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La ejecutiva

en Dominación

La ejecutiva.

Estaba sentado frente a la puerta de llegadas nacionales. Una hora temprana para recibir a una sumisa. Le había dado instrucciones de cómo debía vestir. Traje chaqueta gris de falda corta que cubría un tanga blanco, blusa clara con botones y sin sujetador. Cuando me viese debía acudir ante mí, altiva y orgullosa. Yo no me levantaría, esperaría mirándola como se acerca, intuyendo su nerviosismo y su excitación de presentarse ante su Amo. Cuando esté frente a mí me dedicara una sonrisa y dirá  "Soy suya, mi Amo y Señor " y después besará mis labios y se sentará frente a mí. Las piernas bien separadas dejarán que pueda ver el triángulo de tela blanca entre los muslos, enseñándomelo y  mirándome a la cara me lo ofrecerá en publico. Su discreción será la puerta de su vergüenza. Su primera entrega a su Amo se producirá despacio. Permanecerá exhibiéndose ante mí sin hablar, solo le permito la sonrisa y el contoneo de su cuerpo.

Ha llegado caminando buscando el bar, aun no me ha visto. Recorre ávidamente la barra y las mesas, observa sus ocupantes. Su mirada me interroga, insiste en ella, le sonrio. Apresura el paso pero mi mirar le hace respirar hondo y acompasar mas despacio su llegada. Sus pechos se mueven debajo de la blusa. Los pezones la empujan hacia fuera rozándolos a cada paso que da. Es alta, de mirada limpia y sonrisa cautivadora. Es más excitante dominar una mujer como ella, ejecutiva, inteligente. Se para frente a mí, apenas 50cm nos separan.

-  "Hola, soy suya mi Amo y Señor"

Mi mirada se encrudece posándose en su cuerpo como una pesada losa. No se atreve a besarme, sabe que no ha saludado como debe a su Amo. Se aclara la garganta en una nueva lucha por decir esa frase. Sabe que significa su entrega, la teme y la desea. Vuelve a mirar mis ojos a la vez que escucho con mas claridad :

-  "Soy suya, mi Amo y Señor".

-  "Bienvenida Puta sumisa, siéntate".

-  "Gracias mi Amo".

Sus labios en los míos son calientes, muerdo su labio inferior obligándola a permanecer en esa postura incómoda. Su culo debe de estar bien marcado bajo su falda corta, incluso sus muslos se deben de ver mas allá de lo que ella desearía. Nuestros ojos se observan. Demasiado rato para su gusto en esa posición. Demasiado pronto el dolor en sus labios y el placer de mi sabor. La suelto y le lanzo una sonrisa. Se sienta frente a mí, hace ademán de cruzar las piernas pero solo queda en eso, las mantiene separadas, abiertas ofreciéndome la vista de sus muslos redondos juntándose en un triangulo blanco. Miro diréctamente a ese lugar, permanezco así unos minutos que se le hacen eternos. Desea hablarme pero sabe que no puede hacerlo. Cuando subo mi mirara hacia su rostro veo una sonrisa nerviosa esperando mi aprobación. 

Me gusta, no es una sumisa cualquiera, es mi Puta sumisa. Soy su primer Amo, nunca antes ha sido poseída por uno. Es rebelde pero aplicada, me gustan ciertas rebeldías y mucho respeto. El silencio le pesa, no esta acostumbrada a ellos y menos a que se los exijan. Es una ejecutiva que no está acostumbrada a recibir ordenes, es decir solo esta acostumbrada a darlas y que le obedezcan. Tenerme frente a ella en silencio y su deseo de servir a su Amo le producen sensaciones que sin quererlo la mojan y la excitan como una Puta sumisa.

Sube despacio su falda para darme una mejor visión de su triángulo. Lleva pantys negros, abiertos en su coño y culo por exigencia mía. Llamo al camarero y pido la cuenta. Ni siquiera le he invitado a pedir nada, pero será ella quien pague mi café. Eso la molesta y la enciende, la humilla y se siente usada, vulgármente usada. Sin embargo esta mas caliente y excitada a medida que pasan los minutos. Cuando el camarero se marcha con el importe de la consumición, me levanto y tomo su barbilla para que mire desde abajo hacia arriba a su Amo, para que sienta cual es la posición de una Puta sumisa que desea entregarse a él. Que teme decepcionarlo, que duda si será capaz de aguantar, pero mi mirada la tranquiliza. Agachándome le ofrezco mis labios pero no llego a besarlo, sabia que sus dientes intentarían devolverme el juego que yo hice hace unos minutos. Eso la ha molestado, quiere ser sumisa pero le cuesta, y estos pequeños detalles si lo consiguiese le darían innecesarias victorias pero cargarían de energía su ego.

-  "Salgamos".

-  "Sí Amo".

La tomo de la cintura, es mas alta que yo, eso me excita la mente. Ya puedes hablar. Dejo que se comporte como una mujer al lado de su hombre. Beso sus labios y busco su lengua para jugar con ella. Me devuelve el beso, está ansiosa, desearía besarme con más pasión, introducir su lengua en mi boca y sentir mi abrazo en su espalda. Delante de mi coche le tiendo las llaves para que abra el portaequipajes, así podrá introducir la maleta y liberarse de esa carga que aun la molesta mas en mi presencia. Me devuelve las llaves y tomando su mano la cierro en torno a ellas llevándola hacia su espalda. 

Mi pecho en los suyos se calienta y mi lengua surca su boca lamiendo cada recodo. Dejo que nos besemos como pareja en calentamiento antes de su sesión de sexo. Mi mano libre toma su nalga derecha acariciándola. Cuando más emocionada está en nuestro beso, me retiro, y observo como su entreabierta boca deja asomar su lengua y relame sus labios. Unos labios húmedos y ansiosos. Tomo las llaves y abro mi portezuela. Observo como ella se dirige a la suya. Entro y espero a ver como lo hace ella. La falda se le ha subido o la ha subido, como buena Puta sumisa. Me la quedo mirando con mis manos al volante. Sabe que ahora ha de hacer una cosa inevitable.

Sus manos levantan la falda por los costados hasta que puede introducir los dedos entre la tela elástica de su tanga y tira de él hacia abajo. Ha de entregarme la prenda y dejar su falda arriba para que pueda ver su coño ofrecido mientras olisqueo la prenda, ha de oler a Puta sumisa. Y huele a coño perfumado de deseo, a hembra caliente. Mis dedos se introducen por la abertura de sus pantys donde asoman los labios mayores de su coño. Está muy húmeda, resbalo dentro de ella. Su tanga en mi nariz me da su fuerte aroma de mujer caliente. Lanza un gemido sin poder contenerlo. Desea que siga dentro de ella, desearía correrse allí mismo si yo lo dispusiese así. Me acerco a ella y le doy a oler sus propios aromas almacenados en su tanga, a la vez que acelero el movimiento de mis dedos en su coño. Gime mas rápidamente presa de una excitación antes desconocida. Mira mis ojos, sus manos en sus muslos, el deseo en su pecho, la excitación en su coño manipulado por su Amo. Su propio aroma la embriaga y hace que sus jadeos evolucionen mas y más. Si continuo unos segundos mas se vendrá en mi mano, y aun no es el momento que me entregue su primer orgasmo. 

Retiro la prenda de su cara y mis dedos de su coño, tiene los ojos cerrados, los abre de golpe y me mira. Sus caderas están como desbocadas del placer interrumpido, las contonea en busca de calma. Sus ojos encendidos por la interrupción desean quemarme las pupilas. El motor de arranque suena y los pistones rugen dentro del cilindro. Hace ademán de cubrirse, bajando su falda. Mi mano derecha se lo impide y mi mirada le recuerda que una Puta sumisa no tiene poder de decisión ante su Amo. Es pronto para ir al hotel son solo las 9,30 de la mañana. Dirijo el coche hacia la ciudad, Barcelona es bella por la mañana pero cargada de vehículos. Costara llegar al centro de la ciudad donde ha reservado hotel. 

Yo no tengo prisa en llegar, de vez en cuando hurgo con mis dedos en su húmedo coño para arrancarle leves jadeos de hembra caliente. Ella aguanta como puede la excitación y la vergüenza de quien pueda verla así expuesta y sometida. Al llegar a la ciudad me pide permiso para bajar su falda. Yo mismo cubro sus muslos solo unos cm, los suficientes para que no me pare la guardia civil que esta a mi derecha con sus motocicletas, dejo que me adelanten y se mezclen entre los coches y vuelvo a subir su falda esta vez aun más arriba. Y la obligo a separar mas sus muslos. Su envergadura hace que las rodillas asomen mas de lo normal en esa postura. Le doy un dedo en su boca para que lo lama y succione, no sin antes mojarlo en sus propios jugos de Puta sumisa.

Primera parada en un parking cerca del hotel. Abre la puerta y le impido que baje. Ha de aprender a moverse solo bajo mis indicaciones.

-  "Mastúrbate para mí, Puta sumisa".

-  "Sí mi Amo, ¿pero aquí?".

-  "¿Quieres hacerlo de pie frente a mi ventanilla, no es cierto?".

-  "No, no mi Amo por favor. Ahora lo hago aquí mismo".

-  "Comienza y dedícame tus muecas de Puta sumisa mientras te masturbas".

-  "Sí, mi Amo, lo hago. Mírame como lo hago, es para tí de tu Puta sumisa".

Sus palabras sufrieron la primera interrupción de un jadeo liberado al conectar con un dedo su clítoris. Observe como se retorcía en el asiento. Salí del vehículo y me situé frente a su ventanilla y baje la cremallera de mis pantalones sacando mi polla bastante dura. No dudó en mamarla y chuparla arañando mis huevos con sus dedos. Deje que lo hiciese durante unos minutos. Ella sabia que para correrse siempre ha de pedirme permiso. Cuando saco mi polla de su boca para pedirme permiso, la guarde de nuevo en mis pantalones.

-  "Baja Puta sumisa. Ya tienes bastante sin correrte".

-  "Ahhh. Mi Amo estoy a punto por favor, dame permiso".

-  "¿Quieres permiso en mis condiciones?".

-  "No, no Amo. Obedezco, obedezco."

-   "Así me gusta más, perrita".

Se recompuso la ropa y se dispuso a salir. Fue hacia el portaequipajes, la tome de la mano y la dirigí a mi lado hacia el exterior. El sol cegaba mis ojos hasta que los cubrí con unas gafas. Seguía tomando su mano, la que había usado para masturbarse. La acerqué a mis labios y la besé para que mi nariz aspirase su aroma de Puta caliente. Después la dirigí hacia su boca y la obligué a lamerla mientras caminábamos. Sus dedos eran lamidos y chupados uno detrás de otro, incluso cuando un hombre de mediana edad la miraba sorprendido. Al pasar por la puerta del hotel giró hacia dentro y notó mi mano tirante que se lo impedía.

-  "Aun no es la hora putita, antes iremos a comprar algunas cosas. No me gusta tener la boca seca mientras te someto".

-  "Como deseéis, mi Señor".

-  "¿Te gusta beber mientras te follan y te azotan?".

-  "¿Señor seré azotada hoy? No estoy preparada aun".

-  "Yo decidiré cuando estas preparada, pero si serás azotada y humillada, también follada".

-  "Señor, no sé si podré hacer todo lo que deseáis, pero lo intentaré. Pero si sé que seré la mas Puta a la que habéis follado jamás.

-  "Sé que eres una Puta, por eso eres mi Puta sumisa".

Mientras caminábamos por la ciudad le iba contando cosas de los edificios por los que pasábamos. De repente notó como giraba hacia el interior de un local, miró el letrero y me siguió sorprendida. Un sex-shop tiene todo lo necesario para adornar a mi Puta sumisa. Incluso preservativos, que ella misma elegirá para cubrir mi polla antes de que sea follada y sodomizada. Al entrar fuimos en busca de las estanterías donde aguardaban unas bolas chinas que le sentarían perféctamente. Cerca de ellas una extensa gama de consoladores donde podrá elegir el que más le excite. En su mirada se le notaba asustada ante el tamaño de alguno de ellos, esperando que no me dé por elegirle uno.

-  "Escoge un consolador, un juego de bolas y un par de cajas de condones".

-  "¿No me ayuda, mi Señor?".

-  "Estoy aquí para eso".

Cuando tuvo claro lo que deseaba, le señalé unas pinzas unidas con una cadena para sus pezones. Me miró y accedió a ello también. Mientras hablaba con la dependienta, mi mano no dejaba de acariciar su culo. Estaba nerviosa, tanto que le daba la visa para pagar. Mi mano fue directa y la cogió. Le temblaban los dedos del nerviosismo y el susto de hacer algo mal. Solo pensar que pudiera reprenderla allí delante de la chica que nos miraba expectante hacía que creciera su temor. Le dije delante de ella :

-  "Estás casada, ¿quieres que te descubran?, usa efectivo".

No me habló, solo asintió y rebuscando en su bolso tomó el monedero y pagó.

-  "Gracias mi Señor, los nervios me traicionan".

-  "Tu sabes que yo te protejo".

-  "Si lo sé y lo veo".

-  "Recoge el cambio y la bolsa con tus juguetes".

Al salir de nuevo las gafas de sol cubrieron mis ojos, los suyos también se cubrían de unas preciosas gafas. La bese en la mejilla. Me sonrió, estaba nerviosa, muy nerviosa y extremádamente excitada. Las 11.15, va bien la sesión, y cumpliendo el horario previsto. Entramos en un bar. Pedí cafés con leche y croissant.

-  "Ves al baño y colócate las bolas".

-  "Nunca he llevado unas".

-  "Siempre hay una primera vez, introduce una, después las siguientes y deja el cordel fuera, para que pueda sacártelas cuando lo considere interesante".

-  "Lo intentaré."

-  "No solo eso, lo harás. Tienes 3 minutos para hacerlo. Estás lo suficientemente mojada para que entren sin esfuerzo".

Tomando la bebida esperé su regreso. Se sentó delante de mí y sonreía, le había gustado el invento.

-  "¿Te ha gustado como se mueven, verdad Puta sumisa?".

-  "Sí, mucho, parece que algo te acaricie constántemente, da una agradable sensación".

-  "Por supuesto que sí. Cuando andes para el hotel lo sentirás aun más".

-  "Eso espero porque me ha gustado mas de lo que pensé".

Andando por las calles le susurraba al oído que era una Puta sumisa que llevaba bolas en su coño para satisfacer a su Amo y así poder permanecer bien mojada. Estuve susurrándole tanto que no se dio cuenta que estábamos delante del parking. Recogimos su maleta y fuimos al hotel. Quedaban 5 minutos para las 12. Cumplimos el registro y nos entregaron la tarjeta de la habitación. Cuando la pasé por la ranura y se abrió me puse a un lado y la dejé pasar. Una habitación grande y cómoda. Cama de matrimonio y secreter de madera con dos sillas. Me miró y esperó a que pudiese abrazarme. Busqué su boca con la mía y nos besamos apasionádamente. Caímos de bruces en la cama y sin soltar nuestras lenguas enroscadas dimos varias vueltas apretando nuestros cuerpos. Cuando me quede bajo ella solté su cuerpo y lo mantuve erguido encima de mí. Desabroché su blusa y dejé sus pechos libres. Su coño se restregaba inconsciéntemente en mi polla erecta. Sus manos acariciaban sus pechos y jugaban con sus pezones ereccionándolos más y enseñándome lo caliente que se ponía con mi presencia.

-  "Levántate y desnúdate despacio como una Puta sumisa para su Amo".

-  "¿Quieres que te caliente, Amo? Si tienes la polla que se clava en mi coño. Pero aun la haré crecer mas y estarás satisfecho de tu Puta sumisa".

-  "¡Que comience la función!".

Comenzó el baile al compás de una deliciosa canción del hilo musical. Sus pechos acariciados dieron paso a su vientre y caderas. Las movía lascivamente provocando más erección en mi polla. Sacó su blusa y su chaqueta al mismo tiempo, eso le costaría 5 azotes extras. Sus manos entre su carne y su falda comenzaron a jugar bajando despacio la prenda y girándose me dio la espalda. Agachándose, su culo se marcaba mas y más y pude ver sus pechos y su cara entre las piernas a la vez que su falda caía y sus manos acariciaban sus nalgas despacio apretándolas y separándolas, enseñándome su vulva apretada entre sus muslos. El ojete de su culo fue pasto de un dedo mojado en sus propios jugos. Al darse la vuelta y elevar su rostro pude ver como se relamía y me miraba con tanto vicio en sus ojos que decidí ordenarle que me desnudase.

Sus manos ágiles en la cama se acercaron como gata en celo. De rodillas. Despacio, mirando mi bulto escondido. Desató el cinturón de un solo movimiento, mi cremallera hizo un sonido y se encontró abierta dejando paso a mi polla erecta y palpitante. Tomó los pantalones por encima de mis zapatos y como experta saltaron sobre la alfombra. No usaba slip ese día. Acercó su cara a mis huevos y los lamió sopesándolos con sus dedos. Me arrancó los primeros gemidos con tanta sabiduría en su boca. Lamió y mordisqueó mi polla con delirio y pasión. No hay mejor manera de chupar una polla que una boca ansiosa de hacerlo. Y esta boca no solo es ansiosa sino que le gusta mucho mamar como una zorra. Se puso de espaldas a mí dándome su culo, tomé el cordel de las bolas y las saque una a una mientras mi dedo se introducía en su poderoso culo. 

La obligo a sentarse encima y meterse mi polla entre la abertura de los pantys que no dejé que se sacara. Noté su húmeda y caliente cueva rodear mi verga palpitante, tomé sus pezones en mis dedos y jugué con ellos. Ella no podía aguantar y comenzó a cabalgar como amazona en competición, asegurando mi penetración y saltando lo justo para volver a penetrarse hasta aplastar mis huevos con la redondez de sus nalgas. Hice que saltara provocándole con mis movimientos de caderas. Así estuvo unos minutos que más parecieron segundos.

-  "Permiso para correrme, mi Amo. Quiero correrme encima suyo".

-  " Permiso concedido Puta sumisa, entrégame tu orgasmo, es mío y lo reclamo".

-  "Gracias mi Amo y Señor. Esta Puta os ofrece su orgasmo y os lo entrega".

-  "Continua Puta sumisa".

Comenzó a correrse casi al instante, sus nalgas no dejaban de golpearme en busca de su mejor orgasmo. En sus ojos vi el clímax que le invadía. De su boca salían las más obscenas palabras que había escuchado en una Puta en pleno orgasmo. Estuve a punto de correrme viendo como ella lo hacía. Sus pechos saltarines buscaban golpearme la cara. Tuvo un orgasmo intenso y profundo. Terminó por una larga senda de gemidos y jadeos, de entrecortada respiración. Desplomada en mi pecho buscaba un ligero descanso. Notó mis brazos en sus caderas como apretaban, y sintió como mi polla la follaba como un terremoto desesperado y treméndamente rápido y eficaz. Sus gemidos se convirtieron en jadeos. Quieta, levantó su cabeza y mirándome a los ojos esperando que terminase de moverme con esa fuerza y rapidez terminando en mi orgasmo, se vio envuelta en una nueva corrida que me dedicaba sorprendida y agradecida. Sus dos orgasmos consecutivos la habían dejado cansada, pero no lo suficiente para que hiciese la llamada de seguridad a su amiga.

Le tendí el teléfono.

-  "Llama a tu amiga y dile que la llamada de seguridad es para decirle que todo va bien".

-  "Si Amo, si así lo deseas".

-  "No te apartes, mi polla estará penetrándote mientras le hablas, ella sabe que así es. Marca el numero y tranquilízala".

-  "Amo, me da vergüenza que ella sepa que estoy penetrada mientras le hablo".

-  "Lo sé pero mi Puta sumisa ha de hacer la llamada de seguridad en condiciones".

Mientras habla muevo despacio mis caderas, ella me mira y le cuesta concentrarse. Termina rápido, no confía en que la obligue a gemir con una buena penetración. Mira mis ojos y piensa que tiene un Amo que es un cabrón, pero ¡como le gusta ser follada y sometida por ese cabrón que la moja con solo escuchar su voz!.

-  "Mañana harás la segunda llamada de seguridad de rodillas en la cama y penetrada por tu Amo desde atrás. Al tercer día la llamada la realizaras mientras follo tus pechos".

-  "Amo, que ella sabrá que es así como la llamo y me muero de vergüenza".

-  "Mi Puta sumisa no tiene vergüenza estando con su Amo. Un saludo para tu amiga que sabe ahora lo que pasa".

-  "Amo no podré cumplir como deseas, es muy humillante para mi hacerlo así".

-  "Puta sumisa, cuando desee humillarte lo haré, esto es solo un juego mental. Es solo una travesura de tu Amo".

Volví a follarla dándole la vuelta, dejando que ella abriera sus piernas y las elevase haciendo que mi polla pudiera penetrarla con mas profundidad. Alcanzó su tercer orgasmo, mirándome me pregunta por qué no me corro con ella.

-  "Cuando merezcas que tu Amo te dé su leche la tendrás, pero antes deberás ganártela".

-  "¿ No soy buena Puta sumisa para tí? ¿ Te decepciono?".

-  "No en absoluto, pero soy Amo, no amante frágil en las piernas de mi Puta sumisa. Ahora arrodíllate en la alfombra y chupa mi polla hasta que decida que es suficiente. Mientras lo haces te contaré como serás atada, azotada y usada por tu Amo. Ponte las pinzas en tus pezones y las bolas de nuevo en tu coño, después mamaras la polla de tu Amo.

Se levantó y sin atreverse a discutir esa orden se adornó los pezones pinzándolos, un leve quejido siguió a un segundo. Encendí un cigarro. Mientras lo consumía, la Puta sumisa chupaba y mamaba herida en su orgullo, luchando para que me corriera en su boca demostrando que es la mejor y más caliente Puta que me ha chupado jamás. Disfrutando de cómo espoleo su ego sigo fumando, se me hace costoso hacerlo, es muy buena mamona de pollas. Y me calienta desde que vi su sonrisa en el Aeropuerto. 

-  "Hola, soy suya mi Amo".

Retiro la vista de mi libro, es bella y de mirada dulce. Me levanto y abrazándola la beso apasionádamente. Enlazados por la cintura, abandonamos el aeropuerto. Un retraso da mucho que pensar.

tororojo12000@yahoo.es

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