Mi nombre es Plata y voy a relatarles una cosa muy bonita que viví la semana pasada.
Yo estaba pasando la tarde haciendo de niñera en casa del señor Jim. El señor Jim es un importante cliente de mi padre y en ocasiones le hago de niñera a un bebe que tiene hace poco.
Esa tarde del pasado dia yo, como he dicho, estuve haciendole las faenas de niñera en su casa. Que esta en una zona residencial un poco en el monte. No es la primera vez que le hacia de niñera y siempre suele devolverme a mi casa, el mismo, pasadas las ocho. Que es cuando viene su mujer.
Ese dia sucedió todo con normalidad. Yo estuve en su casa haciendo las faenas mientras el trabajaba en su despacho y cuando llegó su mujer el me dijo que recogiera bartulos que me llevaba a mi casa en su coche.
En un par de minutos estuvo recogido todas las cosas que traia conmigo. Como algun juguetito de mi hermanito menor, que le traia al pequeño Boris para que jugara con el esa tarde.
Me despedí de su mujer con un beso, como hacia siempre y me meti en el coche del garaje a esperarlo.
El tambien cogió alguna cosa de casa pues ya que iba a la ciudad, pretendió hacer algun que otro recado.
El viaje se inició sin mas preambulos. En el no solíamos hablar mucho pero. Pero ese dia el señor Jim estaba simpatico e iniciamos una agradable conversación.
El me preguntaba sobre mi vida personal, sobre como me iba el colegio y sobre si me gustaba algun chico.
Yo le conte todo lo que me preguntaba. Que el colegio me va fenomenal y que si que hay un chico que me gusta.
<Jim> como se llama ese chico ?
<Plata> alberto, va a mi misma clase y a veces incluso nos sentamos juntos.
<Jim> mmm, y como lo notas que te gusta ese mozalbete ?
<Plata> uy pues no se, me gusta su cara y como habla y como juega al futbol y..
<Jim> y que ? que ibas a decir ?
<Plata> no nada, es igual.
<Jim> como que es igual ? me ibas a contar una cosa. Ahora no me puedes dejar asi. Sin saber lo que me ibas a decir.
<Plata> es que, me da corte.
<Jim> no seas cria, yo soy un hombre mayor y no me da miedo que me cuentes nada. Va cuenta.
<Plata> bueno, se trata de que... a veces cuando pienso en el, pues...se me moja el conejo.
<Jim> uy, era eso lo que te daba tanto miedo contar ? Eso es una de las cosas mas normales del mundo.
<Plata> si bueno, es que, eso no es todo. El conejo se me moja porque yo me lo toco.
<Jim> ahm, claro que te daba corte, eso no lo haze todo el mundo. Que hazes ? Piensas en el y te tocas el conejo?
<Luz> si, pienso en como estoy con el y en como nos abrazamos y en como me besa.
<Jim> mmmm. te gustaria mucho que te besara?
<Luz> si, seria para mi el no va mas. Que me besara y me abrazara y..
<Jim> ya está, otra vez me has dejado sin decirme lo que me querias decir. Que ibas a decir ahora que te has vuelto a cortar?
<Luz> nada, que me gustaria que el me tocara el conejo.
<Jim> mmm, no tienes que avergonzarte de eso. Todos sentimos deseos parecidos. A tu te gustaria que ese chico te tocara el conejo y a mi me gusta que mi mujer me toque el pito.
Entonces el señor Jim saco su mano del cambio de marchas y la apoyó en mi pierna.
<Jim> pero no solo me gusta que mi mujer me toque el pito. Tambien me gusta que lo hagan otras mujeres. A ti no te gustaria que te tocase yo el conejo ?
<Luz> si.
Su mano me acariciaba el muslo y la verdad es que empezaba a sentirme muy bien. La conversación se detuvo totalmente. Yo solo sentia como su mano iba acariciando mi muslo a medida que subia en el.
Yo llevaba ese dia unos pantalones cortos y el solo tuvo que meter un poco la mano por debajo de ellos, para acariciar mi entrepierna. Mi mano se puso encima de la suya pues me gustaba mucho lo que me hacia. Se movia lentamente pero con fuerza y yo empezé a gemir de placer a su lado.
<Luz> oooooh, me gusta mucho. Pero no es complicado aqui en el coche ? Y si nos pararamos en un lado ?
<Jim> si claro, como quieras, me meteré en un caminito abandonado de estos y nada nos molestará.
Su mano se retiró de mi sexo y se concentró en buscar un caminito para escondernos los dos.
Lo encontró en poco, nos metimos en un angosto camino que al cabo de un par de minutos llego al final pues estaba cortado por el mismo bosque.
<Jim> salgamos del coche que estaremos mas anchos.
El señor Jim me sentó encima del capó y me besó en la boca mientras su mano acariciaba plenamente mi sexo.
Mis manos actuaron por si solas y apretaban su mano contra mi conejo cuanto mas podian. Mi cintura tambien se movia por si sola arriba y abajo y casi que era yo que acariciaba su mano con mi sexo.
En un abrir y cerrar de ojos me tuvo totalmente desnuda. Mi ropa estaba echa un desastre en el suelo. No habia tenido mucho cuidado en dejarla encima del coche ni nada porque digamos que estaba demasiado ocupado haciendome de todo. Me besaba o me sorbia las tetitas mientras en ningun momento alejaba su mano de mi sexo.
Su dedo estaba haciendo maravillas en mi rajita. Se metia invasor bien adentro, moviendose arriba y abajo y arrancandome preciosos gemidos que le confirmaban que me estaba dando mas gusto que ningun otro dedo que me hubiese metido yo misma nunca.
En esto que se desabrochó la cremallera para sacar su pene. Era el primero que veia en mi vida pero parecia muy grande. Me era dificil comprender que ese pene estaba concebido para meterse dentro de una mujer.
<Jim> tumbate en el capó y aguardame. Nunca te lo habras pasado tan bien con ningun dedo.
Yo creia que el capó iba a estar frio como el metal pero el motor estaba caliente y asimismo tumbarme en el capo no resultó desagradable.
El señor Jim no se demoró demasiado y apuntó su pene a la entrada de mi conejo. Yo sabia que pretendia penetrarme y estaba temblando pero no me atreví a decirselo que me daba miedo.
Empujo con su cadera hacia adelante y entró casi todo el pene.
<Plata> ooooooooooooooooooh señor Jimmmmmmm.
Se me escapó un grito tremendo que debia despertar incluso a las ardillas de los pinos de alrededor.
Pero esto no asustó de ninguna manera al señor Jim que prosiguió a introducir y sacar su pene de mi sin ninguna pausa. Yo temblaba de lo fuerte que estaba viviendo. A cada entrada de su pene yo veia incluso mas estrellas de las que se mostraban en el cielo encima mio.
Apenas me di cuenta que vi que el señor Jim se habia desnudado tambien. Me cogia de las caderas con sus brazos con la misma facilidad con que maniobraba antes con el volante del coche. Mis manos se cogieron de ellos para asegurarme un poco. Porque las embestidas que me propinaba estaban cargadas de una fuerza increible y casi que me hacia botar de encima del capó.
<Jim> te gusta esto Platita mia ?
<Plata> oooooooh oooooooh oooooooh oooooooh oooooooh señor Jimmmmm señor Jimmmmm.
Yo estaba viviendo una experiencia increible pero esto no parecia sorprender al señor Jim que proseguia su follar como si lo hiciera cada dia.
No se cuanto tiempo continuaron sus penetraciones en mi conejo pero a mi me parecieron los mejores minutos de mi vida. En un momento dado incluso me cambió de posición y siguió penetrandome pero conmigo a 4 patas encima del capo. Me seguia cogiendo de la cintura e insertaba su pene en mi y a mi me parecia estar viviendo el mismisimo apocalipsis.
Al final pero sacó su pene de dentro de mi y me dijo que me girara.
<Jim> ven, date la vuelta y chupamela que sinó no me voy a correr nunca.
Yo obedecí y me meti su pene en la boca. Tenia muy buen sabor y a sus indicaciones lo chupaba y masturbaba con la mano al mismo tiempo.
El pene estaba totalmente mojado por los flujos vaginales de donde provenia y tambien por mi saliva que lo habia dejado chorreante.
El señor Jim me dijo que dejara de chuparlo y que solo lo masturbara porque sinó no se iba a correr nunca. Así lo hize y escupiendole un poco de vez en cuando lo masturbe con las dos manos a gran velocidad. He oido que cuando se corre un hombre, deja ir una leche que le sale del pito. Al cabo de poco conseguí esa leche de la que habia oído.
Su pene escupió diversos sifones de semen que impactaron en mi cara y mi pechos. En acabado yo me embadurne, con mis manos, todo su semen por mi cara y mis pechos.
Quedé pringosisima pero, mira, me hacia ilusión.
Este relato está basado en un video x llamado: Cheyenne Silver - The Babysitter