miprimita.com

La chica de la armadura de arcilla (10) FINAL

en Lésbicos

Cuando su princesa se fue dejando esa nota; la caballero se sintió morir. Aun así, no decayó nunca y se juró recuperarla, después de todo, ya la había enamorado una vez.

Helena tomó un fuerte y rápido caballo, y se lanzó  en busca de Alexandra. Recorrió muchísimos caminos antes de encontrar a su amada, pero finalmente lo hizo.

-¡Espera Ale!- gritó la agotada joven para que su princesa no hullera –no te vallas, vamos a hablar, solucionemos esto-

-¡aléjate!- algo le pasaba a la princesa, pareciera como si no fuera ella misma -¡no te me acerques!-

-venga Alex, por favor-

Y lo siguiente que vieron sus ojos, Helena no lo pudo creer. La princesa calló al piso en una posición de evidente dolor, su vestido se rasgó de la espalda… y en vez de sus omoplatos, salieron un par de alas monstruosas y gigantes. La princesa se convirtió en dragón…

-Mi princesa- le dijo Helena al dragón a manera de tratar de calmar a la bestia; pero era inútil.

Aquella bestia, “el príncipe Derek”, con un solo zarpazo lanzo a la indefensa caballero hasta una roca, y salió volando.

Las hadas del bosque salieron a ayudar a la malherida Helena. La llevaron a un claro en donde la desnudaron para poderla curar; la caballero estaba inconsciente por lo que no noto lo que hacían esos pequeños y bondadosos seres alados. Al quitarle la ropa, las hadas pudieron notar, en la antes virgen piel de la joven, un sinfín de pequeñas heridas y dos que sobresalían de entre las demás por su gran tamaño y profundidad. Estaban abiertas, y sangraban mucho; las hadas trataban de curarlas, pero su magia no era suficiente. El dragón tenía veneno en sus garras, un veneno que impedía que las heridas pudiesen cerrar, por lo que las pequeñas curanderas solo pudieron vendar a la princesa para que, con el tiempo… mucho tiempo, dejara de sangrar.

.

.

.

Días más tarde, cuando la caballero ya había recuperado la conciencia, comenzaba a caminar y a moverse con más normalidad, la princesa apareció en aquel claro.

-Mi caballero, lo siento, lo siento muchísimo. Trate de advertirte que yo no era buena para ti, que tu merecías a alguien mejor, que yo no era suficiente para ti… pero no me hiciste caso- La princesa lloraba desconsoladamente.

-Alex… mi Alex. No llores por favor- Y tiernamente la tomó entre sus brazos para consolarla. Mientras las lagrimas brotaban; Helena las atrapaba con sus caricias o con sus besos.

-no puedo vivir sin ti, simplemente no puedo. Me enamoraste. Te volviste el centro de mi mundo, y ahora no puedo separarme de ti-

-entonces no lo hagas mi princesa-

-Vuelve conmigo, por favor-

Pero la princesa dejó por un momento  de escuchar a su corazón y, en cambio, escuchó a la voz de la razón. (Grave error)

-Mi princesa, mi dulce y amada princesa. Si quiero volver contigo, pero las cosas deben cambiar. No podemos seguir así. A veces… siento como si yo fuera quien te ama y tu quien se deja amar; no quiero sentirme así, deseo que me ames en la misma magnitud que yo a ti, que hagas un esfuerzo y me demuestres tu amor…- Helena no pudo seguir pues Alexandra sollozaba en sus brazos -¿Por qué lloras mi niña?-

-porque no puedo darte lo que pides…- lloraba – yo soy así, y no puedo cambiar. Soy una princesa dragón que lastima a quienes ama. No puedo darte lo que me pides; es mejor que me aleje- la destrozada mujer se alejó de los brazos de Helena, pero esta la detuvo.

-Espera, no te vallas. Perdóname. Yo… yo te amo así como eres;  eso lo dije sin penar, no necesitas cambiar- y ahora quien lloraba sin consuelo era la caballero.

- no Hel, dijiste lo que sentías. Y esta bien, eso es lo que mereces, tu necesitas alguien que te ame de la misma manera y que te lo demuestre… y yo no soy esa persona-

-¡si lo eres!-

-eres todo lo que necesito…-

-no…- La princesa soltó la mano de la caballero y comenzó a caminar…

-“Te amo. Te amo de manera inexplicable, de forma inconfesable, de un modo contradictorio. Te amo con mis estados de animo que son muchos y cambian de humor contantemente, por lo que tu ya sabes, el tiempo, la vida, la muerte. Te amo con el mundo que no entiendo, con la gente que no comprende, con la ambivalencia de mi alma, con la incoherencia de mis actos, con la fatalidad del destino, con la conspiración del deseo, con la ambigüedad de los hechos. Aun cuando te digo que no te amo, te amo. Hasta cuando te engaño, no te engaño, en el fondo, llevo a cabo un plan para amarte mejor. Te amo sin reflexionar, inconscientemente, irresponsablemente, espontáneamente, involuntariamente, por instinto, por impulso, irracionalmente. En efecto no tengo argumentos lógicos, ni siquiera improvisados para fundamentar este amor que siento por ti, que surgió de la nada, que no ha resuelto mágicamente nada, y que milagrosamente, de a poco, con poco y nada ha mejorado lo peor de mi. Te amo, te amo con un cuerpo  que no piensa, con un corazón que no razona, con una  cabeza que no coordina. Te amo incomprensiblemente. Te amo sin preguntarme porque te amo, sin importarme porque te amo, sin cuestionarme porque te amo. Te amo sencillamente porque te amo, yo misma no se porque te amo.” (Pablo Neruda)- La caballero se había hincado ante Alexandra y declamaba esa hermosa poesía con el corazón en la mano. Esa chica, siempre cargaba consigo un precioso amuleto: una rosa que su padre le había obsequiado… la única que había recibido en toda su vida. Y en ese momento, saco de sus vestiduras la seca flor y se la ofreció a su amada –Por favor, vuelve a mi-

Y la conmovida princesa dijo – Si mi amor, si quiero regresar contigo-

Ambas se abrazaron tan fuerte como sus brazos se los permitieron. Y lloraron mucho, ya no eran lágrimas de tristeza, sino de felicidad… y se dice, que a veces la felicidad es tan grande que no nos cabe en el cuerpo, y se derrama por nuestros ojos en forma de  lágrimas.

Esa noche se volvieron a poseer la una a la otra. Acariciándose, besándose, dándose placer… Extrañaban tanto sus pieles hechas una sola…

A la mañana siguiente, la pareja de jóvenes enamoradas pasaron el día juntas. Besándose, diciéndose lo mucho que sentía la una por la otra, jurándose amor eterno.

-Te amooooooo Hel- Le dijo la princesa a la caballero, mientras  ésta la miraba con la mayor cantidad de amor, cariño y ternura que puede contener una mirada –Me enamoré-

-Yo más- contestó Helena con la voz un tanto mimada –sabes, cuando tu no estas a mi lado, y necesito darte un abrazo. Miro las estrellas y las abrazo imaginariamente, para que así, ellas le diga a tu estrella que te tengo entre mis brazos, y ella te lo diga a ti-

-gracias amor- y esas, fueron las últimas palabras que La princesa Alexandra le dirigió a la caballero Helena.

Eran felices, verdaderamente felices. Pero Phidesaycu odia la felicidad, él jamás podría permitir que Helena o Alex fueran felices…

Y en ese momento, una flecha certera surcó los cielos, como si fuese dirigida por la mismísima artemisa cuando mato a su amado Orión, atravesó aquel hermoso claro, y se fue a incrustar directo en el corazón de la princesa, matándola al instante.

La torpe caballero reaccionó muy tarde ante la situación. De haber visto venir la flecha se habría puesto en su camino para que la matara a ella y no a su princesa.

Helena lloró, lloró desconsoladamente ante el cuerpo sin vida de su amada Alexandra. Pero nada podía hacer… ¿o si?

Recogió el cuerpo de Alex y caminó con él en brazos hasta el reino de las hadas. Ahí solicitó ayuda del hada madrina de la princesa y de todas las demás que quisieran ayudar. Esas pequeñas personas mágicas, explicaron a Helena la situación. Alexandra había muerto; pero podrían tratar de revivirla si tan solo poseyeran un corazón…

Al darse cuenta de esto, la caballero no dudo en abrirse sus vestiduras, arrancarse las vendas, y mostrar esa herida tan profunda que le atravesaba el pecho.

-Tomen mi corazón. Esta herida tan profunda les permitirá cogerlo con facilidad-

-no podemos hacer eso Helena… tu perderías las vida-

-no me importa, tómenlo. Yo daría todo con tal de que ella viviera y fuera feliz-

Entonces las curanderas accedieron; no sin antes advertirle que en caso de que resultara, a causa del hechizo de Alexandra, podría no ser ella quien despertara.  Y aun así, la joven valiente acepto darle su corazón a la mujer que amaba.

Las pequeñas manitas le arrancaron el corazón del pecho a Helena, dejando solo un hueco donde debía estar su órgano vital, y se lo pusieron a la princesa; devolviéndole la vida al instante.

Phidesaycu contemplaba toda la escena con ira. Pues su plan de hacer sufrir a Helena no resultaría si ésta moría; por lo que decidió darle vida a la caballero.

Cuando ambas jóvenes despertaron de ese mágico procedimiento... Helena abrió los ojos, y vio viva y hablando a su amada. Corrió hacia ella… pero ésta la rechazó.

-Aléjate de mí. Yo nunca te amé, jamás te tomé en serio, nunca te fui fiel… fuiste solo un juego para mi- ya no había corazón por romper, pero aun así, el dragón tenia mucho cuerpo por destrozar.

La princesa vivía. Podía moverse, hablar, sentir,  pero su nombre no era Alexandra…. Era Derek; quien vivía dentro de ese cuerpo era el dragón. ¿Y Helena? ella respiraba, se movía, hablaba y sentía, pero su corazón no latía, no tenia uno, en realidad… estaba muerta en vida.

La caballero fue condenada por Phidesaycu a vivir el resto de su vida amando a Derek, amando a un dragón que la lastimaría cada que se acercara. Esta maldición, al igual que muchas otras, no se rompería con un beso de amor, seria eterna;  y Helena no volvería a amar a nadie jamás… pues no tenia corazón. Su órgano de vida lo poseía aquel dragón… y jamás se lo devolvería…

Ella la amará por siempre y para siempre… y ella la rechazará por siempre, para siempre… y un poco más allá. Pero aun así, la caballero juró proteger por siempre al dragón. 

Y colorín colorado, por desgracia, para mí, este cuento se ha acabado. 

--------------------------------------------------------

Ale, mi amada princesa. Este cueto es para ti. siempre te gustaron mis historias, y a mi siempre me gustó contartelas. Yo siempre estaré aqui, con los brazos abiertos, porque te sigo amando... despues de todo, tu tienes mi corazón.

Come back to me...

PD: ubiese querido que este capitulo fuera publicado el 28 (cuando cumpliriamos mese), sin embargo, se publicará el 29 porque lo acabé algo tarde... lo siento.

--------------------------------------------------------

-Mis amigos, guardemos un minuto de silencio por esas letras, acentos, puntos, comas y hasta palabras enteras que me comí en el transcurso de este relato. 

-sé bien que ustedes los querian más lasrgos, pero el tamaño no importa, hay que saber usar lo poco que tenemos ;) jeje chiquitos pero entretenedores. 

-tal vez no les agrade mucho éstte final, pero les recuerdo que, como lo dije en el primer capitulo, todo lo aqui plasmado (o al menos el 99% de ello) es real, pasó, los personajes existen, asi es su personalidad... y esto fue solo una alegoría.

-gracias por leerme. fue un veradero placer estar con ustedes estas semanas. y cualquier cosa que necesiten, o si gustan que les explique como fueron las cosas en la vida real, mi correo esta a su disposición.

gracias por todo. 

Atentamente: Hel

Mas de hel

Quisiera que fueras mía 3

Quisiera que fueras mía 2

Quisiera que fueras mia

Es un Te encontraré 17 (Final)

Es un Te encontraré 16

Es un Te encontraré 15

Es un Te encontraré 14

Es un Te encontraré 13

Es un Te encontraré 11

Es un Te encontraré 12

Es un Te encontraré 10

Es un Te encontraré 9

Es un Te encontraré 7

Es un Te encontraré 6

Es un Te encotraré 6

Es un Te encotraré 5

Es un Te encotraré 4

Es un Te econtraré 2 y 3

Es un Te encontraré

Quisiera que fueras mía

Porque te amo

Srita. bomba atómica

Srita. bomba atómica

Un pájaro azul

Srita. bomba atómica

Solo por diversión 5

Solo por diversión 4

Solo por diversión 3

Solo por diversión 2

Solo por diversión 1

Crónicas de una imaginación peligrosa 4

Cada mañana

Crónicas de una imaginación peligrosa (3)

68

Crónicas de una imaginación peligrosa (2)

Crónicas de una imaginación peligrosa 1

Crónicas de una imaginación peligrosa (prefacio)

Es un te encontraré... (17) FINAL

Es un te encontraré... (16)

Hacer el amor en una noche de tormenta

Es un te encontraré... (15)

Es un te encontraré...(14)

Es un te encontraré... (13)

Es un te encontraré... (12)

Es un te encontraré...(11)

Es un te encontraré... (10)

Es un te encontraré... (9)

Es un te encontraré...(8)

Es un te encontraré... (7)

Es un te encontraré... (6)

Es un te encontraré... (5)

Es un te encontraré... (4)

Es un te encontraré... (3)

Es un te encontraré... (2)

Es un “te encontrare”

La chica de la armadura de arcilla (9)

La chica de la armadura de arcilla (8)

La chica de la armadura de arcilla (7)

La chica de la armadura de arcilla (6)

La chica de la armadura de arcilla (5)

La chica de la armadura de arcilla (4)

La chica de la armadura de arcilla (3)

La chica de la armadura de arcilla (2)

La chica de la armadura de arcilla (1)