miprimita.com

Gracias a Eva mi amiga madurita.

en Sexo con maduras

                Después de lo sucedido con Eugenia, tenía la necesidad urgente de tener otro encuentro con ella. No quería agobiarla ni meterla en problemas llamándola por teléfono. Ella no me llamo, espere con muchas ganas a la siguiente reunión de la parroquia. Cuando llego el día, no hice como otras veces, llegar con la hora pegada. Llegue un poco antes, ya que sabía que ella llegaba la primera normalmente. Pero fue pasando el tiempo y no llego.

            Al día siguiente por la mañana, estuve atento por si iba a la parroquia, pero paso su hora y tampoco apareció. Decidí llamarla, pero cuando atendió la llamada, no me dio tiempo a nada, solo me dijo “Lo que paso, no tenía que haber pasado y por favor no me llames más” y corto la llamada. No podía entenderlo, con la buena despedida que tuvimos, que dejaba abierta la puerta a una buena relación. Cuando pasaron unos días la volví a llamar y me sorprendió un aviso de la compañía, que decía que ese número no existía o algo parecido.

            Por fin acudió a una reunión y estuvo como siempre, pero conmigo más tensa y distante. No podía entenderlo, pero respetaba su decisión. Visto lo visto, al día siguiente por la tarde, cuando regresaba de la universidad, me pase por la parroquia, para decirle al párroco, que ya no iría más, que los estudios me comían todo el tiempo… toda una excusa. El trato de convencerme, pero me mantuve en mi posición. Lo único que le dije, es que en algo muy puntual si podría ayudar.

            También lo hice, porque no quería que Eugenia estuviera incomoda con mi presencia. Facilitando que las cosas volvieran a su cauce, como cuando no estaba yo.

            Paso un mes, lo cierto es que yo estaba un poco apático. Si tenía relaciones con alguna mujer, pero no me llenaban. Me gustaba lo prohibido, lo difícil, lo inalcanzable. Eso era lo que más me ponía.

            Hasta el momento la única mujer que conocía que pudiera llenar ese hueco, era la profesora compañera de mi tía, Morgana, pero sabía que eso era más que misión imposible, entre otras cosas porque la única relación de cercanía con ella era a la hora de dar las clases. Además, siempre estaba rodeada de alguna profesora y de su marido, no la dejaba ni a sol ni a sombra.

            Sabía que mi tía ni me ayudaría, porque se notaba la enemistad que había. No sé si era solo con el marido, o era con los dos, pero el puente que podría ser mi tía, estaba descartado.

            Pero cada día traía un modelito distinto y reconozco que me pasaba como al resto, se nos caía la baba. Era difícil poder evitarlo. Solo pensaba que esa mujer era mucho arroz para tan poco pollo, ya que el marido no tenía pinta de poder con semejante mujer.

            Yo trate de acercarme un par de veces, con dudas de la asignatura y ella muy cordialmente me las resolvió, pero ni un atisbo de confianza. Lo único que hacía era mirarla con total descaro en las clases, yo sabía que ella se había dado cuenta, pero ni se inmutaba.

            Ese viernes por la noche, había quedado con una pareja, pero a última hora, me avisaron de que no podían venir. Decidí ir al bingo. Cuando llegue no vi a Eva, llevaba mucho tiempo sin verla. Pero había dos nuevas vendedoras, una de ellas no llegaría a los 28 años, morena con unas piernas y un culo espectacular, solo le faltaban unas buenas tetas, porque apenas tenía, llevaba una blusa ajustada y prácticamente no se le notaban, mediría 1,70. La otra bastante más bajita, pero con unas medidas perfectas, esta tenía el pelo cobrizo y sería más o menos de la misma edad. Pero no me importaría pasar un rato con ninguna de las dos.

            Con la morena, que era la que le tocaba venderme los cartones, empecé a tontear, era bastante simpática, no sé si me seguía el rollo, porque le parecía simpático y era de los más jóvenes que había, o simplemente era por quedar bien. Se notaba como estaba de vuelta de muchas cosas, por como “toreaba” a más de un listillo.

            Apareció Eva, que nada más verme, vino hacia mí, me dio dos besos y charlamos un poquito. Venia de cenar. La morena nos vio hablar y empezó a estar mucho más amable que hasta entonces. Cuando estaba la partida en curso, la veía hablar con la otra, me daba la sensación de que hablaban de mí, porque cuchicheaban entre ellas, se sonreían maliciosamente y no dejaban de mirarme.

            Cuando paso por mi mesa, en la cual de momento seguía solo, le dije… “Si tú y tu compañera me contáis que hablabais de mí, seguro que nos reiríamos los tres”, ella sonriendo se marchó a seguir vendiendo. No me equivoque hablaban de mí.

            Eva y yo llevábamos bastante sin vernos. Fue verla y me apeteció mucho estar con ella. No sabía si seguiría queriendo, si se le habría pasado, o que hablo con su marido. Ella estaba ahora cantando los números, desde donde estaba nos podíamos ver perfectamente. En una mesa de al lado cantaron un bingo y ella era la que llevo la bandeja con el dinero. Se acercó a la mesa y me dejo un papel. Que decía… “SALGO A LA UNA, ¿QUIERES QUE NOS VEAMOS?”

            Por detrás del papel escribí… “POR MI SIN PROBLEMAS, ENCANTADO Y DESEOSO, PERO TRAETE A UNA DE TUS DOS COMPAÑERAS, A LA MORENA O A LA OTRA NUEVA”

            Ahora había que esperar a poder darle la nota. La hice una seña, para que cuando pudiera pasara por ella. La morena se dio cuenta de todo perfectamente. Es más cuando ya había vendido los cartones, se acercó diciéndome… “Si quieres le puedo llevar la nota a Eva” me reí y le dije que no hacía falta.

            Al rato paso Eva y cogió disimuladamente la nota. Se la guardo sin leerla y sigue a su sitio. Una vez allí, vi como rápidamente la leyó. Por el gesto de su cara vi que la sorprendió, no se lo debía esperar. Miro hacia donde estaba yo hasta que se cruzaron nuestras miradas, era difícil saber que quería decir.

            Continúe jugando hasta que Eva se bajó de cantar y se puso a vender cartones, subiéndose a cantar la del pelo cobrizo. Eva se acercó a mi mesa y me dijo rápidamente, porque no se podía entretener mucho, “Lo intentare, pero no te aseguro nada” entendía sus reticencias, imaginaba que era por la diferencia de edad, pero no se tenía que preocupar ya que no tenía nada que envidiarlas.

            Las observaba con detenimiento, hablaban a ratos, pero no mucho. La morena seguía aguantando mis tonteos con ella y me daba pie para continuar. No veía que Eva la dijera lo que yo quería y a las doce y media de la noche, las dos jóvenes se marchaban, había acabado su turno. Me lleve una desilusión porque Eva no pudo o no quiso decirla nada a la morena, ya que, a la otra al estar cantando los números, era imposible decirle nada.

            Eva se cambió y vino a vender donde estaba yo. Cuando llego a mí me dijo que ya se lo había dicho, pero que había un problema, diciéndome que las dos iban juntas siempre. Pero que de todas maneras había quedado con ellas, pero que al ser dos lo que yo tenía pensado sería más difícil.

            Ya cerca de la una, jugué la última partida y me salí, para esperar a Eva. Cuando ella salió nos fuimos juntos y nos fuimos al VIPs, para tomar algo y porque sus compañeras nos esperaban allí. Cuando llegamos Eva me las presento. La morena se llamaba Marta y la otra Francisca, pero decía que así no la llamara que no le gustaba, que todo el mundo la llamaba Paqui.

            Eran muy simpáticas y graciosas, por lo que se veía las dos tenían novios, no Vivian con ellos, pero llevaban tiempo saliendo con ellos. Pero se las veía muy libres. La más cortada era Eva, pero yo con disimulo la tocaba por debajo de la mesa, cada vez que podía.

            Cuando terminamos de tomar algo, dije de ir a tomar algo por ahí. Cada una decía un sitio, no se ponían de acuerdo, así que dije yo que podíamos ir a mi casa. Eva dijo que por ella no había problema y al final ellas también aceptaron.

            Una vez en mi casa, estuvieron bebiendo unos cubatas, como yo no bebía ellas decían que quería emborracharlas, para aprovecharme de ellas y se reían.

            Ninguna estaba borracha ni mucho menos, pero Marta tenía la lengua más suelta que las demás. Decía…

MARTA-que eso le recordaba a cuando tenía 14 años,

EVA- ¿Y eso, por qué?

MARTA-Porque cuando se reunían, como ahora, con la pandilla que tenía, jugaban a la botella, a la cerilla… que le traía buenos recuerdos.

YO-Si quieres podemos jugar, así recordamos todos viejos tiempos. (Yo lo dije, como si fuera una cosa normal)

PAQUI-Joder, que listo el tío, jajaja. Que yo tengo novio.

EVA-Y yo marido. Pero por mi…

MARTA-A mí tampoco me importaría, pero con una condición.

YO- ¿Cuál?

MARTA-Que mientras jugamos me pueda fumar un porrete.

PAQUI-Como sois, yo no me voy a quedar mirando, pero tenemos que poner límites.

EVA-Estoy con Paqui, que cada cual ponga los límites que considere oportunos. (me guiño un ojo)

YO-estoy de acuerdo con todo.

            Marta abrió su bolso y se puso a preparar un porro, bueno más que un porrete como decía ella, parecía una trompeta. Le dio una buena calada y se lo paso a Paqui, que hizo lo mismo, luego se lo pasaron a Eva, que dudo y luego dijo… “¿Por qué no? Yo pase completamente.

            En vez de hacerlo con una botella, saque una baraja de cartas y lo haríamos a la carta más baja, era la que carta que perdería. La cosa estaba ya bastante animada y las lenguas más.

            La primera en perder fue Eva, se quitó el suéter que llevaba y se quedó en sujetador de color blanco. Daban ganas de tirase a por esas tetas. Como estaba frente a mí, no podía quitar los ojos. A mis lados tenía a cada una de las jóvenes. Luego salieron dos cartas iguales, perdiendo nuevamente Eva y Paqui. Eva se quitó los pantalones y cuando se quedó solo con el tanga y el sujetador. Paqui que todavía no se había quitado nada dijo… “Como engañas Eva, menudo cuerpazo que tienes, joder con la tía” y Marta solo dijo… “Ya te digo, menudo pivón”

            Paqui se quitó la blusa que llevaba y no me había equivocado unas tetas estupendas, las tenía medio fuera. Ese sujetador no era suficiente. Lo hizo con toda naturalidad y no se cortó. Los únicos que hasta el momento no habíamos perdido éramos Marta y yo, ella seguía fumando.

            La siguiente perdí yo, me quité la camisa que llevaba y Marta mirándome dijo… “Menudos pectorales, tiene más tetas que yo y vaya tableta… Uuuuffff” el porro le soltaba más la lengua.

            Volvió a perder Paqui, se quitó la falda, llevaba unas braguitas de distinto color que el sujetador, pero tenía buen culo. La siguiente carta perdió Eva, que sin inmutarse se quitó el sujetador, quedando sus tetas al aire, me imagino que, debido a la gimnasia, se mantenían bastante firmes, con una pequeña caída que las hacían más bonitas.

            Marta cuando las vio, movió la cabeza, como admirándolas. Al fin perdió una Marta, que se quitó la parte de arriba y se quedó directamente en tetas, no llevaba sujetador. Eran unas tetas pequeñas, resaltaban mucho sus pezones, que eran de buen tamaño.

            Perdió Paqui y se quitó el sujetador, saliendo los dos globos que tenía. Las tenía más caídas que Eva, pero más grandes y debían de estar deliciosas.

            Ahora me toco a mi quitarme otra prenda, lógicamente le toco a los pantalones. Cuando lo hice me quedé en boxers blancos, pero se notaba mi erección, todas se quedaron mirando, Eva con cara de pillarla y las otras dos se miraban entre ellas y se sonreían.

            Perdió Marta y se quitó los pantalones, mi sorpresa que no llevaba tampoco ropa interior debajo. Quedándose totalmente desnuda, con un pubis muy arreglado, totalmente depilado a excepción de un pequeño triangulito de vello, en la parte superior de su pubis. Sin llegar a sus labios vaginales. Verla así me puso más excitado.

            Al quedarse marta completamente desnuda, Paqui dijo que, si ya se acaba el juego, yo me adelante a ninguna respuesta y dije… “También podemos seguir y el que no tenga prendas, que haga algo que digamos” Eva estuvo de acuerdo conmigo, pero Paqui ponía pegas y decía que cosas suaves.

            Cuando me di cuenta Marta estaba liando otro porrete, decía que, entre tres, era poco uno solo. Las tres seguían fumándolo, la que más lo aprovechaba Marta. Ahora perdimos Eva y yo, ella se levantó y yo también, los dos nos mirábamos y nos quitamos la última prenda a la vez, ella iba depilada totalmente. Ellas se quedaron mirando mi pollón todo tieso. Marta que estaba contentilla pregunto… “¿Todo eso es tuyo o es postizo? Jajaja”, esta vez Paqui no dijo nada, pero la miro durante bastante tiempo y de vez en cuando se le escapaba una miradita.

            La única que quedaba con una prenda era Paqui. La siguiente perdió marta y lo más fácil, dar un beso a los demás. A Eva le dio un piquito en los labios. A mí una más intenso, pero corto y a Paqui un morreo bien dado.

            Perdió Paqui y se quitó la última prenda, lo tenía también todo depilado. Perdí yo y me mandaron un beso también. Empecé por mi derecha que era Paqui, le di un buen beso en la boca, ella se dejó. Luego a Eva, que nos lo dimos con muchas ganas. La ultima Marta, que cuando la estaba besando, no se cortó y me toco la polla un momento.

            La siguiente carta antes de sacarla, propuse que un beso donde quisiese el que perdiera. Nadie dijo que no, por lo que entendí que se aceptaba, yo estaba loco por perder. Pero perdió Marta, tampoco estaba mal con lo lanzada que estaba. Se vino para mí y no se lo pensó, se agacho me dio un beso en el capullo, pero cuando se iba a retirar se lo metió en la boca y mirándonos a todos dijo… “Ha sido un beso con lengua” nos reímos todos. Luego fue a Eva y se deleitó con uno de sus pezones, estuvo un buen rato, la cara de Eva era de gusto. Pero cuando llego a Paqui, la empujo y cenado se quedó recostada, metió su cabeza entra las piernas y la lamio un ratito.

            Eso estaba ya más que decidido, la que todo el tiempo estuvo poniendo pegas, ya no decía nada. La siguiente la perdí yo y era la misma prenda que tuvo que hacer Marta, como quería saber hasta dónde llegaba, la dije que viniese sin moverme yo, que la quería dar un buen morreo, ella se acercó y mientras me morreaba se fue colocando sobre mí, hasta que contacto con mi polla, que se movió hasta que quedo en la entrada de su coño, ahora besándome con más intensidad se fue sentando sobre ella.

            Estábamos completamente abrazados besándonos y ella moviéndose de arriba abajo. Con muchas ganas. A Eva no la podía ver bien lo que hacía, pero Paqui se estaba haciendo una paja de campeonato mirándonos. Quise cambiar de postura, ponerla a cuatro, cuando lo hice vi que tanto Eva como Paqui se estaban dando un buen festín. Cogí a Marta y nos fuimos para mi cama. La follaba con ganas, cuando llegaron Eva y Paqui. Esta última venia como congestionada y dijo… “Marta vámonos, que esto se ha ido de madre y luego nos arrepentiremos” Marta prácticamente no la hizo ni caso, pero ante la insistencia de Paqui la contesto de una manera un poco airada… “Mira estoy ahora mismo en la gloria, mañana será otro día y, además, es como cuando nos enrollamos entre nosotras, lo único que, con un buen pollón, vete si quieres, pero no me jodas”

            Seguimos a lo nuestro y nos miró, cuando vio a Eva mirándonos con cara de deseo la dijo…” Y tú, ven que lo que te voy a hacer, nadie te lo hará igual” Eva se acercó y la atraje para mi dándonos un beso profundo, sin dejar de follar a Marta. Aproveche para darla algún azote, que sonaron fuertes, Marta al verlo dijo… “Con lo sería que parecía y menuda zorra” Luego la dije que se tumbara y Marta se fue directa a comerla el coño.

            Cuando estábamos totalmente enfrascados, oí un gemido, pero no era ni de Marta ni de Eva, era de Paqui que yo creía que se había ido y estaba junto al marco de la puerta tocándose. Extendí un brazo, haciéndola una seña para que se acercara. Lo hizo lentamente hasta que llego a mí. Nos empezamos a besar y yo la tocaba su coñito, que estaba muy mojado. Ella de pie se movía al sentir mi caricia. Por lo que se ve ya se le había pasado todo.

            Mientras metía mano a Paqui, oí como se corría de una manera tremenda Eva. Y a continuación fue Marta, que no se si por los efectos del porro o porque, su corrida fue anormalmente larga. Dejándose caer en la cama de golpe, como si hubiera corrido un maratón. Cogí suavemente a Paqui por la cabeza y la dirigí a mi polla, ella no se lo pensó y me la empezó a comer.

            En ese momento Eva se levantó diciéndome que no se podía quedar más tiempo, que tenía que estar en su casa ya, sin falta. Me beso y se vistió muy rápidamente, la acompañe a la puerta y antes de irse me dijo que no tardara tanto en volver a verla.

            Cuando regrese a la habitación Paqui y Marta estaban haciendo un 69, como Paqui estaba arriba, no lo dude y me acerqué metiéndosela, que manera de gemir mientras la notaba. Decía de todo menos protestar. Estuvimos follando como posesos hasta que casi amaneció, eso sí, ninguna me dejo probar de sus culitos, pero otro día se intentaría. Nos quedamos adormilados y yo cuando me desperté del todo, ya bien entrado el día, me encontré solo, ya se habían ido, si se despidieron de mi ni me enteré.

            Ese sábado bajé tarde a la calle, eran más de las doce del mediodía, fui a comprar algunas cosas y también algo de bebida por si tenía alguna visita. Estando en la calle recibí una llamada del marido de Eugenia, no sabía si atender la llamada o no, pero contesté.

-Buenos días, Carlos. ¿Te acuerdas que me dijiste que me solucionarías el problema del ADSL (entonces la fibra óptica no había) para poder usarlo en varios ordenadores?          

-Ah, sí. Ya lo recuerdo. (Era cierto en la cena que fui a su casa, salió una conversación sobre eso y yo me ofrecí)

-Pues las cosas que me dijiste que me hacían falta, ya las compre, solo queda que cundo puedas… me lo hagas.

-Mira me has pillado ahora en mal momento, te llamo en un rato. Pero mira pensándolo bien, a qué hora te viene bien.

-Por mí ya, estoy solo, así que si te viene bien…

-Pues en un rato estoy allí.

            Me quede más tranquilo, estaba visto que Eugenia no conto nada. Acepté además de por haberme comprometido en su día, para poder ver a Eugenia, en el caso de que coincidiéramos.

            Dejé lo que tenía que comprar para más tarde y me fui directo para la casa de Eugenia. Cuando llegue estaba el solo. Nos entretuvimos poco en el saludo y fuimos al grano. Él se quedó charlando conmigo, la conversación derivo en temas de electrónica. Pero cuando se acabó el tema el con mucho tacto…

-Oye, Carlos, cuando ves a Eugenia en las reuniones, no la notas como preocupada, como si estuviera con la mente en otro sitio.

-Pues no sabría que decirte, porque prácticamente no voy a ninguna reunión, menos a una he faltado a todas las demás.

- ¿Y eso? Eugenia no me comento nada (Me pregunto con extrañeza)

-Por los estudios. Por los trabajitos que hago para sacarme algún dinero, el deporte, es que al final me faltan horas en el día. Y además Pablo, contigo puedo ser sincero. Si quitamos al hombre mayor y al párroco, soy el único tío, todo lo demás mujeres y mayores que yo.

-Jajaja, en eso tienes razón, pero hay alguna que están de buen ver.

-Hombre, en eso no opino.

-No me digas que Eugenia, no está de buen ver.

-Que quieres que te diga. Me metes en un compromiso.

-Di lo que opines que yo no me voy a enfadar ni se lo voy a contar.

-Pues la manera de vestir, no sé si me explico, es de mujer… muy mayor. No se puede decir ni si tiene buen o mal tipo, porque no se distingue. Y del peinado, siempre con el moño.

-Si eso se lo digo yo siempre. Que se vista de otra manera y que cambie de peluquería. Pero está muy bien

-Yo eso no te lo discuto, tú sabrás.

            Se oyó abrir la puerta y el correr de los hijos, saludaron a su padre y luego a mí con bastante corte, típico de los críos. Pero cuando llego Eugenia, en su cara se reflejó la sorpresa de verme allí, pero con bastante aplomo me saludo como si no pasara nada, controlando la situación. Para después decirles a los niños que no molestasen y se fueron a otro lado.

            No me demore más en hacer las cosas, por la cara de Eugenia vi que no le hacía gracia que estuviese allí. Una vez que terminé, se lo dije a Pablo, lo probamos todo y como estaba perfecto, le dije que me iba ya. Él me dijo que, de eso nada, que ya era prácticamente la hora de comer, que me quedase. Yo dije que imposible. Eugenia miraba sin decir nada y entonces él le dijo en plan de broma… “Mira que no se quiere quedar porque no se fía de tu cocina, jajaja” le acompañamos de manera forzada en sus risas y ella lo único que dijo fue… “No le comprometas, que lo mismo ha quedado y le lastimados el plan” estaba todo muy claro, más que el caldo de un asilo.

            Por la tarde recibí una llamada, era un numero oculto, pero era Eugenia…

-Podías haberme avisado de que vendrías.

-Mira, primero fue una sorpresa para mí, que tu marido me dijese que fuese y segundo, difícilmente podía avisarte si has cambiado de número de móvil.

-Es que lo hice precisamente para que no tuvieras ninguna tentación de llamarme.

-Mas no puedo hacer. Me he quitado el compromiso que tenía con tu marido, así que no te preocupes que no hay motivo para que vuelva por tu casa y ya no voy a las reuniones, precisamente para que te sientas más relajada y cómoda. Lo que no voy a hacer es irme de la ciudad. Pero como que las cosas están perfectamente claras, es una tontería y no es necesario seguir con esta conversación, así que si me disculpas ni te hago perder el tiempo ni tampoco lo pierdo yo. Y como sé que ya no queda nada más por decir, hasta otro momento y que todo te vaya bien. Ciao.

            No quise hablar más y colgué, me estaba sentando mal tanta tontería. Pero rápidamente me puse a pensar en otras cosas, aunque sé que el verla me hizo recordar, pero estaba claro “Si uno no quiere, dos no se pelean”

            Decidí ir otra vez al bingo esa noche, lo había pasado bien la noche anterior y… ¿Por qué no repetir?

            Cuando llegué me fui a donde me solía sentar yo. Nada más entrar vi a Marta, que me lanzo una enorme sonrisa, eso pintaba bien. Pero la actitud de Paqui fue distinta cuando me vio sentarme. Como estaba bastante lleno, me senté en una mesa que había tres hombres y una mujer.

            Marta sonreía más. Tendría que ser discreto, pero tenía que saber si les apetecía otra vez quedar esta noche. Cuando vino a vender los cartones, quise preguntarla una cosa, pero ella tranquilamente me dijo… “Acabo de vender los cartones y vengo, un segundo”

            Efectivamente cuando lo hizo, se acercó y la pregunte por Eva. Me contesto que libraba. Ella antes de que pudiera decir nada o sobre todo meter la pata, dijo… “Mirar es familia de Eva, esta es mi hermana y mi cuñado, mi novio y el novio de Paqui, de la pelirroja” Lo entendí perfectamente, esa noche no había nada que hacer. Haría un rato el paripé y me marcharía.

            Vi como hablaban Marta y Paqui, la tranquilidad de esta última fue notable. Se pusieron a hablar conmigo los de la mesa. Me entere de que los dos novios eran primos y trabajaban de vigilantes jurados. Que esa noche trabajaban, cosa que me gusto, porque volvía a mis planes originales, con la única variedad de que Eva no estaba.

            Tenía claro, sobre todo por la sonrisa de Marta que había muchísimas posibilidades, lo de Paqui y así en frio, era otro cantar. Los novios se fueron, quedándome con la hermana y el cuñado de Marta. La hermana también estaba muy bien, eran prácticamente iguales, se diferenciaban en poco, la hermana un par de años más, pero iguales.

            Una vez terminada una de las partidas, me quedé un cartón usado y por detrás puse… “¿OS APETECE OTRA COPA EN MI CASA?”. El cartón no lo solté hasta que ella no llego a la mesa. Fue muy lista, no hizo falta insinuarla nada, cogió todos los cartones y el escrito, lo metió en otra parte de la bolsa que llevan en la cintura.

            Mientras se inició la partida, vi como la leía y se sonreía, me dije, buena señal. Vi que escribía algo. A la siguiente ronda cuando paso yo estaba expectante pero no dejo nada. Cuando termino de vender cartones, se puso junto a su hermana y dejo caer un cartón en la silla libre que había a mi lado. Yo lo cogí con disimulo, leyéndolo de la misma manera. Decía… “POR MI SI Y SALGO A LA MISMA HORA, NOS VEMOS EN EL VIPS”

            Bueno no eran las dos, pero por lo menos venia una. Durante todo el tiempo vi que hablaban entre las dos amigas, pero estaba claro, que Paqui no estaba dispuesta.

            Antes de las doce, me despedí de la hermana y del cuñado y me marché. Me fui tranquilamente hacia el VIPS, para encontrar aparcamiento. Ya dentro me senté a esperar a Marta. Tardaba más de lo necesario, pero al final apareció. Se disculpó porque su hermana la entretuvo y Paqui que la estuvo dando la vara.

            Estábamos tomando algo, cuando me dice… “Lo sabía, si es que es muy puta”, yo me quede a cuadros, no sabía de qué iba, mire hacia donde ella miraba y era Paqui. Venia toda cortada, se sentó y no dijo nada más. Cuando se sentó marta la dijo… “Que, te pica el coñito y quieres aliviarte, ¿Verdad?” Paqui no decía nada solo miraba bajo. Estaba claro que la amiga la dominaba como quería. Hasta el punto, que disimuladamente le metió mano por debajo de la mesa y me dijo… “Como esta de mojada la guarra, mira” sacando dos dedos brillantes y se los chupo.

No perdimos más el tiempo y nos fuimos a buscar mi coche para ir a mi casa. Marta se montó detrás e hizo a Paqui montarse detrás también. Una vez que puse el coche en marcha, Marta se ladeo y abrió las piernas, diciéndole a su a miga que esperaba. Ella estiro la mano y solo se oía a Marta decir que así, que no parase.

Llegamos y nos subimos a mi casa, Marta nada más llegar se desnudó, dejando tirada toda la ropa por el suelo, esta vez Marta no me pidió permiso se lio un porro y se lo fumaba, mientras le decía a Paqui que seguía vestida que le comiera el coño.

Y así fue, se agacho y metió la cabeza entre las piernas de su amiga. Mientras ella seguía fumando y gimiendo. Le decía a Paqui auténticas guarradas y que esta noche la íbamos a romper el culo de puta que tenía. Daba gusto verlas. Me acerque a Marta y se puso a comerme la polla, le gustaba hacerlo.

Quito a su amiga y se sentó encima de mi polla, cabalgaba como nadie, no sé si era por el porro o porque, pero lo hacía fabulosamente bien. Le dijo a Paqui que se desnudara y que el comiese los pezones. Paqui obedeció y lo hizo, de vez en cuando la quitaba de comerla los pezones, para darle un beso en la boca y hacer que luego me besara a mí.

Una vez que se corrió Marta dijo, ahora viene lo bueno, vámonos a la cama. Preguntándome si tenía algún aceite, crema suavizante… le dije que sí, que tenía lubricante. Se lo di y empezó a lubricar el culito de su amiga, que en un principio protesto, pero Marta sin yo esperarlo la agarró de los pelos y tiro bruscamente de ella, lo que hizo que se callara y se dejase.

Una vez que la piso medio tubo. Se tumbó e hizo que Paqui se tumbara encima de ella, en la posición del 69. Las deje, cuando vi que Paqui movía el culo mucho, que estaba ya bien caliente, me acerque y empecé a metérsela, ella protestaba un poco, pero Marta la tenía bien enganchada para que no se moviera.

Fui haciéndolo suave, como sabía que se debía de hacer las primeras veces. Hasta que la tuve toda dentro. Fue fácil, también porque Marta no paraba e comerla el clítoris y el coño, lo que hacía que ella estuviera más preparada. Se corrieron las dos más o menos a la vez. Se la saque a Paqui que se quedó extrañada. De golpe le di la vuelta a Marta, quedando boca abajo y la dije que ahora le tocaba su culito. Ella se movió, pataleo, hasta que noto que mi capullo entro, lo que es la puntita. Se quedó quieta, para que no se metiese más, mi polla esta lubricada pero no tanto como lo estuvo Paqui.

         La seguí metiendo y ella me maldecía, Paqui miraba con una pequeña sonrisa, pero se acercó a ella, metió la mano por debajo y la empezó a hacer una paja, a la vez que la besaba, eso la tranquilizo un poco, lo que facilito que yo siguiera metiéndola. Luego ella se empezó a mover tímidamente, hasta que alcanzamos un buen movimiento los dos. Se levantó un poco e hizo a Paqui cómela el coño.

         Yo la llene el culo de leche, pero no pare hasta que oí como se corría. Se la quise sacar y me dijo que no, que la dejase así un rato. Quedándonos tumbados al estilo cucharilla. Estas dos preciosidades tenían mucho que dar, disfrutar y hacerme disfrutar.

Mas de CARTUZ

Vacaciones espirituales.

Reencuentro con una bella madura.

S.O.S. Ailen mujer “PELIGROSA”

Morbo, osadía y atrevimiento, 3 hermosas palabras

Baile seductor y morboso.

Seducido y “vencido”

Noche de bodas y… algo más.

Milena la seductora.

Maduras casadas, decididas y sin complejos.

Vecinos amables y cariñosos.

Terremoto sexual en familia.

Uniendo a una familia.

Madre e hijas una relación con mucho “futuro”

La pasional Aleska

Giordana cada día más VICIOSA

Sexo, lujuria, sensualidad

Viaje corto, pero placentero.

Viaje de trabajo, trabajo idílico.

Descubriendo más... de la ardiente Giordana

Creando un cornudo

La morena ORSOLYA

“superviviendo”

La torre de babel

Fin de semana “entretenido”

Mexico lindo y querido

1 de enero

Imprevisible Fin de Año

Conociendo a Larisa.

En tierra extraña.

Esposa, madre y… MUY CARNAL.

La venganza se toma en plato… CALIENTE

Una relación con mucho futuro.

Un nuevo mundo para Noemí.

Toda una señora, la DAMA DE PICAS

De tímida y vergonzosa a toda una LUJURIOSA.

Saber esperar

Milada y Dolors, el día y la noche.

Una relación inesperada, pero gratificante.

Inicio de nuevas “amistades” y que… “amistades”

Nueva vida en Barcelona

Una gran despedida sexual y sensual.

La “NECESIDAD” rompe promesas

Despues de una larga ABSTINENCIA...

APASIONANTE madura

Madura LUJURIOSA y… DOMINADA

Madura LUJURIOSA, pero reacia

Cancún ( IV y último )

Cancún ( III )

Cancún ( ii )

Cancún ( i )

Algo inesperado, satisfactorio, pero con dudas.

Una “FIESTA” de cumpleaños, distinta

Adentrándome en una experiencia diferente.

Sin planearlo y sin esperarlo

Madura PASIONAL

La caliente y fogosa Carmela

La lianta de mi tia LUCIA

Noche inesperada y lujuriosa

La realidad supera la ficción.

Madura, casada y con muchas ganas

¿Es bueno mezclar trabajo y sexo?

Cena con “sorpresa” inesperada.

Montse y Marialis en la playa nudista

Reencuentro morboso y excitante con Montse

Maduras “PELIGROSAS” e infieles (I)

Maduras “PELIGROSAS” e infieles (II)

Montse cada vez más EXCITANTE

Iniciando a Montse

Noche complicada... pero muy ardiente

Noche de una grata sorpresa

Eugenia cada día más morbosa.

Buen inicio de vacaciones...

No hay nada como un día de cine

Cumpleaños FELIZ... (II y final)

Cumpleaños FELIZ... (I)

Año nuevo 1999

El beso de Singapur.

Dos SUPERMADURAS excepcionales.

Un bautizo muy “caliente” excitante y entretenido.

Por fin... La verdadera Eugenia

El DESEO por una madura IMPONENTE (II)

El DESEO por una madura IMPONENTE (I)

A la conquista de una madura inalcanzable (II)

A la conquista de una madura inalcanzable (i)

Acoso y derribo de una MADURA CALIENTE (2)

acoso y derribo de una madura caliente

Fiestas de barrio (2)

Fiestas de barrio

Las maduras son mi debilidad

Una prima feliz y una amiga deseada.

Mi prima cada vez mas caliente

Contra mas prima, mas se le arrima...

Trabajo veraniego en las islas afortunadas - II

Trabajo veraniego en las islas afortunadas - I

Camping con sorpresa

Una madura saca la fiera que lleva dentro

1997 se va, llega 1998, FIN DE AÑO espectacular

Nunca hay que darse por vencido

NOCHEBUENA con una madre y una tia.

Con mi tia, seduciendo a madura muy conservadora.

El despertar de una madura reprimida

Carmen una madura con dudas

Las SORPRESAS de una madura mal atendida.

MADRES olvidadas, madres NECESITADAS.

La “EXPLOSION” de una madre muy necesitada

Cuando una MADRE pasa a ser una MADURA MORBOSA

Por fin madre e hija, ¿Quién ES MÁS…?

Madre e hija...

La hija mas cachonda que la madre.

Buena esposa, mejor madre pero… EXCELENTE vecina

Estrenando casa y cama

Últimos días en casa de la tía Lucia (2)

Últimos días en casa de la tía Lucia

La tia lucia y sus amigas, cada cual mas...

Mi tia Lucia. Madura complaciente. (3)

Mi tia Lucia. Madura complaciente. (2)

Mi tia Lucia. Madura complaciente.

No hay nada como una madura insatisfecha como Tere

Esther una madura aún más necesitada.

Primera vez con Sofí, pero no la última.

Continua el sorpresón con Maite - 2

Continua el sorpresón con maite

Sorpreson mas que agradable

Esther una madura necesitada

Primera vez en todo