Hola a todos, hoy me gustaría escribir algo diferente, aunque tampoco os voy a relatar experiencias personales, hay autores que relatan mucho mejor que yo sus propias experiencias… Y tampoco creáis que hay mucho que contar… Ejem, este relato lo escribo en mis ratos libres… Va dedicado a ale205, para intentar romper estereotipos sexuales. Está basado en un yaoi que leí y recomiendo, love stage, pero con toques más occidentales. Espero que os guste.
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Videogames and rock and roll!
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Un relato del Enterrador
Capítulo 1: Dos vidas muy distintas
KEVIN
-¡Qué bien! ¡Qué bien! ¡Hoy sale la playstation 4! ¡Por fin! ¡Llevo muchos años esperando este momento!-dije mientras me dirigía corriendo a la tienda Game, de videojuegos.
Hola, me llamo Kevin Gutiérrez, soy lo que se considera hoy en día un friki, soy gamer, otaku, figuradicto y muchas cosas más. Ya por mi aspecto se puede ver, soy un tipo delgaducho, de piel blanca, con algún que otro grano, gafas y pelo a lo Beatle.
Me dirigía a la tienda Game para comprarme la play 4. Había estado ahorrando desde que compré la 3, ¡y estaba deseando catarla! Pero justo por el camino, me crucé con un grupo de chicas de mi clase, que solían meterse conmigo.
-¡Anda! ¡Pero si es nuestro amiguito Kevin! ¿Qué? ¿Ya estás buscando hembra? Jejejeje-dijo una de ellas-¿o has salido a comprarte un cómic de tu héroe favorito, polla-man?
La verdad es que pasaba de ellas, decidí pasar como si nada, y una de ellas me empujó. Caí al suelo y la cartera con mi dinero se cayó a una boca de alcantarilla.
-¡Joder! ¡Siempre pasa en los dibujos animados y me río pero cuando me pasa no tiene ni puta gracia!-pensé.
Me agaché para intentar sacarlo, pero era imposible, mi mano no llegaba. ¡400 euros tirados a la basura! Ellas comenzaron a reírse de mí. Incluso me tiraron una lata a la cabeza, entonces Melanie, la líder, habló:
-Ahí te quedas, friki, nosotros nos largamos al concierto de Max Cool-dijo con una sonrisa de crueldad.
No solía tenía que aguantar las palizas de los chicos, también las burlas de estas guarras anoréxicas. Mi vida era una mierda. Toda la ilusión que tenía la perdí al instante, así que me fui a casa, solo y triste.
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MAX
-¡¿Qué coño ha pasado aquí?!-dijo uno de los guardaespaldas entrando por la puerta de mi habitación de hotel.
Se encontró con una habitación, bueno habitación… Lo que quedaba de ella… Un cuarto lleno de botellas de vodka, ron, cerveza etc, con varias rayas de cocaína preparadas en la mesa. Una montaña de condones, una mesa que atravesaba la pared, una lámpara de techo estrellada en el suelo, un burro (no preguntéis…) y un sofá volcado. Debajo de ese sofá, estaba yo.
Corrió hacia donde yo estaba, levantó el sillón y me cogió entre sus brazos para intentar despertarme.
-¡Despierte señor Max! ¡Despierte!-gritó el guardaespaldas.
-Zzzz…. ¿Mmmm? ¿Por qué coño me has despertado, Alberto?-dije desperezándome.
-Ejem… Me llamo Roberto-dijo colocándose las gafas-¿Cómo ha pasado todo esto?
-*Bostezo* Ni idea… Solo recuerdo que llamé a unos colegas y al final se lió todo esto-dije estirándome.
-Señor… Tendría que tener más cuidado con sus compañías-dijo el guardaespaldas-Además, ¡faltan dos horas para el concierto!
-Oh… ¿Te preocupas por mí? Qué bonito… Pero ya te dije que solo iba a dejarte petarme el culo una vez. Yo no repito con nadie-dije sonriendo de forma arrogante.
-Señor… Prometimos no volver a hablar de eso…-dijo él sonrojado.
-Bueno… Como estoy de buen humor, haré una excepción. Vamos a divertirnos…-dije quitándole las gafas de sol.
Me senté encima de sus piernas y comencé a mirarle a los ojos “Me encantan tus ojos” le dije fingiendo timidez. Los pasivos somos representados siempre como personas buenas,tímidas e inocentes que están a merced del activo, yo no soy así. Lo que yo hago es llevar las riendas sin que ellos se den cuenta. Finjo timidez como un pasivo estereotipado y me aprovecho de su calentón, a los tíos les encanta eso.
-Por favor… Déjame chupártela-dije con ojos de niño bueno.
-P...Pero… Llegaremos tarde-dijo él apartándome la mirada.
Joder… El pasivo parecía él. Tenía que meterle caña o si no no íbamos a empezar nunca. Cogí su mano y la colocó sobre mi polla. “Solo se pone así cuando tú estás cerca” Dije apartándole la mirada, táctica que los vuelve locos.
-¿P-puedo?-dije titubeando, eso también les encanta.
-E-está bien-dijo él nervioso.
Comencé a agarrar su polla, que tampoco era muy grande pero tenía su encanto, supongo, he visto tantas que ya no me sorprenden… Comencé a acariciárlsela mientras gemía y él comenzó a gemir también. Me alejé para poder chupársela. Mi técnica era perfecta, perfeccionada durante años. Primero la descapullé despacito y después deslicé mi lengua por su glande, despacio, saboreando su sabor a macho, porque, había que reconocerlo, el guardaespaldas estaba muy bueno.
Él se estaba volviendo loco con lo que le hacía, pero quería que sufriera un poco más antes de chupársela, así que comencé a chuparle las pelotas. Se las succionaba y él me pedía más. Lo tenía a mi merced.
Entonces subí con mi lengua desde los huevos hasta la polla que se erguía tiesa y hambrienta de mi boca, me la metí entera de una vez. Él bufó. Empecé a subir y bajar, él me pedía que no parara, pero cuando me aburrí decidí pasar a la acción.
-P-por favor… Hazme tuyo… Quiero ser tuyo… Házmelo-le dije alzando la cabeza desde su polla.
Justo cuando iba a levantarse para penetrarme, le empujé contra el sofá. Entonces me senté encima de él y comencé a restregar mi culo sobre su polla, su cara reflejaba el placer como un gatito ronroneante.
Después, me la metí. De una sola vez, la fiesta de la noche anterior no fue en vano, entraba perfectamente. Debió notar el semen seco de mis anfitriones de la noche anterior, pero pareció darle igual porque su cara no cambió. Comencé a cabalgarle cual vaquero cabalga una yegua. Me gustaba pensar que los hombres eran mis yeguas y yo un vaquero. Me hacía sentir superior.
Su pene entraba y salía de mi culo a velocidad frenética, él comenzó a gemir más y más y entonces dijo:
-¡Para, me voy a correr!-dijo él exhausto.
-Ah..Hazlo Ah… dentro, quiero sentir tu Ah... esencia-dije entre gemidos.
-P-pero eso es muy vergonzoso…-dijo él rojo como un tomate.
Y luego dicen que los pasivos somos los más sensibles. De cualquier forma… No le dejé sacarla y se corrió dentro de mí. Después yo me corrí en su vientre. Los dos acabamos exhaustos.
-Ah… Bueno señor, vámonos o no llegaremos al concierto-dijo él exhausto.
-Jo… ¿Es realmente necesario?-dije yo cansado.
-¡Por supuesto! ¡Se comprometió!-dijo él exaltado.
-Buff… Qué remedio… Pero antes vamos a comprar una coca cola light. Necesito reponerme, pero sin perder la línea-dije dándome por vencido.
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KEVIN
Llegué a mi casa y le conté a mi madre lo sucedido, omitiendo la parte de la agresión. Se enfadó conmigo porque no sabía cuidar el dinero. ¡Encima! Me fui directo a mi cuarto y enterré la cabeza en la almohada. Entonces mi madre me llamó:
-¡Hijo! ¡Tienes que llevar a tu prima a un sitio! Yo no puedo, tengo que ir a una reunión de trabajo-dijo mi madre desde el otro lado de la puerta.
-Ah…-suspiré-¿A dónde?
-Al estadio, al concierto de Max Cool-dijo ella.
CONTINUARÁ…
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Y eso es todo, si os gusta, lo continuaré. Quise crear personajes no estereotipados sexualmente, pero sí son estereotipos en sí, el estereotipo de friki y de estrella del rock. Es mi primera historia “normal”, así que me gustaría saber vuestra opinión. Intentaré subir pronto Academia Wellington 4 ¡Gracias por leer!
OS SALUDA
EL ENTERRADOR