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Año nuevo 1999

en Sexo con maduras

El mismo día 26 de diciembre llegue a Madrid y pase dos días con Sofi, que seguía con sus problemas familiares. El 28 de diciembre día de los santos inocentes, llegue temprano a Alicante. Todo el viaje iba pensando en la fiesta de fin de año. Se habían quedado dos amigos en prepararla.

Cuando llegue me lleve la primera sorpresa. Estaban los bomberos en mi portal, se veía que acababan de llegar. Cuando veo que la gente me mira y hacen señas. Por lo que se ve, se debía de haber escapado agua de mi casa y la casa de abajo parecía una piscina. Lo extraño que nadie me aviso, ya que algunos tenían mi teléfono.

Al llegar al portal uno de los bomberos se acercó para pedirme los datos, ya que por lo que se ve, ante una salida de bomberos por una causa de este tipo, luego desde el ayuntamiento te pasan el cargo. Lo único que se me ocurrió decir, que era muy raro porque la llave de paso principal, la cerré antes de irme, me decían que era imposible. Subimos a mi domicilio, por debajo de mi puerta aun teniendo el burlón de abajo, salía agua a raudales.

Entramos y la sorpresa fue mayúscula, el agua venia de la vivienda de arriba, había encharcado mi casa, a simple vista se veía el techo de la cocina caído, toda la escayola por los suelos. Los muebles de la cocina y de la entrada, para tirar a la basura. Según los bomberos, por la cantidad de agua caída en el piso de abajo, debía de estar cayendo varios días. Seguí revisando mi casa y había un gran destrozo. Al parecer según contaron los bomberos, en la vivienda de arriba, que eran de una familia que solo venia en el verano, les entraron, se llevaron todo lo que pudieron, entre otras cosas todo el cableado, tuberías que eran de cobre.

Yo avise al seguro, que vinieron ante mi insistencia el mismo día, cuando vieron el estropicio, me decían que tenía dos opciones. Arreglaban ellos los desperfectos o me hacían una tasación y me indemnizaban. Después de hablar con mis padres, se acordó que arreglaran ellos los desperfectos, aparte el mobiliario. El problema vino que ya hasta el jueves 7 de enero, no empezarían. Y que les llevaría entre dos semanas o tres, según sus cálculos.

Entre otras cosas me recomendaron, que siguiera sin dar a la luz, la tenía desconectada, como el agua. Ya que no sabían los daños que podía tener por el agua. No podía vivir allí en esas condiciones. Pero tampoco podía ir a casa de mi tía, porque la última vez que fui me dejé las llaves y no las recogí por vaguería. La solución que me dio la compañía de seguros, no estaba muy clara, si me indemnizarían, me darían como una especie de dieta o de alquiler tasado, un follón.

Como había mucho mirón viendo todo lo que pasaba, uno me dijo que tenía un piso en otro portal, que lo alquilaba en verano, que me lo podía alquilar a mí por meses o semanas, mientras tenía mi casa en condiciones, se metió el del seguro y lo negociaron, siempre que me pareciera bien a mí. Me fie y acepté.

Una vez se solucionó todo el problema. Yo con unas maletas me fui al otro portal. Se me cayó el alma al suelo. La vivienda no la habían retocado en su vida, los muebles tenían más años que yo y lo peor de todo, el tamaño de las camas, se me saldrían los pies por abajo seguro. Lo único que tenía bueno, era que estaba muy limpia. El vecino que me lo alquilo Mario, era muy tacaño, era famoso en el barrio por eso, yo solo lo conocía de vista. La gente decía que sacaba los cigarros encendidos para no invitar a nadie.

Lo que me di cuenta, que solo tenían colcha las camas. Se lo dije y me contesto que no había problema, que ahora subiría su mujer a dejarlo todo, que cuando acababa el verano se lo llevaban todo a lavar y lo guardaban. Me dio una copia de las llaves y se marchó.

Me senté y llamé a mis padres para decirle como había quedado todo por el momento. Ellos me dijeron que regresara hasta el día siete, estuve a punto de decir que sí, pero ya había quedado con bastante gente para la fiesta de fin de año, fui uno de los promotores. Así que les dije que me quedaba.

Cuando termine de hablar con mis padres. Llame para saber cómo iban los preparativos de la fiesta y para que supieran que ya estaba aquí, por si hacía falta preparar o ayudar en algo. Cuando me soltaron a bocajarro, que lo de la fiesta estaba en el aire, que se olvidaron de dar la señal para el local y que cuando se dieron cuenta, ya lo habían alquilado, que estaban buscando otro. Me pille un cabreo monumental.

Mientras hablaba, llamaron a la puerta. Era una mujer de entre 44 y 45 años, de muy buen ver, no me sonaba haberla visto nunca y la acompañaba un chaval de unos 14 años, venían cargados con bolsas, el dejo todo encima de una mesa y se fue. La señora me hizo señas, que no entendí, pero se fue hacia las habitaciones y se puso a hacer la cama grande. Yo miraba y cuando se agachaba el culo que le quedaba en pompa era muy sugestivo.

Ya no me enteraba mucho de lo que me decían, solo tenía ojos para ese culo. Me pillo la mujer mirando. Pero se hizo la loca y siguió haciendo la cama. Terminé la conversación y la pedí disculpas por estar hablando por teléfono y no saludarla correctamente. Ella no le dio importancia. Le dije que me llamaba Carlos y ella me dijo que se llamaba Milagros.

Fue oírla y empezar a tontear con ella, le dije desde que una mujer tan guapa que seguro que, hacia milagros, a que eso me hacía falta en mi vida ahora mismo milagros. Ella se reía y me decía que ya estaba bien, que conseguiría ponerla colorada. Llamaron de nuevo y era el chaval con más cosas que las dejo, sin decir nada y se fue.

-El chaval que no habla, que es ¿Tu hijo?

-Jajaja, no es que no hable, esta mosqueado porque había quedado con los amigos y mi marido lo ha liado para subir las cosas.

-A tu marido lo conocía de vista, pero a ti no te había visto nunca y ya llevo más de un año viviendo aquí. Y si te hubiera visto seguro que me acordaría. Uno no ve todos los días una mujer tan bonita.

-Jajaja, que adulador y cuanto peligro tienes. Es que yo suelo llegar al barrio pasada las nueve de la noche. Tengo un negocio y cierro tarde. Como no pasas por él no me puedes ver. (Me dijo donde lo tenía, era en el mismo barrio prácticamente)

-No te preocupes, que, aunque sea solo por verte iré a menudo.

-Jajaja. Si te oyera mi marido…

-No pegas nada con él. El tan serio, tan estirado siempre y tu tan alegre, tan jovial. Que diferencia.

-Ya lo tienes todo aquí. No creo que se me olvidara nada, ya sabes dónde estamos, si necesitas algo, lo que sea, nos lo dice.

-Todo… ¿Lo que sea…? (Lo dije con segundas intenciones y que se notara)

-Jajaja… Adiós. (Se marchó sin mas)

            Lo único bueno que había pasado desde que llegue. Milagros seria como de 1.60, rellenita pero voluptuosa. Pelo cortito, tipo chico. Le hacia la cara graciosa. Como ya dije buen culo, pero no exagerado. Y las tetas de un tamaño normal. Había aguantado bien todo lo que dije, pero también supuse que, teniendo un negocio, tendría que lidiar con distintos tipos de gente.

            Al final no habría fiesta de fin de año. Ante la torpeza o la desgana de los dos que se encargaron, todo el mundo decidió buscarse la vida. A mí no me apetecía pasar de nuevo el fin de año como el año pasado, que seguro lo pasaría bien, pero quería algo distinto. Me vino a la cabeza que era el día de los santos inocentes. Me fui a ver a mi amigo Raúl, que él también iba a la fiesta. Como vivía a diez minutos escasos de mi casa decidí ir a verle.

            Cuando llegue estaba solo, allí me di cuenta al verlo y oírle, que no era una inocentada, estaba tan cabreado como yo. Le tranquilicé y le conté con lo que me había encontrado al llegar a casa. Eso parece que le tranquilizo, me ofreció hasta quedarme en su casa. No nos dimos cuenta de que la madre había llegado y oyó justo la parte en la que él me ofrecía quedarme en su casa. Amalia que así se llamaba la madre, pregunto que sucedía y Raúl se lo conto todo, ella insistió para que aceptara el ofrecimiento de su hijo. Y me dijo que hoy me quedaba a cenar con ellos.

Amalia estaba divorciada desde hacía dos años, pillo a su marido con otro hombre en la cama. Eso la hundió. En teoría nadie sabía el motivo real. Cuando se fue y nos dejó solos…

-La veo mejor cara a tu madre. Veo que se va adaptando a su vida de soltera.

-No creas. Le está costando mucho. Aunque no te lo he contado nunca me imagino que sabrás el motivo del divorcio.

-No lo sé, me imagino que temas de cuernos.

-Sí, pero fue con otro hombre, los pillo in fraganti… (me lo conto en voz baja)

-No jodas… (Me hice el sorprendido) Bueno, pero lo que tiene que hacer es salir, distraerse…

-Ya pero no hay manera, encima mis hermanos pequeños (mellizos) le s toca pasar el fin de año con mi padre. Mi madre está que trina. Pero vamos que están con mis abuelos paternos.

-Todo pasa, ya verás como un día te levantas y se le ha pasado todo.

-Dios te oiga.

            Nos avisó pare cenar. Entre los dos la tratábamos de hacer reír, de animarla y lo conseguíamos a ratos. Pero si se rio bastante. Volvieron a insistir en que me quedara con ellos hasta que mi casa estuviera en condiciones. Les conteste que primero vería como me las apañaba en mi nueva “casa”. Al final como a mí no me dio tiempo a preparar ninguna alternativa para el fin de año, quedamos en salir al “barrio” en el centro antiguo y ver como estuviera la fiesta. Así quedamos.

            Llego el fin de año, cenaba en casa de Raúl y Amalia. Me aviso que en su casa la cena de nochebuena y fin de año, se vestían de punta en blanco, como se suele decir. Me vestí como él me dijo, pero a la vez de forma informal. Antes de salir vino Milagros, que parecía que venía pidiendo “guerra”, vaya tipazo, que morbosa. Venía a felicitarme el año. Me plantifico dos besos que me dejaron cardiaco perdido. Me dijo y no te los tenía que haber dado porque no pasaste a verme, mucho bla, bla, bla… pero al final… no viniste.

            La pedí disculpas, con la excusa de lo de mi casa, le dije que estaba muy liado. Ella se dio media vuelta, con un contoneo de culo desmedido y diciendo, bla, bla, bla… estuve tentado de cogerla en el mismo descansillo.

            Ya iba para casa de Raúl bastante calentito. Cuando llegue a su casa, él estaba con traje y corbata. Le dije… luego saldrás así, se rio y me dijo que no. La madre me dejo afónico, llevaba un vestido extremadamente sugestivo. Juntaba a Milagros y a ella, sería la mejor fiesta de fin de año, en eso pensaba, cuando Raúl me dijo que me pasaba. Dije que nada, que me había acordado de una cosa de mi casa y… la madre dijo que había que entrar en el año pensando en positivo, así que a la mesa.

            Había cena para un regimiento. Yo tome un poco de casi todo, pero tampoco quería empacharme. La cena fue como el día que comí con ellos, divertida. Pero no lo podía evitar, el “malo” que llevo dentro, pensaba cómo hacer para que se fijara en mí. Poco antes de las uvas, le dije…

YO-Amalia y porque no se viene con nosotros a tomar algo por ahí.

RAUL-Muy buena idea.

AMALIA-No, que seguro que os estropearía algún ligue.

RAUL-Que tonterías dices mama, si pareces una chavalita.

AMALIA-Ya, eso lo dices tú que eres mi hijo, pero si hasta tu amigo me trata de usted.

YO-Es la costumbre, pero si es por eso, te tratare de tu, pero que sepas que estoy de acuerdo con tu hijo, si vienes seremos la envidia de todos.

AMALIA-No me hace falta más, me habéis alegrado la noche y con eso me basta. Iros y divertiros. Y a ti Carlos te hago responsable de que Raúl no beba demasiado, que le sienta muy mal la bebida.

YO-Si me hace caso lo evitare.

            Dieron las campanadas, nos tomamos las uvas y Raúl dio dos besos a su madre felicitándola el nuevo año y yo hice lo mismo, pero se los di muy cerca de la comisura de sus labios, se quedó un poco confusa, pero reacciono diciendo brindemos y Raúl lleno las copas con champan. Raúl se fue a cambiar y Amalia me dijo…

-Si bebe mucho, que lo hará, me llamas que voy a recogerlo.

-Si pasa, no te preocupes que yo lo traigo.

-No de verdad, que no te estropee la noche.

-Nadie estropea nada, lo único que puede pasar es que lo tenga que traer y me tengas que invitar a un café.

-Muchas gracias, eres muy majo. Es que ya va entonadito, que ha bebido mucho vino en la cena y antes de que llegaras tú se tomó algún cubata. Y te lo repito que bueno y que majo que eres.

-Eso de majo y bueno…

- ¿Te molesta?

-No, que me gusta más que me digan otras cosas… jajaja.

            Salió Raúl y nos fuimos. Cuando íbamos por la calle, encontramos gente alegre, había bastante bullicio. En el camino hasta la zona de diversión. Raúl iba contando más de lo que debiera. Su madre tenía razón, iba ya entonadillo y la lengua suelta. Incluso me conto que su madre desde hacía dos años, no había estado con ningún hombre. Y otros datos que me parecieron de lo más interesante. No entendía el porqué, ella estaba muy bien, era bajita pero un buen cuerpo, muy cuidado. Buenas tetas y buen culo, pequeñito y respingón. Unos ojazos grandísimos, color marrón y una boca muy sensual, con labios prominentes, que tenía duda si eran naturales o se los había puesto.

            Se lo pregunte a Raúl y como estaba muy hablador, me dijo que todo en su madre era natural. Tetas, culo… todo natural, eso fueron sus palabras. Añadiendo que si la viera en bikini alucinaba, un palmo más alta y volvería loco a cualquiera.

            Nos encontramos con más gente conocida y paramos un rato con ellos, yo no bebía alcohol, pero Raúl no decía no, a ninguna invitación. No llevábamos ni una hora cuando, se quedaba medio dormido por todos los sitios, ya no se entendía lo que decía. Cogí un taxi y lo llevé a su casa. Cuando llegamos la madre seguía levantada, vestida como la dejamos. Lo único que se había cargado casi toda la botella de champan, porque yo prácticamente no tome y Raúl igual, porque debía ser la única bebida alcohólica que no le gustaba.

            Lo llevamos a la cama y lo acostamos como pudimos. Yo veía el escote de la madre y me ponía cachondo perdido. Justo en ese momento vomito Raúl y nos puso perdido a los dos, que guarrada. Yo que tenía la intención de volver con los amigos, que había un par de chicas que estuve tonteando con ellas.

            Una vez que limpiamos todo, Raúl se quedó prácticamente desfallecido. Amalia me dijo que me quitara la ropa y me diera una ducha, que el olor era tremendo. Que ella me buscaría algo, mientras toma este albornoz, que me limpie yo también y ahora te doy algo para ponerte.

            Ella se fue al baño de su habitación y yo me fui a otro. Me duché bien y me puse el albornoz. Me quede esperando, cuando ella salió igual que yo. Me pidió la ropa y la metió en la lavadora. Me quiso traer ropa de su hijo, pero le dije que ni se molestara, que, seguro que no me valía, yo era bastante más grande que él. Nos sentamos en la cocina, mientras la lavadora seguía en funcionamiento y me puso un café.

-Esta noche te tendrás que quedar a dormir. Te lo avise, me tenías que haber llamado y hubiera ido por él, así ahora estarías… lo mismo bien acompañado.

-Mejor acompañado no puedo estar. (Se lo dije mirándola a los ojos)

-Ya me has entendido, que ya es mayorcito.

-Es que, si fuera lo que yo he entendido, sería una entrada de año fantástica. Pero seguro que no vamos por el mismo sitio. ¿Tú a que te referías?

-Déjalo, a nada.

-Pues yo me refería a que me gusta empezar el año bailando alguna canción suave, dulce.

-No te pega, jajaja.

- ¿Es que es raro? (Haciéndome el ofendido) Porque en mi familia siempre se hace, porque hay un dicho, que dice que quien empieza bailando suavemente el año, así le ira el resto del año. (Me lo invente sobre la marcha) Por eso están los conciertos, la fiesta de los Valls… Pero será que somos una familia rara. (Esto último lo acentué mucho)

-No quise molestarte, es que creía que lo decías en broma.

-No, es verdad.

            Amalia se levantó y se fue al salón, oía ruidos, pero no sabía que pasaba. Se paró el ruido y empecé a oír música melódica. Vino y me dijo, voy a reparar el haberte molestado. Me llevo al salón, no me sonaba quien cantaba, era en inglés y muy melódica. Al principio bailábamos bastante separados, pero según pasaban las canciones nos juntábamos más, ahora se notaba más la diferencia de estatura, pero me estaba poniendo a mil. No quería acercarme mucho más, porque sabía que no podría contener la erección y seria todo un espectáculo, porque no llevaba nada debajo. Pero como me sucedía muchas veces, algo dentro de mí me decía… “No te pares, adelante” pero algo también me decía… “Tu amigo está al lado, se enfadará, no lo hagas” el dilema de siempre.

            Se acabaron las canciones y me tuve que sentar rápido para que no se notara que estaba empalmado. Dije que mejor me iba a dormir. Ella me dijo que esperase un momento y se fue. Al rato vino, yo ya estaba más calmado, me llevo a la habitación y me dijo ya tienes la cama, te he dejado otra manta por si tu vieras frio. Me dio las buenas noches y se metió en su habitación, estuve cerca de decirle algo, pero una vez que se cerró la puerta de su habitación, vi que había perdido la oportunidad. Mire la hora y eran más de las cuatro de la mañana. Me acosté desnudo y apagué la luz, pero me encontraba nervioso, súper excitado.

            No sé el tiempo que había pasado, calcule que como un cuarto de hora. Mi yo, que me decía adelante fue el que pudo. Me levante como estaba, totalmente desnudo y me encamine a la habitación de Amalia. Notaba mi nerviosismo, mi pulso acelerado. Me quede parado delante de la puerta, no me atrevía ni a tocar la manilla de la puerta. Pero al final no lo pensé más y abrí la puerta, lo hice suavemente.

            Desde la calle entraba un poco de luz, lo suficiente para distinguir la cama y ella tumbada de lado, contraria a la puerta. No sabía si el champan hizo que se durmiera ya. Pero me acerque despacio, con algo de recelo y mucha vacilación de lo que pasaría. La cama no era tan grande como la mía, pero si más grande que las camas de matrimonio. Levante la ropa y me metí en la cama. Me acerque a ella que estaba d espaldas. Cuando la acaricie note que estaba desnuda.

            No sabía si se hizo la sorprendida o en verdad se sorprendió, pero en tono bajo, pero con mucha firmeza y enfado, montó en cólera y me dijo de todo, menos bonito. No salí corriendo, pero me levanté ipso facto y salí de la habitación. No me marchaba de la casa porque no tenía ropa. Pero vaya papelón. Sí que empezaba bien el 1999. Éxito total.

            Pero esto no había acabado, se abrió la puerta y era Amalia, venia totalmente desnuda y vaya cuerpazo. Sonriéndome me dijo, “No esperaba que te acojonaras, espera que fueras duro” se acercó y poniéndose de puntillas me dio un buen morreo. Nos estuvimos besando con mucha fogosidad. Ella se colgó prácticamente de mi cuello y coloco sus piernas a mi alrededor, en esa posición se la metí, ella suspiro y gimió fuerte. Diciéndome que tranquilidad, que llevaba mucho sin… pero no la hice caso, notaba sus tetas bien pegadas a mí, ella se movía también, ya no me decía que tranquilidad. Note como se corría porque me mordió, chupo, destrozo el cuello.

            Sin quitarse me dijo, “Vamos a la cama, no perdamos tiempo, que ya mismo se despierta mi hijo” y en esa posición llegamos a su cama. Ella me decía que cuando la di los dos besos, sabía que iba a pasar, no sabía cómo, pero lo sabía. Se agacho y me empezó a comer la polla, bueno a lamer más que a comer, porque le costaba. La voltee como si fuera un saco de plumas y me coloque su coñito en mi boca, se lo devoraba y ella se movía encantada. La follaba con los dedos y cuando lo hacía por su culito, no protestaba, pero estaba como reticente. La pregunte si nunca lo hizo por ahí y ella con mucha sorna me dijo, que su marido por ahí solo se lo hacía a los “amigos”. Que a ella siempre le dijo que era antinatural.

            Se volvió a correr en mi boca, ahora la tumbe boca abajo, con la intención de follarla en esa posición y aprovechar para intentar hacerle el culito. Pero le pregunte si había que usar condón, ella me dijo que no, que cuando tuvo a los mellizos se hizo la ligadura. No hizo falta que me dijera más y en esa posición se la fui metiendo sin problemas hasta el fondo.

            La daba buenas embestidas y aprovechaba y me chupaba los dedos llenándolos de saliva, para poder metérselos mejor por ese altanero culito. Ya le metía dos dedos y los míos son grandes, con bastante facilidad, pero cuando quise probar con tres, me dijo que me parara y que me saliese, se levantó corriendo y fue al baño, volvió con un botecito, era aceite corporal, me lo dio y no dijo nada más, tampoco me hacía falta.

            Se la volví a meter y mientras la follaba deje caer un buen chorro de ese aceite por la rajita de su culo, al notarlo solo dijo, uuuhhhmmmmmm que frio. Pero según llegaba a su ano yo se lo metía con mis dedos, ahora ya metía tres dedos estupendamente y su colaboración era plena, no sé porque, pero notaba que lo deseaba. Se la saque de su coñito y la dije que, si se tocaba ella el clítoris, lo pasaría mejor, ella no hizo ningún comentario, pero metió su mano derecha por debajo de su cuerpo.

            Yo termine de untarme bien la polla y la fui colocando con mucha suavidad, ella cuando noto la cabeza de mi polla dentro, mordió la almohada, para que no se le oyera. Seguí suavemente, pero parecía mentira como entraba en ese culito pequeño tan cómodamente. Parecía que lo hiciera de toda la vida.

            Una vez que estaba todo dentro, me dijo que me quedara un momento quieto, que dejara que marcara ella el compás. Hice lo que me pidió y noté al rato que se movía de vez en cuando. Cada vez se movía un poco más. Luego se animó a mover el culo de adelante para atrás, como si se estuviera follando ella misma. Hasta que sin esperármelo me dijo… “Ya puedes marcar tú el ritmo, pero no pares”

            Las embestidas eran más suaves que cuando la follaba el coñito, pero eran buenas embestidas ella gemía como si estuviera esclavizada. Qué barbaridad se corrió nuevamente y dijo que siguiera, que más fuerte y la di más fuerte hasta que nos corrimos los dos. Me pidió que se la sacar con cuidado y fue un placer notar como salía. Nos quedamos tumbados los dos y me dijo… “te juro que jamás me había corrido tantas veces y de una manera tan brutal”

            Pero me dijo que no se iba a poder sentar en un mes, que ahora mismo no podría. Se abrazó a mí un rato, estaba muy cariñosa. Pero me dijo que me tenía que ir a mi habitación, que sería muy difícil explicarle todo esto a Raúl. Nos besamos y me fui a mi cama. Cuando me sonó la alarma me levanté y me puse el albornoz, en la cocina estaba Amalia planchándome la ropa y Raúl, totalmente fresco, que me pedía perdón por lo sucedido. La madre me dio la ropa y me fui al baño vestirme. Cuando regrese a la cocina, Amalia me había preparado un buen desayuno. Cuando acabe de desayunar, Raúl dijo que se duchaba y me acompañaba, diciéndole que no hacía falta que yo tenía que hacer cosas y que ya nos veríamos. Nos despedimos y se fue al baño. Amalia fue a su habitación y al rato vino a despedirse, dándome un buen morreo y si no estuviera Raúl allí, nos hubiéramos puesto a follar otra vez. Me dijo que viniera a comer. Le dije que sí.

            Cuando llegue a mi casa, bueno a mi nueva casa. Me encontré a medio vecindario por ahí. De chavales jóvenes ninguno. Imaginaba que eran los que no salieron a festejar el año nuevo. Encontrándome a Mario. Que me dijo…

-Parece mentira que no te dignaras a felicitarnos el año. (Me quede anonadado, porque su mujer si me felicito, pero por si acaso no hice referencia a eso)

-Es que me marché muy temprano, pensé que no estabais todavía en casa. Pensaba hacerlo ahora.

-Bueno pues vamos.

            El llevaba churros en una bolsa. Subimos en el ascensor hablando de las fiestas estas. Cuando llegamos a la casa Mario llamo a su mujer que apareció vestida normal, no como la noche anterior. Venía a felicitarnos el año. Ella dijo que detalle y mientras el marido buscaba donde poner los churros, ella vino a darme dos besos de felicitación, pero ahora me tocaba a mí, me dio uno en una mejilla, pero yo el siguiente se lo di en los labios directamente.

            Y antes de que ella dijera nada dije bla, bla, bla… Mario me pregunto que decía y yo mirando a su mujer y sonriéndome le saque toda mi lengua que es grande, de una forma libidinosa y provocadora. Ella no decía nada y Mario me invito a desayunar unos churros. Aunque en la fuente había porras y churros.

            En un descuido de Mario, con la porra que tenía en la mano, hice gestos provocadores con mi boca y la porra, mirando a Milagros. Y cuando me pregunto Mario que tal la noche, mirando a Milagros le dije que hubo de todo, pero que sobre todo mucho bla, bla, bla… pero luego nada. Mario riéndose dijo… “Calientabraguetas siempre ha habido… jajaja, eso no cambia”

            Milagros dijo a su marido que hablase bien. Yo cuando acabé de tomar las porras bebí un poco de café. Y con una mano toque la pierna de Milagros. Ella se quitó como si quemara. Luego acerque mi pierna a la suya, ella se ponía nerviosa. Mario le dijo a su mujer si ella iba a ir ahora con sus amigas y dijo que si, él dijo que estaría por abajo con algún amigo. Yo di las gracias por el desayuno y me marché.

            Mi intención ahora era darme una ducha y dormir la mañana. Me metí en la ducha, que no tenía mampara, tenía una cortina con mil años. Estaba duchándome cuando alguien descorre la cortina, joder el salto que di, menudo susto. Era milagros, que con una sonrisa y mirándome de arriba abajo me decía… “¿Ahora qué?” la quise meter dentro de la ducha, pero ella se apartó rápido, me dijo que no quería mojarse, que ya estaba bastante mojada, joder con la Milagritos, no se cortaba nada.

            Cuando salí de la ducha me puso una toalla para secarme, pero lo cierto que lo que más me sacaba era mi polla, hasta que consiguió lo que quiso, ponérmela bien dura y ella me decía agarrándome bien la polla… “Tienes que tratar bien a tu casera”

            No hizo falta ni que la desnudara yo, ella solita se quitó la ropa sin perder tiempo. La primera impresión que tuve no me defraudo, era voluptuosa, tenía un cuerpo de los que me gustan a mí, no era de modelo, pero tenía todo lo que más me excitaba y encima era una descarada maravillosa, nunca me fue tan fácil conquistar a una mujer, bueno si soy realista fue ella la que conquisto.

            Allí mismo hice una de las cosas que más me gustan, poner mirando a una mujer de cara a un espejo y yo detrás, es algo que me pone mucho, pero por lo que veía a ella también y colocaba el culo perfectamente para que pudiera poner mi polla entre sus piernas, ella paso su mano por delante, agarrando mi polla y pasándosela por todo su coñito.

            Yo la decía que desde que la vi haciendo la cama, sabía que era una autentica zorra y ella me miraba por el espejo y me sonreía. Fue verte y desear follarte el culo, ella se sonrió y dijo, que el culito solo lo tendría si hacia el resto bien. Yo la dije que ya sería ella la que me pediría que se lo follara.

            Ahora se agacho y coloco la polla en la entrada de su coño y se movió para clavársela, me gustan las mujeres así nada remilgadas que saben lo que quieren. Se apoyó en el lavabo y yo agarrando su cintura, la embestía duramente, pero ella lo aguantaba como una jabata.

            Yo veía su cara, estaba que se le caía hasta la baba, estaba cerca de correrse y yo la animaba. “Vamos zorra, córrete, que seguro que tu marido no te folla así” ella se congestionaba cada vez más hasta que se corrió, ver su cara reflejada en el espejo era una excitación total.

            Nos fuimos para la habitación y la tumbé en la cama, la empecé a comer el coño y solo oía como me decía, que si la polla era buena la lengua más. Se retorcía. Sonó su teléfono y ella ni se inmuto, se lo dije y solo me dijo que siguiera con lo que estaba haciendo, que pasara de todo y continuara. Me hizo colocarme para comerme la polla, no le ocurría como a Amalia, esta se la comía toda, le entraba mucho, lo notaba, era tan bruta que se la metía hasta que le daba una arcada.

            Así estuvimos hasta que nos corrimos los dos, la mamada de ella era insuperable, además cuando se corrió y noto que yo me iba a correr, se la metió prácticamente hasta la garganta y aguanto toda la corrida. Medio tosió, medio se atraganto, pero se lo trago todo.

            Ahora si cogió el teléfono y dijo… “No podía ser otro que el cornudo de mi marido” Tumbada en la cama, llamo al marido. Yo mientras aproveche para lamerla por todos los sitios, sobre todo las tetas y sus pezones rosados. Haciéndola a la vez una paja.

-Que quieres.

-No te oía porque estaba dentro de la iglesia.

-Es un problema mío.

-Pues porque cuando he bajado no me he encontrado a nadie y me fui a dar un paseo y me metí aquí. (Le costaba contener su excitación)

-Pero que es lo que quieres.

-Vale pues en un rato estaré por ahí.

-No sé, media hora, una hora, yo que sé. (se mordía los labios)

-Mira te dejo porque te pones pesadito.

            Cuando colgó. Ya no se contuvo. Me dijo que era un cabrón por hacerle eso, pero que le había puesto muy cachonda. Ella se volvió a agachar y logro ponérmela dura con su nueva mamada. Mientras me la hacía, yo le decía que su clientela tendría que estar contenta y ella cuando se sacó la polla, me dijo que imposible lo que pensaba, porque siempre tenía a Mario rondando por ahí. Que no se fiaba de ella, porque el lleva mucho tiempo sin cumplir y sabiendo como soy de cachonda me vigila y mucho.

            Me dijo que me dejase de tonterías y que le “rompiese” el culo. No hizo falta rogármelo. Entro como si nada, el culo lo tenía más que acostumbrado, follarlo fue un auténtico placer, hasta el punto que ella se la saco me hizo tumbar y se sentó encima mía, pero metiéndosela por el culo, imposible que la entrara más, mientras se hacía una paja para que yo la viera, mientras yo aprovechaba para “castigar” sus pezones y la cara de excitación que ponía era imposible de describir.

            Nos volvimos a correr y quedamos los dos muy a gusto. Cuando nos relajamos, la pregunte como solucionaba entonces sus necesidades. Ella riéndose me dijo con imaginación. Que su marido en un sex shop compro muchos artilugios y los usaba con ella, que por ejemplo era la primera vez que una polla entraba en su culo, que lo demás fueron artilugios comprados por su marido, que es para lo único que ha quedado, bueno para eso y para usar su lengua.

            Por eso cuando te vi mirándome el culo de esa manera tan “guarra” sabía que había encontrado con quien, como y donde. Bueno ya vendré a hacerte alguna visita más, de eso este seguro. Se fue y me quede dormido como un bebe. Tan dormido me quedé, que no oí la alarma que me puse para ir a casa de Raúl a comer.

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Vacaciones espirituales.

Reencuentro con una bella madura.

S.O.S. Ailen mujer “PELIGROSA”

Morbo, osadía y atrevimiento, 3 hermosas palabras

Baile seductor y morboso.

Seducido y “vencido”

Noche de bodas y… algo más.

Milena la seductora.

Maduras casadas, decididas y sin complejos.

Vecinos amables y cariñosos.

Terremoto sexual en familia.

Uniendo a una familia.

Madre e hijas una relación con mucho “futuro”

La pasional Aleska

Giordana cada día más VICIOSA

Sexo, lujuria, sensualidad

Viaje corto, pero placentero.

Viaje de trabajo, trabajo idílico.

Descubriendo más... de la ardiente Giordana

Creando un cornudo

La morena ORSOLYA

“superviviendo”

La torre de babel

Fin de semana “entretenido”

Mexico lindo y querido

1 de enero

Imprevisible Fin de Año

Conociendo a Larisa.

En tierra extraña.

Esposa, madre y… MUY CARNAL.

La venganza se toma en plato… CALIENTE

Una relación con mucho futuro.

Un nuevo mundo para Noemí.

Toda una señora, la DAMA DE PICAS

De tímida y vergonzosa a toda una LUJURIOSA.

Saber esperar

Milada y Dolors, el día y la noche.

Una relación inesperada, pero gratificante.

Inicio de nuevas “amistades” y que… “amistades”

Nueva vida en Barcelona

Una gran despedida sexual y sensual.

La “NECESIDAD” rompe promesas

Despues de una larga ABSTINENCIA...

APASIONANTE madura

Madura LUJURIOSA y… DOMINADA

Madura LUJURIOSA, pero reacia

Cancún ( IV y último )

Cancún ( III )

Cancún ( ii )

Cancún ( i )

Algo inesperado, satisfactorio, pero con dudas.

Una “FIESTA” de cumpleaños, distinta

Adentrándome en una experiencia diferente.

Sin planearlo y sin esperarlo

Madura PASIONAL

La caliente y fogosa Carmela

La lianta de mi tia LUCIA

Noche inesperada y lujuriosa

La realidad supera la ficción.

Madura, casada y con muchas ganas

¿Es bueno mezclar trabajo y sexo?

Cena con “sorpresa” inesperada.

Montse y Marialis en la playa nudista

Reencuentro morboso y excitante con Montse

Maduras “PELIGROSAS” e infieles (I)

Maduras “PELIGROSAS” e infieles (II)

Montse cada vez más EXCITANTE

Iniciando a Montse

Noche complicada... pero muy ardiente

Noche de una grata sorpresa

Eugenia cada día más morbosa.

Buen inicio de vacaciones...

No hay nada como un día de cine

Cumpleaños FELIZ... (II y final)

Cumpleaños FELIZ... (I)

El beso de Singapur.

Dos SUPERMADURAS excepcionales.

Un bautizo muy “caliente” excitante y entretenido.

Gracias a Eva mi amiga madurita.

Por fin... La verdadera Eugenia

El DESEO por una madura IMPONENTE (II)

El DESEO por una madura IMPONENTE (I)

A la conquista de una madura inalcanzable (II)

A la conquista de una madura inalcanzable (i)

Acoso y derribo de una MADURA CALIENTE (2)

acoso y derribo de una madura caliente

Fiestas de barrio (2)

Fiestas de barrio

Las maduras son mi debilidad

Una prima feliz y una amiga deseada.

Mi prima cada vez mas caliente

Contra mas prima, mas se le arrima...

Trabajo veraniego en las islas afortunadas - II

Trabajo veraniego en las islas afortunadas - I

Camping con sorpresa

Una madura saca la fiera que lleva dentro

1997 se va, llega 1998, FIN DE AÑO espectacular

Nunca hay que darse por vencido

NOCHEBUENA con una madre y una tia.

Con mi tia, seduciendo a madura muy conservadora.

El despertar de una madura reprimida

Carmen una madura con dudas

Las SORPRESAS de una madura mal atendida.

MADRES olvidadas, madres NECESITADAS.

La “EXPLOSION” de una madre muy necesitada

Cuando una MADRE pasa a ser una MADURA MORBOSA

Por fin madre e hija, ¿Quién ES MÁS…?

Madre e hija...

La hija mas cachonda que la madre.

Buena esposa, mejor madre pero… EXCELENTE vecina

Estrenando casa y cama

Últimos días en casa de la tía Lucia (2)

Últimos días en casa de la tía Lucia

La tia lucia y sus amigas, cada cual mas...

Mi tia Lucia. Madura complaciente. (3)

Mi tia Lucia. Madura complaciente. (2)

Mi tia Lucia. Madura complaciente.

No hay nada como una madura insatisfecha como Tere

Esther una madura aún más necesitada.

Primera vez con Sofí, pero no la última.

Continua el sorpresón con Maite - 2

Continua el sorpresón con maite

Sorpreson mas que agradable

Esther una madura necesitada

Primera vez en todo