Nacida para el sexo 4

Mi madre se llama Barbara, y es una barbara del sexo, yo creo que nació para follar, tiene ahora 55 años y su cuerpo y su mente están hechos para gozar, lo cual ha hecho desde antes de nacer, como ya ha relatado ella en los capítulos anteriores.

A mí me tuvo a los 14 años, preñada del director de su colegio. Me llamo Carlos y tengo por tanto 41 años ya. Estoy soltero y vivo incestuosamente con mi madre desde los 18. En casa además ,como ya sabéis, viven mi abuela Venus, la vieja prostituta de 75 años, Pepe, el padrastro de mi madre de 84 tacos y mis dos hermanos pequeños fruto del marido que tuvo mi madre, Jose de 23 y Paco de 21. Desde hace tiempo somos todos una familia incestuosa, mi madre nos ha metido el vicio en los genes.

Barbara me ha pedido que relate la orgía que hicimos ayer para celebrar su 55 cumpleaños y su jubilación anticipada como letrada de la administración del Estado, en la que yo le di una gran sorpresa. Me dejo de prolegómenos y paso a ello, espero que disfruten:

Llego a las 7 de la tarde a casa de mi trabajo, la orgía está organizada en un salón que tenemos cerca de los establos especialmente habilitado para follar en grupo.

Entro y me encuentro a mi  madre con un vestido premamá blanco muy escotado por el cual asoman sus enormes ubres lactantes. Está en cuclillas empalada por su gordo culazo por un dildo negro enorme. Tiene remangado el vestido sobre su ya enorme panza de ocho meses. Se está frotando la enorme pipa para segregar la leche que echa por su coño. Está preñada de mí, fue un accidente porque creíamos que estaba ya menopáusica.

El embarazo ha hecho que la leche de su coño se haya convertido en puré de espeso que es, con muchos grumos, pero sigue estando delicioso. La muy puta nos regala un bol todos los días para que lo degustemos toda la familia. Tiene ya medio recipiente lleno de jugos.

Me quedo pasmado viendo su belleza, se ha cortado el pelo y está aun más atractiva. Las tetorras fuera del escote con esos pezones gordos como dedos y negros que destacan sobre su blanca piel, tiene los ojos en blanco y la lengua roja fuera de sus carnosos labios.

Carlos: Pero qué buena que estás mamá, hija de la gran puta!!

Venus: presente su madre.

Mi abuela está vestida como una puta que es lo que ha sido siempre. Lleva puesto solamente un corsé granate para disimular su barriga ya con muchos michelines, unas medias de red negras con ligas y tacones.

Carlos: joder abuela, vaya aros que te has puesto en tu chocho colgante!

Me acerco a ella y estiro de sus labios separándolos observando su agujero superusado.

Venus: ahgg, qué me haces cabrón, que me vas a arrancar el coño.

Barbara: Carlos, cariño, deja a la puta de tu abuela que tiene otro trabajo y ven aquí, sigue meneándome la pipa tú, que ya estoy cansada.

Me acerco a mi barbara madre y le agarro la polla, perdón el enorme clítoris, totalmente tieso y duro, haciéndole una paja como si se tratara de mi picha. Empieza a chorrear más crema dentro del bol.

Veo que tiene el gigantesco dildo metido en el gran ano hasta la mitad. Con fuerza la empujo por los hombros hasta abajo metiéndoselo todo.

Barbara: ahggg, que me haces hijo, que me vas reventar por dentro.

Carlos: no te quejes tanto mamá que ya sabemos que te entra entera el cipote del caballo.

Barbara: ya lo sé cabrón pero es que no he cagado hoy todavía y tengo un chorizo bien grande dentro para regalarte. Me vas a estropear a nuestro hijo.

En sus tripas cabe de todo, incluso ahora con su enorme barriga.

Mi abuela se encarga de menear los nabos de mis dos hermanos.

Venus: putos críos, no podéis correros sin tener que tirarme de los labios del coño?

Pepe: calla putón y menéaselas a los chicos mientras te tragas mi cipote.

El padrastro de mi madre, a sus 85 años tiene una estaca descomunal. Un viejo actor porno que se ganó la vida con su monstruoso cipote. Mi abuela, acostumbrada a ello se traga el pollón por su dilatado esófago.

Mi madre se corre como una fuente llenando entero de su engrudo el bol. Mis hermanos se corren en otro bol donde mi abuela recoge sus enormes descargas de semen. Luego se saca la polla de su marido que ya se ha corrido en su estómago y hábilmente se mete los dedos vomitando su corrida en el bol.

Mi madre se va al regazo de su padrastro a lamerle el enorme cipote morcillón.

Bárbara: cómo me ha gustado siempre acariciar tu manguera papi, es única.

Pepe: cochina así méteme la lengua dentro.

Mi madre metía la lengua en el enorme agujero que tiene el nabo de su padrastro lamiendo los restos de su corrida.

A continuación Pepe pone a mi madre a cuatro patas coge una palangana y la ordeña las dos ubres a la vez como si fuera una vaca.

Pepe: zorra preñada, cada vez tiene más leche.

Mis hermanos traen el burro que tenemos en casa y dos perrazos. Y mientras Pepe la ordeña, mi madre les mama los penes a los perros y al burro tragándose enormes cantidades de leche.

Barbara: joder, tengo el estómago lleno, me va a reventar la cantidad de leche que ha echado el burro.

Carlos: échalo aquí mamá.

Con facilidad mi madre se pone a devolver caños de leche por su boca llenando medio cubo que le he pasado.

Mientras tanto veo a mis hermanos liados con la abuela, uno le tiene metido el pié en todo el coño y otro tiene otro  pie metido en su gran bocaza.

Barbara: bueno, ya está bien de preliminares vamos a comer antes de la orgía.

No sentamos alrededor de una gran mesa llena de comida. Comimos y bebimos un menú selecto y afrodisiaco elaborado por mi puta madre y de postre nos repartimos la leche en nuestros vasos

Los cuatro machos nos bebimos la papilla corrida de mi madre mezclada con la leche de sus tetas y las dos hembras se emborrachan bebiéndose varios vasos de engrudo de las lechadas de los perros, el burro y la corrida de Pepe

Estos exquisitos caldos nos calientan, y más las obscenidades que salen de la boca de Barbara, tan sinvergüenza como siempre.

Barbara: bueno mamá, hijos, ya estoy cachonda.

Venus: quítate el vestido hija de puta y tiéndete en la mesa que vamos a degustar de tu cuerpo.

Mi madre se queda en pelotas, esplendorosa, ese cuerpazo grande, esa barriga enorme, esas tetas de areolas negras de embarazada, esa boca carnosa, esa piel blanca para comérsela, sin arrugas, sin varices. Se tumba en la mesa de la comida de lado, mi abuela empieza a meterle mano.

Le come la boca sacándole una enorme lengua roja que parece una polla. Mientras su hija le agarra los pechos colgantes por los pezones estirándolos todo lo que puede.

Mi hermano pequeño se acerca y abriéndole los enormes glúteos y dejando a la vista el cráter que forma su ano. Le mete un dedo hasta el fondo con facilidad, se lo saca y lo huele.

Barbara: ummmh que gustito hijo….

Paco; ummh, como te huele el culo cochina. Mirad oled. Se lo pasa a la abuela por la nariz

Venus: si, niño, si. Tu madre siempre ha olido a sexo por todos sus agujeros, por su sudor, es una perra en celo que siempre ha atraído a los tíos.

Sus hermanos repiten metiéndole más dedos. Barbara se tumba bocarriba y abre esos inmensos muslos, ahora aun más gordos debido a la preñez. Observamos su coñazo, nunca he visto una vulva tan voluptuosa, tan hinchada, tan peluda. Donde destaca su pipa gigante apuntando ya al techo.

Carlos: cómo te huele el higo a hembra en celo putona.

De su chocho ya chorrean flujos por su entrepierna. Abre la bocaza sacando fuera su larga lengua. Sé lo que desea, le meto el puño entero en su enorme boca, hasta la garganta.

Venus; voy a explorarte hija, voy a prepararte para el parto como a ti te gusta.

Mi puta abuela le mete con facilidad su gorda mano en la vagina jugosa y empieza a follarla metiéndole el puño adentro y afuera chapoteando los caldos que salpican fuera de su coño.

Barbara: ten cuidao con el bebé mamá.

Venus: yo creo que el bebé está disfrutando como tú lo hacías cuando estabas dentro de mí, golfa.

Su padrastro, se hace un hueco y le abre exageradamente el ano, yo creo que es ella la que lo abre para que le meta el puño. El viejo introduce su brazo en el abierto culo hasta el codo.

Barbara: ahgg, me siento llena, me reventáis cabrones, me corro, me corro mamá, papá.

Mi abuela le saca el puño del coño agarrándole el clítoris tieso para que mi madre se corra expulsando chorros de caldos que llegan a varios metros de su coño. Mi hermano pequeño se pone delante de ella para que lo bañe con sus líquidos calientes.

Mientras mi otro hermano está mareándole los muslos y las piernas mientras le come con ganas medio pié hermoso de mi madre que tiene metido en su boca chupándoselo

Barbara: agghh, Jóse, que cochino eres, cuánto te gusta comerte mis pies.

José: siempre madre, desde chico me han gustado tocártelos y sobártelos, ahora me los cómo.

Cuando Barbara termina su largo orgasmo, su madre le extiende sobre su cuerpo una tarta de nata y fresas y todos se abalanzan sobre sus carnes a comérsela.

Los machos están todos empalmados, mi madre se va a ducharse y mi abuela se pone en el centro de la habitación

Barbara; mientras me ducho, ya sabéis, hartad de pollas a mi vieja puta madre.

Los tres nietos y la pareja de la abuela nos ponemos a su alrededor. Pepe separa sus labios del coño estirando de los aros.

Pepe: métele el puño Carlos.

Yo me agacho y sin dificultad le meto mi brazo en el abierto o conejo de mi abuela.

Carlos: qué caliente tienes el coño vieja puta!

Venus: siii, méteme más, hasta la barriga, magreame mis entrañas cariño

Mientras mis dos hermanos le dan lengua a la abuela y le muerden los pezones de las colgantes tetas.

Pepe le abre los glúteos y le mete la mano en el culo. Se escucha cómo chapotea su puño  dentro del recto de la vieja. De pronto coge una lata de cerveza y se la introduce  fácilmente dentro del culo desapareciendo en su interior.

Venus nos magrea a los cuatro las pollas todas tiesas y duras.

Venus: ya sabéis machos míos quiero todas vuestros nabos dentro de mí a la vez.

Mi hermano pequeño se tiende en la cama tiene un pollón tremendo. La abuela se lo come con ganas y se lo lubrica con sus babas. Venus se monta sobre el cipotón y se lo mete en el coño poco a poco hasta el fondo.

Venus: valiente trabuco tienes niñato!

Se echa sobre él dándole la lengua. En seguida yo por detrás le meto mi polla también dentro del coñazo de la abuela.

Venus: aaahhg, dos pollones en mi chumino, qué gustazo!

Pepe, el muy bestia aprovecha para endiñarle su gran rabo dentro del culo.

Venus: ay, Pepe, que me revientas, que tengo la lata de cerveza en mis tripas.

Pepe: calla, putón. Ahí dentro te cabe de todo.

Por último mi hermano Jose se pone delante de ella ofreciéndole su dura verga para que se la coma. La vieja se la traga hasta las pelotas. Su nieto le folla la garganta.

Carlos: abuela, méteme la mano donde tú sabes.

Venus: serás guarro maricón.

A mi hermano Carlos le va que le den por culo y está acostumbrado a que su abuela le meta su gorda mano en el recto mientras le hace una paja.

La abuela le mete fácilmente el brazo hasta el codo en el culo. Y le menea el rabo hasta que le echa grandes chorros de semen en la cara.

Los otros tres aceleramos la follada y nos vaciamos dentro de su coño y su culo. La abuela berrea como una burra de gusto corriéndose.

En esos momentos vuelve mi preñada madre y  una vez que nos apartamos de la abuela se echa sobre su puta madre y lame toda la leche que le hemos echado en la cara , el coñazo y el culo. La abuela empuja y expulsa la lata de cerveza, mi madre la coge, la abre y se pone a bebérsela.

Carlos: bueno mamá, ya es la hora de la sorpresa para tu cumpleaños.

Salí y fui por Maca a mi habitación. La llevé al salón de orgías donde todos se quedaron atontados con lo que vieron.

Una chiquilla adolescente negra, delgada pero con piernas torneadas, muy guapa, con unas tetitas muy pequeñas que vestía un short blanco corto marcando su culo de negra respingón y un top blanco que cubrían sus grandes pezones que se señalaban un poco por tenerlos tan hinchados. La única que  la conocía era mi  abuela.

Carlos: mamá, te presento a Maca, mi hija. Maca esta es la zorra de tu abuela.

Mi madre se quedó con la boca abierta, asombrada.

Barbara: joder, la ostia puta, pero si está preñada y parece una niña!

Continuará….