Proyecto Chronos Primera Clase

El comandante Acero, se enderezo de pie algo aturdido, por un momento pensé que la habíamos liado, pero por primera vez su cara gesticulo una sonrisa, una sonrisa falta de práctica y que se convirtió en un gesto más incomodo que otra cosa para los presentes, que para él, preparo las palmas y aplaudió diciendo en voz alta: “no sé quien ha sido, pero felicidades, maravilloso, poder”. El siguiente en levantarse fue el camarero, aunque callo de nuevo al suelo de rodillas y vomito todo lo que había comido antes, Eva María, estaba con la espalda apoyada en la barra de servicio, tocándose la cabeza aun, un poco aturdida, Charlie fue riéndose un poco menos cada vez y entonces se puso en pie, sacudiéndose el polvo de la ropa y más serio que nunca, quizá un poco molesto.

Ale y Alejandra se dieron un beso en el cachete cada uno y se separaron como si nada, mirándose como una pareja que estuviera enamorada, Sandra permaneció en el suelo incapaz de levantarse, un poco mareada, Paola aun se quejaba del dolor, Miriam y Melissa, salieron de la mesa, mientras que Miriam se quedaba anonadada por lo que había echo su hermana, pero que nadie sabía, Melissa toco el hombro de María, su hermana, que la miro de reojo, incapaz de decir nada, por el agotamiento. Detrás de la mesa estaba Mari José, que le pitaban los oídos, Dani la ayudo a levantarse tirando de ella con la mano un poco mareado y ella al levantarse, hizo que el perdiera el equilibrio y acabaron los dos en el suelo, nadie más lo sabía, pero Dani, desde el suelo miraba a María con cara de pocos amigos, porque el si sabía que había sido ella, lo que no sabía es porque.

Loctius: ¿esto es una especie de fiesta de bienvenida? (Rio el chico nuevo, aunque sabía perfectamente que era María la que lo había provocado, lo que no sabía es el porqué)

Comandante Acero: ¿eres el nuevo? (Pregunto el comandante con curiosidad)

Loctius: supongo (Dijo con poco interés)

Comandante Acero: Ven conmigo, te enseñare tu cuarto y te explicare como va todo esto… (Dijo el comandante que ya sabía que el encargado de la residencia no estaba y que al faltar Chronos, el estaba al mando)

Loctius: vale… (Sin perder detalle de todos los compañeros que aun intentaban reponerse)

El Comandante y el nuevo salieron por la puerta del comedor, mientras que la gente empezaba a reponerse, Charlie, ayudo a levantarse del suelo a Eva María, que parecía tener una jaqueca y que una vez en pie se soltó de Charlie de malos modos.

Charlie: Encima que te ayudo… (Respondió un poco molesto por la actitud de ella)

Eva María: ¿de qué coño te reías? (Desconfiando claramente del chico)

Charlie: de nada, pero cuando me rio, me siento capaz de soportar cualquier dolor (Aclaro sin maldad)

Eva María lo miro extrañada, pero tampoco podía comprender como los mellizos estaban bien y ella se sentía destrozada.

Alejandra: ¿estás bien? (Preguntaba su amiga, preocupada por su mal aspecto)

Eva María: sigo viva, ¿y vosotros, como estáis? (Pregunto a la pareja de hermanos, sabiendo que solo le contestaría ella)

Alejandra: bien, cuando estamos juntos, nada nos afecta (Dijo besando de nuevo a su hermano)

Así que todos tenían un don o algo así para protegerse menos ella, genial, esto definitivamente era genial, mientras tanto las tres hermanas empezaron a hablar…

María: ¿estáis bien? (Preocupada por sus hermanas, aunque sin perder de vista a Dani)

Melissa: ¿si y tú? (Pregunto su hermana preocupada, sabiendo que era culpa suya)

María: solo estoy cansada… (Dijo mirando al suelo, cabizbaja)

Miriam: los que no lo están son los demás (Contesto, mirando a los demás)

Melissa: bueno, nadie ha muerto… ¿no? (Observo alrededor inocentemente)

Miriam: si, el doctor Chronos… (Dijo pegando un grito)

María: no me digas… (Se tapo la cara con las manos y empezó a llorar sin acabar la frase)

Melissa y Miriam, se miraron y olvidaron todo lo demás, solo abrazaron a su hermana, para consolarla, mientras tanto Dani y su grupo…

Dani: ya, estoy bien, ¿Cómo estás? (Pregunto a Mari José)

Mari José: mareada (Poniendo cara de ir a vomitar)

Dani: ¿y vosotras? (Pregunto preocupado, sin mirar a María)

Sandra: me duele la cabeza… (Dijo su compañera de cuarto, tocándose la cabeza en el suelo con ambas manos)

Paola: me duele todo, no me puedo mover (Se quejo su otra compañera)

Dani echo una triste mirada a María, pero al ver que la chica, lloraba desconsolada abrazada de sus hermanas, se ablando un poco, miro al otro grupo, que habían sido los primeros en reponerse,  ayude a levantarse a Mari José, con un brazo tire de ella y la rodee por la cintura, ella apoyo su cabeza en mi hombro y para que no se callera, la apreté contra mí, por la cintura.

Mari José: ¿Cómo te has repuesto tan pronto? (Pregunto observándome incrédula)

Dani: no lo sé, soy así, supongo. (Haciéndome el duro como siempre, mientras la hacía caminar a mi lado)

La ayude a sentarse en una silla

Dani: ¿puedes mantenerte en la silla? (Me agache para ver sus ojos)

Mari José: si, claro… (Dijo devolviéndome la mirada, aunque con pocas ganas por el dolor)

Me dirigí a Sandra, la ayude a levantarse y la sujete con ambas manos contra mi pecho, oliendo su perfume

Sandra: lo siento… (Con voz triste, al sujetarla contra mí, sin mirarme)

Dani: ¿Qué? (Dije como si no entendiera a que se refería)

Sandra: si te hubiera dejado agarrarme, no estaría así… (Explicándome lo que no entendía)

Dani: eso ya da igual, ya lo sabes para otra vez (Le guiñe un ojo y la lleve en peso)

La senté en una silla

Dani: ¿puedes mantenerte ahí? (Dije agachándome, ya que esta no levantaba la cabeza, visiblemente más afectada que Mari José)

Sandra: si…creo, que sí. (Dijo agarrándose temblorosa a los lados de la silla y reculando para detrás)

Dani: si te caes, dame un silbidito (Bromeando con ella, sobre todo)

Sandra: muy gracioso (Dijo riéndose y protestando de dolor)

Yo le sonreí y fui a por Paola, la más afectada de las tres, también le había dado desde más cerca, la chica estaba llorando en el suelo, quejándose de dolor, me daba un poco de pena, pero que podía hacer por ella.

Dani: ¿puedes sentarte en una silla? (Me puse de rodillas a su lado)

Paola: no…llévame a la cama, por favor (Ella me toco suavemente con su manita, con lágrimas en los ojos y teniendo que parar entre palabra y palabra para respirar, como si le costara)

Mire la puerta de salida viendo que me quedaba un duro trabajo que realizar, porque tendría que bajar cuatro plantas con una chica en brazos, me mentalice de la tarea, metí mis manos, una por debajo de sus nalgas que al llevar un pantalón ceñido le agarre una nalga, no la tenía mal la verdad y la otra mano por la espalda, notando su sujetador a través de la ropa, me levante y comencé a dirigirme a la salida.

Sandra: ¿adónde vas con ella? (Pregunto extrañada)

Dani: a la cama (Sabiendo qué pensarían mal, pero me daba igual)

Mari José: ¿te acompaño? (Queriendo ayudarme, hizo el amago de levantarse)

Dani: no, tú quédate ahí (le señale la silla con la cabeza y mire con decisión las escaleras)

Comencé a bajar las escaleras, subiendo me encontré al nuevo y al comandante Acero subiendo detrás de él, cuando me cruce con el nuevo, algo me dijo que me apartara, fue un fuerte sentimiento de peligro, por eso estire el pie que me tocaba bajar, hacia la diagonal que se alejaba del nuevo, en ese momento su pierna se metió entre mis dos piernas, intentando tirarme por las escaleras llevando a Paola encima. Accidente evitado parcialmente por mis instintos y en parte, porque el comandante Acero le puso la mano en el costado a Paola, parándonos en seco al coger velocidad, tanto el comandante como yo le miramos, el miraba de reojo y al ver mi mirada recriminándole su acción, solo sonrió, mire asombrado al comandante, pero este no dijo nada, solo sonrió y ambos siguieron su camino.

Paola: ¿estas…bien…? (Dijo Paola que había abierto los ojos al sentir ese movimiento brusco)

Dani: si, estoy perfectamente (Pensando que esto no se quedaría así)

Seguí bajando las escaleras sin mas percances, entre en nuestro cuarto y deje a Paola suavemente sobre su cama, le puse una camiseta vieja mía, mojada en la frente y me disponía a subir para arriba, para darle una lección al nuevo, cuando Paola me agarro del brazo.

Paola: quédate conmigo… por favor (Suplico su compañera)

Su tono era de suplica y a nadie le gusta estar solo cuando está mal, ni siquiera a mí, así que me quede, cuidándola dentro de mis posibilidades. Arriba la cosa, empezó a normalizarse, el camarero, lo recogía todo, habían salido dos cocineros mas a ayudar, para acabar antes, uno se había quedado cocinando solos, al fin y al cabo, no podían dejarnos sin comer… mientras que el servicio lo ponía todo en su sitio…

Eva María: ¿Qué habéis notado vosotros? (Pregunto a sus compañeros, intentando investigar un poco)

Charlie: yo empecé a notar un pinchazo en la cabeza, pero no sabría de que, entonces empecé a reírme y se paso solo

Eva María: extraño efecto de la risa, ¿y vosotros? (Aun sabiendo que solo contestaría uno de ellos)

Alejandra: yo empecé a sentir como si fuera a perder a alguien importante para mí, entonces me abrace a mi hermano y deje de sentirme así (Contesto abrazando de nuevo a su hermano)

Eva María miro a Charlie y le hizo un gesto con la cabeza, Charlie la miro extrañado y ella volvió a hacerlo, entonces Charlie entendió lo que ella quería del bromista.

Charlie: ¿y tu ale, que sentiste, tú? (Pregunto Charlie, sin mucho interés, pero mirando a Eva María con media sonrisa, en plan: te hice caso)

Ale: ¿yo? Yo me sentí desolado por un segundo, entonces mi hermana me abrazo y se me paso (Apoyando su cabeza en los pechos de su hermana)

Eva María, los miro seria y con gesto un poco de asco, ante la actitud demasiado cariñosa de los hermanos, se dio la vuelta, para ir hasta las trillizas, pero antes de dar un paso…

Alejandra: ¿y tú, que sentiste? (Pregunto interesada su amiga)

Eva María, miro de reojo a la chica que le preguntaba, suspiro, y contesto antes de seguir andando.

Eva María: como me rompían el corazón (Dijo aun sin entender nada)

Charlie: ¿acaso tienes de eso? (Bromeo preguntándole su compañero)

Eva María: yo creía que no, pero parece que si… (Contesto con una tosca sonrisa)

Acabando con la conversación al marcharse hacia la mesa de las trillizas, que empezaban a estar más repuestas, aunque una de ellas, la que más energía tenía siempre, parecía demacrada.

Eva María: Buenas, ¿Qué habéis sentido vosotras? (Quería saber que había pasado, así que no se andaba con rodeos ni chiquitas, solamente, quería una explicación de todo esto)

María: ¿Qué, que? (Pregunto como si la hubiera sacado de sus pensamientos)

Eva María: respecto al dolor de antes, ¿Qué habéis sentido vosotras? (Repitió explicando a que se refería con gesto molesto)

Miriam: un pitido suave en los oídos (Argumento, mas por disimular, que por que lo hubiera sentido realmente)

Melissa: un pitido fuerte en los oídos (Reforzó el argumento de su hermana)

María: nada (Pero, su hermana, no había sentido nada, quizás porque el dolor lo había enviado a todos los demás o quizá porque no quería de verdad a Dani, la verdad ni ella misma lo sabía, solo tenía teorías, que nunca había podido comprobar, ya que en ese estado no podía controlarse)

Eva María: ¿entonces porque gritabas? (Pero a nuestra pequeña investigadora ese detalle de que fuera la única que no sintió nada, le extrañaba)

María: ¿gritaba? (Dijo mirando a sus hermanas, como si eso no hubiera pasado)

Melissa: ha sufrido un shock no se acuerda (Explico su hermana, para que Eva María lo entendiera)

Miriam: ya lo hemos intentado, nosotras (Intentando que Eva María, no le hiciera más preguntas a María)

María: ¿shock? (Pregunto, como si no entendiera nada)

Miriam: si, shock (Acaricio a su hermana, para relajarla)

Eva María: entiendo… (Tenía una teoría, pero aun le faltaba gente que investigar)

Se dirigió hacia la mesa que aun estaba tirada en el suelo, viendo a solos dos integrantes del cuarto uno, se dirigió hacia ellos, justo, cuando entraban en el comedor, el comandante y el nuevo.

Comandante Acero: el desayuno será dentro de una hora, el que pueda que se vaya a hacer sus cosas y el que no, que se quede aquí esperando. (Aviso para todos, el comandante)

Loctius: ¿para eso, me haces subir? (Dijo molesto el nuevo, se metió las manos en los bolsillos y se largo sin haber entrado en el comedor)

Comandante Acero: así aprenderás disciplina, mocoso (Se rio entre dientes)

Las trillizas se fueron cargando con su hermana María, el grupo de Eva María, la estaba esperando y el grupo del cuarto uno, no parecía en condiciones de moverse, el comandante cuando volví a mirar hacia la puerta ya no estaba, se había largado sin ayudar a nadie, valiente profesor, me acerque a las chicas, a pesar de todo, un poco preocupada por ellas.

Eva María: ¿Cómo estáis? (Pregunto la chica un poco preocupada)

Mari José: yo empiezo a encontrarme mejor (Contesto, pero sin intentar levantarse todavía)

Sandra: buf, yo sigo fatal (Haciendo un gesto, como si fuera a vomitar, pero reteniéndose)

Eva María: ¿Qué habéis notado? (Pregunto para seguir investigando)

Sandra: ¿yo? Que la cabeza me iba a reventar (Dijo tocándose la cabeza de nuevo)

Mari José: yo un potente silbido en los oídos, que me ha dado mareo y fatiga. (Tocándose los oídos, mientras hablaba)

Eva María: ¿Dónde estabais cada una, cuando paso? (Cuanto más investigaba, mas quería saber, mas preguntas le salían en su cabeza)

Mari José: yo detrás de la mesa, porque Dani, de repente la tiro y se tiro sobre mí, tirándome detrás de la mesa. (Explico lo que recordaba, a la chica que le preguntaba)

Sandra: yo delante de la mesa, Dani también intento tirar de mí, pero yo hice fuerza para evitarlo, porque estábamos discutiendo… (Mirando para bajo sintiéndose culpable)

Eva María: entiendo, ¿os ayudo a bajar, abajo? (Así que, a María le había pasado algo raro, Dani lo sabía antes de que pasara, por consiguiente a María no le paso nada, pero a sus hermanas, Mari José y Dani, los efectos fueron leve, no hacía falta ser un genio, para saber que lo que había pasado, era algo planeado entre Dani y María, aun tenía que hablar con el nuevo y con Dani, para reafirmar su teoría)

Sandra: no gracias, yo me quedare un rato mas aquí (Argumento Sandra que recibió el ataque o lo que quiera que fuera, directamente)

Mari José: si me ayudas te lo agradecería (Le ofreció sus brazos, para que la ayudara a caminar)

Eva María: como no (Cargue con ella, eso me daría una escusa para hablar con Paola y con Dani, dos de los tres que me quedaban por interrogar)

Mientras bajaban cargando Miriam y Melissa, con María por el pasillo con gran esfuerzo, ya que esta apenas podía andar, mostraron todos sus nerviosismos y sus miedos, ahora que estaban solas.

Miriam: ¿hemos matado a un hombre? (Pregunto horrorizada a sus hermanas por igual)

Melissa: nadie sabe que fuimos nosotras (Intentando pensar que nadie creía que habían sido ellas)

María: no fuisteis vosotras, fui yo, ¿creéis que Dani, me perdonara? (Pero a María no le importaba, solo quería saber si Dani, podría perdonarle lo que había echo)

Miriam: pero olvida a ese tío, ¡qué has matado a un hombre! (Su hermana no pudo soportarlo más y le pego un grito, para que reaccionara)

Melissa: pero, tened cuidado con lo que contestáis, Eva María sospecha de nosotras (Advirtió a sus hermanas que extremaran el cuidado con Eva María)

María: ella sospecha, ¡pero Dani lo sabe! (Dejando a sus hermanas sorprendidas)

Miriam: ¿Qué lo sabe? (Poniendo una cara seria)

Melissa: ¿Cómo que lo sabe? (Le pregunto a su hermana María, para entender que estaba pasando)

María: no lo sé, pero por su mirada, se que lo sabe (Dijo recordando la forma de mirarle antes de el chico)

Melissa: tenemos que hablar con él (Quería hablar con el por mas cosas, pero esta era una oportunidad perfecta para ella, aunque lo primero era lo primero, salvar a María)

Miriam: no, todas no, sería sospechoso (Entrar en la habitación de Dani las tres después de lo que había pasado, podría ser sospechoso para Eva María)

María: dejadme hablar a mi (En el fondo solo quería hablar con Dani, le daba igual si iba a la cárcel, aunque fuera por algo que no podía controlar, pero necesitaba saber que él, la perdonaba)

Todas querían charlar con Dani, cada una por sus diferentes motivos, los únicos motivos que sabíamos son los de María, ¿por amor? O quizás solo atracción.

Miriam: yo soy la más sociable de las tres (Sin embargo, tampoco quería perder la oportunidad de hablar con Dani, dijo su mejor cualidad para intentar ganar ese puesto)

Melissa: y yo la que más éxito tiene con los hombres (Tampoco quería perder la oportunidad de hablar con Dani, así que jugó al mismo juego, el de decir su mejor virtud)

María: y yo la más centrada (En realidad no mentía, normalmente era la más centrada, aunque al decir esto, en este momento se gano una mirada de reproche de sus dos hermanas)

Miriam: si no pudiste controlarte en el salón, ¿quieres matarle, sin querer? (Argumento su hermana, quitándole de la cabeza, que fuera buen momento)

María: no… (Su hermana tenía razón, tenía que esperar a que se le pasara un poco el disgusto)

Melissa: decidido, hablare yo (Ella misma, se otorgo el puesto, sabiendo que María no estaba en disposición de cogerlo ahora y que Miriam, no lo haría de ese modo.)

María: ¿y si no funciona? (Pregunto asustada a sus hermanas)

Miriam: entonces, hablare yo (Otorgándose el segundo puesto, ya que María, seguiría indispuesta, unos días)

María: tened cuidado con lo que hacéis, que es mi novio (Reclamo, aun sabiendo que no lo eran, ella lo sentía así)

Miriam: ¿tu novio? (Pregunto molesta su hermana)

Melissa: ¿y porque duerme con otra? (Dijo su otra hermana mas movida por celos que por otra cosa)

Miriam: ¡¿estás loca, quieres que vuele el edificio en pedazos?! (Que María, nunca lo hubiera hecho hasta ahora, no quería decir, que no pudiera hacerlo, tampoco había lastimado nunca a tanta gente a la vez)

Melissa: Tienes razón… lo siento (Dijo mas diciéndoselo a Miriam, que a María, realmente)

María: …estoy bien, ya lo he asimilado… cuando hables con él, dile que quiero hablar con él (Pero mentía, no lo había asimilado, solo, lo llevaba un poco mejor, como si se hubiera desahogado)

Melissa: lo hare… (Dijo no muy convencida su hermana, ya que eso, no entraba en sus planes)

Miriam: en que lio nos habéis metido… (Echándole la culpa tanto a María como a Melissa, por sus quebraderos de cabeza)

Melissa: ¿yo? (Pregunto molesta su hermana)

Miriam: tú se lo contaste (Quizá no era justo, pero, también tenía parte de culpa, por habérselo contado, la única que no la tenía era ella, pero también pagaría por lo que habían hecho, Melissa y María)

Melissa dio un toque en la espalda a Miriam, que había echo sentir mal a María sin darse cuenta

Miriam: no os preocupéis, saldremos de esta, como siempre (Dijo para intentar animarlas sonriendo con dificultad)

María: ¿las tres juntas? (Levanto la cabeza, sin haber dejado de llorar un momento)

Melissa: las tres juntas (Contesto, a pesar de todo, sabía que nunca se separarían, pasara lo que pasara)

Cuando terminaron la conversación ya estaban en la puerta de su cuarto, todas miraron para el cuarto número uno, que estaba con la puerta abierta, pero entraron en su cuarto, ahora no era el momento, tenían que estar con su hermana. Mientras tanto en el cuarto número uno, Paola se había recuperado hace rato por los cuidados de Dani, que se habían limitado a ser un trapo húmedo o algo que el chico había usado para humedecerlo quitándole el mareo al ponerlo en su frente y por alguna razón, que Paola no llegaba a entender al acariciarle la barriga, había dejado de dolerle todo el cuerpo, como si lo que le faltara hace un instante, ya lo tuviera.

A pesar de eso estaba tan a gusto, que se había hecho la enfermita dormida desde que el chico hizo la intención de irse, mientras el pensara que ella estaba mal, seguiría con sus cuidados y sus atenciones, quizá era egoísta por su parte, pero por el mal rato que paso antes, se lo merecía un poco. Pero como todo en la vida, sobre todo lo bueno, tarde o temprano llega a su fin, escucho como llamaban a la puerta y en ese instante sabia que lo bueno había acabado, por ahora.

Eva María: ¿se puede? (Pregunto intentando ser educada)

Dani: Adelante (Un poco preocupado, por ver el estado de Mari José, a pesar de no haber sido alcanzada, directamente)

Mari José: ¿Cómo esta? (Pregunto preocupada por su compañera, aunque un poco celosa por sus atenciones recibidas)

Dani: sigue dormida (Dije, simulando que no me importaba demasiado, aunque estaba realmente preocupado)

Eva María: ¿Dónde te la dejo? (Señalándome con la cabeza a Mari José)

Dani: allí mismo (Señale su cama, ya era hora de que la estrenara)

Mari José: déjame en la silla, no puedo dormir sola por favor (Suplico a ambos)

Dani: duerme aunque sea una siesta, mujer, te sentirás mejor (Extrañado de que siguiera tan afectada al no recibir el impacto directamente, aunque sabía que se sentiría mejor si dormía)

Mari José: no, no. (Se negó ella totalmente)

Eva María: ¿entonces, donde te dejo? (Pregunto molesta de estar cargando con ella, más de lo que debería)

Mari José: en esa silla (Señalo la silla de su escritorio)

Eva María, la soltó bruscamente sobre su silla, provocando las quejas de Mari José, pero ignorándola y bajo la atenta mirada de Dani, Eva María se fue para el chico y le pregunto directamente.

Eva María: ¿Qué paso allí, arriba? (Pregunto realmente interesada en saber de una vez por todas que había pasado)

Dani: ¿a qué te refieres? (Pregunte haciéndome el tonto, aunque sabía perfectamente lo que quería de mi)

Eva María: bueno, como tiraste la mesa e intentaste ocultar a todas las chicas de tu cuarto tras ella, eso significa que sabias desde donde venia el ataque y… que ese ataque iba a sucederse, antes de que se sucediera. (Demostrando que era bastante lista, buena observadora y que había echo un buen trabajo de investigación, ya que, estaba completamente seguro, que nadie vio, cuando tire la mesa.)

Dani: solo lo sentí (Dije con una risa chula)

Eva María: ¿y sentiste también de quien provenía el ataque? (Pero ella quería saber más, no se conformaba con la limitada información que yo quería darle)

Dani: no (Mentí claramente, no solo estaba seguro, sabía perfectamente quien había sido)

Eva María: ¿seguro? (Pregunto con una ceja levantada)

Dani: si (Dije con media sonrisa de mentiroso)

Eva María: ¿y no lo sabes? (Ya no me preguntaba si lo había notado, aunque se había dado cuenta que no le decía toda la verdad, porque me preguntaba si lo sabia)

Dani: no (Seguí mintiendo sin dificultad)

Eva María: ¿no sospechas de alguien? (Ya que no le contestaba a lo que ella quería, siguió insistiendo)

Dani: no (No quería decírselo y no iba a decírselo, hiciera lo que hiciera, insistiera lo que quisiera insistir)

Eva María: ¿no sabes o no quieres decirme? (Pregunto un poco enfadada)

Dani: Eso no te incumbe (Dije molesto por su acoso a preguntas)

Eva María: no protejas a las chicas (Contesto molesta por mi actitud)

Dani: ¿Quién te dice que ha sido una chica? (Ahora quería hacerle un lio, por pesada)

Eva María: la dirección de la mesa, solo señalaba a las trillizas, ha sido María, ¿verdad? (Sin embargo ella me demostró ser muy perspicaz)

Dani: la verdad es que le metí una patada a la mesa pero falle en el Angulo, intentaba protegerme de tu mesa (Pero yo no tenía nada que perder, si lo pagaba con alguno de sus compañeros, seria culpa suya, no mía)

Eva María: ¿estás bromeando? (A pesar de no confiar del todo en mi, empezó a creérselo, sin estar segura del todo)

Dani: ten cuidado con tus amigos, que alguno te la está jugando (Sabia que desconfiaría de Charlie, total, no me caía bien, aunque tampoco veía capaz de nada grave a esta chica.)

Eva María: … gracias por esta conversación, cuando se despierte tu amiga, ¿podrías avisarme? (Me pidió amablemente)

Dani: solo si me coge de camino (Era un no claramente, no iba a estar de recadero, eso que se le quitara de la cabeza)

Eva María: ¿y si puedo preguntar qué sentiste, tu? (Dirigiéndose para la puerta de salida, se dio la vuelta y me pregunto)

Dani: solo un pitido (En realidad había sentido unos sentimientos muy potentes, miedo a la mentira, me había sentido engañado, sentí una furia incontrolable, como si hubieran jugado conmigo y un desamor muy fuerte, no sabía porque, pero si sabía que esos sentimientos, habían salido de María)

Eva María: adiós (Dijo la chica sin mirar atrás)

Dani: ¿y Sandra? (Pregunte a Mari José)

Mari José: se ha quedado arriba, se encontraba mal (Respondió pareciendo que ya estaba mejor)

Dani: quédate con Paola cuidándola, voy a por ella. (Le pedí a mi amiga)

Mari José: vale… (Acepto no muy contenta, con mi petición)

Sin dudarlo un solo segundo, me puse en camino a por Sandra, la verdad aunque había intentado salvarla, me sentía un pelín culpable por no haberla salvado, aunque a decir verdad, habiéndola salvado Mari José, no estaba mucho mejor que ellas, sin embargo yo estaba bien, me preguntaba porque. Mientras yo subía por las escaleras el nuevo bajaba, me puse a mirarlo con mala cara, el paro a mi lado y con toda la desfachatez del mundo me puso una sonrisa y añadió…

Loctius: ¿Qué? (Me dijo con tono chulo)

Dani: ¿perdona? (Le dije un poco descuadrado)

Loctius: bueno, vale, te perdono esta vez (Se reía de mi, en mi cara)

Dani: no se dé que cojones vas, pero no sabes con quien te estás metiendo, amigo (Empecé a contestarle enfadado)

Loctius: ten cuidado, que el que no lo sabes, eres tú y yo no tengo amigos (Aunque él no se amilano, como estaba acostumbrado que pasara normalmente)

Dani: ¡Te perdono lo de antes, pero si sigues así, te ganaras una paliza! (Amenace gritando al nuevo, pero este siguió andando con las manos en los bolsillos sin mirar atrás si quiera)

Seguí para arriba, muy enfadado, sin saber de qué iba este tipo y que tenía contra mí, pero simplemente decidí no darle más importancia, a la próxima afrenta le daría una buena tunda y le demostraría quien mandaba en el proyecto Chronos. Al llegar, solo estaba Sandra en el comedor, completamente sola, llorando a moco tendido sentada en la silla en la que la deje.

Dani: Sandra, ¿Qué te pasa? (Dije bastante preocupado, por un momento pensé, que le había pasado algo mas)

Sandra dejo de llorar al oír mi voz, se quito las manos de la cara, que no le habían permitido verme llegar.

Sandra: no se… me da mucha pena las cosas que te dije antes de esto, haberme quitado de ti de tan mala manera y el haberme quedado aquí sola (Dijo sin mirarme, siguieron sucediéndose lagrimas en su rostro)

Dani: estas afectada por el ataque, ¿lo sabes, no? (Dije con una traviesa sonrisa)

Sandra: no, solo digo lo que pienso… (Dijo dejando de llorar, tímidamente)

Dani: ¿ah, sí? (Por un momento quise chulearla un poco, como siempre)

La agarre de la cintura y la pegue contra mí, entonces fue algo que no esperaba, pero que tampoco pude ni quise controlar, ya que Sandra era muy atractiva y entraba en mis planes liarme con ella, algún día. Sandra cerró los ojos, acerco su cara a la mía, yo hice lo mismo, primero note sus labios un poco salados por las lagrimas que lo habían recorrido antes de que mis labios hicieran ese trabajo,  mientras que nuestros labios se iban recorriendo, sus brazos fueron subiendo suavemente hasta mi cuello y mis brazos la rodearon y apretaron contra mí, para que notara la dureza de mi pantalón y que no se me escapara.

Estuvimos un buen rato allí, sin separarnos, solamente besándonos, apretándonos el uno contra el otro, sin meternos mano, no lo necesitábamos, solo queríamos estar juntos, besarnos, solo nos separo, cuando la alarma sonó, comunicándonos que nuevamente era la hora de comer, nos separamos suavemente, mirándonos de una forma muy curiosa, ella solo sonrió, no sé porque, pero me sentí engañado.

Dani: ¿te ríes? (Pregunte escamado)

Sandra: caíste en mi trampa (Me contesto mordiéndose los labios, salto a besarme de nuevo, como si fuera una tigresa, aunque yo me deje, miraba preocupado la puerta de reojo, con una sensación de morbo y nervios, que solo la posibilidad de que nos pillaran, provocaba)

Mientras tanto…

Mari José: ¿estás despierta? (Pregunto a su compañera de cuarto, sabiendo que lo estaba)

Paola: si (Contesto dejando de fingir)

Mari José: parece un malote cuando lo conoces, pero en el fondo, es buen chico, ¿eh? (Explico su opinión)

Paola: si, es buen tío, me ha tratado muy bien (Dijo con una sonrisa en la cara, mirando a su compañera)

Mari José: ¿y porque te has hecho la dormida? (Pregunto con curiosidad, su compañera)

Paola: quería ver, hasta donde llegaba (Mirando su cuerpo)

Mari José: ¿y hasta donde llego? (Pregunto para saber más de su aparentemente tierno amigo)

Paola: no me metió mano (Poniendo una sonrisa tímida)

Mari José: ¿no? (Aun no podía creérselo, ese chico no era como los demás)

Paola: ¿y a ti en la cama? (Su compañera también quiso saber, ahora que estaban solas)

Mari José: nada de nada (provocando la incredulidad de su amiga)

Paola: Este chico, es un poco especial, ¿no te parece? (Se mordió el labio disimuladamente, pensando que estaría bien conocerle)

Mari José: no se... abra que conocerlo mejor (Dijo mirando hacia la ventana)

Sonó la alarma para ir a comer

Paola: ¿vamos? (Se levanto de un salto)

Mari José: si, me muero de hambre (Dijo sorprendida, de ver a su compañera levantarse como si nada)

Empezaron a subir juntas

Paola: ¿tú no tienes novio?

Mari José: si, por ahora…

Una vez que estábamos todos en el comedor, nos prepararon el desayuno que pedimos antes totalmente de forma gratuita, que la verdad es que era de agradecer porque todos teníamos un boquete en el estomago. Esta vez nos sentamos todos juntos, a mi lado tenia a Sandra y a Paola y en frente a las trillizas, los únicos que se sentaron separados fueron, Loctius en una mesa, Charlie se acerco a él y Eva María se sentó con los mellizos sola.

Conversación grupo grande:

María: ¿Cómo estáis? (Pregunto aun preocupada)

Sandra: ahora mejor (Con una mirada de reojo a Dani, que no paso desapercibida para la chica)

Mari José: ya estoy bien, gracias, ¿y tú? (Pregunto preocupándose por María, sorprendiendo tanto a Dani como a María)

María: mejor, gracias (Dijo mirando con desconfianza a Sandra)

Paola: estoy como nueva, después de la siesta (Se estiro como si estuviera recién levantar, provocando la mirada directa de Mari José que sabía que era mentira y de Dani, que observaba su cuerpo directamente sin decir nada)

Dani: ¿y vosotras? (Pregunte para ver cómo estaban las tres, aunque sabía que ellas habían sido las menos afectadas)

María: yo, bien (Dijo levemente ruborizada) gracias

Melissa: estoy bien (Contesto con una maravillosa sonrisa)

Miriam: he estado mejor… pero no me quejo (Me guiño el ojo, por el lado que las hermanas, no la veían)

Al final el juego se estaba poniendo calentito, sin necesidad de tener que hacer nada, las hermanas parecían competir por mi atención, por algún motivo y las chicas de mi cuarto, Sandra me había besado y Paola, estaba muy rara, a mi no me importaba, yo no tenía nada con nadie, así que era libre de hacer lo que quisiera con la que surgiera y todas eran tan atractivas, que casi no iba a negarse a enrollarse, con ninguna, aunque solo sintiera algo por María, realmente, no buscaba amor, solo buscaba diversión.

Dani: Me alegro que estéis bien (Dije sinceramente)

Después de esto, desayunamos todos, se formaron dentro de la misma tres conversaciones distintas, por un lado, estaban Sandra, María y Miriam hablando de baile, chicos y fiesta, por otro Paola y Mari José hablando de animales y ejercicio, y por otro estábamos Melissa y yo, hablando del proyecto y de estilos de vestir.

Conversación Charlie y Loctius:

Charlie: ¿Por qué te sientas aquí solo?, ven, te presentare a los demás (Le animo con sus mejores intenciones)

Loctius: lárgate, payaso. (Sin embargo el nuevo le contesto con un tono tosco y desagradable)

Charlie: aquí no te hace falta ser tan borde (Siempre le había costado entender que no es no y además pensó que solo estaba a la defensiva, por lo mal que lo había pasado para sobrevivir)

Loctius: lárgate ya, estoy perdiendo la paciencia (Apretó los puños y se los enseño, amenazándole indirectamente)

Charlie: como quieras… (Dijo levantando las manos con intenciones de salir huyendo de allí sin recibir ningún golpe)

Charlie se dirigió hacia nuestro grupo y se añadió a la conversación más grande, contando chistes y haciendo reír a las chicas.

Conversación de Eva María con los Mellizos:

Eva María: ¿Por qué siempre os sentáis solos o con poca gente? (Pregunto con la curiosidad que siempre le caracterizaba)

Alejandra: estamos a gusto con poca gente (Dijo hablando por los dos)

Eva María: ¿algún día me permitiréis, hablar con los dos? (Ella miro al chico, que se escondía entre los brazos de la chica)

Alejandra: con mi hermano solo hablo yo y los chicos (Agarrando la cabeza de su hermano, separándola de su cuerpo y dándole un beso en la frente)

Eva María: ya veo… (Dijo un poco disconforme con la situación, aunque quien era ella, para quejarse)

Alejandra: ¿y tu porque no te sientas con ellos? (Pregunto un poco curiosa la melliza)

Eva María: me parecen todos, una panda de hipócritas y falsos, se conocen de una semana y parecen que son todos súper amigos, en un mes, se estarán sacando los ojos (Sentencio que eso seria así, bajo su propio juicio, ya que ya lo había visto suceder más veces)

Alejandra: no se… aun no se qué pensar de ellos, como no han hecho mucho para acercarse a nosotros, ¿verdad? (Sin embargo la melliza aunque mas retraída, no quería juzgar a nadie)

Ale: verdad (El hermano solo contesto a su hermana, ignorando a Eva María, que estaba allí un poco incomoda)

Eva María: si me perdonáis, voy a hablar con el chico nuevo (Se levanto y se puso rumbo a su mesa)

Conversación de Loctius y Eva María:

Loctius: ¿otra pesada? (Pregunto molesto, acostumbrado a que en los otros sitios que había estado todos mantuvieran por sus pintas o su fama, la distancia con él)

Eva María: solo venia a hacerte una pregunta (Dijo la chica fuertemente incomodada)

Loctius: ¿Qué quieres? (Pregunto con una ligera curiosidad)

Eva María: ¿Qué sabes de lo que paso antes? (Ella hizo una pregunta, que le sorprendió ya que normalmente, los humanos tendemos a darle explicación a todo, sin embargo esta chica, estaba investigando, para comprender, lo que no comprendía.)

Loctius: la curiosidad mato al gato (Aun así, disfrutaba poniéndole trabas, para ver que hacia)

Eva María: si, pero le quedaron seis vidas (Esta frase le hizo gracia a él, si no fuera por eso, ya la habría echado)

Loctius: me has hecho gracia, siéntate si quieres (Ofreció sinceramente, aunque no quitaba como opción retirarle la silla en el último momento, para que se callera)

Eva María: paso (Contesto ella, ya que seguía estando incomoda en la compañía del chico)

Loctius: me alegro, pues todos fuisteis afectados por una Empatía Telepática (Explico para volver a estar solo y observar a todos, sin ser observado, tenía ganas de quitarse a la pesada de encima, aunque en el fondo dentro de lo malo, le había caído bien)

Eva María: no entiendo ni una palabra de lo que dices (Comunico para que el chico le explicara mas fácilmente)

Loctius: pues no pienso explicarte (Incluso se dio la vuelta, dándole la espalda a la chica, para que pillase la indirecta)

Eva María: gracias (Dijo un poco molesta, ¿empatía telepática? Tenía que investigar eso)

Loctius: lárgate (ordeno el chico, provocando que la chica lo mirara con rencor, dándose incluso la vuelta, pero él no la estaba ni mirando)

Volvió a su sitio con los mellizos, le había sacado información a pesar de su actitud y aunque era el que más parecía saber, sabía que no le diría nada más. Mientras los mellizos tonteaban entre ellos, ella solo pensaba en todo lo que había descubierto esta mañana. Tras desayunar todos, el comandante Acero, hizo un sonido de garganta, todos nos callamos y el satisfecho, comenzó a hablar.

Comandante Acero: con solo una hora y media de retraso, ahora os abriré la puerta, para el idioma extra, que hayáis escogido y tras eso, tendréis clase conmigo, todos. (Dijo mirando al nuevo) así que dentro de una hora exacta en la plaza, los demás acompañadme a clase.

Nos dirigió a marcha militar por las escaleras, marcando el ritmo militar según decía: “izquierda, izquierda, derecha, izquierda”. Lo único bueno era que con el doctor, siempre llegábamos a clase después de desayunar diez o quince minutos tarde, pero con este hombre, llegamos en cinco minutos, el doctor se quedaba con nosotros en clase, el militar se fue y volvió solamente cuando termino, para asegurarse de que salíamos todos y cerrar la puerta.

Una vez en la plaza nos puso firmes, nos hizo desfilar y contento por los resultados, Loctius para ser su primer día lo hizo todo bien, se notaba que estaba acostumbrado a la disciplina, abrió por vez primera el edificio llamado: “zona de prácticas”. Era un edificio totalmente cuadrado, sin ventanas, solo tenía rejillas de ventilación de metal, todo lo demás era hormigón armado, al entrar dentro, la sala estaba recubierta de metal por dentro, de acero, tras el metal, había unas rejas separadas por un metro del edificio de otro metal titanio y luego entramos por ultimo en una aula que era un colegio en miniatura por fuera, rodeada por un cristal, que tenía un metro de grosor, viendo nuestro estupor.

Comandante Acero: ¿sorprendidos? (Dijo con orgullo)

Dani: ¿Qué significa esto? (Fui el único que me atreví a preguntar)

Comandante Acero: simple, sala de máxima seguridad, por lo que pueda pasar, pasad. (Nos dio una explicación y luego nos ordeno pasar)

El primero en pasar fue Loctius que no parecía estar asustado como los demás, luego le seguí yo para no ser menos y ya conmigo, empezaron a entrar las chicas y los demás. Una vez dentro, el comandante fue muy claro.

Comandante Acero: vais a sentaros por numero de alumno, que está en vuestra tarjeta y siempre os sentareis así (Ordeno como siempre sin dejar excepciones)

Era mesas individuales cuatro por fila, en cinco columnas, el orden fue el siguiente.

1-Mari José           5-Melissa              9-Eva María

2-Dani                    6-Maria                 10-Ale

3-Sandra               7-Miriam               11-Alejandra

4-Paola                  8-Charlie               12-Loctius

Las otras dos columnas quedaron vacías por ahora, aunque conté las mesas y eran veinte, tal y los que dijeron que seriamos.

Comandante Acero: bueno, vamos a empezar con nuestra primera clase, lo primero es saber que poder tiene cada uno, ¿alguno lo sabe? (Pregunto el militar)

Pero nadie contesto

Comandante Acero: vale es fácil, venid y coged por orden de mesa, seis tapones de coca cola.

Todos lo hicimos sin hablar y sin rechistar

Comandante Acero: ponedlos en línea, uno al lado del otro, sobre la mesa, poned las manos al borde de la mesa tanto a izquierda como a derecha, cerrad los ojos y visualizad, la energía de vuestro cuerpo, pasando a los tapones. (Explico algo en condiciones por primera vez desde que lo conocía)

Aunque no creía mucho en lo que estábamos haciendo, como últimamente estaban pasando cosas muy raras y ya que tenía que tomármelo en serio, para seguir aquí, lo intente. Sin embargo, perdimos toda la hora allí, solo una persona de todos nosotros consiguió algo, por mucho que me jodiera aceptarlo, Loctius fue el único que lo consiguió.

Loctius, provoco que apareciera una burbuja de aire, que le hiciera de sombrero a tres de los seis tapones de coca cola, debo de admitir que sentí una pequeña punzada de celos en todo el cuerpo, cuando los demás se dieron cuenta, al ser felicitado por el comandante a pesar de tener una actitud peor que la mía, se volvió el centro de atención de la clase.

Comandante Acero: felicidades Loctius, tienes un punto extra en tu tarjeta, eres un clase 3 (Dijo apuntando en una carpeta, con un papel)

Loctius: ¡Apartaos de mi, pesados! (Echo a la gente que le felicitaba y luego pregunto lo que no entendía) ¿Punto, tarjeta, clase tres?

Comandante Acero: Lo del punto y la tarjeta, pregúntale a Chronos mañana y lo de clase tres, es que tienes tres poderes (Dijo sin percatarse de que Chronos, estaba muerto)

Loctius: ¿Chronos? (A él no le había dado tiempo de conocerlo y ya no lo conocería)

Dani: Pero, Chronos, ¿no ha muerto? (Interrumpí en su conversación)

Comandante Acero: no y para preguntar, hagan el favor de levantar la mano y esperar a que yo les de permiso para preguntar, no lo repetiré mas (Pero el pareció bastante molesto, por el desorden de su primera clase)

En realidad era la primera vez que lo repetía, pero eso ya no me importaba, como podía haber explotado hace unas horas y seguir vivo, tendría que esperar mañana para entender las cosas o quizás nunca las entendería del todo.

Comandante Acero: falta media hora para el almuerzo, tenéis ese tiempo libre, podéis marcharos por orden de mesa en fila india (El se quedo allí, apuntando cosas)

Nada más salir del edificio, me saque del bolsillo el tapón de coca cola

Mari José: ¿Qué piensas hacer con eso? (Pregunto sorprendida)

Dani: practicar (Dije con mi típica sonrisa chulesca)

Sandra: viendo como es ese tío, ¿crees que ha sido buena idea? (Argumento preocupada)

Dani: quizá no (Respondí mostrando que no le tenía ningún miedo)

Paola: ¿no te importa, que se enfade? (Pregunto mas por curiosidad, que por otra cosa)

Dani: pues la verdad (Iba a decir mi típica respuesta, cuando Sandra me interrumpió para acabar mi frase)

Sandra: es que no, ¿no ibas a decir eso? (Pregunto con una sonrisita traviesa)

Dani: veo que te tienes la lección bien aprendida (Le respondí guiñándole un ojo)

María y Miriam, pasaron por nuestro lado mirándonos, Melissa que iba con ellas se dirigió hacia mí, todos los demás se fueron al edificio principal, excepto Loctius, que ni había salido.

Melissa: ¿Podemos hablar? (Pregunto con una falsa sonrisa de timidez)

Dani: habla (Dije un poco serio, ya que pensaba que me hablaría de María y eso era algo que tenía que solucionar con ella, mas tarde, cuando pensara como afrontarlo)

Melissa: ¿no puede ser, a solas? (Respondió, con miradas fijas a las chicas, mostrando que de tímida tenía poca y que ocultaba un fuerte carácter detrás de esa linda sonrisa)

Sandra: vale, captado, ya nos vamos (Dijo con las manos arriba, como si alguien la estuviera atracando un poco molesta, movida por un pelín de celos)

Mari José: nos vemos en la hora de comer (Respondió con tranquilidad)

Paola: hasta ahora (Aunque con un gesto desconfiado hacia la trilliza, a mi me puso una sonrisa)

Las tres se fueron sin dejar de mirarnos de reojo y de hablar de nosotros, yo empecé a dirigirme a una zona de la valla que era de piedra, donde por la hora del día, daba algo de sombra, me senté y teniéndola en frente, le pregunte: ¿Qué quieres decirme de María? Aunque debo admitir que mi mirada quedo fija en su leggin, que marcaba la rajita de ella, en mis narices.

Melissa: ahora no quiero hablar de ella, (dijo sorprendiéndome, bastante)

Dani: ¿ah, no? Entonces de que quieres hablar (Pregunte, ahora si un poco interesado, en que quería decirme)

Melissa: ¿tienes novia? (Pregunto, jugando con su zapato en la arena y sin mirarme fijamente, fingiendo una timidez que era realmente excitante)

Dani: no, aun soy libre (Dije con una sonrisa chula, sin saber adónde quería llegar, porque tenía que saber por cojones, que María y yo, teníamos algo)

Melissa: ¿te gustaría, que nos viéramos esta noche? (Dijo mirándome a los ojos por primera vez, haciéndome sentir que quería que pasara algo, si o si)

Dani: ¿Dónde? (Pregunte mirando a nuestro alrededor, como si no hubiera un lugar donde escondernos, para estar solos)

Melissa: ¿Qué te parece,  si vamos a ver las estrellas? (Confirmándome que María le había contado, algo, si no todo de lo que paso allí y que quería algo conmigo o eso o era una encerrona de campeonato)

Dani: ¿solos? (Pregunte para cerciorarme si era una cosa u la otra)

Melissa: ¿para qué quieres más compañía? (Me dijo con una sonrisa picara, siguiendo con su mirada su cuerpo)

Dani: ¿a qué hora? (Pregunte ahora más interesado todavía, aunque no sabía hasta que punto era ético, enrollarme con dos de las tres trillizas, tampoco iba a ser yo el que declinara una oferta, como esa)

Melissa: ¿Después de cenar? (Aunque era invierno, todavía a esa hora, no solían estar las estrellas todavía)

Dani: allí, estaré (Dije con media sonrisa traviesa)

Melissa: ¿te ha gustado la vista? (Ella se dio la vuelta y mientras que se largaba, giro su cuerpo tan solo un segundo, para mirarme y decirme eso, mirándome a los ojos)

Dani: ¿eh? (Dije sin saber a qué se refería, pero nada más preguntar, sabia a que se refería, le había mirado el chocho marcado en el leggin y ella lo sabía, no solo había no había echo gesto alguno de taparse, sino que encima había estado delante de mis ojos, todo el tiempo y ahora, tenía la poca vergüenza de preguntarme, una de dos o esto era una prueba o quería acostarse conmigo)

Si era una prueba ya la había fallado antes de empezar y si quería lo otro, se lo iba a encontrar, iba a ponerme a practicar con el tapón, pero la alarma, que marcaba la hora de comer empezó a sonar. Me metí el tapón en el bolsillo y subí por las escaleras sin encontrarme a nadie, pero escuchando el escándalo de arriba. Al terminar de subir me fije en la escena, por un lado estaba una mesa con las trillizas con Charlie, por otro, estaba la mesa de Loctius, por otro mis compañeras de cuarto y por otro Eva María con los mellizos.

Yo me hubiera sentado con las trillizas pero, Charlie no me caía bien, además de que estaba enfadado con María y había quedado con Melissa, Loctius estaba descartado, Eva María y los mellizos eran buena opción, aunque lo dejaría para otro día, me sentaría finalmente con mi cuarto, aunque quería evitar las molestas preguntas, que vendrían ahora, me senté como si nada y empecé a elegir el menú.

Mari José: ¿Qué tal fue? (Pregunto con una sonrisa simpática)

Dani: ¿el qué? (dije haciéndome el tonto, mirándola un segundo y luego continúe mirando el menú)

Sandra: “La conversación a solas” (Dijo con tono celoso)

Dani: ¿estás celosa? (Pregunte levantando una ceja, incrédulo)

Sandra: ¡¿Yo?! ¿De esa pequeñaja? ¿Con este cuerpo? No puedo encelarme (Haciendo referencia más al tamaño, que a la edad, ya que era bastante más alta que ella, pero bastante más joven)

Dani: ¿no? Vaya, me alegro (Sin dejar de mirar su cuerpo, que era mucho más atractivo que el de Melissa, aunque, el de Melissa era mucho más pequeño y las pequeñas tienen la ventaja de que son muy manejables)

Paola: ¿y bien? (Pregunto con una sonrisa impaciente)

Dani: ¿y bien qué? (Dije haciéndome el tonto de nuevo)

Paola: ¿no nos vas a contar nada? (Pregunto aun más impaciente)

Dani y Sandra: no (Sandra contesto a la misma vez que yo, provocando que la mirara con ironía, ella solo sonrió, provocando las risas de las demás)

Dani: a veces no os soporto… (Dije llevando una mirada rápida hacia todas)

Mari José: no podrías hacer ejercicio sin mí (Dijo orgullosa mi compañera de gimnasia)

Paola: no podrías estudiar sin mí (Haciendo referencia a las veces que me había ayudado a comprender cosas)

Sandra: no podrías divertirte sin mí (Haciendo referencia a las veces que me había enseñado videos estúpidos, invitándome a su cama, haciéndome reír)

Dani: más bien es de al revés, os habéis acostumbrado tanto a hacer esas cosas conmigo, que no seriáis capaz de hacerlas sin mí. (Intentando quedar por encima de ellas en este juego que se me daba también, que era vacilar a la gente)

Mari José: ¡venga ya! Yo hare ejercicio con mi novio este fin de semana, estoy más acostumbrada a él, que a ti (Argumento que con su novio, lo haría mejor, quien sabe, quizás tenia razón)

Sandra: eres un fantasma, yo saldré con mis amigas a divertirme (Esta fue mas allá, dijo que no me necesitaba, teniendo a sus amigas)

Paola: y yo estudiare sola, no te necesito para nada (Dijo con una sonrisa simpática)

Dani: ya lo veremos (Pero esto solo me hacia sonreír mas, hacia más divertido el juego)

Mientras tanto en las otras mesas…

María: ¿Qué has hablado con él? (Interrogo su hermana)

Charlie: ¿con quién? (Pregunto metiéndose en la conversación, bastante interesado)

Miriam: cállate (le ordeno su hermana)

Charlie: vale, vale (Dijo bajando su voz cada vez mas)

Melissa: no estaba muy por la labor, así que he quedado después de cenar, que estaba muy ocupado (Mintió, ya que no podía decir he quedado para enrollarnos, donde tú te enrollaste con él)

María: ¿adónde vais a ir? (Pregunto preocupada, que aunque conocía a su hermana, tenía miedo.)

Melissa: a dar una vuelta por el recinto (Dijo señalando alrededor con los brazos, mintiendo de nuevo)

Miriam: ¿crees que perdonara a María? (Pregunto interesada, viendo que María estaba preocupada)

Charlie: ¿perdonarla? (Intentando enterarse de algo, sin mucho éxito)

María: ¿eso, crees que me lo perdonara? (Dijo ignorando a Charlie y mirando a Melissa a los ojos)

Melissa: no lo sé, antes estaba un poco reticente, quizás luego consiga aflojarlo (Dijo con una traviesa sonrisa, que fingía ser tímida)

María: ¿Qué piensas hacer, para eso? (Dijo aun más preocupada por la cara de la hermana)

Melissa: ganármelo (Contesto con una enorme sonrisa)

Miriam: ¿Melissa? (Miriam y Melissa siempre habían estado mas unidas, por eso, llamo a su hermana con un tono distinto, ya que pensaba que algo tramaba)

Melissa: ¿Qué? (Dijo dejando de sonreír paulatinamente)

Miriam: no pensaras… (No se atrevió a terminar la frase, sabiendo que podían repetir el accidente de ayer, pero dando a entender, que si pensaba tener algo con Dani)

Charlie: yo creo que si (Dijo en tono bromista, aunque, sin darse cuenta preocupo mas a María por la posibilidad)

María: tú cállate (le pidió la hermana, conteniendo las lagrimas)

Melissa: no, por quien me tomáis, soy tu hermana (Contesto falsamente indignada, pero con más morbo al pensar, que sospechaban de ella)

María: confió en ti (Dijo no muy segura de sus palabras)

Melissa: confía en mí (Aunque en el fondo se lamentaba de que confiara en ella, decidió, que después de disfrutarlo, intentaría ayudar a su hermana a recuperarlo)

Miriam: y yo (Añadió su hermana, sintiéndose desplazada)

Charlie: y yo también (Dijo bromeando)

Haciendo reír a las trillizas

Miriam: ¿y como que has vuelto a nuestro grupo? (Pregunto un poco a la defensiva, la más lista de las tres)

Charlie: no estaba muy a gusto en el otro… (Esa explicación convenció a Melissa y quizá sería suficiente para María, pero para Miriam, algo no le olía muy bien)

Miriam: bueno, si no lo consigue Melissa, ya lo intentare yo (Dejando a María mas tranquila)

Charlie: ¿pero, intentar el que? (Pregunto con una curiosidad que le mataba)

Melissa: cosas de hermanas (Respondió, ya que no quería airear mucho el tema)

Charlie: yo también quiero ser vuestra hermana (Contesto, para ver si colaba)

Provocando las risas de nuevo, aunque Charlie no estaba bromeando realmente, María estaba un poco ausente sin perder de vista a Dani, Loctius solo estaba en silencio mirando todas las mesas, muy atento y en la última mesa…

Eva María: ¿Por qué estáis tan en silencio? (Pregunto incomoda por el silencio)

Alejandra: mi hermano está enfadado contigo (Contesto un poco seria)

Eva María: ¿y eso? (Miro al hermano extrañada, ya que no había hablado con el siquiera)

Alejandra: echaste a Charlie de muy malas maneras y ahora dice que se aburre porque no tiene con quien hablar (Dijo mirando hacia el grupo en el que estaba Charlie ahora)

Eva María: que hable conmigo (Respondiendo encogiéndose de hombros)

Alejandra: ni lo sueñes (Contesto, rodeando aun mas a su hermano con sus brazos)

Eva María: pues lo siento, algo ocultaba y no quiero a gente falsa a mi lado (Dijo mirando al suelo, imaginando las posibles consecuencias de sus palabras)

Alejandra: así vas a acabar sola (Juzgo la melliza)

Eva María: mejor sola que mal acompañada, si queréis marcharos, os podéis levantar cuando queráis (Contesto volviendo a mirarlos)

Alejandra: discúlpame (Ambos mellizos se levantaron y se fueron a una mesa solos)

Por un lado Eva María estuvo a punto de llorar, pero por otro, suspiro levemente aliviada, “mejor sola que mal acompañada”. Tras el almuerzo, Mari José y Dani hicieron ejercicio, a pesar de su enfado, Dani noto la falta de María, quizás hablaría con ella el lunes, tan solo quizás. A la hora de la ducha, hicieron una carrera y esta vez gano Mari José, mientras Dani aporreaba la puerta de manera molesta.

Mari José: hoy has perdido tu, acéptalo (Dijo la compañera de ejercicio, abriendo la puerta tan solo un segundo y luego cerrándola en sus narices)

Dani: ¡necesito ducharme! (Grito, pero nada, ya la chica no se enteraba)

Sandra: oye, necesito un favor, ¿me ayudas? (Pidió con simpatía su compañera de cuarto)

Dani: ¡¿ahora?! (Me queje, ya que lo que quería era ducharme)

Sandra: ahora o después de la ducha, tú decides… (Dijo cruzando sus piernas, sentada en la cama)

Después de la ducha, tenía que estudiar y que hacer la tarea, así que, decidí aceptar ahora.

Dani: ¿Qué quieres? (Pregunte con seriedad)

Sandra: tienes que ayudarme a practicar baile (Me pidió que bailara con ella)

Dani: yo no bailo (Dije un poco molesto, por lo que me había pedido)

Sandra: hazlo por mí, por favor… (Me puso morritos, para convencerme)

Dani: … no te acostumbres (Acepte porque sabía que no pararía hasta que aceptara)

Sandra: vale, vale, no lo hare (me guiño el ojo)

Estuvimos practicando un poco de salsa ambos con la música de su móvil, para no saber bailar según ella se me daba bien, en cuanto salió Mari José del baño, me escape de Sandra, aunque dio un par de golpes en el baño molesta, por mi escape repentino, yo necesitaba darme una ducha y respirar tranquilo, relajarme. La señal de la cena me fastidio la ducha, termine pronto, me arregle un poco más de lo normal y me encontré que Paola, aun estaba en el cuarto.

Dani: ¿Qué haces aquí? (Dije levemente asustado, al no esperarla allí)

Paola: Quería subir contigo (Respondió con una bonita sonrisa)

Dani: ¿y eso? (Pregunte extrañado)

Paola: bueno, has hecho ejercicio con Mari José, has bailado con Sandra, pero conmigo no has hecho nada… (Dijo con un tono un poco de sentirse desplazada)

Dani: tranquila que mañana estudiare y hare la tarea contigo (le guiñe el ojo)

Paola: con eso no basta… (Se quejo ella)

Dani: ¿entonces qué quieres? (Pregunte bastante extrañado)

Paola: ya lo pensare de aquí a mañana, ¿vale? (me dijo un poco coqueta)

Dani: vale… (No me gustaba dejar nada en manos de nadie y mucho menos una chica, pero Paola parecía inocente, esta vez me fiaría de ella)

Se agarro de mi brazo y subimos así todo el camino, ella hablándome de su caballo y de sus perros, yo solo escuchándola en silencio al llegar al comedor, se soltó, como si ella misma no quisiera quedar comprometida conmigo, delante de ninguno de los presentes. Esta vez nos repartimos de otra manera, Ale y Alejandra se sentaron solos, Eva María también y Loctius también, por otro lado estuvo el grupo de mi cuarto y el de las trillizas.

Yo no podía dejar de mirar a Melissa, que se había vestido bastante guapa, pero no quería mirar demasiado puesto que María, buscaba mi mirada, así que me fijaría luego, ya que tenía tiempo. En mi grupo cada una hablaba de su tema, Mari José ejercicio y dietas, Paola animales y amor y Sandra, baile y conducir, yo no hable de nada, apenas seguía las conversaciones mientras que buscaba mirar a Melissa.

En la mesa de las trillizas las conversaciones eran muy diferentes, María pensaba que la miraba a ella y se preguntaba a sí misma y a sus hermanas porque no me acercaba, Miriam, discutía con Charlie, por haber entrado en el baño mientras estaba ella y el, le decía que no pasaba nada, que era una chica mas y Melissa, escuchaba a sus hermanas sin perder de vista al malote, que se había arreglado más de lo normal, para ella.

Tras la liviana cena, todos se levantaron: Loctius quería pasear solo por el recinto vallado, Eva María iba a ver como estaba su moto, Alejandro y Ale querían estar solos en el cuarto un rato, cosa fácil ya que sus compañeros de cuarto se habían ido por ahí. María tras animar a Melissa a conseguirlo se marcho a su cuarto a ducharse, Miriam tras decirle a Melissa en el oído que la vigilaría de cerca, salió a dar una vuelta con Paola, Sandra y Mari José, ya que estaban hartas ya, de estar encerradas e iban a intentar quedar para el tiempo libre del fin de semana.

Finalmente solo quedaron en el comedor Dani y Melissa…