Proyecto Chronos Día: 1

                Cuando llegamos a la planta baja, mientras las chicas hablaban entre ellas, Dani caminaba en silencio, al llegar abajo nos vimos al encargado con unas trillizas, explicándoles todo, parecía tener el discurso bien aprendido, las trillizas nos miraron con curiosidad que por cierto estaba siendo correspondida por todo nuestro grupo, detalle que no paso desapercibido para el encargado.

Encargado: Estos son Dani, Mari José, Sandra y Paola del cuarto uno, del piso uno. Ellas son María, Melissa y Miriam del cuarto dos

Siendo tan grosero como de costumbre, pase de saludar, sin embargo tanto las trillizas como las chicas de mi cuarto, se saludaron entre ellas, luego las trillizas se me quedaron mirando y segui avanzando mientras le decía a Sandra.

Dani: así que te llamas Sandra

Sandra: cállate

Dani: no me lo dirás dos veces

De camino a la plaza

Mari José: se han quedado esperando a que las saludaras

Dani: ya

Paola: ¿y porque no lo has hecho?

Dani: no vengo aquí a hacer amigos, solo a ganar dinero

Mari José: ¿y no te será más agradable si haces amigos?

Dani: puede… o… también puede que no

Justo en ese instante, llegamos a la plaza donde nos esperaban los tres tipos, así que simplemente, esperamos de pie, haber que querían de nosotros. Al llegar nosotros el hombre que estaba vestido muy elegante, comenzó a hablar.

Hombre elegante: Buenas, soy el Doctor Chronos, Recientemente nombrado director de esta especie de escuela, el gobierno nos ha subvencionado a cambio de que cojamos a chicos jóvenes en paro, ya que del paro adulto se encargaran ellos, va a haber otras escuelas como estas por toda España, en cada ciudad capital habrá una, que se encargara de recoger a los jóvenes con capacidades especiales de toda la provincia, así que no os extrañe conocer a alumnos de todo Cádiz.

Tras una breve parada como para organizar sus pensamientos continúo

Doctor Chronos: Como veis, actualmente tenemos tres edificios, la residencia que es donde vais a vivir todos, os pido disculpas por hacerlo todo tan de repente, hoy vais a venir solo ocho, quizás mañana vengan otros cuatro y los otros no sé cuando llegaran, posiblemente no llegareis a ser más de veinte, este año.

Tras otra breve parada, prosiguió.

Doctor Chronos: El segundo edificio es: la zona de prácticas que está bajo el mando de mi colega militar el comandante acero, por favor comandante hable usted.

Tras intercambiar posiciones:

Comandante acero: soy el comandante acero, pero vosotros me llamareis comandante a secas, exijo puntualidad extrema, disciplina y compromiso, si os comprometéis, os tratare bien, si falláis os hare la vida imposible, sacar notas aceptables para seguir en el programa conmigo será difícil, suerte.

Fue breve pero contundente, nada más empezar a hablar por su tono me callo mal, las chicas tenían también cara de circunstancias, el Doctor Chronos volvió a su posición.

Doctor Chronos: Mas adelante, al menos queremos tener dos edificios más, uno para las clases, cafetería, vestuarios, enfermería y luego uno para actividades de clubs, ya que será muy aburrido no tener nada que hacer este año a parte de lo que tenemos que hacer obligatoriamente, para hacer que el programa sea todo un éxito, cambiando de tema, el tercer y último edificio es la zona de pruebas que está bajo el mando de mi colega científico, el doctor Richard

Cambiaron posiciones, para hablar.

Doctor Richard: Buenas, más que doctor soy científico y estoy aquí para dar veracidad a lo que el Doctor Chronos y el Comandante Acero me digan, en otras palabras para seguir en el programa el año que viene, me tenéis que demostrar a mí, que lo que mis colegas dicen de vosotros, es real. Nadie me mentira, nadie hará trampas, de aquí solo saldrá la verdad, suerte y que disfrutéis dentro de lo que podáis el curso.

Volvieron a cambiar posiciones.

Doctor Chronos: Si este programa funciona, el año que viene seréis vosotros y cien novatos mas, con esto espero que os deis cuenta de la responsabilidad que tenéis, posiblemente, yo y mis compañeros seremos reemplazados por profesorado más capacitado, bueno yo seguiré siendo el director, el comandante acero será el jefe de seguridad y el doctor Richard será el jefe de estudios, bueno, ¿alguna pregunta?

Las tres chicas levantaron la mano, el doctor las miro a ellas, pero aun más intrigado miro a Dani y le pregunto: ¿y tu chico, no tienes ninguna pregunta qué hacer?

Dani: pues… la verdad es que no, me ha quedado todo bastante, claro.

Doctor Chronos: ya veo…

Señalo a Mari José

Mari José: ¿Dónde vamos a dar clase, si no tenemos aula?

Doctor Chronos: usaremos el sótano de la residencia

Mari José: ¿pero allí no estaba el gimnasio?

Doctor Chronos: si, pero tenemos dos pisos y uno no se estaba utilizando para nada, iban a construir una piscina, pero no dio tiempo

Escuche una queja general en las chicas, por saber que no había piscina de pago, a mi me dio un poco igual, no pensaba pagar, al menos por ahora, solo quería reunir dinero, porque esto parecía todo una majadería que no duraría mucho tiempo. El Doctor Chronos, señalo a Sandra, como si supiera nuestro orden de llegada.

Sandra: ¿Dónde vamos a comer?

Doctor Chronos: en el ático hemos creado un comedor temporal que tendrá que durar todo el año, el año que viene seguramente todo esto cambiara, si es que el programa da sus frutos.

Tras eso, señalo a Paola

Paola: ¿Cuándo recibiremos las normas de comportamiento y los horarios?

Doctor Chronos: las normas de cada edificio están en la puerta y los horarios se os darán mañana a las ocho de la mañana, si no tenéis más preguntas podéis marcharos.

Pero Mari José volvió a levantar la mano, siendo señalada de nuevo por el doctor

Mari José: ¿Cuándo podemos salir y cuando tenemos que volver?

Doctor Chronos: El sábado a las doce de la mañana podéis iros y el domingo a las doce de la noche, tenéis que estar de vuelta, si no se os puede expulsar del programa, podéis marcharos.

Nos pusimos de camino a la residencia, todos en silencio meditando todo lo que habíamos escuchado, al llegar todos nos paramos a leer las normas de la residencia, que dejaban claro, que no eran para los cuartos, solo para el resto de la residencia:

1.- Cada cuarto tendrá sus propias normas elegidos por los miembros de las propias habitaciones

2.- No Fumar en la residencia

3.- No beber alcohol en la residencia

4.- No Drogarse en la residencia

5.-No hacer ruido antes de las siete de la mañana ni después de las doce de la noche

6.-No comer fuera de las zonas habituadas para ello

7.-No pasearse en paños menores

8.-No estar fuera de los cuartos antes de las siete de la mañana ni después de la una de la noche

9.-No molestar ni agredir a compañeros

10.-Cuidar las plantas, la residencia y tirar la basura en las papeleras

Todos le hicimos una foto con el móvil y nos dirigimos directamente a nuestro cuarto, aun en silencio tras entrar y cerrar la puerta, Mari José se sentó en el asiento de su escritorio, Sandra se sentó en su cama, Paola entro en el baño y Dani para variar se tumbo en su cama.

Mari José: ¿Qué pensáis de todo lo que han dicho esos tres?

Sandra: que nos vamos a aburrir como una ostra, aquí

Paola: (saliendo del baño) que tendremos que trabajar duro

Dani: que todo esto no durara mucho

Mari José: ¿Por qué piensas eso? (mirándome a mi)

Dani: yo no sé vosotras, pero yo no tengo ninguna capacidad especial, todo esto es un camelo y por eso, no durara mucho

Todas guardaron silencio, Mari José estuvo mirando en su móvil las reglas de la residencia, siendo ella la que acabo con el silencio como siempre.

Mari José: oye, ¿ponemos las normas del cuarto?

Dani: ¡que rollo!

Sandra: pues no participes tú (sacándome la lengua)

Paola: venga, haya paz, ¿y si ponemos una cada uno?

Dani: ¿solo cuatro?

Mari José: me parece bien, empiezo yo… no fumar dentro del cuarto

Sandra: me parece bien

Dani: yo no fumo

Paola: a mí también me parece

Sandra: no dejar subida la tapa del váter (mirándome a mí)

Dani: no me siento aludido, por eso

Mari José: vale, me parece bien

Paola: totalmente de acuerdo (riéndose)

Paola: no mirar en las cosas de los demás

Mari José: esa me gusta

Sandra: estoy de acuerdo

Dani: me parece

Y ahora todas me miraron a mí, mientras yo pensaba dándome cuenta que solo quedaba yo.

Dani: no salir desnudos de la ducha

Mari José: eso lo dices porque si salimos cualquiera de las tres desnuda de la ducha, vas a necesitar desahogarte

Todas empezaron a decir tonterías por el estilo, siguiéndole el juego y yo colorado, me gire en la cama dándoles la espalda y conteste:

Dani: es solo porque, me parece más razonable

Sandra: se ha puesto colorado, has acertado Mari José

Todas se empezaron a reír y yo dije:

Dani: ya está bien, ¿aceptáis o no?

Mari José: acepto

Sandra: también acepto

Paola: yo también, tranquilo que no nos veras desnudas

Mari José: ¿Quién las escribe?

Sandra: ¿Quién tiene la letra más bonita y más clara?

Paola: ¿escribimos cada uno y luego que alguien lo valore?

Dani: paso

Mari José: si, claro

Sandra: me encantaría

Paola: pues, escribimos las tres y tu nos valoras

Dani: eh, a mi no me metáis

Sandra: venga, hombre, ayuda un poco

Mari José: eso, ayúdanos, colabora

Dani: que pesadas sois, vale…

Eran las doce de la mañana, entre la charla y todo lo demás, nos habíamos perdido el desayuno, pero vamos, me daba igual, hoy había desayunado en casa, tras una difícil competición, Sandra se alzo con el título, Mari José quedo segunda y Paola tercera, escribieron las normas dentro del cuadro que estaba para eso que tenía diez huecos, llenando tan solo cuatro, firmamos todos y como no, salto Mari José que no se podía callar.

Mari José: pues no te ofendas Sandra, pero Dani tiene la letra más bonita que la tuya

Sandra: a mí no me lo parece

Paola: a mí también me gusta mas

Sandra: bueno, pero ya las he escrito yo

Dani: yo tampoco quiero

Sandra: además no quiere

Por primera vez hubo un pequeño silencio, hasta que Mari José lo volvió a romper

Mari José: Dani, ¿nos vamos a hacer deporte?

Dani: vale, vámonos a hacer deporte

Paola: ¿y qué hacemos nosotras?

Sandra: buena, pregunta

Mari José y yo nos cambiamos con ropa deportiva, cuando salimos ya no estaban ni Paola ni Sandra, bajamos las escaleras, primero hicimos una carrera de velocidad, en la que me gano ella, luego hicimos una carrera de fondo en la que me volvió a ganar, luego hicimos salto de vallas en la que gane yo por los pelos de mi padre, que por cierto, era calvo y por ultimo hicimos un pequeño circuito en el parque de ejercicio. Mientras que estábamos haciendo todo esto, no vimos a nadie, volvimos al cuarto y yo me cole antes que Mari José en la ducha ante sus protestas, mas tarde entro ella y justo cuando ella salía, sonó una alarma que nos avisaba de que era la hora de comer.

Subimos las escaleras reventados por las tres horas de ejercicio de antes, tuvimos que subir cuatro pisos hacia arriba, al llegar, vimos un comedor en plan bar, nos sentamos en una mesa de cuatro, poco después llegaron Paola y Sandra, que se sentaron con nosotros y un poco después las trillizas que al principio se sentaron solas, pero las chicas las invitaron a sentarse con nosotros, así que unimos otra mesa y ahora éramos siete. A mi izquierda tenia a Paola y a mi derecha a Mari José, al lado de Paola estaba Sandra, al lado de Mari José estaba Melissa, junto a Sandra Miriam y delante María.

Ahora que me fijaba en mis compañeras, mientras ellas hablaban, yo me puse a compararlas divertidamente, Mari José era de mi misma altura, era guapa, tenía la cara delgada, siempre iba bastante arreglada, incluso para hacer ejercicio, tenía un cuerpazo despampanante del propio ejercicio, aunque estaba algo musculosa para mi gusto, también le daba un morbo especial, tenía el pelo rubio, pero no le llegaba más abajo del cuello, tenía un culo respingón y unos pechos bastante grandes, bien puestos en su sitio y por último, no tenia grasa en ninguna parte.

Sandra era mucho más bonita que esta, aunque era más alta que yo, no mucho más, tenía un pelo rizado, bastante frondoso que le llegaba hasta el culo, que me volvía loco, unos labios carnosos que apetecían ser besados, tenia de pecho más o menos como Mari José, quizá algo más pequeños, pero también al no estar nada musculosos, estaba bien, tenía un figura bastante femenina, además de una cadera, cintura y culo espectaculares, que si bien otro podía decir que le sobraba culo, yo digo que tiene el que necesita y tenía unas bonitas piernas, su estilo a pesar del tiempo que hacía en estos momentos que empezaba a hacer frio, siempre iba con el pelo suelto y con ropa ceñida a su cuerpo o corta que mostraba algo de piel.

Paola en cara bonita estaba entre ambas, tenía una mirada muy bonita y un pelo castaño claro con mechas rubias que le llegaba hasta media espalda, aunque era la más bajita de las tres, tenía unos pechos enormes, una espalda ancha, aunque tenía su cintura que la afeminaba un poco, tenia buen culo, pero nada especial, aunque la curvatura de la espalda supongo que para soportar el peso de los pechos, era muy graciosa y su estilo de ropa era el más pijo con diferencia.

Melissa por su parte era la más bajita de las trillizas, aunque seguía siendo algo más alta que Paola, estaba bastante delgada, pero eso no quitaba que tuviera su cuerpecito muy bien puesto, tenía una deslumbrante sonrisa, tenía el pelo castaño claro que le llegaba hasta el pecho, tenia mas pecho que Miriam aunque salía perdiendo bastante con todas las demás, era la más guapa de las trillizas y también parecía la mas pija de las tres, incluso más que Paola.

Miriam parecía tener algún tipo de complejo con sus hermanas ya que se tapaba media cara con el pelo, era también guapa, tenía unos labios gorditos y finitos que llamaban mucho, tenía el pelo más moreno que ellas, lo tenía algo más corto que las demás le llegaba solo por la nuca, lo tenía un poco mas rizado que Melissa, estaba menos delgada que esta sin dejar de estar delgada, aunque también tenía su figura, tenía menos pecho que ninguna, aunque según podía ver, tenía un culo que rivalizaba con el de Mari José y Sandra, era pequeño, estaba en su sitio, pero señalaba sin duda hacia el frente, era la más alta de las tres y su estilo de ropa era el más hippie de las que había visto aquí.

Por último, María, llevaba el pelo recogido en una trenza que le llegaba hasta el culo, tenía los ojos rasgados, los labios los tenia pequeñitos y finos, pero estaban muy rosados sin necesidad de habérselos pintado, tenia los pechos algo más grandes que Melissa, rivalizando con el pecho de Sandra, estaba menos delgada que sus dos hermanas, pero sin perder la delgadez y figura que las caracterizaba, en altura era un punto intermedio entre ellas, tenía la piel ligeramente más blanca que la de sus hermanas haciendo un poco de juego con su pelo negro azabache, tenia mas figura que sus dos hermanas, ya que también tenía un culo un poco más grande que el de Miriam, que no llegaba a ser respingón, pero que estaba en su sitio, porque rivalizada con el de Sandra, por eso su espalda estaba ligeramente más curvada que la de sus hermanas, su estilo era bastante femenino, las dos veces que la había visto, había llevado tanto falda como escote, a mí personalmente me gustaban las chicas cuanto más femeninas, mejor.

Las tres trillizas eran muy parecidas, una persona normal o despistada no podría diferenciarlas con facilidad, solo alguien que se fijara en todos los detalles o que fuera bastante observador como yo, al menos físicamente de forma de ser tendría que averiguarlo con el tiempo, ya que con ellas tres había tenido obviamente mucho menos trato hasta ahora.

No es que estuviera buscando pareja ni nada, pero estar aquí un año entero sin televisión y nada que hacer iba a ser muy aburrido, quizás podría intentar ligar un poco con alguna o con varias, que eso cuanto menos distrae, mucha competencia no iba a tener por aquí, ya que por alguna razón, éramos seis tías y yo, cosa que a mí personalmente no me disgustaba en absoluto, estaba así pensando en mis cosas cuando Paola me toco y me llamo.

Dani: ¿Qué?

Mari José: ¿Qué estabas haciendo?

Melissa: nos estaba analizando

Sandra: uh cuidado, tenemos a un tigre a nuestro lado

Miriam: el tigre mira su presa agazapado entre la hierba (imitando la postura)

Entre todas reían, entre ellas, por sus bromas de mal gusto, según mi opinión, aunque eh de admitir que no iban demasiado desencaminadas, pero que querían que hiciera para distraerme, aquí no había nada, para distraernos.

Dani: (lejos de ruborizarme como la otra vez, intente ser natural) dejaos de chorradas anda, que solo estaba pescando

Paola: (me toco la frente) ¿tienes fiebre?

Para seguir con las risas

Dani: ¿Qué estabais haciendo vosotras?

Paola: ¿no nos has estado escuchando, nada?

Dani: (con una sonrisa descarada) Nada de nada

María: (con una voz muy femenina) íbamos a jugar a un juego para conocernos un poco

Dani: ¿Qué juego?

Sandra: Se basa en lo siguiente, uno hace una pregunta y todos los demás van contestando por el orden en el que están sentados

Dani: parece interesante

Paola: ¿a que si?

Mari José: ¿juegas?

Dani: la verdad es que no

María: ¿Por qué no?

Melissa: ¿no quieres conocernos?

Dani: no es eso

Melissa: ¿entonces?

Dani: si alguien quiere conocerme, tendrá que hacer por conocerme, no es un juego infantil

Miriam: bueno chicas, dejemos al pasota y al madurito consigo mismo que no necesita a nadie más y juguemos nosotras

Melissa: claro, el se lo pierde

Mari José: venga hombre, juega

Dani: paso, divertíos vosotras

Sandra y María me miraron bastante sin decir nada, poco después empezaron el juego, así me fui enterando de datos bastante interesantes mientras jugaban, yo solo las escuchaba, aunque hacia parecer que estaba “pescando” como antes, esta vez solo estaba centrado en el juego. Mari José tenía veintitrés años, Paola veinticinco años, Sandra veintiocho años, Melissa, Miriam y María tenían 29 años, Mari José y Melissa tenían novio, las demás no, a Miriam la había dejado su novio hace poco, todas estaban en paro legalmente, pero algunas trabajaban de extranjis, Paola trabajaba en la joyería de su tío, Sandra acababa de perder su empleo en la autoescuela, Miriam limpiaba escaleras y casas, Melissa depilaba a gente en su garaje, María hacia de guía turística a los extranjeros y Mari José solo cobraba una pensión porque un anterior novio la había maltratado.

Todos le dimos nuestro apoyo y comprensión, poco después de la cocina, salió un camarero, viejo, feo y calvo.

Camarero: Gracias por estar aquí antes de su hora; aquí tienen la carta para que elijan el menú y mientras que quieren de beber.

Dani: Coca cola

Paola: Coca cola light

Sandra: nestea

Mari José: agua

Melissa: zumo de piña

Miriam: zumo de melocotón

María: Coca cola zero

Camarero: de acuerdo, voy a por las bebidas, ahora vuelvo a por los menús

Cuando el camarero se marcho, Paola se puso a charlar conmigo y las trillizas entre ellas, mientras que Mari José y Sandra, se dedicaban a seleccionar su menú, yo intentaba enterarme de ambas conversaciones, cosa que no me resultaba fácil, pero tampoco imposible.

Paola: tenemos en común la coca cola, ¿eh?

Dani: si, solo que tú te cuidas más que yo

Paola: no estoy de acuerdo, yo no hago tres horas de ejercicio diarias

Dani: tuche

Paola: ¿Qué vas a elegir de menú?

Dani: aun no se

Nos pusimos a elegir menús juntos, todo esto mientras intentaba escuchar la conversación de las trillizas

Melissa: como se nota que has bebido menos

María: ¿Por qué?

Miriam: porque con las bebidas con gas no te duele el estomago

María: que le hago, si sois unas borrachas

Melissa: no es por nada, pero tú también bebes cariño

Miriam: eso

María: ni la mitad que vosotras

Miriam: ¿Qué vais a elegir vosotras?

María: vamos a ver

Melissa: mira que buena pinta tiene esto

Tras eso, deje de escuchar conversaciones ajenas y me dedique a ver el menú

Menú de almuerzo:

Plato primario:

- Sopa de fideos

- Espaguetis con tomate

- Ensalada mediterránea (Seleccionado)

- Revuelto de verduras

Plato segundario:

- Patatas con filete de pollo (Seleccionado)

- Tortilla de patatas

- Pescado a la plancha

- Solomillo a la plancha

Postre:

- Yogur

- Pieza de fruta

- Gelatina

- Mousse de plátano(Seleccionado)

Aunque muchas cosas no me gustaban, tenía que admitir que el menú era bastante variado, normalmente hubiera seleccionado el yogur, pero quería probar la Mousse, me gustaba el plátano tenía mucho potasio y todo eso. Paola se eligió justo lo que yo había elegido, al poco el camarero volvió, dejo las bebidas y se llevo los menús entonces, empezaron las típicas preguntitas:

Mari José: ¿Qué habéis elegido?

Paola: Dani y yo, Ensalada mediterránea, Patatas con filete de pollo y Mousse de plátano (parecía saber que yo no iba a contestar y por eso lo hizo ella por mi)

Mari José: huy casi, yo ensalada mediterránea, solomillo a la plancha y pieza de fruta

Melissa: nosotras, sopa de fideos, patatas con filete de pollo y la Mousse de plátano, es que tenemos el gusto igual.

Esa última frase me había llamado la atención, eso podía significar que si un chico le gustaba a una, también le gustaría a las demás, eso era cuanto menos interesante, tendría que con el tiempo, comprobar si le gustaba a alguna de las tres, pero no quería apresurarme, quería jugar bien mis cartas, ya que sin duda lo que menos quería es acabar de novio con alguna, pues dejaría de ser divertido el juego.

Las trillizas sacaron una baraja de cartas y entre que nos traían la comida nos pusimos a jugar, fue divertido, estuvimos así mas o menos media hora, hasta que fueron trayendo las primeras comidas, algunas chicas ya se habían bebido su bebida y preguntaron al camarero.

Camarero: lo siento debería de haberos informado antes, no se puede repetir nada a menos que se pague a parte o con puntos

Mari José: ¿y cómo van los puntos?

Camarero: pues la verdad es que no tengo ni idea, mañana seguramente os lo explicara el director Chronos

Dani: ¿Cuánto les costaría repetir?

Camarero: (miro una lista de precios) Veamos un zumo de melocotón, agua y coca cola light

Camarero: serian 6 euros

Dani: toma (le estire un billete de 10 euros hacia el) y tráeme una coca cola normal a mi

Camarero: son 9 euros, ahora te traigo la vuelta con las bebidas

La verdad es que pagar con dinero era bastante caro aquí y no pensaba repetirlo demasiado a menudo o en vez de ganar dinero, lo perdería y después de todo les debería dinero a ellos, después de tanto “trabajar”, había sido mas un impulso que otra cosa, además quería celebrar entre otras cosas que estaba tan bien acompañado.

Miriam: muchas gracias, no tenias porque

Dani: tranquila, no me cuesta nada

Miriam: 10 euros, ¿te parece poco?

Dani: (si tenía que decir la verdad, tenía que decir que no, que me parecía carísimo, pero simplemente mentí) si, no tiene importancia

Paola me abrazo y Mari José me dio un beso en el cachete ambas diciéndome desde su lado unas amables gracias.

Tras eso, esperamos a que todos tuviéramos la comida, que unos tardaron más que otros y comenzamos a comer, tras decir todos que aproveche.

Tras eso, me despedí amablemente de las chicas y empecé a bajar las escaleras con las manos en los bolsillos, al poco me alcanzo Sandra y me dijo:

Sandra: ¿sabes que no deberías bajar las escaleras de ese modo, no?

Dani: (yo la mire molesto y le conteste) Si, mama

Ella pareció molestarse por mi comentario y me adelanto, dejándome atrás, mejor, estaba un poco agobiado de estar con tanta fémina junta, necesitaba estar un rato solo, también quería mirar si realmente no se podía salir una vez que se entraba o era todo un farol, ya que empezaba a estar agobiado de estar encerrado en este sitio, aunque era bastante grande, podía tener cerca de un kilometro por un kilometro, a veces uno necesita despejarse.

Me empecé a dirigir a la salida, donde había dos guardias armados y uno en el camino de salida

Soldado sin arma: ¿adónde crees que vais?

Dani: ¿vais? (mire hacia detrás y allí estaba María detrás mía, me había seguido todo este tiempo y yo no me había enterado de nada)

Soldado sin arma: ya habéis escuchado al director, una vez que se entra aquí no se puede salir

Dani: pero…

María empezó a fingir que se asfixiaba y entonces yo capte la idea

Soldado sin arma: ¿Qué le pasa?

Dani: pero, tiene un ataque de asma y se le ha olvidado en casa el Ventolin, ¿no querréis ser los culpables de su muerte, no?

María empezó a empeorar, claramente, que bien fingía, lejos de alegrarme eso me preocupaba, porque si fingía un orgasmo, seguro me lo creería y eso no me gustaba nada

Soldado sin arma: está bien, está bien, id a la farmacia más cercana y volved, os quiero aquí en media hora, no me jodais, ¿vale?

Dani: vale (para hacer más creíble la actuación, me acerque a ella, le levante un brazo y me pegue a ella para fingir que la cargaba, como si no pudiera andar bien sola)

El tipo nos vio salir, mientras yo sentía una extraña sensación que no lograba identificar desde que la había tocado, que iba creciendo poco a poco en mi interior, los que estaban fuera tan bien se nos quedaron mirando, seguimos avanzando en esa posición, hasta salir de la vista de los guardias, aunque ella había dejado de fingir que se asfixiaba hace rato, seguíamos en silencio, ella mirando hacia abajo algo colorada y yo no queriendo mirar hacia ella por su cercanía a mí, cuando ya nadie nos veía nos separamos lentamente.

Al separarnos la sensación seguía allí, pero había dejado de crecer y quizás, solo quizás desaparecería con el tiempo, ambos nos quedamos uno frente al otro mirándonos en silencio, tras respirar un poco:

Dani: finges muy bien

María: (dudo un segundo si eso era un alago o un insulto) gracias, ¿Qué te pasaba?

Dani: ¿a qué te refieres?

María: no se, cuando te levantaste en la mesa, te vi un poco agobiado y al ver que te dirigías a la salida, comprendí que necesitabas por algún motivo, estar fuera, ahora

Dani: (no sé cómo, pero parecía haberme leído el pensamiento) gracias

María: ¿Por qué?

Dani: porque sin tu ayuda no habría podido salir

María: no hay de que

Estaba pensando que sí, que había salido, pero que aun así no podría estar solo, porque estaba ella conmigo, cuando de repente como si adivinara mis pensamientos…

María: yo estaré en este parque…ve a hacer lo que quieras y entonces volvemos juntos a la base

Dani: ¿en serio?

María: si (dijo con total frialdad)

Dani: ahora vuelvo y estamos un poco juntos, ¿vale?

María: (ahora con una sonrisa) vale

La verdad es que se lo agradecí mentalmente, necesitaba estar solo y lo necesitaba ya, me fui a la playa no sin tener una sensación extraña al abandonarla, gracias a que estaba a cinco minutos de aquí, no se me hizo difícil llegar, pero no entre en la arena, no me gustaba mancharme, solo me senté en la barandilla blanca con rejas rojas, estuve quizás unos diez minutos mirando el mar, que me tranquilizaba, pasando frio, que aunque no me gustaba, lo soportaba bien, ya que mi temperatura corporal por algún motivo siempre fue más alta de lo normal, mis amigos cariñosamente me llamaban la estufa humana, mote que nunca me molesto, solo me hacía gracia. Notando la brisa marina, estaba pensando en que estaba haciendo María, cuando de repente empecé a sentir un poco de miedo al haberla dejado sola, un viento helado dándome en la cara me erizo cada bello de mi cuerpo y me apresure sin saber porque exactamente a volver junto a ella.

De los cinco minutos que había de camino, yo me los hice en tres, si bien no había corrido en ningún momento, me había apresurado bastante y al llegar vi que no estaba sola, tenía a un chaval sentado a su lado, otro delante y otro detrás. Al verme, ellos pusieron cara de pocos amigos, pero ella me echo una linda sonrisa, se levanto, se acerco a mí y me abrazo, volví a sentir esa extraña sensación crecer en mi interior.

Dani: ¿t-te estaban molestando? (me costó hablar)

María: no, ya se iban (dijo bastante tranquila, aunque notaba su corazón latir con fuerza al estar pegada a mi)

Uno de los chavales, el más gallito o diríamos, el líder del pequeño grupo se acerco a nosotros y me pregunto: ¿es tu novia?

Yo sabiendo que una respuesta que reflejara dudas o que fuera negativa, solo los envalentonaría mas, decidí atajar el conflicto con una respuesta segura de mi mismo y que me permitiera separarme de ella, porque cada vez que me tocaba, me sentía como si me pegaran a ella, como si me absorbiera y fuera una sensación agradable, cosa que tendría que ser al contrario.

Dani: si, es mi novia, ¿Por qué?

Chico gallito: hombre, como al llegar no os habéis besado ni nada

Este chico me estaba poniendo contra las cuerdas, pero no pensaba amilanarme, aunque no me gustaban las peleas, todavía no había perdido una, ni de voz, ni físicamente, quizás fuera porque solo había peleado con quien podía ganar o quizás porque no me solía meter en muchos problemas, que pudieran evitarse al contrario que este.

Dani: no serás tu, quien decida cuando y como tengo que besar a mi novia

María: no, nen-e no importa (me acaricio el cachete haciéndome estremecer por completo y me beso, haciéndome perder el equilibrio hacia detrás de la impresión y lejos de chocar ni nada, nos acoplamos perfectamente, en un espectacular beso falso de película, pero que para mí fue el mejor beso que me habían dado en la vida, aunque ni siquiera metió lengua)

Chico gallito: dejadlo chicos, aquí no hay nada más que rascar

Y los tres chicos se alejaban mientras a mi me costaba hasta respirar, en ese momento ella comenzó a alejarse y esta vez se me hizo mucho más desagradable la separación, no sé que tenia esta chica, pero la extraña sensación que me provocaba no hacía más que crecer, conforme me tocaba, me ofreció la mano para ayudarme a levantarme, pero una parte de mi no quería tocarla más, mientras que otra, solo quería tocarla, como yo era un chico muy independiente, me levante solo, diciendo un cortes: gracias

María: gracias a ti, me has salvado

Dani: nada que no haría cualquiera

María: siento que te hayas caído (rio graciosamente)

Dani: no se es la primera vez que me pasa

María: eres el primero que se ha levantado solo, después de uno de mis besos

Dani: ¿has besado a muchos?

María: no a tantos, pero eres al primero que lo hago para evitar una pelea (volvió a sonreír)

Dani: ah, así que solo lo has hecho por eso, ¿eh? (Dije bastante dolido por su comentario)

María: no lo hubiera hecho si no me gustaras…

Zash, esa sensación tan extraña volvió a crecer en mi interior, al escuchar eso, esta chica no necesitaba tocarme para volverme loco, debería de tomar algo de distancia para evitarlo, pero la pregunta es ¿podría? Puede parecer infantil, pero nos quedamos en el parque, el poco tiempo que nos quedaba, la empuje en los columpios, se tiro de algún tobogán y nos metimos en una especie de barril que había, todo esto era para niños chicos, aunque se estaba muy a gusto en el barril, con ella, tan pegados, aunque me costaba respirar, centrar la mente, no estar nervioso, por esa sensación que no comprendía y no hacía más que crecer, cada vez que la tocaba, cuanto más tiempo pasaba con ella, todo eso no importaba, luego allí dentro intentaría mantener las distancias, porque no quería enamorarme de ella y no estaba seguro si era eso u otra cosa.

Dani: ¿sabes que nos vamos a meter en problemas por esto, no?

María: si…no me importa

Dani: ¿Por qué?

María: ¿Por qué, que?

Dani: ¿Por qué me ayudas si sabes que te puedes meter en problemas?

María: porque quiero

Esa frase hizo que mi corazón diera un vuelco, así que me ayudaba porque le daba la gana y punto, pero si no nos conocíamos de nada, que veía en mi, para querer ayudarme, como sabía lo que necesitaba en cada momento, porque la verdad es que quería estar así un rato mas, antes de irnos y fue idea de ella meternos en el barril.

Dani: ¿sabes que cuanto más tarde lleguemos, peor será, no?

María: si…

Dani: ¿y no quieres marcharte, ya?

María: solo un ratito mas

La verdad es que, no sabía si es lo que sentía ella o lo que sentía yo, pero en cualquier caso yo estaba de acuerdo, ella se pego un poco más a mí, entrelazo sus piernas conmigo, quizás tenia frio, ya que llevaba una mini falda, apoyo su cabeza a mi pecho, donde mi corazón comenzó a acelerarse, yo la rodee con mis brazos y juro que no fue queriendo, que me embargo una sensación de comodidad y de confort, que nos hizo quedarnos dormidos un rato, allí metidos, tan calentitos, tan pegados el uno con el otro, tan a gusto estábamos, que nos despertó la voz de un niño pequeño: ¡Mama, aquí hay dos señores metidos!

Lo primero que hice es mirar al niño con los ojos aun pegados del sueño, mientras María no daba aun señales de ir a despertarse, tenía una cara de angelita cuando dormía muy graciosa, la madre llamo al niño repetidas veces alarmada, así que muy a mi pesar la llame, ella abrió los ojos de par en par, asustada.

María: ¿Qué hora es?

Dani: la verdad es que, no lo se

María: ¿salimos? (Dijo algo avergonzada)

Dani: si, mejor (Al comprender que estaría notando mi erección)

Intentamos salir los dos a la vez, provocando que solo nos chocáramos el uno contra el otro, con todo lo que eso con lleva, al volver a tocarnos ahora que estaba despierta, la extraña sensación que nunca había llegado a desaparecer del todo, volvió a inundarme haciéndome perder las fuerzas y haciendo que ella se arrastrara fuera mientras por ello, mientras yo con gran dificultad, solo alcance a decir: perdón

Cuando ella había salido por el túnel, yo mire hacia arriba, viéndole la ropa interior sin querer unas braguitas rosas muy monas, me salí por el otro lado, baje por las escaleras y la recogí cuando se tiro por el tobogán, ella al ver la escena del niño siendo arrastrado por su madre del parque, diciéndonos: debería daros vergüenza, me pregunto.

María: ¿Qué pasa?

Dani: nada importante, María, ¡pero, si no hemos hecho nada, señora!

María pareció entender lo que estaba pasando y no dijo nada mas del tema, ahora que podíamos ambos miramos el móvil

María: (cara de susto) ¿has visto la hora que es?

Dani: si, son las ocho, si nos damos prisa llegaremos a tiempo para la cena (dije con una sonrisa)

María: ¿eso es lo único que te preocupa?

Dani: no… pero lo echo, echo esta, será mejor irnos rápido, ¿no?

María me ofreció la mano, no quería dársela, pero tampoco quería ser descortés, así que se la di, con gran dificultad ya que darle la mano me aceleraba por completo y correr te acelera mas, comenzamos a correr, mientras esa extraña sensación me invadía de nuevo, hasta que no pude mas, me pare y le dije:

Dani: será mejor comprar un Ventolin, en esa farmacia de allí y no llegar sudando, así al menos cuadrara un poco la escusa

María: ¿crees que eso importa ahora?

Dani: no lo sé, ¿comprobémoslo…? (le ofrecí la mano, ahora yo)

Ella me la dio, volviendo a sentir algo que me llenaba por dentro, una extraña sensación que parecía sentir en mi alma, no en mi cuerpo, nos acercamos a la farmacia más cercana, hicimos una breve cola y la farmacéutica nos atendió.

Farmacéutica: ¿Qué desean?

Dani: ¿tienes Ventolin, que a mi amiga se le ha acabado?

María empezó a fingir un ataque de asma tan bien fingido, que casi hace que a la farmacéutica le dé un ataque buscándolo, tras encontrarlo se lo dio y María fingió o uso el Ventolin de verdad, mientras yo pagaba los 6 euros, nos despedimos de la farmacéutica y María no pudo evitar sonreírme al salir.

Dani: ¿para qué haces eso?

María: porque no nos lo hubieran dado sin receta, ¿no?

Dani: ¡no! El Ventolin se puede comprar con o sin receta, casi te cargas a la chica de un infarto

María: ah yo que sé, así tenemos un testigo de nuestra coartada

Ambos reímos, llegamos al poco al recinto de donde habíamos escapado, al entrar los guardias de la entrada no nos dijeron nada, pero el tipo de dentro, me cogió por la ropa y me levanto del suelo.

Soldado sin arma: ¿os habéis creído, que os vais a cachondear conmigo?

Dani: suéltame (apretándole su muñeca con mis dos manos)

María: por favor suéltele, que es verdad (enseño el Ventolin al soldado)

Soldado sin arma: ¡¿soltarte?!, te voy a soltar contra la pared, ¿me queréis explicar porque habéis tardado casi cuatro horas en comprar un Ventolin?

María: me llevo al hospital porque al salir todas las farmacias estaban cerradas y a la vuelta me lo ha comprado, suéltalo animal

Soldado sin arma: ¡¿animal?! Zorra desagradecida (me tiro contra el suelo a mala leche)

Yo me puse de pie y saque pecho contra él, enfadado por su lenguaje para con la chica, además de por tirarme de esa manera, añadiendo el agarrarme de malos modos y, el hizo lo mismo, pegamos nuestros pechos y nuestras cabezas, aunque él era más alto, pero sus colegas de ambos lados me apuntaron con sus armas.

María: ven cariño, déjalo (al agarrarme el brazo y jalarme, sentí una sensación tan buena, que me calme al instante)

Dani: si, no merece la pena (dije dándome la vuelta)

Soldado sin arma: ¿cariño? Eso, vete pequeño héroe y que no me entere yo que me engañáis para daros besitos fuera o que me echen la bronca por vosotros, que entonces no te salvara tu novia.

Le hice un churro, provocando que se enfadara más y empezamos a subir las escaleras de la residencia aun agarrados por el brazo, llegamos hasta la puerta de su habitación, entonces ella me soltó, me dio dos besos y en el último me susurro: gracias por el bonito día de hoy

Dani: gracias a ti por ayudarme a salir (dije bajito)

Ella solo giro su cara me miro de reojo, me sonrió, abrió la puerta y entro desapareciendo tras su puerta, que cerró justo al entrar y lo único que alcance a oír antes de que cerrara fue:

Miriam: ¡¿Dónde has estado, te hemos buscado por todas partes?!

Luego intente escuchar algo más, pero los cuartos parecían estar insonorizados, porque no escuche absolutamente nada más, echando un poco de menos la sensación de tocarnos, me mire el brazo, que me había estado rodeando con su brazo, reí como un tonto y entre en mi cuarto, donde encontré a todas las chicas aburridas, Mari José dibujando, Sandra viendo videos en el móvil y Paola, con su portátil.

Mari José: ¿Dónde has estado, Dani?

Dani: por ahí

Paola: ¿y Qué te ha pasado?

Dani: nada, un soldado que estaba de mal humor

Sandra: ¿intentaste salir, verdad?

Dani: bueno…si

Mari José: ¿en serio te ataco por querer salir?

Dani: no…

Paola: ¿entonces?

Dani: no puedo hablaros de ello, pero tranquilizaos (por un segundo recordé el día tan bueno que había pasado y puse cara de imbécil)

Sandra: tú has salido

Dani: …

Paola: ahora lo entiendo todo, por eso te golpeo

Mari José: ¿y para que sales si está prohibido?

Dani: era una emergencia

Sandra: haber si lo adivino, necesitabas dar un paseo y ¿esa era toda tu emergencia?

Dani: no fue así…

Sandra: espero que tu salida no nos traiga problemas a todos

Mari José: ¿necesitas que alguien te cure eso?

No me había dado cuenta que al tirarme al suelo, me había cortado con algo el brazo

Dani: no es nada

Paola: soy enfermera, no te me resistas

Más que nada jugando, más que otra cosa, entre Mari José y Paola me curaron el brazo, con artículos que había para eso en el botiquín, al salir del baño, Sandra se disculpo.

Sandra: siento haberme puesto así, estoy un poco tensa, ¿estás bien?

Dani: no te preocupes, no ha sido nada, si no os fijáis vosotras hubiera ido a la cena así

Tire la camiseta a lo sucio y me puse otra nueva

Paola: ¿piensas guardar esa camiseta, que se ha roto?

Dani: si, para algo me servirá

Sandra: hombres (rio)

Mari José me sonrió y Paola negó con la cabeza con una sonrisa divertida, poco después sonó el aviso de la cena y nos pusimos en marcha mientras tanto:

Melissa: ¡¿no me digas que estabas fuera?! (Melissa y Miriam le hablaban de pie)

María: Bueno, salí con un chico (ella se sentó tranquilamente)

Miriam: ¿saliste con Dani? (levanto una ceja, acentuando más aun su pregunta)

María: si

Melissa: ¿y cómo es?

María: es cariñoso, protector, observador, muy caliente, divertido y no se… está en todo.

Miriam y Melissa: ¡¿Caliente?!

María: es que dormí con el (confeso colorada)

Miriam: ¿tú dormiste con él, afuera?

Melissa: ya esta, Miriam que nos lo cuente todo mejor

María: (lo conto todo)

Miriam: ¿te dejo sola, para irse a la playa?

María: en realidad se lo dije yo, porque vi en su mente que era lo que necesitaba

Melissa: ¿así que te ha vuelto a pasar?

María: si, pero solo con el…

Miriam: ¿y dormisteis en un barril?

María: si

Melissa: y has dicho que se empalmo, ¿no?

María: si…bueno eso creo

Melissa: ¿y como dirías que la tiene?

María: no sé, no he visto ninguna…

Miriam: ¡joder, esa manía tuya de no haberte acostado con un chico hasta ahora, nunca la entendí y menos ahora, que vas y te acuestas con él, el primer día y en un sitio publico!

María: bueno, surgió así, pero no hicimos nada

Melissa: ¡¿no?!

María: no

Miriam: ¡tsss! Pues no sabes lo que te pierdes…

Poco después se ducho para estar presentable a la cena y volver a ver el chico, que reactivaba su extraña habilidad.

Justo cuando estábamos pasando por el cuarto de las trillizas, salieron las tres, primero Melissa, luego Miriam y por ultimo María, todas iban con la ropa de antes menos María, que iba incluso más guapa que antes con una minifalda ceñida y un escote que dejaba ver un generoso canalillo, sin embargo el pelo lo llevaba igual.

Por el camino aunque note a las dos hermanas mirarme raro, se pusieron a hablar con mis compañeras delante y María se puso a mi lado, al ver mi brazo, se asusto y me dijo: ¿Qué te ha pasado, Dani?

Dani: por lo visto, cuando el guardia me empujo, me corte con algo

María: vaya… haberme llamado y te hubiera hecho de enfermera

Dani: no te preocupes, me las apaño solo

María: ya veo…

Dani: ¿Qué tal con tus hermanas, te han interrogado mucho?

María: no, lo que de costumbre

Yo solo sonreí ante su comentario, estuvimos en silencio, pero no uno de esos silencios incómodos, mas bien, escuchando lo que hablaban las chicas entre sí, Paola y Mari José le contaban a Melissa que habían tenido que curarme, que si no lo hubiera pringado todo de sangre, aumentando un poco el gesto de  preocupación de Melissa y Sandra intercambiaba opiniones de los modelos que llevaban cada una con Miriam.

Nos pusimos juntos María y yo, siendo rodeados por todas las demás a mi otro lado tenia a Melissa y estuvimos riendo, jugando a las cartas, mientras que seleccionamos y esperamos la cena, que por cierto era mucho más leve, que el almuerzo, habría que ver el desayuno de mañana, nosotros comimos una tortilla a la francesa, luego bajamos a los cuartos, mientras que las demás se habían quedado allí charlando y lo único que me dijo antes de entrar fue: ¿repetiremos algún día?

Dani: claro, ¿Cuándo surja, no?

Ella por toda respuesta asintió y se encerró en su cuarto, yo me quede un poco mirando su puerta, pensando que ella estaría en el otro lado, haciendo lo mismo, luego lo descarte por ser una tontería y entre en mi cuarto, saque un libro titulado “Viajando Tras Un Sueño” de un escritor desconocido y me puse a leerlo tumbado en la cama, poco después llegaron las demás, me dieron las buenas noches a lo que yo conteste cortésmente.

Paola se metió en el baño para cambiarse, Mari José siguió un poco mas con sus dibujos, Sandra siguió mirando el móvil, cuando Paola salió con un pijama de perritos, estuve a punto de decir algo para reírme de ella, pero no tenía ganas de mas bromas para hoy, se puso un poco mas con el portátil y entro Sandra, Sandra salió con un culote en el que se le marcaba todo y un escote que dejaba fuera el ombligo, tras eso entro Mari José que salió con unas mallas apretadas y una banda, que era poco más que un sujetador, sobre el sujetador. La primera en acostarse fue Paola a las once, la segunda fue Sandra a las once cuarenta y cinco, por último a las doce y cuarto Mari José se acerco a mí y me susurro al oído: ¿puedo dormir contigo?

Dani: ¡¿Qué?!

Mari José: Tsss… es que tengo miedo nocturno (continuo con su susurro)

Dani: ¿y no puedes dormir con ellas? (susurrando ahora yo)

Mari José: es que con ellas no me sentiría a salvo

Yo la mire, encima no se había vestido precisamente recatada para la ocasión, uno es un hombre, no es de piedra, ya llevo dos calentones hoy, pues vamos directos al tercero y este posiblemente dure toda la noche, a pesar de eso vi la cara de miedo de la chica y no podía negarme, además si se enteraba María no podía enfadarse, porque en realidad, no teníamos nada.

Dani: vamos (le abrí la manta y las sabanas para que se metiera en la cama)

Mari José: gracias, gracias… ni notaras que estoy aquí (mientras subía a mi cama)

Puse el marcador de páginas por donde iba, para no perderme ahora que habían llegado a Puerto llano y la historia parecía ponerse interesante, la cama era de noventa, así que si dormíamos juntos tenía que ser de lado y bastante pegaditos, ella se puso de espaldas a mí y yo la rodee con mis brazos para estar ambos más cómodos, ella se dejo, yo tenía su pelo en mi cara, aunque a decir verdad no me molestaba mi pecho pegado a su espalda, mi polla que se había vuelto a poner erecta al saber que iba a dormir con una tía que estaba buenísima, pegada a su culo, solo nuestros pies estaban levemente separados y mis brazos palpaban sus abdominales, uno justo por encima de sus mallas y otro justo por debajo de su banda.

Dani: Buenas noches, Mari José

Mari José: Buenas noches, Dani, ¿sabes?, mi novio se llama como tú