Capitulo segundo. La vida de casada.
Casi a los 24 años nos casamos. Ya vivíamos en la ciudad pero íbamos frecuentemente al pueblo.
Lo que me ha extrañado más de mi mujer es que en la ciudad siempre me ha sido fiel, si no me hubiese enterado. Sólo en el pueblo es donde más le gusta putear, y eso que en la ciudad hubiese tenido más posibilidades y menos gente se hubiese enterado de sus andanzas. Pero no, parece que le excita tener la fama de golfa en el pueblo y por eso quiere ir tanto allí.
Pronto heredó una casa familiar en el pueblo, de tal manera que va cuando le apetece, a veces conmigo y a veces sola. Tere nunca ha trabajado, pues con mi trabajo tenemos suficiente para vivir holgadamente y de esa manera tiene más tiempo para satisfacer sus bajos instintos.
A los pocos meses quedó embarazada de mí. Estoy seguro porque fue en una época que íbamos poco al pueblo y ella sólo se acostaba conmigo intentando cambiar de hábitos.
Pero estando embarazada de siete meses y con un barrigón considerable nos fuimos de vacaciones de verano al pueblo, y claro fue de nuevo su perdición.
Tere con el preñado estaba exuberante. Vestía unos pantalones muy cortos dejando a la vista sus muslazos y unos vestidos premamá cortitos que además lucían sus hinchadas tetas por el escote .Estamos hablando de los primeros años ochenta y claro para esa época era muy llamativo vestir así. Era provocadora.
Allí volvió a joder con su hermano y fue la primera vez que me dejó verlos. El hermano estaba cortado pero ella lo animaba diciéndole que yo era un cornudo. Lo recuerdo como si fuera ayer: en el pajar del establo mi mujer a cuatro patas en pelotas con su barrigón colgando mientras su hermano menor la enculaba y ella le chupaba la verga al burro. Me tuve que sacar la polla y meneármela mientas los veía.
También recuerdo que en una ocasión que íbamos paseando por el campo conmigo y un amigo nuestro, con el cual ya había follado antes de adolescente. Nos sacó las pollas a los dos y nos las meneó chupándolas alternativamente. Cuando se iba a correr mi amigo se remangó el vestido y apuntó la polla a su barriga:
Tere: me hacía ilusión bautizar a mi bebé antes de nacer.
Luego cuando yo le eché los chorros de esperma también se lo echó en su barrigón
Tere: hijo, aquí tienes la leche de tu padre. A lo mejor algún día la probarás directamente.
Tras decir eso se esparció todo el engrudo por su peludo coño frotándose hasta que coronó un fuerte orgasmo.
Fue pasando el tiempo y tuvo hermosa niña que se parece mucho a mí, por eso también sé que es mía.
Tres años después volvió a quedar preñada, pero esta vez me confesó la muy descarada:
Tere: Andrés, para que disfrutes más de tu condición de cornudo no he tenido más remedio que dejarme preñar por mi hermano.
Andrés: Pero Tere, estás loca. Es tu hermano, eso es incesto!
Tere: precisamente por eso lo he hecho cabrón, cada vez me da más morbo el incesto. No te preocupes que no pasa nada.
Efectivamente, tuvo un hijo muy saludable a los 28 años.
A los treinta años, vino a la casa del lado una familia que había emigrado a Alemania. Era un hombre cincuentón con una mujer mucho más joven que tendría unos 38 años entonces y tenían una hija de 18.
Tere entabló mucha amistad con Puri, que así es como se llamaba la vecina. Era una mujer atractiva, ya madura, guapa, con pelo corto morena y por lo visto venía muy libertina de los años que había estado en Alemania.
La cuestión es que se sinceraron ambas contándose las experiencias sexuales que tenían. Lo que más le sorprendió a mi mujer es que Puri tenía relaciones con su adolescente hija.
Un día que estaba en el váter Puri se puso a mear delante de ella enseñándole su coño sin pudor. Tere vio que intentaba provocarla, aquella hembra era bisexual y lo extraño es que a mi mujer le estaba calentando.
Así que siguió su desafío y después de terminar la vecina de mear Tere, se subió el vestido que llevaba y exhibió sus carnes turgentes a Puri. Se sentó en el retrete y se puso también a mear. Puri, no pudo más viendo la mirada de puta que le echaba mi mujer y le metió mano en el coño chorreando pis. La morreó frotándole su gordo clítoris y en poco tiempo hizo que Tere se corriera.
A partir de ahí, Puri enseño a Tere las artes lésbicas, lo que le faltaba, ahora también mujeres. Pero a mi sus historias me ponían como un burro.
Para colmo introdujo a mi señora en las relaciones incestuosas que tenía con su hija. Entre las dos se follaban a la chiquilla que ya tenía 19 años.
Pero lo más inesperado fue cuando Puri le confesó a Tere que tenía relaciones con su padre, su hermana mayor de 44 años y los hijos de esta, una chica de 18 y un chico de 22.
Fueron unos años en los que mi mujer disfrutó como una loca con aquella depravada familia. Yo nunca lo vi pero ella me lo contaba todo.
Para culminar la degeneración de aquella familia. Victoria, que así se llamaba la hermana de Puri era aficionada a la zoofilia desde pequeña. Y volvió a enviciar a mi hermana a los animales, pero esta vez de manera completa, con penetraciones por coño y culo de perros, burros y un caballo que tenía con una tranca descomunal.
Tere dice que consiguió meterse un trozo del cipote del caballo en su coño, pero que Victoria conseguía que la montara metiéndole la tranca entera en su culo.
Para excitarme y demostrarme que era verdad un día se presentó en casa con una botella de dos litros llena de semen del caballo. Tere me decía que le encantaba bañarse con la leche de los animales, y me lo demostró desnudándose y metiéndose en la bañera embadurnándose con los dos litros de engrudo frotándose las tetas gordas y el coño negro hasta correrse como una loca.
Como ya he dicho esa etapa duró hasta que Tere cumplió 38 años. Fueron ocho años de lujuria y desenfreno con esa familia. Solamente la dejaron una vez que participara su hermano en una de las orgías zoofilicas, ya que Tere les contó que éste la inició con los animales. Su hermano disfrutó como loco tirándose a todas las mujeres de la familia, las dos hermanas y sus respectivas hijas, después de hacerles una demostración de follar con gallinas, burra, perra y vaca.
La relación acabó porque esta familia se trasladó al extranjero tras morir el abuelo de 79 años follándose a sus dos hijas Victoria y sus dos nietas a la vez. Le dio un infarto y los vecinos las pillaron desnudas al oír los gritos. Aquello se conoció en el pueblo y decidieron trasladarse lejos