Saludos, me llamo Johnatan Hamilton y soy el mayordomo del conde Bentley. Para los que no me conozcan, les diré que pertenezco al relato ¿Amor o Maldición? cuyos capítulos anteriores se encontraban todos en la categoría gay de esta misma página. Este relato es de contenido homosexual, pero también fetichista, por lo tanto se encuentra en esta categoría. Ha sido escrito con motivo del inminente estreno de la segunda temporada de ¿Amor o Maldición?

Muy bien, antes de empezar, al autor le gustaría que le leyeran, aunque viendo lo que escribe el pobre infeliz, yo que ustedes no lo haría…:

Este es el último especial, el castigo del mayordomo que fue anunciado en el especial anterior. Quizá os sorprendan los acontecimientos que ocurran en el relato, pero bueno… Hay veces en las que la vida es sorprendente. Espero que os guste.

Si desean, pueden comentar a través de email a la dirección de correo: latumbadelenterrador@gmail.com

Bien, sin más preámbulos, el relato.

¿Amor o Maldición?

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Un relato del Enterrador

Especial: A strange day, Este mayordomo es castigado

Johnatan me había desobedecido, eso merecía un castigo, y no me iba a mostrar inflexible. Iba a castigarlo. Pero para ello tenía que pensar en un castigo imaginativo, algo que a él verdaderamente le doliera, pero no se me ocurría nada.

-Señor, he vuelto a pillar a Tweety y Eaglon copulando en el armario de zapatos de la mansión-dijo Johnatan en el informe de la mañana.

-Ah… Aún con lo que pasó el otro día no han aprendido nada, ¿no?-dije suspirando-(Un momento… ¿Armario de los zapatos? Creo que tengo una idea… Él siempre cree que es el dominante y el que humilla, pero esta vez seré yo quién humille…)

-Parece que no, señor. ¿Qué medidas quiere que tome?-dijo Johnatan con el ceño fruncido.

-Ummmm… Córtale los genitales a Eaglon-dije sonriendo.

-A sus órdenes-dijo sacando un cuchillo de su chaqueta.

-Jaja. Me encanta que estés tan dispuesto a cumplir cualquier orden, pero solo era una broma…-dije riéndome-No es necesario que hagas nada, por ahora.

No quería soltar la bomba tan pronto, el castigo esperaría, pero estaba seguro de que iba a disfrutar humillándolo… Así aprendería quién es el jefe. Bajamos a desayunar a las 10:00 de la mañana.

-El desayuno de hoy es suflé de almendras y tarta de chocolate-dijo Johnatan levantando la bandeja para que viera la comida.

-¿No la habrá hecho Tweety?-dije levantando una ceja.

-No, pero he ayudado. Le he abierto la puerta del horno cuando iba a meter el suflé-dijo Tweety ilusionado.

-Vaya… Eso parece… Importante…-dijo Cathy forzando una sonrisa.

-¡Miau! ¡La próxima vez yo prepararé el desayuno! ¡Mi receta especial de raspas de pescado con restos de paloma!-dijo Kitty sonriendo y cruzada de brazos.

-Esto… Prefiero que Johnatan sea el único que toque mi desayuno-dije sinceramente.

Aunque los sirvientes eran unos completos inútiles, eran lo único que tenía, los sustitutos de mi familia, por así decirlo, así que me gustaba que estuvieran ahí. Con ellos a mi lado no volvería a sentirme solo.

-P-por cierto… Lo siento mucho pero… Anoche me desperté con mucha hambre en mitad de la noche y bebí un poco de leche de la nevera que había en un frasco-dijo Chippy nervioso.

-¿En un frasco?-dije confundido.

-Chippy… Kitty arrasó con toda la leche de la mansión ayer… Eso es imposible…-dijo Johnatan frunciendo el ceño.

-¡Miaaa! ¡No me lo eches en cara! ¿Cómo iba a comer pescado sin leche?-dijo Kitty inflando los mofletes.

-¡Pero si no pegan ni con cola!-gritó Eaglon.

-E-entonces…¿Se puede saber qué me bebí?-dijo Chippy asustado.

-Lo único parecido a la leche que había en la nevera era la muestra de semen del conde-dijo Johnatan en pose pensativa.

-¡¿Que quéeeee!?-grité-¡¿Se puede saber por qué había una muestra de mi semen en la nevera!? ¡Y lo que es peor! ¡¿Se puede saber de dónde la sacaste?!

-Porque temía que fuera usted estéril, y tenía que comprobarlo como mayordomo suyo que soy-dijo Johnatan sonriendo-En cuanto a la otra pregunta… Eh… Lo saqué de su pene, lo cual es algo evidente…

-¡Aaaagh! Qué importa si soy estéril, somos ga…..¡agh!-dije parando en seco por la presencia de los sirvientes.

-¿Somos ga….agh, señor?-dijo Johnatan fingiendo no saber a lo que me refería.

-De todas maneras… ¡Ya sé de dónde ha salido! ¡Me refería a cómo lo sacaste sin que me diera cuenta!-grité enfadado.

-Verá el otro día cuando estaba durmiendo-empezó a explicar-le bajé los pantalones, y con mi boca…

-¡Basta! ¡Ya lo he pillado!-dije rojo como un tomate.

-E-entonces m-me he b-bebido e-el…-dijo Chippy, y se desmayó.

-¿Miau? ¿Por qué se ha desmayado? ¿No estaba bueno?-dijo Kitty rascándose la cabeza.

Me estaba provocando. Seguramente esperaba el castigo, y como no se lo había puesto todavía, quería provocarme para que se lo diera… Je… No habría que esperar mucho, pero si lo que quería era jugar, no tenía la menor intención de perder.

A las 17:30, justo después de la hora del té, era la hora de mi paseo por el jardín. Mientras caminaba tranquilamente, vi que Eaglon no estaba por ninguna parte, así que chasqueé los dedos. Entonces, una sombra pasó a la velocidad de la luz, Johnatan. Al momento, vi a Eaglon aparecer por la puerta de la mansión y a Tweety, que le seguía ruborizado y con la cabeza agachada.

Después fui a caminar un poco por el bosque de detrás de la mansión, y cuando iba tatareando tranquilamente el himno de la alegría, una manzana cayó en mi cabeza. Miré hacia arriba y no había nada, así que seguí mi camino.

Dos árboles después, me cayó otra manzana, miré hacia arriba cabreado, pero seguía sin haber nada, estaba empezando a mosquearme, pero decidí seguir mi camino, entonces me volvió a caer otra manzana en la cabeza.

-¡¿Quién demonios es?! ¡No me hace gracia! ¡Como vuelvas a tirar una manzana te mataré!-dijo gritando y pataleando.

Justo al decir esto me cayó otra manzana en la cabeza. De repente sentí como toda la sangre de mi cuerpo comenzaba a hervir.

-¡¿No sabes quién soy?! ¡Soy el conde de Bentley!-dije furioso-y tengo influencias por todo el mun…

Cuando dije esto cientos de manzanas cayeron de ese árbol, más de las que podía tener el árbol en sí. Una montaña de manzanas me cubrió entero. Saqué la cabeza y escupí una manzana que se me había metido en la boca.

-¡Tú lo has querido! ¡¡¡Johnatan!!!-dije llamando a mi mayordomo.

-¿Sí?-dijo saliendo del árbol.

-¡Aaaaaagh!-grité asustado-¡¿Has sido tú quien me ha tirado estas manzanas!?

-¿Estaba ahí debajo? No le había visto…-dijo sonriendo.

-¡Y una mierda!-dije cabreado-¡Lo has hecho a propósito!

-No sea ordinario, señor. Un conde no debería hablar así…-dijo levantando los hombros-Yo solo recogía manzanas para la cena de esta noche.

-¿Ah, sí? Qué casualidad que todas cayeran justo en mi cabeza…-dije furioso.

-Si, ciertamente, es una coincidencia increíble-dijo con pose pensativa sonriendo.

-Grrr… ¿Crees que te escaparás de ésta tan fácilmente?-dije cabreado.

-Estoy dispuesto a aceptar cualquier castigo que mi señor me imponga…-dijo Johnatan sonriendo.

¡Já! Era evidente lo que hacía, pero de mí no iba a conseguir absolutamente nada. Mi castigo sería por la noche, no pensaba caer en su ridícula provocación, sería cuando yo quisiese, después de todo, el que mandaba era yo.

-¡Llévame a casa!-dije finalmente.

-Como desee-dijo cogiéndome en brazos.

Se puso a saltar de rama en rama para atravesar el bosque, aunque era un mequetrefe insubordinado, seguía estando enamorado de él, y donde me sentía más seguro era en sus brazos. Entonces me dí con una rama en la cabeza. “Perdón” dijo. Luego me dí con otra. “Perdón” dijo. Y así fue el resto del camino a casa, todo el rato, golpe, y disculpa, golpe y disculpa. Quería provocarme.

Me llevó a casa y se fue a preparar la cena. Todos nos reunimos a la hora de comer.

-Chippy, ¿ya te sientes mejor?-pregunté al chico.

-S-sí, señor conde, no se preocupe-dijo con una sonrisa nerviosa.

-Para ser un niño de 10 años tienes muy poco estómago…-dijo Eaglon riéndose de Chippy-Si supieras la de veces que yo he bebido el de Twe…

-¡Eaglon, por favor! No digas cosas vergonzosas…-dijo Tweety sonrojado.

-La cena está lista-dijo Johnatan entrando por la puerta con una bandeja.

-¡Miau! ¡Qué bien, qué bien! ¿Qué vamos a comer? Tengo mucha hambre-dijo Kitty ansiosa.

-Johnatan, quiero que subas a mi cuarto después de la cena-dije seriamente.

-Por supuesto señor, espero que la cena sea de su agrado-dijo sonriente.

Levanté la bandeja y me encontré con algo inesperado.

-Se puede saber… ¿Qué es esto?-dije señalando el plato sin expresión en la cara.

-Es una foto del trasero del actual presidente de los Estados Unidos de América, Grover Cleveland-dijo Johnatan sonriendo aún más ampliamente.

-A ver, a ver. ¿Me estás diciendo que has salido de la mansión, cruzado a nada el océano Atlántico, asaltado la casa blanca, y hecho una foto al culo del presidente, solo para gastarme una broma?-dije asombrado.

-Así es-dijo sonriendo.

-Buaah, eso es genial, Crowny-dijo Tweety emocionado.

-¡Johnny-Johnny es genial! ¡Miau!-dijo Kitty saltando en la silla.

-El señor Johnatan es tan bueno en su trabajo…-dijo Chippy sonriendo.

-¡¿No os olvidáis de algo?! ¡Esto es inaceptable!-grité enfadado.

-Tampoco es para tanto tío, hay que tomarse las cosas con humor-dijo Eaglon con una sonrisa.

-¡¿T-tío?! ¡Un respeto, soy tu señor!-dije enfadado.

-Lo que tú digas, tío-respondió Eaglon acomodándose para atrás en la silla.

Mi furia me superó, así que me levanté de la mesa y me fui a mi habitación sin decir una palabra. No necesitaba las estupideces de unos estúpidos que no sirven ni para ser estúpidos.

-Señor, ya estoy aquí, como me pidió-dijo Johnatan apareciendo por la puerta.

-¡Fuera! Ya nadie me respeta, ¡y todo es por tu culpa! Todo esto era parte de tu plan, ¿no? Para dominarme y controlarme-dije con la cabeza enterrada entre las sábanas.

-Señor… Yo sólo quería jugar con usted un poco… Pero créame, yo no pretendía que le perdieran el respeto-dijo acercándose.

-¿En serio?-dije levantando ligeramente la cabeza.

-Por supuesto, y créame, me ocuparé personalmente de que todos aprendan cual es su lugar, sobre todo Eaglon-dijo acariciándome la cabeza.

-Entonces…-dije yo levantándome-Ha llegado la hora de tu castigo…

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Llevé a Johnatan al armario de los zapatos de la mansión, es la habitación donde guardamos los zapatos de todos los que viven aquí, aunque Johnatan es el único que tiene la llave.

-Abre la puerta-dije con tono imperativo.

-Entendido-dijo él sacando la llave.

Abrió la puerta y un terrible olor invadió nuestras fosas nasales. Por supuesto llevaba una pinza para colocármela en la nariz, pero no había para Johnatan.

-Ja. ¿Cree que no puedo aguantar esto? Por favor… Soy mayordomo, he limpiado váteres, váteres muy asquerosos-dijo sonriendo arrogantemente.

-Tu castigo no va a ser olfativo, sino psicológico. Hoy seré yo quien te humille-dije yo seguro de mí mismo.

-Ja… Como desee…-dijo sin perder su sonrisa.

No sonreiría tanto cuando acabara con él… Tenía más de un as en la manga.

El armario estaba dividido en varias alas, si, era un armario enorme… Fuimos al ala de mis zapatos.

-Bien. Esto consistirá en lo siguiente: me sentaré en esta silla y tú me lamerás los pies. Mientras lames quiere que huelas cada uno de mis zapatos cada 20 segundos exactos. Si fallas en alguna de tus tareas te daré una patada, ¿entendido?-dije sonriendo sádicamente.

-Entendido-dijo sonriendo.

-Bien, ¡comienza! ¡Es una orden!-grité sentándome.

-Yes, my lord-dijo quitándome los zapatos.

Me quitó los zapatos y comenzó a lamerme los pies, empezó restregando la lengua por la planta del pie izquierdo,  y luego jugueteó con su lengua entre los dedos de mi pie izquierdo, mientras lo hacía me miraba, pues sabía que habían pasado los 20 segundos y me había desobedecido. Je… Era un cerdo masoquista…

Con el pie derecho le pegué una patada en la cara. Se echó para atrás por el impacto, pero cuando volvió a mirarme su sonrisa no había desaparecido, es más se había ensanchado, su labio tenía una línea de sangre. Y no sé por qué, esto me excitó mucho.

Cogió mis botas de montaña y comenzó a olerlas. Aspiraba el aire con placer, su cara reflejaba el placer que sentía por el aroma de su amo. Era tan lascivo… Era un monstruo del sexo, y estaba ahora a mi merced.

-Desnúdate. Tienes 5 segundos-dije mirándolo con una sonrisa de superioridad.

Comenzó a quitarse la ropa despacio y le pegué otra patada, pues lo estaba haciendo a propósito, el muy cerdo sabía como ponerme bien cachondo.

En ese momento se desnudó al instante, me estaba diciendo cómo debía tratarlo, debía tratarlo como mi sirviente, como mi perro, nada más que un instrumento para obtener mi objetivo.

-Acércate-le dije secamente.

Se acercó a mí y comencé a hacerle una paja con los pies. Empezó a gemir con energía.

-Ahora mientras te pajeo quiero que huelas mis zapatos-dije seriamente.

Cogió un par de zapatos y se puso a olerlos mientras le masturbaba con mis pies desnudos, eso a él pareció encantarle. La mezcla del olor con el placer de su polla hacía que gimiera como un animal salvaje.

-Desvísteme-le ordené.

Le aparté los pies de la polla y se acercó a mi para quitarme la ropa, pero no lo hizo. Se quedó mirándome fijamente con su sonrisa agarrándome de los botones de la camisa, como diciendo: “No le voy a obedecer, tendrá que castigarme”.

Me levanté y le agaché la cabeza con los brazos, luego con el pie se la hundí en el suelo. Sin quitar la pierna de su cabeza, acerqué mi cabeza a la suya: “Yo soy tu señor, y debes obedecerme, y si no, serás castigado de la forma más cruel que se me ocurra”.

Sonrió de nuevo, levanté la pierna y me desvistió.

-Ahora chúpamela-dije señalando mi polla.

Se agachó y comenzó a chuparme la polla. Desenvainó su lengua y empezó a lamerme el glande haciendo círculos. Comencé a gemir, recostándome de nuevo en la silla. Empujé su cabeza para que me la chupara de una vez, y comencé a follarle la boca salvajemente. Pero él no tuvo ni una sola arcada, aunque se la metía hasta el fondo.

Cuando me cansé de la mamada, le saqué la polla de la boca y, todavía agarrándole de la cabeza, le morreé salvajemente, su boca sabía a polla, pero eso solo me puso más caliente.

-Ahora date la vuelta, te voy a follar-dije sonriendo.

Sonrió y se dio la vuelta. En ese momento todo se puso negro.

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-...ñor… Señor… Despierte-oí la voz de Johnatan.

-¿Qu-qué ha pasado?-dije medio dormido.

-Vengo a darle el informe de la mañana-dijo Johnatan sonriendo.

-¡¿Cómo?! ¿No estábamos en el armario de zapatos?-dije confuso.

-¿En el armario de los zapatos? ¿Para qué?-dijo Johnatan extrañado.

-P-por tu castigo…-dije yo confundido.

-¿El castigo? Pero si ya lo cumplí. Me hizo limpiar los váteres vestido de mujer con Eaglon, ¿recuerda?-dijo él con pose pensativa.

-A-ah… Vale… Perdona, es que estoy recién levantado… (Todo ha sido un sueño… Mierda… Y yo que por fin iba a quedar por encima de él…)-dije frotándome los ojos.

-Bien. Comienzo-dijo-He pillado a Tweety y Eaglon copulando otra vez, esta vez los muy condenadas estaban…

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-Chicos, lo habéis hecho muy bien, no sospecha nada-dije sonriendo.

-¡Miau! Gracias, Johnny-Johnny. Yo podría ser actriz, el traje de Catwoman no me quedaría mal, ¿verdad?-dijo Kitty sonriendo.

-Y dinos, ¿por qué hemos montado todo esto teatro para hacerlo pasar por un sueño?-dijo Eaglon rascándose la cabeza.

-No es necesario que sepáis eso… Ahora volved a vuestros puestos, y recordad, siempre dirigios al conde con respeto-dije yo levantando el dedo.

-¡Si!-dijeron todos y se dispersaron.

-Señor… Puede que no lo sepa, pero usted no necesita demostrar que es más fuerte que yo… Porque yo estoy aquí para protegerle. Y por tanto, jamás le haría daño. No soy ninguna amenaza, cuando aprenda eso, podremos ser más liberales en cuanto al sexo. Además, me encanta ver su cara enfadada, es tan mono cuando se enfada...-dije para mí.

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-Grrr… ¡Lo juro, algún día ese mayordomo de traje negro estará a mis pies!-dije todavía en la cama.

FIN

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Eso es todo, lectores, espero que hayan disfrutado de mi humillación, ahora tendré que matarles a todos para que esto no se descubra… Aunque bueno… Luego el señor se enfadaría conmigo… Vale, ¡no los mataré! Pero no digan ni una palabra, ¿entendido? Si no, les buscaré y les arrancaré el corazón con mis propias manos.

Cambiando de tema, el autor quiere darles un mensaje, como siempre…:

Seguro que os habéis quedado con las ganas de que el conde le hiciera “cosas vergonzosas” a Johnatan por detrás, ¿verdad? Lo siento, pero no he querido que eso pasara tan pronto, puede que algún día pase, pero por ahora no. Ya tengo un montón de ideas para la segunda temporada que se estrenará muy pronto. Tendrá 10 episodios.

A partir de ahora las temporadas de todos mis relatos tendrán 10 capítulos, incluyendo Videogames and rock and roll! que va ya por el 6. Aunque os confirmo que habrá segunda temporada. Bueno… Hasta otra.

OS SALUDA

EL ENTERRADOR

Bien, ahora un pequeño adelante de la 2ª temporada:

Parece que será una temporada movidita, un familiar del señor (¡¿Todavía queda alguien que no eliminé!? Mierda…) viene a vivir con nosotros. La víbora de empleada que teníamos vuelve a aparecer, y no precisamente con buenas intenciones y un grupo muy raro quiere matarme, esta es la vida normal de una pesadilla de mayordomo como yo.

¿AMOR O MALDICIÓN? 2

MUY PRONTO EN TODORELATOS.COM

Eso es todo. Ahora les dejo con la nueva promoción del autor para hacer una nueva serie, léanla si quieren ayudarle:

Llevo tiempo dándole tiempo a una cosa, a veces no tengo tiempo en mis relatos para todos los personajes, por lo que he decidido hacer un spin-off para algún personaje. Un spin-off es una serie sobre algún personaje de una serie. Si queréis que algún personaje tengo su spin-off decídmelo por email o en los comentarios.

Podéis pedirlos de un personaje individual o de una pareja, aunque yo no los haya emparejado, ej: me vale que me pidáis un spin off de Chippy con el travesti de Videogames and rock and roll! Pueden ser de ¿Amor o Maldición? o de Videogames and rock and roll! Podéis pedirme una pareja mezclada de las dos series, pero no creo que lo haga… No pegarían… Pero si lográis convencerme, lo haré.

El objetivo es covencerme, así que si ponéis las razones de por qué querríais un spin-off de ese personaje o personajes me ayudaría a decidirme. Bueno, cuanto me decida os lo haré saber. ¡Gracias por leer!