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La Frutera De Campo 2

en Hetero: Infidelidad

La Frutera De Campo 2

                La mire a los ojos mientras la separaba lentamente con mis brazos y por un momento, juro que por un solo instante parecía que íbamos a besarnos, pero entonces recordé que le había prometido no hacerlo, la volví a poner sobre mi hombro apretándola contra mí y ella también se apretaba ella misma contra mí, como si le fuera la vida en ello. Tras un rato así, en el que ella lloraba sonoramente y yo lloraba en silencio, mientras que disfrutaba de su humedad y ella de mi dureza, sin decir nada ninguno de los dos, nos separamos prácticamente a la vez y luego, nos miramos a los ojos.

-¿Vamos a casa de mi hermana, Nuria?-Dije desviando mi mirada de sus ojos, porque me costaba mirarla sin recordar lo que momentos antes había pasado en esta habitación, delante de mis narices… -A pesar de todo, ¿quieres seguir con esto?- Contesto sin poder mirarme a la cara, tampoco. -Si- Dije solamente sin dudar y luego añadí: -Vamos- mirándola tan solo un segundo, para luego dejar de mirarla rápidamente. –Vale, vamos, pero antes dime, ¿Qué te pasa?- Ella parecía preocupada, me miraba fijamente, pero yo no podía mirarla, como podía preguntarme algo así, después de lo que había echo sabiendo que me gusta, delante de mi cara.

-Nada, no me pasa nada- Dije mirándola de reojo, viendo que me miraba sin malicia –Entonces mírame- ella me toco con su mano mi barbilla, me la alzo haciéndome mirarla a los ojos, pero me vino el olor del aliento por la cercanía, disimule un gesto de disgusto al oler lo que se había comido del marido, con una sonrisa, una fugaz mirada a los ojos y dejándola un poco confusa, le pregunte -¿contenta?- ella no pareció muy satisfecha por mi respuesta, aunque no se que esperaba después de lo que había visto hace un segundo, me soltó y saliendo primero de la frutería, dándome la espalda, dijo: -vámonos- parecía un poco molesta conmigo, aunque en el fondo el que debería de estarlo, era yo.

La seguí mirándole el culo, ella me miro de reojo y se dio la vuelta enfadada -¿Qué miras?-yo solo pude sonreír –Te prometí que no te besaría, no que no te miraría el culo- pensé que cuando se lo dijera ella se enfadaría mas, pero solo se sonrojo y se ablando un poco, soltando una carcajada nerviosa, por no esperar mi respuesta. Siguió andando un poco más contenta, tras cerrar la frutería y nos fuimos en mi moto en dirección a casa de mi hermana, esta vez, me rodeo con sus brazos y se pego fuertemente a mí, desde el principio.

Al llegar al campo de Zoé, aparque la moto en el garaje y nada más bajarse de la moto, al quitarse el casco volvió a despeinarse, pero no le dije nada estaba tan graciosa, ella estaba absorta mirándolo todo. -¿te gusta?- Le pregunte observándola, mientras que me dedicaba a asegurar la moto y me quitaba el casco, -me encanta, pedazo de campo, ¿tu familia es rica?- Pregunto mirándome a los ojos, haciéndome desviar la mirada de nuevo.

-No, ella es la que tiene dinero, es abogada y el marido era el dueño de este campo, así que no compraron nada, solo lo mejoraron- Le explique a Nuria, para que lo entendiera. –Entiendo, estoy deseando conocerles- Dijo intentando disimular torpemente, la leve ilusión que le hacía conocer a mi familia. –Un día me tienes que presentar a tu familia, tu…- Se me escapo más que otra cosa, la estaba tratando como si fuera algo mío, cuando no lo éramos… -¿para qué?- Pregunto Nuria con tono irónico, habiéndose percatado perfectamente de mi cambio de actitud con ella.

-No lo sé, simplemente me gustaría conocer a quien ha creado y criado a esta belleza- La señale a ella y dije lo que me había salido del alma, ella solo se sonrojo y dijo por lo bajo: -Entonces deberías presentarme al resto de tu familia- yo pregunte -¿Qué?- pero al decir que, ya me había enterado, ella hizo un gesto como que lo dejara que no era importante, así que hice como que no me había enterado. -Vamos- hice que me siguiera, ella caminaba un poco detrás de mí, la lleve hasta la casa y llame a la puerta, dentro se escucho la voz de mi hermana: -¡Voy!- Esperamos unos segundos mirándonos y al poco se abrió la puerta.

-Ya era hora de que llegarais, pasad, pasad que ya está puesta la mesa- Me dio un beso en los labios a mí, del que Nuria no había parecido percatarse del todo, aunque puso un gesto extraño y yo antes de pasar, las presente: -Zoé mi hermana mayor, Nuria la frutera que te comente- la frutera se molesto un poco -¿así que solo soy la frutera, de la que le hablaste?- yo me reí –Por que tu quieres…- la frutera se sonrojo, mi hermana sonrió al verme ligando con ella, me dio un cate y me hizo pasar, se quedaron ambas hablando en la puerta. –Encantada, Nuria, pablo me ha hablado mucho de ti en estos meses- susurro mi hermana, mintiéndole, Nuria se puso como un tomate, se dieron los dos besos y mi hermana le pregunto en un susurro -¿has hecho algo ya, con mi hermano?- Nuria negó con la cabeza y puso una mirada culpable, mi hermana pareció notarlo, así que la hizo pasar y le susurro: -Luego me lo cuentas- Mientras tanto yo había llegado al comedor, donde estaba mi cuñado.

-Hombre, ¿Qué pasa Pablo?- me dio un abrazo y una cerveza que acababa de abrir en mis narices –Aquí, en una comida de negocios, ¿ya te ha dicho, mi hermana, no?- El se rio simpáticamente, le dio un trago a la cerveza y contesto justo antes de que entraran mi hermana junto a Nuria –Vamos la chica que te gusta, ¿no?- yo al verla allí, solo asentí y bebí. -¿de qué hablabais cazurros?- Se dirigía mas a su marido que conmigo, en realidad -De cosas de hombres cariño- Nuria se ruborizo y me miro, yo negué con la cabeza, dejándola más tranquila -Miguel, esta es Nuria, la chica del negocio que Pablo nos dijo – presento mi hermana, él se levanto le dio dos besos –Encantado, huy lo siento- El desastre estaba en marcha, Miguel no soltaba la cerveza ni a tiros y le había derramado, algo de cerveza sobre la ropa, manchándola entera, Nuria tenía cara de circunstancia, me miraba a mí como si la culpa fuera mía.

-¡Que torpe eres, Miguel, siempre estas igual!- riño mi hermana a su marido, -Cariño, sabes que estas cosas no se me dan bien, lo siento Nuria…- Agacho la cabeza sintiéndose culpable, mi cuñado -No pasa nada, ya se secara- Dijo Nuria, mirando a mi cuñado con cara de lastima, -no, no, de eso nada, ven conmigo, tú te cambias ahora mismo y te lavo la ropa – Mi hermana no aceptaba un no por respuesta, Nuria no muy convencida acepto, no quería ser descortés, con mi hermana, el primer día que la conocía, que hoy iba vestida con un vestido bastante arreglada pero más tapada de lo normal, mi cuñado al irse ellas, me guiño un ojo, entonces lo capte, todo esto había sido preparado por ellos dos,  yo no pude hacer otra cosa más que reírme, entonces esperamos a ambas, hablando del campo.

Mi cuñado dijo que con este dinerito extra, se iban a ir de viaje el próximo verano, le pregunte que adonde pensaban ir y él me dijo, que él prefería hacer un tour por España, pero que mi hermana se había empeñado en un crucero a Paris y allí irían, en esa parte de la conversación estábamos, cuando apareció Zoé por el pasillo, señalando que Nuria, no tardaría demasiado en salir. Al llegar al cuarto Zoé estaba indignada -Lo siento muchísimo, Nuria, mi marido es un artista en el campo, pero en relaciones sociales, es solo un garrulo- Nuria veía la frustración de mi hermana, así que quería tranquilizarla –No te preocupes, ha sido solo un accidente- Nuria sonrió, con amabilidad -Que buena eres, me gustas para mi hermano- Zoé lo soltó tan bruto, que no solo sonrojo a Nuria, si no que la hizo sentarse en la cama de la impresión, debida al comentario.

-Creo que la he cagado, con tu hermano, últimamente la cago con todo, hasta con mi marido- Nuria estaba a punto de llorar tapándose los ojos con las manos y apoyándose sobre sus rodillas -¿a ver qué te pasa? cuéntame- Zoé se sentó a su lado amistosamente…  pero sin tocarla, Nuria al notar su cercanía, comenzó a llorar apoyándose en ella y empezó a contarle su historia.

                “Yo tenía dieciocho años cuando conocí a mi marido, con diecinueve años ya estábamos juntos y con veinticinco años, nos casamos, pero vivíamos con mis padres, fuimos haciendo trabajitos por aquí y por allá, reuniendo, para irnos a vivir juntos y montar algún negocio…el año pasado, compramos nuestra casa, tres meses después cogimos el local porque unos amigos nos dijeron que era un éxito total, luego montamos la frutería hace unos tres meses la abrimos, para percatarnos de que era mentira y desde entonces todo me va mal, mi marido bebe, no me ayuda en nada y ahora apareció tu hermano, tan servicial, tan bueno conmigo, me está ayudando tanto,  que no se qué hacer, ayer, el primer día que quedamos le hice prometerme que no me besaría y por ahora lo ha cumplido, lo que pasa que no se si eso me gusta o me desagrada, pero hoy me estaba dando un masaje y apareció mi marido…y, la fastidie. ”

-¿Qué hiciste?- pregunto mi hermana Zoé sin malicia, pero con pura curiosidad -Me da vergüenza decirlo- Nuria solo bajo la cabeza, -¿Se la chupaste delante de mi hermano?-dijo sorprendida mi hermana, pues su aliento cantaba y mi hermana no era tonta –Si… no creo que después de eso, tu hermano siga interesado en mi- Respondió Nuria que no podía ni mirarla a la cara por la vergüenza de sus actos, Zoé se rio sin maldad, ganándose una mirada de odio de Nuria, que no entendía a que venía esa risa repentina.-Si mi hermano te quiere tanto como parece, eso no le importara lo más mínimo- Sentencio mi hermana, que mas bien sabía lo de la prueba que tenía que cumplir, así que sabía que pasara lo que pasara, tenía que ligármela -¿Tú crees? A mí, nunca me han querido así, no sé qué hacer…- Dijo Nuria un poco agobiada por la situación, Zoé respondió para ayudarla solo lo suficiente o más bien, ayudarme a mi -Nuria, vete desnudándote y escoge algo de mi vestidor, es simple, déjate querer- Esa frase resonó en la cabeza de Nuria repetidas veces, mientras que se iba desnudando delante de Zoé, como si la conociera de toda la vida.

-¿Cómo puedes decirme eso, si estas casada?- Pregunto Nuria resistiéndose a la situación surrealista que estaba viviendo y que era que mi hermana le dijera eso –Si no quisiera a Miguel y quisiera a otro, estaría con el otro- Dictamino Zoé, Nuria respondió llena de culpabilidad –Pero yo quiero a mi marido- Zoé negó con la cabeza y añadió –Si lo quisieras, nunca hubieras besado a mi hermano- Zoé tenía razón, todas las cosas que Nuria se dejaba hacer por Pablo, incluso la mamada a su marido de hoy, habían sido influenciadas por Pablo, por las cosas que Pablo le hacía sentir. –Ayúdame a salir guapa, allí afuera- Nuria por un rato iba a olvidar a su Mario, para centrarse en el que estaba a su lado, tenía que hablar más largo y tendido con Zoé sobre esto, pero eso sería más tarde, ahora quería centrarse en disfrutar un poco, sin interrupciones, ya que lo necesitaba, la pregunta era: ¿iba a disfrutar del día o de Pablo? Esa era una buena pregunta, pero prefirió que se quedara en su mente.

Tras Zoé en el pasillo, apareció una espectacular Nuria, con un vestido tan corto que no dejaba mucho a la imaginación, con un escote tan provocativo y ajustado, que marcaba y mostraba que tenia los pechos más grandes de lo que parecían normalmente con su ropa ancha, de chica tradicional de pueblo, se había peinado de nuevo y se había maquillado un poco, aunque se notaba que ese no era su estilo, estaba guapísima, mi boca se abrió de par en par, Nuria miro a Zoé que puso una sonrisa de oreja a oreja, ella solo se sonrojo y empezó a andar provocativamente hacia la mesa, como si mi cara y la cara de Zoé fueran el pistoletazo de salida, por su parte Miguel y Zoé sin que pudiéramos verlos, se guiñaron un ojo en señal de que el plan iba justo como lo habían planeado.

Nuria se sentó a mi lado y se fijo en el bulto que marcaba mi pantalón, que mi sexo, junto a mi corazón, querían salir de sus vestimentas, ella solo se sentó y cruzo las piernas, dejándome ver por poco, un poco mas de sus preciosos muslos. -¿Por qué os habéis quedado tan callados? Seguid hablando- animo Nuria con una picara sonrisa, feliz de sentirse deseada -bueno, ¿hablamos de negocios?- Dijo Miguel, viendo que yo no reaccionaba, -Mejor eso lo hablamos después- Guiño el ojo Zoé a Nuria. –Ahora conozcámonos un poco, mas, ¿os parece?- Ideo Nuria, al fin conseguí reaccionar –Me parece una idea maravillosa- Zoé fue la primera en hablar de sí misma –Bueno soy abogada, con veintiún años termine la carrera y un año después, ya empecé a trabajar de abogada en mi empresa, conozco a este zoquete de toda la vida, pero empezamos a salir con veintidós años y hasta hace dos años que nos casamos- Miguel sonrió ante la explicación de mi hermana.

-Yo tengo treinta y dos años, hace tres años herede este campo de mi padre, ya difunto, pero feliz de que cumplo su última voluntad, vivir aquí- Dijo apenado, mientras que mi hermana lo miraba con orgullo y Nuria, estaba un poco sentimental por lo que él había dicho, tras eso primero me miro mi Nuria, luego mi hermana y luego mi cuñado, -¿Qué?- Pregunte con una sonrisa en la cara, ya que sabía perfectamente, lo que querían de mi.

-Faltas por contar tu- Dijo interesada Nuria, -Has dicho, conozcámonos, primero las damas- le guiñe un ojo, Nuria se puso seria -¿eres demasiado listo, no te parece?- pero mi hermana salto para defenderme, -No te creas, es un autentico, caballero- guiñándome un ojo sin que Nuria lo viera. –Está bien, tengo veintinueve años, soy frutera y últimamente no me va muy bien, aunque recientemente la cosa ha empezado a mejorar o eso parece…- Me miro al decir eso, si me había dicho su edad que no la sabia, ya que aparentaba tener veintiséis como mucho, pero yo quería saber más, -Pero eso no vale- Ella me miro sin entender nada, mi hermana sonrió sutilmente sabiendo quizás por donde iban mis intenciones y mi cuñado, me miro con una cara parecida a la de Nuria.

-¿Cómo que no vale?- Pregunto extrañada Nuria, -Esa información que has dicho, les vale a ellos, pero a mí no, porque ya la se- Dije señalando a mi hermana y mi cuñado, -¿y qué quieres que te diga?- Pregunto Nuria, -Algo que no sepa- Conteste mirándola con una sonrisa traviesa, ella me puso la misma cara rara, -¿sabías mi edad?- devolviéndome la sonrisa traviesa. –No, pero la imaginaba- En realidad me había sorprendido, pero me convenía que ella pensara, que ya me lo imaginaba.

-¿Entonces, que quieres saber?- Pregunto con la misma cara que tenía en el corte ingles, cuando estábamos tonteando y ahora lo repetíamos delante de mi hermana y su marido, como si ellos no estuvieran. –Cualquier cosa- dije, mirándola muy fijamente, ella me miro con gesto de chica traviesa, -¿Cualquier cosa?- sabiendo por donde iban los tiros, -Cualquier cosa sobre ti- Aclare, mientras que empezaba a sentir esa sensación de nuevo, -¿ah, cualquier cosa? Pues…uso gafas para leer- Se puso seria al decírmelo, pensé que iba a decirme algo importante y al ver mi cara, ella empezó a reír, provocando que yo también me riera, pero de su risa, mientras nos mirábamos a los ojos.

-¿Hacen buena pareja, verdad Miguel?- Pregunto Zoé mirando a su marido, desde una buena cercanía, cortando nuestra risa, por un momento pensé que con ese comentario, podía fastidiarlo todo, pero Nuria solo se sonrojo y me miro de reojo, -Si, yo creo que si- Contesto mi cuñado, sonriéndonos, nos quedamos un poco en silencio terminando de comer. –Bueno, los hombres coged una cerveza e iros fuera a trabajar el campo, que las señoritas, recogeremos esto que tenemos cosas que hablar- Ordeno mi hermana, mirando cómplice a Nuria, que le sonrió demostrando que estaba de acuerdo con ella, tras eso me miro un segundo, segundo que aproveche para decirle –Que sepas que sigues debiéndome información sobre ti- Nuria sonrió manteniéndome la mirada –ya te dicho lo de las gafas y tú me lo debes también- yo le conteste con una risa chulesca, -Si no me dices nada interesante sobre ti, no abra información sobre mi- ella intentando devolvérmela respondió: -no importa, le preguntare a tu hermana- y luego empezó a recoger las cosas con mi hermana.

 -Pues nada, Pablo, vámonos que nos echan- Dijo con media sonrisa, Miguel -Sabes que no- Respondió Zoé. Ahora los que tontearon fueron ellos, pero acercándose mucho mas físicamente, dándome una envidia sana, parecía que Nuria estaba pensando lo mismo, porque los dos de estar mirando a la otra pareja, nos miramos un segundo y acto seguido miramos para otro lado.

Hubiera dicho algo mas, para quedar encima, pero ya había intentado correr una vez y sabia que eso no iba a funcionar, tenía que respetar los espacios que ella necesitara. –Vamos, hombre, no se come delante de los pobres- Proteste, aunque a decir verdad me estaban ayudando, más que otra cosa, Nuria no dijo nada, solo sonrió al oírme decir eso. Zoé y Miguel se separaron un poco molestos por mi interrupción, entonces me lleve a rastras a mi cuñado, necesitaba hablar con él también, Nuria había cambiado al entrar en el cuarto con Zoé y no entendía del todo que estaba pasando, a pesar de que era bueno en esto, quería saber qué pasaba, mientras salíamos del comedor, note como Nuria me miraba, pero me hice el que no se daba cuenta, para hacerme el interesante.

-¿has visto como te miraba mi hermano?- Pregunto Zoé a Nuria, ella solo asintió y más tarde añadió –Mi marido jamás me ha mirado así- Casi con gesto triste, -¿quieres quedarte a dormir?- Pregunto Zoé a Nuria, -¿Cómo, como podría hacer eso? Mi marido me espera en casa- Dijo Nuria casi buscando escusas para no quedarse, a pesar de tener ganas de hacerlo. –Simple, si quieres hablo yo con tu marido, le digo que te quedas a dormir hoy en mi casa y que mañana os veis en la frutería- Nuria abrió los ojos de par en par.

-Pero se enfadara, ¿no crees?- Pregunto asustada -¿y qué más da? ¿No quieres dormir con Pablo?- Pregunto Zoé, Nuria asintió antes de pensarlo, pero luego tras pensarlo un poco añadió –Si, pero si sigo así voy a perder a mi marido- estuvo a punto de llorar al decir eso –Pero, ¿no merece la pena si consigues a Pablo?-Zoé pregunto viendo que no lo tenía muy claro aun, Nuria lo pensó un poco –sí, creo que si- dijo no convencida del todo, -Además no te puedes ir con una ropa y luego volver con otra, ¿no crees? Sería raro-Argumento Zoé terminando de convencerla, Nuria asintió –Tienes razón-.

- ¿pero qué escusa  le pongo a Pablo, para dormir con él?- pregunto Nuria a mi hermana, mientras ambas recogían, -No le digas nada, llegada una hora, le das la mano y te lo llevas a la habitación- Respondió mi hermana -¡¿Estás loca! cómo voy a hacer eso?- Grito Nuria colorada como un tomate, -Pues, ¿Por qué no?- dijo mi hermana sin inmutarse lo mas mínimo –Eres mucho mas lanzada, que yo- protesto Nuria, mirando el vestido que apenas le cubría nada, -lo soy, pero si le has dicho que no te bese, tendrás que pedírselo o besarlo tú, así que ya es hora, de que vayas practicando- Añadió mi hermana a la conversación mientras se encendía como no, un cigarrillo.

-¿tu hermano no se salta una promesa nunca?- Pregunto con extrema curiosidad Nuria, Zoé rio a carcajadas, -Mi hermano nunca hace promesas- pero esa respuesta solo dejo en silencio a Nuria, que lucía si cabe aun más preocupada.  -¿Tienes algún consejo, para solucionar todo esto?- Pregunto Nuria a mi hermana, mientras que se sentaban en el sofá a tomar algo, que trajo mi hermana -Simple, se tu misma- dijo Zoé, -¿Tu qué harías?- Nuria tenía claro que tenía que ligarse a Pablo siendo ella misma, pero quería recibir consejo de la persona de la zona que más conocía, a Pablo -Pues yo…- Estuvieron hablando largo y tendido, sobre el tema, hasta que volvieron los chicos.

Mientras tanto… Mi cuñado y yo, agarramos un set entero de cervezas y nos pusimos a trabajar en el campo, tras un rato trabajando en silencio, rompí el silencio -¿Cuál es el plan?- mi cuñado sonrió por toda respuesta, -trabajar en el campo, ¿no lo ves?- Señalo a nuestro alrededor se estaba haciendo el tonto muy bien, pero yo no pensaba permitirlo. –Si lo veo, pero también veo, que planeáis algo- el sonrió al escucharme decir eso, -¿no prefieres llevarte una sorpresa?- me pregunto sin perder su sonrisa –si…pero al menos dime algo- dije devolviéndole la sonrisa –Vamos a intentar ayudarte en lo que podamos, ese es el resumen- Dijo evitando destriparme su plan, -Por cierto, es muy guapa y hacéis buena pareja- me ruborice al escuchar eso -¿tú crees?- el me dio una palmada en la espalda que casi me tira de frente, al ser tan bestia -no lo creo, estoy seguro- confirmo mi cuñado.

Estuvimos toda la tarde trabajando en el campo, tomándonos cervezas y charlando, sobre el campo, sobre la frutera y sobre mi hermana. Cuando se nos acabo la cerveza, volvimos a casa, nada más entrar nos encontramos a las chicas haciendo el café, Miguel, abrazo a Zoé desde detrás mientras decía: -Te he echado de menos, cariño- y Zoé respondía –mmm… miguel, yo también a ti- yo quise acercarme a Nuria también, pero esta se dio la vuelta y se me quedo mirando apoyada en la encimera igual que hacía en su local, hice el amago de abrazarla para ver que hacía, entonces ella se me abrazo. – ¿Hablamos merendando de negocios?- Dijo Zoé tras un rato haciendo carantoñas con su marido y tras un rato de estar abrazados la frutera y yo, sin separarnos, cuando estábamos comenzando a separarnos.

-Estaría bien- Contestamos Nuria y yo, casi a la vez, -Sentaros chicas, que los hombres vamos a trabajar esta vez- Pidió Miguel, a las mujeres de la casa -Menos mal, dos hombres de verdad- Se le escapo a Nuria, la cual se tapo la boca, nada mas decirlo y se ruborizo al instante, los demás solo sonreímos, mirándola y mi hermana contesto –os esperamos en el salón- mi hermana beso en la boca a Miguel antes de irse y Nuria a mí, en el cachete, haciéndome sentir un dulce cosquilleo, luego observe como ambas se marchaban moviendo el culo, para que las miráramos.

-Mujeres, ¿eh?-A pesar de ser un hombre de campo, hoy me había dado cuenta que sabía lo que se hacía –No se puede vivir con ellas, pero tampoco, sin ellas, ¿cierto?- Dije mientras terminábamos de preparar la merienda. –Yo no sé tú, pero yo elijo vivir con ellas- rio mi cuñado, -yo también, no podría vivir sin mujeres- dije un poco serio hablando mas conmigo mismo que otra cosa, -tranquilo, seguro que la consigues- intento animarme, Miguel. Mientras tanto en el salón… -¿Qué cómo fue?- Pregunto Zoé encendiéndose un cigarrillo y cruzando sus piernas, mientras que Nuria se sentó a su lado –Mal, parece estar intimidado, ahora que estoy vestida así-se quejo Nuria.

Mi hermana solo sonrió mientras expulsaba el humo de sus pulmones –No creo que sea la ropa- Nuria la miro queriendo entender a que se refería -¿entonces?-se atrevió a preguntar, mientras que mi hermana, le contestaba sonriendo un poco más, tras darle una calada al cigarro –Es simple, le cortaste el ritmo y ahora lo tienes que marcar tu-tras hablar expulso el humo de sus pulmones en dirección a Nuria, que tras toser, haciendo reír a mi hermana, contesto -¿y qué ritmo debería de marcar?-mi hermana se enderezo al vernos llegar, para susurrarle de cerca –El que te haga sentir cómoda- provocando una sonrisa agradecida en Nuria. Mi cuñado vio la escena y no quiso decir nada, solo fue montando la mesa, pero yo mientras montaba la mesa, proteste –Secretitos en reunión, es falta de educación.-Nuria un poco ofendida por mi interrupción –eso lo dicen, solo los críos- A mi me sentó un poco mal ese comentario, mi hermana la pellizco haciéndole saber que se había pasado y mi cuñado siguió haciéndose el tonto.

-Bueno, ¿hablamos ya de negocios?- pregunto Miguel, intentando romper el momento incomodo, aunque Nuria hizo el amago de querer decirme algo, aprovecho lo que dijo mi cuñado y salió por otro lado de la molesta situación –Bueno, vosotros diréis…- Dijo mirándonos a los tres. Mi hermana empezó hablando –Mi hermano me pidió que te dejara el kilo de fruta a treinta céntimos- Nuria me miro con los ojos brillándole estaba a punto de llorar, pero mi hermana siguió hablando –Pero yo lo hable con mi marido, siempre y cuando vengáis los fines de semana a ayudar, te haremos una rebaja- mientras que Nuria preguntaba –Que vengamos, ¿quiénes?- sin entender si se refería a mi o a su marido, yo preguntaba acto seguido -¿una rebaja de cuánto?- un dolido por la duda de ella, aunque era algo que había que comprender.

Mi hermana torció el gesto al oír la pregunta de Nuria, -Me refería a Pablo y a ti- Nuria entonces se percato de su error, pero no hizo nada para remediarlo, mi cuñado contesto mi pregunta –La verdura te la dejaremos a veinte céntimos el kilo y la fruta a veinticinco, solo la fruta grande, te la venderemos a treinta, pero tendréis que venir a por ella, también.- Mi cuñado y mi hermana se estaban portando bien, pero eso de venir todos los fines de semana a trabajar iba a estar difícil y llevarme kilos y kilos en la moto, aun mas. –Sí, tienes razón, el problema es como traérnosla, ¿eh Pablo?- Me pregunto Nuria a mí, buscando una respuesta para solucionar, el problema.

-ya pensaremos en ello, no te preocupes- Conteste ya que ahora no tenía la respuesta, pero ella sonrió confiando en que la encontraríamos, -¿entonces aceptas?- pregunto mi hermana apagando al fin su cigarrillo –Como negarme, con todo lo que me estáis ayudando- Agradeció Nuria, -¿y cómo vas a hacer, para venir todos los fines de semana?- pregunto mi hermana divertida, -Le diré a mi marido, que es por trabajo- Contesto Nuria sin saber muy bien adonde le llevaría todo esto y metiéndose por vez primera en la conversación, mi cuñado le pregunto -¿y qué escusa le pondrás para que no venga él?- riendo divertido por la mirada de reproche de mi hermana y el gesto de duda de Nuria.

-Si es de trabajo, de seguro no vendrá- Miro hacia ninguna parte mientras decía esto, fuertemente indignada-¿y si viene?- Pregunte metiéndome en la conversación, para saber cosas de ella, intentando averiguar que podía esperarme, de su parte. –Le diré que son amigos tuyos y no dejan entrar a nadie desconocido y así todo solucionado- los tres reímos, ya que ella misma buscaba escusas, -Buena escusa- felicito mi hermana, -¿brindamos, por el trato?- Pregunto Miguel –Anda ve a por el champán, lleva la botella allí desde hace un año y está deseando usarla- explico mi hermana, mientras su marido se levantaba e iba a la cocina.

-¿crees que tenemos motivo para brindar?- Me pregunto Nuria, -Siempre que estoy a tu lado, tengo un motivo para brindar- Nuria se puso colorada, mientras que apenas me mantenía la mirada en silencio y mi hermana dijo –Que cosas más bonitas le dices, hermanito- me dio un beso en la frente y poco después volvió mi cuñado con cuatro copas y la botella de champán.  -¿a qué vienen esas caras? ¡Vamos a brindar!- Dijo con emoción mientras la abría, manchando a propósito a mi hermana -¡¿Qué haces? Te vas a enterar!- protesto mi hermana, pegándose a su marido.

-que felices se les ve- Dijo Nuria con sana envidia, yo asentí –sí, pero como no brindemos rápidamente, vamos a brindar tu y yo solos…- Reí divertido ante la situación. Brindamos rápidamente -Por el éxito del negocio- alzo su copa Miguel –Por nuestras vacaciones- Alzo también su copa, Zoé –por mejores tiempos- Alzo la suya, Nuria –porque todo vaya bien- Alce la mía yo.

Todos brindamos, tras el brindis, Miguel y Zoé se comenzaron a besar, Nuria y yo nos miramos, roce su brazo hasta llegar a su mano y desde la mano comencé a acercarla a mí, ella no opuso resistencia, iba a besarla, pero recordé que lo había prometido, así que solo le bese el cachete y fui bajando hasta el cuello, provocando unos suspiros por su parte, mis brazos rodearon sus brazos y su cintura, sin embargo ella no hizo nada por colaborar, ni por negarse.  Mientras mi hermana y su marido, se besaban y se metían mano, detalle que no perdíamos de vista ni Nuria ni yo, yo seguía insistiendo con besitos en el cuello, baje mis manos hasta su culo, notando por primera vez lo durito que lo tenía, ella suspiraba un poco más, pero nuestros sexos que estaban juntos, empezaron a notarse mutuamente, mientras el mío se ponía duro el suyo comenzaba a mojarse.

Viendo que su cuerpo seguía mis impulsos, empecé a bajar con mis besos, hasta su escote, ella a cambio contesto dejando salir entre dientes algún gemido suave y bajito, mientras mi hermana y su marido, ya gemían sonoramente, mis manos se envalentonaron para tocar su culo bajo el vestido, notando por vez primera piel con piel, ya que llevaba un tanga. Ella empezaba a estar empapada y yo estaba muy erecto, volví a subir hasta su cuello, esta vez comiéndole el cuello, haciendo que incluso jadeara y con las manos, empecé a hacer que ella me diera puntazos, en ese momento que empezó a gemir, puso una de sus manos en mi pecho y provoco que lentamente nos separáramos, pasando mi cara por al lado de la suya, tan lento y no tan lejos para separarnos más que nuestras narices, que lucían una pegada a la otra.

Hubiera pensado que quería que la besara, pero no iba a besarla, mis manos estaban aun pegadas a su cintura, sus ojos miraban los míos y mis labios, los míos seguían a sus ojos, entonces subió ambas manos rodeando mi cuello, al no tener la resistencia de su mano, ambos caímos contra el otro, ya que nuestros cuerpos hacían por acercarse y en ese momento, nos olvidamos de lo que teníamos al lado, nos besamos, nos fundimos en un beso eterno, que en nuestra mente nunca acabaría. Mis manos la rodearon totalmente evitando cualquier separación posible y las suyas, rodearon mi cuello por completo, evitando por su parte también, cualquier intento de separación de nuestros labios, que se recorrían el uno al otro sin parar.

Tras un rato que ninguno de los dos sabríamos decir cuánto fue, mi hermana interrumpió para decirnos –Quedaos a dormir…(Tras un silencio al ver nuestra situación) bueno, os dejamos solos- pero solo consiguió alejar unos segundos nuestras bocas, rozando nuestras narices, ni siquiera contestamos, solo volvimos a besarnos, como si lleváramos años sin hacerlo.

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Mundo Paralelo 5

Mundo Paralelo 3

Mundo Paralelo 2

El Abuelo Cubano

El Dragon Negro (Capitulo: 11) La Lesbiana

Mundo Paralelo 1

El Dragon Negro (Capitulo: 10) Dos Castigadas

El Dragon Negro (Capitulo: 9) La cita con Sofía

El Dragon Negro (Capitulo: 8-B.C.) ambas de fiesta

Ligándome A Embarazadas 1

El Dragon Negro (Capitulo: 8) Disfrutando de Yoli

Confundido con Otro 1

Mundo Paralelo

La Frutera De Campo 6

Asexual De Nacimiento

Una Mano Fortuita

La Frutera De Campo 5

Confundido Con Otro

Ligándome A Embarazadas

La Frutera De Campo 4

La Frutera De Campo 3

Reencuentro con mi Prima Capitulo 1: El Parque

Reencuentro con mi Prima

Causa y Efecto

Solo Dos Lagrimas

Valhala

Jugando con la vida: Capitulo 2: El Desastre

Klaster 001: Capitulo 4

Proyecto Chronos Primera Clase

Encontrando Al Amor

Viajando Tras Un Sueño [Prologo]

Viajando Tras Un Sueño [Capitulo-2: Puertollano]

Viajando Tras Un Sueño [Capitulo-3: Realidad]

Viajando Tras Un Sueño [Capitulo-1: El Sueño]

Volviendo a Casa[Capitulo 4]Rompiendo La Monotonía

Bola De Dragón Universal Preludio Celes 2

Jugando con la vida: Capitulo 1: El Comienzo

La Frutera De Campo 1

Proyecto Chronos Semana 1 Parte: 2

Klaster 001: Capitulo 3

La Frutera De Campo

Volviendo a Casa [Capitulo 3]El Fin De Semana

Proyecto Chronos Semana 1 Parte: 1

Jugando con la vida: Prologo

Klaster 001: Capitulo 2

Proyecto Chronos Dia 1

Bola De Dragón Universal Preludio Celes 1

Klaster 001: Capitulo 1

Volviendo a Casa [Capitulo 2] La monotonía

Klaster 001: Prologo

Volviendo a Casa [Capitulo 1] La Bienvenida

Volviendo a Casa [Prologo]

Proyecto Chronos

Supervivientes de la plaga Civil: Capitulo 2-B

El pequeño coronel: Capitulo-1

Bola De Dragón Universal

El pequeño coronel: Prologo

Supervivientes de la plaga Civil: Capitulo 2-A

Supervivientes de la plaga Civil: Capitulo 1-No

Supervivientes de la plaga Civil: Prologo.v:2

Supervivientes de la plaga Civil: Capitulo 1-Abrir

Supervivientes de la plaga Civil: Prologo

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 17) Sorpresa

Encontrando al Amor Capitulo: 3

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 11) Multitud

Encontrando al Amor Capitulo: 2

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 10) Soledad

Encontrando al Amor Capitulo: 1

El pequeño emperador: Capitulo 1

El pequeño emperador: Prologo

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 9) Paola

El Dragon Negro (Capitulo: 7) Raptando a Yolanda

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 8) Mi ex

Encontrando al Amor

El Dragon Negro (Capitulo: 5-B) Jenny esta confusa

El Dragon Negro (Capitulo: 6) La cita con Sofía

El Dragon Negro (Capitulo: 5) En el parque

El Dragon Negro (Capitulo: 4)La cita con Jenny

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 7) La mañana

El Dragon Negro (Capitulo: 3)Buscando otra victima

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 6) La apuesta

El Dragon Negro (Capitulo: 2)Vigilando a Sofia

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 5)El Trabajo

El Dragon Negro (Capitulo: 1)Sofia es Raptada

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 4) El sueño

El Dragon Negro (Prologo)

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 3) La noche

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 2)La llegada

Viajando Tras un Sueño (Capitulo 1)El Viaje

Viajando Tras un Sueño (Prologo)