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Imprevisible Fin de Año

en Sexo con maduras

Al llegar a este relato el número 100, quiero hacer una dedicatoria, a todas las personas que han leído alguno de mis relatos. A esas personas que los puntuaron. Y muy especialmente y por orden de aparición a… 

Lino70-elbuscador48-Ana-acalorado-elmismo-dosier69-getis-elpintor2-quito182-MONTECRISTO-gadeicide-ioelmejor69-Unlector-trejo-memorizador01-Negrita33-Jose—HombreFX-Maribela-carmenmadura-Lourdes-joaquin-PEDRITUS63-mexicanacaliente-ortatoti-juanjo2000-jaamica-Anam25-oscmen-Tenar-Luciano-barayo-cornupetafeliz-MISTERIOSA-cronista-tiempoperdido-ludico-GRAJO-patri-grayedu-plisker-jere-diogo-DavidM30-adelina1-nicotuc-MARIASW-Trina-gervar-Cesar-Pipi-Liguero-omar-elpersa-lokura-Mardoc-vangabrox-pgoh-OLY-madridmadridmad-Kalifa-Halconcito-mareher-gas-bigmouseac-hawkinsgm-gochosex-PASTOR-pipelon-bengala-mgr-alcides-alepo-cliksesy-Moonlight-desprendiz-caligula-Decker-sepelio-mutenrosi-perverso42-beto-raysteal-rosa39-SerPïter-VagabundoH-joaquinb015-ENRIQUE2000-Ander-ernid-tunegro-GENKI-Liberada2015-El Mero-pucelano2007-Olbia-Eustaquio-SAXO-golfo-Guto04-ahlover-ferchomorbo-Lothario-Anita Pibon-logovoz-patri-bocardi70-ibero54-Zanj Off-FENIX-elregio19-Martina-monkjdd1-ROBECAR-claudio-encar2000-Shadow-chunk87-tierno-valjas-perritosucio69-emmaces22-Domingo-SILJOSE-Amorboso-ARTILLERO-Luisito-cornudofeliz28-gato1962-Xio-albert-turner-Cutlass-noeliasex-pareja4845-beto-taz-GENKI-Pareja5045-manuma-bisbis-parejajoven2016-VALERIA75-SCATHACH-monito03-parejadeluque-Marianomadrid-ANTEROS39-PERICO90-LUILUI77-tashlan007-ILUMISEVILLA-parejasiles-MARTINA31-ismael35ros30-INDECISO36-pretos-DOZIN-enardecido-GIANIRA-mgr071057-EnigmaXXI-UNOyUNATRES-GADIANTON-DAMAL40-parejasum40-GOLDENMEN-unoomas-axol-KUKAMI-manuma-gustaener-Achtland-Milenia69-sergio3110-mistica44-LUPE1968-rete3-ZCRS-QUEQUEMO-vampiresa40-Maciste-parejatoledo-Fiammetta-SrGuayaba-irene-DOSunidos-PierreOrdinaire-SUNSET77-RODIZ-naranjaylimon-venado-Sunal2-RaulTeresa-ZaMoRaNoS-hell hammer-GUILLEOS, FinchMeister, vicking, bart69  que escribieron algún comentario, me gustaran o no. Y como no a la honorable COFRADIA.

A todas aquellas personas que me mandaron algún correo, Julián, Javier, Marisa, Adrián, López, Parejita Argentina y muchos más, pero sobre todo sin olvidarme de María Fernández, que deseo y espero que se le pasara por lo menos algo el enfado.

Pero aquí quiero hacer un especial saludo a Guillermo Oscar, deseándole que todo le vaya lo mejor posible y dándole las gracias. Mandándole también un fuerte abrazo y mucha fuerza.

  

 

Por fin llegue a Barcelona. Parecía que estaba en el mismo sitio, menuda lluvia que caía. Me fui para casa, no me esperaba nadie. Llame a mis tíos, pero no había nadie. No tuve más remedio que bajar a buscar en algún sitio algo para cenar. También era lógico no había avisado. El lunes acudí con normalidad a mi trabajo. El recibimiento fue especial, porque más que un recibimiento fue puro cotilleo. Porque se agolparon las preguntas que me hacían de todo lo que había pasado en la central. Mis comentarios fueron todos de tipo profesional. Y que prefería estar ahí que en la central. Pero les dije que el día dos me tocaba volver, yo calculaba que como tres semanas más. Pero que lo mismo eran dos que seis. Ahora me preocupaba más el día de nochebuena. Quería ir a Madrid que me había dicho mi madre que se reunía, toda la familia, abuelos, tíos, primos… me apetecería mucho y para no mentir por ver a mi tía Lucia, que más de una noche y en otros muchos momentos me acorde mucho de ella.

Llame a Mónica, para decirle que estaba allí, pero Mariona de forma distante me dijo que estaba reunida, que se lo comunicaría en cuanto estuviese libre. Vaya chasco que me lleve, porque estuvo muy tirante. Lo mismo es que había alguien presente, yo como siempre mirando el lado positivo de las cosas. Al final estábamos en un corrillo Joana, Noemí, Fabiola y yo. Me contaban algunas novedades, que no eran nada interesante. Pero así estuvimos hasta que sonó el teléfono y me dijeron que era para mí. Me fui a poner, pero no hizo falta porque había sido Mariona diciendo que me presentara en el despacho de D. Miguel, así que me dirigí con rapidez al despacho del gran jefe. Cuando llegue estaba también Mónica y un tal D. Eusebio, que tenía una cara de amargado de mucho cuidado. Era como con mis compañeros, querían información, pero a diferencia de ellos las preguntas fueron muy concretas, se interesaron mucho por el proyecto en el que estaba trabajando y como nadie me dijo que no comentase nada con ellos, les hice un buen resumen del trabajo. Cuando termine me dijeron que el día 24 no hacía falta que fuera a trabajar, aunque se trabajaba hasta las dos. Pero el día 26 tenía que estar de vuelta. No es que hubieran sido muy generosos, pero…

Cuando bajé nuevamente a mi planta, las tres amigas vinieron a cotillear les dije lo que había pasado y lo “GENEROSOS” que habían sido con lo de la nochebuena y las tres se partían de risa, pero yo no me reía. Mi intención era irme en el puente aéreo el 23 por la tarde-noche, según los vuelos y se lo dije a las tres, que pusieron mala cara, porque ese día era la cena del departamento, que, aunque no iban todos ellas tres sí. Que me podía ir el 24 temprano. Las mire y dije que iría a la cena. La primera que me pillo a solas fue Noemí, que me dijo que nos podíamos escapar en la cena e irnos a mi casa y me guiño un ojo. Luego vino Joana y solo me dijo, que el día de la cena tenía toda la noche libre, lo dijo con mucha intención. Yo me sonreía y casi al mediodía Fabiola también me anuncio que llevaba mucho sin salir una noche, que por fin podía hacer una escapada larga. Solo de pensar lo que pensaba la polla se me puso muy dura. Cualquiera de las tres era estupenda para pasar una buena noche. Pero la gran pregunta era y porque no las tres. Con dos ya había estado a la vez, sería fácil introducir a la tercera. Y me puse a ello. La ocasión se dio rápida porque apareció el marido de Joana y se fueron. Así que aproveché y les dije a Fabiola y Noemí de ir a tomar algo, nos escapamos y nos fuimos.

Una vez en la cafetería, hablábamos de todo un poco y cuando se quedó nuestra zona un poco más libre, fui directo con ellas y les dije… “Mirar he pensado una cosa, solo hay una noche y me gustáis las dos mucho. Elegir a una, sería injusto. Por lo que he pensado que porque no repetir otra vez juntos” las dos se miraron sonrieron y encogiéndose de hombros dijeron… “Y porque no” cuando ya estaban conformes les dije… “Pero hay otra cosa que quiero añadir y es que quiero que venga una tercera persona” las dos a la vez… “¿Quién?” y Noemí añadió “¿Hombre o mujer?” pero las note con cara de preocupación. “Mirar quiero que venga también Joana” mire sus caras y se quedaron blancas. Fabiola me dijo… “Seria estropear la noche, con ella no tienes nada que hacer y nosotras muchísimo menos. Que a mí me daría igual, que no está mal y solo por hacer que le pusiera los cuernos al imbécil que tiene por marido…” y Noemí asintió con todo lo que decía su amiga. Había salido bien. Ellas me dijeron que yo sería quien tendría que empezar todo y que ellas me seguirían la corriente.

Ya solo me quedaba prepara todo bien para la “fiesta” de los cuatro. Llego mi último día de trabajo y el de la gran cena. Llegamos todos al trabajo y faltaban Fabiola y Joana. Algo extraño en ellas que eran puntuales al máximo. Noemí que era muy amiga de ellas no tenía ni idea, pero al pasar ya una hora y no llegar llamo primero a Fabiola, le costó, pero al final la localizo. Era uno de sus hijos que tenía una enfermedad crónica, no grave, pero que de vez en cuando le daba una crisis y ese día le dio. Lo que quería decir que no vendría a la cena y Noemí me comento que era el hijo pequeño, que era una casualidad pero que le daban cuando la madre iba a salir de noche, añadiendo cosas de niños. Luego llamo a Joana y no cogía el teléfono. Le dejo un par de mensajes en el contestador. Le dije que llamara al marido y preguntara, ella se negó, no quería hablar con él. A mitad de la mañana Noemí recibió una llamada de Joana, puso el, manos libres para que oyera yo también, la voz de Joana de lo congestionada que estaba parecía un hombre, se había levantado fatal y con fiebre. Le deseamos que se recuperara pronto y nos metimos con ella diciéndole que nos dejaba solos, ella solo decía que ya quisiera ella estar en la cena, mejor dicho, en los “postres” y le dio la tos. Después de la conversación nos bajamos a almorzar. Empecé a pensar cómo hacer esa noche porque todo había cambiado. Tendríamos que ponernos de acuerdo Noemí y yo. Mientras almorzábamos…

-Noemí, que estoy pensando que paso de ir a cenar. Podemos irnos Ferrán, tu y yo a cenar, luego a tomar algo a mi casa. ¿Qué te parece?

-Por mi seria genial, pero no creo que a mi marido le haga gracia.

- ¿Y eso? (pregunte sorprendido)

-Porque no quiere que se vuelva a repetir.

- ¿Pero qué paso? Que creo que hay confianza para que me lo cuentes sin necesidad de andarse por las ramas.

-Pues un ataque de cuernos en toda regla. Que se lo paso bien. Pero dice que me vio muy… como antes jamás me había visto. Que tampoco me vio nunca tener tantos orgasmos.

-Pues vaya, eso sí que es una contrariedad.

-Pues sí, es mas no le gustaba que fuese esta noche a cenar, porque ibas tú. Pero le dije que como acababas de llegar, que te ibas a Madrid a pasar la nochebuena. Se quedó un poco más tranquilo.

-Bueno pero esta noche…

-Esta noche… (Acercándose a mi oído y en voz baja) Follaremos hasta que no me tenga en pie.

-Eso es lo que quería oír. Aunque me hubiera gustado que fuéramos impares. Que a ti se te da muy bien.

-Cuanto vicio que tienes. Me perviertes… Jajaja.

-Poco se puede pervertir a una putita como tú.

-Oye… que soy una mujer casada y MUY respetuosa… Jajaja.

-Ya lo veo.

-Pero se me ocurre que lo del número impar, lo mismo tiene solución.

- ¿Cómo? (Pregunte con sumo interés)

-Pero habría que ir a la cena. ¿Sabes quién es Almu?

-No, ni idea.

-Una del departamento de marketing.

-De ahí que yo sepa, no conozco a nadie y de conocer será de vista.

-Pues ella si te conoce a ti de vista. Entro al mismo tiempo que yo aquí. Estuvimos juntas dos años y luego yo me vine a este departamento. Es pequeñita un poco más baja que Joana. Es muy pechugona y de culito salido, respingo. Tiene un año más que yo y no sé qué más decirte. Ah, sí. Está separada desde hace seis meses y yo que sepa, si ella dice la verdad, que la creo no se ha comido ni un rosco desde entonces.

-Todo eso muy bien, pero veo unas pegas. Primero, si no es de nuestro departamento… ¿Cómo va a venir? Segundo, tú lo ves factible o se nos va a pegar y se nos va a pasar toda la noche contando todo sobre su separación.

-Ella suele venir a nuestras cenas, porque cuando falta personal en nuestro departamento a quien mandan es a ella, por eso suele venir a nuestras cenas, es como una más. Y de lo otro no lo veo factible, pero tampoco lo veo imposible, porque como te dije ella te conoce de vista y dice que no le importaría “hacerte un favor”

-Mujer, pero ese tipo de comentarios, suele ser un comentario jocoso. No tiene que ser al pie de la letra.

-Vale, puedes tener razón, pero ella siempre ha sido muy marchosa, eso te lo aseguro yo, que la he visto “actuar” en sus mejores momentos, de acuerdo que era cuando estaba soltera, pero es como ese rollo que se dice de que cuando aprendes a montar en bicicleta ya no se olvida.

-Pero ya que dices que la conoces tanto… ¿Tu qué crees?

-Que estará difícil, pero como a los dos nos gustan los retos… que puede pasar, que se marche y ya está, del resto ella no va a decir nada a nadie.

-No sé. Prefería no ir a la cena e irnos tu y yo a…

-Hacemos una cosa. Vamos a la cena, la conoces y si te gusta, si te pone lo intentamos, si no, me mandas un mensaje y nos piramos los dos solitos. ¿Te parece bien?

-Me parece bien.

-Ya verás cómo te gusta, porque, aunque es más pequeñita que yo, saca mucho partido a su forma de vestir y se convierte en una loba. Ya verás cómo seguro que lleva escotazo, sin nada debajo para que se le note todo y con sus súper taconazos. Ya verás cómo tengo razón, Explota mucho su pecho y su trasero.

-Lo pintas muy bien, pero…

-Pero me tienes que hacer un favor. Como conozco a Ferrán, seguro que se empeñará en llevarme a la cena, porque no me dejará llevar el coche, para que luego no vuelva con una copa de más. Pero la realidad es que me llevara para comprobar que tu no estas. Lo que necesito, que no seas tan puntual como siempre, que llegues un poco más tarde. ¿Me harás ese favor?

-Y qué remedio queda…

Ya estaba todo hablado. Pero seguía prefiriendo, aunque pueda parecer raro, estar solo con Noemí. Por estar más seguro todo. Por no ir a la cena. Por no acabar tarde, porque al día siguiente el día y la noche serían muy largos. Pero lo tenía ya metido en la cabeza, después del primer plato, le mandaría el mensaje, para no perder el tiempo y si eso otro día se podría intentar. Luego en el departamento más que ver trabajar, se oían sobre todo a las mujeres, hablar sobre el vestuario que llevarían. Luego también hablaban del lugar de las copas, en donde había divergencias, yo veía difícil que llegaran a un acuerdo, el único que se libraba era yo, porque cuando me preguntaban, yo con la excusa, además que era verdad, de que no conocía los sitios… yo me limite a decir que ya me dirían esa noche a dónde íbamos. Lo único que estaba claro era el lugar de la cena.

La reserva en el lugar de la cena era a las nueve de la noche. Yo a las ocho y cuarto, estaba en una cafetería de enfrente, sentado y esperando a que fueran llegando. Desde donde me había sentado tenía una visión perfecta de todo lo que pasaba. Vi llegar el coche de Ferrán, se paró en segunda fila, allí sería complicado aparcar. Pero nadie salía del vehículo y me costaba ver lo que sucedía en el interior. Se baja Noemí del coche, podía ver, aunque no a la perfección que iba cautivadora, luego veo que se baja Ferrán, que entra en el restaurante y esta como unos diez minutos. Luego sale y se le ve como muy tranquilo. Yo pago lo que había tomado y voy a salir, cuando veo que el coche de Ferrán se mete por la primera calle de la derecha. Algo que me extraño porque por ahí no se iba a su casa. Me quedo quieto y no salgo. Estoy esperando un rato, cuando veo de nuevo el coche, que pasa muy lento. Así dio varias vueltas. Hasta que al final de forma decidida acelero y se marchó en la dirección correcta. De todas maneras, dejé que pasara un poco más de tiempo y cuando vi que no volvía a pasar cruce la calle y me metí en el restaurante, todos se metieron conmigo por llegar el ultimo, hubo todo tipo de bromas. Lo peor no eran las bromas, era que normalmente te queda el peor sitio, el que nadie ha querido. Sin embargo, me equivoque, Noemí me había guardado un sitio junto a ella. Menos mal, pensé. Cuando llegue a sentarme, ella quedaba a mi izquierda y a la derecha había una mujer de pelo corto y me la presento como Almu, estaba sentada y no se la veía bien. Pero Noemí no se había equivocado, el escote era exorbitante, de esos que, si estás hablando con ella, se te va la vista a las tetas de forma irremediable y luego que le quedaban como si las fuera a poner encima de la mesa. Y cuando me fui a sentar, más de lo mismo, la minifalda que llevaba, al estar sentada, dejaba casi a la vista todo. Noemí estaba que se partía de risa.

Pero yo había tenido la razón, no la conocía de nada. Porque seguro que me acordaría. Se la veía una mujer simpática, al principio un poco cortada, pero con ayuda de Noemí, se fue soltando. También vinieron las bromas de que como estábamos los dos sin pareja… aguantamos bien las bromas, porque yo también me metía con el resto de la gente. La cena estaba resultando muy amena y agradable, me lo pasaba mejor de lo que había pensado. De vez en cuando Noemí me rozaba, ya fuera con su pierna o con su mano, de forma muy discreta. La bebida corría con mucha fluidez. Y veía que algunos no llegarían al final de la cena en buen estado. El buen ambiente de la cena, se vio cortado varias veces por las llamadas de Ferrán a Noemí, que ya la empezaban a disgustar, en un momento pude oír como le decía… “Me tienes hasta el mismísimo… al final me harás hablar mal. Vas a provocar que deje la cena y vaya para casa enfadada… ¿Es lo que quieres? Si es así dímelo…” ya me veía con un tercer “fracaso” esa noche. Pero mientras ella seguía hablando me guiño un ojo y supe que estaba equivocado.

Estaba pendiente de Noemí, cuando alguien me decía… “Tener una pareja celosa es lo peor que puede pasar” quien me lo decía Almu y yo le conteste… “Por eso no tengo pareja, así nadie me controla” y sin saber el motivo ella se puso a reírse para decirme… “Si yo lo hubiera sabido antes, no me habría casado y así me hubiera ahorrado muchos dolores de cabeza” igual que no supe porque ella llego a reírse por lo que yo dije, tampoco supe porque le dije… “No me extraña que estuviera celoso, con una mujer tan sugerente, tan guapa… pero era celoso porque seguro que era poco inteligente” sentí que había metido la pata. Pero ella mirándome a los ojos, en vez de reprocharme nada me dijo… “¿Por qué dices lo de poco inteligente?” quise echar el freno y traté de zanjar ese tema de conversación. Diciéndole… “Si lo dijera tal como lo pienso se podría interpretar mal y además hay mucha gente”. Ella que no quería dejarme escapar para que respondiera, que su cara había perdido la sonrisa y estaba seria, Me dijo que la contestara. Me acerque un poco más porque con el ruido que había tendría que alzar mucho la voz y no era lo más adecuado en ese momento. “Pues es fácil, tu ex sin conocerlo te diría que tenía muchos complejos, que se sentía inseguro teniendo una mujer así y resumiendo, que él sabía que eras mucho pollo para tan poco arroz” ella apretó sus labios hasta que soltó una sonora carcajada y cuando pudo controlarse me pregunto con lágrimas en los ojos de la risa… “¿Qué has querido decir exactamente con lo del pollo y el arroz? Que no se si lo he entendido bien” yo ahora más relajado y más tranquilo le dije… “Por las risas que te has pegado lo has entendido de sobre, pero por si no ha sido así, que tú eres de las mujeres que tarde o temprano necesitas más de lo que te puede dar un solo hombre, lo que te hace falta es un hombre inteligente que llegue a comprender temprano esa situación” ella ahora todo roja, imagino que además de por el alcohol, que no bebió mucho y por el azoramiento me dijo… “Quien te oiga pensara que soy una mantis religiosa” y nos reímos.

Llego Noemí y nos dijo que nos veía riéndonos mucho, Almu le dijo este que es muy peligroso. Noemí le respondió que pinta tenia de ello. En ese momento Almu se levantó y dijo que iba al aseo, no sé en otros países, pero aquí es raro que una mujer vaya al aseo sola, por lo que Noemí enseguida dijo que ella iba también. Mientras yo hable con otros. Pero pendiente de la vuelta de las dos. Pero paso por lo menos un cuarto de hora, tal vez algo más. Regresaron riéndose y venían con mucha complicidad. Y en un momento concreto Noemí puso cara de NO. Para salir de dudas me fui al aseo, pero antes le hice una seña Noemí de que la llamaría por teléfono. Ella lo entendió y asintió. Una vez en el aseo la llame. Cuando cogió solo puede oír… “Si mama, espera que me salgo fuera que no se te oye bien y como pedía disculpas”

-Ya estoy fuera. Podemos hablar.

-Es por la cara que has puesto cuando habéis regresado de los baños.

-Que no va a ser posible.

-Ya te he dicho muchas veces que no siempre uno puede gustar a todo el mundo.

-Que va, no va por ahí, todo lo contrario. Le caes fenomenal, eres muy simpático, muy joven, que estas. Y esto te lo digo tal cual me lo ha dicho ella… “Que en la conversación que habéis tenido, que ya estaba toda la noche poniéndose excitada contigo, que le hiciste mojarse las bragas de una manera que creía que se había meado” textual.

- ¿Entonces cuál es el problema?

-Yo la he animado, más bien incitado, para que lo aproveche, pero dice que hace mucho que no está con un hombre distinto al que fue su marido, que no sabe si estaría a la altura y lo más importante, que su chochito esta con algún pelo de más, porque claro ella no tenía pensado nada esta noche. Le he quitado importancia, pero no he logrado convencerla.

-Tenemos que decidir lo que hacer, lo digo para no perder el tiempo. Tu olvídate de las excusas que ha puesto, que posibilidades ves de estar los tres juntos.

-Es que no me puedo olvidar de lo que me ha dicho. Porque si fuera solo lo que piensa ella de los tríos, con la gente bisexual, se hace todo más complicado.

-Un momento que ahora sí que me he desubicado. Que es lo que piensa de los bisexuales.

-Pues siempre ha dicho que entiende que a una persona le guste otra del mismo sexo, pero que de los dos sexos es vicio.

- ¿Eso dice?

-Tal cual.

-Tu sígueme la corriente cuando entremos.

Cuando llegue del aseo allí estaban las dos hablando tranquilamente. Ya habíamos cenado y ahora estaba la gente tomando unas copas antes de irnos y los chupitos a los que invito el restaurante. Se notaba que había unas tres personas bien pasadas por el alcohol. Que al estar así degenero en una pequeña discusión, pero sin mayor importancia, la diferencia es que yo si se la di, no por estar bebidos sino por el mal rollo que se podía organizar. Fue cuando propuse a las dos el ir a tomar algo a mi casa, entre otras cosas porque yo al día siguiente tenía que madrugar para irme a Madrid y por estar más cómodos. Noemí se quedó expectante y sin decir nada, Almu no decía ni sí ni no. Se la notaba con ganas de decir que sí, pero era como si no se atreviese y fue cuando Noemí estuvo esplendida, como con cara de timidez dijo… “Hombre yo sola pues no, no por nada si no que estoy casad y se podría mal interpretar las cosas, pero si viniera alguien más, pues que no me importaría” sin dar tiempo a nada le respondí yo… “La invitación es a las dos y yo no diré a nadie que vamos a mi casa, no vaya a ser que se apunte alguien que no quiera, entonces que decís” las dos se miraron y Almu dijo… “Por mi vale, pero lo que ha dicho Carlos lo mejor, sin comentarlo a nadie, porque si no el pesado de Segis y de Manolo se vienen seguro, que no paran de darme la brasa como siempre” y la cosa se puso mejor cuando por motivo de la discusión se hicieron tres grupos para ir a tomar las copas, cada uno quería ir a un sitio. Se dijeron los tres sitios y que cada uno fuera a donde quisiera.

Una vez que acepto, yo sabía que, si Noemí y yo lo hacíamos bien, Almu no diría no a nada. Llegamos a mi casa y yo no sabía si ellas estarían igual de cachondas de lo que estaba yo. Pero Noemí casi mete la pata, porque cuando llegamos Almu pregunto por el aseo y estuvo a punto de decirle donde estaba, menos mal que me anticipe yo y la acompañe. Cuando regrese e iba a regañar en broma a Noemí, esta me agarro la mano y me la llevo a su coñito, diciéndome… “Estoy malísima. Que ganas que tengo de que me folles y comer entera a Almu, uufffff…. me dan ganas de desnudarme y pedir que me folleis” pues otra que estaba como yo. Fui deprisa a un mueble que tengo y traje dos juegos para adultos que tengo y los deje en un sitio de forma discreta, pero que se pudieran ver. Y le dije a Noemí que si Almu no se daba cuenta, que fuera ella quien preguntase. Una vez que estaba Almu pregunte que querían beber y les fui poniendo la bebida, mientras ellas dos estaban de pie mirando todo, hacían comentarios como que la casa se veía grande, que limpia que estaba, que no se esperaban que un chico tan joven y soltero la tuviera si… hasta que vi como Noemí, señalaba los juegos sonreía y Almu miraba y sonreía también. Tuvo que ser Noemí la que pregunto.

Cogió las dos cajas y las trajo hacia donde yo estaba. Nos sentamos y les dije que era para ocasiones de mucho cachondeo. Las dos miraban con curiosidad. Incluso Noemí. Los dos juegos eran bien distintos, uno era digamos que más normal y el otro era para poner poco topes a la hora del sexo, uno más comedido que el otro. Eso llevo a que la conversación discurriera en torno al sexo y los juegos. Yo con mucho disimulo y sin presionar, fui picando a Almu, eso sí, con la inestimable ayuda de Noemí. Que dijo que en sus tiempos eso no lo había, que tenía que ser divertido y Almu le dio la razón. Almu pregunto cosas sobre alguna partida que hubiera jugado, curiosidad, algo bueno. Mi respuesta era que no había dos partidas iguales y que si las personas que participaban no se cortaban el juego salía perfecto, pero que, si no, mejor no jugar. Y la puntilla la di diciendo… “Estos juegos básicamente son para personas nada celosas, porque se juegan mucho en pareja, para personas decididas, gente que quiera pasar un rato excitante y divertido. Sin prejuicios. No todas las personas están preparadas, que siempre hay mucha gente que son muy valientes de boquilla y luego…”

Noemí no sabía si lanzarse y decir que quería jugar, lo veía en sus ojos, me miraba como esperando una indicación. Mientras Almu miraba las dos cajas de los juegos con detenimiento. No haría falta que Noemí dijera nada, lo iba a hacer yo. Pregunte si querían otra copa y las dos dijeron que sí. Mientras me levante a ponérselas dije… “Si os animáis, jugamos una partida, pero solo si os veis preparadas” vi cómo se miraban, pero no las veía bien ara poder percibir que pasaba sobre todo a Almu. Dejé las bebidas encima de la mesa, no me senté iba al aseo y mientras me iba les dije… “Si os decidís solo tenéis que saber que el juego de la caja verde es el más atrevido y el de la caja roja, aunque también es atrevido lo es menos” no cerré la puerta del servicio, quería oír lo que pudiera, tuve que espera que se me bajara un poco la erección porque no podía orinar. Oía que hablaban, pero lo hacían tan bajo que no me enteraba de lo que decían. Ahora vería en qué punto estábamos. Llegué y me senté tranquilamente. Mire la hora y ya era muy tarde, no podíamos seguir perdiendo tiempo. Fui directo… “¿Qué, echamos una partida o finalizamos la noche?” Almu dijo… “Yo no tengo mucho problema, pero no me comprometo a ser capaz de hacer todo lo que pueda poner el juego” Noemí con sonrisa más que perversa dijo… “Yo digo lo mismo que Almu, pero también con la condición de que esto no salga de aquí” Almu se dio por ofendida, pero nos relajamos y decidimos que juego coger. Ellas estaban por el juego rojo, pero al final con mucho arte, logre que fuera el verde. Era mucho más directo, se perdía menos el tiempo y si Almu estaba como estábamos Noemí y yo… el verde era el mejor.

La ventaja es que como ellas no sabían las normas, podría hacer alguna variación durante el juego. Para romper el hielo empecé yo, tiré mi dado, caí en una casilla que tenía que coger una tarjeta, había dos grupos. Las cartas lilas eran para quitarse la ropa y hasta que no estabas desnudo no podías coger del otro montón. No era exactamente así, pero eso fue lo que dije. Me tenía que quitar una prenda de ropa de cintura para arriba. Lo hice sin problema y como llevaba solo una camisa, me quedé desnudo de cintura para arriba, la mirada de Almu fue más que gratificante. Luego le toco a Noemí. Que le salió que tenía que quitarse una prenda a gusto de la mayoría. Dejamos que ella eligiera y se quitó la parte de arriba quedándose en sujetador. Luego le toco a Almu que le salió la misma que a mí, pero ella prefería quitarse la falda, imagine que porque no llevaba sujetador. Tenía buenas piernas y se quedó en tanga, que yo creía que llevaba braguitas. Se dio la vuelta para dejar sobre una silla la falda y tenía razón Noemí, tenía un culo hacia afuera, muy buen culo. Muy hermoso, en eso se parecían las dos. La siguiente me tocó a mí, pantalón fuera, los ojos de Almu casi se le salen y miro a Noemí, yo me hice el loco, la polla se salía por arriba del bóxer. Luego le toco a Noemí que se quitó el sujetador. Dejando sus tetitas puntiagudas al aire y se notaban sus pezones durísimos. Cuando le toco a Almu, pude ver indecisión, pero ante un gesto de Noemí, se animó. Quedándose ya solo en tanga, menudas tetas que tenía y le dije… “Ves como tenía razón, que no eres para un hombre solo” puso sonrisa cómplice y volvió a colocar cuidadosamente la ropa que se había quitado, pudiéndose ver ahora a la perfección esa obra de arte que era su culo. Cuando lo hizo protesto porque ella y yo estábamos en desventaja con Noemí. Pero seguimos jugando y me tuve que quitar el bóxer. Ahora el comentario fue de Almu… “Hijo mío… que saludable que se te ve” nos reímos todos. La siguiente fue Noemí que se quedó en tanga también. Y luego se tuvo que quitar el tanga Almu, que se dio la vuelta y le costó mucho. Cuando se dio la vuelta, yo esperaba ver un bosque y no, tenía solo un poquito de vello, nada exagerado.

Ahora nos tocaban el otro montón de cartas a Almu y a mí. La primera que me toco fue dar un beso caliente a mi pareja. Como no había pareja pues nada. Entonces protesto Almu y dijo… “Cuando salga alguna de hacer algo con la pareja, se quita y no vale, así que coge otra” Me salió dar un beso de dos minutos a la persona de mi derecha, que era Noemí. Almu cogió el reloj de arena y dijo ya. Nos dimos un morreo de campeonato. Hasta que Almu dijo… “STOP” luego le toco a Almu, que cogió la tarjeta y la leyó, quedándose mirando la tarjeta, algo había salido que no le gusto. La tarjeta decía da un beso muy caliente de dos minutos a todos los participantes menos a tu pareja. Yo dije… “No te lo piense que es peor. Me pido yo primero, así que Noemí controla tú el tiempo y la guiñe un ojo” En vez de quedarme sentado me puse de pie y me acerque a ella. Me agache y la empecé a besar de una forma muy lujuriosa e hice que mi polla diera con uno de sus pezones, moviéndome provocativamente y menuda forma de besar tenia ella también. Fueron más de dos minutos, pero ninguno se quitó, hasta que Noemí dijo ¡YA! Y nos costó separarnos.

A continuación, se besaron ellas y deje más de dos minutos, no protestando Almu, ya estaba todo listo. Me volvió a tocar a mí y me invente lo que decía la tarjeta… “Elige a una persona y que os deis un beso ardiente en la postura que tu elijas, dos minutos” Yo estaba en el sillón con la polla mirando al techo, elegí a Almu y le dije que se pusiera sobre mí y nos diéramos el beso. Ella se sentó de tal manera que mi polla hacia tope con su rajita, quedando hacia arriba de su pubis. Cuando empezamos a besarnos agarré sus nalgas y la atraje. Ella se pegó bien y note como rozaba su raja sobre el tronco de mi polla. Apretaba mucho y subía y bajaba despacio, estaba gozándolo. Mientras su lengua estaba dentro de mi boca, me llenaba de saliva, hacia como un gemido gutural. Seguro que ya habían pasado los minutos indicados de sobra. Noemí apareció por detrás y empezó a comer su cuello, lamer sus hombros, mientras con sus dos manitas atrapaba las portentosas etas de Almu.

El calentón de los tres ya era indescriptible. Hasta el punto de que Noemí le decía en el oído a Almu, pero yo también podía oírlo… “Así que esto es vicio. Pues somos viciosas además de putas. Menudo pollón tienes entre las piernas… Ehh…” Almu paro de besarme, se giró un poco miro a su amiga y le dijo… “Mañana te diré cuatro cosas bien dichas, pero ahora vamos a pasarlo bien” se dieron un beso muy ardiente. Almu paro de moverse, se levantó se dio la vuelta y sin más, cogió mi polla la dirigió a su coñito y se fue sentando, mirando a Noemí… “Que exageración Noemí, como se nota, como me roza, que gustazo, que bestia… ven dame un morreo” Noemí se acercó y se volvieron a besar. Luego Almu que no se cortaba, hizo a Noemí que se bajara y se recostó sobre mí. Almu mientras me la estaba follando o mejor dicho mientras ella me follaba, no paraba de decir… “Qué maravilla tener todo eso dentro y esa maravillosa lengua… aahhhhh… joder no paréis, que me va a dar algo de tanto gusto” y se corrió sin dejar de gritar, cuando se fue relajando y Noemí la besaba, ella le dijo… “No sabía que podía ser tan puta y tú no te quedas atrás, que por lo que he comprobado no es la primera vez que te comes un buen…” Noemí que se la notaba fuera de si le contesto, ya verás cómo hoy tu aprendes rápido.

Noemí le cogió la mano y yo me levante detrás, fueron directas a mi habitación lo que con algo de sorpresa le dijo Almu… “Serás puta… tú ya has estado aquí y ya te lo has follado… ¿En qué momento habéis decidido esta noche que me ibais a follar? Mientras se dieron un beso y después cuando estaban tumbadas en la cama, Noemí le dijo… “El otro día lo decidí, desde que probé con otra mujer, he pensado en algunas amigas pasadas y tú eras una de ellas…” se siguieron besando y no podía ser todo perfecto. Sonó el teléfono de Noemí, mejor dicho, vibro. Era su marido y corto la llamada. Pero se dio cuenta de que tenía con esa, nueve llamadas perdidas. Nos pidió silencio y llamo. Con un desparpajo total, le dijo que no se había enterado (en eso no mintió) y que ahora había cortado porque dentro de la discoteca no se podía hablar, que se había salido fuera. Fue cuando ella en silencio escuchaba y nos hacía señas con una mano de que su marido no paraba de hablar.

Me saco la lengua provocándome miro hacia abajo y hacia detrás de ella. Luego se puso a cuatro patas y se apoyó sobre sus codos en la cama. Mientras Almu miraba alucinada. Me acerque por detrás me ensalive bien la polla y empecé a metérsela por el culo. Ponía caritas, pero aguantaba, yo la veía por el espejo de la habitación. Hasta que en un momento dado cuando ya se la tenía metida hasta los huevos, ella dijo… “Ferrán espera un momento. Almu que bien que hayas subido, que necesito tu ayuda, mira que me parece que se me ha clavado algo aquí, mira a ver que puedes hacer. (Señalando para que se pusiese debajo) Si, si Ferrán ya se lo digo, Almu que saludos de Ferrán” y la otra tampoco se cortó cogió el teléfono y le dijo… “Hola Ferrán, ¿Cómo vas?... Nada la cursi de tu mujer que se ha clavado como una espina por detrás y esta como siempre haciendo un mundo… un beso haber cuando coincidimos” se aguantaba la risa. Se pudo debajo y se puso a comer el coñito de Noemí, que seguía escuchando a su marido. El movimiento de Noemí que cada vez era más “violento, me decía que entre Almu y yo la teníamos a punto de caramelo. Tanto era así que con voz de tensión dijo… “Ferrán que no, que no vengas a por mí que no hace falta que cojo un taxi. Que no iré sola que Almu ha dicho que se viene a casa a dormir, ya está. Si no tardaremos, un par de bailes más y ya está, que hace mucho que no bailábamos así” al final colgó y dijo… “Ahora si cabrones, no paréis hasta el final, que me vengo, que me vengo… OOOHHHHHH…. AAAHHHHH…” y cuando la oí empecé a correrme dentro de su culo. Qué maravilla. Ella se gacho y antes de que Almu se quitara empezó a decorar el coñito de la amiga y Almu volvió a empezar con ella. Que 69 más desaforado y bestial.

Yo estaba de verlas otra vez preparado pero una vez se corrieron las dos. A Noemí le entro la preocupación y decía que se sentía incomoda que no se fiaba de Ferrán y prefería irse. Yo le dije que sin problema. Fuimos a la ducha los tres. Mientras iba a buscar dos toallas más, pude oír como Almu le decía a Noemí… “Oye Noe, primero no sé cómo te ha entrado todo eso por detrás y tan ricamente, mi ex que la tenía más pequeña, era dolorosísimo, pero lo que más me preocupa, todo eso que te ha salido sin parar y que me ha dejado la cara empapada y veo que te sigue saliendo, es lo que yo creo que es…” Noemí riéndose le dijo… “Ya verás como cuando Carlos te haga el culo, no es lo mismo que tu ex y si es lo que tú te imaginas, no se corre te riega” se echaron reír las dos. Se vistieron y llamaron a un taxi desde mi casa, Cuando se iban, Noemí me dijo que me prometía que la próxima vez con más tiempo, que me lo debía. Almu, escuchaba callada. Se iban ya cuando Almu, se dio media vuelta y me dijo… “Que sepas que de todos los amigos de Noe, eres el que mejor me ha caído” y me plantifico un morreo.

Al día siguiente marche para Madrid, esperaba que fuera una Noche Buena en todos los sentidos, sobre todo por la presencia de mi tía Lucia. Pero hubo tanta familia que iba a ser imposible poder hacer nada. Lo que más logre fue poner cachonda a mi tía, insinuándole cosas de mi nueva vida en Barcelona, pero dejando todo a medias para intrigarla más, sus ojos me decían que estaba cachonda como una perra. En la cena de Noche Buena, salió en una de las conversaciones que la Navidad la pasaban mis tíos con la familia de mi tío. El año nuevo se iban a esquiar. Mi tía Lucia le gustaba el sol y las ciudades. La nieve y los sitios pequeños no le gustaban nada. Lucia que nunca decía nada por decir y como siempre iban a esquiar al Valle de Aran o a Andorra. Se lo reiteraba a mi tío y el como siempre le dijo que se quedara en Barcelona que tenía algunas amigas, pero hasta ese día mi tía siempre había dicho que no. Pero esta vez dijo… “Pues mira, si mi sobrino esta en esas fechas me quedare con él. Bueno… eso si me acoge como asilada política… Jajaja” mi padre salió rápido diciendo… “Pues claro” y yo dije que sin problemas. Sin embargo, la mirada de mi madre a su hermana y a mí lo decía todo.

Ya estaba en Barcelona, lo primero al llegar de nuevo al trabajo fue de los jefes el meternos prisa para terminar unos trabajos. Nos tocaría hacer más horas de las habituales. Como mi tía no me llamaba ni daba señales de vida después de su comentario en la cena de nochebuena, yo quería preparar el fin de año, quería hacer algo “Erótico-festivo” soy de la opinión que no hay nada como empezar el año follando y si puede ser acabarlo de la misma manera…

Tantee a mis amigas, pero lo tenían muy complicado, por no decir imposible. Lo único que me quedaba era ir por libre esa noche a algún sitio o ir al local de Zuza y Milenko que seguro que habría una buena fiesta. Después de mucho pensar llegue a la conclusión de que era la mejor opción. Ese día cuando llegue a mi casa en el portal me encontré con Zuza, pero como estaba el portero, solo le dije que tenía que hablar con ella o con su marido, guiñándola el ojo sin que el portero lo viera. Zuza muy amable pero muy formal, me dijo que, sin problema, que le diera media hora y que pasara por casa que Milenko ya estaría. Le confirme que pasaría.

Abrí la puerta de mi casa y hubo algo que me extraño, mi puerta es blindada y tiene tres vueltas. Siempre las echo, pero esta vez cuando abrí, solo había una vuelta. Estaba claro que alguien había entrado, solo había dos personas que tuvieran llave, sin contarme a mí. La portera Dolors y mis tíos, que podía haber sido cualquiera de ellos o simplemente Carmencita que hubiera llevado algo. Cuando entro en la cocina después de dejar mis cosas, alguien sale por el pasillo y me da un susto, que a pesar de lo grande que soy, buen susto me lleve. Era Lucia que había llegado con mi tío, que estaba en el salón. Mi tía Marisa les había abierto. Fui a decirle el susto que me había llevado y lo puta que era, cuando rápidamente me tapo la boca y me hizo una seña. En ese momento oí como mi tío me decía desde el salón… “Y luego dices que es tu tía preferida, mira cómo te trata” fui rápido a saludar a mi tío.

Nos sentamos todos en el salón me contaron que se quedarían en un hotel esa noche, que por la mañana él se iría a esquiar y me insistió en que cuidara mucho a mi tía, pero que sobre todo el fin de año no le permitiera pasarse con la bebida, que luego lo llevaba mal. Yo le decía que no se preocupara, que además sería difícil que saliéramos por ahí. Que si lo hacíamos no sería mucho tiempo. Mi tío me dijo que habían hecho una reserva para ir a cenar conmigo, pero que como quedaba un buen rato, que echaría una cabezadita, que habían venido en coche y venia cansado. Sonó el teléfono de casa y lo cogí, era Zuza que me decía que pasaba que no bajaba y le dije que es que había venido mi Tía, ella muy amablemente me dijo que bajara también a tomar algo y no me tuvo que insistir. Cuando se lo dije a mi tía, ella me decía que no pintaba nada allí, pero al final entre mi tío y yo la convencimos y nos fuimos a casa de Zuza mientras mi tío daba una cabezadita.

Llegamos a casa de Zuza y las presente, ellas se dieron dos besos y parecían todo amabilidad. Yo a mi tía no le había contado nada de esta familia, había divagado, pero sin mencionar nada de familias. Estaban también Tomik. Milada y Milenko. El marido saludo cortésmente y se disculpó por no quedarse y me pidió ayuda en algo del ordenador. Les deje solas. Mientras estaba con Milenko llego Lexa la hija mayor que paso a saludar a su padre y cuando me vio a mí, se sonrojo y me saludo tímidamente. Miré la hora y le dije a Milenko que me tenía que marchar, que hoy no podía quedarme más que estaba mi tío esperando. Cuando llegué donde estaba mi tía, me senté un rato con ellas y con las dos hijas que estaban muy entretenidas hablando con mi tía. Nos despedimos y ellas dijeron de verse otro día, ya que tendría muchas horas libres, diciendo mi tía que sobre las diez de la mañana estaría por ahí. Cenamos muy bien los tres y cuando terminamos nos despedimos, ellos se fueron camino a su hotel y yo para mi casa. Que, si no fuera por las manías de mi tío, esa noche estarían en mi casa y algo hubiéramos podido hacer Lucia y yo. Esta cuando se despidió me dijo que sobre las nueve o las diez estaría en mi casa.

Yo me fui a trabajar y sabía que cuando volviera tendría a mi tía en casa. Estaba loco por llegar a casa. Ese día se me hizo muy largo. Cuando termine fui para mi casa lo más rápido que pude. Fue abrir la puerta y oír hablar a mi tía, estaba hablando con mi tío por teléfono. Llegue me acerque y le di un beso en la mejilla, ella me saludo y le dijo a mi tío que acaba de llegar. No me pude contener mientras hablaba con mi tío, metí mano debajo de su falda y empecé a tocarla, ella me miraba con sonrisa malévola, pero excitante y cuando termino de hablar, vio que yo me lanzaba y me dijo que tranquilo, que ahora no se podía que en cualquier momento aparecería mi tía Marisa.

-Y hablando de todo un poco, menudas vecinas que tienes…

- ¿Y qué es lo que les pasa a mis vecinas?

-Si no te las has follado, que me costaría creer que no, las tienes a huevo.

-Tú y tus conjeturas. A esa conclusión has llegado tu porque has tenido una visión.

-Que visión, no seas chorras. Hay cosas que las mujeres detectamos al segundo y las miradas dicen mucho.

-Cuéntame que has detectado… (lo dije con sorna y picándola)

-Pues la madre es tan puta como yo o más. Y le van las mujeres también, yo me he dado cuenta y seguro que ella se ha dado cuenta también de mi mirada, porque está muy bien la mujer. La hija pequeña, que no se la edad que tiene, esa tiene que follar por todos los sitios, se la ve muy sueltita y está también de lujo. La que más despistada me tiene es la hija mayor, que da sensación de ser muy tímida, muy cortada, pero a la vez da la sensación de ser muy “peligrosa” más que las otras dos, pero me tiene muy despistada, no sé. Pero supongo que conociéndote te las has follado a las tres, la única duda es si ha sido juntas o por separado, que como eres tu…

-Reconozco que eres medio buena llegando a conclusiones, pero te ha faltado bastante. Solo me he follado a la madre. La hija pequeña si hemos hecho cosas, pero no me la he follado. Con la mayor nada, pero te reconozco que estoy en ello.

-Milenko… ¿Sospecha algo?

-Jajaja… de sospechar nada lo sabe, tienen además un local liberal.

-Qué bueno, son del “gremio”

-Pero lo más importante como ves tu a las dos hijas.

-Dos peritas en dulce. Tienen que estar muy sabrosas.

-Eso ya lo veo yo también, me refiero a como las ves para una “fiestecilla”

No pudo contestarme porque llamaban a la puerta, era mi otra tía. Se juntaron las dos y se pusieron a hablar de cosas que a mí me aburrían así que me fui a hacer otras cosas. Cuando sonó el teléfono y era Zuza, le dije que estaba mi tía ahí incordiando, que yo las había dejado solas y ella me dijo, subo, que ya verás cómo tu tía Marisa al final se va, no porque me tenga manía si no porque cuando no es la protagonista se va. Y en efecto fue llegar Zuza y al rato apareció mi tía Marisa diciéndome que se iba ya, que tenía muchas cosas que hacer, la acompañe a la puerta me dio un beso y se fue.

Cuando llegué a donde estaban las dos la pillé riéndose y las dije que eran unas arpías, lo que las hizo mucha gracia. Iba a decir otra cosa cuando mi tía dijo como de forma improvisada, espontáneamente, que podía dar esa impresión, pero no nos engañemos, lo tenía todo muy estudiado. “Se me ha ocurrido, que podíamos celebra el fin de año juntos y como Carlos tiene buena música, buenas luces… lo podíamos celebrar aquí, ¿Qué os parece?” a mí me parecía genial. Pero cuando vi la cara de Zuza sabía que había pinchado en hueso mi tía. Hasta que Zuza dijo… “Me parecería un abuso, nosotros somos cinco y vosotros dos, sería más justo que cenáramos en mi casa, luego si eso, bajamos a tomar las bebidas aquí, salvo que tu tía Marisa no ponga ningún impedimento” rápido respondí yo… “Por Marisa no hay que preocuparse, que ellos todos los años el fin de año lo pasan en un hotel, así que no estarán y de cenar abajo para luego venir aquí, a mí me parece estupendo, lo preparare todo” mi tía aun habiendo salido todo bien, insistía en lo que había propuesto ella, hasta que Zuza le dijo… “Además es que así mi hijo Tomik, está más a gusto, porque él se va a su habitación con sus juegos, porque suben dos amigos después de las campanadas” y por fin mi tía dejo de poner pegas.

Intente sonsacar por las posibilidades de que las dos hijas estuvieran y por saber qué pasaría con Milenko. Me daba la impresión de que Zuza había decidido todo sin contar con nadie de su casa. Porque decía que estaba cansada de trabajar todos los fines de año y que ese descansaría, sobre sus hijas dijo que Milada seguro que estaría pero que Lexa… era más complicado. No porque fuese a salir, que no lo hacía ningún año, sino porque no creía que le gustara la fiesta.

Cuando nos quedamos solos mi tía y yo, como estaba súper cachondo, intente follármela, pero me paro en seco y me dijo… “Nada de eso monín, hasta la noche de fin de año nada, en abstinencia, eso por lo de nochebuena, mi venganza será grande” mi polla a tope y me tendría que hacer una paja, había que ser positivo, solo quedaban dos días, bueno exactamente esa noche, la siguiente y luego a tope.

Me acosté tranquilamente, pero a los cinco minutos de estar en la cama, mi polla estaba a tope pensando en el fin de año. Me levante desnudo y me fui hacia la habitación de mi tía, intente abrir la puerta, pero la muy zorra había echado el pestillo. La oí reír… me volví a mi habitación y cogí una moneda. Porque ese tipo de pestillo, se pueden abrir desde fuera porque tienen una ranura para que con el canto de una simple moneda se pueda abrir, un sistema de emergencias, sobre todo para cuando se tienen niños pequeños.

Abrí y entre mi tía se sonreía y cuando llegue a la altura de su cama, se destapo y estaba desnuda, solo dijo… “garañón has tardado mucho” follamos como posesos toda la noche, diciéndonos de todo y también diciendo como íbamos a seducir a madre e hijas. Por la mañana cuando estaba desayunando, que me levante sin hacer ningún ruido, se levantó mi tía y desayuno conmigo. Diciéndome que iba a ir de compras. Lo dijo con un soniquete que no me dejo más que preguntar, que iba a comprar y ella me dijo “juguetitos” para mañana por la noche.

Ese día acabe de trabajar muy tarde llegue a casa cerca de las nueve de la noche. Cuando abrí la puerta de casa estaban Mi tía Marisa, Zuza y mi tía Lucia que salía de su habitación, Que se iban de cena y al cine, que habían quedado con dos amigas más de mi tía. Yo cene tranquilamente y aproveche para llamar Milada, Que nada más empezar a hablar me dijo que ya tenía ganas de la fiesta de mañana. Se notaba que estaba muy contenta. Le dije que si quería algo también tendría que venir su hermana, ella cambio su tono de voz y me dijo que era muy difícil, que su hermana era muy aburrida y además que seguro que decía que no. Le pregunte si estaba su hermana y cuando me dijo que si, le dije que le pasara el teléfono, me tuve que esperar, oí como llamaba a su hermana dando unos gritos. Se oyó de fondo a su hermana enfadad que le decía que, porque la molestaba, que no chillara y si no podía espera a que se fuera Sergi, que siempre tenía que dar la nota. Y de pronto oí como Milada le decía que se pusiera al teléfono que alguien quería hablar con ella, esta vez cambio la voz de la hermana, que le pregunto quién era. Milada no contesto.

- ¿Siii? ¿Quién eres?

-Soy yo. Olvídate de Sergi, que él no te va a dar lo que yo te voy a dar. Mañana quiero que vengas a mi casa a la fiesta. Y no te lo pregunto. ¿Me has oído?

-SI. (Secamente)

-Si… ¿Qué? ¿Qué me has oído o que vendrás?

-Las dos cosas.

-Así me gusta. Pero además quiero que te vistas con falda muy cortita y no quiero que lleves nada debajo, ni arriba ni abajo.

- ¿Pero en la cena delante de mi padre también? (Lo pregunto preocupada)

-Eso te lo dejo decidir a ti, pero a mi casa vendrás así. Y ahora pásame a tu hermana.

Se puso Milada y riéndose me contaba que se había ido todo roja. Yo para zanjar el tema le dije a Milada… “Mañana nos veremos, espero ver quien se viste más puta, tu hermana o tu” ella se quedó callada y colgué el teléfono. Por la mañana cuan do me levanté, Mi tía había dejado una nota de que se había ido a la peluquería y recordé lo de sus compras. Fui a mirar y al abrir el armario, había comprado de todo, por lo que vi en las cajas, me sonreí y cerré de nuevo el armario. Me fui a hacer un poco de deporte y me encontré a Milenko. El solo me paro un momento y me dijo… “Yo esta noche no estaré en la cena. Que nosotros el local lo abrimos y damos una cena fría para los clientes más habituales. Como se cómo acabareis y sé que mi mujer lo será, ser discretos, que mis hijas no se den cuenta de nada. Que, si tu tía se da cuenta, por lo menos es adulta) yo a todo lo que me decía asentía con la cabeza. Al final me fui a me fui a hacer deporte.

Mi tía estuvo desaparecida casi todo el día, llego sobre las siete de la tarde. Se notaba que había estado como decía ella quitándose años. Venia espectacular. Habíamos quedado en casa de Zuza a las ocho y media. Mi tía me pregunto que como iba a ir vestido y al decirle que normal, me dio la charla, que pensase que la fiesta iba a ser fuera de allí y dijo que ella marchaba a vestirse. Fui a mi habitación e hice lo que me dijo mi tía. Elegí la ropa adecuada. No tarde nada en ducharme y vestirme. Pero ella seguía en su habitación, quise entrar, pero había echado otra vez el pestillo y a diferencia de la otra vez, me dijo que ni se me ocurriese abrir, que me tendría que esperar a verla vestida. Al rato de estar esperando oí que ya venía… solo una palabra SEDUCTORA… que barbaridad. Llevaba un vestido corto de color oro, con un acabado brillante y la parte central en color negro. Resaltaban sus caderas y llevaba un más que generoso escote. Sus piernas se veían muy bien con esas medias y digo medias, porque cualquier movimiento imprevisto, permitían ver el borde adornado de las mismas. Quise en ese momento intentar algo, pero me dijo que ya era tarde, que ya nos desquitaríamos.

Tomik fue quien nos abrió la puerta. Lo habían vestido muy elegante y llevaba una pajarita. Que nada más verme me dijo que no le gustaba, que le molestaba. Cuando aparecieron las tres mujeres, me sentí abrumado. Era difícil saber quién era la que estaba más explosiva.

Lexa, llevaba un vestido rojo que le cubría justo las rodillas. Se veía un vestido muy elegante. Llevaba tirantes finos que costaría aguantar esas dos tetas, con una cremallera central y una abertura en la parte frontal, que permitía ver parte de sus muslos.

Milada, llevaba un vestido corto, pero corto. Que parecía más un camisón porque era como de encaje. De color verde coral. Con adornos muy bonitos. Manga larga y tan ajustado que parecía una segunda piel, donde se podían notar perfectamente sus pezones erectos y con la espalada al aire.

Por ultimo Zuza, sin lugar a dudas, la más atrevida. Llevaba un vestido corto con muchas trasparencias. Que solo se disimulaban por decir algo, con unos topitos que llevaba. Se notaba que la tela era elástica y que se ajustaba a su cuerpo. Con cremallera trasera. Dejando lucir mucho sus estupendas piernas y esos muslos estupendos, fuertes. Lo más llamativo era las trasparencias totales de la parte de arriba que dejaban ver a la perfección un sujetador negro también con muchos adornos, pero trasparentes y que dejaban intuir perfectamente sus pezones.

Las miradas de las cuatro más que de rivalidad, eran de admiración. Cenamos con más silencio de lo que yo esperaba, algo que me llamo la atención. Pero en cambio las miradas decían mucho, había muchas comidas, pero poco se comió. Una vez finalizado nos preparamos con las uvas y con el cava para recibir las campanadas. Para eso cambiamos de sitio y nos sentamos en los sillones a esperar que fuera la hora. Pero yo según pasaba el tiempo me iba poniendo “peor” no sabía para donde mirar. La que se veía más comedida, más cortada era Lexa. Dieron las campanas y después de comer las uvas nos fuimos felicitando el año y dándonos dos besos. Yo a la primera que felicite fue a mi tía. Las siguientes fueron Milada y a Milada, que las note muy “receptivas” la última fue a Lexa, que prácticamente la bese en la boca. Mientras esperaban a que llegaran los amigos de Tomik yo dije que me iba a casa a ir preparando todo, más que preparar, a ir dando los últimos toques.

Ya lo tenía preparado todo y para mi gusto ya estaban tardando. El motivo de la tardanza fue que Tomik al final fue el quien fue a casa de uno de los amigos y la madre tuvo que convencerle y prepararle unas cosas. Puse la música, las luces adecuadas. Les serví lo que pidió cada una. Y al rato estábamos bailando. Las más descaradas bailando eran Zuza y Lucia. Estaban como haciendo una competición de haber quién era más puta. Yo empecé a tontear con las dos y nos rozábamos con frecuencia. Pero justo hasta el límite entre la provocación y el escándalo. Lo único que pasaba con este juego, es que la temperatura subía demasiado y muy deprisa. Milada y Lexa estaban sentadas tomando su copa, mientras nos miraban muy interesadas.

Milada se levantó y se pegó a mi espalda, note perfectamente sus tetas en mi espalda y como me sobaba con sus manos mi pecho. Lo hizo como una broma, pero por lo menos ella y yo sabíamos que no había nada de broma, ni nada inocente en esa actitud. Había pasado una hora y yo metía discretamente cada vez que podía mano a mi tía y a Zuza. Donde llegó el momento álgido fue cuando fuimos a por hielo a la cocina Zuza y yo. Donde nos enganchamos a morrearnos, pero Lucia que se lo había olido, vino detrás y se acercó a nosotros, besándonos los tres, hasta que ellas se comieron bien comida las bocas. Zuza se colocó bien el pelo de forma nerviosa y dijo… “Vamos a quitarnos de en medio a mis hijas y ya podemos quedarnos bien…” mi tía y yo mientras ella decía esto, la metíamos manos y ella estaba que se derretía. Llevaba las braguitas muy mojadas y abría bien sus piernas, mientras mi tía volvía besarla, hasta que le dijo… “Mi sobrino y yo nos vamos a follar a tus hijas, no seas tonta, quédate si lo estas deseando” ella decía un NO muy suave, muy débil. Yo le dije… “Joder, si tú eres liberal del todo, que más te da, disfrutemos esta noche, que te crees que tus hijas son tontas…”

Zuza seguía en su no, pero seguía sin rechazar las caricias que le hacíamos. Regresamos con las hijas y bailaban ellas solas, pero de manera muy tranquila. Hasta que Milada me vio y empezó a ser descarada y provocadora. Me acerque a ella y puse mi mano en su espalda, solo la podía ver la hermana y fui bajando mi mano hasta meterla por debajo de la falda, venia sin nada debajo y… como estaba, cuando noto mis dedos, echaba el culo para atrás invitándome a que continuara. Mi tía estaba sentada junto a Zuza y las dos muy pegaditas, pero sin hacer nada. Aunque mi tía tenia pegada su boca al oído de Zuza, le decía cosas, que debían de ser muy calientes, tal como ponía su cara y por como movía sus manos.

Lexa no dejaba de mirar lo que hacía con su hermana, era el momento de ver como estaba ella, hice que se acercara, quedando de espaldas a su madre y a Lucia. Metí mi mano por la abertura de su vestido y al igual que su hermana no llevaba nada debajo, estando solo húmeda. No tan mojada como la madre y la hermana. Me aparte y me fui un poco más atrás, me apoye en una mesa, medio sentándome y seguí metiéndole mano, pero era como si no reaccionase, hasta que le dije suavemente, pero con tono de autoridad…

- ¿Te has comido alguna vez un coño?

-NOOO… (Dijo estupefacta)

-Hoy va a ser todo distinto. Has venido porque sabes, que hoy voy azotar ese culito que tienes hasta que me pidas que te folle, sabes que te atare, que te haremos lo que queramos, que serás nuestra putita, que te comerás todo lo que te diga… (Fue empezar a decir todo eso y notar como se empapaban mis dedos) Salvo que quieras marcharte que eres libre. ¿Te quieres marchar o ser mi putita?

-Quiero quedarme.

-No es la respuesta. Si quieres que te de todo lo que no te han dado hasta ahora ni tan siquiera tu novio Sergi. Contesta.

-Sí, voy a ser tu putita o lo que quieras.

No dijo nada más ni yo tampoco, me limite a bajar la cremallera de su vestido, que dejo su vestido todo abierto, pudiendo ver perfectamente ese cuerpazo que tenía. La hice acercarse más y la empecé a besar, mientras apretaba sus duros pezones, cuanto más apretaba y estiraba, con más ardor me besaba. Quería ver bien su cara. Por lo que deje de besarla. Ella según “castigaba” sus pezones y sus tetas, se mordía los labios y echaba su cabeza para atrás, exhalaba profundamente. Me fije que muy cerquita estaba la hermana, que miraba embelesada y con cara de excitación. Y como no, mi tía Lucia tenia metida una mano entre las piernas de Zuza y la hablaba, mientras las dos nos miraban.

Cogí de la mano a Lexa y al darse la vuelta, cualquiera podía ver que estaba todo el vestido abierto y desnuda. Extendí mi otra mano hacia Milada, que me la agarro con fuerza y nos fuimos hacia donde estaban Lucia y Zuza, mi tía ahora le comía el cuello mientras Zuza estaba con los ojos cerrados no se enteraban de nada. Les dije que nos íbamos a un sitio más cómodo. Zuza abrió los ojos, nos miró y no fue capaz de decir nada. Mientras mi tía nos sonreía y decía… “Ir vosotros, que nosotras vamos a terminar nuestras copas.

En la habitación no costo nada dejar a Lexa desnuda. Simplemente fue dejar caer el vestido. Miré a Milada y le dije que esperaba. Ella hizo como la hermana dejo caer su vestido, quedando desnuda. Le indique que fuera a la cama dio un pequeño salto y quedo encima de la cama, menudas tetas tenían las dos, habían salido a su madre en todo. Tenía a mi lado a Lexa, seguíamos los dos de pies. Me agache un poco y con mi boca atrape uno de esos pezones que me llevaban volviendo loco un rato. Apreté con mis labios el pezón, sentí el estremecimiento de su cuerpo, pero ahora con mucho cuidado lo mordisqueé y ahí ella me apretó la cabeza suspirando muy fuerte. Mientras lo hacía, con una mano agarraba su nalga y la apretaba como si fuera un pellizco. Ella aguantaba bien, empezaba a disfrutar. Deje de comerle su pezón y cuando menos se lo espero, le di uno de los azotes más fuertes que he dado nunca.

Su mirada me lo dijo todo. Hice que se pusiera de rodillas y puse mi polla para que me la comiera, estaba remisa a hacer lo que le dije, entonces la obligue, con dureza, sabía que era lo que quería que la obligase y entonces empezó a mamármela, le dije que se la metiera toda, que no dejara nada fuera. Ella lo intentaba, pero no podía, pero resultaba excitante ver como lo intentaba. En ese momento oí como Milada respiraba fuertemente y eso que nadie le hacía nada, ni ella misma se tocaba, pero miraba embobada. Era difícil saber cuál de las dos hermanas era la que estaba más cachonda.

Hice a Lexa parar y la ayude a levantarse, la puse mirando hacia la hermana y en su oído le dije… “Ves y cómele el coñito a tu hermana, que lo estáis deseando las dos” lo que le dije nada más lo oyó ella y la hermana nos miraba, con mucha suavidad con la mano que tenía en su espalda, la trate de mover para que se acercara a su hermana, pero estaba quieta no se movía. Ahora tenía dudas si quería, pero no se atrevía, si estaba esperando una “ayuda” mía o es que no quería, pronto lo averiguaría. Volví a azotar su culo con ganas y me miro. Su cara estaba encendida, se empezó a mover y se acercó a la cama junto a su hermana.

Milada se debió de dar cuenta de algo, porque cuando su hermana acerco sus manos a sus piernas, ella trato de impedir que se las abriera. Pero yo intuía que más que no querer era por vergüenza porque estaba muy caliente. Y al rato su hermana ya había conseguido abrir sus piernas. Yo me tumbe a su costado y tocaba sus tetas. Milada me miraba con cara de estar que no aguantaba. Cuando volvió a mirar a su hermana, se podía ver en la cara de Lexa su decisión. Se agacho y metió su cabeza entre las piernas de su hermana. Abrazando sus piernas y empezó a lamer el coñito de su hermana. En un principio a Milada le salió como un gritito, pero paso a estar muy agitada. Lamia rítmicamente, se veía perfectamente los movimientos y el balanceo de la cintura de Milada, ya no lo ocultaba. Se movía para todos los lados y en todos los sentidos.

En la puerta pude ver a Lucia y a Zuza, que miraban mientras se metían mano, Zuza ya no estaba pasiva, también estaba activa. Deje a las hermanas un momento solas y me acerque a las otras dos. Me puse detrás de Zuza, mi polla pegada a su culo. Mientras mi tía y ella se pajeaban frenéticamente. Todo se puso mucho mejor cuando se oyó a Milada decir… “Vamos Lexa… sigue así, que me estas dejando muy mojada… no pares hermanita… que lengua más maravillosa tienes… que bien lo haces… me dan ganas de comértelo a ti… tiene que saber… aaahhhhh…” Estaba que se convulsionaba. Entonces Lucia le dijo a Zuza… “Voy con esas zorritas, que desde que las conocí me tienen loquita… ¿No te importa verdad?” esto último lo dijo con mucha ironía. 

Mi tía se fue a la cama, comió el coñito y el culo de Lexa por detrás en la posición que estaba y luego metió un par de dedos en su culo, ella grito un poco, pero aguanto y mi tía me miro riéndose, sin dudarlo saco sus dedos y le dio un par de azotitos en el culo, que por cómo se movió debió de estar muy agradecida. E inesperadamente se fue hacia Milada beso su boca y se puso a horcajadas sobre la cara de ella. No tardó mucho en cambiar la cara de mi tía, se le puso muy rápido cara de auténtico placer. Y dirigiéndose a su madre le dijo… “Nena, menuda hija tienes… buffff que barbaridad… lo come mejor que tu…” yo en ese momento que mi tía hablaba empecé a penetrar a Zuza que como pudo se apoyó en el respaldo de una silla que había en la habitación, recibiendo mi polla hasta el fondo.

Entraba y salía muy suavemente, oí como mi tía se corría, lo hizo antes que Milada, después de esa corrida se quitó y vi como la besaba. Milada le dijo algo en el oído y mi tía miro sonriendo. Se levantó y se fue a su habitación, no tardo en volver y traía varias cosas, lo primero que hizo fue poner una cosa parecida a un vibrador en el clítoris de Zuza, que provoco que se corría muy rápido y luego se besaron. Yo quería seguir follando a Zuza, pero mi tía abrió un paquete de condones y saco uno que tenía como estrías, me lo puso y me dijo… “Hay una damita que quiere que la folles” cuando me vio acercarme note como se ponía nerviosa, pero deje que su hermana la hiciera correrse y cuando lo hizo me acerque yo.

Me tumbe en la cama, quería que ella fuera la que se fuera sentando encima, para que marcara su ritmo, así no le haría daño. Mientras lo hacía, Lexa era ahora la que miraba embelesada, la agarre y la bese mientras su hermana se la metía, su boca sabia deliciosas. Cuando me quise dar cuenta se la había metido toda y no tardo nada, a pesar de notarse muy estrecha, fue muy decidida. Que bien se movía.

Mi tía llego a la cama y se tumbó junto a mí, llevaba un arnés con un vibrador puesto y le dijo a Lexa que se pusiera como su hermana, con un poco de indecisión lo hizo, pero con poco convencimiento. Hasta que Lucia le puso unas pinzas en los pezones, había comprado de todo. Lexa se puso en cuestión de segundos muy acelerada. Se besaban con frenesí. Un momento que dejaron de besarse mi tía giro su cabeza y con cara de putísima total, como no la había visto antes me dijo… “Tu sigue follándote a esa putita, que te dejaremos preparada a esta para que la estrenes el culo, que ya te digo que lo tiene muy apretadito…” me extraño lo de “te la vamos a dejar…” cuando mi tía le dijo a Zuza que se acercara. Llevaba otro arnés con un vibrador más pequeño, uno anal. Mi tía estaba desatada.

Zuza se acercó por detrás, yo ya no sabía si era el alcohol o simplemente que la noche se había desbordado. Pero se colocó detrás de Lexa, Lucia tiro de las pinzas y con un gemido muy fuerte Lexa se agacho pegándose al pecho de mi tía. Lo que hizo que su culito quedara a disposición de Zuza, que empezó la penetración ante la queja de Lexa. Pero una queja muy débil. Milada ya no se movía suavemente, más que moverse saltaba, con que ímpetu lo hacía, era como una yegua desbocada. No podía ni llevarme una teta a la boca. Daba la sensación de desesperación por correrse, pero al final vaya si lo consiguió, nos enteramos todos de sobra. Se quedó tumbada sobre mí y me decía que había sido algo asombroso, que eso si era tener un orgasmo.

Mientras sentía la respiración acelerada de Milada después de esa corrida. Miraba a las otras tres mientras acariciaba la cabeza de Milada. Lo que un principio daba la sensación de indecisión, tanto por parte de madre e hija, a estas alturas era de total depravación y vicio. Menuda dos lobas, era como si se comiesen a una indefensa cervatilla, aunque de indefensa no tenía nada, que bien que lo estaba gozando. La recatada Lexa les pedía que no parasen y se corría sin ningún tipo de miramientos, sin freno. Yo estaba que reventaba, que, aunque los días anteriores mi tía me dejo bien sequito, estaba deseando follarme el culito de Lexa. Mi tía que había estado follándose a Lexa con un vibrador con la forma de un pene muy grande, se lo quito y se lo hizo poner a Lexa y le dijo… “Ahora me follaras el culo, mientras mi sobrino te folla el tuyo, quiero que nos corramos los tres” me pareció que ella iba aponer alguna pega, pero nuevamente mi tía le dijo… “Haber si lo tienes claro zorrita. No te voy a dar ningún azote, ya tenemos claro que te gusta el dolor y ser sumisa, pero que mejor dolor que ese pollón te entre por ese culito tan delicado… ya verás cómo lo disfrutas más que ninguna”

Sin más dilación mi tía se tumbó boca abajo y Lexa, aunque algo torpe empezó a follar el culo de Lucia, ella la animaba y Lexa fue cogiendo confianza. Yo mientras tanto ponía lubricante con mis dedos en el culito de ella, que, aunque lo tenía algo lubricado, porque su madre antes lo hizo, yo volví a poner más. Coloque mi polla en la entrada de su culito, estaba a reventar, marcándose todas sus venas, ella no protestaba, pero se notaba que estaba en tensión, pude notar y sentir como costaba que entrara, pero también que ella gemía ya de entrada, se le caía hasta baba encima de la espalda de mi tía. Como ella se quedó algo parada mientras mi polla entraba, a Lucia no le debió gustar mucho esa pasividad y me dijo… “Vamos Carlos folla bien fuerte a esta puta, empújala para que me folle a mi bien” y así lo hice empecé aumentando el ritmo, era como si me follase a las dos, Milada prácticamente pego su cara a la altura del culo de su hermana, estaba mirando sorprendida, pero con mucho deseo.

Las voces, los gemidos y los suspiros de Lexa, de Lucia se entremezclaban, uniéndose también los de Zuza que se estaba haciendo una paja mientras nos miraba. Era algo salvaje, esos sonidos y ese olor fuerte que había a sexo. Era una mezcla afrodisiaca. Yo quería esperarme a ellas, pero ya era mucho para mi necesitaba correrme y decidí hacerlo, ya había aguantado bastante. Apreté fuerte contra el culo de Lexa y noté como varios chorretones inundaron su culo. Ella lo noto perfectamente, porque empezó a gritar y correrse ella también, con la diferencia de que eso hizo que de manera increíble embistiera a mi tía de tal manera, que Lucia le pidió calma, pero ella no le hizo caso y mi tía paso de las protestas a correrse de igual manera que Lexa.

A todos nos había entrado hambre, habíamos cenado muy poco. Mientras ellas acudían a la cocina haber que podían comer, yo dije que mientras me daba una ducha que enseguida estaba con ellas. Estando en la ducha y ya casi terminando apareció Milada con cara de “peligro” y se metió en la ducha conmigo, no dijo ni una palabra, solo se agacho y me empezó a comer la polla, que inevitablemente empezó a crecer a pasos agigantados. Ella me miraba desde abajo, tenía mucho poderío con esa boca y esa mirada. Una vez que estuvo bien dura, se levantó, se dio la vuelta y me dijo que ella también quería.

Trate de convencerla de salir fuera, que allí no teníamos lubricante y ella cogió una mano mía y la llevo a su culito, se lo había llenado de lubricante antes de venir. Trate de convencerla que había que prepararlo mejor, pero se puso testaruda y al final coloque mi polla en su culo, costándome mucho meter la cabeza de mi polla, ella protestaba, aunque me decía que no la sacase, pero yo notaba que no estaba bien lubricada, que si seguía así le haría daño y se la saque diciéndole que, en otro momento, ella se “enrabieto” y me hizo jurarle que se lo haría pronto. Se lo jure y entonces me dijo que la follara allí mismo.

Cuando estábamos en pleno folleteo apareció Zuza que dijo… “Mila que tu padre ya está en casa, vamos ante de que baje” la hija decía que sí que ya iba, pero no se quitaba y estuvo así hasta que se corrió nuevamente. Se arreglaron todas y se fueron, pero antes de irse Milada me dijo al oído… “Mañana vendré a por lo que me toca” me beso y se fue. Mi tía que decía que se iba a dar una ducha, me dijo… “Vaya familia, si no tienes cuidado te van a dejar seco. A mí me han dejado para el arrastre, que bruta ha sido esa criatura, me ha dejado… para el arrastre… pero me parece que de vez en cuando vendré a Barcelona con la excusa de hacer compras. Después dormimos juntos, pero era verdad que mi tía no estaba para más juerga.

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