Sábado por la mañana.
Es verano en un pueblecito de Andalucía. Fina va caminando camino de su casa, viene de hacer unas compras. Como siempre su cuerpazo no ha pasado desapercibido y muchos hombres en las puertas de los bares y en las obras la han piropeado. A ella le gusta, no solo le gusta sino que la ponen cachonda, e irremediablemente su coño empieza a chorrear como una fuente.
Toda su vida ha tenido ese problema, normalmente usa compresas para absorber sus flujos exagerados, pero hoy se le olvidó de ponérsela de manera que bajo el liviano vestidito de verano que señala sus carnes maduras apetecibles le corren por las piernas abajo descarados regueros de jugos vaginales llegándole hasta las chanclas lo que hace que se le peguen los pies a ellas.
De pronto se para un coche a su lado, es Lidia su hija que vive en la ciudad pero viene a pasar los fines de semana en su casa.
Lidia: mama! ¿Cómo vas así?. Llevas las piernas chorreando de caldos! Qué vergüenza!
Fina: hola hija, ya habéis venido? . Lo siento pero es que vengo de comprar y los tíos me han dicho guarrerías y me he puesto cachonda y como no me he puesto compresa pues ya ves.
Lidia: anda, anda, móntate en el coche. Podrías haberte limpiado con un pañuelo o algo
Fina: hija, ya sabes que cuando me pongo caliente no me importa lo que piensen de mi.
Lidia: pues límpiate mientras llegamos a casa con los clínex esos que hay en la guantera.
Lidia le da un beso a su madre en la boca con lengua y todo.
Lidia: y yo? Anda, que soy tan puta como tú. Nada más verte y olerte tus flujos me has puesto cachondona.
Fina: y tu marido y la niña?
Lidia: allí están, seguro que aprovechando el tiempo.
Fina es una mujer madura de 58 años, pelo corto, no muy guapa, pero mantiene un cuerpo delgado y atractivo como lo ha tenido toda su vida. Es sin duda una de las mujeres más deseadas del pueblo. Tiene tres hijos, Manuel de 36 años, Lidia de 34 y Pepe de 19.
Lidia está casada con Sergio y tienen una niña de 4 años. Es una chica más guapa que su madre, su cara es más exótica, pero no tiene el cuerpo tan tentador que tiene Fina.
Madre e hija tienen relaciones sexuales lesbicoincestuosas desde hace 15 años.
Llegan a casa y Fina suelta las cosas en la cocina.
Lidia: ven mamá, vamos a ver que hace Sergio
Suben a su habitación y se encuentran a la niña dormida. Oyen ruido en la habitación de su hijo Manuel.
Manuel está casado y vive con su mujer Emi de 33 años en casa de sus padres, han tenido hace unos meses dos mellizos.
Se asoman por la puerta entreabierta y se encuentran la siguiente escena:
Emi está sentada en la cama con una bata fina, sin ninguna ropa debajo. Está amamantando a sus dos bebés mientras le come el gordo nabo al marido de Lidia. Este a su vez le da gusto a la chica sobándole el chocho.
Lidia: joder, la puta de mi cuñada no se aguanta ni a terminar de amamantar a mis sobrinos para que mi marido la folle.
Filo: espera, no entres, vamos a ver que hacen y nos ponemos cachondas nosotras.
Emi es una chica voluptuosa, alta y con un cuerpo muy atractivo y tierno, más parecido al de su suegra.
Al ratito deja a los bebés en las cunas y Sergio se abalanza por sus tetas, son unas tetas más bien pequeñas pero ahora que está amamantando están más grandes, y lo mejor de todo, no paran de echar leche. De hecho al quitarse los niños de sus oscuros pezones sigue brotándole chorritos de leche que Sergio aprovecha para beberse con ganas. Mientras le mama una, le ordeña la otra con una mano.
EMI: méteme ese nabo cabrón que estoy cachonda perdida.
Sergio: pero si antes no te cabía!
Emi: si, pero como puedes ver desde que he parido tengo en coño mas grande.
Mientras tanto, Fina y su hija ya están cachondas. Lidia se quita los pantalones y las bragas y le quita el vestido a su madre.
Lidia: coño! Pero si no llevas bragas. Así te chorrea tanto el chocho.
Fina: ah, hija. Cómeme el coño que estoy ardiendo.
Lidia: espera que me quite toda la ropa porque me vas a empapar.
Lidia le abre el apetitoso culo respingón a su madre y al hacerlo se le abre el coño disparando ya un chorro de flujos que caen directamente en su cara. La hija se amorra a la fuente de su madre y traga todo lo que puede.
Fina: te vas a empachar de caldos zorra. Bébete todas las corridas de tu puta madre.
Lidia se mete su mano entera en su enorme coño en el que cabe todo lo que le metan. Ambas se corren mientras ven al marido de Lidia follarse a su cuñada.
Fina: espera Sergio, no te corras dentro que no toma pastillas la putita esta.
Fina se va a la cama y saca a su yerno del coño de su nuera. Le agarra el nabo y se lo menea.
Fina: además quiero que bañes a esta guarrilla con tu enorme chorro de leche.
Así es, Sergio se corre en todo el cuerpo de Emi. Sergio tiene el don de descargar un enorme torrente de semen. De manera que deja a la chica totalmente pringada desde la cabeza a los pies. La guarrilla se frota el coño corriéndose mientras tanto.
En esos momentos se oye al niño de Lidia y Sergio llorar y ambos se van a atenderlo.
Fina se queda a solas con su nuera Emi. Esta, una vez recuperada de su orgasmo coge a uno de sus niños y lo pone a darle teta.
Fina: pero que haces hija de puta? Serás guarra! ¿Cómo se te ocurre poner a mi nieto sobre tu cuerpo lleno de semen guarra?
Emi: no es tu nieto putón, ya sabes que son hijos del semental de tu marido, mi suegro.
Fina: lo sé, tú le pusiste los cuernos a mi hijo con mi marido queriéndote que te preñara él.
Emi; también tu le pusiste los cuernos a tu marido con el mío y te preñó de tu hijo pequeño.
Fina: la culpa la tiene mi marido, el muy putero siempre está follandose a las tías de fuera y no me tenía bien atendida. No sé cómo no se conformaba con migo y con mi hija que nos tenía en casa.
Efectivamente. Hace 20 años cuando Fina tenía 38 y su hijo Manuel 16 se lo tiró quedándose preñada de su tercer hijo, Pepe.
Fina: quita el bebé de tu asqueroso cuerpo ahora mismo.
Fina se lo arranca y lo pone en la cuna ya calladito. De repente le da una ostia fuerte a su nuera. Ésta se revuelve y le da una patada en todo el coño. Fina se echa sobre el cuerpo de Emi y empiezan a luchar en la cama, poniéndose pringada del semen de su yerno.
Después de forcejear un rato, Fina se vuelve a poner cachonda y empieza a echar chorros de flujos por su coño, chorros que caen sobre Emi, poniéndola aun más pringada.
Al final acaba Emi amorrada al coño fuente de su suegra y Fina lamiendo toda la leche del cuerpo de su nuera. Terminan obteniendo ambas un gran orgasmo montándose un 69.