LUISA TERCERA PARTE

Luisa está escondida en la habitación de sus padres, ha convencido a Manolo el amante de su madre para que entre los dos dominen a su madre infiel.

María, la madre, está en la cama en pelotas, está buena a sus 49 años, se conserva delgada y sus tetas son grandes y caídas lo cual pone cachonda a Luisa.

En estos momentos está chupándole el culo a Manolo, su amante y padre de su golfa amiga Carmen.

MANOLO.- Así guarra, límpiame bien el culo, méteme tu larga lengua en el ojete y saborea mi mierda.

Luisa está en cueros dentro del armario empotrado de la habitación, se está haciendo un pajón metiéndose un cepillo del pelo de su madre en su asqueroso y baboso coño.

María le menea la tranca dura a su amante como si le estuviera ordeñando. Manolo le hace que se incorpore y se corre llenándole las ubres de semen espeso. María se lo esparce por sus tetonas.

MANOLO: muy bien putona, ahora vamos a hacer una cosa nueva, una guarrada digna de una puerca como tú. Me voy a mear en tu boca y te lo vas a tragar todo.

MARÍA: ¿Qué dices? Yo seré una puta por acostarme contigo y lamerte el culo, pero de ahí a beberme tu meado …., eso es demasiado.

MANOLO: pues la guarrita de tu hija se lo traga como si fuera coca cola.

MARÍA: ¿qué, mi hija ha estado contigo hijo de puta?.

MANOLO: conmigo y con muchos más incluyendo al cornudo de su padre.

María se quedó perpleja, empezó a vestirse.

MARÍA: hemos acabado Manolo, yo no soy tan guarra.

Luisa sale del escondite y coge a su madre por detrás aferrándose a sus colgantes tetas inmovilizándola.

LUISA: si no eres tan puta como quiere Manolo, yo me encargaré que lo seas. Siempre tan beata y no sabes que te he visto haciendo porquerías en el cuarto de baño. Si Manolo la muy calentona se pone con su propia hija, la he pillado varias veces pajeandose lamiendo mis braguitas llenas de mis caldos.

MARÍA: suéltame Luisa, déjame, soy tu madre, te lo ordeno!!

LUISA: cerda, a partir de ahora, la que ordena soy yo. Te gusta los flujos de mi chocho verdad?

Luisa le dio la vuelta y dándole dos ostias a su madre la dejó como hipnotizada.

LUISA: híncate de rodillas que te vas a hartar de mis flujos, mira que coñazo tiene tu hijita!

Luisa se abrió los labios mayores de su obscena vulva y agarrando a su madre por la cabeza le incrustó la cara en el coño, empezando a restregárselo llenándosela de flujos espesos, blancuzcos. En poco tiempo se corrió en su cara dejándosela hecha un asco.

María se puso como una perra en celo al saborear los caldos de su hija, se empezó a meter dedos en su coño peludo. Su hija la levantó y poniéndose detrás de ella le abrió las nalgas para ensalivarle el ano.

LUISA: buen culo tienes mamá, tienes el esfínter elástico, ya sé a quién he salido yo.

Diciendo esto le metió el puño sin dificultad en el recto.

MARÍA: aggghh, qué haces niñata? Qué le haces a tu madre? Me pones cachonda, hija de puta.

LUISA: Manolo, veo que te has empalmado viendo como someto a mi madre, métesela en el culo

Manolo obedeció hincándole su tranca en las tripas. Luisa se puso delante de su madre y le mordió los pezones largos de sus largas tetas.

LUISA: vaya tetas mas guarras tienes mamá. Me gustan caídas, como si fueras una cabra.

MARÍA: Ay, hija. Cuando yo tenía tu edad mis tetas eran tan gordas y turgentes como las tuyas. Chúpamelas cabrona.

Luisa se agachó a inspeccionar el chocho de su madre, le abrió los labios echando a un lado la pelambrera.

LUISA: estos pelos hay que quitarlos mamá, ya no se llevan. Umm, que bien te huele el coño, no tan guarro como a mí pero tiene un olor a hembra que hace que se me ponga tiesa la pipa. Y estás chorreando como una fuente.

Los flujos de la madre no eran tan blancos y espesos como los de Luisa, pero eran más líquidos y transparentes de tal forma que le corrían muslos abajo. Luisa los probó.

LUISA: ummh, me encantan, me ponen cachonda. A ver como de hondo tienes el higo madre!

La hija le metió la mano en el coño que como estaba tan lubricado entro sin resistencia.

LUISA: Joder, Manolo le entra todo mi brazo, tiene un coño de vaca!. Uy, aquí toco tu cipote dentro de su culo. Párate que te voy a hacer una paja por dentro.

Manolo paró y la chica agarró su nabo por dentro de la vagina de su madre meneándosela a su amante hasta que se vació en su culo. En esos momentos María explotó de gusto gritando como una posesa. El orgasmo fue tan fuerte que se meó, llegando el chorro a la cara de su hija que no dudó en tragarse lo que pudo.

LUISA: Puercaaaaa! Me meas? Pues ahora te vas a tragar no solo la de Manolo sino la mía.

Luisa se puso de pié, agarró del pelo a su madre y la hincó  de rodillas. María, fuera de sí abrió la boca sacando la lengua

MARÍA: venga guarros mearse en mi boca. Soy una guarra, tenías razón. Hacedme lo que queráis. Me lo como todo.

Luisa le soltó una larga meada que la cerda de su madre se tragó enterita.

MARÍA: guau, que puerca soy, me acabo de tragar una meada de mi hija. Ahora tú Manolo.

Manolo le metió su cipote morcillón en la boca soltándole también una meada que hizo que la madura se corriera sobándose ella misma su chocho mientras su hija tiraba fuertemente de sus colgantes tetas.

LUISA: mamá, a partir de hoy harás lo que Manolo, papá y sobre todo yo te digamos, putón, que casi tienes cincuenta tacos.

MARÍA: si hija, pero más zorra eres tú con sólo 18.