ESCENA 13
Mi hija Yolanda es enfermera, con esto de la crisis no le salía trabajo así que como tiene poca vergüenza aceptó un trabajo “indecente” en una clínica privada dedicada a la fertilidad masculina.
Su trabajo consistía en dos tipos de faenas:
- Pajear a los tíos que van a donar semen. Era una forma de recompensarlos.
- Intentar empalmar y/o hacer correr a aquellos que iban con problemas de impotencia.
Para ello Yolanda veste un uniforme de enfermera muy ajustado a su apetecible cuerpazo exhibiendo bien sus pechos y con una falda bastante cortita. De esa forma pocos impotentes se resistían a sus encantos.
Yolanda para los que no se le levantan o no se corren tiene la estrategia de masajearle los huevos, meterles un dedo en el culo para masajearle la próstata o incluso tragarse sus pollas flácidas en su enorme boca donde normalmente se ponen tiesas.
En definitiva que está acostumbrada a trabajar sin escrúpulos con viejos verdes.
Por otra parte, últimamente cuando le doy de comer al abuelo notaba que me miraba mucho las tetas. Mi suegro, está medio demente con ochenta y tantos años. Se llama Eladio y según mi suegra de joven era muy mujeriego.
Es tan tan torpe que yo lo tengo que bañar, al principio no pasaba nada pero un día se empalmó el viejo, se puso caliente y me metió mano. Yo lo detuve gritándole:
Paca: abuelo que hace usted! No me toque más las tetas y el culo o voy a tener que decírselo a su hijo!!
El no decía nada, solo se puso triste casi llorando y tocándose la picha tiesa.
En esos momentos pasó por allí mi hija, venía de ducharse y estaba envuelta en una toalla.
Yolanda: qué pasa mamá, joder el abuelo está cachondo! Lo que faltaba en casa!
Paca: es qué me da cosa, es tan mayor y no está bien.
Yolanda: vamos mamá, que el abuelo siempre ha sido un mujeriego. Además a mí ya me ha metido mano lavándolo y lo he dejado y se ve tan feliz.
Paca: vamos hazle tu lo que quieras, como haces con tus clientes putilla. Yo miro y según como vea participaré o no.
Yolanda: vas a ver al mi abuelo como disfruta. Abuelo mira que tienes aquí!
Yolanda se quitó la toalla dejando ver a mi suegro su cuerpazo. El viejo abrió los ojos como platos y le miró sus grandes tetas.
Mi hija se metió con él dentro de la bañera y le agarró a su abuelo la picha tiesa, este se amorró a sus tetas chupándoselas y le agarró su culo sobándoselo.
Yolanda aprovechó para terminar de bañarlo jabonándolo y masajeando todo el cuerpo del viejo mientras mi suegro no paraba de sobarla por todas partes con la lengua fuera gimiendo de gusto.
Luego de enjuagarlo, mi hija se agachó y se metió la picha tiesa de Eladio en su enorme boca incluyendo también los colgantes huevos. Se la chupó magistralmente.
Yolanda: mamá sujétalo, que se puede caer, está a punto de correrse.
Mi suegro empezó a gemir y suspirar fuerte y cerrando los ojos gritó vaciando su leche en la boca de mi hija, la muy guarra se lo tragó todo.
Yolanda: umm, cuando la pruebes verás que está buena, debe llevar mucho tiempo sin correrse porque me ha echado un montón de leche.
Desde entonces, por lástima, cuando baño a mi suegro le hago una paja, e incluso alguna vez me he metido con él en la bañera desnudándome para que me sobe.
Un día estaba haciéndole una paja mientras él me metía los dedos en el coño, y el muy puñetero no se corría, pero la polla no se le bajaba. Llamé a mi hija que estaba en casa y le dije el problema porque me daba pena dejarlo con ganas y llorando.
Yolanda se puso a chupársela metiéndole dos dedos en el culo, estuvo así un rato pero el abuelo no se corría.
Yolanda: uff, hoy va a tener que recibir tratamientos más fuertes. Mamá, sécalo y llevémoslo a su cama.
Pusimos a mi suegro en pelotas bocarriba sobre la cama con la picha mirando al techo. Mientras mi hija se desnudó.
Yolanda: mira, esto es lo que excita más a un tío. Hay que ponerle el “mollete” en la boca y mamársela y meneársela al mismo tiempo metiéndole un par de dedos en el ano.
Se puso sobre el abuelo en posición 69. Éste se amorró a su chocho pelao comiéndoselo con ganas mientras la joven se metía el capullo en la boca para chuparlo a la vez que con sus manos se la meneaba fuertemente.
Yolanda: ostias mamá, que bien chupa el abuelo, se ve que se ha comido muchos chochos en su vida.
Estuvo así un rato, pero nada no conseguía hacerlo correr, al contrario se corrió ella del gusto que le daba su abuelo.
Yolanda: joder, puto viejo, me ha hecho correr a mí y el no. Bueno se me ocurre un último recurso. Mamá ponte tú sentada en su boca y yo me encargo de su polla. Seguro que tu coño le pone más porque huele más a guarra.
Le hice caso, me senté en su boca restregándole mi coño húmedo sobre toda la cara. Mi hija le machacaba con una mano fuertemente la polla y con la otra le metía tres dedos en el recto.
Yolanda: córrete puto viejo. Mamá ponle las manos en tus tetazas y meate si puedes en su cara. Y dile cochinerías.
Yo ya me puse cachonda perdida y mientras hacia lo que me decía mi hija. Le decía:
Paca: cómame el coño Eladio, magreeme esas tetas que tanto le gustaban cuando era una niña e iba a su casa con su hijo. Me meo en tu boca cabrón, traga, traga. Ay qué gusto me da.
Me puse tan caliente que me llegué a correr en su cara
Paca: aggghhh, me corro. Tome mis flujos. Cabrón mira como se la machaca su nieta y le chupa el culo. Aggghhhh, mas fuerte apriéteme las tetas. Si viera los cuernos que le está poniendo su mujer con su hijo y con su nieto.
Eladio: uuuuuuuhhhhh, ahí va mi leche, guarra putilla trágatela, ayyyyyyy!!!!!
Por fin entre las dos conseguimos que eyaculara chorritos de semen el puto viejo.