ESCENA 16

CONCHI: Déjame entrar hermana, que vengo cachonda perdía!

PACA: Pero Conchi ¿Dónde vas con tantas prisas?

Mi hermana Conchi me abraza y me da un morreo largo metiéndome su gorda lengua y llenando mi boca de saliva.

Conchi: Paca, es que he venido todo el viaje pensando en las cosas que me has contado de tu suegra y con mi preñado tengo las hormonas por las nubes. Toca, toca.

Mi hermana me coge la mano y se la mete debajo del vestido premamá que lleva. Tiene las bragas empapadas.

Describo brevemente a Conchi para quien no la recuerde de la saga “cuatro hermanas”. Tiene 53 años, y desde que se quedó preñada a los 48 de su propio hijo, echó un cuerpazo macizo, con unas tetas llenas de leche porque nunca deja de dar de mamar. Es muy guapa y tiene una boca y una lengua que desean todos los hombres y algunas mujeres.

Ahora, a su avanzada edad ha vuelto a quedarse preñada, ya está de 7 meses, pero esta vez no es de su hijo ni de su marido, sino de la pareja trans de su hija. Ella me lo confesó diciéndome:

Conchi; un día entre a la habitación de mi hija y la encontré follando con su novia. Yo ya tenía relaciones con mi bollera hija, así que ella me invitó a participar en su relación con la chica con polla. Me dio tanto morbo que un día decidí tener otro hijo de una adolescente transexual y bisexual.

Recordar por ultimo que mi hermana Conchi es bisexual.

Conchi; tía, es que tu suegra es tan guarra. Me recuerda tanto a las experiencias que tuve con mi suegra. Pero claro a la puta de tu suegra todavía le sigue el cachondeo a los ochenta años, mientras que a mi suegra se le acabó la libido a los setenta. Qué suerte tienes paca!

Paca: pues ya se lo dije y la muy puta te está esperando en su cama de matrimonio con su marido dormido a su lado.

Conchi; pues venga vamos que estoy deseando comerle ese filete de lengua que tiene.

La viciosa de mi suegra la estaba esperando con un corsé talla grande para disimular su enorme barriga. Sentada en la cama con los muslazos abiertos en bragas y sostén todo negro.

Conchi; hola manuela, que guapa te has puesto para mí!

Manuela; hola puta preñá. Cuánto tiempo sin verte. Te he echado de menos para hacer guarrerías. Quítate el vestido y ven.

Conchi; pero que vamos a hacerlo con tu marío acostado en la misma cama?

Manuela; este no se entera de na!. Además si se entera le gusta, a la vejez se ha vuelto un cornúo.

Mi hermana Conchi se quitó el vestido y se quedó con un sujetador y unas bragas blancas. Tenía un barrigón enorme para los siete meses.

Conchi; saca la lengua puerca que te la como.

Mi suegra sacó la lengua y mi hermana se la tragó entera, chupándola y mordiéndola. Luego intercambio los papeles y le dio su gorda lengua a la vieja llenándola de saliva.

Conchi; joder, y yo que creía que tenía una lengua grande y ahora vienes tú a la familia y la tienes el doble de grande que la mía.

Manuela; vaya con la preña pues no que tiene las bragas empapadas. Anda quítatelas que me voy a beber todos tus caldos.

Mi hermana se las quitó y tumbando a la vieja le puso su hinchado coño depilado en su boca. Mi suegra empezó a follarla con su pedazo de lengua como si fuera una polla.

Conchi: aaaaah, ay, ay, que gustazo sigue así guarra que me corro en tu boca.

Mi hermana dio tantos gritos que despertó al abuelo.

Manuela: puta preñá, te has meado en mu boca.

Conchi: puta vieja, y tú te lo has tragado todo.

A continuación le quitó el sostén a mi suegra y se puso a magrearle los grandes tetones amasándolos y apretándole fuertemente.

Manuela: ay puta que me duele!

Conchi; aguanta vieja, que para eso tienes esos cántaros.

Cuando se hartó de tocarle las tetas le quitó las bragas a la vieja y esta abrió las piernas. Mi hermana metió su cara literalmente en su coñazo empezando a comer los jugos que allí tenía manuela.

Conchi; qué coño tienes manuela, es un bebedero de patos. Me ahogo en tus flujos de ochenta años. Anda el viejo me está metiendo mano!

Mi suegro viendo la escena se había puesto caliente y como tenía el culo de mi Conchi cerca empezó a magreárselo y a tocarle el coño.

Paca: déjalo que disfrute hermana.

Conchi lo dejó y yo le saqué la picha empalmá y me puse a meneársela.

Mi hermana le metió el puño en el ano a la abuela y comiéndole el chochamen la hizo alcanzar un orgasmo de burra.

Conchi: así puta abuela, no veas como rebuznas, eres un caso de la naturaleza. Vaya corrida que tienes a tu edad.

Al rato la abuela le pidió leche de sus tetas.

Conchi; toma abuela mama lechita de mis hijos. Y con la otra teta le podemos dar al abuelo también. ¿Verdad paca?

Yo ayudé a acomodar al abuelo de tal manera que mi hermana Conchi pudiera amamantar a mis suegros con sus dos pechos.

Conchi: ya basta , ahora vamos por las guarrerías. Primero te voy a dar un regalito que traigo en mis tripas. Dos corridas, una de mi marido y otra de mi hijo que me ha dado para cagártelas en la boca y que te las tragues guarra.

Mi hermana se puso sobre su boca y apretando le soltó un montón de semen que la abuela se tragó con ansia.

Manuela: ahora te voy a echar una meada en tu barriga de preñada. Ponte en el suelo

Mi hermana se puso de rodillas en el suelo y la guarra de mi suegra la meo largamente por todo su cuerpo dejándola empapada. Incluyendo la boca donde echó un chorro que la guarra de mi hermana se tragó.

Conchi ya estaba otra vez cachonda y viento la polla tiesa del abuelo se montó chorreando de orina en la cama y se sentó sobre la picha metiéndosela en el culo

Conchí; mira como me follo a tu marido vieja asquerosa

Manuela; a ver si consigues que se corra el cabronazo

Mi hermana le puso las manos al viejo en sus tetas.

Conchi; aprieta viejo verás cómo te doy leche.

Mi hermana estaba tan cachonda que apretando su culo sobre la picha del viejo se movía rápidamente dando saltos su barrigón.

Conchi; córrete puto viejo, échame tu leche en mi culo guarro. Bebe leche de hembra. Ostias me corro sin tocarme hermana. Aaaaagggghhhh, putos viejos.

Mi suegro milagrosamente se corrió en el culo de Conchi, debió excitarle mucho la forma de hablar y darle la lengua en su  boca. Cosa que nosotras (mi hija y yo no hacemos).

Manuela; vaya guarra que estás echa te follas todo lo que pillas; machos, hembras, hijos, viejos….

Conchi; anda que tu. Calla ahora te voy a cagar. Me ha dicho mi hermana que eres capaz de comértelo todo.

Manuela: digo, dame lo que quieras que me lo como.

Conchi se puso en cuclillas sobre la boca grande de la abuela y le soltó una mierda que la vieja se tragó casi sin masticar.

Mi hermana volvió a calentarse haciendo esa guarrería y frotándose la pipa del coño dijo;

Conchi; hija puta, te la has comido toda. Que asquerosa. Me corro, me meo. Toma líquido para que te baje la mierda al estomago puerca. Aaaahhhggg hermana, que suegra tienes más cerda!