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Viaje de final de curso (9: triple desvirgamiento)

en Hetero: Primera vez

La mañana del domingo amanece en la residencia estudiantil en que nos encontramos hospedadas, de la misma manera que los 5 anteriores días. Hoy es la sexta mañana que vemos nacer aquí y el séptimo día que nos encontramos en Galicia, en nuestro viaje de final de curso. La primera en despertarse de nosotras seguramente habrá comprovado si Paciana se encontraba en su cama. La segunda también lo habrá comprovado. Y la tercera, yo, veo con satisfacción que Paciana está profundamente dormida en su lecho. Las 3, Fabiola, Perpetua y yo sabemos por qué a Paciana hoy le cuesta un poco despertarse. Y es que esta noche tecnicamente tenía que tener un encuentro amoroso con el mestizo cocinero del colegio con que lo tuve yo el primer día de llegar al colegio. Y a juzgar por su soñolencia lo ha tenido.

El timbre que nos llama al almuerzo suena antes de que despierte Paciana, entre todas la despertamos y ayudamos a vestirse, y casi cargando con ella nos dirijimos al comedor. Mientras almorzamos Paciana se va aclarando y terminamos las galletas con leche con ella casi del todo despierta.

-Fabiola: disculpa Paci, mi curiosidad, pero, ¿nos lo vas a contar?

-Paciana: sí claro, cuando metidas en el bus nos dirijamos a ese parque del que nos ha hablado el profesor Heriberto, os lo contaré.

Terminamos el almuerzo en un plis plas y de camino al parque del Generalísimo en que consistirá nuestra mañana de hoy, Paci se dispone a contárnoslo.

-Paciana: pues encontré su puerta mediante tus indicaciones, Rosanna, sin ningún problema. Hize el santo y seña que me contaste: toc-toc-toc, to-toc,toc, y abrió la puerta casi en seguida. Se sorprendió de verme, pues ese santo y seña suponía que eras tú, pero se lo conté rápido que era amiga tuya y que tú me habías recomendado para venir a pasar la noche con él. Entramos en la habitación y nos sentamos en la cama uno al lado del otro, y hablamos un rato. Que si me gustaba mucho Galicia, él me contó que vivía aquí desde hace 5 años, y una multitud de cosas para ir cogiendo confianza. Mientras hablábamos, nuestra confianza se iba acercando al igual que en nuestras palabras, en nuestras manos. El primero en tocarme fue él, que me puso la mano en la rodilla. Yo boba hice lo mismo y le puse mi mano en su rodilla. Mientras hablábamos nos acariciamos y llego un momento de silencio en que los dos nos quedamos callados, mientras nos mirábamos los ojos. Nos salió de forma directa y nos dimos el beso. Ahí empezó lo que tenía que empezar y se terminó nuestra conversación. Nos enrollamos super bien, él me iba desnudando a medida que me besaba, y yo boba me dejé hacer todo. Me hizo una cosa super rica que fue comerme los pezones a la vez que me metía la mano dentro del pantalón, casi igual que a ti Rosi ayer en la azotea de la catedral el jorobado, ¿también te lo hizo no?

-Rosanna: pues ahora que lo dices... sí, creo que sí.

-Paciana: bueno sigo. Eso que me hizo del dedo me gustaba mucho y suspiraba como tú. En ese momento tuve un ataque muy fuerte de placer y quedé entregada a él, quería que me lo hiciera todo, cualquier cosa que me hubiera pedido se lo hubiera hecho.

-Perpetua: bueno sigue, ¿qué te hizo?

-Paciana: yo estaba estirada en la cama y a él lo tenía encima, que me iba haciendo cosas. Se saco la verga y yo flipé de lo bonita que se veía. Se la manoseé un rato hasta que me dijo que se la comiera. Entonces se tumbó él y se la mamé un rato. No tenía mucho sabor la verdad, pero yo me sentía en el cielo con eso en la boca. Al cabo de un rato de degustársela me pidió que me tumbara. Él se puso entre mis piernas y me metió la verga en la pucha. Lentamente y con algún dolor, pero acabó metiéndomela toda. Entonces se empezó a mover muy poquito, como si tiritara. Pero yo lo sentía tremendo aquí dentro del vientre. Mientras me metía lo abrazaba muy fuerte, con los brazos y las piernas, como si quisiera que se quedara quieto, cogido por mi. Pero a la vez ese movimiento suyo me gustaba como nada y gritaba mucho de lo mucho que me gustaba. Estuvo así metiéndome un buen rato, yo estaba llorando de lo bien que me lo pasaba. La fuerza con que me cogía iba cada vez a más, el tiritar del principio cambio al rato y me metía y sacaba la verga de dentro con mucho movimiento. En un momento llegó eso que se dice correrse pues noté que su verga echaba líquido dentro de mi vagina. Después de correrse nos separamos y me dejó darme una ducha en el lavabo que tiene en la habitación. Terminé que eran las 4 de la mañana, hablamos un poco más y le dije que quizá otro día volvía yo o una amiga. Quedó encantado con eso que le dije y me fui. Bueno, eso es todo.

-Fabiola: que guapo, que bonito que lo has contado. Te lo debías pasar super bien.

-Paciana: sí, me lo pasé muy bien. Ya habéis visto que bien dormía.

-Rosanna: pues felicidades. Ahora la noche de hoy es para ti Perpetua o para ti Fabiola.

-Fabiola: que sea para Perpetua, aún quedan días y yo prefiero esperar un poco.

-Rosanna: entonces adjudicado. Esta noche va a ser para ti Perpetua.

-Perpetua: ¡fenomenal! no sé si podré esperar hasta la noche.

-Fabiola: pues hasta la noche queda. Pasaremos toda la mañana en el parque del Generalísimo y la tarde la tenemos libre. A ver si te desvirga tu Tiberio y no necesitamos del cocinero del colegio.

-Perpetua: pues... a ver... ¿traes el teléfono Rosi?

-Rosanna: sí, apagado pero siempre está en mi bolsa.

-Perpetua: pues cuando nos comamos los bocadillos en el parque los llamamos.

El trayecto hasta el parque del Generalísimo dura poco más, la narración de Paciana nos ha hecho pasar el tiempo sin darnos cuenta. Conocemos durante la mañana el antiguo parque que fue contruido en la dictadura por el mismo nombre que da al parque, el general Franco. No es lo que se dice uno de los modernos parques temáticos pero aún así está muy bien, sin atracciones ni gansadas sino todo el conjunto dotado de elegancia equilibrada. La cuidada jardinería es junto a la original arquitectura los principales atractivos del parque. En un lado hay una enorme pared en la roca a la que han pintado una serie de dibujos, que denotan que este parque tiene muchos años, pues hay en él dibujos datados con fechas superiores a más de 50 años. Como un coche que por su apariencia es más bien clásico, pero que en el día que se pintó es lo que se llevaba. También contemplamos una hermosa fuente que tiene una regia escultura del general Franco montado en un caballo que está haciendo "caballito" o como se le llame a eso de levantar las patas de adelante. Porque yo esta palabra de "caballito" la he conocido por el con las motos hacer "caballito".

-Isabella: jo jo, el general Franco. Yo tengo una prima que vive en Cataluña a la que visito en verano. Viera esa esta escultura y le segaba la cabeza de una pedrada. Ahí en Cataluña lo llevan muy firme esto de la memoria histórica. Y en su memoria "histórica" el general era malo hasta en lo que se tomaba para desayunar.

-ja-ja-ja-ja-

Nuestra visita al parque del Generalísimo se alarga tan sólo un poco más pues la hora de comer está cerca. Nos reunimos todas en una zona central del parque que dispone de bancos y ahí sacamos los bocadillos entregados en el colegio.

-Paciana: venga Rosi, saca el celular.

Saco el teléfono de la bolsa y se lo entrego.

-Rosanna: ¿qué prisas Paciana? si esta noche ya has tenido tu juerga. ¿Vas a decírselo?

-Paciana: ¡onde vas! ni pensarlo, pero me gustaría pasar la tarde con él. No sé, me siento un poco culpable por lo que he hecho.

-Fabiola: ja ja, pero lo hecho hecho está, no te va a poder desvirgar él.

-Perpetua: ja ja ja.

-Paciana: no os riáis, que me hace sentir mal.

Paciana toma el celular y marca el teléfono de Fidel que tiene aprendido de memoria.

-Paciana: ... hola ...... sí, soy yo ..... cómo estás ....... sí ...... ahora estamos en un parque que se llama del Generalísimo ..................... pues sí, nos gustaría mucho ........... qué dices, ¿al médico? ...... uy qué lástima ....... también es verdad, hay que aprovechar los pocos días que estaremos aquí ........ vale ........ vale, pues allí estaremos ....... venga, hasta luego. (cuelga)

-Rosanna: ¿qué dice, que se va al médico?

-Paciana: no, bueno no es él, es Tiberio que se va al médico.

-Perpetua: ntchs, agua, creo que no va a ser él, que será esta noche el mestizo que me va a desvirgar.

-Fabiola: tanto da ¿no? el caso es que te la meta y te rompa el himen.

-Perpetua: ya... pero el mestizo ya se cogió a Paciana, y me hacía ilusión que me lo hiciera Tiberio.

-Paciana: te aseguro que fue fabuloso con el mestizo, ya verás como te va a gustar mucho.

-Perpetua: sí, bueno va, que de esta noche no paso, je je.

Terminamos los bocadillos y los profesores nos dejan a las que queramos hacer la siesta y las que queramos corretear por el parque libremente. Yo me voy con Perpetua a pasear por sitios que no hemos conocido, pasamos ante una especie de cuevas, que después de examinarlas vemos que no son naturales sino obra del hombre, que ha oradado la piedra para hacer un sucedáneo de cueva natural. La cueva artificial es más bien un pasillo pues da al otro lado de la piedra, en que sigue el parque con sus jardines y senderos. Paciana y yo nos sentamos en el suelo de la galería y hablamos un poco.

-Perpetua: ¿la tiene muy grande?

-Rosanna: eso nunca se sabe, porque igual lo que a mi me pareció grande a ti te parece pequeño.

-Perpetua: a ti ¿qué te pareció?

-Rosanna: mmmm, fuu no me hagas recordarlo que me pongo tibia. Fue na más la segunda vez que lo hice, me pareció enorme.

-Perpetua: espero que así sea... pero, no sé, me da como cosa que me coja ese bruto cocinero que igual ni sabe leer.

-Rosanna: haz lo que quieras, si quieres espérate a mañana y quizá Tiberio ya se ha puesto bueno.

-Perpetua: pero no, yo quiero hacerlo hoy, en el mismo día que Paciana.

Nos quedamos un rato calladas admirando la fidelidad del símil de cueva con una cueva verdadera, fidelidad, como la de Paciana con Fidel, lejana. La inoperatividad de mi lengua da pie a mi cabeza a trabajar un poco y se me ocurre una cosa.

-Rosanna: ¡Perpe!

-Perpetua: qué ¿qué te pasa ahora?

-Rosanna: me sé de un, hombre, que quizá podría hacerte hoy ese trabajo relacionado con esa membrana que persiste en tu conducto vaginal.

-Perpetua: ¿pero qué dices ahora, quien?

-Rosanna: el padre de Fidel, no os lo he contado pero, el día que fuimos a su casa a ver una película, ¿te acuerdas que yo me fui a leer a la biblioteca con él?

-Perpetua: sí.

-Rosanna: pues de leer poco, algo leí, para guardar las apariencias, pero hicimos el amor mientras vosotras veíais la peli.

-Perpetua: ¡qué dices!

-Rosanna: lo que te digo, te lo juro.

-Perpetua: ¡uh! entonces yo podría, podría...

-Perpetua: sí, podrías. Vamos a hacer una cosa, espero que esté en casa. Nosotras nos pondremos a ver la película, y tú en un momento, sin que se note mucho, te vas hacia la biblioteca y haces lo siguiente... bs bs bs bs bs bs.

Le susurro a Perpetua la fórmula para que el padre de Fidel caiga en sus redes, o para "dejarse" caer ella en la redes de Agusto.

-Perpetua: ..... entendido .... entendido .... entendido, vale, entendido todo, es fácil.

-Rosanna: claro que es fácil, como que eres una muchacha y él un hombre, lo difícil sería al contrario.

-Perpetua: bueno pues, ya ha pasado un buen rato. ¿Vamos con el resto de clase? ¿Se lo contamos a Fabiola y Paciana?

-Rosanna: mmm, no, mejor no, que sea una sorpresa.

-Perpetua: ja ja ja, vaya sorpresas las tuyas.

-Rosanna: dirás las tuyas, ja ja ja.

La hora de la que hemos sido informadas que será nuestra partida del parque se va acercando, por lo que volvemos hacia donde está el resto de la clase. Están recogiendo equipaje y alumnas y en un momento salimos hacia donde hemos dejado el autobús. De vuelta al Vigo hablamos de diferentes y sugerentes cosas, pero pasamos un túpido velo encima de los verdaderos planes que yo y Perpetua tenemos para esta tarde. Llegamos al colegio y después de tomar un par de cosas y dejar otro par, la cuadrilla colegial partimos hacia el café donde hemos quedado con Fidel y Aniceto. De lejos los vemos, dos únicas figuras nos esperan ante el café.

-Paciana: sepas que lo sentimos todas Perpetua, que no haya venido Tiberio.

-Perpetua: ... da igual, así me podré fijar en la película.

Llegamos por fin ante nuestros dos amigos y hacemos las salutaciones de rigor con los 2x4+2x2=12 besos.

-Paciana: cuanto lo sentimos por Tiberio, pero, qué será, una simple revisión ¿no?

-Aniceto: síhí, no os preocupéis, Tiberio está fuerte como un roble y tienen que atacarlo muchos virus para llevarlo al medico.

-Paciana: bueno pues, andando, ¿qué película veremos hoy?

-Fidel: una de...

Emprendemos la marcha hacia casa de Fidel guardando aún Perpetua y yo el secreto de lo que pensamos hacer esta tarde. Llegamos a su casa y bingo, Augusto no nos ha fallado y se encuentra en casa. No acomodamos las 6 en el salón en que anteriormente vimos la película de Torrente y Fidel pone la que nos ha anunciado antes de "Maradona, mano de dios" una película de tema biográfico que como según nos ha informado trata de la vida de Maradona desde que era un chaval hasta que recientemente tuvo un ataque de corazón. Perpetua y yo guardamos la compostura hasta que tanto Paciana con Fidel y Fabiola con Aniceto han empezado a enrollarse. Entonces se lo digo.

-Rosanna: ..... venga va ..... es el momento .... ve hacia la biblioteca.

Perpetua se levanta sigilosamente y sale del salón sin el menor ruido. Entonces yo me relajo un poco viendo la película. Ahora mismo está relatando el mito de "la mano de dios" el gol que Maradona hizo con la mano en el año 86 y que fue dado por válido por el árbitro.

Gol que significo el 1-0 en el enfrentamiento entre la selección de Argentina e Inglaterra, y que acabó en 2-1, dando el triunfo a Argentina y dándole paso a la final del mundial de dicho año que, fue ganada por Argentina. En su día Diego Armando dijo que la había tocado con la cabeza, no podía reconocer que fue con la mano porque se hubiera anulado en partido. El árbitro dio por válido el gol en el momento justo y estas cosas del fúbol tienen eso, que lo hecho hecho está y no hay vuelta atrás. Este pensamiento me hace pensar en... la anterior conversación que teníamos con Paciana y en, el tema de la conversación. Entonces pienso en Perpetua, han pasado unos veinte minutos desde que se fue y quizá ya le ha llegado la hora. Compruebo que tanto Fabiola como Paciana están "distraídas" y me levanto con el mismo sígilo con que lo hizo Perpetua. Salgo del salón y caminando a silenciosos pasitos me acerco a la biblioteca. De lejos oigo que nuestra estrategia ha tenido éxito.

-voz.de.Perpetua: .. ooh .. ooh .. ooh .. ooh ..

Abro un par de dedos la puerta de la biblio, lo suficiente para ver dentro. Augusto está sentado en su sillón y Perpetua está sentada "encima" suyo. Saltándole con su habitual vigor femenino.

-Perpetua: ooh, sííí, síííí, síí, ooh, ooh, ooh.

El enorme cuerpo de Perpetua debe estar castigando la cintura del señor Augusto, pero viendo la sangrecita que mancha el sofá compruebo que más ha castigado la verga del señor a la vagina de Perpetua, que ha sido desvirgada en directo. Prefiero no importunar el apareamiento de mi amiga con el padre de mi amigo y silenciosamente de nuevo cierro la puerta. Regreso al salón y recibo una sorpresa inesperada. Paciana sigue enrollandose con su novio más bien castamente, morreándose encima del sofá mientras se abrazan. Pero Fabiola ha dado un paso más y tiene la verga de Aniceto en la mano, a la vez que él tiene otra mano entre sus piernas.

-Fabiola: .. mm .. mm .. mm ..

No es por supuesto la primera verga que veo en mi vida, pero el hecho de verla a escondidas, de voyeur, hace que me suba a la cabeza la misma hormona de la que ahora debe estar Fabiola a petar en su sangre. Sin hacer ruído me siento en una butaca que está separada del sillón del delito, y me entrego a contemplar pero no la película sino la mano de Fabiola cascando la polla de su novio. Se la sigue cascando un rato hasta que veo que Aniceto le dice algo a la oreja. Fabiola se levanta y se sienta en el suelo justo ante la polla contrincante. Se la chupa otro ratito en que me pongo super tibia. Contribuye a eso la mirada que reconozco en el guapo Aniceto revelándome que me ha visto mirarles. Fabiola se vuelve a levantar y se sienta junto a él para seguirse enrollando, lo que queda de película. Cuando la música de las letras del final desencanta a mis dos amigas, el amorío se detiene, pero no hablamos mucho pues nuestras almas están tiritando. Se enciende la luz y Paciana y Fabiola se extrañan de no ver a Perpetua, pero observando mi tranquilidad no se atreven a hacer ninguna pregunta. Sin decir mucha palabra inoportuna salimos del salón. Mientras salimos de la casa pasamos ante la biblioteca y allí encontramos a Perpetua, leyendo mi libro favorito.

Paciana y Fabiola se miran con los ojos grandes como naranjas y, me miran a mi también, como esperando una respuesta evidente. Pero guardamos nuestra predispuesta honra y nadie hace ningún comentario inapropiado. Salimos de la casa y paseamos un rato con nuestros amigos por un parque que hay ante ella. Un montón de palabras dulces y risas hasta que nos toca hora de volver hacia el colegio. Nos despedimos de Fidel y Aniceto prometiéndoles llamar mañana o cuando nos sea posible, y nos vamos. Caminamos un par de cuadras y cuando Fabiola y Paciana se ven seguras de preguntarnos lo que sea, estallan.

-Fabiola: Perpetua.... estabas en la biblio... igual que Rosanna el otro día... dímelo tú... ¿es lo que me creo?

-Perpetua: y tan cierto que es, el otro día lo hizo Rosanna con Augusto, el padre de Fidel. Y hoy lo he hecho yo, con la particular diferencia de que a mi me ha desvirgado! ¡Qué bien que se siente mi pucha!

-Paciana: no puede ser cierto lo que dices... y cómo lo has hecho, cómo sabías que.

-Perpetua: Rosanna, Rosanna me preparó y me dio la palabra mágica para conquistar al padre de Fidel. Je je, o más bien para que él me conquistase. Fua, tanto da quien fuera, el caso es que hemos hecho el amor y ha sido de ensueño.

-Fabiola: qué envidia me dais, esta noche Paciana y ahora tú, y yo me quedo con el velo de santita.

-Rosanna: de santita nada eh, que te he visto en el sofá con una verga en la boca.

-Fabiola: ay sí, je je, no pensaba en ello, ¡estaba riquísima!

-Paciana: yo y Fidel también nos hemos enrollado muy bien. No lo debéis haber notado pero me ha metido un dedo. A ver si hay suerte y nos dan mañana la tarde libre y podemos hacer el amor, que eso tengo que hacerlo con Fidel.

-Perpetua: uhmmm, pues yo estoy super contenta. Si en los días subsiguientes lo hago o no con Tiberio casi que ya no me importa, el caso es que he sido la 3ª de nosotras en perder la virginidad.

....................................

-Fabiola: muy aguda la indirecta, soy la única de nosotras virgen.

-Paciana: pues animaté, ¿por qué no lo haces esta noche con el mestizo? Así habremos perdido las tres la virginidad en el mismo día.

Fabiola no responde en seguida, al igual que nosotras tres se queda callada como pensando algo. Soy yo la que saca el velo a la candente opción que se nos ofrece.

-Rosanna: ¿y por qué no Fabi? puedes ir esta noche a su puerta y con el santo y seña te abrirá la puerta y... el resto vendrá solo.

-Fabiola: ostia pues... la verdad es que... no sé...

-Paciana: ¡venga va! ya verás como te gusta mucho. Te comerá las tetillas y te meterá la verga aquí! ¡aquí!

Gritando esto Paciana le mete la mano entre las piernas y le hace una broma como si su mano fuera una polla.

-Fabiola: ¡ay para!

-ja-ja-ja-ja-

-Perpetua: dejaros de bromas, ahora en serio Fabiola, tienes el poder de decidirlo. Esta noche o otro día, quien sabe cuando, puedes hacerlo por primera vez, como lo he hecho yo esta tarde o Paciana esta pasada noche.

-Fabiola: mmm... dejádme pensarlo ¿vale?

-vale-vale-vale-

Proseguimos nuestra marcha y en 15 minutos estamos en el colegio. Cenamos y nos tomamos el resto de tarde de ocio, hasta que llega la hora de las completas y somos conminadas a retirarnos a nuestras habitaciones. Ninguna de nosotras ha hecho ningún comentarío más a Fabiola respecto a su decisión de esta noche, porque lo que ella ha pedido es que la dejemos pensar. Estamos todas ya con el pijama oyendo lo silencioso que se va quedando el colegio, cuando ella nos confía su decisión.

-Fabiola: sí quiero. Quiero hacerlo esta noche con el mestizo.

-Paciana: ¡felicidades, te has decidido al fin!

-Fabiola: sí, me he decidido. Pero tomar mi decisión me ha costado mucho, porque no quiero ir a la celda del cocinero y hacerlo y ya está, quiero que vosotras vengáis conmigo.

-Perpetua: ¡qué dices! ¿hacer una orgía? pero donde vas con tu primera vez?

-Fabiola: no, no. No quiero hacer una orgía, sólo quiero que me acompañéis hasta allí y miréis como lo hacemos. Para no sentirme sóla con ese analfabeto, para estar con mis mejores amigas en el momento clave.

-Paciana: pues encantadas, no hay ningún problema. Digo si no nos pillán por los pasillos no creo que haya ningún problema.

-Rosanna: ahí está. Propongo que programemos tu despertador Fabi, a las 2 am. A esa hora emprenderemos nuestra misión con un primario objetivo, desvirgarte.

-Perpetua: ja ja ja, esa es nuestra misión, no volverás virgen a la habitación.

-Paciana.Rosanna: ja ja ja ja.

-Fabiola: buena va, menos bollos.

Fabiola toma su despertador y lo pone a la hora planeada. Se tumba en su almohada y después de apagar la luz la imitamos.

...............................

-Fabiola: .. Rosi ..

-Rosanna: .. qué ..

-Fabiola: .. dame la mano .. que si no no me duermo ..

Alargo la mano y tomo la suya en la litera de al lado. Nos la estrechamos fuerte y eso parece tener efecto recíproco, porque nos dormimos las dos.

.............................................

-ti-ti-tit----ti-ti-tit----ti-ti-tit----Chas.

Nuestro sueño era ligero como una hoja de papel de fumar. Enciendo la luz y nos levantamos las 4 sin requerir de mucho espavilamiento.

-Perpetua: .. ¿nos ponemos la ropa? .. qué más da ..

-Fabiola: .. sí, qué más da .. si nos pillán nos penalizan vayamos como vayamos vestidas ..

-Paciana: .. pues va, con el pijama a la carga de la habitación del cocinero ..

Apagamos la luz y abrimos la puerta, sabiendo que estamos arriesgando parte de nuestro pescuezo con esta acción. El desplazamiento es efectuado al tipo militar. En las zonas oscuras vamos juntas, pero cuando tenemos que atravesar una zona iluminada o peligrosa pasamos de una en una en veloces saltos. En una de estas pasamos por delante de una puerta de cristal opaco-transparente de la que procede luz, es Perpetua la primera que pasa, pero cuando está al otro lado nos levanta la mano y nos dice.

-Perpetua: ..... deteneos .....

Las 3 que vamos detrás nos quedamos mudas en inmóviles esperando lo peor. Pasan 10 segundos, 20, 30. Hasta que Perpetua vuelve a levantar la mano en señal de acercaos, el peligro ha pasado. Pasamos de una en una por el peligroso lugar sin oír nada, la luz de dentro debe estar encendida toda la noche. En 3 minutos más de sígilo y destreza llegamos ante la puerta del mestizo. Soy yo la que hace en santo y seña en la puerta.

-toc-toc-toc-  -to-toc-  -toc-

Esperamos que nos sea abierta la puerta al instante, como lo fue la pasada noche con Paciana, pero no, el cocinero debe tener el sueño pesado. Repito mi santo y seña un poco más fuerte y separando en más tiempo los distintos golpes.

-toc--toc--toc-        -to-toc-           -toc-

Esperamos rezando por que mi santo y seña sea oído, y unos ruídos procedentes de dentro la habitación nos verifican que el mestizo se está despertando. Esperamos ahora tranquilizadas a que nos sea abierta la puerta y finalmente lo haze. Si recibió el mestizo una sorpresa esta pasada noche cuando vino Paciana, ahora la recibe multiplicada por 4.

-Mestizo: ¡donde van ustedes! no me esperaba esto!

-Rosanna: .. sshhsssst ..

Le hago la señal de silencio con el dedo en los labios. Sin esperar a que nos sea permitido el paso entramos todas y el mestizo cierra la puerta tras nosotras.

-Mestizo: uy señoritas, yo estoy encantado de que vengan a mi habitación, pero 4 son muchas, no sé si podré con todas. ¿Por qué no se espacian en diversas noches y podamos hacerlo ricamente?

-Rosanna: calla basto, que no queremos hacerlo todas contigo. Queremos que lo hagas con ella. (le señalo a Fabiola)

-Mestizo: uhmm, una chava hermosísima. Estaré encantado de coger con ella. ¿Como te llamas güera?

-Fabiola: me llamo Fabiola.

-Mestizo: oh, encantado señorita, si viene usted recomendada por sus amigas sólo puede ser una excelente persona.

-Perpetua: ja ja ja, qué hablar tan cachondo tiene.

-Rosanna: no te rías boba, tan raro te parece a ti su hablar como a él el tuyo.

-Mestizo: queda disculpada señorita, usted puede reír todo lo que quiera de mi que yo sólo podré admirarla.

-Paciana: ja ja ja, cuidadín Braulio, que Perpetua quizá te visita otra noche, y es del lado fuerte.

-plas- Le da una palmada en el trasero a Perpetua.

-Braulio: estaré encantado preciosas, yo me encanta servirles en lo que ustedes soliciten, tanto en cocina como en cama.

-Rosanna: pues hablando de cama, ¿te ves con fuerzas para desvirgar otra chica, después de esta noche con mi amiga Paciana?

-Braulio: oh claro que sí, yo siempre estoy al servicio del alumnado en lo que necesite. Acérquesé señorita Fabiola, estoy encantado de poder estar en su compañía.

Fabiola se acerca al lado del cocinero y se queda inmóvil. Braulio la toma y en corta y directa le planta un morreo en la boca. Fabi recibe una fuerte impresión, pues a diferencia del señor cocinero no está acostumbrada a recibir besos de personas recién conocidas. Pero se entrega al juego y abrazándolo saborea el beso con la misma jugosidad que Braulio. La pareja se morrea un rato ante nosotras que nos miramos con la complicidad de una sonrisa de oreja a oreja. A iniciativa mía nos sentamos en diversas sillas que hay ante una mesa, en el salón/dormitorio, para contemplar comodamente el espectáculo. Braulio ha sentado a Fabiola en la cama y va sobándole las aún tapadas por el pijama tetas. Este pijama no tarda en ser desabrochado y liberados los blancos pechos de mi amiga. El cocinero baja su boca y empieza a chuparle las tetas, de la misma manera que Fabi a gemir.

-Fabiola: mm, mm, mm.

El mestizo actua de forma bastante impulsiva y sin mucho romanticismo, tiene la mano metida entre las cerradas piernas de Fabi, que está un poco cortada y no llega a entregarse ciegamente a ser amoreada por el recién conocido. El mestizo peró, parece saber como lograr el consentimiento de Fabiola, y con ternura y lengua en sus pezonzitos acaba consiguiendo que mi amiga se abra de piernas. Cuando los músculos de los muslos de mi amiga se relajan, Braulio lo sabe en el momento justo, y mete la mano invasora por dentro de los pantalones del pijama, para acariciar ese tan húmedo tesoro que hace arder los ojos de Fabi.

-Fabiola: ¡oh! , ooh, ooh, sí, gusta, sí, ¡oh! ¡oh! ¡sí! ¡síí!

Por una convulsión que observamos que sufre el cuerpo y la voz de Fabi, sabemos que el dedo se le acaba de meter dentro. Mientras un dedo del cocinero trabaja en el interior de los pantalones del pijama de mi amiga, la otra fuerte mano le amasa ambos pechos, consiguiendo que mi amiga pierda toda represión y se ofrezca en cuerpo y alma al amorío que le practica mi cocinero. Nosotras, Perpetua, Paciana y yo, estamos cogidas de las manos pues lo que estamos viviendo, junto a Fabiola, lo recordaremos toda la vida, como una ceremonia puntual en nuestro crecimiento.

Fabiola ha vuelto a poner la valentía que puso esta tarde y ha bajado el pantalón de Braulio, para sacar a la luz un pene por dos de nosotras conocido, evidentemente hinchado como un calabacín. Le sube y baja la piel de la manera que ha aprendido esta tarde con Aniceto, con la diferencia de que esto no es un juego, sino que esa verga está prometida a entrar entre las piernas de ella. Otra vez mostrando un poco de rudeza, Braulio levanta a Fabiola y la desnuda completamente, lanzando su ropa al suelo.

-Brraulio: póngase, hermosa, cogida de la cabezera de la cama, que se la meteré.

El mestizo no sabe que esa no es rudeza con la que tratar una amiga mía bastante tensa, por lo que reduzco un poco el peso que soporta dándole ánimos.

-Rosanna: venga Fabi, estamos contigo, no tengas miedo.

-Perpetua: sí Fabi, verás como no te arrepientes.

-Paciana: arriba querida, ponte a 4 patas como te ha dicho, que verás que gusta mucho.

Fabiola había estado a punto de echar a correr ante la sentencia del cocinero, pero aupada por nuestro amor hace lo dicho y se pone a 4 patas encima de la cama. Multitud de sentimientos enfrentados embotan la cabeza de mi amiga; entre excitación, temor, ansiedad, temblores, y quien sabe cuantos más. Pero los domina todos y se aguanta encima la cama en posición de perra. El mestizo se pone tras de ella y parece apuntar el miembro a su panocha. Yo doy una paso antes que nadie y me levanto para tomar la mano de Fabi, mientras a 4 patas se sustenta encima la cama, a punto de convertirse en mujer. Perpetua y Paciana hacen lo mismo y junto a mi posan la mano encima de la de Fabi.

-Fabiola: gracias amigas, os quiero.

-Mestizo: cójase fuerte querida, que va a doler un poco.

-Fabiola: estoy preparada.     ¡OOOoooooh!

El mestizo ha adelantado su cintura metiendo la verga casi de golpe dentro de Fabi. Un chorrito de agua sangre resbala por el muslo de ella, creando una creciente mancha rosa en la cama.

-Braulio: así, muy bien, ve como ha pasado. Ahora tanquilízesé que verá que le empezará a gustar.

El mestizo se inclina encima de Fabi y adelanta una mano para sobarle una teta y ayudar a que se calme. Ello parece tener buen efecto pues Fabi empieza a gemir aún sin el cocinero moverse. Cuando ve él que no va a ser inoportuno empieza a mover su cadera para coger.

-Fabiola: ooh, ooh, ooh, ooh, síí, síí, síí, mh, sí, sí, oh, oh, oh.

El mestizo está cogiendo a mi amiga a un ritmo más o menos normal. Pero ni yo ni mis otras amigas hemos soltado su mano, porque ella nos lo pidió, que no la dejásemos sóla. Tiene los ojos cerrados y la boca abierta celebrando la ceremonia de la que tantas veces hemos hablado en tantos sitios. Sus pechos brincan hacia delante y hacia atrás al ritmo que les inflingen los empeñones de Braulio. Su vientre, como aventuro, debe no parecerle suyo al vivir en él sensaciones nunca tan sólo soñadas. A cada acometida de la cintura del mestizo, ella suelta un chillido hacia adelante. La visión de mi amiga cogiendo por primera vez me parece preciosa, y maldigo todas las cámaras de fotos del mundo por no llevarla ahora conmigo.

-Perpetua: vamos, sentémonos de nuevo.

Nos sentamos otra vez en las sillas y abandonamos a Fabiola a que de verdad conozca sola el placer del amor. Mientras nosotras nos olvidamos de ello y hablamos de cosas inoperantes, vemos que Fabi cambia de posición un par de veces. Primero se tumba de lado y abriendo las piernas deja que el mestizo la siga cogiendo estirado tras de ella.

Y después y la postura final, se tumba en el extremo de la cama, y casi en la enciclopédica postura del peregrino, sigue siendo cogida por el a rodillas en el suelo mestizo. Cuando oímos a Braulio gemir nuestra conversación se detiene, pensamos que está echando leche en el interior de Fabi. Las tres miramos a la pareja a la vez envidiando la culminación del acto amoroso que están teniendo. Pasada la culminación se quedan abrazados y pegados encima la cama un rato. Es el mestizo el que reacciona y se levanta.

-Braulio: bueno chavitas, creo que es todo por hoy amigas.

-Rosanna: ante todo gracias por el favor Braulio. Sin usted no sé qué habría sido de nosotras en estas vacaciones.

-Braulio: je je je, que bien que me hacen sentir siñorinas, ¡a disponer!

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Biografía de un sombrero (1: recuerdos infantiles)

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Confesión en programa radiofónico nocturno

Criadita rechoncha

Con la pandilla a casa de los profesores (10º día)

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Un conductor de autobús vergudo

Mobbing sexual (8: la chica del hotel)

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Mobbing sexual (7: la camarera necia)

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Desvirgamiento de Pitufina por Papá Pitufo

Viaje de final de curso (14: adeus meniña)

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Viaje de final de curso (4: bocatto di cardinali)

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Viaje de final de curso (2: nouvelle cuisine)

Viaje de final de curso (1: la estación de serv..)

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La lámpara mágica 2ªT (3: violación)

La lámpara mágica 2ªT (2: el loco)

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Matrimonio de convenencia

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Vamos a escuchar habaneras

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A escondidas

Tomando el sol

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La lámpara mágica (07: doble penetración)

La lámpara mágica (06: mi abuelo)

La lámpara mágica (05: el cura)

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La lámpara mágica (03: un paseo en yate)

La lámpara mágica (02: el viajecito en autobús)

El vendedor a domicilio (2)

El vendedor a domicilio (3)

La lámpara mágica

Lolita - de Vladimir Nabokov

Aladín (JASMINE versus JAFAR)

El mercadillo

Don Ignacio, el papá de mi amiga

El jorobado de Notre Dame

Universitaria japonesa

Tawne: ¿Papá, me has comprado algo para mi cumple?

Desvirgamiento en el confesionario

El viejo verde

Abuso de tontita

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Terapia ginecológica (2)

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El vendedor a domicilio

El típico cura pederasta

Mi experiencia (6: El papá de mi amiga)

Mi experiencia (5: Mi amiga y su perro)

El baile de disfrazes - versión straight

Mi experiencia (4: Don Jesús, mi dentista)

Mi experiencia (3: El abuelo de mi amiga&compa;ñía)

Intercambio de estudios con los EEUU

San Pedro y la angelita Gabriela

El abuelo de mi amiga lety (Mi experiencia 2)

Mi experiencia

Abuso sexual en el internado

Caperucita roja

El salón de videojuegos

Eurodisney

La alumna II de La alumna por eskipi

Papá Noel

Las dos moritas

El director de mi colegio de cuando era pequeña

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Mi padrastro la tenia flaca

El violador del ascensor

Sexo con una sindrome de down

Mi vecino en el bus

Skater-girl

Plata, la niñera

El amo del cibercafé

Fiesta con mi viejo amigo y su hija

Terapia ginecológica

Sesión ciber

Santo insomnio

Violacion disfrutada

Baile de disfrazes (II)

Baile de disfrazes