Prologo:

                Mi pueblo, los descendientes del sol, creemos en el dios sol, que deja paso mientras duerme a su reina luna y a sus hijas las estrellas, Nuestro Jefe, mi padre, “Sit bul” era el que organizaba a los guerreros, a las mujeres y a los cazadores, cada uno cumplía su función, el chaman, mi tío “smous oog” se encargaba de las oraciones al dios sol, los rituales, aconsejaba al jefe en sus difíciles decisiones, pero había un equilibrio, nadie se metía en el trabajo de nadie.

Nuestras armas eran los cuchillos de piedra que sacándole filo eran armas muy eficaces, los escudos de piel resecada de animal, además de madera y nuestra arma a distancia unos primitivos arcos, estábamos rodeados por tribus en el horizonte, todas vivíamos en relativa paz y armonía.

Al sur, estaban los hijos de las estrellas porque eran tantos como ellas, al norte los hijos del bronce los más poderosos de toda la pradera, al este los bañados por el agua, la zona más fértil de toda la pradera, al oeste los sabios verdes, eran los más avanzados de toda la zona, pero cada uno con sus cosas, necesitaba aun así a los demás, por eso estaba el equilibrio.

Nuestra tribu era una tribu de un tamaño normal, éramos 53 personas, 5 ancianos, 20 hombres, 20 mujeres y 5 niños, había 10 guerreros y 10 cazadores entre los hombres, nuestras tiendas eran de pieles, hacíamos fogatas en medio del campamento, bailábamos y cantábamos cada noche al son de los tambores.

Yo soy el aspirante a líder, tengo 15 años, cuando cumpla 16 años, mi padre se quedara como mi consejero, será bendecido con 2 jóvenes vírgenes por sus años de buen mando que han llevado a la tribu a sobrevivir hasta ahora.

Me llamo “vuur uit die hemel”, segun mi padre fuego del cielo, porque las estrellas descendieron y el sol se oculto el dia que yo naci, lo normal en mi tribu son solo 2 nombres, para tener 4 ahi que hacer algo grande, sin embargo, yo tengo el honor de haber nacido con ese beneficio.

Unos meses antes de convertirme en el Jefe, estaba entrenando en la pradera tan solo con mi guarda espaldas, llamado: “boom suig” cuando el sol escupio algo que cruzo todo el cielo, para ir a caer a unos metros de nosotros, yo iba a dirigirme hacia alli.

Boom Suig: ¡Alto!, deberiamos avisar a su padre

Vuur uit die hemel: ve tu, yo voy a ir, ya.

Cogi mi arco, me lo cruze en el cuerpo, recogi mis 10 flechas, guarde mi cuchillo de piedra y recogi el escudo del suelo, en ese momento, Sali corriendo como las flechas, no era el mas rapido de la tribu por nada, cuando llegue al lugar donde callo el regalo del dios sol, parecia un pajaro de piedra la verdad, aunque un poco amorfo.

Cuando iba a tocarlo

të hani: Vuur, no te atrevas a tocarlo, fue un regalo del dios bronce.

Cuando me di la vuelta, ante mi estaba el jefe de los hijos del bronce con 5 guerreros con lanzas, escudos y armaduras de bronce, pronunciar solo mi primer nombre era una muestra de respeto.

Vuur uit die hemel: mientes, të, este fue un regalo del dios sol, yo lo vi.

të hani: ¿te atreves a insultarme diciendo que miento?

Vuur uit die hemel: si, quizas te equivocaste, pero por eso digo que mientes.

të hani: ¿estas dispuesto a probar en un duelo al primer toque, quien miente?

Vuur uit die hemel: echo

El saco su arma a distancia, ellos la llamaban “honda”, nosotros lanza piedras, bueno, yo saque mi arco, lo puse de lado para cubrirme con mi escudo, mientras apuntaba con mi arco, como sospechaba su piedra choco con mi escudo rebotando inutilmente, yo le dispare una de mis 10 flechas al pecho, pero reboto contra su armadura, ahora comprendi porque mi padre temia tanto hacerlos enfurecer, si hubiese esperado a mi padre, se hubiesen llevado mi regalo del dios sol, porque el no hubiese plantado cara.

të hani: no seras capaz de herirme vuur, lo siento.

Vuur uit die hemel: eso lo veremos

Recarge mi segunda flecha, le dispare al brazo derecho, pero lo bloqueo con su escudo, volbio a disparar otra piedra, pero la esquive con un rapido movimiento de cabeza, empezaba a sudar, parecia que tenia razon.

Recargue mi tercera flecha le dispare al brazo izquierdo, le di pero reboto igualmente. Recargue mi cuarta flecha, le dispare al casco, reboto de nuevo, recargue mi quinta flecha, pero casi se me cae al bloquear con el escudo su piedra, la dispare al azar, le dio en el cuello y reboto, recargue la sexta le dispare a la mano de la honda, reboto de nuevo, pero al menos realentize su ataque, recargue la septima flecha le dispare al pie pero reboto de nuevo, pare para jadear, pero tuve que esquivar su cuarta piedra que bloquee con el escudo girando, pero lo partio.

të hani: no te queda escapatoria con mi ultima piedra te cazare.

Vuur uit die hemel: no tan rapido, aun me quedan 3 flechas.

Recargue la octava flecha, le dispare a la junta del brazo, aun asi reboto, recargue la novena flecha, apunte al ojo pero reboto, tiro la piedra esta vez no la veia venir asi que rode hacia la derecha, escuche la piedra chocar contra el suelo haciendo un gran estruendo, cogi aun rodando la decima flecha, aprete hasta doblar el arco y volbi a disparar al ojo, volbio a rebotar pero esta vez el casco salio disparado.

të hani: me has roto el casco (parecia sorprendido) ahora tienes una posibilidad, pero muy nula.

Vuur uit die hemel: rindete, el dios sol me apoya en esta contienda.

të hani: veamos que dios es mas poderoso.

Recogio su lanza de bronce y yo saque mi cuchillo, el tenia alcance y un escudo, yo estaba en desventaja, pero aun asi confiaba en el dios sol, comenzamos a acercarnos, intento darme con la lanza girandola, yo me arrodille, gire hacia adelante al tiempo que el daba un bastonazo contra el suelo donde yo estaba, di una voltereta sobre una mano y le puse el cuchillo en el cuello, ahora sin proteccion, sudando por el esfuerzo.

të hani: vale, tu ganas, era un regalo de tu dios y no del mio.

Vuur uit die hemel: ahora, largaos.

Cuando se puso el casco, se acerco a sus hombres, yo mientras habia ido acercandome al pajaro amorfo y en ese momento lo escuche como traicionaba su juramento.

të hani: matadlo

Me di la vuelta y le dije:

Vuur uit die hemel: no puedes, hiciste un juramento al hacer ese duelo.

Pero todo era inutil el ya sabia eso y sus 5 hombres tenian ondas en la mano, mire al dios sol, suplicandole ayuda, me arrodille esperando mi final y en ese momento dispararon...