Después del encuentro corto pero intenso con mi prima, he de decir que no es que tuviera remordimientos, pero si me dio un poco de mal rollo por su marido Hugo. No era mal tipo, únicamente que actuaba como si tuviera 30 años más, es de los que yo digo jóvenes-viejos. Pero buena persona, eso era lo que me daba rabia.

Por lo que decidí no buscar más encuentros con mi prima, pero si me buscaba me encontraría, eso sí. El lunes y el martes pasaron como si no hubiera sucedido nada y de lo más normal. Esos días ella quedo con las chicas que le presente. El miércoles, según llegaba Hugo yo me iba, había quedado con un grupo de amigos de un club de montañismo, para ir a una montaña cercana.

Llegue reventado de cansancio pasada las seis de la tarde, me di una buena ducha y me hice una merienda cena. Charle un poco con Inés y con Hugo, para al ratito irme a dormir, que la verdad que estaba muy cansado.

No sé el tiempo que había pasado, estaba en un sueño profundo, pero siento algo o a alguien en mi cuerpo desnudo, me cuesta mucho pero entre abro los ojos, noto una luz muy tenue, no veo bien, pero me despejo un poco más y veo a mi prima totalmente desnuda, está a horcajadas sobre mí, con un movimiento muy suave, esta sobre mi polla desnuda.

Ella me ve abrir los ojos del todo, veo algo puesto en la lámpara de noche, por eso lo de la luz tenue y cuando voy a hablar, me lo impide ella diciéndome…

-Primito… estoy muy caliente, tengo unas ganas locas de hacer el amor. (Ahora la corte yo)

-Si quieres hacer el amor, busca a tu marido, conmigo no lo harás. Ahora si lo que quieres es follar… eso es otra cosa.

-Eres muy malo primito, no me has buscado, pero como tú quieras, tengo muchas ganas de follar, de follar mucho, pero no me apetece nada más que contigo, con esa polla grandota que tienes.

Su mirada era de deseo puro, estaba claro que no mentía. Restregándose más sobre mi polla, que también empezó a despertarse y ella según la notaba, me miraba con cara de excitación, la misma cara que se me ponía a mí.

Yo la acariciaba por todos los sitios, la dejaba hacer a ella, me encantaba ver como se iba soltando, como se iba lanzando, como le cambiaba el lenguaje. Todo eso hacía que cada vez estuviera yo más excitado.

-¿No tienes remordimientos por traicionar a mi marido y por hacer que yo le traicione también? (Lo decía con voz provocativa)

-Pues no. Debe ser nuestros genes. Tu tan puta y yo tan cabrón.

-No me gusta que me digas puta. (Se notaba que le había gustado)

Mientras mi polla estaba palpitando entre sus piernas, ella seguro que lo notaba, igual que yo notaba como mi polla se mojaba cada vez más con sus líquidos. Ella se retiró un poco, liberando mi polla, que salto como un muelle, ella la miro y la acariciaba con las dos manos, solo decía que era maravillosa, su tesoro.

Se agacho un poco y se acercó, besándome apasionadamente. Estando en pleno beso, entrelazando nuestras leguas, note como con una mano agarraba mi polla sujetándola, mientras se sentaba poco a poco, metiéndosela, según entraba ella me mordía la lengua los labios, succionando en un momento mi legua, que parecía que me la quería arrancar.

Una vez bien ensartada, se levantó y con un movimiento suave, ella era la que me follaba, al ritmo que ella quería. Quite la tela que había en la lámpara de noche para verla mejor, era una imagen caliente, morbosa… soberbia. Era como una perra en celo. Pocas imágenes tan calientes había visto en una mujer.

Yo la hablaba pero ella estaba con los ojos cerrados, como si estuviera en otro mundo, no me contestaba. Emitía pequeños y contenidos grititos, jadeos y suspiros. Me incorpore un poco para llegar a sus pezones, para poder lamerlos y mordisquearlos, cuando llegue y empecé, sus sonidos se hicieron más fuertes, más perceptibles.

En un momento dado parecía que la dolía o molestaba un poco, así que cambiamos de posición, ella quería volver al salón, yo la dije que no que se pusiera a cuatro, que así le gustaría. Se puso así y yo empecé a follarla en esa posición, pero tampoco se encontraba bien del todo. Así que me levante y la hice apoyarse en el mueble, así se vería en el espejo. Empezamos a hacerlo nuevamente y esta vez se encontraba muy bien, al no estar tan agachada.

Mientras la follaba en esa posición, me moje bien un dedo y empecé a follarme ese culito tan sonrosado. Ella esta vez no dijo nada y vi la cara de agrado al notarlo. La empecé a decir lo cachondo que me tenía, lo bien que follaba, que me encantaba que fuera tan puta… que la fallaría a todas horas… ella se movía cada vez mas según me oía.

De pronto hice como si se me hubiera salido la polla, se notaba que estaba cerquita ya, ella solo dijo… ¡MIERDA!... Métela rápido.

Ella estaba necesitada de tenerla dentro otra vez, la apunté directo al culo, pero ella cuando se dio cuenta, además de protestar. Movió su estupendo culazo, para que mi polla se fuese a donde ella quería y no a su culo. Incluso hizo ademan de quitarse, pero no la deje. Cuando menos se lo espero la cabezota de mi polla, se encajó perfectamente en su culo. Ella se quedó totalmente quieta y me dijo que era un CABRON, que la sacase de allí. Estaba enfadada o era muy buena actriz.

Pero no la saque, me agache llevando un dedo a su clítoris, acariciándoselo mientras seguía protestando, poco a poco y con movimientos muy suaves, seguía con mi polla en su culito. Cada vez protestaba menos, se la tenía metida como tres dedos cuando se corrió, culeando ella un poco y le dolió, me dijo que se la sacara, pero seguí un poco más hasta que me corrí dentro de su culo.

Cuando volvimos a la cama ella quedo tendida, agotada. Luego me dijo que no había estado bien lo que le hice, pero que reconoce que fue mejor de lo que pensaba, pero que la tenía que haber pedido permiso antes y que por lo menos hubiera utilizado vaselina o algo similar.

Fui riéndome al servicio y me lavé un poco, cuando llegue a la habitación ella estaba dormida y me fije en el reloj que eran las 4 y 10 de la madrugada. Me acosté junto a ella y me puse una alarma a las seis de la mañana. Cuando sonó, la trate de despertar para que se fuese a su cama antes de que llegara Hugo, pero fue misión imposible. La cogí en brazos y la lleve a su cama, poniéndola como pude uno de sus camisones.

Medio dormido oí como abrían la puerta de casa, era Hugo, lo oí trastear en la cocina y luego como se encaminaba a su habitación. Cuando de pronto oigo un chillido de mi prima. Que con voz de asustada pregunta a Hugo que donde estaba, este le contesta que donde va a estar en su cama, diciéndola que se vuelva a dormir que ha tenido una pesadilla.

Yo me levante y me fui al gym, estuve bastante tiempo, más de lo normal, la verdad que se estaba bien, había poca gente, se estaba fresquito, buen música. Estuve hablando con J. Luis un deportista nato. Lo conocí a la vez que a Cesar, jugando a futbol, la diferencia que con Cesar congenie a la primera y nos hicimos inseparables, pero con J. Luis la relación era buena pero no tan estrecha.

Se me paso el tiempo rápido y me fui para casa. Cuando llegue estaba mi prima preparando la comida, la salud y ella me dijo que me duchara rápido que la comida ya estaba. En eso vi que Hugo estaba ya levantado. Lo cierto que cocinaba bien, hizo una comida típica de verano, que estaba para chuparse los dedos.

Mientras comíamos me entere que Hugo hasta el lunes no trabajaba, por unos problemas, que la verdad no me entere muy bien. Me sentí un poco triste porque esa noche pensaba follarme el culito de mi prima sin miramientos. Luego, me entere por Inés que había quedado con las otras mujeres para tomar algo por la noche, para así planear entre todos, un día de playa o algo divertido.

No me hizo mucha gracia, esa era la verdad, sabiendo que seguro que estaba Marga por medio. No quise preguntar para que no se me notara nada, así que dije que era buena idea tomar algo esa noche con el fresquito, pero que lo de la playa lo veía mucho más difícil, porque las playas normales están llenas de gente por ser las fechas que son, que si fuera una nudista… lo mismo sí.

Llegada la noche y después de cenar, nos fuimos al encuentro del resto de la gente. Llegamos al lugar y había más gente de la esperada, Martin y Celia, Alberto y Laura, Sebas y Ana, estas parejas eran desconocidas para mí hasta que me las presentaron en ese momento. Luego estaban Raúl  que tenía pareja que era azafata, pero esa noche venia solo porque ella estaba volando. Luego estaban Raquel, Cristina que junto conmigo no teníamos pareja. Por ultimo las parejas conocidas por mí, Adela y Kiko, Jaume y Olga, Marga y Cesar, mi prima y Hugo.

Los mayores eran Hugo y mi prima, el resto estaban cerca debían de tener 25 casi todos y el más pequeño yo, aunque aparentaba más. Una vez que todos fuimos presentados, nos sentamos y la verdad que me sentí muy cómodo, estábamos todos muy entretenidos y la noche estaba graciosa.

Reconozco que todas las mujeres estaban muy bien, aunque destacaba como no podía ser de otra manera Marga. Que para evitar mosqueos con Cesar ahora que lo sabía, la evitaba en todo momento para que el no pudiera llegar a mosquearse.

En un momento dado todos querían ir a un sitio más entretenido, con más vida. Kiko dijo de ir a su local y los que lo conocían decían que muy bueno. Me explicaron que tenía un disco pub muy chulo. Pues todos hacia el local, que como estaba cerca no había que coger coche.

Una vez iniciamos el camino, no sé cómo sucedió, pero Marga se quedó rezagada, cosa que yo no me di cuenta. Yo iba hablando con Hugo y por delante iban casi todos incluido Cesar. De pronto alguien me coge por el brazo, era Marga que dice…

-Hugo, déjame un ratito a tu primo que quiero consultarle una cosa, gracias. (No dio opción a más y Hugo se adelantó dejándonos solos)

-Cuéntame que quieres consultarme.

-No tengo nada que consultar, solo quiero decirte unas cosas.

-Pues tú dirás.

-Ya sé que no te caigo bien, no es el motivo y como tengo la conciencia tranquila… tú sabrás. Pero Cesar esta jodido por el distanciamiento y como yo sé que es porque me odias, no me aguantas o yo que sé, lo único que quisiera pedirte es que trata de ser como eras con él.

-Ni me caes mal, si te aguanto y mucho menos te odio. Que pienses eso me duele mucho y me has dejado cao. Porque es todo lo contrario y me caes mejor que nadie de los que estamos aquí.

-Pues entonces explícame porque no lo entiendo.

-Mujer, es simple una mala racha, simplemente eso. Difícil de explicarle a una mujer.

-Pues habla con Cesar, que seguro que se queda tranquilo.

-No te preocupes, que cuando pueda lo hare.

-Ya me he quedado más tranquila, aunque creo que no me has contado toda la verdad.

Me soltó del brazo y se acercó al resto de mujeres, yo también acelere el paso y me uní al grupo. Llegamos al local, era un edificio antiguo de tres plantas, Kiko que iba el primero pregunto al encargado del local si hoy había algún grupo, contestándole que no. Explicándonos que la última planta la reservaban para despedidas de solteras o solteros, grupos celebrando algo en particular… porque se estaba más tranquilos y nos dirigimos a esa planta.

Junto con un camarero Kiko dejo preparado todo en una barra, para que cada uno se sirviera lo que quisiera y así fuimos haciendo todos. La conversación que teníamos era amena y entretenida. A un lado tenia a Raúl y al otro a Cristina, sintonice bien con cristina, estaba a gusto.

En un momento dado y no se quien fue quien saco el tema de la playa, todos empezaron a decir que iban, hasta que mi prima dijo, bueno mi primo no. Todos empezaron a decir de todo, desde que era un aguafiestas, hasta que les chafaba. Cuando quise decir algo para tratar de salir del paso, volvió a hablar mi prima diciendo que si fuera una playa nudista si iba.

Se produjo un silencio sepulcral en ese momento. Hasta que  Martin y Celia, Alberto y Laura,  Adela y Kiko, rompieron el silencio diciendo que ellos iban de vez en cuando. Cristina dijo que a ella no le importaría ir.

Ahora la conversación derivo a la playa nudista, preguntas, curiosidades, risas… yo me levante a por otra bebida, cuando se me acerco Kiko y me dijo que al final seguro que todos se apuntaba. Le dije que me había sorprendido lo del negocio que tenía, que siempre había creído que se dedicaba a los seguros, me dijo que tenía razón, que tenía una correduría y una inmobiliaria, pero que eran de sus padres.

Cuando regresamos al grupo todos querían ir menos Marga, Cesar, Hugo y mi prima. Kiko al enterarse de eso los llamo rajados, que quien eran los aguafiestas… Marga dijo que ella si quería pero que Hugo decía que no. Hugo alego que por el sol. A lo que Kiko dijo que con una sombrilla y protección solar se solucionaba, al final Hugo dijo que vale. Cesar antes de que Kiko le dijera nada, le dijo que quien mandaba era la “jefa”.

Fue decir esto y el resto empezó a tratar de convencerla, sobre todo las mujeres, al final accedió pero con cara mustia y poco convencida. La gente se estaba poniendo bien contenta, los únicos que no tomábamos alcohol era mi prima y yo.

Bailamos, reímos lo pasamos bien. Baile con todas las mujeres menos con Marga. Había varios bastante “perjudicados” entre ellos Hugo. Como a la mañana siguiente nos iríamos a la playa y ya era tardísimo, decidimos marcharnos, yo tranquilamente hubiera ido dando un paseo, pero decidimos ir en taxi para llevar mejor a Hugo.

Cuando estábamos esperando al taxi, en un momento dado se me acerco marga y me dijo que menos mal que le caía bien, porque has pasado de nosotros toda la noche y has bailado con todas menos conmigo. Me quede cortado y no pude decir nada, en ese momento llego el taxi y nos fuimos.

Una vez en casa ayudamos a Hugo y lo acostamos. Mi prima se metió en el baño y yo me fui a mi habitación, poniéndome cómodo, con un pijama de verano, pantalón y camiseta corta. Cuando iba para el salón abrí la puerta del baño, allí estaba mi prima completamente desnuda, dándose crema por la tripa, pechos, nalgas. Ella con gestos de nerviosismo me decía que fuera, que hacia allí.

Me señalo la puerta de la habitación que estaba abierta, aunque Hugo estuviera despierto no podía ver el baño, pero ella me empujo hasta hacerme salir del baño. Me fui al salón y al rato oí como mi prima salía del baño, metiéndose en la habitación y cerrando la puerta.

Pensé que estaba caliente, esa sensación me dio cuando bailábamos esta noche, pero… lo mismo me equivocaba, estaba tan convencido, que había cogido un aceite lubricante para hacerla bien el culito.

Se oye como abren y cierran muy lentamente una puerta, aparece mi prima con una sonrisa “maléfica” y lo único que me dice en voz baja es… está dormido como un tronco. Se sienta encima de mis piernas y nos morreamos con ansias. Estábamos los dos muy excitados, la quito, la siento y yo me agacho, aparto su pantaloncito que era holgado y como no llevaba nada debajo, me es muy fácil comer y lamer su coñito. Que fue notar mi lengua y darle como un escalofrió. Ella apretaba bien mi cabeza contra su coñito y en voz muy baja me decía las ganas que tenía, que llevaba toda la noche encendida.

Noto como está verdaderamente caliente, cuando la noto que está a punto de correrse, ella me quita mi cabeza bruscamente, me dice que no tenemos mucho tiempo y quiere que quiere tener el orgasmo conmigo dentro.

La digo que se ponga de rodillas apoyada en el respaldo del sillón, ella prefiere sentada sobre mí, pero no la doy opción. Una vez colocada juego con mi polla en la entrada de su coño, eso la desespera, da culadas para que mi polla se meta más, pero yo soy el que mando ahora.

La empiezo a follar pero tranquilamente, ahora ya está más tranquila, aprovecho para desde esa posición dejar caer por la rayita de sus nalgas aceite lubricante, que con los dedos y sin dejar de follarla, se lo meto en el culito, al rato ya entran varios dedos fácilmente, la he llenado bien de aceite.

La saco y me unto aceite a lo largo de toda mi polla, ella se gira y lo ve. Diciendo no, no y no… si quieres como estábamos y si no nada, otro día ya veremos. Como es lógico no estaba dispuesto a obedecer, la agarro bien de las caderas y agarro mi polla encarándola a la entrada de su culito, entra mejor que la otra vez.

Ella protesta, se mueve, pero la polla avanza y contra más se mueve más entra. No quiero ser brusco y ella se da cuenta, se tranquiliza y voy poco a poco. Hasta que consigo lo que quería, tenerla toda dentro. Me quedo quieto sin moverme para que se acostumbre. Ella poco a poco hace algún movimiento.

Cada vez sus movimientos llevan más ritmo, por lo que también me empiezo a mover yo. Ya cogemos el ritmo de una follada normal. Mientras lo hago, me agacho para mordisquear su hombro, lamerla y con mi mano tocarla el clítoris. Me dice que se viene, acelero todos mis movimientos y mis lamidas en su cuello, empiezo a correrme yo, me incorporo y la penetro con fuerza, unas embestidas profundas, ella se corre también.

Nos quedamos los dos sin movernos, acoplados, que sensación más buena. Poco a poco se la voy sacando hasta tenerla toda fuera. Ella se gira me besa y me dice que he sido muy bruto, sobre todo al final, que si al día siguiente no se pudiera sentar seria mi culpa. Nos damos otro beso profundo y ella se va al baño, para luego meterse en su habitación.

Estoy medio adormilado, oigo movimiento por la casa, ya se han levantado, a mí me cuesta, la verdad que seguiría durmiendo más tiempo. Entra mi prima en mi habitación, alzando la voz dice… Vamos dormilón, arriba, que llegaremos tarde.

Me levanto y ella ni corta ni perezosa, me agarra por encima del pantalón corto la polla, mirándome con ojos de traviesa. No se ha cortado nada y eso me preocupa, no nos vayan a pillar. Cuando terminamos de desayunar y de arreglarnos, que no era mucho lo que teníamos que arreglarnos, yo llevaba un pantalón corto, camiseta y unas zapatillas.

Mi idea era que Hugo llevara mi coche y yo irme en la moto, así podía irme cuando quisiese si no me encontraba a gusto. Yo dije que es que me gustaba ir en moto. Yo iba primero y ellos me seguían en el coche, llegamos a donde habíamos quedado. Estaban todos esperándonos y por lo que se ve, no iríamos a la playa que yo solía ir. Alguien dijo otra playa, que yo había oído pero no había ido nunca, era completamente nudista, no como a la que iba yo, que estaba en medio de dos playas normales.

Eligieron esa porque así decían que se quitaban a los mirones. Ya que allí tenían que estar desnudos todos. A mí me pareció bien y nos dispusimos a ir todos para allí. Poniéndose Martin el primero que conocía bien el lugar.

Una vez que llegamos, que tardamos bastante, pude observar que la playa estaba muy bien, no había construcciones cerca y estaba medio asilvestrada, con dunas, matorrales… los coches y mi moto, quedaban aparcadas apartadas de lo que era la playa. Fuimos caminando tranquilamente, cada uno con su bolsa o mochila.

Elegimos un buen sitio, nos colocamos nuestras toallas y Hugo con su sombrilla para mi prima. Los primeros en quedarnos como Dios nos trajo al mundo, fuimos los que ya habíamos estado en ese tipo de playa. Yo de reojo me fijaba en Marga, que se había quitado la ropa quedándose en un bikini fucsia eléctrico, no se perdería de vista mientras lo llevara puesto.

Estaba que quitaba el hipo, nunca la vi con tan poca ropa. Como no era cuestión de llamar la atención, me fui directo para el agua, siguiéndome Martin, Alberto y Kiko, que comentaron en el agua lo buena que estaban las mujeres y apostando para saber quién no se desnudaría.

Desde donde estábamos veíamos como había mucha indecisión, vimos que al final se desnudaron todos a excepción de Raúl, Cristina y Marga. Se fueron uniendo con nosotros algunos, al final Raúl se desnudó, viniéndose corriendo al agua, tenía media erección por eso imagino que tardo en desnudarse. Mientras Celia y Laura que estaban ya desnudas, hablaban con Marga y Cristina.

Después de bastante rato se desnudaron también, pero no se vinieron al agua, se quedaron en sus toallas tumbadas boca abajo. Poco a poco nos fuimos saliendo del agua y yendo todos a donde teníamos nuestras toallas. Todo se fue normalizando, aunque siempre se notaban miradas furtivas.

Se levantó Marga para ir al agua, fue verla de pie y esta vez quien se tuvo que poner boca abajo fui yo, se dio un pequeño baño y volvió, era una imagen perfecta y ardiente, verla venir mojada, con ese melena mojada, con esos pechos grandes como ningún otro, pero que evitaban la gravedad, con los pezones erectos mirando hacia arriba como dos misiles y esa matita de pelo, muy bien cuidado en su pubis, tuve que dejar de mirar.

Ya una vez habituados a la desnudez, o por lo menos se disimulaba muy bien, empezaron las bromas y comentarios subidos de tono. Por lo que se veía en la playa. Desde donde estábamos de entre toda la gente que había, se podían ver bien, por su cercanía, tres parejas que “tonteaban” entre ellos indistintamente y en otro lado dos hombres y una mujer en una actitud… digamos que confraternizando disimuladamente.

Según avanzaban esas personas, se oyeron comentarios desde… no tienen vergüenza hasta ya se podían cortar. Otros hacían comentarios más comprensivos hacia la libertad de esas personas, como estaba tumbado boca abajo, me limitaba a escuchar.

Cuando cambie de postura, me preguntaron a mí que pensaba de esa gente. Después de pensármelo un poco dije… cada cual es libre de hacer lo que quiera, si son pareja y ellos están de acuerdo, ¿quién soy yo para opinar?

Como era de esperar me cayeron algunas críticas, que no me moleste ni en contestar. Por no hacerlo siguieron, yo me las tomaba bien. Hasta que para tratar de zanjarlas me limite a decir que quien estuviera libre de pecado, que tirara la primera piedra.

Marga, como estaba beligerante conmigo, me pregunto si no diría eso por hacerme el moderno o simplemente por hipocresía. Pensé en no contestar y pasar del tema, pero no me quede callado. Contestándola que lo mismo tenía razón, pero… Quien de los presentes, no había tenido fantasías con otra persona distinta a su pareja, quien no había deseado a la pareja de otro en un momento dado, hoy cuando nos hemos quedado todos y todas desnudos, quien no ha pensado que bien que están o lo que haría yo con… Pues ya tienes la respuesta.

Su cara se llenó de rabia y no le salieron las palabras. Yo creí que el tema se había terminado, cuando Celia, me imagino que para salir en ayuda de Marga me dijo, quien te oiga dirá que sabes mucho del tema. Si te refieres a si he estado en esa situación, pues te diré que sí. Hasta el momento hice lo que pude y me dejaron. Además que hacer un trio, una orgia, es una manera más de conocer gente.

Kiko se empezó a reír a carcajadas y dijo… eres la caña. Ya se acabó el tema, me di cuenta que más de uno y de una se me quedaron mirando de forma escrutadora. Por lo que me fui al agua a darme un chapuzón y para estar más tranquilo, estando ya en el agua se me acerco Cesar y Kiko, este último riéndose me dijo que a más de una está a punto de darle un infarto.

Cesar me dijo que si lo que quería era quedarme con la gente lo había conseguido. Muy seriamente le conteste que lo que había dicho era totalmente cierto. Que además no era ningún delito. Cuando estaba diciendo esto apareció Marga que se pegó a Cesar. Adela también apareció y volvió el tema por parte de Marga, diciéndome que no sabe cómo se puede hacer el amor sin estar enamorada.

Le hice una pregunta retórica de cuantos años tenía, ya que parecía que tenía más que mi abuela. Esto hizo que su cara se volviera a poner de mal genio. Dije que hacer el amor era una cosa y follar otra. Que una pareja o uno individualmente tiene que tener una sexualidad responsable y acorde a su mentalidad, gustos y deseos.

Cesar no sé porque, pero imagino que por quedar bien con su pareja, dijo que él tampoco lo entendía. Sin embargo Kiko dijo que él me había entendido perfectamente, ya que ellos habían tenido… cuando recibió un codazo de Adela que hizo que se callara. Yo me sonreí Adela se puso roja como un tomate y Marga con cara de espasmo dijo… ¡ADELA, TU…!

Yo me quede en el agua mientras ellos se salían, los dos hombres por un lado y Adela con Marga por otro, que iban cuchicheando. Vi venir a mi prima, la cual venia riéndose y no me hizo falta preguntarla, ya que me dijo que buena la había armado. Me conto bastantes comentarios que había oído. Pero el que más me llamo la atención y para que mentir, más lleno mi ego, fue que las mujeres habían comentado que estaba muy bien desnudo y que estaba muy bien dotado, quien me pillara, incluida Marga.

Como comentarios más subido de tono. Mientras me decía esto, mi prima con mucho disimulo me acariciaba la polla, pasando de la caricia a una paja en toda regla. Reconozco que me ponía cachondo que fuera tan descarada y atrevida. Me daban ganas de follarla allí mismo y se lo dije, ella me miro a los ojos y me dijo que ya se le había ocurrido como. Pero no dijo nada más.

Regresamos a casa y habíamos quedado en salir por la noche, ahora era cuestión de ducharse para quitarse toda la arena y de arreglarse para la noche. Una vez que estábamos los tres en casa, Hugo dijo de ducharse el primero. Una vez se oía el agua, sin pensárselo mi prima se agacho me bajo los pantalones y me empezó a hacer una mamada gloriosa, era puro vicio, puro deseo.

Mientras la hacía me miraba a los ojos, yo lo disfrutaba pero ella más. Se dejó de oír el agua y la avise de que me corría, la avise porque no sabía si querría la corrida en su boca, pero rápido me di cuenta de que la quería toda. No me contuve más corriéndome en su boca, llenándola bien y ella tragándose todo.

La ayude a levantarse y me dijo que envidia tendría más de una se me hubieran visto, riéndose fuerte. Salió Hugo preguntando de que se reía y ella dijo que de mis tonterías. Cuando Hugo llego a su altura le dio un beso en los labios, me miro y me guiño un ojo, marchándose a la ducha.