miprimita.com

Viaje de final de curso (6: pulpo a la gallega)

en Zoofilia

-NANG- -NANG- -NANG- -NANG-

Tanto yo como mis amigas regresamos del que hasta el momento era dulce sueño de forma terriblemente brusca. Alguien ha abierto la puerta primero silenciosamente, pero luego ha parado un plato metálico de soldado y con una gran cuchara nos ha hecho el toque de diana.

-NANG- -NANG- -NANG- -NANG-

-Fabiola: ... oooh ... maldita sea ...

-Perpetua: ... quien es ... lo agarro y lo trincho ...

-Rosanna: .. buff .. esto tenía que suceder tarde o temprano ... mi venganza será terrible ...

Ipso facto volvemos a caer las 4 a las aún cálidas camas que nos cuidaban, pero no hay vuelta atrás, quien nos ha despertado lo ha hecho a una hora en que ya no tenemos posibilidad de volvernos a dormir. Eso lo certifica el despertador que suena no mucho después del toque de diana.

-tit-tit-tit- -tit-tit-tit-   -chas-

-Fabiola: te odio señor despertador, no vas a volver a casa, te lo juro.

-Paciana: ¡ooh dios, quien rediantre era que nos ha despertado hace un rato!

-Perpetua: lo voy a coger y lo calaré en el mar 20 veces seguidas.

-Rosanna: no creo que tengamos oportunidad de cogerle, para ello tendríamos que habernos levantado en el momento de los hechos, porque ahora seguramente habrá destruído toda prueba del delito.

-Fabiola: lo pagará el día del juicio final.

-Rosanna: sí sí, pero de momento lo hemos pagado nosotras, ¡cagüenle!

-Perpetua: bueno va, en pie que a mi me empieza a venir hambre.

A regañadientes nos acabamos levantando y vistiendo y en 20 minutos estamos en el comedor, donde los profesores nos informan del plan de hoy.

-Teocracio: esta tarde también la tendréis libre...

-Paciana: ... biennnnn ....

-Fabiola: ... sssht, silencio ...

-Teocracio: ... ñana la vamos a pasar en las instalaciones del muelle pesquero, y contemplaremos la legendaria subasta del pescado. Es un rito al que acostumbran los pescadores y los vendedores que se pierde en la noche de los tiempos. Vosotras os pensaréis que es como las subastas de las películas pero no, es muy diferente y comprobaréis por qué. Al mediodía regresaremos aquí a comer, y a partir de las 3 podréis ir a donde queráis. Recordad siempre que donde sea que os encontréis debéis llamar cada 2 horas máximo al colegio e informar de vuestro paradero. Os quiero en 20 minutos en el autocar que nos espera fuera, buenos días a todas.

Nos levantamos todas las alumnas y decorosamente Paciana espera a que nos hayamos alejado para soltar las alegrías que le ha dado el recibir la tarde libre.

-Paciana: ¡esta tarde! tenemos la tarde libre! voy a llamarlo ahora mismo para que no ocupe la tarde en otra cosa!

-Perpetua: eso eso, que no quiero pasarme la tarde paseando o tomando tés en una terraza. La quiero pasar abrazada a mi Tiberio.

-Fabiola: fabuloso. Esto sí que son unas vacaciones de verdad y no visitar fábricas de caramelos.

-Perpetua: calla, no me lo recuerdes. Recuerdo que hasta los trabajadores de la fábrica nos miraban raro por ser mayores que la chiquillería que acostumbra a visitarlos.

-Paciana: pero los profesores se lo han currado con este viaje de final de curso a Galicia. Y si iba a ser bonito, pasar la tarde con Fidel va a ser mejor que nada.

-Rosanna: cucha y, ¿visteis mucha película ayer? porque como que yo me fui a leer.

-Perpetua: ¿la de Torrente? apenas un cuarto de película. La verdad es que yo aún tengo que verla.

-Paciana: pues podemos poner esta tarde la misma película. Si total no la vamos a ver.

-Fabiola: no no, tampoco seas guarrilla. Nosotras les pediremos para ver otra película y lo que suceda después será otra tema.

-Perpetua: y tú Rosanna, ¿vas a volver a leer esa novela?

-Rosanna: pues... seguramente, si la película en cuestión no me gusta... seguramente.

Tomamos nuestro equipo de supervivencia de la habitación. Consistente en las bolsas, la cámara, mp3'ses, mi transistor, y como no, el celular con Paciana llamará a Fidel. Esta vez no tomamos suministros de la cocina pues a mediodía comeremos aquí. Y en 15 minutos el autobús está más alborotado que una caja de pollitos.

-Leticia: ¡trae pacá esa foto!

-Dionisia: ja ja, que te la voy a quemar y sólo te devolveré las cenizas.

-Leticia: a ti te convertiré en cenizas, Jabata.

El trayecto hasta el muelle pesquero dura media horita. Y en esa media horita yo repito lo acostumbrado y me  margino encantada mirando por la ventana. Empiezo a tener aprendido el paisaje gallego; siempre el color verde allí donde no hay asfalto, y si miro hacia el mar el más puro paisaje pesquero de toda España. Las más enormes barcas de pesca que he visto nunca, tamaño que hasta el momento tenía asignado a transatlánticos o cruceros de lujo. Como en todos sitios aquí hay hombres grandes y pequeños, pero si tengo que sumar sus quilos y dividir para hacer la media, esta media supera la española, o como mínimo la de la región desde donde venimos. Veo al autobús transpasar una valla que la define como zona restringida al tránsito, quizá es que estamos llegando a nuestro destino. En un momento el autocar se detiene al lado de un par más de autocares vacíos y somos invitadas a bajar.

-Heriberto: ya estamos en el muelle pesquero. Recordad lo que os dije el día que visitamos la ría; nada de tocar cosas que no os incumben porque la gente que trabaja aquí no acostumbra a estar de muy buen humor con los espectadores, o sea que no los pongáis a prueba.

-vale- -vale- -vale-

Cuando hemos bajado del camión el espectáculo nos azora. Miles y miles de cajas de pescado y marisco están apiñadas en blancas columnas o son arrastradas por decididos operarios hacia todos los lados diferentes.

Y a la vez oímos un ruído rarísimo, como de hablar en otro idioma en una metálica y aguda voz.

-chip-chip-chop-chop-chip-chep-chep-

-Rosalía: señor Teocracio, ¿qué es ese ruído?

-Teocracio: eso es la subasta de pescado. Ya os he dicho que no la reconoceríais.

Conjuntamente iniciamos nuestro vagar por la zona y nuestra maziza fila se ve rota alguna que otra vez por un operario, que se dirije arrastrando una caja blanca llena de mercancía hacia un sitio al que nuestra fila impide llegar.

-Operario: disculpad.

-Rosalía.Leticia: sí, perdone.

Así nos vamos desplazando y nos da a todas la sensación de estar en una pescadería gigantesca. Como comparar una tienda de golosinas con su misma fábrica. Hiede además de una forma muy particular; no especialmente desagradable pues todo el pescado es fresco, pero cualquiera que pase el día trabajando aquí se llevará el olor a su casa a menos que se cambie y duche. Los profesores nos conducen con ejemplar órden, estamos de pronto a la vista del origen de ese ruído tan raro que nos fue definido como la subasta del pescado. Es un hombre aparentemente terrícola, pero de su boca sale un ruído que nunca nos habríamos pensado que podía generar un ser humano.

-Terrícola: ¡beep.miiip.boop.pep.piiip.troom.caat.rrret.fit ....................... biiit.rooot.deeet.crutt.orgg.fram.gebl ............. askk.trom.cork.grok.grog.terr.tibb.rum .....

-Ovidia: pero señor Heriberto ¿qué dice?

-Heriberto: está cantando la subasta al precio de cada uno de los lotes que están en venta. Pero lo hace muy rápido pues igual de rápidos son los compradores que marcan su oferta dando una señal a cada uno de los precios que dice él.

-Ovidia: ¿y por qué habla tan raro? para que sólo lo entiendan los que conocen su idioma?

-Heriberto: no, nada de eso. Aquí se acostumbra a hablar más rápido que en ningún otro sitio pues las ventas deben hacerse a la velocidad de la luz. Por eso uno se acostumbra a hablar de esta manera y no le parece raro cuando se acostumbra.

-Terrícola: .... est .... mal.crog.brum.forg.best.crum.pram ........ cort.tre.flor.yount.hack.zack.aut ..... dom.clov.lun..

-Ovidia: abandono, esto no lo entienden ni los chinos.

-ja-ja-ja-ja-ja-

Seguimos paseando y pasamos ahora por delane de una montón de esas cajas blancas llenas de pescado. Heriberto nos detiene e inicia una de sus explicaciones acerca del trabajo aquí en la subasta. Estoy tratando de prestar atención a lo que dice cuando de pronto noto una mojada y fría sensación en la mano. Apostando a que son inmaginaciones mías me miro la mano a ver qué es y....

-Rosanna: ¡aaaaaaaaaaah!

Todo el colegio se gira a mirarme qué me pasa y parecen descubrir antes que yo el motivo de mi sobresalto. Tengo en la mano un alargado y verde macarrón pegado friamente en ella.

-Rosanna: ¡pero esto qué es! qué es!!!

Grito sacudiendo el extraterrestre.

-Mujer: ¡quita bicho!

Una mujer que estaba al lado de las cajas me salva de mi abducción por extraterrestres pegando un manotazo al macarrón verde. Cuando veo de qué se trata casi que me pongo a llorar, pero no de miedo sino de verguenza. La cosa verde no era más que el tentáculo de un pulpo, que esperando en su caja para su ejecución le ha dado curiosidad tocar con su tentáculo mi mano.

-ja-ja-ja-ja-ja-ja-ja-

Todas, profesores incluídos, se ríen de mi, pues he tenido una reacción ante el fenómeno digno de película de risa.

-Rosanna: ¡sois unas bobas! ya me gustaría ver si os hubiese sucedido a una de vosotras!

-Teocracio: tranquila Rosanna, no nos reímos de ti, pero es que la situación ha sido la mar de cómica. Pero a cualquiera de nosotros que le hubiese sucedido lo mismo, incluso yo, hubiese reaccionado igual.

-Rosanna: bueno va, prosigamos la visita.

Proseguimos nuestra inspección al recinto de la subasta pero mi calma no regresa. Desde el momento en que me ha sucedido eso del pulpo que estoy que salto de los nervios de que me vuelva a atacar un monstruo de esos. Ambos profesores siguen hablando sus programas pero por muy que trato de escucharlos no les entiendo ni una frase completa, pues mi atención se ha disipado cual bocanada de humo. No ceso de pensar en la extraña sensación que me ha provocado ese frío contacto, de un ser vivo pero no humano. De pronto, y milagrosamente, entiendo una frase completa del profesor Heriberto.

-Heriberto: ahora os dejamos libres un rato para que lo reconozcáis todo sin privación alguna. Recordad que las cosas no se tocan y tratad de demostrar lo maduras que sois. En media hora nos volveremos a reunir.

Nuestro cúmulo estudiantil se separa y nos vamos por grupos hacia todos lados.

-Perpetua: vaya voz que tiene el maestro de subastas... entre que debe hablar gallego y de esa manera tan rara, sólo podrán acceder a las subastas los expertos.

-Fabiola: vete a saber, igual hasta hablaba español.

-Paciana: ja ja, peor sería que hablara en vasco, eso sí que no lo entienden ni en el infierno.

-Fabiola: no seas chorlita, para ellos es tan fácil como para nosotros el castellano, se trata de usarlo habitualmente.

Seguimos paseando y ahora pasamos por una parte más alejada del centro de las subastas. Su disposición es similar a una gran pescatería por lo que suponemos que en esta zona se ofrece el pescado al público civil.

-Perpetua: ¡oh mira qué centollo más gigantesco! parecido al que me comí el miércoles en el Corleone. Mira que se lo pedí al camarero que me dieran la cáscara limpia después de comerlo, pero me olvidé yo y se olvidó él, y la elegante cáscara se debió quemar en el vertedero.

-Fabiola: pues cómete este. Cómpralo y te lo cocinarán en el colegio; lo vacías, lo limpias y pa casa.

-Perpetua: ¿tú crees que puedo?

Hay una mujer espectante ante el mostrador de marisco, señal de que está dispuesta a escuchar lo que le digan.

-Fabiola: oiga señora, este centollo ¿está en venta?

-Dependienta: ¡carallo! pues claro que sí, si tienes los €urillos que vale este soberano te lo llevas.

-Perpetua: oiga pues, a mi me gustaría llevármelo.

-Dependienta: pues este cangrejo vale ...

Perpetua y la dependienta se entienden fabulosamente y esta entrega a mi amiga una bolsa con el soberano a cambio de una cantidad casi simbólica de plata, claro, estamos en un lugar de venta al por mayor. Seguimos paseando y yo que casi me había olvidado de mi octópodo agresor, regresa este a mi mente con una razón que hará imposible que se me olvide, a menos que, ¡lo compre! Es verdad, si Perpetua ha comprado su centollo por qué no podría yo comprar al descarado cefalópodo.

-Rosanna: esto, seguir rulando que voy a hacer una cosa.

-Paciana: ¿pero donde vas Rosanna? donde v...

Mi impaciencia impide a Paciana terminar su frase pues a grandes zancadas regreso al lugar de los hechos; la bandeja blanca situada en la sección de subastas donde, espero, aún esté el pulpo. Llego a la zona y las bandejas blancas parecen ser las mismas y llenas del mismo contenido. Acerco mi mirada al contenedor en cuestión con el corazón lleno de ilusión, para que aún no lo hayan comprado. Y ¡ahí está! moviendo perezoso un par de sus patas extendiéndolas cual serpientes al exterior de su bandeja. Hay un hombre cerca de las cajas al parecer su propietario y a él me dirijo.

-Rosanna: oiga, perdone.

-Propietario: sí, dime.

-Rosanna: mire que, me gustaría comprar uno de sus pulpos.

-Propietario: no podrá ser, este material está al acceso sólo de profesionales del sector. Si quieres comprar una pieza dirígete a las tiendas que rodean la zona de la subasta.

-Rosanna: ¡pero... oiga... que quiero ese pulpo, no cualquiera que me ofrezcan en las tiendas. Pagaré lo que sea.

-Propietario: ¿lo que sea? uhmm, estás hablando como una profesional... quizá puedo hacer una escepción y vendértelo. A ver, ¿cuanto me ofreces?

-Rosanna: 30 €uros.

-Propietario: ¿30 €uros? ja ja, pero si hasta subastándolo con pérdidas obtengo más que eso! Ni hablar, no hay trato.

-Rosanna: ¡oigamé... le ofrezco 50 €uros.

-Propietario: mira niña, tecnicamente ni tan sólo se me está permitido venderte nada. Para llevarte ese elemento tendrás que ofrecerme dinero, dinero de verdad.

Saco mi cartera de la bolsa, en la que tengo guardados todos los suministros que posiblemente necesitaré estos días, y cuento los billetes de que dispongo.

-Rosanna: mire, lo ofrezco todo el dinero que tengo. 210 €uros.

No tengo idea de si la oferta que le he hecho es atractiva o da risa, pero el hombre se me queda mirando pensativo unos segundos.

-Propietario: mmm 210 €uros, ¿estás segura de lo que dices?

-Rosanna: sí.

-Propietario: entonces 210€ a la una, 210€ a las dos, y 210€ a las tres. ¡Adjudicado! el pulpo es tuyo.

-Rosanna: ¡oh gracias!

Prendida de la emoción me lanzo y abrazo al propietario.

-Propietario: je je, bueno chiquilla, no sabía que te gustaba tanto comer el pulpo. Aunque a decir verdad, cocinado como es debido a la gallega está delicioso.

Doy los 5 billetes al señor y este me entrega al pulpo en una bolsa de plástico. De inmediato cuando me he alejado un poco de la zona hago unos cuantos agujeros a la bolsa para que no se ahogue si necesita respirar. En un par de vueltas reencuentro mis amigas y todas me preguntan qué llevo en la bolsa. Opto por decirles una mentirijilla a medias, infalseable.

-Rosanna: a mi me gustan tanto los pulpos como a ti Perpetua los centollos. Vamos a cenar como reinas.

-Paciana: no sabes la envidia que me da, a mi no me gusta el pescado. Por cierto, ya hemos llamado a Fidel, hemos quedado en el mismo sitio y la misma hora para ver otra "película". Que la verdad dudo que veamos mucho, ji ji.

-Rosanna: oh bien, si os entregáis a los brazos del pecado yo aprovecharé mejor el tiempo prosiguiendo la lectura del best-seller.

La visita a la subasta no se alarga mucho más, pues entre una cosa y otra casi es hora de comer. Los profesores nos reajuntan y volvemos al colegio en el autobús. Está toda la tropa aún bajando perezosamente del camión que salto al suelo sin usar ningún escalón y a toda prisa me dirijo a nuestra habitación. Como andaba pensando durante todo el viaje, antes de llegar me detengo un instante en la cocina a pedirle un puñado de sal al mestizo.

-Rosanna: ¡gracias, te lo pagaré!

Le digo dándole un veloz pico. Con la bolsa en una mano y la sal en la otra retomo mi huída hacia nuestra recámara. A la que llego abro la bañera y le doy al grifo toda la presión para que se llene entera. La sal ya se ha disuelto en ella cuando, en su nueva casa, echo al pulpo. Observo que mi propia batalla ha tenido éxito; el pulpo se mueve de un lado a otro.

-Rosanna: ¡success!

Contemplando el vital desenvolver del cefalópodo me embobo, y son mis amigas las que al llegar a la habitación me desvelan.

-Paciana: eh Rosanna, te habías dejado la bolsa. ¿¡Pero, qué tienes ahí? Ahora has montado una pecera?!

-Rosanna: .. euh .. sí mira, me ha parecido gracioso darle unas horas más de vida, je je.

-Perpetua: mi centollo creo que ya está en el largo camino que todos emprendemos al final de nuestra vida. Pero bien, yo le daré una vida mejor pues se reencarnará en estas, en la derecha o en la izquierda.

-Ja-ja-ja-ja-

Decargamos trastos e inmediatamente nos dirijimos al comedor donde estamos citadas. Debido a mis nervios dudo que me haga mucho provecho el festín consistente en un gran montón de patatas fritas mezcladas con diversos tipos de setas y hortalizas, pero sea como sea me lo como todo y el plato queda limpio. Llenas como barriles volvemos a nuestra habitación a hacer una rápida siesta. La primera en entrar a la cámara soy, envidentemente, yo. Encuentro al pulpo en su piscina particular, pero rastreando el suelo veo que se ha dado un garbeo por la habitación, pero no digo nada.

-Perpetua: voy a dar mi centollo al cocinero para que me lo haga esta noche, a ver si con él en la barriga sueño ser una cangreja.

-Paciana: pero esto que tienes, ¿es un cangrejo o una cangreja?

-Perpetua: ostima, ahora que lo dices no tengo ni idea.

-Fabiola: ja ja, ¿no te has fijado al comprarlo?

-Perpetua: como me voy a fijar en si es cangrejo o cangreja, si casi que nunca había visto uno.

-Fabiola: pero estas cosas.... se reconocen a simple vista, ja ja ja.

-Rosanna: no creáis, en los pájaros por ejemplo, hay que tener unos estudios especiales para decir si es canario o canaria. Y en los cangrejos casi que lo veo más difícil y todo.

-Paciana: y tu pulpo ¿es pulpo o pulpa?

-Rosanna: pues... no lo sé, claro. Pero... algo me dice que es pulpo.

-Perpetua: buah, qué más da, supongo que todos tendrán el mismo sabor.

-Fabiola: eso lo veremos esta noche. ¿Me dejarás probarlo Perp?

-Perpetua: sí, os daré un mordisco a todas porque el bicho es grande. Y tú Rosanna nos podrías dar un tentáculo y medio a cada una porque el bicho podría hacer de extra en una película de miedo.

-Rosanna: .... ¿de miedo? ja ja, sí, supongo que podría hacer miedo a mucha gente. Pero en la realidad no lo creo nada peligroso, incapaz de hacer daño a nadie.

Charlando charlando nos tumbamos en nuestras camas y nuestra conversación se va haciendo cada vez más pausada hasta que dormitamos digiriendo el festín. Al cabo de media horita es Paciana la que nos espabila a todas.

-Paciana: venga va, vamos hacia la puerta del café, que entre una cosa y otra tendríamos que ir pensando en ello.

Se despabilan enteramente el resto de mis amigas, pero yo, no sé ciertamente si simulándolo o teniéndolo de verdad, me quejo que tengo un dolor de barriga tremendo.

-Rosanna: ¡ayyyyyyy! como me dueleeeee. Las patatas fritas parecen haberse hinchado en mi estómado, lo noto a punto de estallar.

-Fabiola: ya te veía yo en la mesa cara un poco rara, si no te gustaba la receta del colegio no tenías por qué comértela.

-Rosanna: uyyyy, creo que esta tarde me quedaré aquí. Ufff bueno, tampoco es lo que me pierdo pasarme la tarde leyendo.

-Paciana: de acuerdo, aunque lo sentimos mucho Rosi pero no podemos dejar plantados nuestros amigos en nuestro segundo día.

-Perpetua: de verdad que lo sentimos, cruzaremos los dedos durante toda la tarde deseando que esto no te dure más de una hora.

-Rosanna: buf, parece que afloja.. quizá es que el señor ha recibido vuestras súplicas.

-Fabiola: que así sea. Rosi, te prometemos que cuando estemos con Aniceto, Tiberio y Fidel, nos daremos la mano entre todos y pediremos al señor que te cure.

-Paciana: sí, esto.. aunque no sé si ellos son muy religiosos.

-Fabiola: da igual, la fuerza está en todos nosotros y podemos darla por igual a quien queramos.

-Perpetua.Paciana.Fabiola: adios Rosi.

-Rosanna: adios chicas, me repondré.

------------------------------

Milagrosamente, o quizá tendría que llamarle psicológicamente, mi dolor de barriga desaparece completamente 5 minutos después de quedarme sola. Me debe haber venido un dolor de barriga psicológico, como esos embarazos psicológicos que he leído que les da a veces a mujeres, truncándoles el periodo sin razón alguna. Pero que cuando me veo recuperada, me levanto y después de examinarme me parezco en plenas condiciones de... lo que sea. Soy rápida y me desnudo totalmente pues sin parecerlo, sé exactamente lo que quiero hacer. Me acerco a la bañera y aún está ahí el octópodo, aunque ahora se lo ve inmóvil. Llena de ocultos miedos lo toco con un dedo y se me van los miedos, porque se mueve instantaneamente hacia el otro lado de la bañera.

-Rosanna: bien, voy a tomarme un baño de agua fría, y salada.

Aguantando la respiración me meto en el agua y realmente me sacuden temblores ante la fría impresión de la zambullida. Pero trato de conservar la calma y acostumbrar mi cuerpo a la temperatura del agua. No está esta gélida pero, estoy acostumbrada a cuando me inmerso en una bañera esta está vaporosamente caliente. Me toma aproximadamente un minuto sentirme como en mi casa, y cuando estoy segura me acerco de nuevo al pulpo. Alargo mi mano a tocarlo pero esta vez trato de ser más suave y amigable; le acaricio una patita centímetro a centímetro y a medida que veo que no se asusta voy alargando mi caricia. Para acabar recorriendo la longitud de toda la pata sin causar reacción evasiva del bicho.

-Rosanna: ¿como te sientes pulpo? yo me llamo Rosanna, y esta mañana me has dado un susto de muerte cuando me has tocado.

Le acaricio una pata con un dedo y con la otra mano le froto la cabeza, el bicho me mira con sus desagradables ojos, pero yo sé que es lo normal en un pulpo tener así de tiritantes las pupilas, por lo que no le doy importancia.

-Rosanna: mira, esto que te señalo se llama pecho, y a los hombres les gusta mucho tocarlos y chuparlos. Tú que tienes 8 brazos no vas a ser menos y te vas a quedar sin sucumbir a la tentación. ¿No te gustaría?

Le digo enseñándole mi pecho derecho bamboleándolo con la mano.

-Rosanna: va adelante, atrévete.

Cogo uno de sus tentáculo y lo poso encima de mi pecho. En principio no se asusta por lo que es buena señal. Yo misma inicio un acariciar a lo largo de mi pera y parece gustarle, porque cuando le suelto el tentáculo sigue haciéndolo.

-Rosanna: mmmm, muy bien chiquillo, a que te gusta tocarlo, mmmm.

También le he arrastrado otro tentáculo al pecho izquierdo y ahora es con dos de sus brazos que me toca los pechitos. Hace cosas como rodear su ancha esfera con el brazo y reduce paulantinamente el círculo hasta acabar en el pezón, que pellizca como experimentado amante.

-Rosanna: mmm, que bien lo haces, síí, estás hecho un bribón, mm.

El pulpo parece animarse sólo, porque se monta encima de mi busto y me soba los pechos con verdadera pasión. Nunca había tenido ocho brazos al cuidado de mis primerizos pechos y estoy segura de que esto hará que se desarrollen rapidamente y crezcan con elegante peso. Le saco la lengua y uno de sus tentáculos se atreve a jugar con ella, mientras nos damos un vicioso beso la temperatura de mi piel sube por encima de la del agua. Creo evidente que no debe saber mucho este bicho de anatomía humana, por lo que habrá que enseñarle hacia donde tiene que ir. Le tomo un tentáculo y lo alargo hasta situarlo en mi triángulo moreno. Su brazo se enreda en mis pelos, y las glándulas olfactivas que he estudiado que tienen estas bestias en todas las ventosas debe reconocer las hormonas femeninas que desprendo, pues desplaza un par más de brazos hacia mi entrepierna. Usa los tres brazos para reconocer totalmente la nueva zona y, por ello me palpa toda la superficie e interior de la rajita, descubriendo lo que más me gusta.

-Rosanna: ooh síí, lo has descubierto, lo que más me gusta, oooh.

El cuerpo principal del bicho se traslada hasta situarse encima de mi ombligo, para tener más "a mano" la manipulación de mi pucha. Es fabuloso, mientras con dos brazos me abre los labios inferiores, con otros dos me recorre la raja ahora voy y ahora vengo, y con otro me palpa el clitoris, para finalmente con un último brazo, particularmente gordo, me lo mete dentro haciéndome gemir pidiendo piedad.

-Rosanna: oooooh, no paressss, míooo, eres míoooo, sííí.

El pulpo se va envalentonando y ahora son tres los brazos que me introduce en la vagina. Mis propios brazos tienen la reacción habitual humana y lo abrazo contra mi para que se me meta más adentro. Poco puedo abrazar, apenas la cabeza que de hecho representa su mismo cuerpo. La cual aprieto con cariño como si fuese un hombre, amándome.

-Rosanna: mmm, sííí, te quiero, eres mi querido, síííí.

El octópodo me conoce ahora a la perfección, sabe cuales son mis puntos sensibles y tiene brazos de sobra para estimularlos. Por lo que no sé cuantos brazos están atareados en mi entrepierna y como mínimo dos están en mis aletas pectorales. Noto que el cuerpo principal del engendro vuelve a trasladarse y se sienta justo encima de mi panocha. Pasa 4 o 5 brazos alrededor de mi cintura para sujetarme bien dándole la vuelta al trasero. Y noto que usando su boca, o su pene, o lo que tenga en el centro neurálgico de su cuerpo, inflige en mi sexo una sensación hasta el momento desconocida.

-Rosanna: oooh, ¡qué haces! oooh, qué, mmf, haces, mmm, oooh, es, es, demasiado, oooh, no pares, sííí, sigue, sííí, síííí.

Todo mi cuerpo se pierde en el espacio y mi mente está tan sólo pendiente de qué me está haciendo en la vagina. Me pasan por la cabeza cosas como que me está aspirando con gran fuerza o que está metiendo dentro de mi, no un ridículo pene, sino partes suyas como estómago, pulmones o cerebro, o lo que sea, pero órganos biológicos propios no exclusivamente dedicados a hacer... lo que me está haciendo...

-Rosanna: mmm, por favor .... silencio .... sí ...... sí ...... sí ..... lo veo venir ..... te toco con la mano .... sí ..... eres mío .... mmmmmmmm ..... y yo soy tuya ........ sí ..... mmmmmm .... oooooh ...

El más tremendo orgasmo de los, pocos, que de momento he vivido, estalla en mi cabeza. Durante él mi cerebelo se encarga automaticamente de mantener mi cabeza fuera del agua y respirar, porque lo que es el resto del cuerpo se hunde en la bañera y en la inmensidad del universo del placer y del gozar. No me importa lo que tengo que hacer cuando me despierte dentro de un rato o dentro de un año, ahora mismo el universo está en mis manos y nada ni nadie puede quitármelo por los segundos que dure ......

A las gordas o a las flacas me acabo desencantando y regresando a la bañera llena de agua fría con un pulpo en ella en que me encuentro.

-Rosanna: buuuuf , qué frío.

Tiemblo aún durante diez minutos después de salir de la bañera, secarme y vestirme. Aún estoy temblando que hago los planes de lo que voy a hacer.

-Rosanna: vas a recuperar tu libertad, querido.

Lo meto en su bolsa y trotando ligera me tomo 15 minutos hasta llegar a la playa que más cercana cae. Antes de liberarlo le doy un beso.

-Rosanna: ¡hasta nunca!

---------------------------------------

Este capítulo lo dedico a mi perro Trigo, te deseo cientos de oportunidades de morder a vil traición los ángeles del cielo donde estás.

Mas de sombrero

Yo y mi sobrina

Sospecho que mi marido abusa de mi hija

Nada ha sido igual desde que fui violada

A mi novia la desvirgó otro

Las aventuras de Oscar y su hermana 7

Las aventuras de Oscar y su hermana 6

Las aventuras de Oscar y su hermana 5

Las aventuras de Oscar y su hermana 4

Las aventuras de Oscar y su hermana 3

Las aventuras de Oscar y su hermana 2

Las aventuras de Oscar y su hermana 1

El portero se cepilló a mi hermana 3 (epílogo)

El portero se cepilló a mi hermana 2

El portero se cepilló a mi hermana 1

El portero se me folla 4

El portero se me folla 3

El portero se me folla 2

El portero se me folla 1

Cuidando de mi abuelo 5

Cuidando de mi abuelo 4

Cuidando de mi abuelo 3

Batman: El Joker se trajina a Batchica

Cuidando de mi abuelo 2

Lampara magica III (5: convertida en puta)

Lampara magica III (4: la vuelta al cole)

Lampara magica III (3: Cuca)

La lámpara mágica III (2: Dos pájaros de un tiro)

La Lámpara mágica, 3ª Temporada (1: el duende)

El abuelo de Susana (4)

El abuelo de Susana (3)

El abuelo de Susana (2)

El abuelo de susana

Follando ante la ermita

Transcripción literal de viejo documento

Cucarachen ¡¡BROUARJ!!

Criadita - el patrón se le encama (10)

Criadita - el patrón se le encama (9)

Criadita - el patrón se le encama (8)

Criadita - el patrón se le encama (7)

Criadita - el patrón se le encama (6)

Criadita - el patrón se le encama (5)

Mi vecino fue mi primer novio (2)

Criadita - el patrón se le encama (4)

Asalto a la guardería

Criadita - el patrón se le encama (3)

Broma en loquo

Mi vecino fue mi primer novio (1)

Bambi (2: desvirgada a los 18 por mi padre)

Criadita - el patrón se le encama (2)

Criadita - el patrón se le encama (1)

Parodia de relato erótico autobus-ero

Bambi (1: desvirgada a los 18 por mi padre)

Melchor girl-lover

Criadita arreglando la habitación

Biografía de un sombrero (1: recuerdos infantiles)

Confesión en programa radiofónico nocturno (2)

Desvirgando la mendiga

Confesión en programa radiofónico nocturno

Criadita rechoncha

Con la pandilla a casa de los profesores (10º día)

Con la pandilla a casa de los profesores (9º día)

Con la pandilla a casa de los profesores (8º día)

Con la pandilla a casa de los profesores (7º día)

Con la pandilla a casa de los profesores (6º día)

Con la pandilla a casa de los profesores (5º día)

Con la pandilla a casa de los profesores (4º día)

Con la pandilla a casa de los profesores (3er día)

Con la pandilla a casa de los profesores (2º día)

Con la pandilla a casa de los profesores (1er día)

El malvado sombrero

Chantaje zoofílico

Verano Azul (Chanquete se folla a Desi)

De compras al anticuario

Criadita provocando

Mobbing sexual (10: la operaria de correos)

Desvirgamiento en el taller mecánico

Mobbing sexual (9: la frutera)

Un conductor de autobús vergudo

Mobbing sexual (8: la chica del hotel)

A pleno sol

Mobbing sexual (7: la camarera necia)

Pago en beso

Mobbing sexual (6: Sabrina, la bruja adolescente)

Ordeñando al abuelo

Mobbing sexual (5: en el parque acuático)

Mobbing sexual (4: la ferretera)

Mobbing sexual (3: enfermera de un septagenario)

Mobbing sexual (2: la chavala del supermercado)

Mobbing sexual (1: la mujer del tiempo)

Gamberrita

El padre de mi amigo

Paja en la tienda

Desvirgamiento de Pitufina por Papá Pitufo

Viaje de final de curso (14: adeus meniña)

Viaje de final de curso (13: porn star)

Viaje de final de curso (12: acoso)

Viaje de final de curso (11: cuéntame cómo pasó)

Viaje de final de curso (10: que te folle un pez)

Viaje de final de curso (9: triple desvirgamiento)

Viaje de final de curso (8: jorobado de Santiago)

Viaje de final de curso (7: hacer la comunión)

Viaje de final de curso (5: friend´s daddy)

Viaje de final de curso (4: bocatto di cardinali)

Viaje de final de curso (3: tomando un té)

Viaje de final de curso (2: nouvelle cuisine)

Viaje de final de curso (1: la estación de serv..)

Aprendiz de puta (8: epílogo)

Aprendiz de puta (7: el conde drácula)

Aprendiz de puta (6: cogida como perra)

Aprendiz de puta (5: la 1ª vez con una puta)

Aprendiz de puta (4: el escondite)

Aprendiz de puta (3: psicologoputa)

Aprendiz de puta (2: primera jornada)

Aprendiz de puta (1: Casting)

Desvirgamiento en el Palau de la Generalitat

La lámpara mágica 2ªT (16: la botella)

La lámpara mágica 2ªT (15: la tropa)

La lámpara mágica 2ªT (14: el muñeco)

La lámpara mágica 2ªT (13)

La lámpara mágica 2ªT (12: reina)

La lámpara mágica 2ªT (11: un favor)

La lámpara mágica 2ªT (10: el banco)

La lámpara mágica 2ªT (9: cine porno)

La lámpara mágica 2ªT (8: sexo & política)

La lámpara mágica 2ªT (7: las termas)

La lámpara mágica 2ªT (6: de cazería)

La lámpara mágica 2ªT (5: el probador)

La lámpara mágica 2ªT (4: autoestopista)

La lámpara mágica 2ªT (3: violación)

La lámpara mágica 2ªT (2: el loco)

La lámpara mágica, 2ª temporada (1:desvirgamiento)

Los bribones

Un remojón en el estanque

Limpiando platos

2001 - Una odisea espacial

Dentro del laberinto (6: el castillo)

Dentro del laberinto (5: el centinela canino)

Dentro del laberinto (4: el ogro bueno)

Dentro del laberinto (3: el consejo del anciano)

Dentro del laberinto (2: enigma de los guardianes)

Dentro del laberinto (con Jennifer Connelly)

Matrimonio de convenencia

El lavabo de caballeros

La amputada

El orangután de mi mejor amiga

Vamos a escuchar habaneras

El balneario de reposo (7: la despedida)

Travestismo

El balneario de reposo (6: me debes una)

El balneario de reposo (5: la muchacha)

El balneario de reposo (4: la cueva)

El balneario de reposo (3: el jardín)

El balneario de reposo (2: la sauna)

El balneario de reposo

La empollona

Mi jefe en la tienda

Criadita en el baño

A escondidas

Tomando el sol

La lámpara mágica (08: Rata, mi perro)

La lámpara mágica (07: doble penetración)

La lámpara mágica (06: mi abuelo)

La lámpara mágica (05: el cura)

La lámpara mágica (04: el desgraciado)

La lámpara mágica (03: un paseo en yate)

La lámpara mágica (02: el viajecito en autobús)

El vendedor a domicilio (2)

El vendedor a domicilio (3)

La lámpara mágica

Lolita - de Vladimir Nabokov

Aladín (JASMINE versus JAFAR)

El mercadillo

Don Ignacio, el papá de mi amiga

El jorobado de Notre Dame

Universitaria japonesa

Tawne: ¿Papá, me has comprado algo para mi cumple?

Desvirgamiento en el confesionario

El viejo verde

Abuso de tontita

Criadita (2)

Terapia ginecológica (2)

Blancanieves y los 3 enanitos

El maestro cocinero

El vendedor a domicilio

El típico cura pederasta

Mi experiencia (6: El papá de mi amiga)

Mi experiencia (5: Mi amiga y su perro)

El baile de disfrazes - versión straight

Mi experiencia (4: Don Jesús, mi dentista)

Mi experiencia (3: El abuelo de mi amiga&compa;ñía)

Intercambio de estudios con los EEUU

San Pedro y la angelita Gabriela

El abuelo de mi amiga lety (Mi experiencia 2)

Mi experiencia

Abuso sexual en el internado

Caperucita roja

El salón de videojuegos

Eurodisney

La alumna II de La alumna por eskipi

Papá Noel

Las dos moritas

El director de mi colegio de cuando era pequeña

Criadita

Mi padrastro la tenia flaca

El violador del ascensor

Sexo con una sindrome de down

Mi vecino en el bus

Skater-girl

Plata, la niñera

El amo del cibercafé

Fiesta con mi viejo amigo y su hija

Terapia ginecológica

Sesión ciber

Santo insomnio

Violacion disfrutada

Baile de disfrazes (II)

Baile de disfrazes