A los 41 años la salida de mi mujer empezó a tener relaciones con mi hija Laura que entonces tenía 16 años.

Laura es una chica exuberante. Llama la atención por donde pasa. Tiene una cara muy guapa, rasgos de mulata, unos ojos deslumbrantes y una gran boca siempre sonriente. Es muy simpática, no como su madre que es más bien seria.

Mi hija ha salido de calentona a su madre, lo que son los genes. Desde los 11 años ya nos dimos cuenta que se masturbaba en la cama o en la ducha. Además sabía de las correrías de su madre, no era tonta y la muy sinvergüenza la espiaba llegándola a ver cómo follaba con la vecina, mis amigos o su hermano.

Al contrario de su madre, Laura empezó a ser una adolescente promiscua en la ciudad. Nos contaba descaradamente los novios que tenía, los cuales no le duraban más de un mes. Incluso un día con 15 años le contó a su madre como lo había hecho con tres chicos a la vez. La verdad es que mi mujer le daba bastante confianza en lo sexual.

Un día vino de la calle tarde. Yo estaba trabajando y Laura se metió en la cama de su madre.

Laura: mamá, estas dormida?

Tere: no, que te pasa hija?

Laura: mamá, vengo chorreando, mi novio me ha dejado caliente después de correrse el y me ha dejado a mí a media. Luego he cogido el autobús para venir y había un tío mayor muy guapo que no ha parado de decirme piropos e incluso me ha acariciado las piernas. Me ha obligado a hacerle una paja y cuando ha terminado se ha ido corriendo. Mira traigo la mano todavía llena de semen caliente del extraño y mi chochito lleno de la leche de mi novio.

Tere: pero que puta eres hija mía. ¿Para qué me cuentas estas cosas? Para ponerme cachonda ¿no?. Pues vale tú lo has querido putita.

Mi mujer le cogió la mano ofrecida de su hija y le lamió el semen del extraño mientras se sacaba las tetazas del sujetador, pues estaba durmiendo en bragas y sostén. Luego cogió la cabeza de su nena y se la acercó a sus pechos

Tere: toma hija, mámame como cuando eras una bebé. Sabía que serias tan cachonda como yo. Desde aquel día que tu padre se corrió en mi barriga de preñada te traspaso mi calentura.

Mi hija se puso a mamarle sus tetas y Tere la desnudó quitándole un diminuto top y unos cortos shorts. Le aparto las bragas y le metió un dedo en el coño

Tere: Ostias, es verdad lo tienes a rebosar de semen.

Laura: tú eres capaz de comértelo, te he visto muchas veces mamá, lo he traído para ti calentito.

Mi mujer se quedo asombrada y cachonda le dijo:

Tere: Me cago en tu puta madre.

Abalanzándose sobre su coño le quitó las bragas y se puso a lamer el agujero negrísimo de su hija. Laura tiene un vello púbico muy negro y rizado.

Laura: Ay mamá que gusto me das con tu lengua. Qué bien te ha enseñado la vecina.

Enseguida Laura se corrió en la boca de su madre mientras esta se tragaba todo el semen del novio de turno de su hija.

Después Tere le dijo a su hija:

Tere: Ven te voy a enseñar a darle gusto a mamá.

A partir de entonces las dos se lo montaban dejando al descubierto sus apetencias carnales bisexuales. Se contaban todas sus cosas y cuando mi hija cumplió los 18 mi mujer le dijo:

Tere: Laura, ya es hora de que te tires a tu padre y a tu tío.

Laura: Joder mamá, a mi tío me lo follo cuando quieras , pero a mi padre me da vergüenza, le tengo respeto, y…

Tere: Calla, que cuando le veas el pedazo de nabo que tiene se te va a quitar todos los prejuicios.

Laura: ya se lo he visto mamá, lo he espiado follando contigo y en la ducha y he visto que tiene un pito muy gordo, me he tenido que pajear pensado en ese tronco. Pero es que no se si el va a querer joder conmigo.

Tere: Hija, con una chica como tú está dispuesto a joder hasta un muerto, o es que no ves cómo te mira todo el mundo por la calle?

Mi mujer hizo los planes primero se la entregó a su hermano, un día que estaba tortilleando con mi hija la puso a cien y mi cuñado entro en la habitación metiéndole su pollón en el chocho de mi hija la cual no se pudo resistir.

Conmigo fue diferente. Fue ella la que me metió mano, fue un día que estaba en la ducha empalmado como me dijo mi mujer. Laura, haciéndose la despistada entró en el baño como si no hubiese nadie y se despelotó. Yo vi su cuerpo adolescente de entonces con esos pezones negros, si negros, no oscuros como su madre y esa mata de vello rizado azabache. Me empalmé más.

Laura corrió la cortina y al verme se quedó mirando mi gordo pene.

Laura: Joder papa que pedazo de nabo!

Yo: Hija, a tu madre no le entra en la boquita que tiene, pero creo que a ti sí.

Laura: Lo probamos?

Yo: Venga, metete a ducharte conmigo.

Cómo disfruté la primera vez de aquel cuerpecito de Diosa de mi hija. La enjaboné, me enjabonó, y efectivamente mi gordo cilindro cabía en esa boca grande de negra que tiene. Me hizo una mamada de campeonato.

A partir de entonces, mi hija se unió a nuestro incipiente todavía círculo incestuoso.

Siguió teniendo muchos novios en la ciudad, hasta que en un verano en el pueblo se enamoró por fin de un chaval que vivía en nuestra calle. A los 27 años se casó con él y también se fueron a vivir a la ciudad.

Por otra parte está el tema de mi hijo Juan, bueno el hijo de mi cuñado mejor dicho. Dice mi mujer que el guarrillo la estaba espiando desde los 13 años cuando se duchaba, que ella se hacia la tonta como si no se diera cuenta y que el niño se la meneaba viéndola desnuda. Alguna vez incluso se atrevió a masturbarse mientras su hijo la observaba.

También dice Tere que muchas veces echaba en falta bragas usadas suyas de la canasta de la ropa. Y sospechando que se las quitaba su hijo las encontraba bajo el colchón de su cama llenas de semen seco.

En niñato se la meneaba como un mono pensando en su madre. Tere veía chorros de leche en las sábanas , suelo y pared de su habitación teniéndolos que limpiar. Pero lo mejor de todo es que le calentaba, pero no quería meterle mano hasta que fuera mayor de edad.

Así que el día cuando Juan cumplió 18 años, Tere decidió darle un buen recargo de cumpleaños. Entonces ella tenía 46 apetitosos años.

Tere: Juan voy a ducharme. Si sales cierra la puerta

Como siempre Juan aprovechó para cerrar la puerta y meterse tras el armario del baño a ver a su madre en bolas.

Tere vio como ya se la estaba meneando. Llenó la bañera mientras se sobaba las ubres , el culazo y el chocho que por primera vez en su vida se había depilado a la moda.

Cuando estuvo llena la bañera salió y le dijo a su hijo:

Tere: Juan, deja de esconderte. Ven con mamá que hoy te va a hacer un buen regalo de cumpleaños. Ya eres mayor de edad. Mamá te va a hacer un hombre.

Lo cogió de la polla tiesa y lo desnudó. El un poco asustado se dejaba hacer pero su polla no se le bajaba. La madre lo metió en la bañera entre sus piernas acostados sobre su cuerpazo . Le agarró el miembro y se lo meneó despacio acariciándole el cuerpo con sus manos y pies.

Enseguida el chaval se corrió echando unos chorros a presión que salpicaron la pared trasera de la bañera y ducharon la cara de su madre.

Tere: Joder, hijo. Has salido a tu padre.

Así empezó la relación de mi mujer con su hijo y en poco tiempo le enseñó a follar y darle gusto. Además le confesó quien era su padre. A Tere le hizo mucha ilusión y le dio mucho morbo que la follaran entre padre e hijo a la vez uno por cada agujero mientras yo los miraba.

También inició las relaciones con su hermana Laura. Fue un día que nos la tiramos entre su padre y su hermano.

En el próximo capítulo explicaré como se amplió el círculo incestuoso.