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La “NECESIDAD” rompe promesas

en Sexo con maduras

Lo más triste de la vida, son aquellas personas que buscan con mucho interés el ser felices, pero con muchas más ganas e interés, buscan el impedir que los demás puedan ser felices y se enfocan en criticar errores de los demás, descuidando su propio desarrollo. Si algo te molesta de alguien, pregúntate si tu algunas veces no haces lo mismo. Y como decía Groucho Marx…

                                                             “Yo, no los acontecimientos, tengo el poder de hacerme feliz o infeliz hoy. Puedo elegir. El ayer ha muerto, el mañana no ha llegado todavía. Tengo solo un día, hoy, y yo voy a ser feliz”

 

            Como ya conté en mi anterior relato, mi madre se quedó conversando con mi padre, sobre mi marcha a Barcelona y por el tema de mi tío (hermano de mi padre) y mi tía, que estaba enemistado con ella. No me equivoque al final mi madre controlo la situación, aunque la cara de mi padre no era de alegría. Cuando terminaron de hablar mi madre cogió su teléfono y dejo a mi padre solo, pasando a mi lado y guiñándome un ojo. Me acerque a mi padre y lo único que me dijo es que fuera responsable, en mi trabajo, que lo hiciera bien y sobre mi tía me dijo, que tuviera cuidado con ella que era muy mandona y manipuladora, sobre todo esto último. Le tranquilicé diciéndole, que ya sabía de sobra como era yo y me dijo que no cambiara. Después de casi una hora o tal vez más, apareció mi madre y me dijo que ya había hablado con mi tía.

-Ya he hablado con Marisa y está muy contenta de que vayas. Que tiene sitio de sobra en su casa, hasta que te encuentren un sitio y que ya se le ha ocurrido uno.

-Mama despacio… no me hace mucha gracia vivir en su casa y más con el mal rollo de papa.

-Sera solo hasta que puedas mudarte donde ella dice.

-Pero que es eso de donde ella dice…

-Ella tiene una especie de inmobiliaria, donde lleva pisos propios y de terceros. Pues en uno que próximamente quedara libre. Pero yo no te he dicho nada.

-Y como son mis primos, porque esa es otra. (Eran menores que yo)

-No te tienes que preocupar por ellos, porque estudian en un internado de Escocia y ya están allí, que el curso empieza en agosto.

- ¿Qué pasa, que en España no había colegios?

-A ti que más te da, sus padres lo preferían así y ellos según tu tía, están contentos.

-Vale, vale, no te pongas así, ahora dime como son los tíos.

-Tu tío Jaime, hasta que no se le conoce bien, es muy reservado y da la impresión de ser distante. Tu tía Marisa, es de pocas confianzas, pero afable y entrañable, pero que esto no te confunda. Quien tiene los pantalones en esa casa es ella, au8nque Jaime se crea que es el por alzar más la voz. Que Marisa es muy sibilina. Pero una cosa tiene los dos en común, son muy conservadores en todo. Y todo lo que se salga de las “normas” lo ven muy escandaloso.

-Pues sí que me lo estas poniendo bonito. Joder…

-Ahora me he acordado de otra cosa, de tacos o palabras mal sonantes nada, temas de sexo menos y los horarios hay que cumplirlos, sobre todo por tu tío.

-Jajaja… si lo que queréis es que no acepte el trabajo decírmelo, porque se me están quitando las ganas de irme…

-Jajaja… ya verás cómo al final no es para tanto y como te adaptas, de todas maneras, será poco tiempo, hasta que encuentres casa.

-Lo que no he entendido es que, habiendo delegaciones de esa empresa en Madrid y Alicante, me tenga que ir a Barcelona, pero…

            Me quedaban pocos días de estar allí, porque tenía que ir a preparar un montón de cosas y cerrar la casa de Alicante. Así que quería aprovechar el tiempo. Pero todo se me trastoco cuando mi madre se empezó a despedir de la gente, ya que decía que nos íbamos todo en dos días. Ni me moleste en discutir. Me apetecía tener algo con Tamara, ya que me excito mucho ver su mirada cuando nos pilló follando a Blanca y a mí. Pero todo acercamiento a ella era infructuoso, se marchaba rápido de mi lado y casi siempre estaba junto a su marido, no despegándose de él. Si tuviera más tiempo seria otra cosa, pero decidí desistir en mi intento, porque vi que era una pérdida de tiempo.

            Me fui a la sala que había de lectura, era un sitio poco visitado, tranquilo, algo que me venía muy bien, podría pensar tranquilamente y poner negro sobre blanco, todo lo que tendría que hacer antes de irme a Barcelona. También aproveche para informarme más sobre la empresa en la que iba a trabajar. Mientras hacia todo esto, de vez en cuando dirigía mi mirada hacia los ventanales, pudiendo ver el movimiento de personas, como también me fije en el porche, donde se solían reunir a la gente en las tertulias. Y como no… mi mente perversa y calenturienta, se puso a “trabajar” por si sola.

            Tanto Marina como Lara me miraban con cara de pena, en un momento me acerqué a ellas y les dije que esa noche nos despediremos adecuadamente, pero eso si a mi manera, sonrieron para luego mirarme y mirarse entre ellas con cara de intriga. Mi madre me llamo y me pidió el favor de ir a algún sitio a comprar pasteles para la noche. Era todo un embolado, porque había que ir bastante lejos. No proteste, ni discutí, ni puse reparos porque vendrían bien para mis intenciones. Antes de irme y como no sabía lo que tardaría en regresar, me acerque primero a Lara y luego a Marina, diciéndoles a las dos, que se las apañaran como pudieran pero que esta noche las quería ver “explosivas” lo curioso es que se los dije a cada una en un momento y coincidieron en decirme que como de explosivas, que quiero veros muy putas y que sepas que (a una le dije Lara y a la otra Marina) para picarlas, que me había dicho que ella sería la que más. A eso no me contestaron nada y me fui.

            Tuve que ir a cuatro localidades distintas, hasta encontrar los pasteles, traje pasteles para dar y regalar. Cuando llegue fui directo a la cocina y marina no estaba, estaba solo la chica y cuando le pregunte, me dijo que la señora se había ido a cambiar, eso me alegro en mi interior. Deje las bandejas de pasteles allí y Sali a donde estaban todos los demás, que estaban como no, en el porche que daba a la salita de lectura. Mi madre riendo y metiéndose conmigo, me pregunto irónicamente si había ido a Madrid a por los pasteles, hubo muchas risas y en broma yo también le dije, la excursión que me había tocado hacer. Me pude dar cuenta de que tampoco estaba Lara, pero si su marido y su hijo. Héctor dijo que entonces podíamos empezar a cenar ya, pero varias personas al unísono dijeron que faltaban marina y Lara. Guillermo disculpando a su mujer, le comentó que había subido a darse una ducha y ponerse cómoda, que había llegado muy sofocada de la caminata que se habían dado.

            Mientras Héctor con su “amiga-empleada” iba preparando las cosas, apareció Marina. No iba como a mí me hubiera gustado, pero sabía que le había tenido que costar vestirse como iba, una falda corta, sin llegar a ser minifalda, pero más corta de lo que habitualmente llevaba ella y un top, que se notaba que no llevaba sujetador y se le notaban los pezones de una manera importante. Me miro como esperando mi aprobación, le hice un gesto agradable y eso le agrado.

            Ya estábamos casi a punto de empezar a cenar, cuando vimos a Lara, fue verla y mirar yo a su marido, que cuando la vio se quedó paralizado. Venía con un pantalón cortísimo de mezclilla, que dejaba al aire parte de sus nalgas y se le notaba de una manera espectacular el coño. En la parte de arriba llevaba una camisetita haciendo juego con el pantalón, que parecía que iba a estallar con las tetazas que llevaba. Nadie hizo ningún comentario, pero a buen seguro que todos pensamos lo mismo. Y si no que pregunte a mi polla, que se puso dura de golpe.

            Mi madre se quedó retrasada y me agarro, diciéndome… “Si tenía alguna duda ya no la tengo, así que esta es la que te andas… menudo zorrón, esta noche no te escapas, pero ten cuidado con su marido que se ha quedado muerto cuando la ha visto” yo a estos comentarios de mi madre solo le dije… “si quieres unirte…” y no me contesto nada, se limitó a agarrase de mi brazo y caminar conmigo hasta el comedor.

            Efectivamente cuando llegamos al salón, podía ver como Guillermo con muy mala cara le decía algo a Lara al oído, pero ella pasaba de lo que él le decía y me sonreía. Vi que él se iba encendiendo más, hasta que ella se giró y le dijo algo al oído, su cara cambio completamente y no hablo más. La comida se desarrolló dentro de la normalidad, entre murmullos de distintas conversaciones y con miradas entrecruzadas de Marina, Lara y mías. Se notaba que la calentura iba en aumento, una de las veces que Marina fue hacia la cocina me levanté detrás de ella y la seguí, con la disculpa de ir por un salero, que con anterioridad me había metido en un bolsillo el que había en la mesa.

            Nada más entrar en la cocina detrás de ella y como no había nadie más metí mi mano por debajo de su falda, ella me dijo que era un provocador, pero cuando comprobé que no llevaba nada debajo y que estaba mojada, le dije… “Si yo soy un provocador… tu que eres yendo así y tan mojada” ella con voz ronroneaste me contestó… “Soy lo que tú estás pensando…” oímos pasos y me di la vuelta para salir.

            Llegué a mi mesa más que caliente, estaba deseoso por que se terminara la cena, cuando vi que la cosa se complicaba. Fue cuando apareció un chaval joven, que yo no había visto antes por el lugar. Venía a recoger a la hija de la cocinera, ya que Héctor esa noche se quedaría para estar con mis padres. Se debió notar en mi cara, porque cuando mire a Marina, me sonrió encogiéndose de hombros y haciéndome un gesto de que daba igual.

            Pero las sorpresas no terminaban ahí, ya que mi madre me comento, que se vendrían a Alicante conmigo, que no me tenía que preocupar de cerrar la casa que ya lo harían ellos, que así aprovecharían y pasarían unos días en la playa. No es que me molestara, pero fue algo que no me esperaba. Según fuimos acabando de cenar, nos fuimos dirigiendo al exterior, al porche. En cuanto pude y en distintos momentos, les dije tanto a Marina como a Lara, que cuando yo me fuera las esperaría en la sala de lectura. Ninguna me contesto nada, pusieron cara de no saber, de niñas buenas. Mi madre que tonta no es, se dio cuenta, sobre todo cuando hable con Lara y me llevo a un lado y me dijo que tuviese cuidado. Mi respuesta fue que entretuviera bien a la gente y que evitara que nadie fuera a la sala de lectura. Se quedó como desconcertada y no me pudo decir ni preguntar nada más, porque yo me aleje de ella, volviendo a donde estaba toda la gente. El que no hizo amago ni de quedarse fue mi padre, que se disculpó por su cansancio y por mañana tener que viajar, que se iba a descansar, todos lo entendieron y lo disculparon.

            Ya estábamos todos sentados y comiendo los pasteles, que todos coincidieron en que era una exageración la cantidad que había comprado, pero nadie paraba de comerlos, lo cierto que estaban muy buenos. Observe como Marina le había llenado bien la copa a su marido varias veces, También me fije en la cara de Guillermo, que era una cara compungida. Que se habrían dicho pensé. Porque lo que fuera daba la impresión de que lo había dejado tocado. Aunque si he de decir la verdad, tampoco era un gesto muy distinto a los de otros días.

            Según pasaba el tiempo y corría la bebida, la noche se iba animando. Lo que yo aproveche para levantarme y sin decir nada marcharme, nadie me pregunto, lo que si note fue la mirada de mi madre que se me clavo. Me fui a la sala de lectura y no encendí ninguna luz, las cortinas estaban medio abiertas y ya había comprobado antes, que, desde fuera, no se veía el interior, salvo que alguien pegara la cara a los cristales, que entonces imagino que si se vería. Desde el interior la vista era estupenda al estar tan iluminado el exterior. Lo primero que me llamo la atención fue mi madre que estaba de cara a la cristalera y miraba como tratando de ver algo. Estaba yo solo, pero de solo pensar el morbo me hacía ponerme más cachondo que nunca, sabía que era el peligro lo que más me excitaba. Esperaba que a ellas les pasara lo mismo. Creí que ya empezaba todo porque vi cómo se levantaba Marina y desaparecía de mi vista. Ahora ya solo esperaba que se abriera la puerta, pero no se abría y ya le había dado tiempo de sobra, eso me descoloco. Hasta que la vi aparecer nuevamente en el porche, llevaba varias cajas de juegos en las manos y las dejo sobre el sillón que quedo vacío cuando yo me levante. Despejaron la mesa y colocaron uno de los juegos. Se pudieron todos a jugar menos Lara y Marina, eso era muy buena señal.

            A mi madre la notaba con cierto nerviosismo, pero se controlaba muy bien. Cuando la note un poco más fue cuando vio levantarse a las dos y meterse dentro de la vivienda. Miro fijamente al ventanal muy desconcertada, imagine que pensaba que se levantaría solo Lara o que me avisaba de que tuviera cuidado con Marina, era difícil de saber.

            Por fin se abrió la puerta y entraban las dos entre risitas nerviosas. Marina antes de que yo pudiera decir o hacer nada dijo… “porque no nos subimos mejor a la buhardilla, que la tengo preparada y es menos riesgo” yo le dije que eso era lo mejor el riesgo y vi como miraba a Lara como esperando ayuda, pero Lara mirando hacia el exterior dijo… “Lo siento Marina, pero es que es un morbazo”

            Marina se quedó un poco retraída y Lara vino directa a darme un morreo. Se apretaba bien a mí y contoneaba su cintura para rozarse más con la dureza de mi polla. La manera ya de apretarse era excesiva, pero su cara decía lo excitada que estaba. Me empezó a tocar con su mano por encima del pantalón y de vez en cuando apretaba su mano. To también la tocaba y pude darme cuenta como el pantaloncito estaba húmedo. Mi mano se metió dentro de su pantalón sin ningún problema, no llevaba braguitas y cuando mis dedos llegaron a su coño, solo se oyó un… “Aagggg” bastante sonoro. Mientras Marina estaba apoyada en un mueble sin dejar de mirarnos, pero no hacía nada, solo miraba.

            Me aparté de ella y me empecé a desnudar, ella al verme lo hizo también, siendo más rápida que yo. Una vez desnudos nos abrazamos nuevamente y ella se colocó mi polla entre las piernas, en seguida se me empapo. Que gozada de mujer. Estábamos a lo nuestro, pero yo esperaba que Marina se animara, pero no lo hacía. Quise darle más emoción al momento, me senté en un sillón grande, donde vi a marina masturbándose por primera vez y me senté en él. Quedaba de espaldas a los ventanales. Estire mis brazos invitando a Lara a que se acercara y no me hizo falta nada más, pero ella venia dispuesta a comerme la polla, pero no la deje, hice que se subiera de pies al sillón, ella lo hizo y me agache un poco lo justo para poner mi boca entre sus piernas y ya ella se colocó bien para facilitarme lo que quería hacer. De esa manera mientras la comía, ella vería a todos los de fuera incluido su marido.

            No sé si era que yo quería creer eso, pero la note más cachonda que otras veces, casi se cae una de las veces, lo que hizo que Marina se acercara y la sujetara. Oí a Lara con voz muy excitada que le decía a Marina que la besara y al rato por los sonidos, supe que se estaban besando. Cuando cesaron los sonidos, Lara con voz más excitada, más que pedir se lo ordeno, que le comiera el culo. Notando la presencia de Marina cerca de mí, note su contacto con mis piernas desnudas. Como también note como le comía el culo a Lara, la cual decía que la íbamos a matar de placer. Hasta que por fin note su mano agarrándome con fuerza la polla. Como se mojaba con saliva la mano y la volvía a agarrar, se notaba que la agarraba con ganas.

            Lara empezó a decir que éramos unos pervertidos, que éramos unos cabrones y empezó a correrse, de tal manera que tuve que agarrarla bien, para que no se cayese, ya que se quedó como vencida. Cuando se recompuso un poco, en vez de quitarse lo que hizo fue restregar bien todo su coñito sobre mi boca, con movimientos muy provocativos. Ahora con voz más suave dijo… “parece mentira la mente sucia que tiene este tío, pero como ha logrado que me corra, que cachonda y sucia me ha hecho sentirme viendo a todos y sobre todo a mi marido… que burrada como me he corrido… ha sido indescriptible” mientras ella decía eso, Marina estaba ya comiéndome la polla, se la metía a ratos hasta el máximo que podía. Seguía vestida, pero Lara cuando la vio, se puso junto a ella y empezó a desnudarla, Marina facilitaba con sus movimientos que Lara pudiera desnudarla.

            Una vez que estaba desnuda y arrodillada comiéndome la polla, Lara se colocó detrás de ella y hundió su cara entre sus piernas. De vez en cuando notaba como parecía que a Marina le faltaba la respiración, era debido a la lengua de Lara, que la utilizaba muy bien. En la oscuridad y con el reflejo de la luz exterior podía ver la mirada de pasión de Marina. Lo estaba disfrutando y eso que al principio no quería. La hice levantarse para que se sentara encima de mi polla, pero para que en esa posición pudiera ver lo mismo que veía Lara, pero una vez que se la metió toda dentro, Marina agachaba la cabeza apoyando su frente en mi hombro para no mirar, quise forzar que mirara, pero no había manera. A pesar de que ella no paraba de moverse.

            Como no actuaba como yo quería, la levante para que se quitara de encima, eso la desconcertó, pero una vez que me puse de pie, me puse detrás de ella, que la hice ponerse a cuatro patas. Ella se colocó sumisamente, pero puso la frente sobre el respaldo del sillón. Una vez que ella noto mi polla en la entrada de su coño y levanto un poco el culo para facilitarlo, una vez que la tenía toda dentro, agarre su melena y tire de ella, que hizo que tuviera que levantar la cabeza. Por lo que Lara me decía mientras le tocaba las tetas, había cerrado los ojos, pero sabía que cuando estuviera más cachonda, la tentación casi segura haría que los abriera.

            Ya empezó a mover el culo de forma exagerada y Lara me miro y sonrió, haciéndome entender que ya tenía los ojos abiertos. Por eso solté el pelo de ella y esta vez no bajo la cabeza. A ratos se besaban entre ellas de una manera morbosa. Estábamos en un buen momento cuando de fuera se pasó del murmullo a la voz alta de Héctor, que llamaba a Marina de una forma exagerada, pidiéndole hielo y preguntando en alto… “Pero Marina ¿Dónde coño estas? Que no tenemos hielo…”

            Marina solo dijo… “Será imbécil… date prisa por favor, que no me quiero ir sin correrme… dame más fuerte y Lara tócame…” Lara paso una mano por debajo y le tocaba el clítoris. Pero le estaba costando correrse porque estaba nerviosa, alterada. Vi de pronto que mi madre aparecía en el porche con bol grande lleno de hielo. Le hice que mirara y ella se relajó, se notó perfectamente y empezó a correrse, lo hizo de manera ostentosa, pero aguantándose el gritar, apretando bien la boca, pero si pudimos notar la corrida.

            Una vez se corrió Marina, dijo que ella se salía no fuera que se mosqueara más su marido, vistiéndose apresuradamente. Lara dudo un momento y poniéndose en la misma posición que había estado Marina, dijo… “Estoy al borde del orgasmo otra vez, así que lléname bien y descarga todo dentro de mi” una vez mas no me lo pensé, me acerqué a ella y se la metí en el coño, según lo hacía me dio la impresión de que se iba a correr ya, no fue tan comedida como Marina con sus gemidos. En esa posición era impresionante ver el culo de Lara y como admitía que mis dedos entraran en él. Marina se acercó ya vestida a Lara y le dio un buen morreo, luego se acercó a mí y me empezó a dar un morreo pero que se volvió muy intenso, sobre todo cuando meto mi mana debajo de su falda y empiezo a tocarla, le hizo dudar en irse, estaba demasiado cachonda. Pero al final se fue, iba maldiciendo entre dientes, murmurando.

            Ella me pedía que fuera más fuerte, más bruto. Le pregunte que donde quería que me corriese y ella me dijo… “Eso no se pregunta, pues donde va a ser… EN MI CULO CABRON… y date prisa que estoy que llego ya”

            Le saque de su coñito mi polla y se empecé a metérsela en el culo de una manera suave, pero ella como si tuviera un resorte e el culo, se echó para atrás de golpe, hasta que se la metió del todo dentro, fue algo bestia, pero al notar que empezaba a correrse, me empecé a mover con fiereza y rapidez, corriéndonos los dos prácticamente a la vez. Ella no se paró, me daba culadas de forma seca pero fuerte, como queriendo exprimirme bien. Hasta que se fue relajando. Pero sin dejarme sacar mi polla de su culo. Cuando se la saque, dio como un saltito para no manchar el sillón, pero si se manchó el suelo. Le dije de ir por algo para limpiarse y que no se le manchase el pantaloncito, ella me miro y me dijo que le daba igual. Que ella cumplía sus promesas y fue cuando me confeso, que como su marido siempre le estaba poniendo en duda su fidelidad, ella le prometió que el día que le pusiese los cuernos se lo diría y que había cumplido su promesa. Para salir de dudas le pregunte que cuando se lo había dicho y ella me contesto… “Esta noche cuando me ha visto vestida así, me ha regañado y me ha dicho que iba vestida como una puta, ¿Qué a dónde iba? Y le he dicho que a ponerle los cuernos otra vez y que por eso me había vestido así, para que mi amante se ponga cachondo” ante mi cara de asombro ella me dijo… “Lo mejor es que se ha creído que era una bravata mía, para mosquearle, pero por eso no quiero limpiarme, que lo vea”

            Lo único que se me ocurrió decirle fue que tampoco era necesario decírselo durante las vacaciones, porque seguro que le amargaría las mismas. Pero ella seguía en sus trece, me decía que ella cumplía siempre sus promesas. Y aprovechando la coyuntura me quería hacer que la prometiera que nos veríamos a pesar de la distancia. Yo que quería ser realista le dije que era difícil y más ahora que al irme a vivir a Barcelona, estaríamos a más de mil kilómetros de distancia, pero insistió tanto y me atraía tanto, que al final se lo prometí. Ella ante mi promesa además de un buen besazo que me dio, me dijo que si era necesario repartir la distancia, que ella estaría dispuesta y así quedamos. Mientras nos vestíamos me dijo que antes de irse a dormir, me dejaría todos sus datos y yo le dije que haría lo mismo.

            Quise que saliéramos los dos por separados, pero ella no quiso, la vi muy decidida a salir los dos juntos y así lo hicimos. Nada más hacerlo, su marido nos taladro con la mirada, pero yo ni caso y una vez con todos, Lara le pidió a Marina papel y bolígrafo para apuntar unas cosas. Se metieron dentro las dos y al rato salieron, dándome tres cuartillas y un rotulador. Una con los datos de las dos y dos en blanco, escribí mis datos en las dos hojas y le di una a cada una, nadie nos hizo caso a excepción de Guillermo que seguía mirando intrigado. Como al día siguiente me tocaba conducir, me despedí de toda la gente, a los hombres dándoles la mano y a las mujeres con dos besos.

            De buena gana me hubiera quedando follando con las dos toda la noche, pero lo mejor era hacer lo que hacía, irme a descansar. Bien temprano por la mañana, baje a desayunar, encontrándome a mi padre tomándose un café y ya preparado, hablando con Héctor. Mientras Marina estaba con una bata larga y que le sentaba muy bien, me daban ganas de hacerle de todo. Me puso el desayuno y mi padre me dijo que me diera prisa, que mi madre ya había bajado hasta las maletas. Cuando terminé, fui a por mis maletas y las metí en mi coche. Ya se habían despedido todos, pero Marina se había quedado dentro y dije que me iba a despedir de ella. Estaba en la cocina y no nos dijimos nada, simplemente nos besamos apasionadamente y se abrió la bata, pudiendo ver que estaba completamente desnuda. Me lance como desesperado a uno de sus pezones y ella me apretaba la cabeza hasta que me quito abrochándose la bata, me dijo que era malo, que ya la había dejado “mal” para todo el día. Cuando ya me marchaba me dio una hoja doblada diciéndome que se la habían dado para que me la diera. Supuse que sería de Blanca y le dije que la rompiera, pero insistió y en ese momento entraba mi padre para meterme prisa, por lo que me metí la hoja doblada en el bolsillo.

            Mi madre iría conduciendo su coche y yo detrás solo conduciendo el mío. El primer tramo fue aburrido, uno de los motivos porque era una carretera comarcal, pero una vez que llegamos a la autovía, la cosa fue mejor. Puse música en el coche y a hacer kilómetros. Casi a las tres horas y aunque era todavía muy temprano, hicimos un alto a la altura de Medina del Campo. Para estirar las piernas, repostar y tomar algo. Pero mi padre dijo que él no bajaba, que cuando regresáramos que le lleváramos una botella de agua. Mi madre y yo nos tomamos un café, cuando fui a pagar, sin querer saqué la hoja doblada, como sonreí, mi madre que me conoce muy bien, me dijo que no tenía fin, que un día iba a tener un problema serio… como vio que no le prestaba mucha atención, dijo que iba al aseo.

            Cuando me quede solo desdoble la hoja y me di cuenta de que todavía tenía capacidad de sorprenderme, eran los datos del correo electrónico de Tamara, simplemente alucinante. Estuve a punto de tirarlo, pero al final me lo guardé. Pero lo curioso es que no ponía nada más. Me quedé desconcertado cuando vi que bordeábamos Madrid, ya que pensé que haríamos una para allí. Pero la siguiente parada fue a la altura de La Gineta donde paramos a comer. Exprese mi sorpresa a mis padres por no haberme dicho nada y la contestación de mi madre fue que por no oír mis protestas.

            Pero una vez que llegamos a Alicante, tampoco fuimos hacia nuestra casa, fuimos hacia el chalet de mis tíos, que cuando llegamos nos estaban esperando ellos y varios amigos que tenían en común con mis padres. Seré claro no me gustó nada, en concreto eran 4 hombres y tres mujeres los que había, sin contar a mis tíos ni mis padres, ellos para no variar con pinta de “estirados” y ellas resultaban anodinas, tanto físicamente como por su forma de hablar y actuar. Es que no tenían nada en común con mi tía. Pille a mi tía y a mi madre a solas, les dije que estaría cinco minutos más, me disculparía y me marcharía a casa. Las dos protestaron y mi tía me dijo que me podía echar un rato en mi habitación. Pero no me deje convencer e insistí en marcharme, cuando en ese momento apareció una cuarta mujer, que no sé de donde salió. Entre 45 y 50 años. Pelo de color cobrizo, 1,70, llevaba un pareo, que lo llevaba sujeto desde el pecho, pero se trasparentaba el bikini de color azul (que luego me entere que era azul moana) sus medidas eran más que espectaculares. Como me suele pasar más veces de las que yo quisiera, me quede embobado mirándola, que como no eran tontas se dieron cuenta y cuando me di cuente pase del que me iba ya a que me esperaría a comer.

            Una de las cosas que me empezó a gustar más de ella fue cuando le dijo a mi tía y a mi madre, que ella se iba a la piscina, que no aguantaba a esas cotorras, yo me reí a carcajadas, porque lo dijo de una forma muy graciosa. Ella se giró me miro y me dijo… “Aunque estas mal educadas no nos me han presentado yo soy Virgi, amigas de estas dos brujas desde pequeñas. Imagino que tú eres Carlos, el sobrino predilecto. Pero que sepas que tu tía no te hizo justicia, estas mucho más bueno de lo que ella decía” Me hizo gracia su naturalidad, pero mi tía Lucia y mi madre, le dijeron que se cortase un poquito. Ella les dijo que se habían vuelto unas remilgadas.

            Aproveche para decir que me iba a poner un bañador y darme un chapuzón, Virgi en seguida contesto que me esperaba en el agua. Mi madre se fue con ella e iba hablando y moviendo la cabeza. Mi tía riendo me dijo…

-Cuidado con Virgi, que esa te merienda en un plis plas, que la conozco y sé que le has entrado por los ojos y ella a ti, golfo, más que golfo.

-Eres peor que mi madre… jajaja.

-Ahora que estamos solos y te lo voy a decir porque eres un cabezón y lo echaras todo a perder. Te he preparado una fiesta “sorpresa” esta noche en tu casa, por lo que tienes que aguantar aquí todo el día hasta que yo me vaya. Y a la media hora más o menos, te despides y vas para tu casa, pero sin prisas.

-Me está gustando la idea y más si lo has preparado tú. Pero ahora es el momento de que me cuentes algo más.

-Lo único que te diré es que lo tuve que preparar deprisa y corriendo, pero no estará mal, ya verás.

- ¿Puedo pedirte un favor?

-No, que me lías y no quiero.

-Pues te lo pediré de todas maneras y ya verás si me lo haces o no. Invita a tu amiga Virgi.

-Ves como la lías y no se para que me preguntas si luego dices lo que quieres. No sé si querrá, si podrá… 

-Bueno, con que lo intentes me vale.

            Me cambie y me fui a la piscina, mientras estaban todos en otro lado charlando, llegue a la piscina y Virgi estaba nadando, no se le veía bien, pero se intuía que estaba muy bien. Me metí yo también en el agua y después de nadar un poco nos pusimos a charlar, era graciosa, alegre y muy picara. Pero sobre todo muy directa. Lo que me empezó a cautivar. Se fue hacia la escalera y de una forma, lenta y pausada salió de la piscina, exhibiendo un buen culo y no me quedaron dudas de que lo hizo adrede.

            Una vez fuera se fue contoneándose demasiado hasta la hamaca, donde cogió la toalla, se giró y lo primero que hizo fue secarse un poco la cara y se la paso por el pelo, agitando los brazos, lo que hizo que esas dos tetazas que tenía, se bamboleasen pareciendo que se iban a salir, pero desafortunadamente no sucedió, menuda exhibición que me hizo, era toda una provocadora. En ese momento supe que se la tenía que devolver. Como mi bañador era ajustado, antes de salir me toqué un poco, no hizo falta mucho después de haberla visto y salí sabiendo que se me notaria bien. Ella al contrario de lo que pensaba, no se cortó y miró descaradamente diciéndome… “Estas así mejor que vestido” y yo le dije que a ella le pasaba lo mismo.

            Ya estaba pensando en ponerle crema en la espalda, pero empezaron a llegar como decía ella las cotorras. Me tumbé boca abajo, cerré los ojos y me hice el dormido. De vez en cuando medio abría mis ojos y como tenía mi cabeza girada en dirección a donde estaba Virgi, la pille mirándome descaradamente y la guiñe un ojo, recibiendo de ella la misma respuesta.

            Cuando ya llegaba la hora de comer, nos levantamos para ir a cambiarnos. Vi que mi tía se subió con Virgi metiéndose en su habitación. Yo tarde poco en cambiarme y me baje. Pasado un tiempo vi bajar a mi tía que se me acerco y me dijo… “Yo ya he cumplido. Ella está muy predispuesta, pero falta que su marido no ponga pegas”

 

P.D.: Hubo un malentendido, no estoy de vacaciones como tal. En pocas horas, me iré a Argentina, Paraguay y Uruguay por trabajo, pero es verdad que aprovechare el viaje un poquito. Y aunque voy con buena compañía, seguro que me dará tiempo para enviar algún relato más, sobre todo en el viaje de ida y vuelta que son muy largos.

           

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Conociendo a Larisa.

En tierra extraña.

Esposa, madre y… MUY CARNAL.

La venganza se toma en plato… CALIENTE

Una relación con mucho futuro.

Un nuevo mundo para Noemí.

Toda una señora, la DAMA DE PICAS

De tímida y vergonzosa a toda una LUJURIOSA.

Saber esperar

Milada y Dolors, el día y la noche.

Una relación inesperada, pero gratificante.

Inicio de nuevas “amistades” y que… “amistades”

Nueva vida en Barcelona

Una gran despedida sexual y sensual.

Despues de una larga ABSTINENCIA...

APASIONANTE madura

Madura LUJURIOSA y… DOMINADA

Madura LUJURIOSA, pero reacia

Cancún ( IV y último )

Cancún ( III )

Cancún ( ii )

Cancún ( i )

Algo inesperado, satisfactorio, pero con dudas.

Una “FIESTA” de cumpleaños, distinta

Adentrándome en una experiencia diferente.

Sin planearlo y sin esperarlo

Madura PASIONAL

La caliente y fogosa Carmela

La lianta de mi tia LUCIA

Noche inesperada y lujuriosa

La realidad supera la ficción.

Madura, casada y con muchas ganas

¿Es bueno mezclar trabajo y sexo?

Cena con “sorpresa” inesperada.

Montse y Marialis en la playa nudista

Reencuentro morboso y excitante con Montse

Maduras “PELIGROSAS” e infieles (I)

Maduras “PELIGROSAS” e infieles (II)

Montse cada vez más EXCITANTE

Iniciando a Montse

Noche complicada... pero muy ardiente

Noche de una grata sorpresa

Eugenia cada día más morbosa.

Buen inicio de vacaciones...

No hay nada como un día de cine

Cumpleaños FELIZ... (II y final)

Cumpleaños FELIZ... (I)

Año nuevo 1999

El beso de Singapur.

Dos SUPERMADURAS excepcionales.

Un bautizo muy “caliente” excitante y entretenido.

Gracias a Eva mi amiga madurita.

Por fin... La verdadera Eugenia

El DESEO por una madura IMPONENTE (II)

El DESEO por una madura IMPONENTE (I)

A la conquista de una madura inalcanzable (II)

A la conquista de una madura inalcanzable (i)

Acoso y derribo de una MADURA CALIENTE (2)

acoso y derribo de una madura caliente

Fiestas de barrio (2)

Fiestas de barrio

Las maduras son mi debilidad

Una prima feliz y una amiga deseada.

Mi prima cada vez mas caliente

Contra mas prima, mas se le arrima...

Trabajo veraniego en las islas afortunadas - II

Trabajo veraniego en las islas afortunadas - I

Camping con sorpresa

Una madura saca la fiera que lleva dentro

1997 se va, llega 1998, FIN DE AÑO espectacular

Nunca hay que darse por vencido

NOCHEBUENA con una madre y una tia.

Con mi tia, seduciendo a madura muy conservadora.

El despertar de una madura reprimida

Carmen una madura con dudas

Las SORPRESAS de una madura mal atendida.

MADRES olvidadas, madres NECESITADAS.

La “EXPLOSION” de una madre muy necesitada

Cuando una MADRE pasa a ser una MADURA MORBOSA

Por fin madre e hija, ¿Quién ES MÁS…?

Madre e hija...

La hija mas cachonda que la madre.

Buena esposa, mejor madre pero… EXCELENTE vecina

Estrenando casa y cama

Últimos días en casa de la tía Lucia (2)

Últimos días en casa de la tía Lucia

La tia lucia y sus amigas, cada cual mas...

Mi tia Lucia. Madura complaciente. (3)

Mi tia Lucia. Madura complaciente. (2)

Mi tia Lucia. Madura complaciente.

No hay nada como una madura insatisfecha como Tere

Esther una madura aún más necesitada.

Primera vez con Sofí, pero no la última.

Continua el sorpresón con Maite - 2

Continua el sorpresón con maite

Sorpreson mas que agradable

Esther una madura necesitada

Primera vez en todo