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Despues de una larga ABSTINENCIA...

en Sexo con maduras

 

La norma básica de una sexualidad libre es que cada acto sexual sea mutuamente consensuado. Consentir significa dar permiso, decir que sí, permitir algo, estar de acuerdo con…

 

La noche había sido más que fabulosa, me había quedado rendido, no eran mujeres eran fieras, eso es lo que más me gustaba a mí. Note que me trataban de despertar, era mi madre, que me movía con fuerza. Yo estaba desnudo y con restos por todos los sitios de la “batalla” de la noche, mi madre como no era tonta se dio cuenta, pero no dijo nada sobre eso, se limitó a decirme que me levantara rápido y que bajara, que mi padre tenía que darme una noticia. Lo único que pensé que ya podía ser buena, porque estaba reventado y me costó levantarme. Me fui duchando, lo único que me venía a la cabeza era Marina y Lara, sobre todo esta última.

                Bajé y nada más ver a mi padre le di los buenos días, tenía una sonrisa contenida, no sabía que es lo que podía suceder. Rápidamente me saco de dudas, me habían llamado para una entrevista de trabajo, mi padre me dio una hoja de papel con todos los datos. Deje de momento el desayuno a un lado y llame por teléfono. Me atendió un hombre y me dio todos los datos para la entrevista personal, también supe que un profesor de la universidad nos había recomendado a varios alumnos. La entrevista de trabajo seria en Madrid. No quise esperar y acepté que fuera al día siguiente, no quería demorarlo. Desayuné y fui preparando todos mis papeles, que llevaba conmigo, por si sucedía algo parecido.

                Prepare mis cosas para ir a Madrid, en la cocina me encontré con Marina y le dije que me iba a Madrid, pero que vendría en cuanto acabara y que se fueran preparando a mi vuelta, que o lo celebraríamos o me desquitaría, nos reímos los dos. No me pude despedir de nadie más, porque o estaban fuera o todavía no se habían levantado.

                Hasta la entrevista estuve muy nervioso, pero pude controlar mis nervios. Yo pensaba que sería con responsables de la empresa, pero era una empresa de selección. Me entrevistaron un hombre y una mujer, ella pasado los 50 años y él no llegaba a los 50. Después de una entrevista muy larga, se despidieron con mucha educación, pero muy secos y me dijeron que ya me dirían algo. Para ser mi primera entrevista de trabajo, diré que salí peor de lo que entre, porque no tenía ni idea de cómo había salido. No me espere más en Madrid y me encamine otra vez al lugar de vacaciones, llegue sobre las seis de la tarde. Mi padre salió a mi encuentro para tratar de saber cómo me salió la entrevista, le conté como fue todo y que no tenía ni idea. Mi padre me animo y me dijo que todo saldría bien, para luego decirme que me dejaba que había quedado con Ginés marchándose por el camino.

                Pero la que me sorprendió fue mi madre, que me acompaño a la habitación y me pego un broncazo monumental. Me decía que como se me ocurría liarme con ninguna de las que estaban allí, que todas estaban casadas y como hubiera follón, se tendrían que ir, que si no había pensado eso… lo dicho un broncazo. No le replique nada, porque la conocía, sabía que si no abría la boca se marcharía al no poder discutir. Efectivamente se quedó mirándome, como esperando que le replicase en algo, pero al ver que no lo hacía se marchó y yo creo que más enfadada de lo que estaba.

                Nada más bajar de mi habitación, hice por encontrarme con alguna de mis dos amigas y me encontré con Marina, que, con cara medio disgustada, me movía la cabeza como diciendo NO. No sabía que pasaba y en cuanto se quedó sola me dijo que durante unos días no había nada que hacer, que estaba “Indispuesta” lo entendí perfectamente y no tocamos más el tema. Cuando al rato apareció Lara y familia, note como al verme se le iluminaron los ojos, nos saludamos y mi polla casi se empalma solo de verla. Apareció nuevamente mi madre y con cara de pocos amigos, trato de saber con quién había estado.

-Mira mama, eso te da igual.

-No me da igual y quiero que respondas. (Súper enfadada)

-Estas muy irascible últimamente, muy nerviosa y saltas a la primera. Seguro que papa también te lo ha dicho. (Se quedó muy seria, pero callada)

-Ahora sois los dos adivinos. Simplemente ha sido la tensión de estos meses y no busquéis más.

-Jajaja… cuando dices no busquéis más, quiere decir que papa te ha dicho lo mismo que pienso yo. Que llevas mucho sin… darle una “alegría” a ese cuerpo. Y con lo caliente que tú eres…

-Que sabréis vosotros. (Con cara de desdén)

-Mira yo estaba igual que tu o peor, hasta que he llegado aquí y… me he quedado nuevo. Pero antes de que digas nada y aunque recuerdo lo que me dijiste (que no volvería a ocurrir nada entre nosotros) sabes que yo gustosamente te lo solucionaría y así matabas dos pájaros de un tiro.

-Que listo que eres, a que otro pájaro te refieres.

-Pues que así sabrías quien es la mujer que ha “violentado” a tu hijito.

-Ja… violentado tu… JA…

                Me acerque a ella y sin pensármelo bese su boca, ella se echó para atrás hasta dar con la pared y yo seguí insistiendo, toque por encima de su suéter y note como se endurecía su pezón entre mis dedos, respondiendo con fiereza a mi beso. Pare y le dije que ahora no era el mejor momento, ella afirmo con su cabeza y le dije que esta noche, cuando le hiciera una llamada perdida viniera. No me dijo ni sí, ni no, se limitó a darse la vuelta y marcharse. Yo salí detrás de ella y vi cómo se fue a su habitación. Yo me fui a la parte de debajo de la casa y me quede en la terraza de fuera, que cuando llegue estaban sentados Blanca, Ginés y mi padre. Yo me senté a las espaldas de ellos, quedando de cara con Blanca. Lo que aproveche para “tontear” con ella. Como vi que me seguía el tonteo, mire para todos los lados, como no vi a nadie, saque mi lengua todo lo que pude y jugué con ella moviéndola, ella sonreía, pero su cara también me decía que se estaba poniendo caliente. Ahora era ella la que con disimulo abrí sus piernas, pero la verdad que poco se veía.

                Al final no podía saber exactamente como estaba ella, pero yo estaba empalmado y cachondo perdido, me puse de pie, sabía que ella vería todo mi bulto. Le mire fijamente y moví la cabeza invitándola a que entrara en la casa. Ya no me fije en mas, cuando estaba ya entrando en la casa, oí como ella le decía a su marido que iba para adentro. Me quedé quieto al principio de la escalera y cuando la vi entrar inicie la subida a la planta de arriba, no volví a mirar para atrás, sabía que ella vendría detrás. Cuando abrí mi habitación, entre y dejé la puerta abierta, entrando ella a toda prisa y cerrando tras de sí la puerta. Me gire con la intención de abrazarla darla un beso, pero ella me miro y sin esperar a mas, se agacho, me desabrocho el pantalón y saco mi polla que está a medias, se la metió en la boca y note que sabía muy bien lo que hacía, al rato ya la tenía durísima, ella con sus dos manos me bajo toda la ropa hasta los tobillos y mientras seguía comiéndomela con un dedo jugaba en la entrada de mi culo, sabía muy bien lo que se hacía. Me tenía rendido ante semejante mamada, cuando estaba en el mejor momento, la muy puta se para, se levanta y mirándome con cara de zorra, me dice… “Si quieres más, ya sabes cómo conseguirlo” y se marchó, no pudiendo no moverme porque mi pantalón en los tobillos me lo impidió.

            Blanca no me conocía, por ese camino, no conseguiría nada de nada conmigo, pero ya se daría cuenta. De momento había ganado ella, me había dejado con un calentón bestial, pero que esta noche tendría solución. Cuando bajo nuevamente me encuentro a Lara y aprovecho para tantear el terreno.

-Tenía unas ganas locas de verte.

-Jajaja… seguro que has aprovechado tu viajecito.

-Que va, hice lo que tenía que hacer y me vine.

- ¿Y qué tal te fue la entrevista?

-No tengo ni idea, no me dieron ni una pista.

-Seguro que tendrás suerte y si no, ya llegara otra cosa.

-Eso espero, porque si no… pero dejemos el tema y vayamos a otro tema que me interesa más. Ya sé que tu no vas a venir a verme esta noche, pero me puedes decir… ¿Si tu culito vendrá?

-Jajaja… ¿Tu qué crees?

-No lo sé, según las ganas o necesidad que tenga, tú lo conoces mejor…

-Jajaja… pues por lo que yo sé, existen muchas posibilidades ya que está muy necesitado… Jajaja…

-Que sepas que será muy bien recibido y atendido.

            Como paso gente por allí, nos callamos y salimos con los demás a la terraza a esperar que estuviera la cena. Allí estaba toda orgullosa Blanca, con una sonrisa maliciosa, pero se le corta la sonrisa cuando con mucho disimulo, cierro mi mano y estiro mi dedo corazón, haciendo como si me rascara el entrecejo, pero que ella ve muy bien, que le estoy haciendo lo que se llama una peineta. El rictus de su cara se tensó y miro con mala cara. Algo que me dio igual.

            La cena trascurrió como las otras noches, no hubo nada destacable, a excepción de las malas miradas de blanca hacia mí. Sobre las 11,30 de la noche, la gente empezó a marcharse a dormir. Cuando lo hizo mi madre me miro intensamente, aun conociéndola, no sabía que significaba esa mirada, podía ser cualquier cosa. Lara, Héctor y el niño, se subieron, ella dijo que se ponía más cómoda y bajaba. Eso me tranquilizo. Jose y Tamara se fueron un poco más tarde. Blanca mando a su marido a dormir y no le dejo ni replicar. Quedándonos en un principio ella y yo solos, ya que marina estaba acabando de hacer cosas y su marido como siempre ya se había “perdido”. Blanca fumaba un cigarro dando unas caladas intensas y yo miraba hacia la montaña, el silencio era atronador, se notaba en el ambiente. Menos mal que apareció Marina, que dijo que iba a hacer un alto, que estaba cansada y nos pusimos a hablar. Luego apareció Lara que traía puesta lo que parecía una chilaba de color burdeos, pero nos aclaró que se trataba de una gandora. Se podía notar que por lo menos sujetador no llevaba, María dijo que le gustaba mucho y se pusieron a hablar de donde lo había comprado, que lo había modificado haciendo que la abertura en los lados fuera un poco más grande y cuando se sentó vi a lo que se refería, porque cuando cruzo sus piernas uno de sus muslazos quedo expuesto a las miradas. Lo que le hacía que se la viera muy excitante.

            El tiempo pasaba y Blanca seguía allí y no había visos de que se fuera a marchar, lo que me desesperaba un poco, porque yo ya estaba loco por estar con Lara y con mi madre, si es que se decidía a venir. Llego Héctor y nos dio las buenas noches, Marina dijo que ella también se iba y que hiciéramos el favor de cerrar el ventanal cuando nos fuéramos a dormir. Yo di un par de bostezos de forma disimulada y dije que me iba a dormir, ellas me contestaron que también, que les daba miedo quedarse allí solas. Lara fue la primera en subirse y Blanca remoloneo un poco, cuando vio que estábamos solos me dijo de ir a su habitación a terminar lo de antes y yo le conteste que no, que si quería probábamos primero nosotros y luego ya veríamos, ella me replico que era el acuerdo que tenían su marido y ella desde siempre, nada con otra persona sin estar los dos. Yo me encogí de hombros y me marché, su cara fue de enfado. Subió delante de mí y vi como cerraba con rabia su puerta.

            Antes de entrar en mi habitación vi cómo se abría con mucho cuidado la puerta de la Habitación de Lara, que se acercó sonriendo y con cara traviesa. Nada más entrar en la habitación me pregunto… “¿Qué la mosquita muerta quería llevarte al huerto?” y me limite a sonreír. No eche la llave deje la puerta abierta y mande un mensaje a mi madre. Cunado Lara dejo caer la chilaba, vestido o lo que fuese, quedando completamente desnuda. Y agarrándose de forma provocativa sus tetas, me decía… “¿Para quién son, quien se las va a comer?” me acerque y sin esperar a mas, mordisquee y lamí uno de sus pezones. Fue sentir mi lengua y acelerarse, me empezó a desabrochar el pantalón a toda velocidad, diciéndome que me terminara de desnudar, que no estábamos para perder el tiempo y se tumbó en la cama, abriendo las piernas y tocándose, mirándome de forma provocativa.

            Me desnude y se poda apreciar mi completa erección, ella me sonreía y se mordía los labios. Me acerque a la cama y apague todas las luces, ella protesto y le dije que mejor así, lo hice por si venia mi madre, por dar más morbo a la situación, para que ninguna de las dos supiera de primeras quien era la otra. Mientras los dos nos besábamos con mucho morbo y mucha pasión. Ella estaba tan cachonda como yo, porque era tocar su coño y estaba empapado. Fui lamiéndole todo el cuerpo de arriba a abajo y de abajo a arriba, pero sin mi boca ni mi lengua tocar su coñito, eso sí me aproximaba mucho. Ella se desesperaba, me decía que era un cerdo, un cabron, que no podía hacerla eso, pero no le hacía caso.

            Mis dedos penetraban su coñito y su culito, cuando lo hacia ella se tiraba a morderme y lo hacía literalmente, notaba su total entrega al placer, su estado ardiente. Llevábamos un rato y mi madre no aparecía, así que era el momento de olvidarme de ella y estar a lo que tenía que estar. Acerque mi boca a su coñito, era delicioso su sabor, como estaba de mojada y como al notar mi boca, levanto sus caderas para apretarse más sobre mi boca. Percibí en mi espalda como una corriente y miré hacia la puerta cuando vi que se cerraba sin hacer ruido, ante la sorpresa de Lara di un salto y salí escopetado hacia la puerta abriéndola de golpe, agarrando a mi madre que se retiraba, di un fuerte tirón y la metí dentro de mi habitación. Solo se oyó a Lara preguntar qué pasaba y le dije que nada.

            Tuve que ir rápido hacia Lara y menos mal que lo hice, porque ya estaba a punto de encender la luz y no se lo permití. Ya que con tanta oscuridad nadie podía distinguir a nadie, ese era mi juego. En la oscuridad sonaron dos buenas cachetadas, era yo que se las daba a Lara en ese inmenso culazo que tenía, para que se dejase de tonterías, fue muy efectivo, porque otra vez que se dejó llevar. Le lleve su cabeza hacia mi polla y como es lógico ella lo entendió perfectamente, empezando a hacerme una mamada gloriosa. Con que ganas, con cuanto morbo lo hacía.

            Llame a mi madre sin utilizar su nombre, la trataría no como a mi madre, si no como a una mujer madura estupenda y que llevaba micho sin follar. Oía como se acercaba despacito y cuando topo con la cama, como palpaba para saber por dónde ir, hasta que noto mi brazo extendido y se agarró a mi mano, atrayéndola hacia mí y poniéndola a chuparme también la polla. Ninguna de las dos dijo nada, pero note como mi madre estaba tímida, cortada. Por eso saqué mi polla de la boca de Lara y se la puse a mi madre, que fue perdiendo la timidez hasta que empezó a comerla de manera golosa. Mientras Lara se acercó a mi boca y nos besábamos, dándonos mucha lengua. Hasta que le dije al oído que le comiera el coñito, titubeo un momento, pero se le paso en seguida y note como mi madre, cambia la manera de mamármela, como tampoco podía aguantar ni reprimir sus gemidos.

            Cuando creí que mi madre ya estaba preparada, cambié la posición y la embestí de un solo golpe, sé que fui bruto, pero fue delicioso, ella solo dio un gemido fuerte y seco, con un fuerte suspiro después. Mientras Lara me besaba muy ardientemente, con su boca llena de los fluidos del coño de mi madre. Luego me mordía el cuello y finalmente con un dedo mojado por su saliva, hacia círculos en la entrada de mi culo. Mordiéndome la nuca, lo que hacía que me pusiera más “rabioso” y penetrara con más fuerza a mi madre. Cuando me mordisqueaba el lóbulo de la oreja, Lara con voz excitada me preguntaba… “¿Quién es la zorrita que tenemos tan cachonda?” yo por contestación le dije que se colocara delante de ella y así lo hizo, empuje un poco la espalda de mi madre y ella obediente se inclinó un poco hasta llegar al coñito de Lara, que decía… “Si señor… buena lengua tiene esta zorra, uuuhhhmmmmmm… sí que sabe… no pares…” Eso nos puso cachondo a todos y empezamos a movernos más deprisa. Mi madre duro poco más, tuvo una corrida como vi pocas veces, pero enseguida volvió con Lara, la cual le animaba a que no parase ya que estaba a punto y por fin oí como se corría también.

            Pensé que se darían un respiro, porque estamos bastante sudados por el calor que hacía, pero Lara dijo que ahora le tocaba a ella, poniendo a mi madre debajo y se pusieron a hacer un 69, Lara de pronto dice, Carlos cuando quieras puedes, que estoy esperando y deseando… yo me hacía de rogar, acariciaba su espalda y llegaba con mis dedos hasta su culo, para pasar luego a su coñito y notaba como mi madre le comía todo. Solo se oía sus chupeteos, sus gemidos… me acerqué a Lara y primero se la metí en su coñito, que entro con facilidad y con mis dedos me follaba su culo, que ella acompasaba sus movimientos para darme facilidades. Por los movimientos que notaba, sabía que poco aguantarían que se volverían a correr pronto y así sucedió, note como se juntaron más, para sentir sus bocas, como se agarraban bien por los muslos y como sus gemidos se apagaban con sus coñitos.

            Mi madre cuando yo estaba en el mejor momento, me corto el rollo, porque sentí como se salía de la cama y pocos segundos después como se abría la puerta, marchándose sin más. Lara se quedó tan cortada como yo, pero no pudimos hacer nada. Pero eso pico más la curiosidad de Lara…

-Por lo menos dime con quien hemos estado.

-Eso lo tienes que adivinar tú.

-Difícil no es. Si quitamos a tu madre y a Marina que esta con la regla, solo quedan Tamara y Blanca, aunque me gustaría que esta última no fuese, porque me cae mal.

-Yo no digo nada.

-Pero ella me lleva ventaja, que sabrá quién soy yo.

-Te equivocas, ella tampoco sabe quién eres.

-Que borde que eres… bueno yo me tengo que marchar que si no daré mucho el cante con mi marido.

            Se levantó y encendí la luz. Se vistió y se acercó a darme un beso para despedirse. Cuando lo hizo me dijo que apagase la luz, para que al salir se notase menos. Ya se iba cuando la agarre por detrás y se quedó apoyada en la puerta, con voz de “niña inocente” me pregunto qué iba a hacer. Yo me limite a mordisquear y lamer su cuello, mientras levantaba su ropa, hasta dejar al aire esas estupendas nalgas, ella con la misma de antes, me decía que ya no se podía que era muy tarde, pero lo decía con la boca chica y sin hacer amago de quitarse. Cuando noto mi polla entre sus nalgas, moviéndolas sin parar, me decía que la dejase irse… pero la solté y le dije que se fuer si quería, pero ella seguía con su contoneo, hasta que en esa posición y agachándome un poco, coloque mi polla en la entrada de ese fenomenal culo. Poco a poco la fui metiendo y ella se inclinaba un poco para que pudiera penetrar mejor, pero con sus falsas quejas.

            Ya la tenía toda dentro y ahora se meneaba con más soltura, con más fuerza. Las embestidas llegaban a tal extremo, que prácticamente la levantaba del suelo y cuando lo hacia ella solo decía… “Vamos animal, dame más fuerte… que cachonda me tienes, como me pones…” luego para agarrarme mejor agarre con mis manos sus tetas y especialmente sus pezones, dándole ahora unas embestidas brutales y ella solo gemía, me decía que si seguía así no se podría aguantar, que estaba muy caliente, me pedía correrse conmigo, pero yo no le hacía caso y seguí a mi ritmo, hasta que note como se tensaba, iba a correrse y acelere más mis movimientos, lo que hizo que cuando ella empezó a correrse yo le seguí de inmediato, teniendo los dos una fabulosa corrida.

            Nos quedamos como petrificados en esa posición sin movernos. Bueno con un leve movimiento del culo de ella. No decíamos nada, solo se oía la respiración acelerada de los dos, volviendo a su ritmo normal. La fui sacando lentamente, saboreando el momento y una vez la tenía toda fuera, ella se giró y nos besamos, el estupendo beso que nos estábamos dando se cortó por las risas de ella, que decía… “Madre mía, me está bajando todo por mis piernas, están empapándose… no sé de donde puedes salir tanto… con lo poco que echa mi marido…” se rio. Le dije que se limpiara antes de irse y me contesto que mejor lo hacía en su baño, que ya era muy tarde.

            Cuando por la mañana bajé a desayunar, a los únicos que no me encontré fueron a Tamara y Jose, que esos solían madrugar mucho y se marchaban en sus bicicletas. El resto estaban todos y cuando entre en el comedor salude en voz alta. Blanca me dio un tímido buenos días y su marido se hizo el loco no saludándome. Marina y Héctor muy amables como siempre. Guillermo me dio un escueto saludo, porque estaba a la gresca con su hijo, mientras Lara me saludo con una cómplice sonrisa. Luego mi madre con cara de circunstancias, pero a la vez alegre me saludó con un tímido beso y mi padre leyendo su periódico me saludo también.

            Me senté con mis padres, lo hice de tal forma que me quedé de cara a Lara y Blanca. Lara me miraba de reojo para no llamar la atención. Mi madre me miraba y al final se sonreía, lo que hizo que mi padre dijera que esa mañana se había levantado esplendida y alegre, yo le dije que eso era cosa de estar en la naturaleza. De pronto me dio la sensación de que alguien me miraba y no me equivoque, Blanca me miraba de forma penetrante, fije mi mirada también en ella y al final retiro su mirada. Antes de irme de senderismo, mi madre me recordó que, como todas las semanas, ese era el día que hacían alguna comida típica de la zona, como invitación. Aunque solía ser una comida copiosa merecía la pena, pasarse un día.

            Cuando regrese al mediodía creía que sería de los primeros, pero estaba equivocado, ya estaban todos por ahí. El olor que impregnaba todo, hacía que el hambre que traía aumentara. Esa comida se hacía en una mesa corrida, nada de mesas individuales. Ginés era el único que me evitaba y me ignoraba, pero me daba igual. Como ya suponía la comida fue copiosa, demasiado exagerada para mi gusto. Comí de todo, pero en una medida justa. No así los demás que se pusieron hasta arriba, como si fuera el fin del mundo. Alguno tuvo que aflojar hasta el cinturón. Jose que tenía pensado salir con la bici otra vez, le dijo a su mujer que imposible y todos nos reímos.

            La conversación era variada, hasta que salió el tema del mus (juego de cartas, para quien no lo sepa) cada cual fanfarroneaba que era el mejor, hasta que se retaron para unas partidas, yo que jugué mucho durante toda la universidad, alegue que jugaba muy mal, mentí. No me apetecía estar liado toda la tarde habiendo mujeres tan bonitas sin hacer nada. Así que lo echaron a suertes y formaron las parejas, yéndose a jugar a una mesa que estaba en el exterior.

            Nos quedamos las mujeres y yo. Bueno Marina se fue a hacer cosas y dijo que cuando acabara estaría con nosotros. Yo me limite más a escuchar y a mirar, que a hablar. Pero podía notar las puyitas que me lanzaba Blanca, lo hacía con bastante mala leche, pero como yo hacía que no me enteraba o que pensaba que no iba por mí, hacía que ella se encabronara más. Algo que me estaba divirtiendo. Es más, lo poco que yo hablaba, lo hacía con todas menos con ella. Cuando vino Marina lo hizo con la cocinera y la hija. Entonces traían dos barajas de cartas inglesas y propusieron jugar a un juego que se llama el continental. Blanca y yo dijimos a la vez que no nos apetecía, fue pura coincidencia. Yo para quitar hierro al asunto, dije que lo mismo en una segunda partida si jugaría, pero que prefería hacer la digestión tranquilamente, una tontería, pero no se me ocurrió decir otra cosa.

            Llevaban ya un ratito jugando cuando me levanté tranquilamente y me fui al interior de la casa. Bebí un poco de agua y me dirigí a uno de los baños de la planta baja. Cuando abro la puerta oigo que me chista alguien, giro mi cabeza y veo que es Blanca, que hoy lleva unos pantalones cortos de color kaki y una camiseta de color blanca. La veo que viene con cara alterada y muy chula me dice…

-Que te has creído niñato. Como te atreves a faltarme al respeto, por educación por lo menos cuando te he estado hablando se contesta, que no te he llamado la atención por no poner en un compromiso a tu madre. Me parece que te lo tienes muy creído y solo eres fachada. (Se quedó callada esperando que yo dijese algo. La miraba tranquilamente, pasando de ella)

- ¿Tienes algo más que decirme? (No dije nada más que eso, a sabiendas de que se iba a enfadar mas)

            Eso fue la gota que colmó el vaso de su paciencia, porque la tía fue a darme una torta, logrando coger su mano antes de que impactara en mi cara. Sin soltar su muñeca, la metí en el aseo de golpe. No me lo pensé, acerque mi boca a la suya y ella se resistía, apartaba su cara, hasta que con una mano se la agarre por la barbilla y le bese, pero ella me mordió el labio, no muy fuerte, pero me mordió. Cuando mi lengua logro entrar dentro de su boca, siguió resistiéndose hasta que aflojo y empezó a besar ella también. Una vez que solté sus manos, me besaba con mucha fuerza me agarraba del pelo, estaba descontrolada. Desabroche su pantaloncito y metí mi mano, me costó un poco, pero cuando toque su coñito estaba húmedo, señal inequívoca de que estaba excitada. Ella cuando noto mi mano trato de abrir un poco las piernas para facilitarme que la tocara, pero estaba muy ajustado el pantalón. Ella empujo con sus manos el pantalón y cayó al suelo, se lo quito con mucha habilidad, mis dedos ya entraban y salían sin problema.

            Ahora con la misma rapidez y habilidad, hizo lo mismo con mis pantalones y mi ropa interior. Luego se quitó la camiseta y el sujetador, me fue empujando hasta que mis piernas notaron la fría loza del inodoro, me hizo sentar y no lo dudo, abrió bien sus piernas y agarrando mi polla dura como una piedra, se la coloco en la entrada de su coño y se fue sentando, notando como costaba que entrara, no sabía si porque era estrecha o porque todavía no estaba bien lubricada, pero, aunque los dos en algún momento pusimos cara de dolor, ella no paro hasta que no la tubo, toda dentro. Además de un gemido de satisfacción lo único que dijo fue… “Si se entera Ginés me mata, pero lo necesitaba… uuufffffff…” empezando un movimiento lento pero firme y constante.

            Ponía sus pezones a la altura de mi boca para que se los comiera y los iba cambiando. Me agarraba por el cuello, notaba sus uñas y según se iba excitando las notaba más. Ahora sus movimientos eran más morbosos, porque prácticamente se sacaba casi toda la polla, para dejarse caer otra vez sobre ella y cada vez lo hacía más rápido. Oí como un ruido y me incliné un poco hacia un lado, pudiendo ver la puerta de frente, ya que el inodoro estaba de cara a la puerta, Blanca le daba la espalda, vi la puerta medio abierta y entonces me di cuenta de que, con las prisas, mi ímpetu, no la había cerrado. Y sorpresa había una persona que no se perdía detalle, no sabía el tiempo que llevaría mirando. Era Tamara, que con ojos como platos no paraba de mirar, su mirada estaba clavada en el culo de Blanca y mi polla, en ver como entraba y salía. Hasta que cruzo la mirada conmigo y puso cara de asombro, hizo amago de irse, pero rectifico rápido y siguió mirando.

            Ahora su mirada se repartía en lo que llevaba mirando todo el tiempo y en mirarme a mí. Solo varia la posición de su boca, se mordía los labios, los ponía como si hiciera una O. Los gemidos de Blanca y su forma brusca de follar, iban en aumento, le hice unas señas invitándola a que entrara, pero no hizo ni un gesto de querer entrar, una vez que Blanca empezó a correrse, su cara era de pura excitación, pero a pesar de invitarle nuevamente a entrar, lo único que hizo, fue cuando acabo de correrse Blanca fue marcharse. Blanca se levantó se arrodillo y se puso a mamármela, le ayude un poco para no tardar y no nos fueran a pillar, llenándole la boca con mi leche, la cual se tragó sin protestar por no haberla avisado.

            Una vez vestidos salí a donde estaban las mujeres. Tamara ni me miraba, estaba avergonzada, cortada. Pero yo no paraba de mirarla y cuando se cruzaban nuestras miradas, ella se ponía colorada. Mi madre entonces corta ese momento diciéndome que había pitado mi ordenador. Ya que lo tenía siempre encendido, por si me llegaba algún aviso de los trabajos que había solicitado. Y efectivamente era un correo con la respuesta de la entrevista que me habían realizado. En la que se me anunciaba que había sido seleccionado para el puesto de trabajo. Yo esperaba que fuera en Alicante o Madrid, pero por lo puesto en el correo era en Barcelona. Pero estaba claro no podía exigir, más adelante vería que se podría hacer.

            Cuando acabaron de jugar a las cartas mis padres les conté la noticia y se alegraron mucho, aunque les paso como a mí, que ellos esperaban que fuera en Madrid. Mi padre para tratar de animarme me dijo que recordara que allí tenia familia. Era verdad en concreto un hermano de mi padre y su familia. Que por lo que yo sabía con su cuñada no se llevaban nada bien. El hermano siempre que venía a vernos lo hacía solo. Y cuando le pregunte a mi padre por eso me contesto… “Mira lo que decís los jóvenes, mi cuñada es tonta del culo” y se quedó tan ancho. Cuando nos quedamos mi madre y yo solos, me conto toda la historia y resumiendo, una cabezonería entre cuñada y cuñado, o sea entre mi padre y la mujer de mi tío, que pillo en medio a mi madre, a mi tío y a el resto de la familia. Cuando mi padre nos dejó solos mi madre me dijo…

-Esta noche hablare con tu tía.

-Ah. Pero es que vosotras ¿os habláis?

-Sí, normalmente hablamos un par de veces al mes. Pero de esto chitón a tu padre, que no sabe nada.

-Pero… ¿qué es lo que paso?

-Se casaron poco después que nosotros, estábamos casi siempre juntos, pero tu tía siempre ha sido muy respondona, muy mandona y a tu padre eso no le gustaba. Un día discutieron y hasta hoy. Luego ellos se fueron a vivir a Barcelona y… poco más que contar.

-Joder, que mal rollo.

-Pero eso sí, que te conozco, ni mirar a tu tía, que no es lo mismo que con mi hermana, si te pasas con ella y me entiendes por dónde voy, se arma la definitiva.

-Tranquila que no pasara nada, seré buena persona. Además, apenas los conozco, de ella ni me acuerdo y del tío poco puedo decir, siempre ha sido distante conmigo. Y a los primos si los veo no se ni quiénes son.

-Mejor así, ellos te ayudaran mucho y también a encontrar piso ya verás.

-A todo esto… ¿Qué dirá papa?

-De tu padre me ocupo yo, déjame a mí. Tu limítate a portarte bien y con eso me conformo. Que, aunque yo me lleve bien con ellos, quiero que sepas que son un poco “raritos” mejor dicho especiales.

            Mi madre se fue en busca de mi padre, para tener una conversación tranquila con él. Seguro que ya me enteraría de esa conversación, pero sabía de antemano, que al final mi madre controlaría la situación.

 

P.D.: FELIZ VACACIONES A LOS QUE YA ESTEN DISFRUTANDO DE ELLAS Y A LOS QUE NO, PUES A ESPERAR QUE LLEGUE EL MOMENTO DE DISFRURALAS.

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La morena ORSOLYA

“superviviendo”

La torre de babel

Fin de semana “entretenido”

Mexico lindo y querido

1 de enero

Imprevisible Fin de Año

Conociendo a Larisa.

En tierra extraña.

Esposa, madre y… MUY CARNAL.

La venganza se toma en plato… CALIENTE

Una relación con mucho futuro.

Un nuevo mundo para Noemí.

Toda una señora, la DAMA DE PICAS

De tímida y vergonzosa a toda una LUJURIOSA.

Saber esperar

Milada y Dolors, el día y la noche.

Una relación inesperada, pero gratificante.

Inicio de nuevas “amistades” y que… “amistades”

Nueva vida en Barcelona

Una gran despedida sexual y sensual.

La “NECESIDAD” rompe promesas

APASIONANTE madura

Madura LUJURIOSA y… DOMINADA

Madura LUJURIOSA, pero reacia

Cancún ( IV y último )

Cancún ( III )

Cancún ( ii )

Cancún ( i )

Algo inesperado, satisfactorio, pero con dudas.

Una “FIESTA” de cumpleaños, distinta

Adentrándome en una experiencia diferente.

Sin planearlo y sin esperarlo

Madura PASIONAL

La caliente y fogosa Carmela

La lianta de mi tia LUCIA

Noche inesperada y lujuriosa

La realidad supera la ficción.

Madura, casada y con muchas ganas

¿Es bueno mezclar trabajo y sexo?

Cena con “sorpresa” inesperada.

Montse y Marialis en la playa nudista

Reencuentro morboso y excitante con Montse

Maduras “PELIGROSAS” e infieles (I)

Maduras “PELIGROSAS” e infieles (II)

Montse cada vez más EXCITANTE

Iniciando a Montse

Noche complicada... pero muy ardiente

Noche de una grata sorpresa

Eugenia cada día más morbosa.

Buen inicio de vacaciones...

No hay nada como un día de cine

Cumpleaños FELIZ... (II y final)

Cumpleaños FELIZ... (I)

Año nuevo 1999

El beso de Singapur.

Dos SUPERMADURAS excepcionales.

Un bautizo muy “caliente” excitante y entretenido.

Gracias a Eva mi amiga madurita.

Por fin... La verdadera Eugenia

El DESEO por una madura IMPONENTE (II)

El DESEO por una madura IMPONENTE (I)

A la conquista de una madura inalcanzable (II)

A la conquista de una madura inalcanzable (i)

Acoso y derribo de una MADURA CALIENTE (2)

acoso y derribo de una madura caliente

Fiestas de barrio (2)

Fiestas de barrio

Las maduras son mi debilidad

Una prima feliz y una amiga deseada.

Mi prima cada vez mas caliente

Contra mas prima, mas se le arrima...

Trabajo veraniego en las islas afortunadas - II

Trabajo veraniego en las islas afortunadas - I

Camping con sorpresa

Una madura saca la fiera que lleva dentro

1997 se va, llega 1998, FIN DE AÑO espectacular

Nunca hay que darse por vencido

NOCHEBUENA con una madre y una tia.

Con mi tia, seduciendo a madura muy conservadora.

El despertar de una madura reprimida

Carmen una madura con dudas

Las SORPRESAS de una madura mal atendida.

MADRES olvidadas, madres NECESITADAS.

La “EXPLOSION” de una madre muy necesitada

Cuando una MADRE pasa a ser una MADURA MORBOSA

Por fin madre e hija, ¿Quién ES MÁS…?

Madre e hija...

La hija mas cachonda que la madre.

Buena esposa, mejor madre pero… EXCELENTE vecina

Estrenando casa y cama

Últimos días en casa de la tía Lucia (2)

Últimos días en casa de la tía Lucia

La tia lucia y sus amigas, cada cual mas...

Mi tia Lucia. Madura complaciente. (3)

Mi tia Lucia. Madura complaciente. (2)

Mi tia Lucia. Madura complaciente.

No hay nada como una madura insatisfecha como Tere

Esther una madura aún más necesitada.

Primera vez con Sofí, pero no la última.

Continua el sorpresón con Maite - 2

Continua el sorpresón con maite

Sorpreson mas que agradable

Esther una madura necesitada

Primera vez en todo