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Bola De Dragón Universal Preludio Celes 1

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Bola de Dragón Universal

Preludio Celes

Principio 1

                Celes es hijo de Cid, primo lejano del rey Vegeta, Sayán que murió heroicamente en acto de servicio, sirviendo lealmente hasta el final a su rey, breves momentos antes de nacer Celes. La sociedad de los Sayán es muy distinta a la nuestra: Las madres tienen el hijo, lo dejan con su padre y se largan, a menos que, por algún motivo piensen tener más hijos con el mismo varón. Cosa poco común, ya que mientras los varones compiten con sus músculos y su energía de combate, las mujeres presumen de su fertilidad, luciendo las marcas de cada parto y una marca más tribal que otra cosa por varón conocido, que las haga tener un bebe, mientras que los que no, si no merecen la pena como repetir con ellos para volver a intentarlo, quedaran para siempre en un absoluto anonimato.

La raza Sayán, es muy clasista, tanto que si naces en una clase, hagas lo que hagas, puedes ser un orgullo o una vergüenza para tu clase, pero nunca perderás tu clase, ni siquiera cuando mueras. Normalmente, un/una Sayán basura, tiene grandes dificultades en encontrar pareja, ya que son tan pocos los que volvían vivos al planeta y los de cada clase raramente se emparejaban con los de otra clase, normalmente elegían sin dudar a su misma estirpe. Al igual que normalmente el hijo de un Sayán intermedio y una Sayán intermedio, solía ser también un Sayán intermedio, como raras excepciones se convertía en un Sayán de baja clase siendo una vergüenza para sus padres o en uno de alta clase siendo un orgullo para sus padres.

Por otro lado, ya que el amor solo se da en un 1 % de la población Sayán, normalmente para que el padre acepte a su lado a él o la Sayán recién nacido, tiene que ser de la misma clasificación del padre y al menos tener una energía de combate que el padre considere oportuna. Todas las clasificaciones Sayán son: basura, baja, media, alta, elite y realeza. Los Sayán denominados basura: son bebes que directamente sin preguntarle al padre siquiera, son enviados directamente a morir, a algún planeta de baja energía, sin embargo, algunas pocas excepciones regresaban tras limpiar el planeta, años después, demostrando ser lo suficientemente fuertes para merecer ser educado y criado por su padre, si este lo acepta, claro, la clasificación basura va desde cero a cinco de energía de combate, al padre no se le da la oportunidad de escolarizarlo, nunca.

También está la clase baja, estos individuos solo son aceptados por sus padres la mitad de las veces, su energía de combate va desde seis a quince, tienen derecho a asistir a la academia más básica, si quieren asistir a clases más avanzadas, su padre tendrá que costearlo, no pudiendo pagar aunque quiera más de un rango extra. Una vez que dejan la academia son reunidos en pequeños grupos donde pueda haber una colaboración, para facilitar el trabajo en equipo, siendo el líder de estos, el más capacitado y se les manda juntos a conquistar planetas para Freezer.

Los siguientes en la escala son los Sayán estándar o los considerados clase media, casi siempre sus padres se hacen cargo de ellos, su energía va de dieciséis a treinta, su academia es la básica y la intermedia, si quieren ir a la superior tienen dos opciones, una ganárselo por sus propios meritos y la otra pagarlo como los de clase baja, no pudiendo conseguir más de un nivel de academia extra, como estos. Su trabajo es hacer de exploradores, normalmente se organizan por parejas, aunque a veces en muy raras ocasiones, surgen excepciones, que trabajan solos.

A continuación están los Sayán de clase alta, son los guerreros de honor de la raza, normalmente están al servicio exclusivo del rey Vegeta, pero desde la llegada de Freezer eso cambio y los mejores son obligadamente puestos al servicio de Freezer para sus trabajos personales, su energía va desde treinta y uno hasta cincuenta. Estos tienen derecho a los tres años de academia: la básica, la intermedia y la superior, si quieren entrenar con el rey tienen que ganárselo por meritos propios, no tienen otra opción, más que esa, los padres son obligados a cuidar, entrenar y criar a sus hijos, hasta que el rey o Freezer se haga cargo de ellos.

Por penúltimo esta la estirpe de Sayán de elite, que todos son criados como hijos adoptivos del rey, no tienen derecho al trono y conocer a su verdadero padre para ellos es un premio que ambos tienen que ganarse. Su energía va desde cincuenta y uno hasta setenta y cinco normalmente, su trabajo son tanto misiones secretas para el rey, como proteger el palacio o a cualquier Sayán real, esta clase no la conoce cualquiera ya que se lleva totalmente en secreto para que no se entere Freezer ni su gente, son entrenados en la academia privada Vegeta, finalizando con un examen del propio rey, si lo superan se les asigna inmediatamente un trabajo, sino tan solo son rebajados para siempre a clase alta por su incompetencia y a raíz de eso, tratados como tales.

De los Sayán reales, se espera que tengan de setenta y seis de energía de combate al nacer para arriba, cualquier nacido de otra estirpe con esa energía se considera automáticamente de la realeza, aunque eso sí, cuentan en la línea sucesoria del trono como el ultimo, siendo lo más normal que la clase realeza se herede. Si el rey no tiene hijos propios, hereda el siguiente por cercanía familiar a él, todo Sayán real es cuidado por la reina y las temporales del rey, dándole prioridad según su posibilidad de heredar el trono, la energía de combate se espera que sea alta y aunque es una vergüenza que fuera muy inferior al mínimo, no se pierde la clase real, ni cuenta siquiera para heredar.

Ya que cualquier Sayán retando al rey a un combate y ganándole después podría heredar el trono sin problemas, estos Sayán son entrenados personal y únicamente por el rey, el equipo que se les otorga es el mejor que tenga el reino en ese momento y desde niños son forzados a hacer misiones para entrenarse más que ningún otro, siempre acompañados de sus fieles guarda espaldas, que son asignados a ellos en su primera misión y a menos que mueran, fallen en sus funciones o le traicionen, lo harán hasta la muerte, si mueren o son descartados por algún motivo, se les vuelve a asignar el siguiente más capacitado, en la lista.

Celes fue durante varios años el primero en la lista para heredar el trono, fue así durante los seis primeros años de su vida, hasta que mas por sorpresa, que porque estuviera planeado nació el príncipe Vegeta, al que todos más adelante apodaron el Sayán real prodigio, Mientras que Celes nació con: 26 E.C. Vegeta nació con sesenta y tres. Eso por sí solo no importo demasiado a Celes, lo que si le importo mas es perder su trato de favor, aun así siempre mostro un respeto y una admiración por Vegeta, hasta que un día…

Ocho años después, Vegeta se entero de que Celes era muy respetado y casi la mitad de Sayáns opinaba que quizás debería heredar Celes y no el, al enterarse de eso lo reto sin dudarlo ni un momento a un combate real en público, pero no solo lo venció sin esfuerzo, no contento con eso, lo ridiculizo, acabando con todo el respeto y la posición que había adquirido Celes en los años anteriores, lo venció tan fácilmente y sin provocación alguna, que esa acción solo consiguió que ambos se convirtieran desde ese día en enemigos acérrimos y empezaron a competir en todo, saliendo perjudicado casi siempre Celes. Excepto en una cosa en amigos, Vegeta no era muy sociable, sin embargo Celes conservo a los únicos amigos que le apoyaron tras el combate, un Sayán gigante y un Sayán superior de bajo poder, ambos dos bichos raros, pero a él, no le importaba, pues eran sus únicos y leales amigos.

Respecto al Sayán gigante se puede decir que normalmente cualquier Sayán impuro era asesinado al nacer, si el que había provocado su nacimiento era un varón Sayán, solamente podía perder un rango en su clase ya que era un delito grave, pero no bastante como para perder a un soldado, aunque la criatura femenina tras el parto seria abandonada a su suerte, pero si el que lo provocaba era una mujer Sayán y no moría en el parto, era exiliada con su hijo si había sido violada, como castigo por su debilidad y sin su hijo si había sido queriendo ella, como castigo por su degradación a la raza,  matando a la criatura masculina que había perpetrado el crimen y para que sirviera de precedente, en cualquier caso.

Sin embargo, en este caso hubo muchos detalles que tuvieron que ver en que fuera distinto, el rey Vegeta tenía un guarda espaldas, llamado: Edplant, que dicen que rivalizaba con la fuerza del mismísimo rey, el Sayán actualmente más fuerte de todo el planeta, habían mandado varios Sayáns a un planeta gigante y ninguno había vuelto, ni contestaban por el localizador ni nada, así que Vegeta con los mejores guerreros que poseía y su gran amigo el guarda espaldas que habían sido criados juntos para que le protegiera desde niños, se pusieron en camino, tras meses de cruenta batalla, en la que tuvo que pedir refuerzos dos o tres veces más, habían limpiado el planeta o eso creían, habían pedido refuerzos para asegurarse, cuando una mañana antes de llegar los refuerzos, pillo a su guarda espaldas liado con una gigante, justo en el momento que ambos discutían, recibieron una emboscada, no solo su guarda espaldas se sacrifico para salvarle la vida, sino que a la gigante la hirieron sus propios compatriotas, siendo la última voluntad de Edplant que se había enamorado de la gigante, que la salvara, la salvo con la mala suerte de que esta, estaba embarazada y que al morir en el parto, Vegeta considero que debía salvar al crio, al menos esa era la versión oficial, Celes desconocía la real.

Contra toda la opinión pública no solo le salvo, sino que le concedió la clase alta, ajustando el castigo de su padre a el mismo, cosa que Celes agradeció porque gracias a eso tenía un poderoso amigo, que nada más nacer tenía una e.c. de: 40 puntos. Se llamo Ed, puesto por el rey Vegeta en honor a su amigo, era poco inteligente por su sangre gigante, tranquilo y le gustaba la naturaleza, pero por su sangre Sayán tenía una furia muy peligrosa y no conocía el miedo, aunque le costaba usar el ki, se suponía que era por la mezcla, tenia veinte años, pero era un poco crio a veces, aunque su cuerpo era de dos metros de altura, la edad mental no parecía tan desarrollada y esa teoría la verificaba que no parecía completamente desarrollado.

La historia de su otro amigo era mucho más sencilla, era el primer Sayán que prefería aprender cosas prácticas, que luchar, podríamos decir el primero que anteponía la inteligencia a la fuerza bruta, los demás eran más parecidos a Ed de lo que les gustaría pensar, sin embargo siendo un Sayán puro, Raw, era más distinto a su propia raza, que Ed. Raw había nacido con una energía de combate de: treinta y tres, se le daba mejor que a ningún otro Sayán manejar el ki, además de tener ciertos inventos muy raros, pero Celes los quería a ambos, incluso con sus rarezas, este tenía trece años, pero era más maduro que Ed y rivalizaba con la madurez que tenia Celes, con quince años.

Pero ahora que ya sabéis de qué trata todo esto, ciñámonos a la historia que ocurrió justo hace tres años exactos:

                El planeta Vegeta solo tiene dos ciclos, uno es Venar, donde hace calor, las plantas sacan sus flores y sus frutos y el otro Ivernio, donde hace frio, las plantas se desojan y los animales duermen, cada uno dura aproximadamente seis meses. El planeta Vegeta tiene diez horas de luz en Ivernio y catorce de oscuridad, en Venar son doce de luz y doce de oscuridad, En pleno Ivernio, por la mañana a las diez justo cuando amanecía, Ed escapaba de su residencia en la academia sin que nadie lo viera, siendo complicado dado su tamaño, gracias a estar de vacaciones y la mayoría de la guardia estaba también de vacaciones, la cual tenía órdenes directas de Vegeta de cuidarle, facilitándole lo suficiente como para que pudiera conseguir salir, Raw salió de casa bajo las protestas de su padre al ser un vago que nunca entrena, pero al enterarse de que había quedado con Celes, lo animo a no llegar tarde, Celes salió sin problemas del palacio, ya que desde que el príncipe Vegeta estaba allí, apenas nadie reparaba en el.

De camino adonde habían quedado, Ed pasaba tranquilamente por delante de los guardias que lo miraban sin dar la alarma o hacer nada por detenerlo, ya que ninguno lo consideraba un Sayán como tal y tampoco estarían dispuestos a hacer nada por protegerlo, lo que por otra parte le facilitaba mucho la tarea de salir de la ciudad ya que lo suyo no era esconderse o ser sigiloso. Raw, por otra parte se escondía entre las sombras que creaba el sol, en los edificios de la única ciudad Sayán del planeta Vegeta y usaba el interferidor de los localizadores, para no ser localizado por los guardias, que a él lo arrestarían por salir de casa, en horario de toque de queda, pues en esta época estaba prohibido salir antes de las doce a la calle y así estaban las calles, casi desiertas, de hecho solo estaban los guardias y ellos.

Celes sin embargo que era muy hábil, redujo su energía de combate por sí mismo, sin necesitar ayuda de ningún aparato ni nada, se aprovechaba de su velocidad para que los guardias no lo pillaran además de la paciencia para esperar a que miraran a otro lado y la inteligencia para usar distracciones cuando era necesario. Sin embargo, el capitán de la guardia lo pillo, cuando cometió una imprudencia, dada su inexperiencia, gracias a que lo reconoció, no lo detuvo.

Capitán de la guardia: Celes, ¿Qué haces afuera del palacio, a esta hora?

Celes: ¿Cómo te atreves? ¡Vuelve a tu puesto y no digas nada a nadie! (Normalmente Celes no era así, pero dado el caso tenía que sacar su vena real y salir del apuro)

Capitán de la guardia: (Abrió los ojos de par en par, dudo un poco al no esperarse una respuesta así) ¡sí, señor!

Volvió a su puesto y Celes a escondidas, llego a la puerta el primero a pesar de haberse entretenido bastante, Ed se lo tomaba con calma, siempre llegaba el ultimo y Raw era más lento que Celes, por una parte era lógico, el no se podía permitir errores como Celes o acabaría retenido en la oficina de la guardia y además este era más listo, pero Celes más rápido y la inteligencia necesitaba de tiempo, para poder usarse correctamente.

Al poco llego Raw, Ambos amigos se saludaron en silencio, porque aunque la guardia no vigilaba las entradas de la ciudad, porque no había nada en el planeta peligroso para un Sayán, no andarían muy lejos tampoco y podrían oírles. Celes tenía cierta autoridad pero no tanta, como para hacer lo que estaba haciendo, una cosa era pasearse él en tiempo de toque de queda, que gracias a ser de la realeza, podía saltarse algunas normas, además de cierto mando sobre la guardia y otra muy distinta hacer a los demás, hacerlo.

Al poco Ed llego, les saludo con la mano e iba a gritar para saludarles, pero ambos le hicieron un gesto de que no hiciera ruido, entonces él se tapo la boca y se ruborizo sintiéndose ridículo por no acordarse de que tenían que estar en silencio. Al poco llego hasta sus amigos, les dio un abrazo a ambos y luego se pusieron en camino, primero en silencio hasta una distancia prudencial, luego siguieron hablando bajito pero todavía no se atrevían a volar, aun.

Raw: ¿Cuál es el plan hoy, Celes? (pregunto con curiosidad al que consideraba su líder)

Celes: vamos a investigar las ruinas de la antigua ciudad Tsufur (Dijo con total tranquilidad)

Ed: eso suena divertido (rio Ed)

Raw: ¡¿Estás loco?! ¡¡Eso es un sitio prohibido!! (Protesto molesto Raw)

Ambos le hicieron sonido y el gesto de que estuviera en silencio, ya que aun no estaban tan lejos como para gritar y podría haberle oído.

Ed: después me reñís a mí, pero vosotros gritáis (Argumento Ed)

Celes miro serio el argumento tan pobre de Ed, ya que Raw había gritado y con razón, posiblemente se estaban jugando el pescuezo, no sabían que encontrarían allí, pero sea lo que sea era algo que los guerreros Sayán, no querían que nadie investigara.

Raw: ¿y qué esperas encontrar, Celes? (Pregunto bastante curioso)

Celes: no lo sé, algo interesante (Algo que le hiciera superar a Vegeta, sin duda)

Ed: eso seguro, siempre que jugamos a los guerreros del espacio, nos pasan cosas interesantes (Sonrió Ed)

Raw: ¿jugar? (Mirando a Celes, preguntándose a que se refería Ed)

Celes: si ya sabes, “jugar” (Recordándole que para convencerle de saltarse las normas de su padre “Adoptivo” Vegeta, le habían dicho que todo esto era un inocente juego)

Raw: ah sí, claro, jugar, buen juego. (Siguiéndole la corriente a Celes, más por hacerle caso, que por que se acordase)

Ed: si, muy divertido (Demostrando su poca maldad)

Celes: sin duda (Dijo sonriendo al ver que todo iba según lo previsto como siempre)

En realidad, solo estaban investigando su planeta a fondo, en cada escapada se hacían algo más fuertes, equilibrando un poco la balanza con Vegeta, que sin duda era el único objetivo de Celes, aparte de hacer mas fuertes a sus amigos, con los que pensaba contar más adelante como sus hombres de confianza, igual que su padre, que tenía cuatro amigos que murieron con él, eso se lo conto un día el rey, Celes se llenaba de orgullo cada vez que pensaba en su padre.

Ed: ¿Qué crees que pensara, cuando pone esa cara? (Pregunto Ed, mirando fijamente a Celes)

Raw: seguro que en vencer a Vegeta (Dijo muy seguro de su conclusión Raw)

Ed: seguro (Dijo Ed volviendo a reír)

Celes: os equivocáis (Dijo Celes sonriendo de nuevo)

Ed: ¿entonces, en que piensas Capitán Celes? (Dijo hablándole con respeto, como siempre)

Celes: en mi padre, fue un héroe, salvo a nuestro rey (Dijo con orgullo)

Raw: lo que demuestra su lealtad ciega, porque si  lo hubiera dejado morir, ahora el seria el rey y tu el príncipe, no Vegeta, que no hubiera nacido. (Dijo mas sacando sus propias conclusiones que hablando con Celes)

Celes: mi padre era así, no hubiera gobernado nunca con deshonor (Hablando de su padre como si lo conociera, cuando lo cierto es que solo sabía de él, lo que le habían contado)

Ed: ¿Qué es gobernar? (Dijo algo ruborizado por no saber lo que significaba una palabra tan complicada para el)

Celes: … (Celes apreciaba a Ed, pero cuando se ponía en plan preguntas, no tenia paciencia para tratar con él, así que siempre lo dejaba en manos de Raw, que a fin de cuentas era el inteligente del grupo, así que era parte de su trabajo)

Celes se puso al frente de sus amigos, mientras que Ed atosigaba a preguntas a Raw que se las iba contestando en vocabulario que Ed pudiera entender con cara de, tierra trágame ya y escúpeme lejos de aquí. Poco después de todo esto, llegaron a un punto donde podían volar sin riesgo alguno ya que la ciudad a pesar de ser enorme ya apenas se veía.

Celes: Raw, haz que tu aparatejo cubra nuestro rastro (Celes valoraba mucho los inventos de Raw, aunque siempre hablara con cierto desdén hacia ellos)

Raw: enseguida jefe (Nada más recibir la orden de su líder, se puso a ellos)

Celes: y tu Ed… (Iba a darle la orden que vigilara la retaguardia, cuando se dio cuenta que estaba distraído, cuando eso pasaba, era mejor dejarlo en paz, hasta que volviera en sí)

Ed: que flor más curiosa (Acercándose a una flor de color lila con forma de campana)

Celes: mejor no hagas nada (Dijo sonriente y encargándose de vigilar el, tanto la parte frontal como la trasera)

Tras un rato, en que Celes miraba incomodo la hora en su localizador, Ed ya había dejado de jugar con su flor hace un rato y estaba sentado en el suelo cruzado de brazos y piernas con cara de aburrido, Raw dijo al fin.

Raw: todo listo jefe (Dijo satisfecho por su trabajo)

Celes: ¿Por qué has tardado tanto? (Pregunto Celes, queriendo saber el motivo de porque su invento fallaba más de la cuenta hoy)

Ed: eso, que me aburro (Protesto Ed)

Raw: porque la energía de Ed ha vuelto a crecer y he tenido que hacer unos ajustes rápidos, para que no nos descubran nada más alzar el vuelo (Protesto Raw)

Celes miro a Ed confundido, pues de los tres, el que más rápido crecía de cuerpo y energía era él, ¿sería por ser un Sayán impuro?  ¿Quería tener en su equipo a alguien que le tiene total fidelidad pero que por lo que parece va a ser mucho más fuerte que él?  En cierto modo era tener un guarda espaldas que no dejaría nunca que le pasara nada malo, quizás sí.

Ed: ¿Qué pasa Capitán? (Pregunto Ed, demostrando que no se había enterado de nada de lo que había dicho Raw)

Celes: nada, vámonos, seguidme

Levantaron el vuelo, Celes iba el primero con una distancia considerable sobre Raw, al que le seguía de cerca Ed pegado a el pequeño sabio, Celes iba en silencio mas recordando donde estaba la ciudad que otra cosa,  no era la primera vez que se colaban en ciudades Tsufur, en cuevas, en grietas en el suelo, en grutas marinas, pero si era la primera vez que iban a la ciudad prohibida. Raw estaba siendo molestado por Ed continuamente, ya que se dedicaba a hacerle preguntas sobre el sitio al que iban, respuestas que esta vez, no tenia y no había nada en el mundo que le frustrara más que no tener una respuesta.

De camino tuvieron que bajar a tierra un par de veces, para evitar patrullas Sayán, menos mal que Celes tenía un localizador, sino todo esto sería imposible de hacer, pese a lo bueno que Celes era bajando su índice de energía, Raw y Ed no sabían hacerlo. Tras al menos una hora caminando a buen ritmo y otra volando a toda velocidad, empezaron a vislumbrar entre las montañas rotas, la imponente ciudad Tsufur, poco a poco se hizo un poco más grande, hasta entre las montañas acaparar todo el radio de su visión.

La ciudad Tsufur estaba mejor organizada que la Sayán todo había que admitirlo, los edificios principales estaban en el centro de la ciudad rodeados por una muralla con cuatro torres y cuatro entradas, luego había un rio con cuatro puentes, las casas de la gente y una muralla con solo dos entradas, una daba a una montaña que tenía una especie de mina y la otra al valle que daba paso a esta ciudad, al contrario que todas las demás ciudades, que estaban totalmente destruidas, esta estaba algo descuidada, no parecía nueva, aunque si parecía en buen estado, ya que los Tsufur eran mejores arquitectos que los Sayáns.

Aunque sabía la historia que conto Vegeta al respecto a Celes le costaba creerla: Todos los supervivientes Tsufur que quedaban en ella, aceptaron salir y morir sin pelear a cambio de que no tocaran la ciudad, se veía que era una obra maestra, pero aunque la vida Tsufur no valga mucho, toda vida debería valer, más que una piedra, ¿no?

Segundos antes de que pasara nada, el localizador de Celes que era después de todo de calidad real, capto durante un solo segundo, cuatro o cinco energías de 4, un par de 3 y una de 5, justo cuando un proyectil salió disparado hacia ellos, Celes recibió el impacto al no esperárselo, pero gracias a que su poder era ínfimo, no le hizo más que algún rasguño en la ropa y alguna marca en la piel, tras eso sus amigos llegaron a su posición y empezaron a mirar hacia abajo, espalda con espalda, mientras hablaban entre ellos.

Raw: ¡¿Qué coño ha sido eso?! (Algo nervioso, por la situación en la que estaban)

Celes: creo que me han disparado (Estando Celes sin poder creerlo aun)

Ed: ¿estás bien, Celes? (Ed solo hablaba a Celes por su nombre cuando estaba realmente, preocupado)

Celes: perfectamente, no te preocupes, tened cuidado (Se preocupo Celes por sus compañeros, observando bien alrededor)

Ed: vale, lo tendré (Contesto el gigante sabiendo que si su amigo se lo decía, tenía que tenerlo, pues era por su bien)

Raw: el proyectil era bastante débil, pero si hubiera pillado a un Sayán con la energía que tu muestras, lo hubiera matado, creo que lo que sea que siga vivo aquí, te ha analizado, a pesar de mi interferidor

Celes: algo me huele mal (Sabiendo que acababan de descubrir algo que no estaba preparado, para que ellos descubrieran)

Ed: yo no eh sido esta vez (Dijo Ed avergonzado)

Pues la última vez que Celes dijo eso, tuvieron que salir corriendo dejando a Ed dentro, tanto Raw como Celes de la cueva en la que estaban por que Ed se había tirado un pedo. Parecía que los pedos de los gigantes eran legendarios, porque cada vez que se tiraba uno, dejaba asfixiados a los que tenía cerca, a pesar de estar en la situación en la que estaban ese inocente comentario de Ed, no hizo más que hacer reír a Raw tanto como a Celes… Ed iba a decir algo, cuando tres misiles más grandes, salieron disparados contra su posición, aunque esta vez, todos habían visto desde donde salían los proyectiles.

Celes: quitaos (anuncio Celes, para que supieran sus amigos que él pensaba, esquivar el proyectil)

Raw: voy

Ed: ahora veras, juguetitos a mi

Celes se limito a esquivar el misil y a volar hacia el edificio desde el que salió su misil, Raw lanzo una onda de energía volando por los aires su misil, llevándose parte de la onda expansiva siendo lanzado por los aires con una fuerza suave que logro controlar pronto y termino sacudiéndose el polvo, ya que no había sufrido daños algunos, preparo un par de ondas de energías básicas y las lanzo contra el sitio desde el que habían lanzado el misil. Ed agarro el misil con la mano milésimas de segundo antes de que le golpeara y explotara, luego lo lanzo contra el sitio desde donde había salido, haciéndolo volar por los aires en una gran explosión que ese pequeño misil, no podía haber hecho solo.

Las ondas de energía de Raw fueron repelidas fácilmente por un extraño escudo de energía, intento analizarla sin mucho éxito, ya que no podía reventar misiles con su energía y estar atento a sus maquinas

Ed: ¿te ayudo Raw? (Pregunto Ed, viendo que su amigo tenía problemas)

Raw: cúbreme, mientras miro una cosa (Sabiendo que explicarle su plan, sería inútil para Ed y solo perdería tiempo, que no tenían pues esto podría llamar la atención de alguna patrulla Sayán)

Ed: vale, ¡me toca jugar! (Dijo Ed, acariciando sus manos para calmar su ansiedad)

Cuando salieron un par de misiles y Ed con gran habilidad, los agarro, el más fácil fue el que iba hacia él, el que iba hacia su amigo, estuvo a milímetros de darle, Raw abrió sus ojos de par en par, colocándose detrás de Ed, el cual se divertía devolviendo el fuego enemigo, aunque se frustraba cada vez más, al no darle al blanco, mientras Raw se dedicaba única y exclusivamente a analizar el campo de energía, mientras que cada vez los misiles que salían era cada vez más grandes y cada vez más numerosos, de ser pequeños, pasaron a ser medianos y de salir dos a salir tres, algún misil suelto le daba a Ed haciendo que explotaran  a veces los que tenía en la mano y el que le había impactado, solo rompiendo sus ropas y cabreando mas al gigante.

Mientras tanto…Celes se coló por una ventana del segundo piso que estaba abierta, del edificio en el que le disparaban a él y a sus amigos, aquí parecía que viviera alguien, pues las camas estaban deshechas, mientras que escuchaba explosiones fuera, sabiendo que sus amigos podían estar en apuros al ver como crecían las intensidades de la energía de los misiles, pronto no podrían evitar ser destruidos, decidió apurarse para acabar con el que estuviera disparando.

Abrió la puerta a la fuerza, ya que estaba atascada, vamos que la partió con su fuerza, la saco de su sitio y la tiro a un lado, sorprendiéndose porque esperaba una casa normal y solo encontró unas escaleras de caracol con paredes de algún metal. Empezó a bajar mientras escuchaba pasos subiendo, su localizador había dejado de captar las cosas de fuera, para empezar a captar cosas adentro que hace un segundo no captaba, varias energías de 4 estaban dirigiéndose a él. Al poco vio salir de la oscuridad, un tipo vestido con un uniforme verde claro con un cinturón azul fuerte y unos pantalones blancos, un localizador en su ojo izquierdo y un arma azul, algo bajito que al verle dijo algo en otro idioma que el localizador le tradujo sin problemas y acto seguido disparo, saliendo una luz verde fuerte de su arma y dándole en el hombro, quemando su ropa un poco y llegando a herirle el hombro pese a su escasa energía.

Tipo: (Idioma Tsufur) ¡Sayáns!

Celes: ¡¿Tsufurs?! Pagareis esto (Cabreado por primera vez al mirarse el hombro)

El Tsufur se agacho apareciendo otro tipo detrás de él, apuntándole directamente, mientras que el mismo Tsufur le volvía a apuntar, ambos dispararon, consiguiendo que Celes, tan solo esquivara por los pelos ambos disparos, mientras ambos volvían a apuntarle, Celes se fijo que la casa de arriba si había sido afectada por los disparos, pero que la estructura de dentro para nada, aprovecho toda su velocidad para golpear a ambos y tirarlos con el fuerte impacto por las escaleras, al recibir el impacto ambos dispararon, pero por mas suerte que otra cosa, no consiguieron acertarle, con el impacto consiguió que las tres energías que subían las escaleras, bajaran a 1 o a 0.

Bajo las escaleras hasta el primer piso, viendo a tres tipos muy parecidos tirados en el suelo, el tercero estaba totalmente inconsciente, ya que aunque sus compañeros habían acolchado su golpe, luego le habían caído los dos encima y habían rodado por las escaleras, el primero que había recibido su golpe directamente también estaba inconsciente seguramente no estaba muerto porque sus compañeros redujeron el daño que se hizo al rodar por las escaleras y el segundo, estaba tembloroso y aturdido, aunque intentaba desesperadamente llegar a su arma, que se le había escapado de las manos, por suerte para Celes.

Este solo pateo a los tres Tsufurs, que dieron contra las paredes de metal de su refugio haciendo un sonido sordo, pero muriendo los tres en el acto. Había una puerta para salir al piso número uno y además las escaleras tenían otro tramo que seguía bajando, pero los proyectiles venían de abajo, así que no lo dudo un segundo y empezó a bajar por las escaleras…

Mientras tanto Ed estaba siendo acribillado a misiles, aunque había aprendido ya al fin que no le hacía nada adonde salían los misiles por alguna razón, así que normalmente lanzaba misiles que agarraba contra los misiles que venían hacia él y es por eso que aun solo tenía algún que otro rasguño a pesar de su ropa estar echa un harapo, pensó lanzar misiles contra el edificio adonde había entrado Celes, pero Raw le recordó que Celes, estaba dentro, pero este también hizo su trabajo, había analizado el escudo de energía y ahora ya sabía de dónde venía la energía que alimentaba el escudo

Raw: quédate aquí, ahora vuelvo (ordeno Raw)

Ed: este juego a dejado de gustarme (Protesto Ed)

Raw: tranquilo, solo hay que usar la cabeza, cuando grite tu nombre, tírales un misil, ¿vale? (Explico Raw)

Ed: eso, tu usa la cabeza, yo les tiro el misil. (Rio Ed)

Por un momento cruzo los dedos, porque Ed lo hubiera entendido, ya estaban lanzando cuatro misiles de un tamaño grande, que lastimaban con cada impacto un poco más al gigante, ya que este se quejaba con cada impacto, Raw se dirigió volando lo más rápido que podía hacia el edificio que trasmitía la energía, mientras escuchaba sufrir a su amigo se maldijo por no entrenar mas, como Celes.

Ed empezó a intentar esquivar los misiles con poco éxito, ya que estaba siendo acribillado, al ver que no tenia éxito en su intento, luego se metió en un edificio para intentar protegerse, pero no tardaron mucho en volar la casa los misiles, haciéndole tener que huir y levantar el vuelo de allí.

Mientras tanto Raw que había llegado al edificio, para ponerse a buscar desesperadamente un lugar por donde entrar, las ventanas estaban demasiado protegidas con un muro de metal por detrás, intento atravesarlo sin éxito, no partió ni los cristales que eran de seguridad, con la puerta también lo intento sin mucho éxito, más que algunas pequeñas marcas, parecía un edificio infranqueable para él, se volvió a maldecir por no haber entrenado y no haber inventado nada para solucionar este problema. Después lo intento también por el techo, pero no consiguió encontrar ningún punto débil, entonces miro al suelo y encontró, una entrada al alcantarillado, en este momento agradeció haberse aprendido el idioma Tsufur escrito y haber podido leer el sistema con el que creaban el alcantarillado.

Para cualquiera que no supiera el sistema se perdería, porque sería poco más que un laberinto, sin embargo para el que se lo sabía era tan fácil como quitarle un caramelo a un niño de otra raza, Todo esto estaba construido de la siguiente forma: había un túnel que zigzagueaba por toda la ciudad, incluso a veces cruzándose o enlazándose consigo mismo, pero siempre con la inclinación para el mismo lado, pequeños túneles sin mucha importancia, con la inclinación hacia el túnel principal para que todo edificio tuviera una salida de agua.

Entonces bastaba con al entrar fijarse hacia donde estaba el edificio y hacia dónde estaba la inclinación del túnel, así sabría desde el principio hasta el final que túnel tenía que seguir. El edificio estaba hacia el Noreste, así que miro el túnel en la dirección más parecida, la cual se inclinaba hacia abajo, así que siguió el camino hasta que había una pequeña bifurcación en dirección del edifico, así que empezó a subir por ella, hasta encontrar al fondo del camino, una escalera que subía al edificio, mientras sonreía por su éxito de “usar la cabeza” empezó a subir la escalera.

Ed había aprendido que si golpeaba al misil lo bastante fuerte cuando explotaba la explosión no le daba tan directamente, así que empezó a hacerlo sin dudar, ya que estaba más fuera de sí, que dentro de su cuerpo, nadie le había hecho daño nunca y estos edificios antiguos, no serian una excepción, pensaba destruirlos todos si hacía falta y toda esa zona empezó a ser destruida, por algunos misiles que no golpeaba mas por casualidad que otra cosa, en la punta, provocando que nada mas cambiaran el rumbo y explotaran contra otro edificio, cayendo un misil por casualidad en la casa que había entrado Celes, sin que Ed se diera cuenta si quiera, volándola entera.

Mientras tanto Celes, estaba bajando las escaleras envolviéndose de nuevo en la oscuridad, estaba tan abajo que hacía rato que dejo de escuchar explosiones, juraría que llevaba al menos media hora bajando escaleras, cuando al fondo empezó a escuchar voces, primero eran inaudibles, luego empezó a poder escuchar algo.

Voz primera: (Idioma Tsufur) Ya hemos acabado con dos de ellos, ahora solo queda uno.

Al oír eso, se asusto, habrían acabado con Ed y Raw, no, eso no era posible, no podía ser que sus amigos hubieran muerto por su culpa y por unos mequetrefes como estos, sus amigos no eran un Sayán basura cualquiera, que hasta estas armas, hubieran sido letales para ellos, sus amigos eran los especiales de los mejores, al menos para él, siguió escuchando evitando hacer ruido, mientras descendía.

Voz segunda: (Idioma Tsufur) ¿Crees que están muertos?, yo juraría que lo han abandonado a su suerte

Al escuchar la respuesta de su compañero,  Celes se quedo más tranquilo y comprendía que pasaba, al perderlo de vista a el, los Tsufur creían algunos irrisoriamente haberle abatido y aumentaron el fuego sobre sus compañeros para hacer lo mismo con ellos, Raw se marcho para inventar algún cachivache de los suyos o para hacer algo brillante seguramente, dejando a Ed como cebo, cosa que les hizo pensar a otros que habían abatido a otro, poco después termino de bajar y vio a dos de los seres de antes  disparando por una extraña pantalla a Ed.

Celes: os parece educado, ¿recibir así a vuestra única visita desde hace años?

Ambos dieron un respingo poniéndose más rectos que una rama de un árbol, uno de ellos el arma la tenia junto a Celes y el otro ahora mismo la tenía a su lado y estaba llevando la mano hasta ella, mientras ambos miraban de reojo al Sayán que había entrado como Pedro por su casa, cuando Celes iba a lanzarle a ambos una onda de energía, el que estaba desarmado, pulso un botón rojo y empezó a huir, para de repente el que estaba armado rodar por el suelo y dispararle a quema ropa a Celes, en un solo segundo, antes de que ninguno hiciera nada, todo exploto, viniéndose encima de estos tres.

Por su parte Raw, entro en el sitio que le daba energía al otro, para momentos después, alucinar, esta tecnología era increíble, estaba en una sala gigantesca, con un generador de Iones, solo había leído sobre él, ya que los Sayáns no tenían demasiada tecnología, solo habían cogido la que les interesaba de los Tsufur, sin embargo a él, le interesaba toda. Había muchos carteles con instrucciones sobre el generador, el empezó a estudiárselos, para poder desconectarlo desde allí, mientras su amigo Ed se percato que algo extraño estaba pasando, pues de venirle fuego desde dos partes, ahora solo le disparaban desde una, entonces se fijo, que de la parte izquierda, que ya no estaba por cierto, de abajo salió un misil gigante y entonces se acordó de Celes, iba a ir a por él, para sacarlo de allí, pero el misil salió disparado hacia él, Ed le lanzo misiles para detenerlo o reventarlo como a los demás, pero todos los esquivaba, su único objetivo era acabar con él, así que solo le quedaba la opción de volar con tu torpe habilidad e intentar despistarlo.

Le lanzo piedras, paso muy cerca entre picos de montañas, paso entre las carreteras entre vehículos Tsufur parados, pero todo era inútil, entro por la ventana de un edificio y salió por la puerta trasera y el misil hizo lo mismo, Estaba arto de huir, pensaba esperarlo y golpearlo como a los anteriores, pues a fin de cuentas solo era un misil mas, no podía ser tan poderoso. Celes estaba enterrado sobre un amasijo de metales, intento moverse, pero era incapaz, intento volar, pero tampoco podía con ese peso, empezó a preguntarse si moriría allí, porque se estaba asfixiando, así que por la frustración de no poder moverse, de sentirse lastimado por unos mosquitos y quizá, por pensar que le dejaría el camino libre a estos insectos de que mataran a sus amigos. Comenzó a enfadarse, subiendo su energía hasta un poco más de su límite, casi sin darse cuenta y haciendo un último esfuerzo, salió volando hacia arriba a toda velocidad.

Después jadeando por el esfuerzo se poso en tierra, toda su ropa estaba hecha girones, tenía el cuerpo arañado por todas partes, busco con la vista a sus amigos, encontró a Ed que se preparaba para golpear algo y entonces su localizador se puso en marcha, si su amigo era impactado por ese misil, sin duda volaría en pedazos.

Celes: (con toda la energía que le quedaba) ¡Ed, huye, no dejes que te toque ese misil!

Ed miro a Celes algo sorprendido de que su amigo estuviera allí sin su ayuda, miro al misil que se acercaba peligrosamente y no dudo ni un segundo que si su amigo le decía algo así, lo haría por una buena razón, así que muy a su pesar, siguió volando para esquivarlo por los pelos, ya que cada vez el misil era más certero y más rápido, Celes intento derribar el misil con pequeñas ondas de energía, cuando Ed lo dejaba un poco atrás, pero el misil esquivaba su energía como si nada.

Raw había entendido al fin como apagar el generador, así que lo apago, en breves segundos la sala se lleno de Tsufurs armados rodeándole y entonces Raw lo entendió todo.

Raw: así que esto es una pequeña rebelión, ¿no?

Todos le apuntaban con sus armas, pero ninguno decía nada.

Raw: el silencio es una prueba de ello, no me hace falta que me contestéis, lo que me pregunto es ¿cómo habéis sobrevivido?

De entre sus filas salió un tipo que parecía estar al mando, con cicatrices en la cara y que su uniforme tenía un color más oscuro.

Tipo al mando: no te molestes en hablar con ellos, no te entienden

Raw: (hablando el idioma Tsufur un poco toscamente) pero esto sí lo entienden, ¿no?

Todos los soldados se miraron dudosos e incluso el líder dio un paso atrás sorprendido

Tipo al mando: (idioma Tsufur) ¿hablas nuestro idioma?

Raw: (idioma Tsufur tosco) si, claro

Todos los soldados comenzaron a cuchichear entre ellos y el tipo al mando, interrumpió

Tipo al mando: como te atreves a hablar nuestro idioma después de lo que nos hicisteis

Raw: yo no te hice nada, fueron mi padre y mis abuelo

Tipo al mando: da igual, todos los Sayáns sois iguales

Raw: ¿y cómo es que estáis vivos?

Voz femenina: comandante, no diga eso, si no fuera por Loctius, no estaríamos vivos ninguno

El comandante, se tiro al suelo y todos los hombres sin dejar de apuntarme se pusieron de rodillas, de entre sus filas salió una mujer con una corona dorada, que se asomo a la barandilla del segundo piso:

Raw: ¿Quién eres tú?

Comandante: ¡¿Cómo te atreves a hablarle así a la reina?!

Reina: déjalo, yo no soy su reina

Raw: no, no lo eres, mi rey es Celes

Reina: ¡¿Celes?!

Raw: si, el es mi líder

Reina: ¡retiraos!

Comandante: ¿pero señorita?

Reina: es una orden, comandante

Comandante: por esta vez, te libras (dijo refiriéndose a Raw)

Por alguna extraña razón, al oír el nombre de Celes, su actitud había cambiado, todos se retiraron desapareciendo por puertas, que cerraron tras ellos y por mucho que lo intento Raw, nadie le conto nada, luego empezó a sonar una alarma sonora, que no tardaría mucho en atraer a otros Sayáns, pensó unos segundos al respecto y luego salió por donde había entrado, cuando llego a donde estaba Ed, todo los alrededores, estaban bastante destruidos, Celes intentaba inútilmente detener un misil gigantesco, para que Ed que estaba agotado descansara, pero todo era inútil, el misil seguía avanzando hacia Ed y lanzaba por los aires a Celes, que también estaba agotado.

Raw: ¡¿Qué pasa?!

Celes: Que este misil persigue a Ed y nada lo detiene

Ed: ¡quítamelo de encima, por favor Raw, este juego ya no me gusta, ya me cansado!

Raw: ¡Aguanta Ed! Celes cuéntamelo todo con detalle…

Tras oír todo lo que habían intentado, pensó unos instantes y ya sabía lo que tenían que hacer, mientras Ed ya se había llevado algunos roces del misil.

Raw: ¡¡Ed!! ¡Se, que te cuesta mucho, pero si te alejas de él y le lanzas tu energía, explotara y te dejara en paz!

Ed: ¡Voy!

Ed intento cogerle velocidad, pero estaba demasiado cansado

Raw: Ayúdale Celes

Celes: voy (normalmente Celes no aceptaba ordenes de nadie, pero esto era una excepción, para salvar a su amigo)

Celes agarro a Ed y empezaron a pillarle distancia al misil pero no la suficiente para no recibir daños irreparables, Celes también estaba demasiado cansado y Ed, pesaba demasiado, Raw empezó a dispararle bolas de energía al misil, para que le pillaran mas distancia, ya que al tener que esquivarlas perdía algo más de tiempo, al poco ya estaba a bastante distancia como para no recibir daños

Raw: ¡¡Ed!! ¡Ahora!

Ed con un gran esfuerzo por su parte consiguió lanzar una minúscula bola de energía, que el misil capto y fue contra ella, exploto en una tremenda explosión lanzando por los aires a Celes y a Ed, incluso tirando de espaldas a Raw. Cuando todos se vieron de nuevo, vieron que todos estaban bien, Raw quería largarse de aquí cuanto antes, pero Celes no estaba de acuerdo.

Raw: vámonos, las patrullas Sayán ya tienen que venir hacia aquí, encabezadas seguramente por el rey.

Celes: no, aun no hemos encontrado nada, busquemos por toda la ciudad, antes de irnos.

Celes busco con su localizador, en efecto muchas energías Sayáns se acercaban a la ciudad rápidamente, en menos de una hora estarían aquí y su localizador solo noto una energía en una casa

Celes: seguidme (se adelanto Celes)

Raw: vamos (siguiendo a Celes, cargando con Ed que apenas se mantenía en pie)

Celes se coló por una casa que tenía un agujero en el techo, de todas las que parecían una obra de arte, esta era una casa sin duda descuidada, pobre y que llamaba la atención, al entrar el suelo del segundo piso se había venido abajo y así el techo del primero, en esta habitación había una vitrina con una armadura, un localizador especial y un arma, al posarse en el suelo un Tsufur muy viejo con gafas que estaba sentado en una butaca, lo miro y le pregunto algo.

Viejo: (Idioma Tsufur)  ¿comandante, ya llego, la hora?

Celes: ¿comandante?

Viejo: (Idioma Tsufur) no se moleste, no puedo oírle bien ni tampoco veo bien, pero cumplí con mi cometido antes de perder ambos sentidos

Celes: ¿me pregunto cuál sería?

Viejo: (Idioma Tsufur) no sé si lo recuerda, de todas formas allí está escrito todo

Le señalo unos papeles que estaban pegados a las vitrinas, papeles que Celes intento leer inútilmente, ya que estaban en idioma Tsufur.

Viejo: (Idioma Tsufur) la llave esta en uno de esos pequeños cajones

Celes golpeo la vitrina lastimándose la mano sorprendido, busco la llave entre los cajones, justo cuando la encontró llegaban sus amigos

Celes: Raw, tradúceme estos papeles

Raw: voy, jefe

Ed: ¿Quién es el viejo?

Celes: no lo sé, pero ha inventado tres cosas que quiero

Ed se puso a jugar con el viejo

Viejo: ¿adónde me llevan, al final me dejaran ver a mi hija, al fin me liberareis de mi castigo?

Matándolo sin querer dada su fragilidad

Ed: creo que lo mate sin querer, ¿he metido la pata?

Celes: no, ya me había dicho lo que necesitaba, saber

Celes observaba como Raw se ponía a traducir los textos, no le daba ninguna pena el viejo, aunque pensaba que en cierto modo los castigos de los Tsufurs eran más duros que los de los Sayáns, mientras que Ed miraba unos cuadros y decía

Ed: ¿Quiénes son estos tíos tan feos?

Celes: parecen unos Tsufurs

Ed: Pues que feos son, ¿puedo jugar con ellos?

Celes: haz lo que quieras con los cuadros

Raw: pero no tires los papeles que quiero leerlos, luego.

Ed: vale, Raw

Tras un rato esperando a que Raw tradujera, este avergonzado confeso:

Raw: esta codificado, necesitare tiempo para traducirlo, bueno, cogeré los papeles sin romperlos y los demás, los meteré en una bolsa y nos los llevamos.

Ed: mira lo que echo, Capitán (haciendo tonterías con los cuadros, pintándole bigotes, barbas, un parche en el ojo y tonterías por el estilo)

Celes: si, que interesante… (Celes odiaba cuando Ed se ponía así, aunque lo perdonaba por el aprecio que le tenía)

Celes registro la habitación, abrió un armario y vieron tres mudas de Tsufurs justo de sus tallas, esto era un poco raro, pero aun así, les hacía falta ropa, así que repartió según la talla a cada uno, luego tras vestirse los tres, metió la llave en la vitrina y al girarla, las tres vitrinas se abrieron y empezó a sonar una alarma desde la puerta que estaba cerrada al fondo, metió todas las cosas en una mochila, a la vez que Raw recogía todos los papeles en otra mochila y que Ed se llevaba todos sus cuadros imitando a sus amigos, como trofeo.

Cuando iban a alzar el vuelo, el localizador de Celes detesto que los Sayáns habían llegado, así que para no ser detenidos por todo esto, tenían que buscar otro camino, había una puerta al fondo, así que Celes decidido, entro por la puerta, haciendo que ambos amigos le siguieran.

Celes: tenemos que darnos prisa, la alarma suena desde aquí abajo, no tardaran en bajar (instando a sus amigos para que se dieran prisa)

Raw: esto, no, me, gusta. (Advirtió Raw)

Ed: a mí me molesta el sonido (anuncio Ed)

Raw: no me refiero al sonido (recrimino Raw)

Ed: ya… pero yo si (sacándole la lengua a Raw)

Raw: tener cuidado, puede haber sistemas de seguridad (ignorando a Ed)

Celes: vale, tendré cuidado

Ed: ¿sistemas de qué?

Celes: déjalo Ed, yo me ocupo

Ed: vale (Dijo con una sonrisa confiada)

Tras la puerta había una reja de metal, que tuvieron que levantar entre los tres, para poder pasar, que al soltarla, volvió a cerrarse tras ellos. Luego solo había unas escaleras de las que no se veía el final, todo estaba muy oscuro, pero siguieron avanzando hacia abajo. Tras un rato largo bajando, llegaron a una cueva que se iluminaba ante su presencia, había tres caminos distintos uno que iba hacia la izquierda, uno hacia abajo y otro hacia delante.

Celes: Vamos a separarnos, si encontramos un lugar donde los caminos se reencuentren, esperaremos allí, si alguno encuentra la salida que vuelva aquí.

Raw: de acuerdo jefe

Ed: vale, capitán

Celes: Yo voy por el camino que va hacia abajo, Ed tu el camino que va hacia delante, Raw tu el que queda.

Raw: a la orden (imitando un simpático gesto militar)

Ed: Jo, yo quería el camino hacia abajo (Protesto)

Celes: no, que te pierdes, déjame ese a mi (Argumento)

Ed: vale… (Acepto finalmente)

Finalmente, cada uno siguió su camino, con las esperanzas de no ser localizados por las patrullas Sayáns, cada uno con su botín, esperando volver a encontrarse de nuevo o incluso encontrar una salida que los llevara lejos de allí.

Por el camino de delante, Ed iba caminando tranquilamente, viendo como las luces se iban encendiendo cuando él iba pasando, sintiéndose importante por primera vez en su vida, iba lleno de orgullo, incluso jugaba un poco a volver sobre sus pasos cuando las luces se apagaban por haber pasado el, pues le costaba entender que nadie encendiera esas luces porque el pasaba, su inocente mente no alcanzaba a entender que hubiera nada automático en el mundo.

Tras un rato en el que la gruta fue perdiendo tamaño considerablemente, sin que Ed se diera cuenta del detalle, llego el momento en el que se choco con la pared

Ed: ¿pero qué pasa?

Miro hacia detrás y luego hacia delante

Ed: o yo me estoy haciendo más grande o el camino más pequeño (rio él solo, mirando a los lados, esperando la sonrisa de sus amigos, como siempre)

Echaba de menos estar con sus amigos, Celes y Raw, eran los mejores Sayáns que había conoció, bueno, tenía que confesar que el rey Vegeta era muy majo cuando estaban solos,  pero solo había visto al rey Vegeta unas diez veces en público, con suerte acompañado lo había visto seis veces y a solas había estado un par de veces con él, al menos que el recordara.

Se agacho y continuo agachado para poder continuar caminando, pero el camino se estaba estrechando cada vez mas y ahora sí que se daba cuenta, cada vez tenía que agacharse mas, Ed no era muy listo, pero este camino no era muy normal, al menos no era lo que él entendía como camino. Siguió caminando de rodillas y luego arrastrándose por el suelo, ya que si Celes, le había ordenado pasar por allí, tenía que pasar a toda costa, hasta que el camino hizo imposible el pasar por allí, se dio la vuelta rascándose la cabeza señal de que estaba pensando, si es que alguna vez lo había hecho, era esta, en el momento justo para ver que por el camino que él había venido, ahora venían caminando unas estatuas de armaduras, armadas con una lanza con un hacha, que antes no había visto por ninguna parte.

Ed: aquí está “el sistema de seguridad” ¡ya viene mi diversión!

La primera armadura llego hasta el, que se crujía ansioso los nudillos, le dio un gancho a la armadura destrozándola entera, pero no solo a la armadura, al ponerse en pie y no darse cuenta derribo el techo de la gruta, tapando el camino mientras que sin mirar que le rodeaba:

Ed: ¡¡¡Noooo!!! Mi diversión… (Mientras que lloriqueaba como un niño pequeño, que le habían robado su juguete)

Intento inútilmente quitar las piedras que tapaban el camino, pero ni siquiera él, era tan fuerte como para eso.

Por el camino de la izquierda caminaba Raw, fascinado por la tecnología de estas gentes, había leído muchos libros sobre ello, pero siempre había pensado que los que escribían los libros eran muy fanfarrones, pero ahora que veía toda esa tecnología con sus propios ojos, sabía que no, estaba deseando aprender más de todo ese conocimiento. Se paró un poco para intentar aprender investigando como hacían los Tsufur para que las luces se encendieran al pasar alguien, pero no lo consiguió, decepcionado, continuo caminando, hasta que llego a una puerta, que no tenia pomo como las demás, solo una marca de una mano a su derecha con cuatro dedos.

Intento poner su mano pero no encajaba, entonces descubrió que había manchado su mano de arena que había allí pegada y entonces utilizo su cabeza como siempre, con su energía comenzó a trabajar una piedra para darle la misma forma que la de la puerta, entonces aprovecho la arena que aun había pegada a la puerta y al poner la piedra la puerta hizo un sonido y empezó a abrirse, luego guardo la piedra tallada en su mochila tras limpiarla un poco y entro en la nueva sala, donde vio llorando a Ed, contra un camino taponado por piedras, se acerco a su amigo, le toco el hombro y le dijo para calmarlo:

Raw: ¿Qué te pasa Ed?

Mientras tanto por el camino de abajo, Celes miraba con desconfianza como se encendían las luces a su alrededor y menos mal que estaba alerta, porque al dar un paso, dos sierras salieron de la pared tanto a alta altura como baja y si no hubiera estado atento para pasar entre ellas, podría jurar que lo habrían cortado por la mitad. Ahora incluso más atento que antes, tras dar unos pasos más, un martillo casi le cae en la cabeza, lo esquivo dando un paso hacia delante de milagro, había rozado incluso su cola, como suponía había escogido un camino bastante peligroso, porque si los Tsufur guardaban algo interesante, seria aquí.

Siguió avanzando y al tropezar con una piedra, una trampilla callo por delante, bajo una roca rodando, Celes se pego a la pared esquivando de milagro la gran roca, cuando la roca ya no estaba sobre la trampilla esta se recogió sola hacia arriba y tuvo que esquivar, tirándose al suelo, un arma Tsufur que se había disparado a consecuencia de haber caído la roca, destrozo la roca, haciéndole pensar, que si le hubiera dado a él, también le hubiera destrozado, muy posiblemente. Con un poco de sudor frio, Celes siguió avanzando.

Al girar una esquina, tuvo que agarrar una flecha, que casi le atraviesa el cuello y lo que vio tras la flecha era todo un pasillo lleno de trampas, la primera era un hacha que ocupaba todo el pasillo, que iba de un lado al otro, la segunda una bola de hierro que también ocupaba todo el pasillo, que subía y bajaba y por último, pero no menos peligroso, cuatro círculos metálicos que ocupaban absolutamente todo el pasillo y que pasara por donde pasara, se cortaría, esa eran las trampas que estaban a la vista, que podía haber más, estaba claro que esta vez tendría que usar la cabeza, en esta situación sin duda, echaba de menos a Raw.

Mientras que pensaba como pasar, se percato de que las dos primeras tenían un patrón cada una, así que tendría que seguir ese patrón y el tercero, iban cambiando de dirección, así que tendría que esperar a que el patrón y la dirección fueran lo correcto para pasar, pero si lo hacía tendría que ser bastante rápido, eso si no quería perder alguna parte importante de su cuerpo. Tras media hora observando calculo que cada unos doce minutos aproximadamente era el momento, así que aprovecho el momento, se preparo, se cargo de energía y…

Ed: he perdido mis juguetes que se movían…

Raw: ¿Qué juguetes, Ed?

Ed: unas armaduras muy graciosas con sus lanzitas y sus hachitas

Raw: ¿sabes que seguramente, querían matarte, no?

Ed: si… pero no podían (dijo con su típica sonrisa)

Raw: vamos, eres un caso

Mientras que ambos reían, fueron paseando por la enorme sala, hasta que llegaron a un hangar donde había bastantes naves espaciales, aviones, barcos, submarinos, tanques, mientras que Raw disfrutaba de eso, tuvo que agarrar a Ed mientras este gritaba: ¡¡Mas juguetes!!

Raw: Ed, no toques nada, son órdenes de Celes (Mintió, ya que le gustaría poder investigarlos)

Ed: ¿ah sí? Yo no recuerdo eso (Pero el pequeño gigante no tenía mala memoria)

Raw: ¿no querrás decepcionar a Celes, ¿no? (Apelo a lo que sabía, que no fallaría)

Ed: no, claro que no… (Dijo bastante triste)

Todo iba bien, cuando uno de los tanques empezó a moverse y desde dentro escucho:

Voz conocida: (Idioma Tsufur) Te dije que te librabas por esa vez, pero de esta no te libras, ¡Muere!

El tanque les señalo, empezó a dispararles balas de gran calibre, Ed fue el único blanco al que le acertó, ya que Raw lo esquivo volando de milagro, recibiendo disparos en la espalda de un avión, que paso por su lado tras dispararle. Ed golpeo el tanque de frente con su cuerpo y luego intento levantarlo, pero al agarrarlo unas cuchillas que salieron de abajo, le hicieron cortes superficiales haciéndole soltarlo y le apunto con el cañón

Raw: ¡Ed!

En ese momento, Raw iba a bajar a ayudar a su amigo, pero tuvo que esquivar al avión que le lanzo un misil, Ed recibió un cañonazo que le estampo contra una pared y lo dejo inconsciente, Raw echaba de menos a Celes, que sin duda les ayudaría a ganar este difícil combate, dirigiéndoles.

Raw: ¡pagaras esto, maldito Tsufur!

Voz conocida: (Idioma Tsufur) ¡haberte marchado cuando tuviste ocasión, no suelo darle dos oportunidades a nadie!

Ya que el tanque no le acertaría mientras estuviera en el aire y en movimiento, decidió enfrentarse al avión primero y ya se encargaría luego del tanque, ya que aunque el sabia que el gigante no estaba muerto, tenía la ventaja de que el estúpido enemigo creía que sí, porque si hubiera tenido que defenderle porque el tanque siguiera atacándole, posiblemente, solo posiblemente, morirían los dos.

 El avión se dirigió hacia él en picado, el se dirigió hacia el avión esquivando el fuego del propio avión y justo al pasar por sus motores, lanzo una bola de energía a cada motor, haciéndolo explotar, por lo tanto, caer estampándose contra el suelo sin remedio, muriendo la maquina y el piloto a la vez, luego esquivo un cañonazo del tanque por los pelos, mientras escuchaba:

Voz conocida: (Idioma Tsufur) soldados les habla su comandante, activen las torretas numero uno y dos

Raw: ¡¿Comandante?!

Raw tenía serios problemas, Dos torretas salieron del suelo y el tanque no dejaba de dispararle, no podría hacer nada más que dedicarse a disparar, sin duda necesitaba ayuda, de Ed, Celes o incluso de ambos.

Mientras tanto Celes: Zash, salió disparado, esquivo el hacha gigante cuando estaba a su derecha, paso cuando la bola estaba levantándose y girando paso entre los círculos cortantes, justo cuando había pasado, se dejo caer al suelo, para esquivar dos dardos con los que no contaba que habían surgido de la pared y al tocar el suelo, se abrió un boquete en el, al notar eso, salió disparado rodeándose de energía de nuevo, chocando contra la pared, dada la velocidad que llevaba, provocando que se derrumbara parcialmente la sala, rodando hacia el lado, esquivo los escombros.

Jadeando por el esfuerzo, se miro el cuerpo, tenía cuatro rasguños en la ropa y solo uno, le había rozado la piel, estaba mejorando, pero no era bastante bueno, se puso en pie tras haberse recuperado un poco y entro por la puerta, nada más entrar, todas las luces se encendieron deslumbrándolo. Cuando sus ojos se hicieron a la luz, lo que vio fue horrible y para que algo le pareciera horrible a un Sayán y sobre todo a Celes, ya tenía que ser horrible. Empezó a ver, camillas con mujeres Tsufur embarazadas, totalmente dadas de si, al menos conto cien mujeres, vio jaulas llenas de niñas Tsufur y al menos diez celdas con seres extraños y deformes, que daban bastante repelús, estaba tan atento a lo que estaba viendo que casi le pasa desapercibido que alguien con una ínfima energía se le estaba acercando, pero al darse la vuelta, pillo a una especie de científico, intentando golpearle con un palo, doblo el palo, lo tiro lejos y le pregunto.

Celes: ¿qué significa todo esto?

Científico: no puedo decirte nada

Celes: si no lo haces, te hare lo que le hice al palo…

Científico: ¿en serio?

Celes: nada me haría tan feliz

Si ya de por si al ser un Sayán había que tomárselo en serio, porque podía hacerlo realmente, todavía más por ser Celes, que a pesar de ser bastante atractivo, parecía bastante despiadado.

Científico: vale te lo contare, pero no me mates.

Celes: eso dependerá de tu historia

El científico trago saliva y se cayó al suelo de la impresión, cuando se calmo un poco empezó a hablar, bastante alejado del Sayán: La Guerra Tsufur fue hace unos veinticinco años como bien sabrás, pero prácticamente aquí abajo y escondidos en el refugio real, sobrevivimos unos doscientos cincuenta Tsufurs, cien de ellos eran soldados, otras cien mujeres y los otros cincuenta, son gente importante Tsufur.

Celes: continua

Tras aclararse la garganta continúo: nadie se percato de nuestra existencia hasta que un día por casualidad un Sayán que era distinto se dio cuenta de que estábamos aquí, ese Sayán se llama Loctius y es nuestro protector, el plan era atacar dentro de tres años, para darle el mando tras adquirir su mayoría de edad a un tal Celes.

Celes: ¡¿Celes?!

Científico: si, ¿lo conoces?

Celes: no, continúa

Científico: como bien sabes, ningún Sayán seguiría a alguien que no tenga sangre real, el plan era que nuestra reina y Loctius se casaran, venciéramos en el conflicto y así la raza Tsufur, volvería a reinar en el planeta y ahora los Sayáns si que seriáis nuestros esclavos.

Celes: No lo entiendes, los Sayáns nunca se someterían

Científico: ¿ah no? Y que crees que hace Freezer con vosotros?

Molesto lo cogió por el pescuezo y casi lo mata del impulso, luego lo lanzo contra el suelo, partiéndole las gafas mientras el repetía perdón, una y otra vez

Celes: sigue hablando, eso no explica todo esto (Celes quería reinar, pero no así, no pensaba consentirlo, si querían que fuera un rey marioneta, se habían equivocado, de Sayán y aun menos apoyaría un motín Tsufur contra su propia raza)

Científico: es lógico, tan pocos, Tsufur no podríamos lograr nada, contra los poderosos Sayáns y a mí se me entrego la responsabilidad, de crear un ejército de monstruos, de crear al Tsufur perfecto, de multiplicar el número de nuestra raza.

Celes: eso explica los monstruos, pero no las niñas enjauladas y las mujeres en ese estado

Científico: las niñas enjauladas es lógico no necesitamos educarlas por ahora, solo esperamos a que tengan su primer celo para que sirvan para su propósito y las mujeres en ese estado, un parto detrás de otro, sin descanso entre medio y medicadas para que tengan más hijos, es lo que tiene.

Celes: que horrible, creo que con eso que estáis haciendo, estáis perdiendo el derecho a vivir.

Científico: a situaciones desesperadas, medidas desesperadas

Celes: ¿Dónde está la hija del viejo, de arriba, quien era y que estaba haciendo, para vosotros?

Científico: ¿y a ti que más te da?

Celes: contesta maldito, o te juro que te aplastare como si fueras un gusano bajo mi pie

Científico: la niña está en una jaula al fondo, el viejo era Rain, el sabio Tsufur y estaba haciendo el equipo del súper Tsufur.

Celes: ¿súper Tsufur?

Científico: al final no pudimos crearlo

Celes: a la niña de Rain, ¿le paso algo?

Científico: no, no me atrevería a tocarla, hasta que el muriera

Celes: tu, voy a llevarme a la chica dame la llave

El científico le tiro unas llaves  y mientras que Celes se distraía, pulso un botón de la pared, las jaulas de los diez monstruos se abrieron y adonde estaba el, callo un cristal desde el techo, Celes intento destruirlo con sus ondas de energía, pero la energía tan solo reboto ante las risas del científico, mientras que ascendía hacia arriba tragado por el cristal, que parecía como una especie de ascensor. Los gritos de las embarazadas al ser atacas por los monstruos, se escuchaban por todas partes, en realidad no era problema de Celes, pero quería probar su fuerza, aunque el localizador indicaba que estaban entre 10 y 20 de energía de combate, quería vérselas con ellos.

El numero 1, era un Tsufur con una cola Sayán, Celes se preguntaba cómo habían hecho estas cosas, aunque mejor, no quería saberlas, este tenía un tatuaje que mostraba su número y como tal, era el más débil, tenía solo 10 de energía de combate, pero unas garras y colmillos bastante afilados. Este se lanzo sobre Celes mostrando una gran agilidad, quería pelear, pero Celes quería acabar pronto, ya que los gritos de las embarazadas le eran molestos, Golpeo el estomago de la criatura atravesándola de lado a lado, matándola al instante.

Celes: Fracaso numero uno

Busco al número dos, que era un Tsufur con dos cabezas y estaba torturando a una embarazada sin matarla

Celes: oye tú, metete con alguien que se pueda defender

Numero dos: ¿Cómo tu?

Abandono a la embarazada, que susurro un gracias a Celes, Celes miro para otro lado al parecerle un acto muy desagradable, el no lo estaba haciendo por ella, lo estaba haciendo por combatir. Este tenía 12 de energía de combate, no era mucho más fuerte que el otro, pero le daba a Celes que sí que le daría algún problema de más, que el anterior.

Este se fue acercando poco a poco a Celes, demostrando que era más inteligente que el anterior, cuando estaba al alcance de Celes, Celes dio un par de puñetazos rápidos al cuerpo de este, que sin embargo no parecían hacer efecto, uno golpeo con un brazo a la vez que Celes golpeaba y acto seguido con la pierna contraria, demostrando que lo que le daba tener dos cabezas era una velocidad mental increíble.

Celes le dio una patada la rodilla del Tsufur, a lo que el Tsufur volvió a contestar asestando dos terribles golpes sobre Celes, sin inmutarse del golpe, Celes contesto pegando con todas sus fuerzas al brazo con el que se cubría las cabezas esperando romperlo, pero nada, el mismo contra ataque, Celes dio dos pasos para detrás, se limpio la sangre del labio mientras que numero dos, se reía de él.

Numero dos: ya te has dado cuenta, ¿No? Estoy totalmente insensibilizado, hagas lo que hagas no tengo dolor

Celes: entonces voy a partirte en pedazos

Numero dos abrió los ojos de par en par al oír eso, Celes apunto al cielo con ambas manos cruzadas, del cruce de manos empezó a surgir una especie de rayos, generados por su ki, luego fue bajando las manos hasta abrirlas de par en par, los rayos comenzaron a convertirse en pequeñas ondas de energía y cuando acerco sus dos manos, esas ondas comenzaron a salir disparadas contra número dos

Celes: ¡Cañón de ondas!

Numero dos: ¡noooo! (salió corriendo hacia Celes, perdiendo trozos por el camino, pero ya era tarde)

Esta técnica la había adquirido recientemente, pero evitaba hacerlo porque aun lo agotaba mucho, estaba cansado pero aun esperaba poder encargarse de los demás, había llamado la atención de todos los demás, así que aunque todos irían a por él ahora, al menos los gritos habían cesado.

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Sueños cumplidos C.10 La cuadrilla de los asesinos

Sueños cumplidos C.11 La venganza Goblin

Sueños cumplidos C.8 Una noche complicada

Sueños cumplidos C.9 La persecución Goblin

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Sueños cumplidos Prologo

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Sueños cumplidos C.3 Viajando con un nuevo amigo

Sueños cumplidos C.1 La aventura comienza

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