el portero no se atrevería a decir que no podían entrar, esto no era como antes ni de lejos, pero, bueno, me acerque a la barra.

Axel: ¿esta Sergio?

Camarera: ¿Quién pregunta por él?

Axel: Axel, un viejo amigo de Cádiz

Camarera: está dentro con su novia

Axel: ¿puedes decirle que salga?

Camarera: no, que se enoja conmigo y me va a echar

Axel: bueno, pues déjame pasar a mí, yo cargare con las culpas

Aprovechando que la camarera se quedo pensativa un momento, salte la barra con un paso de parkour, que siempre me ha salido bastante bien, incluso borracho lo hice una vez en un festival,  abrí la puerta y pille a Sergio enrollándose con la novia, iba a saltar gritando furioso por la interrupción pero antes de gritar, parece ser que me reconoció.

Sergio: ¿¡Gaditano!?

Axel: si, el mismo.

Sergio: ¿Qué es de ti, que haces aquí y como has entrado?

Axel: eh esto..., para un poco con las preguntas que me aturrullas, vamos a ir una a una, ¿qué es de mí? Pues es sencillo amigo, me canse de Cádiz y vine a darle la lata a mis antiguos amigos de Puertollano y tu como tal no te libras, ¿Qué hago aquí?, he oído que estas en decadencia y por lo mismo, no podía dejarlo pasar sin ver qué pasaba y he entrado pasando por encima de tu portero, saltando la barra y abriendo la puerta.

Sergio: (risas) estás loco, como siempre, por cierto os presento,  ella es Marilo y el es Gaditano.

Axel: oye que sea de Cádiz no significa que me llame así, como se nota que no te acuerdas de mi nombre, me llamo Axel

Marilo: encantada

Nos dimos dos besos

Sergio: ¿Qué tal con Didi?

Axel: bien, somos amigos ahora, medio estoy con otra chica, la de la barra, se llama Paola, pero déjame preguntar a mí, ¿Qué le pasa a tu discoteca?

Paola y Sergio se saludaron desde lejos, el alzando la mano en forma de saludo y ella con la manita rápida y una sonrisita, el se puso serio y dijo:

Sergio: que me canse eso paso, me eche novia,  contrate empleados que hicieran lo que yo hacía, pero ninguno lo hace con pasión y yo estoy cansado de luchar por el local, el año que viene cierro.

Axel: ¿y si Paola y yo te ayudáramos?

Sergio: ¿y qué haríais?

Axel: primero despedir a los empleados que no sirvan, contratar otros que sirvan y organizar fiestas que atraigan a la gente, Paola podría hacerte de camarera y de gogo, eso sí que atraería gente y Marilo por lo que veo también, así, aseguramos clientes masculinos que aunque no lo creas, atrae dinero y a veces clientes femeninos, luego ahí que contratar un portero que no deje entrar mala calaña por miedo y yo conozco a un par de ellos, no tu portero que es todo fachada y luego cae con dos golpes

Sergio: ¿harías eso por mí?

Axel: bueno, claro, pero espero un contrato de organizador, ¿eh?

Sergio: por supuesto, ambos estáis contratados, ¿Cuándo empezáis?

Axel: la semana que viene, dame tu numero y nos vamos organizando, pero, tú tienes que colaborar aunque sea un poco.

Sergio: echo, amigo.

Nos estrechamos las manos como dos hombres, dos amigos, dos hermanos y había calidez, éramos buenos amigos y eso se notaba, luego de eso me dio su número y yo le di el mío, para luego añadirle.

Axel: bueno, os dejo terminar, voy a disfrutar con mi chica.

Sergio: ¿te hace un intercambio?

Axel: mmm, gracias por la oferta, pero aun ni siquiera es mía, ya veremos si algún día...

En ese momento tan fenómeno, alguien tenía que joderlo y tuvo que ser el portero, entro con dos policías a la espalda, tengo que señalizar 1/3 de la policía de este pueblo, ahora comprobaría cuanto de cierto había en la amistad de Sergio, la música estaba tan bajita que desde la puerta se le escucho decir al portero a los agentes.

Portero: ese es, el que me ha golpeado para entrar, agentes.

Policía: venga con nosotros por las buenas, señor.

Axel: ... ese portero insulto a mi novia, por eso le pegue, le pidió que le enseñara las tetas y cuando le dije que se disculpara se negó.

Chica de un grupo: yo para que entraran mis amigos, tuve que hacerlo.

Chica de otro grupo: y yo, será cerdo el tío.

Portero: ¡¡eso es mentira!!

Sergio: lo siento agentes,  el estaba comprobando la seguridad de mi local, porque  lo llame yo desde Cádiz, para que hiciese la prueba y si era mala, mejorara la seguridad, por eso le pego, así que llévenselo a el por cerdo, que pase la noche en el calabozo y Frank por si no queda claro, estas despedido.

Todo había salido a pedir de boca por los pelos, aunque ya tenía un enemigo y eso no me gustaba, pero si podía evitar tenerlo, lo evitaría.

Axel: mejor déjenlo ir, ya recibió su lección, por mi parte.

Frank: gracias

Axel: venga, lárgate.

Se fue corriendo de allí como alma que lleva el diablo, los policías para comprobar la versión de Sergio, me pidieron el DNI para comprobar que yo era de Cádiz y luego a Paola, para apuntarla en el papeleo.

Tras irse los policías, siguió la juerga, yo me acerque a Paola y me dijo:

Paola: no te arriesgues mas, hazlo por mí, porfa

Axel: lo siento, soy así, soy muy protector con mis amigos, mis rollos y mis...

Paola: ¿novias?

Axel: porque dices eso, yo iba a decir mis familiares.

Paola: porque lo escuche antes,  tu novia, ¿recuerdas?

Axel: ¿así, yo cuando dije eso?

Paola: ¿qué pasa, no quieres?

Axel: no, (sonrisa)

Paola: ah no, pues tu cara te delata.

Axel: ¿bailamos, princesa?

La deje boquiabierta,  sin poder articular palabras, simplemente se me agarro de la cintura y comenzamos a bailar, yo con ella, solo había bailado 2 veces, en una me corte yo y en otra ella, pero esta vez, nadie pensaba cortarse o al menos, eso creo yo.

Con el cuerpazo que tiene no es que le hiciera falta saber bailar muy bien y no es que fuera una fenomena pero se defendía bien, entonces ya podréis imaginar cómo me enchoche esta noche, primero cogidos de la mano, haciendo juegos, de ahora yo voy para ti, pero el otro huye, ahora huyes tu y ataco yo, ahora me acerco tú te mantienes, pero yo te rodeo rozándome contigo, así estuvimos un rato sin quitar nuestras penetrantes miradas el uno del otro, hasta que en una de las vueltas, yo me agarre a ella por detrás antes de que se diera la vuelta, sin querer mis manos acabaron cerca de sus pechos, por lo que pude notar el latido de su corazón, yendo a la misma velocidad que el mío, a 1000 por hora.

En ese momento empezó a refregarme su culo en mi polla, no sé si es que tiene un culo inigualable o que sabe refregar de manera magistral, pero puso algo más que mi corazón a mil por hora y parece ser que le gusto, porque me miro de espaldas y se mordió los labios mientras suspiraba.

En ese momento yo agarre sus manos, las cruce para pegarla más a mí y comencé a comerle el cuello al no aguantar más, en ese momento ella se me separo, dándome un puntazo inverso con su culo y poniéndome carita picara para que la siguiera, se pego a la pared y al yo llegar, empezó a liarse conmigo, dulce, pasional y sexualmente, era tan erótica que al acariciarle el muslo, lo subió rodeándome, dándome más hueco, para coger culo y chocho sin quererlo y con la otra mano ella me la puso en su pecho, mientras que ella se me agarraba del culo.

 Lo peor era que ella seguía bailando, no eso no era bailar, eso era follarme en la pista, me estaba poniendo demasiado, no sé cuánto tiempo estuvimos así, pero, a las 4 mi amigo me dijo:

Sergio: te debía una interrupción así que, oye que como es jueves, hoy cerramos a las 4, así que os espero mañana.

Axel: muy gracioso, tío.

Paola: bueno no pasa nada, ahora seguimos con más intimidad.

Nos fuimos agarrados de las manos entrelazadas, ante la sonrisa de mi amigo,  llamamos al taxi del hotel, que vino a recogernos, mientras contemplábamos en silencio, como la gente se iba yendo de la discoteca, todo estaba ya desierto, excepto un par de borrachos que estaban por ahí tirados, Paola y yo nos abrazamos en silencio sin decir nada, ella rodeando mi cintura con sus 2 dulces brazos, mientras que su cabeza se apoyaba en mi pecho y yo me apoye en un coche, para que se me hiciera más llevadero esperar.

Le acaricie la cabeza, por la parte del pelo y con la otra mano la agarra por la cintura, a los 5 minutos, el taxi llego, Paola se había quedado medio dormida así que la cogí en brazos y al tiempo que decía: “hoy, lo has dado todo, ¿eh?” la metía en el coche con cuidadito, le puse el cinturón, me puse el mío, acabe con sus pies, sobre mi pantorrilla, no hay mucho que añadir sobre el tema, solo que sus pies me dan un morbo atroz, pequeñitos, bonitos, sin cebaduras ni nada, olían bien y eran preciosos, como todo en ella.

Desde aquí se apreciaban sus muslos que también eran geniales, tersos, sin ni un pelo que ensuciara su belleza digna de un paraje natural que cualquier explorador, no solo se dignaría a explorar, sino que suplicaría por tener una ocasión por explorarla, es un pecado capital tocar a una chica mientras duerme confiadamente,  pero, no sé si mas pecado era no aprovechar todas las pocas ocasiones que tuviera para tocar este paraíso tropical, este oasis en el desierto de la vida, donde solo descansa quien ella desea que lo haga.

Tras una pequeña lucha de mi demonio y ángel interiores, tras decirle al taxista que nos llevara al hotel, gano como casi siempre el ángel, pero, mi ángel era un poco traviesillo es por eso que, iba a ser bueno, pero no del todo, masajee durante todo el camino sus lindos pies y acaricie sus muslos, al principio cerrados, luego entre abiertos, pero no propase demasiado las fronteras de su minivestido.

Tras llegar al hotel page los 6 euros del taxi, Salí por mi lado, abrí la puerta, recogí a Paola por el suyo y la lleve en brazos como los casados hasta su habitación, por el camino,  se me abrazo con sus brazos alrededor de mi cuello lo que me facilito mucho el trabajo, pero hizo que me ruborizara, parece que hoy no iba a haber fiesta en la cama, como yo lo pretendía, pero bueno demasiado bien había ido la noche, no podía pedir más, la verdad.

Al abrir la puerta con muchas dificultades, Paola se despertó, me vio bastante cansado y me dijo:

Paola: mmm... ¿me has llevado todo el camino?

Axel: bueno desde el taxi, hasta aquí si

Paola: ohhh que bueno eres

Me dio un piquito y se bajo, abrí la puerta, entonces Paola me dio la manita y entramos juntos.

Paola: ¿nos duchamos juntos?

Axel: ¿lo dices enserio?

Paola: si, te espero en el baño.

Se metió directamente en el baño, antes de dejarme contestarla, a los pocos segundos el agua sonaba, cerré la puerta de la calle, me fui quitando la ropa y dejándola tirada sobre el sillón sin orden alguna, toda doblada y arrugada.

Cogí unos bóxers, unos calcetines y me fui sin pensármelo mucho directamente al baño, al entrar vi toda la ropa de Paola tirada por ahí, nada mas fijarme en eso, mi parte sexual llego a su mismo esplendor y al mirar hacia el baño, vi a Paola toda mojada, con los pechos desafiando a los cielos,  mirando hacia la regadera del baño, que estaba colgada arriba en plan ducha, no tenía un solo bello por el cuerpo, solo sus pelos de la cabeza, sus cejas y pestañas, era perfecta y estaba ahí, solo para mí.

Deje la ropa que me iba a poner luego, en una esquina y acto seguido comencé a meterme en el baño, que el agua estaba bastante calentita, Paola en ese instante se me abrazo y mi polla acabo chocando justo contra su rajita.

Paola: ¿nos tumbamos un rato en el baño, mientras nos cae por encima el agua calentita por encima?

Axel: va...vale

No era muy típico para mí tartamudear así, pero, en esta situación yo creo que hasta el más grande se quedaría mudo, que hasta el más valiente tendría miedo de cagarla, incluso el ser de la tierra que mas voluntad tenga, caería rendido ante sus pies.

Yo me tumbe boca arriba, con el agua del fondo rozando mi cabeza, mi espalda, mi culo, mis piernas y mis pies, y ella se sentó sobre mí, hincándosela de una sola estocada, notando yo su calor interno, lo súper mojada que estaba y lo apretadita que estaba, mientras que veía el agua caer sobre su cabeza, inundar su piel, gotear por todo sus recovecos y era una delicia sentir como el agua goteaba hasta mi pecho, mi barriguita, mis huevos.

Parecía que había estado apuntando con la manguera de la ducha, para crear este efecto tan irresistible y lo peor es que lo había conseguido a la primera, era increíble que fuera tan buena en esto, incluso yo, me sentía pequeño a su lado, entonces su respuesta no se hizo esperar, pero no era la que yo esperaba bajo ningún concepto.

Comenzó a acariciarme la carita, a mirarme con carita de enamorada, a apretar y soltar su chocho, haciendo un efecto guapísimo que daba mucho gusto, pero esperaba que no hiciera por mucho tiempo, porque no quería correrme sin haberla satisfecho antes.

Luego bajo a darme un beso,  primero las gotitas comenzaron a caerme de su pelo por mi carita, por lo que tuve que cerrar los ojos, primero recibí unos lametones, que lamieron labio por labio, ambas comisuras y la raja que une labio con labio, luego un par de bocaditos en los labios que no dejaban nada que desear, para luego al yo sonreír, empezar a notar como empezaba a comerme la boca sin lengua, hasta que abrí los dientes para sacar mi lengua, pero antes de que yo pudiera sacarla, ya la tenía ella fuera y metida dentro de mi boca, recorría toda mi boca por dentro, pero en su justa medida, iba a conseguir que me corriera pero justo antes de que me corriera, paro como si por mi cara, mi respiración o por mi polla me delatara y ella se hubiese dado cuenta de que iba a correrme, en ese momento la mire extrañado y ella me dijo: “no iba a permitir que la fiesta se hubiese acabado tan pronto, ¿no? Para eso lo estamos haciendo en el baño, para que no te quedes dormido.”

Era una chica increíble, era una profesional en el amor y en el sexo, pero sobre todo en el sexo,  cuidaba hasta el mas mínimo detalle, hacerlo con ella era hacerlo con la mismísima afrodita o como mínimo con una de sus musas, apuesto a que si Paola hubiese vivido en la antigua Grecia, hubiese sido castigada por los Dioses por su belleza y transformada en algo peor que medusa o que sería el cuerpo que tomaría prestado Afrodita para materializarse y yacer con todo mortal dispuesto, que con este cuerpo serian muchos.

Cuando se me paso la mayor parte del gusto, volvió a empezar con su juego de apretar y soltar su chocho con mi polla dentro, pero esta vez cambio lo de besarme y comenzó a comerme los pezones, a lamérmelos, tocármelos, tengo que admitir, que ese es uno de mis puntos erógenos por vergüenza que me dé, así que la respuesta no se hizo esperar, aunque no soy de gemir a lo exagerado, ni de gemir todo el tiempo cuando una cosa verdaderamente me gusta, gimo un par de veces y eso es lo que ella consiguió, era la segunda vez, que alguien conseguía eso.

Paola: así que te gusta eso, ¿eh?

Yo le asentí con carita de avergonzado y en ese momento me volvió a meter un muerdo tan pasional y excitante que casi me corro, pero ella paro, me puso carita picara y me dijo:

Paola: ahora cuando se te pase, voy a follarte, pero tienes prohibido correrte, si te corres, te castigare sin sexo, sino te corres abra premio.

Axel: ¿Cuál premio?

Paola: no te corras y lo comprobaras.

No me quedaba otra, lo había practicado alguna que otra vez, solo me quedaba una forma para follarme a Paola sin correrme, retro eyacular.

Al poco se me pasó casi todo, todo era imposible que se me pasara con la polla metida ahí, ella se me tumbo encima, ya el agua, cubría casi todo mi cuerpo incluso tengo que admitir que esto era una de mis fantasías así que me daba mucho morbo, porque ahora donde estaban nuestras partes sexuales unidas también había agua, empezó a cabalgarme a un ritmo medio, refregando sus hermosos, blanditos y suaves pechos, por mi torso con algo de bello, rodeando mi cuello con sus brazos y plantándome un beso bastante compaginado con su vaivén para mi sorpresa apenas se le notaba que estaba follandome en el beso, mientras que cada vez me notaba más húmedo y no sabía si era su flujo, su saliva, su sudor o simplemente agua.

El sonido del agua era rico, al entrar la polla hasta el fondo y sacarla del todo, al volverla a meter hacia un delicioso sonido, inimitable, no se hizo esperar mi corrida, pero retro eyacule, por un segundo le vi cara de satisfacción, pero, al segundo siguiente cara de duda, aunque era tan perfecta que ni siquiera paro, para preguntarme sino que siguió.

Ahora era más cariñosa, más pasional, se estaba esforzando mas, lo hacía con una dulzura increíble y con una velocidad inaguantable, era increíble, era toda una locomotora, una leona en la cama y encima daba más gusto que todos los placeres en el mundo juntos, quizás estaba exagerando o el alcohol la estaba ayudando, pero habían pasado pocos minutos cuando note que iba a eyacular otra vez, nunca había retro eyaculado mucho tiempo, me estaba costando mantenerlo sobre todo a ese ritmo y nunca había retro eyaculado 2 veces seguidas, esforzándome al máximo logre que no saliera apenas nada y ella en ese momento casi enojada diría yo, dijo:

Paola: está bien, está bien, no sé qué has hecho, pero aquí está tu premio.

Se levanto rápidamente, y poniéndome su chocho en mi cara,  empezó a comérmela, se la hinco directamente hasta la garganta luego, me la lamio en todo alrededor y se la volvió a hincar, luego me la chupo solo con los labios y luego para dentro del tirón, yo mientras le había estado lavando el chochito, para quitarle cualquier resquicio de semen, primero con jabón y luego se lo enjuague con agua, en este momento clave mi lengua en su interior y comencé a movérsela dentro.

Paola con mi polla en su garganta, gimió, dándome una placentera vibración yo me iba a correr y no iba a ser solo una, sino 3 corridas en una, tenía la polla hinchada tanto que me iba a reventar, pero bueno, ella lo había querido así.

Yo le acaricie el clítoris para acelerar el orgasmo de Paola y así quedarnos tranquilos por fin los dos, que ya de fondo se escuchaba a los pájaros cantar, así que serian las 6 de la mañana, Paola comenzó a metérsela hasta la garganta, sacársela entera y volverla a meter, a gemir, a temblar y en ese momento, zash, ambos explotamos en un mar de placer, gemidos, jadeos, temblores y inclinación placentera de espaldas.

Paola intento comer todo el semen que podía, pero cayó a borbotones, a tanta potencia, que le mancho la espalda, el pelo, la cara y las tetas, dado que tuvo que sacársela para poder respirar, y yo no pare de comérselo ni un momento ni de tocarle el clítoris, hasta que dejo de temblar y de gemir, acabamos ambos en la bañera, ahí tirados estuvimos un buen rato, jadeando, descansando, hasta que mientras que Paola se enderezaba me dijo:

Paola: ¿se puede saber cómo has conseguido no correrte mientras te follaba y luego correrte tanto?

Axel: un secreto trascendental, la retro eyaculación, solamente eficaz si la practicas.

Paola: ahhhh, ¿y tu las practicado?

Axel: si, te ayuda a aguantar más en la cama.

Paola: (risas) eso, no vale tramposo, creía que no te ponía (carita triste)

Nos abrazamos, pero me separe enseguida.

Axel: deagh, estas toda manchada.

Paola: de ti

Axel: lávate cochina

Paola: pues lávame tu

Axel: vale, (risas)

Empezamos a ducharnos, enjabonarnos mutuamente, acabamos puestos, pero:

Paola: ¿¡otra vez!? Ya mañana

Axel: echo, mañana.

Paola se tapo la boca haciendo un gesto por el pensamiento que imagino que tuvo de, mierda que he dicho, pero luego con una sonrisa me dijo:

Paola: si, ¿por qué no?, mañana

Nos dimos un pico tras una mirada cómplice, normalmente tras una mamada no lo haría, pero Paola,  seguía siendo mucha Paola, como para rechazarle un pico, un beso sí, porque qué asco por favor.

Nos secamos mutuamente, nos lavamos los dientes, nos enjuagamos con enjuague bucal, luego dejamos las toallas en el bidel, cuando fui a coger mi ropa de la esquina

Paola: deja eso ahí, tonto.

Me cogió el culo cruzándome la espalda y yo reaccione haciéndole lo mismo a ella

Axel: me encanta tu culo, Paola

Paola: y a mí el tuyo, cariño

Nos miramos a los ojos, ambos acercamos las caras y nos metimos un beso de ensueño, nos metimos en la cama, desnuditos, pusimos las alarmas y cuando me gire para darle las buenas noches, Paola se me abrazo, yo la abrace y con las caritas pegaditas, las manitas agarradas, nuestros pechos pegados, nuestras partes rozando y nuestros pies pegados, caímos en un profundo sueño, normalmente así no habría podido dormir, pero estaba tan cansado que antes de que alguien dijera, hola, yo ya estaba dormido, pero ella dio una cabezada antes, quizás ella no pegara ojo esta noche.