JUANY

Hola, soy Juany, la incestuosa madre que se casó con su propio hijo.  Han pasado dos años desde que él y yo contamos nuestra historia y nuestro negocio de estética sexual.

Os aconsejo que leáis el relato “Mi marido es mi hijo” antes de leer este, pues así entenderéis la situación.

Mi marido hijo Miguel y yo hemos seguido con nuestro negocio de estética y puterio. Algunas clientas y clientes se han marchado y han venido otros nuevos, también algunos de nuestros empleados han cambiado por lo que nos hemos animado a escribir como ha evolucionado el negocio, ya que tuvo mucha acogida por los lectores.

Como hicimos en la primera parte, yo relataré la mitad y mi hijo la otra mitad. En primer lugar voy a contaros el personal que tenemos trabajando con nosotros haciendo hincapié en las nuevas incorporaciones.

Se fueron la esteticista Nieves la tetona, Jessy la mujer lechera y la china. De los chicos dejó el trabajo mi vecino el rudo y calvo. Nuestros trabajadores son actualmente:

Ana, la recepcionista hizo un curso de estética y sustituyo a la tetona pues le va mas la marcha, en su lugar hemos contratado a Antonia, una vecina que era barrendera y que se ligó a mi hijo. Es una mujer treintañera divorciada y con hijos. Es muy bonita, tiene el pelo corto moreno, cara finita pero un cuerpo rellenito con unas piernas gordas, o sea una chubby. Su función es dar las citas, limpiar el local y de vez en cuando entretener a las mujeres que están en la sala de espera haciéndoles un servicio especial que va desde darle un masaje hasta comerle el coño, pasando por tragarse sus meadas para que no tengan que ir al váter. La verdad es que es más puta que bonita.

Sigue con nosotros José, el guaperas gigoló que le da placer a las mujeres que no puede atender mi hijo.

Hemos reclutado a una jovencita de 18 años llamada Lidia. La chica es también una vecina del barrio, de familia pobre. Es una golfilla que desde los 11 años está follando con su padre y su tío que son las personas con las que vive. La han enseñado bien. Cuando tenía 16 años la preñaron entre los dos y ahora tiene un niño de un año. Nos dio pena y como vimos lo bien que folla la contratamos.

Lidia es una chica bajita, que desarrolló muy pronto y tiene un cuerpo delgadito pero con buenas curvas. Ella se dedica especialmente a nuestros clientes machos. Hizo un curso de masajista y trabaja como tal follandose al cliente al final en la camilla. Su especialidad es hincarse en el coñito afeitado que tiene las pollas hasta los huevos, por muy grandes que sean. Cabalga a los tíos dando grandes saltos y provocando mucho ruido con sus nalgas. No ha habido ninguna tranca que no se haya podido zampar. Tiene una vagina muy honda o muy flexible.

Después tenemos un matrimonio de pescaderos, el se llama Juan, tiene 50 años y es un bicharraco. Alto, musculoso y a la vez gordo. Es un tiarrón atractivo que pesará 150 kilos, con una gran barriga y un cipote más grande todavía. Es nuestra especialidad para las clientas que quieren que le den caña de la dura.

Su mujer es un putón, se llama Toñi y no tiene nada de vergüenza. No le importa follar delante de su marido, creo que a él le encanta igual que a ella verlo a él. Toñi es una cuarentona despampánate, de esas mujeres que tienen unas caderas desproporcionadas. Pero a ella le gustan porque siempre va con ropa ceñida luciendo el gran culazo que destaca en su cuerpo. Lo mismo hace con sus tetas aunque no sean gigantes. La muy guarra hace “de todo” lo que le pidan. No hace nada de estética solo se dedica a putear.

Por último y la incorporación más importante ha sido mi hija. Si, como habéis oído. Aunque en la primera parte os dije que tuve un hijo con mi marido-hijo, no os mentí, tuve un hijo macho pero a eso de los cinco años nos dimos cuenta que cada vez parecía más una niña y que era maricón. Como somos tan libertinos no nos preocupamos, incluso le ofrecimos la posibilidad de cambiar de género, y a los 8 años lo hicimos legalmente. Mi hijo-nieto se convirtió en una niña guapísima. Pero ella no quiso operarse, decía que le gustaba tener su “pito”.

La tuvimos oculta de nuestro negocio de puterío, hasta que cumplió los 13 años. Entonces ya era una mujerona, pues es muy alta, mide 1,80, no es que sea gordita pero tiene unas piernas y un culo de esos gordos que tanto excitan a los hombres. Celulitis en una persona nacida hombre, eso significa que tiene genéticamente rasgos de mujer aunque gaste una polla de cuidado.

Ella al principio tenía complejo con sus piernas y comía poco, pero cuando se dio cuenta cuanto gustaba a los tíos está orgullosa de ellas y últimamente utiliza faldas y shorts para mostrarlas sin vergüenza.

Bueno, cuando le contamos la verdad de mi negocio y de que su padre es mi hijo, la muy  guarra se empalmó y se fue al servicio a pajearse. Cuando salió nos dijo que de momento no quería incorporarse a nuestro circo, que quería vivir su adolescencia y estudiar. Nosotros la respetamos.

Pero el año pasado con 17 años primero la pillé un día al volver a casa sentada encima de Juan, el  bicharraco. Le tenía metida su tranca en el ojete grandísimo que tiene la niña y le agarraba las gordas piernas por los gordos tobillos mientras ella se corría sin tocarse lanzado chorritos de semen por su gorda polla. Ha salido a su padre en la polla, la tiene igual y eyacula mucho, solo que ella lo hace apenas sin tocarse.

Me dijo que se estaba pensando irse a trabajar a mi negocio. Yo le dije que primero hiciera el curso de estética.

Meses más tarde se presentó un día en mi gabinete. Estaba yo con mi clienta Inma, la tetona. Le presenté a mi nieta.

ISA: vaya Juany, no sabía yo lo grande y mujerona que se había puesto tu niño!

Dijo descarada mi clienta, lo cual ofendió a mi nieta Laura.

LAURA: señora, no soy un niño como puede ver, soy una hembra hecha y derecha, pero tiene razón en que tengo un buen rabo.

Diciendo eso se levantó la minifalda y se saco su nabo siempre morcillón colgando.

ISA: ostia puta, Juany. Tu nieta es una tranx. Vaya polla que tiene. Niña por qué no trabajas aquí que estoy deseando que me folle una tiarrona como tú. Mi coño me pide vicio.

LAURA: pues ya lo he decidido, si mi madre lo permite nos podemos ir a la cama cuando termine de hacerte las uñas.

Desde entonces ya tengo otra puta esteticista en mi gabinete, pero esta vez con el aliciente de que tiene una polla que siempre está despidiendo chorritos de semen. La limpiadora siempre está preparada con la fregona detrás.

Al día siguiente, en casa, le dije a mi Laura que debía entrenarla a hacer sus servicios sexuales, ella me contestó que no hacía falta, que ella ya sabía.

Por la tarde me acosté una siesta con una bata de casa y nada debajo. Al rato noté que alguien me acariciaba. Era Laura, me sobaba mis carnes de madura de 53 años y me besaba en el cuello.

Sonreí y dije:

JUANI: no sabía que también te iban las hembras.

LAURA: me va todo mamá.

Siguió magreandome y yo me dejé, bajó a mi culo y desabrochando la bata lo admiró abriéndome las nalgas para oler mis agujeros. 

LAURA: qué bien hueles mami. Ummh este es el chocho del que salimos mi padre y yo?

Me lo comió como una leona. Yo me puse cachonda perdida. Me quité la bata y me incorporé poniéndome de rodillas en la cama. Mi Laura me sobó el culo y los muslos y de pronto se acostó poniendo su antebrazo con el puño cerrado hacia arriba. Adiviné lo que quería. La muy golfa me estaba ofreciendo su brazo para metérmelo en el coño.

Así hice, me deje caer en su puño y poco a poco me introduje su brazo en mi vagina, empezando  a subir y bajar por su antebrazo hasta que exploté en un gran orgasmo.

Luego me echó en la cama y abriéndome de piernas me folló divinamente con su polla que antes de meterla ya estaba escupiendo semen.

Y follaba bien la jodía. Sin duda estaba preparada para trabajar en mi gabinete.

MIGUEL

Bueno, ahora me toca a mí. Mi madre sigue atrayéndome enormemente y la quiero más como madre que como mujer, como ya dije en el relato anterior. Igual pasa ahora con mi hija, hija suya también, la quiero como hija aunque me da mucho morbo su cuerpo y por lo tanto tener sexo con ella.

Yo ya tenía relaciones sexuales con ella antes de lo que mi madre ha contado. Empezamos cuando tenía 15 años. Fue ella la que me metió mano, como casi todas las mujeres. Estaba ya tan alta como yo y un día duchándome se metió conmigo en el baño.

Hacía mucho que no la veía desnuda. Para mí era hermosa, con un cuerpo voluptuoso, una cara de ángel, una sonrisa encantadora, unas tetas pequeñas y unas piernas gordas como a mí me gustan.

Aquél día nos follamos en la ducha. Si, digo nos follamos porque tanto yo descubrí el recto en forma de vagina que tiene, como ella me estrenó mi culo metiendo su polla idéntica a la mía y llenándomelo de esperma.

Me cogió mi polla y la emparejó con la suya meneándolas las dos a la vez y llenándome de semen constantemente, lo que me hizo correrme y llenar sus patorras con mi esperma.

Desde que se declaró a nuestra madre, hemos hecho tríos en casa pasándolo muy bien y con mucho amor. Desde entonces me gusta que me den por culo haciéndome más bisexual. Me encanta follarme a mi madre acogiéndome entre sus muslos mientras mi hija a la vez me folla por el culo.

LAURA: fóllate a la abuela papá mientras yo te doy por culo

Me alegré que se viniese a trabajar con nosotros, pues me encanta verla joder con otras mujeres y hombres.

Pero mi intervención aquí está especialmente dirigida a relatar las experiencias con algunas nuevas clientas y otras antiguas.

Empezare con las nuevas incorporaciones:

La señora Juana es una mujer de 58 años, madre de dos hijos mayores. Es carnicera y es bastante robusta. En cuanto me vio en el gabinete de mi mujer haciéndose las uñas se le fueron los ojos tras de mí. No sé porqué le gusto tanto a las mujeres mayores.

Ella va a hacerse las uñas, su demanda consiste en que mientras mi mujer le trabaja las manos, yo me siento delante de ella la cual siempre van con falda, se abre las piernas y me ofrece su jugosa vulva para que se la coma. Es un coño sabroso, oloroso y mojado de flujos. Yo me doy un atracón mientras mi mujer trabaja.

Juana se corre cuatro o cinco veces en mi boca, y al final me incorporo, me saca la polla y me hace una mamada hasta tragarse mi leche. Siempre lo mismo. Me excita mucho ver su cara de señora mamado mi polla.

        Mi amiga Auxi viene a traer a su hija María. Auxi es amiga de mi madre desde jóvenes. Tiene 49 años y mantiene una relación incestuosa con su hija de 17 y su marido. Le ha salido una niña tímida pero muy puta. Empezó a ir a hacerse las uñas pero en cuanto me vio y se enteró de los servicios especiales no para de demandarlos. Y como los padres la tienen un poco malcriada le dan todos los gustos.

Mientras que se hace las uñas, su madre y amiga de mi madre se entretiene conmigo en la cama. Es una mujer bajita pero con un cuerpo en forma. Hace mucho deporte y yoga, de modo que tiene unas carnes torneadas y prietas. Tiene unos muslos gordos. Le encanta follarme haciendo contorsionismos.

La hija María ha pasado por todos los servicios que tenemos, empezó acostándose conmigo. Es una adolescente alta y guapa, muy presumida. A la sinvergüenza le gusta más follar por el culo que por el chocho. Pero su especialidad es mamar, tiene una boca de mamona que me hace flipar.

Después solicitó los servicios de mi madre-mujer, puesto que la puta de su madre la ha acostumbrado a comerle su chochete. Luego los masajes de la niña masajista, las dos tienen la misma edad y forman unos bollos preciosos encima de la camilla. Por último se atrevió con el bicharraco hombretón y su tremenda polla. Nos asombramos al ver cómo la muy delicada adolescente se metía el nabo gigante en su boca, en su chocho sin pelos y hasta los huevos en su abierto culo.

La madre mientras tanto la observaba follando conmigo.

        Ana, nuestra empleada que pasó de recepcionista a esteticista, os recuerdo que es una mujer bajita y rellenita que presume mucho de su cuerpo bien proporcionado marcando sus curvas con ceñidas ropas. A ella sólo le van los machos, de modo que a las clientas no les hace trabajos adicionales. Tiene 33 años, está casada y es madre de un hijo. Es guapa, morena y con el pelo corto.

La reservamos especialmente para hacer gangbangs. Cuando vienen varios tíos con ganas de juerga, o cuando organizamos alguna despedida de soltero, la metemos en la habitación de las orgías con una máscara de cerdita, en pelotas. Es un placer ver como Ana goza recibiendo pollas por todos sus agujeros y es tratada como una cochina acabando todos echando su leche encima de su moreno y carnoso cuerpecito.

Admite todas las trancas de hombre hasta el fondo en su coño, le meten los brazos de una forma increíble pues no parece ser posible que quepan en su pequeño cuerpo.

        Me gustaría hablar un poco de Alicia, la chica de 17 años madre de un niño de su padre o su tío que trabaja como masajista. Es buenísima dando masajes a los hombres y siempre acaba cabalgándolos encima de la camilla dando salvajes saltos metiéndose cualquier tipo de polla por grande que sea hasta su útero.

Desde la sala del lado se oye sus gritos y sus golpes de su culo sobre la pelvis de cliente de turno, plas, plas, plas, plas, hasta que se corren en sus entrañas.

Un día nos invitó para ver cómo cabalgaba a Juan el bicharraco, parecía imposible que ese enorme nabo se incrustase con tanta facilidad en su frágil y pequeño cuerpo.

        Eulalia es una mujer mayor de setenta años. Empezó a venir a hacerse los pies, y en cuanto se los vi me excité. Es una abuela muy dicharachera y en cuanto se enteró de nuestros servicios empezó a piropearme delante de mi madre.

Pasamos largas horas en la cama después de haberle comido los pies. Tiene un cuerpo serrano con buenas curvas. Me encanta tumbarla en la cama y comérmelo todo. Su piel es gruesa y llena de celulitis lo que a mí me pone cachondo.

A pesar de sus setenta años tiene aun mucho aguante. Alcanza unos orgasmos bestiales y escandalosos de tal forma que se mea de gusto.

Luego me hace que le coma el coño y le seque la orina que ha echado.

Últimamente le ha dado por meneármela mientras me mete su puño en mi ya dilatado ojete. Le encanta ordeñarme así para beberse mi leche.

           Antonia es la recepcionista guarra. Como ya hemos dicho tiene mucho trabajo con las citas, la limpieza de flujos y semen, y la recepción. Recibe a los clientes y clientas dándoles algún incentivo para calentarlos.

Su uniforme es un bañador azul. A algunos clientes y clientas les ofrece sus gordos pechos para que se entretengan mamándoselos. A otros llega a ofrecerle su coño para que chupen sus abundantes corridas. Y a los más exclusivos se ofrece como váter. Se hinca de rodillas para que el tío o la tía dirija su chorro de pis a su boca. Antonia se lo traga todo y luego le limpia con la lengua el pito o el higo.

        Sin lugar a dudas nuestra mejor contratación ha sido el matrimonio voluptuoso formado por la culona Toñi y el bicharraco Juan. Los contratan los clientes y clientas juntos o por separado con mucha frecuencia. Son unos salvajes de la jodienda.

A mi hija le encanta follar con ellos estando su madre-abuela delante. Laura necesita que le den duro y para ello este matrimonio es ideal. Su postura favorita es follarse por el culazo a Toñi mientras el marido le mete su trabuco en su abierto ojete.

Por último mi madre le abre los cachetes al semental y le mete la lengua en el culo así se corren los tres a la vez. Luego Juan le echa un polvo por el coño a mi mujer.

Toñi tiene los esfínteres muy abiertos y admite que le metan hija y nieta los puños a la vez tanto en su culo como en su breva. Suelta unos chorros de jugos que lo dejan todo perdido, teniendo que llamar a Antonia con su fregona.

Un día estaba tan caliente que le pidió a la recepcionista que le metiera el mocho lleno de flujos en el coño. Así lo hizo dándole vueltas y secando su enorme vagina hasta que los caldos rebosaron del coño mientras se corría como una burra.

Algunas de las antiguas clientas que merece la pena comentar son:

           Rocío, la joven pija que venía con una amiga, ahora viene con su madre Rosa. Son bisexuales y mantienen desde hace poco una relación sentimental por eso Rocío dejó a su amiga Lidia. Son unas hembras dominantes, a las dos les gusta castigarnos a mí, a mi mujer y a mi hija. Nos humillan verbalmente y a veces nos pegan ostias y patadas.

Una vez lo hacen nos ordenan que las follemos o le comamos los coños mientras las dos hacen un 69. Cuando está mi hija yo se la meto a la hija por el ano mientras mi Laura se sodomiza a la madre. Cuando está mi mujer le comemos los culos y le metemos un puño dentro de ellos. Al final se corren una en la boca de la otra.

Os voy a hablar ahora de nuestra antigua clienta Inma, la tetona. Es una cuarentona divorciada que le va la marcha dura, y para eso últimamente cuenta mucho con los servicios del matrimonio Juan y Toñi.

Le va organizar peleas con ellos que acaban en orgía. Con Toñi forcejean, se tiran del pelo de las tetas. Inma aprovecha sus grandes ubres para darle en la cara a la culona. Se pegan y al final la que acaba debajo en el suelo recibe una meada de la que está encima. Normalmente es Inma pues tiene mucha fuerza, levanta a pulso a la culona como si fuera una niña.

Con el marido evidentemente no puede, pues es demasiado fuerte para  ella, pero aun así le gusta pelear con él. El tío le da unas palizas bestiales, pero sin dejarle marcas pues es un experto en ello. Le patea las tetas y el coño hasta que la zorra de Inma se corre de gusto. Siempre acaba recibiendo una larga corrida de Juan en sus tetas y una meada en su boca.

Inma tiene un hijo de 18 años muy bajito y delgado, al cual tiene dominado. Se lo folla desde que lo descubrió meneándose un cipote desproporcionado para su cuerpo, un día que llegó antes del trabajo. El chaval tenía metidas en su boca unas bragas sucias de su madre.

Alguna vez lo ha traído al gabinete para que se folle a mi mujer. Siempre acaban dejado al chiquillo seco de semen entre las dos maduras. La muy degenerada le dice de todo a su hijo, como por ejemplo:

INMA: hijo de la gran puta, métele el pollón que tienes en la boca de Juany junto con tus huevos o te voy a dar una patada en los cojones y luego te voy a echar al perro para que te folle. Eres mío metete en el coño de donde saliste, inútil que no vales nada, nada más eres una polla con patas.

         Ahora os hablaré de Paqui, una de las primeras clientas de Juany. En el otro relato os dije que tenía una relación lésbica con su hija pero ésta ya no viene, se ha cansado de su madre.

Paqui tiene 54 años es muy alta, 1.80 ms, y últimamente ha engordado de manera que tiene un cuerpazo. No sé si recordaréis que me gustaban mucho sus muslos larguísimos, pues ahora los tiene mucho más gordos, con lo que es una muslona que me pone cachondo cada vez que viene. Sus muslos son dos columnas perfectas. Me encanta perderme entre sus enormes piernas magreandole los muslos y comiéndome su coñazo.

Ahora le ha dado por follarse a chicos y chicas pequeños de estatura con lo que contrastan mucho con su gran cuerpazo. Nos contrata mucho a Alicia, la joven madre. Como es bajita la levanta a pulso y se la folla en el aire, comiéndole el chocho o aplastándola con su cuerpo en el suelo.

Paqui es amiga de Inma, y esta le presta a su pequeño hijo polludo para que se lo folle. Un día presencié cómo se sentaba sobre su cara poniéndole el coñazo en la boca mientras le comía el nabo. Estuvo a punto de asfixiarlo. Menos mal que yo estaba allí y se la quité de encima.

Paqui coge al chiquillo en brazos y le come la polla gorda hasta que lo hace correr tragándose su leche con el chico en volandas.

También le gusta ponerse a cuatro patas y que el chico se tumbe sobre su espalda  haciendo equilibrio mientras le mete su cipote en el culo. Juegan como si ella fuese una yegua y el un jinete que la cabalga enculandola.

          Por último mencionar a la amiga pija de Rocío, que ahora viene sola. Os recuerdo que Lidia es una chica de 27 años, guapísima y muy buena persona. Es tímida pero caliente. No es muy alta y tiene un culazo grande con grandes conos como muslos. O sea que si fuera delgada y más alta sería modelo.

Cada vez que viene a hacerse las uñas hacemos el amor. Me pierdo en sus nalgas. El problema es que se ha enamorado de mí y yo lo estoy haciendo de ella. Cada vez nos queremos más.

Mi madre es consciente de ello y está muy celosa, pero comprende la situación por ser tan libertina. De modo que me ha prometido concederme el divorcio para que yo pueda tener una pareja normal.

Desde entonces mi madre ya no duerme conmigo en mi cama de matrimonio, ahora lo hace con su hermosa hija-nieta que se la tira todas las noches, temo que la preñe pues aun no se le ha retirado la regla a sus 53 tacos. Imaginad tendría un hijo-bisnieto.

Mamá sigue queriéndome como amante, compañero de trabajo y sobre todo como hijo. Mi novia, Lidia como me ha conocido en el negocio no le importa que trabaje como gigoló. La vida sigue. El amor y el sexo.

FIN