Así fue pasando el tiempo y toda la familia follando en cuanto teníamos ocasión. En la actualidad mi mujer, Tere, tiene 58 años ya, mi hija 33. Hace dos años tuvo un niño y nos hizo abuelos.

Sin embargo siguen tan ardientes como siempre o más todavía. Ahora que tienen más familia a su disposición más viciosas son.

Y de mi consuegra María mejor no hablar, cada vez quiere mas tíos que la follen uno tras otros o a la vez. Hace dos meses se levantó a las nueve de la mañana y estuvo follando con todos los tíos de la familia que nos fuimos turnando durante 16 horas seguidas, hasta la una de la madrugada.

Cuando mi mujer y mi hija se enteraron se murieron de envidia. Y las dos guarras organizaron una maratón a ver cuál de ellas aguantaba más horas .

Eso fue hace una semana, un sábado por la noche a partir de las diez. Ellas eligieron sus sementales entre la familia y algunos invitados. Cada una en una habitación sin mezclar a los participantes, excepto yo que como coordinador y observador cornudo podía alternar cuando quisiera donde estar.

Cuando hicimos el reparto de miembros y miembras, ellas se quejaron de que eran muy pocos. Así que a mi mujer se le ocurrió invitar a sus antiguas amantes incesto lesbianas Puri con sus ya sesenta y pico años, su hija Ana con sus casi 40 y su hermana Victoria con sus 70 años.

Mi hija sugirió que se trajeran el burro del que tanto le había hablado su madre y que ya puestos su tío Cristóbal traería a su pastor alemán.

Pero no contentas con todo eso me hicieron que les contratara en la ciudad dos caprichitos. Uno para mi hija: dos negros polludos que fueran padre e hijo. Otro para mi mujer: un transexual jovencito que tuviese una buena tranca. Caprichos de mujeres. Me costó bastante dinero pero lo conseguí.

Antes de la maratón mi mujer y mi hija estuvieron por el pueblo exhibiéndose con unos shorts muy cortos enseñando sus nalgas como si fueran niñatas. Mi hija con su cuerpo tenía un pase, aunque ahora tiene unas nalgas más grandes, pero mi madura esposa a su edad daba el cante que no veas.  Todo el mundo en el pueblo cotilleando, mirando, criticando y piropeando a madre e hija.

Esto hizo que llegaran a la casa calentonas porque las golfas son exhibicionistas natas. Allí ya lo tenía yo todo preparado. Mi mujer iría a la habitación de matrimonio que está en la planta baja y mi hija a su habitación de soltera que está en la planta alta.

Todos estaban esperando. Cuando llegaron lo primero que hicieron fue entran en el cuarto de baño para cambiarse de ropa. Salieron vestidas de forma sexy. Mi mujer se puso un picardías blanco transparente sin ropa interior debajo que dejaba casi al aire sus voluminosos pechos. Y mi hija se puso unas medias blancas con ligueros blancos y un sujetador también blanco que lo único que hacían era levantar sus tetas pues dejaban a la vista sus negros pezones.

El grupo de mi mujer entró en nuestra habitación y yo entré con ella para mirar.

Tere: Bueno, antes de empezar os voy a presentar a Lidia. Esta deliciosa y bonita chiquilla de 20 años ha venido a ayudaros a darme placer. Yo ya la he probado en mi casa y folla como una máquina, y sobre todo ahora veréis el pollón que se gasta la cría.

Tere se tendió en la cama con una sabana impermeable y dijo:

Tere: Bueno señores y señoras. Aquí me tenéis. Hacedme lo que queráis durante 24 horas, tengo que ganarle a la golfa de mi hija. Andrés, te voy hacer hoy el más cabron del pueblo, ríete de la viciosa de tu consuegra.

Mi mujer se levantó el camisón dejándonos ver sus mus lazos. El primero que se abalanzó sobre ellos fue su hijo Juan, que le encanta sobarle las nalgas y comerle los pies descalzos.

Tere: Así hijo mío, comete los jamones de tu madre.

Juan: cómo te huele el chocho mamá!

Tere: pues claro, me han puesto cachonda los tíos de los bares diciéndonos cosas a tu hermana y a mí. Por favor de dos en dos. A ver Ana, acércate que cate tu coño, a ver si te huele tanto como cuando eras una adolescente.

Ana, la hija de su antigua amante Puri, se quitó los vaqueros y las bragas y se puso a horcajadas sobre la cara de mi mujer.

Ana: Pues claro cochinona, ahora que tengo casi 40 años me huele mucho más, cómetelo Tere.

Tere se puso a meterle la lengua en ese agujero negro que tiene Ana por coño y comprobó que verdaderamente le olía a sexo como desde chiquilla. Era un chocho cachondo y guarro que la ponía a cien.

A su ver su hijo Juan harto de jamón y queso, se lió a comer el chochamen con gusto a bacalao de la madura de su madre.

Al poco tiempo se corrió  Ana expulsando mocos en la boca de Tere y a continuación mi mujer se corrió por primera vez en la maratón en la boca de su hijo.

A continuación su hijo caliente perdido le levantó las patorras y le metió de un empujón toda la polla hasta el fondo empezando a follarla. En esos momentos su yerno Sergio reemplazó a Ana y le metió la picha en la boca . Tere se la comió con hambre.

Sergio: Trágatela como tú sabes suegra.

El chaval le follaba la garganta como si fuera el coño. Así se corrieron los dos jóvenes, primero su hijo y después su yerno, haciendo, cómo no alcanzar otro orgasmo a mi mujer.

Tere: más, quiero más. Acércate Lidia quiero comerme tu pollón.

La joven prostituta transexual se quitó la ropa y exhibió un cuerpazo precioso y entre las piernas le colgaba un nabo gordo y largo. Debía ganar mucho dinero con esa cara guapa, ese cuerpo y esa herramienta.

Lidia se acercó y estuvo un rato morreandola. Mientras tanto su ex amante Puri se puso entre sus piernas haciendo las tijeras frotando sus dos coñazos maduros sin pelos pero llenos de caldos.

Cuando Lidia terminó de morrear a mi mujer ya estaba empalmada. Madre mía!. Era la polla más grande del grupo. Tan gorda como la mía pero el doble de larga.

Tere se la agarró y se lió a comérsela con agonía. Así estuvieron un buen rato hasta que la tranx se vació en la cara de Tere dejándole el rostro lleno de semen.

Tere: Joder, Lidia ¿Cuánto tiempo llevabas sin vaciarte?

Lidia: no te creas. Anoche tuve una orgia en la capital y me corrí cuatro veces. Es que tengo unos huevos que me rebosan de leche.

Tere: Vendita polla, pero si no se te baja hija puta. Ven métemela que tengo el coño que me arde. Quítate Puri, deja que me folle esta chica y tú ponme tu conejo en la boca que te lo coma.

Así estuvieron otro rato hasta que primero se corrió Puri en la cara de mi mujer llena de semen del transexual, después se corrió Tere con el émbolo que le llenaba todo el coño y por último Lidia volviendo a eyacular dentro de mi mujer.

Más tarde, Tere llamó a su cuñada Alicia y desnudándola se echó sobre ella comiéndole todo su cuerpo lleno de curvas.

Tere: qué buena estás puñetera. Ponte a cuatro patas que te voy a follar.

Tere se puso una polla de plástico con arnés y se la endiñó por el ano a su cuñada Alicia. Mientras la enculaba su hermano pequeño, Juan la enculó a ella. Así estuvieron hasta que Juanillo le llenó el recto de leche con sus típicos chorros a presión y Alicia se corría mientras mi mujer la enculaba mordiéndole el cuello y frotando su gordo clítoris.

Yo caliente perdido, los dejé así y subí a la habitación de mi hija. El panorama que me encontré fue espectacular.

La hija de puta estaba en su cama encima su suegro con su polla encajada en su conejo, su tío Cristóbal con su cipote largo incrustado hasta el fondo de sus tripas y con la polla de su tío Pepe en la garganta.

Mientras tanto la vieja Victoria, en pelotas enseñando sus carnes colgantes y macizas le meneaba las enormes trancas al padre e hijo negros que habíamos alquilado.

Cuando mi hija me vio con mi nabo empalmado me dijo sacándose la polla de su tío de la boca.

Laura: Hola papi, ¿cómo va resistiendo la puta de tu mujer?. Anda ven, acércate, dame tu gordo carajo. A ver si estos caballeros te pueden hacer un hueco en alguno de mis agujeros.

Me acerqué y mi niña, ya madre, me magreó mi ancho pene.

Laura: Anda intenta meterla en mi chocho con la polla de mi suegro.

Me puse tras ella y haciendo un ejercicio de contorsionismo empujé con todas mis fuerzas sobre el rabo de mi consuegro consiguiendo ensancharle el coño negro de mi hija.

Laura: Aghg! Me vais a reventar! Pero me gusta, me siento llena de pollas. Me va a venir el gusto!

Pepe:  Calla y trágate mi polla zorrita.

Mi hija exploto en un estrepitoso orgasmo, moviéndose convulsivamente.

Cuando se recuperó se tendió bocarriba en la cama y abriendo sus piernas dijo:

Laura: Papá, tapóname el coño con tu rabo, y los demás ya sabéis que tenéis que hacer.

Le cogí sus piernas y de un golpe le rellené la vagina. Mientras mi consuegro, mi hermano y mi cuñado mayor se ponían sobre su cara sonriente de dientes como perlas y empezaban a embadurnar su guapa cara con las eyaculaciones de sus pichas. La dejaron hecha un asquito. Toda la cara cubierta y sus tetas de grandes pezones negros.

Laura: Ah, cuanta leche. Ahora tu papá dame tu biberón en mi obscena boca.

Se lió a mamármela y yo me corrí echando toda mi lechada dentro de su boca. Ella la abrió mostrando a los presentes cómo retenía mi corrida dentro de su boca. Le hizo un gesto a Victoria, y la vieja golfa se echó sobre ella marreándole la boca. Las dos compartieron con gusto mi corrida.

Luego Laura tendió a la madura macizota y se echó sobre su carnoso cuerpo untándolo por completo del semen que le habían echado los otros hombres en su cuerpo. Después le metió su cara empapada de semen entre las piernas y se lio a untárselo en el coñazo chupándoselo a la vez.

Victoria se lió a comerle el coño negro a la chica haciendo un magnifico sesentaynueve hasta que ambas se corrieron.

A continuación mi hija llamó a los negrazos. Dos tíos corpulentos y musculosos que ya estaban empalmados. Tenían unas vergas enormes, como ella las quería. Eran padre e hijo de 40 y 20 años respectivamente.

Puso a la setentona Victoria a cuatro patas y les dijo  a los sementales:

Laura: Quiero que la traspaséis, el padre por el culo y el hijo por la boca. Follarosla hasta el fondo, la vieja, está acostumbrada. Dadle caña.

Mi hija se montó a caballo sobre la cintura de Victoria que recibió los dos pollones de los negros uno por el ojete y otro en la garganta. Laura galopaba sobre la madura dándole tortazos en sus grasientas nalgas. Pronto Victoria se corrió como una burra.

Los negros no se habían corrido aun. Se liaron a follarse a mi hija los dos a la vez metiéndosela por todos los agujeros. Laura gozaba enormemente y se corría de vez en cuando.

Se metió los dos pollones en su ancha boca, e incluso hizo un esfuerzo para que padre e hijo se la endiñaran a la vez dentro de su agujero negro de atrás.

Al final los negros se corrieron dentro de sus agujeros el padre cogiéndola con sus fuertes brazos con su verga en su chocho, mientras el hijo la ensartaba por el culo. Y ella en el aire gritando como una loca.

Habían pasado ya tres horas y todavía quedaba mucho por delante. De nuevo todos los parientes empalmados. Pero a la guarrita se le antojó que Victoria le sacara el perro que tantas veces se había tirado a su madre.

La vieja fue por el animal y se cuidó de empalmarlo. El pastor alemán se ve que estaba acostumbrado a las hembras humanas porque se lió a lamerle el culo a Victoria.

Laura hizo que el perrazo enculara a su dueña. El animal estuvo un rato follandosela hasta que se quedó quieto con la lengua fuera. Entonces mi hija se la sacó de ancho ano de la vieja y vimos cómo el chucho echaba chorros de semen que ella aprovechó para bañarse todo el cuerpo , riendo, gozando. Tragando semen canino.

Laura: Ostias Victoria, cuanta leche echa tu perro. Me está poniendo echa un asquito.

Victoria: así se tira cinco minutos, aprovecha y métetela en el coño y llénatelo.

Así hizo mi guarra hija. Consiguiendo proporcionarse un gran orgasmo.

Laura: Ahgg, que puerca soy, he salido a mi puta madre. Que gusto me da el cipote de este perro que no para de echar líquido.

Bueno, ahora a ver quién se atreve a seguir metiéndome mano con lo guarra que estoy. Será mejor que me dé una ducha antes de seguir.

Yo mientras mi hija se duchaba bajé a la habitación de mi mujer:

Allí estaba montando un numerito con el burro de Victoria que había traído su hermana Puri. Un burro con un pollón enorme que entre mi mujer, su cuñada, Puri y la hija de esta disfrutaban magreando y mamando.

Todas se corrieron frotándose sus chochos con el glande del burro, sólo Puri y mi esposa consiguieron introducirse en el coño el ancho diámetro de nabo del burro.

Los tíos presenciaban el numerito meneándosela. Excepto mi yerno que estaba dándole por culo a la transexual a la vez que le meneaba el pollón enorme con las dos manos.

Cuando se corrieron todas las mujeres, mi viciosa esposa cogió la tranca del burro y meneándosela lo hizo eyacular bañándose su voluptuoso cuerpo de la leche del burro

Y así fueron pasando las horas sin parar de follarnos a mi mujer y a mi hija, no tenían cansancio. Nos fuimos turnando haciéndoles de todo. A mi mujer consiguieron meterle a la vez dos pollas en el coño y otras dos en el culo.

Mi hija no se quedó atrás e hizo que todos los de su grupo se mearan en su sensual y bonito cuerpo estando dentro de la bañera.

Mi mujer cuando pasaron las 24 horas subió cansadísima a la habitación de su hija y se metió en la bañera con su hija comiéndole todo el pis de su cuerpo. Culminaron la maratón haciendo un 69 que las dejó dormidas.

Valiente mujer e hija tengo ¿verdad?