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Es un te encontraré...(11)

en Lésbicos

Capitulo 11

Esa mañana al despertar lo primero que me vino a la mente fue lo que había ocurrido la noche anterior, los recuerdos de nuestras vidas pasadas, el hecho de que había besado a Isa, que habíamos dormido juntas… abrí los ojos como un par de platos al recordar eso, y no tarde mucho en sentir la otra personita con la que compartía mi cama esa mañana.

Voleé a la derecha y vi a ese perfecto angelito plácidamente dormido. Con la boca un poco abierta, acostada sobre su costado izquierdo dándome la cara a mi, con su pierna derecha completamente encima de las mías al igual que su brazo derecho; la sabana blanca no había sido una aliada para ella, pues con tantos movimientos nocturnos se había destapado completamente, solo una esquina le cubría la parte de la cadera, que en realidad llevaba aun su short, por lo que me fue imposible ver más allá.

Su cabello castaño oscuro le caía sobre una parte del rostro adornándolo hermosamente; el verla así no lo cambiaria por nada.

La pregunta era…¿Cómo despertarla?

Como tenia su brazo derecho completamente sobre mi, había dejando al descubierto su cintura. Era la imagen perfecta para cualquier revista para caballeros. Si yo tuviera su don para el arte la habría dibujado. Llevé  las yemas de los dedos de mi mano izquierda a esa línea curva tan seductora que era su cintura y la acaricie recorriéndola cual planicie y montañas, y la estar contra luz, vi como sus vellos se erizaban ante mi tacto como si me estuviesen saludando; así la recorrí de arriba abajo, hasta la curva de su cadera, una y otra vez.

-mmmm- dijo con esa voz ronca de recién despertada.

-buenos días, dormilona- me giré un poco para alcanzar a darle un beso en la frente,

-¡días! ¡¿Qué?! ¡maldita sea, la escuela!- grito mientras se paraba de la cama, se enredaba en la sabana y al tratar de salir corriendo hacia el baño la sabana se atoró en la pata de la cama e Isabelle Murillo fue a parar directo al piso.

-señorita- dije tranquilamente  inclinándome hacia ella mientras le quitaba la sabana de la cara -¿sabia usted que es domingo?- y fue al ver su cara que no pude contener más la carcajada.

-no te rías- dijo mientras se paraba y recogía el enorme trozo de tela blanca. – no es gracioso. Pensé que era lunes y tenia que ir a entregar el trabajo de historia del arte- ahora hacia un encantador pucherito que me causaba aun más risa; ya comenzaba a dolerme el abdomen.

-a ¿con que te quieres reír verdad?- Se lanzo contra mi con una tacleada, digna de Joe Montana, que me derribó sobre la cama, se puso sobre mi, justo como la noche anterior y, sin mostrar piedad alguna por mi vejiga, se puso a hacerme cosquillas en los costados y en el abdomen.

-ya jajajajaja no se… vale jajajajaja tu estas más grande que yo jajajajajajajajaja me rindo me rindo-

-¡no has dicho la palabra secreta!- y continuo con la tortura. Cabe recordarles que yo estaba completamente desnuda.

-no se cua jajajajjaa no se cual es jajajajajajajajaja-

-uuuyyy lo siento mucho, hasta que no la diga no se libra de esto-

Sin mucho esfuerzo, tomó mis dos manos con una de las de ella y las inmovilizó, como le gustaba hacer eso, tener el control. Entre cosquillas y caricias, ya no las sabía distinguir muy bien, fue bajando por mi abdomen hasta mi intimidad y comenzó a acariciar mis labios, después adentró sus dedos un poco más y empezó a estimular mi clítoris, hasta que las carcajadas se convirtieron en jadeos.

Trazaba pequeños círculos en ese punto de extremo placer y yo estaba que moría, no tarde mucho en empezar a llenar con mis líquidos sus dedos, y entonces ella lo aprovechó y tomando un poco de ese lubricante natural me penetró con dos dedos lentamente; casi llego al orgasmo con ese solo movimiento.

-¿ya no te ríes tanto verdad?- no la veía porque tenia los ojos cerrados y apretados, pero sabia que estaba levantando la ceja y mordiéndose el labio de la forma en la que ella sabia que me volvía loca. –yo que tu diría la palabra clave, guapa-

-pero… no quiero… que pares….- dije entre gemidos al sentir que el clímax estaba cerca.

-entonces lo siento por ti, sin palabra clave no hay orgasmo- se inclinó para darme un beso en  medio de ambos pechos y así, sin más, se paró de la cama y se  fue al baño, dejándome a mitad de un perfecto momento erótico. Esa niña era mala… pero me encantaba.

*****************************************************************

Tres semanas pasaron sin que Clarice pusiera un pie en aquel sucio rincón de Florencia, sin que Daniele pudiera terminar su obra, y tres semanas en las que todas las noches aquella diminuta chica lloraba hasta quedarse dormida.

En el caballete de la esquina se encontraba el boceto de la hermosa mujer de largo cabello, y todos los días Daniele iba y lo contemplaba por horas, tratando de recordar los detalles de aquel hermoso rostro del que la venus misma estaría celosa, sin lograr continuar con la que estaba segura, seria su obra maestra.

Un día, mientras la artista trazaba bocetos de Clarice en su cuaderno, tocaron la puerta.

-pase- gritó desde la esquina contraria a la puerta, y casi cae de banco al ver que era su modelo quien cruzaba el umbral. -Clarice…-

-siento molestarte pero… quisiera pedirte una disculpa por mi comportamiento. Fui muy grosera al hablarte de esa forma e invadir tu… espacio. Aparte, tienes talento, y si vestirte de hombre es la única manera el la que puedes conseguir lo que quieres, no veo por que no has de hacerlo.-

-entonces… ¿no te molesta que sea mujer?-

.en realidad, facilita más las cosas. Ya no me sentiré tan incomoda por mostrarle mi cuerpo a un hombre-

-tienes razón… entonces… ¿empezamos?- Daniele preparó las cosas necesarias para continuar con su obra desde donde se había quedado.

Ella nunca había sentido algo por una mujer, en realidad, por nadie; nunca había pensado en contraer matrimonio ni en tener hijos ni en nada; su mente estaba demasiado ocupada buscando inspiración como para preocuparse por futuros pintorcitos. Aparte…. Quien querría tomar como esposa a una joven que se viste de varón.

Fue cuando contempló el cuerpo de Clarice que todo cambió. La luz entraba por la izquierda, iluminando todo ese lado, dejando ante su visión un perfecto juego de claroscuros sobre su desnudes.

Sus pechos caían delicadamente, no mucho pues estaba firmes y de tamaño mediano coronados con unos pezones rosas, con los que Daniele no sabia cuanto rojo mezclarle al blanco para dar origen a tan seductor color. Sus manos estaban a la altura de su vientre, juntas y sosteniendo un largo trozo de tela blanca que caía hasta el suelo. Su cadera y parte de su abdomen lucían tan apetecibles con esa luz… que al observar esa composición solo pensó en acariciarla, en besar esos pezones, en tomar esa cintura… en abrir esas piernas…

Por primera vez en su vida, Daniele mojó su entrepierna; y lo hizo viendo a una mujer. Tuvo que recurrir a toda su fuerza de voluntad para no correr a arrancarle esa sabana de las manos y devorarla a besos.

Por su parte, Clarice también estaba experimentando nuevas sensaciones; porque en ese erótico momento, sus pezones se habían endurecido y sentía un extraño cosquilleo entre las piernas… como cuando el hijo del carnicero había tocado su entrepierna y le había dado unas monedas a cambio. Esa vez se había sentido sucia y mancillada… ahora era ella quien quería pagar para que esa pintora le tocara esos puntos específicos.

Así estuvieron por horas… conteniéndose las ganas de devorarse con caricias, besos y una que otra mordida; así estuvieron hasta que la luz del sol no fue suficiente para iluminar el cuerpo de la rubia y tuvieron que terminar con el erótico y titanesco momento.

-ya acabamos por hoy. Creo que con otras tres sesiones estará terminado- dijo Daniele poniéndose de pie y percatándose de que tenía las manos llenas de pintura; como siempre, no podía hacer nada si batirse toda. -¿me permites la tela? Es que la uso de cortina, y no quiero que nadie pueda ver hacia adentro porque pueden verme…-

-claro-

Daniele se acercó y Clarice le dio la blanca tela quedando completamente desnuda ante la vista de la artista, y ella se perdió en esa imagen.

No dijo nada, solo se acercó y, como si reclamara algo que sabia era suyo, la tomó por la cintura y, al no contenerse más las ganas, le robó un beso.

Dicen que los mejores besos son los robados, y éste no fue una excepción. En un principio Clarice trató de oponer resistencia, pero más tardó Daniele en soltar la tela y tomarla con las dos manos que ella en corresponder el beso.

El mundo daba vueltas para ambas pues estaba ebria de amor y de besos, en una compleja paradoja, todo se había detenido; ya que no les importaba algo más que la otra.

Clarice sentía algo viscoso en la cintura, era la oleosa pintura que, con cada caricia, la no muy femenina jovencita esparcía por todo su cuerpo.

Esa noche la pasaron entregándose la una a la otra, sintiendo ese amor recorrer cada fibra de su cuerpo, erizar cada vello y arrancar cada suspiro.

Al final, ese cuadro tardó un año en estar listo; porque ambas alargaban cada sesión hasta que era imposible empezar a pintar pues al luz no era la adecuada o simplemente porque Daniele corrigia todo al pensar que la mujer en ese lienzo no hacia justicia de la belleza de la modelo.

Una vez terminado, le siguieron más y más. En algunos Clarice hacia de virgen María, en otros hacia de María magdalena, en otros, los favoritos de Daniele, hacia de venus, y en otros más de simple mujer pueblerina en alguna actividad cotidiana. Al final, fueron 47 los cuadros que pintó, todos de la misma celestial mujer, llenando así su improvisado estudio.

Aquellas 20 monedas, que en un principio no existían, Daniele las terminó doblando cuando el mismísimo Lorenzo del Medici mandó uno de sus escuderos a comprar la obra maestra de él/la artista.

Con ese dinero Daniele le propuso matrimonio a Clarice, llevándola a ella y a sus dos pequeños hermanos a vivir  a una humilde casa de madera a las afueras de la ciudad. En aquel tiempo, si los sacerdotes que los casaron hubieran sabido que era una mujer, la hubieran quemado por bruja y satanista, pero nunca lo supieron así que contrajeron matrimonio en una sencilla capilla italiana.

Aquel cuadro: “venus semidesnuda”, fue la única obra importante de Daniele de Sanguinetti. El resto de sus cuadros fueron malbaratados para poder darle de comer a sus jóvenes cuñados y a su amada. Pero pese a las dificultades económicas, ambas fueron inmensamente felices viviendo eternamente enamoradas.

*****************************************************************

Ya era un mes y medio desde que habíamos comenzado a vivir juntas y las cosas iban de maravilla. Isa había comenzado el periodo de exámenes y de trabajos finales antes de salir de 4 semestre y yo apenas iba a entrar a tan estresante etapa del semestre. El semestre que entraba seria el último: decimo.

Era divertido verla tan estresada. Al parecer, cuando tenia muchas cosas en la cabeza, se le olvidaban otras, por lo que era de lo más común verla pasear desesperada por el departamento buscando su pincel del numero 8… pincel que siempre llevaba sobre la oreja. También solía mandarme mensajes de texto suplicándome desesperada que le llevara a la escuela algún trabajo porque se le había olvidado y lo tenia que entregar para ese momento. Mi amado tornadito había pasado a nivel F5.

Con ella sabia que jamás caería en la rutina, pues hacia de cada día algo diferente. A veces me despertaba el aroma de un delicioso desayuno… porque al parecer la señorita cocinaba bastante bien, mejor que yo podría asegurar, pero era demasiado floja para levantarse temprano y preparar algo. Otras me despertaba el ruido de cosas cayéndose, pero lo más usual era ella cayéndose. Otras más, las que más que encantaban y cada que pasaban me sentía caer perdidamente enamorada como la primera vez, eran cuando me despertaba con besos en las mejillas.

Se ponía perpendicular a mi sobre la cama, formando un ángulo de noventa grados con mi cuerpo y dándome la cara a mi, boca abajo y con la barbilla apoyada en sus manos, y comenzaba a darme muchos besitos cortos y tronados en los pómulos, la mejilla y la frente, moviendo la cabeza como tortuguita con cada uno de esos tiernísimo gestos de amor. Y yo me sentía en las nubes.

Pero el sexo… aun no llegaba. La chica adoraba volverme loca; por lo que era muy común verla caminar desnuda por la casa. Pero a la hora de estar frente a frente, desnudas, en la cama o en algún donde fuera posible tener intimidad, ella siempre me dejaba con las ganas; algunas veces porque decía estar en esos días especiales del mes, algunas porque me salía con un chiste como el de la palabra clave, algunas otras solo por torturarme, y otras más porque notaba miedo en sus ojos.

Isabelle era dominante, más no activa; y creo que tarde mucho en darme cuenta.

-¿Cómo quieres celebrarlo, preciosa?- le dije tomándola por la cintura al entrar atrás de ella y dándole un beso en el cuello, un beso de felicitaciones.

-no lo se jaja llévame a cenar- dijo aun contemplando ese tan anhelado kardex que la liberaba, con excelentes calificaciones, del cuarto semestre.

-hecho. ¿Qué más deseas?-

-jajajajajaja oye, y se puede saber ¿de donde sacas dinero tu? Porque si te prostituyes me pondré celosa- y se giró para quedar de frente a mi y poder enrollar sus brazos en mi cuello.

-jajajaja tonta. Mis padres me envían dinero…- ella entendió que era un tema del que no quería hablar.

-¿te llevas mal con ellos?- ahora era una cara de seriedad, de empatía, de “perdón por preguntar, pero creo que te haría bien hablar de eso”.

-mal no… simplemente no nos llevamos. Ellos nunca fueron muy afectivos y cuando supieron mis preferencias sexuales pues… me quisieron lejos. Mi carrera les dio el pretexto perfecto y heme aquí. Ellos pagan todos mis gastos, siempre y cuando no me les acerque.-

Isa se me quedó viendo con unos ojos que me derritieron, como si estuviera viendo mi alma, como si no hubiera barreras, como si me abrazara por dentro. Y sabía que ahí no terminaría ese tema; que me esperaba una larga sesión con la psicóloga Murillo.

-lo siento mi vida- y me dio un tiernísimo abrazo contra su pecho, protegiéndome entre esos brazos, sintiéndome segura junto a ella.

-ven amor, vamos a dormir- me retiré de ese momento y la jale de la mano hacia la habitación, nuestra habitación.

Ambas hicimos nuestro respectivo ritual de antes de dormir. El mío: desmaquillarme, bañarme, humectarme, ponerme mis cremas para la cara, ponerme mi pijama, un vaso de agua, lavar mis dientes y a la cama. El de ella, quitarse la ropa, quedarse en boxer y a la cama; si, muchas veces ni siquiera se desmaquillaba. Cómo quisiera tener su carácter de “vale todo”.

Ella se hizo bolita de su lado, aunque ya sabia que terminaría extendida en el mio, y yo la abrasé por detrás; terminando en la típica y cursi posición de cucharita. Pero al sentir su piel contra mi cuerpo no pude evitar deslizar mi mano por su abdomen y comenzar a acariciarla.

Deslizaba mi mano por su abdomen, de arriba abajo y de regreso hasta que no aguanté más y la subí hasta llegar a su pecho, automáticamente al tocarlo reaccionó a mi presencia irguiéndose  y endureciéndose. Isa solo estaba calladita, pero su respiración era pesada.

Tras unos segundos de tocar sus pezones, movió su trasero hasta dejarlo adherido con mi pelvis y comenzó a moverse sinuosamente contra mi… provocándome; hasta que no me contuve un minuto más, y tomándola del hombro, la moví hasta que ella quedara boca arriba y yo sobre ella.

La miré a los ojos y volví a ver esa chispa, esa llama, esa pasión; la bese y ella me correspondió con la misma intensidad. Me quitó la blusa sin mangas que llevaba puesta, se sentó sobre la cama y yo quede sentada sobre ella, un poco más arriba, dejándole mis pechos a su merced.

Ella estaba tratando de tomar el control, y sabia que si la dejaba hacerlo me volvería a dejar con las ganas de más… así que la volví a recostar con un poco de fuerza. Comencé a besarle el abdomen lentamente, volviéndola loca a cada contacto de mis labios con su piel, y embriagándome con cada poro que mi lengua probaba.

Finalmente llegué al elástico de su bóxer negro, no tenia idea dela marca y mucho menos de la tela, solo sabia que se lo quería arrancar… y así lo hice; se lo saqué dejándola, por primera vez en esa vida, completamente desnuda ente mi. Hermosa se quedaba corto.

Acaricié sus muslos por fuera, primero con las manos y luego con las uñas, haciendo que Isa soltara un profundo suspiro. Ahora estaba confirmando mis sospechas, la chica no gemía, al parecer, el sexo era lo único que la mantenía calladita.

Poco a poco fui introduciendo mis manos en medio de sus muslos, los cuales tenia juntos y apretados. Me puse en cuatro sobre ella y la bese para que se relajara, ahora aparecía esa carita de inocencia y miedo de nuevo.

-shhh respira, mi amor- al parece tendría que decirle eso muy seguido, pues la respiración se le cortaba, o se le agitaba o simplemente la contenía.

Poco a poco fue abriendo los muslos y pude ver el objeto de mis más bajas pasiones frente a mí. Tenía su sexo completamente depilado, y los labios mayores del mismo tono de blanco que le resto de su piel, un blanco ligeramente marfil.

Regresé a sus pechos a seguir besándola, a hacerla que dejara de pensar; pues casi podía ver sus pensamientos pasar en sus ojos como si de una película se tratase. No me  costó mucho robarle el aliento una vez más, tanto que ahora era ella quien abría sus piernas para dejarme pasar; me coloqué en medio de ellas y, sosteniéndome con una sola mano, llevé la otra hasta su entrepierna. Introduje delicadamente mis dedos en esa delgada línea que separaba la parte baja de su cuerpo en dos y, no batallando nada para encontrar ese pequeño botón, comencé a acariciarlo muy lentamente; ella solo cerro sus ojos y se dejó llevar por el placer.

Al verla así, desnuda, debajo de mi, entregada completamente, frunciendo el entrecejo y mordiendo su labio inferior por tanto placer que, yo y solo yo, la estaba haciendo sentir, fue inevitable mojarme y sentir que no aguantaría mucho antes de llegar a mi propio y visual orgasmo.

No me podía contener más, quería sentirme dentro de ella, así que la penetré; primero con uno y luego, al sentir que sobraba espacio, con dos. Al experimentar eso, todos sus músculos se tensaron, su espalda se arqueo y comenzó ese vaivén de caderas que haría parecer una niña de kínder a Shakira por tanta sexualidad que derramaba a cada movimiento. Hasta ese momento, no había visto nada más excitante en mi vida.

Con sus manos se aferraba a la almohada, o a veces alternaba con mi cabello dándome ligeros jalones que me indicaban lo bien que estaba haciendo mi trabajo. Su lubricante inundaba cada vez más mis dedos, tanto que había llegado hasta la cama. Su respiración era un perfecto indicador de lo mucho que la estaba haciendo gozar, no eran necesarios gemidos para saberlo.

Pronto sentí como mis dedos comenzaban a ser aprisionados en ese ultrasensible lugar, sus músculos se pusieron aun más tensos, contrajo su abdomen, abrió su boca queriendo liberar un gemido que no salió, su piel se enrojeció y finalmente, tuvo su primer y magnifico orgasmo. Mientras se estremecía y trataba de recuperar el aliento se aferro a mi espalda y yo a ella fundiéndonos en un abrazo tierno.

Pero aun no era suficiente para mi… aun quería probarla, comérmela a besos de manera muy literal.

Bajé besando su abdomen como lo había hecho hace un momento, deteniéndome unos instantes a jugar con su ombligo mientras mis manos se entretenían con sus pezones. Seguí bajando por su vientre hasta su monte de venus, después, hasta el inicio de esa línea que tan loca me volvía. Con una mano separé sus labios y muy despacio introduje mi lengua, probando el dulce sabor de mi amada Isabelle.

Con la punta de la lengua recorría esos lugares que hacia solo un instante habían delineado mis dedos; sentía su calor, su hinchazón a  causa de la tremenda excitación que recorría a mi novia… mi novia… Sus líquidos, todo.

Trazaba pequeños círculos en su clítoris y una esos movimientos de caderas regresaron. Cuando menos lo esperaba, un gemido muy ligero salió de sus labios. Al parecer no era tan muda, y ahora me daría a la tarea de arrancárselos uno a uno desde lo más profundo de su garganta.

Baje un poco hasta llegar a la entrada de ese sagrado lugar y jugueteé un poco con los bordes; engañando un poco a la propietaria al manipular su excitación con un mete y saca ilusorio que la hacia delirar. Bajé un poco más hasta ese pedacito sensible y suave de piel que esta entre ambos hoyitos llamado perineo; ese lugar muchas veces descuidado que causa enorme placer; y me dediqué a mimarlo mientras con los dedos de una mano estimulaba su clítoris y con dos de la otra la comenzaba a penetrar lentamente. Y así llegó el segundo orgasmo, luego el tercero y por ultimo el cuarto; y hubiera seguido de no haber sido porque me dijo que ya no podía más.

Me recosté a su lado, ella se acurrucó junto a mi y la abracé.

-te amo Isabelle- le dije mientras besaba su cabello.

-y yo a ti mi princesa- contestó con voz amodorrada, aun faltándole un poco el aliento. –Ahora sigo yo de hacerte sentir todo eso- y se trató de  incorporar.

-no preciosa, descansa. Ya será otro día- y la volví a recostar a mi lado.

Me quedé un rato así, escuchando su respiración que cada vez se volvía más pesada indicándome que el sueño y el agotamiento la habían vencido. Me encantaba tenerla así junto a mí, inhalando el aroma de su cabello, besando su frente cuando quisiera, sabiendo que era mía. No en el sentido de esclavitud y de posesión, sino en el complejo y hermoso sentido del amor y la entrega total hacia otra persona sin perder la propia libertad.

Al día siguiente, me despertaron los rayos de luz que se colaban por el enorme ventanal de mi habitación, a través de las blancas cortinas de tela transparente. Abrí los ojos y lo primero que contemplé fue esa hermosa mujer que cualquier ser sobre la tierra se sentiría orgulloso de ser su pareja, pero era mí novia, y eso me llenaba de orgullo y tenia que reconocerlo, inflaba mi ego.

Los rayos amarillos iluminaban el contorno de su cuerpo; parecía que brillaba, que era un ángel… y así era, mi ángel.

Lo que más me llamaba la atención era que se había quedado quietecita en la misma posición desde anoche. Ahora sabia cual era la clave para evitar golpes nocturnos… dejarla agotada con muchos orgasmos. Y así estaba dispuesta a hacerlo en los meses siguientes. 

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chicas muchas gracias por esperar jaja :3 ya el siguiente no tardara mucho en llegar porque ya casi salgo de vacasiones n.n jeje espero y les guste la escenita porque aaa como batallo para hacerlas >.< asi que mas les vale que les guste pequeñas golozas jaajaajaj :P saludillos

Este es un mensaje para AMORCALLADO: auxilio. estoy secuestrada por tres mujeres. una de ellas es española y le dicen peke, otra mexicana llamada Adi y otra que le dicen Artwork. tengo miedo. dijeron que si no les daba un final feliz lo pagaria caro. rescantame. Oh por dios! ahi vienen D:!

XD

*Artwork: la curiosidad mató al gato :P jajaja la chica a la que le dedique el capitulo anterior es una amiga a la que le gustan mis relatos y me escribió asi como tu y otras chcias jaja solo que me dijo que subiera el cap ya porque era su cumple, no lo pude hacer ese dia y por eso se lo dedique :3

ya somos dos las qeu envidiamos la pijama de Isa jaja porque me la invente xD no se si exista en realidad, pero quiero una. mori de risa con la araña que te quiere en secreto xD 

en cuanto al final, señorita work, no me tienentes xD que ya sabes que no me importa matar a mis personajes, despues de todo, a este par las he matado muchas veces. aparte, pensandolo bien, nunca he escrito algo futurista, seria algo asi como un reto xD asi que no me des ideas :::P (es una araña sacandote la lengua)

usé el link, pero si estaba cortado. busque al autor y me aparecieron mucho relatos .-. lei uno y me encantó, pero mejor dime el nombre del que se parece a mi tematica :3 asi lo encuentro mas facil.

*aurora la diosa:  :c pero porque sigues sin creerme? :C si no me crees lo que escribo no podre jugar con tus sentimientos y entonces no tendra chiste recibir esas multiples amenazas por haberles jugado una bromilla u.u xD

y si, aunque en realidad pensaba irme hasta el jurazico y poner a dos bonitas T-rex que murieron de amor por no poderse abrazar :3 jajaja ya lo veraz con el tiempo ;) aun faltan.

y ya te habia dicho que dejes de psicoanalisarme -.-' si, deje de moverme porque me caia de la cama D:! y no hago ruiditos D:! hablo dormida!!! D:! u.u jajajajajaja y artwork me vengó a la perfeccion poniendote roja xD!!! jajajajajajaa claro que yo se que solo es broma :P jajaja y que nada mas lo haces para fastidiar :P jajaja

:O yo quiero uno de esos para los dias que tengo flojerita de leer :3

PD: señorita, seria usted una excelente psicologa :3 le recomiendo esa carrera.

otra PD: lo mismo que a artwork jaja no me tientes ...

*por cierto, para Artwork y para Adi: estan en preparatoria? O.o o bueno no se como se le diga allá donde viven... instituto, liceo, hig school no se jaja pero estan en ese grado? O.o

*peke: nunca me encontraran muajajajaja!!!! 3:D me escondere y desde ahi les mandare el final para que asi no me puedan hacer nada cuando vengan a buscarme muajajaj

pero aqui esta la escenita de chacachaca :3 jajaja

*natzi: si, esas dos ya se merecian su momento :3 jejeje gracias por leerme n.n

*hombreFX: gracias por tus comentarios n.n

*lili: porque soy mala  ñaca ñaca muajajaja!!!

*tama21: jajaja espero que con este no me odies :3 jajaja

*labrys28: jaja perdon por tardar u.u estos examenes me estan matando, pero ya el martes sere libre n.n asi que el siguiente cap no tardara :D

*picxis: o///o jejeje gracias xD jajaja por todo :3

*vicky: (/_\) lo sheee!!!

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